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Trabajo final CRISIS FINANCIERA-GRUPO 1-1

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FACULTAD DE ADMINISTRACION Y DE NEGOCIOS 
 
ADMINISTRACION DE EMPRESAS 
 
IMPACTO DE LA CRISIS FINANCIERA GLOBAL DE 2008 EN MERCADOS 
DESARROLLADOS Y EMERGENTES 
 
 
Integrantes 
Alarcón Tito, Lilian Ivett - U18204054 
 Gutiérrez Carrazco, Vivian del Ángel – U17200284 
Ttupa Quispe, Ivan Jesús – U18308754 
Milla Poma, Katherine – U21204319 
 
Docente 
 
 Liendo Terán, Sharon 
 
Arequipa, Perú 
2022 
 
 
 
 
 
 
Contenido 
 
 
a) Globalización y crisis financiera internacional ........................................................................ 3 
b) La volatilidad del entorno macroeconómico ........................................................................... 5 
c) Burbuja especulativa .............................................................................................................. 8 
d) Entorno económico y financiero 2006-2008 .......................................................................... 10 
e) El sistema financiero hipotecario ......................................................................................... 16 
f) Burbuja inmobiliaria e hipotecas subprime ........................................................................... 17 
g) Globalización de la crisis: impacto en los mercados financieros .......................................... 22 
h) Conclusiones y lecciones de la crisis financiera ................................................................... 27 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
a) Globalización y crisis financiera internacional 
 
El argumento principal del documento es que las crisis financieras no son un fenómeno nuevo, 
sino que se ha venido repitiendo a lo largo de la historia la humanidad la primera de ellas 
documentadas ocurre en 1636 en Holanda la idea es que todas estas crisis financieras han tenido 
una suerte de común denominador, todas las crisis financieras se puedes destacar o tener 
similitudes de: 
Sobreendeudamiento: Se puede provenir de las personas naturales de las empresas y todo el 
gobierno cualquiera que se sobre en deuda genera un problema. 
 Burbuja especulativa: Se puede entender que la gente sobre en deuda para comprar algún activo 
que cree que va a subir de precio y que va a ser un buen negocio hacerlo por ejemplo me sobre 
en deuda para comprar un departamento no porque quiera vivir en él sino porque quiero hacer 
negocio alquilando lo puedo vender más tarde porque en mi cabeza está la idea que va a seguir 
subiendo de precio entonces qué es lo que pasa que hay sobreendeudamiento la gente compra y 
compra, hace efectivamente subir el precio con lo cual con válida la predicción inicial pero llegado 
un momento ya la cantidad de clientes que pueden acceder a un crédito comprar esas ese grupo 
de viviendas y ya no existe entonces se encuentra se llegó momento en que hay una sobreoferta 
de viviendas y las viviendas comienzan a caer de precio porque los inversores no tienen cómo 
venderlas ese patrón es un patrón repetido américa latina por ejemplo, ha pasado por una crisis 
parecida en los años 70 que está en los 80 en los años 70 la región los gobiernos de la región se 
sobre endeudaron con el exterior y entonces mientras vivimos sobre endeudados las economías 
crecían y todo funcionaba bien cuando nos cerraron las líneas de crédito. A fines 81-82 la crisis 
estalló y por qué es que américa latina vivió una década de los años 80 que se conoce hoy como 
la década perdida para la región porque estalló todo se cayó la producción aumentó el desempleo 
cayó el comercio caído todo simplemente entonces cuando esta crisis ocurre y finalmente el tercer 
hallazgo del paper es que los gobiernos apoyados por alguien de fuera o no diseñan. 
Programas de rescate: Busca rescatar al sistema financiero pero asumiendo el gobierno las 
deudas que el sistema financiero tenía es decir sistema financiero quiso cobrarle a todos los que 
les prestó pero eso no le pudieron pagar entonces el gobierno asume que esa deuda no pagada 
pero el gobierno como dicen deudas y ese pago del dinero que los gobiernos tienen que hacer de 
dónde proviene básicamente de los impuestos de nosotros eso es lo que ha ocurrido en los últimos 
dedos en Grecia, Irlanda España, Italia y Portugal, que son los países que en este momento están 
sujetos a una crisis y el último hallazgo que es una especulación, en consecuencia de estos 
programas de inyección de liquidez para salir de la crisis lo que se ha originado es la posibilidad 
que ahora está en nuevas crisis en otras palabras en la resolución de “Una crisis se siembran las 
semillas de la siguiente crisis”. (Carlos Parodi, 2008) 
Las crisis financieras: definición y causas 
Según una perspectiva microeconómica, las emergencias monetarias se caracterizan, en general, 
por ser un problema, una agitación o una perturbación en los sectores empresariales monetarios, 
lo que hace que se alimente la determinación desfavorable y los problemas de datos desviados, 
por lo que los sectores empresariales monetarios se vuelven incapaces de canalizar las reservas 
de forma eficaz hacia los que tienen las puertas abiertas de la empresa más útiles (Mishkin 1991). 
Las emergencias monetarias están en general relacionadas con las emergencias financieras, a 
pesar de que los bancos son sólo una parte, aunque importante, del marco monetario. Lo que 
ocurre es que en los países en los que el marco monetario es inmaduro, los bancos representan 
prácticamente hasta la última parte del mismo. Básicamente, una emergencia financiera alude a 
la impotencia del marco financiero para satisfacer las necesidades de los inversores. Los 
problemas de los marcos financieros no son nuevos. En América Latina, las emergencias 
monetarias de Argentina (1981), Chile (1981-82), Colombia (1982-83) y Uruguay (1982) son 
ejemplos de la afirmación anterior. Con todo, las emergencias bancarias son difíciles de reconocer 
según una perspectiva observacional, debido a los impedimentos de los datos. 
Las ocasiones institucionales, por regla general, incluyen ceses de bancos, consolidaciones, 
mediaciones gubernamentales en las tareas de las fundaciones monetarias, corridas bancarias, 
problemas de surtido de créditos, etc. (Glick y Hutchison 1999). Posteriormente, las variables que 
acompañan han sido reconocidas como determinantes clave de una emergencia financiera: riesgo 
de crédito ampliado, ausencia de un grado satisfactorio de capital, expansiones en las tasas de 
préstamos momentáneos, tiendas en un solo dinero y avances en otro (cruces de efectivo), 
presencia de protección de tiendas, progresión monetaria, explosiones de préstamos y 
circunstancias financieras externas. 
En general, existen dos grupos de factores que pueden determinar una crisis financiera y bancaria: 
 
 
 
b) La volatilidad del entorno macroeconómico 
 
Generalmente, las emergencias monetarias y bancarias han pasado antes por una decadencia 
sumada del clima macroeconómico (Hausmann y Gavín 1998). Los fundamentos monetarios se 
ven impotentes cuando pequeñas perturbaciones en la remuneración, la calidad de los recursos o 
la liquidez hacen que un banco quede anulado o sin liquidez, lo que hace dudar de su capacidad 
para respetar sus responsabilidades momentáneas. Se trata, pues, de una carencia de 
certidumbre. Los principales factores que deciden la inestabilidad son los siguientes: 
Aumentos en la tasa de interés y su inducción sobre los flujos privados de capital 
Una expansión del coste de financiación, que puede partir de una expansión del interés por el 
crédito o de una compresión de la oferta de efectivo, entre diferentes elementos, construye la 
cuestión de la elección desfavorable, ya que los financiadores con grandes emprendimientos no 
pueden obtener, mientras que los más peligrosos sí. La explicación es que las personas y las 
organizaciones con tareas menos seguras son las que pagaráncostes de financiación 
desorbitados, ya que, en caso de que la especulación de alto riesgo sea efectiva, serán los 
mayores receptores. 
Fluctuaciones bruscas en los términos de intercambio 
Si las condiciones de intercambio se vuelven negativas para el prestatario, la capacidad de pago 
del endeudado disminuye. En una revisión observacional, Caprio y Klingebiel (1996) vieron que 
como el 75% de las naciones no industriales del ejemplo examinado, que se encontraron con una 
emergencia financiera, experimentaron una disminución de los términos de intercambio de no 
menos del 10% antes de la emergencia. La imprevisibilidad de los términos de intercambio está 
más articulada en las naciones con mayor fijación de productos básicos. Un ejemplo de ello es 
Venezuela, que experimentó una caída del 25% en el coste global del petróleo en algún momento 
entre 1990 y 1994. El principal efecto fue la desintegración de los registros financieros: en 1990, 
los ingresos por cargos petroleros representaban el 19% del PIB, mientras que en 1994 sólo 
representaban el 10%. El poder público tuvo que cambiar, los intereses internos se redujeron en 
un 12,8% y la tasa de desempleo pasó del 6,3% en 1993 al 17,4% en 1994. Posteriormente, la 
economía cayó en una profunda recesión en 1994, que además afectó al marco financiero, que se 
había modificado, sin que la gestión bancaria se reforzara a la misma velocidad. 
 
 
Fluctuaciones en el tipo de cambio real 
Un cambio brusco en la norma de conversión puede influir en el marco financiero en dos 
situaciones: cuando los bancos obtienen dinero en el extranjero en dinero desconocido, pero 
prestan localmente en dinero de la zona; y cuando obtienen dinero momentáneo en dinero 
desconocido, pero prestan localmente en una premisa prolongada. En cualquier caso, los clientes 
de los bancos disminuyen sus posibilidades de reembolso de sus obligaciones. No obstante, el 
caso del desarrollo de la obligación transitoria -que se ha referido como uno de los 
desencadenantes de las emergencias monetarias- ha sido abordado por ciertos creadores, que 
sostienen que el problema radica en la utilización de los activos y no en el estado de ánimo de la 
obligación. 
El papel de los sistemas financieros 
Ingresos de capital y boom crediticio 
Algunos autores (Kaminsky y Reinhart 1998, Hausmann y Gavin 1998, Gianetti 1999, entre otros) 
han sostenido que los colosales movimientos de dinero a capital que surgieron en las economías 
durante la década de los noventa fueron intervenidos por estructuras relacionadas con el dinero 
que fueron intervenidas por sistemas financieros que fueron intervenidos por bancos que fueron 
jóvenes. Hay algunas especulaciones en este sentido: 
• La liberalización financiera unida a las reformas estructurales a favor del libre mercado 
atrajo capitales al mundo emergente. Ello posibilitó que los bancos asuman negocios que 
antes, dadas las restricciones, no podían hacer. Entonces es factible que cometan errores 
en el otorgamiento de préstamos, pues no estaban preparados ni tenían la experiencia 
necesaria para ello. 
• La liberalización incrementa la competencia entre los bancos. Esto aumenta la presión a 
asumir demasiados riesgos en sus préstamos, pero al mismo tiempo, provee a los 
banqueros de oportunidades de entrar a actividades nuevas y rentables. 
• Los malos préstamos tienden a acumularse y resultan en incobrables cuando el boom 
crediticio se interrumpe por un choque macroeconómico adverso. De ahí que los buenos 
tiempos sean malos tiempos para aprender (Hausmann y Gavin 1998). 
• Por definición, tienen menos información sobre estos últimos; como consecuencia, el 
boom crediticio se asocia con mayores riesgos. Este deterioro de la cartera solo se percibe 
cuando el boom ha pasado. Por ejemplo, en México entre 1990 y 1994 los depósitos 
bancarios aumentaron de 20% a 30% del PBI, mientras que los préstamos al sector 
privado crecieron de 10% a 40% del PBI en el mismo período, previo a la crisis de fines 
de 1994. 
Crecimiento y denominación monetaria de las deudas bancarias de largo plazo 
• La volatilidad macroeconómica previa desempeña un papel fundamental, así como el 
tamaño reducido del mercado de bonos, que impide que esta opción sea usada ante 
problemas de liquidez. La recuperación de la confianza es un asunto de mediano 
plazo. Por ejemplo, y a manera de contraste, en Alemania, el 45% de las deudas del 
sistema bancario está constituido por bonos de mediano y largo plazo (Goldstein y 
Turner 1996). 
• Los bancos privados se endeudaban en el exterior en dólares, pero prestaban dentro 
del país en moneda nacional. Esta estrategia expone al sistema a un riesgo cambiario, 
pues una devaluación dificulta que los agentes económicos internos (cuyos ingresos 
están expresados en moneda nacional) puedan cumplir con sus obligaciones. 
Preparación inadecuada para la liberalización financiera 
 Al mismo tiempo, la aparición de nuevos competidores (internos y externos) aumenta la presión 
de los bancos a asumir actividades más riesgosas. En este contexto, la entrada de bancos 
extranjeros al sistema bancario doméstico puede proveer de importantes beneficios, como los 
siguientes: 
• Aumenta los montos disponibles de financiamiento para proyectos internos, pues facilita 
el ingreso de capitales. Además, incrementa la estabilidad del financiamiento disponible 
en las economías emergentes, a través de la diversificación de los portafolios bancarios. 
• Mejoran la calidad y cantidad de servicios financieros a través de dos canales: como 
proveedores de nuevos servicios y mediante la competencia con las instituciones 
financieras domésticas. 
• Mejora la infraestructura del sistema financiero, pues permite importar sistemas más 
modernos de supervisión y regulación financiera. 
Involucración gubernamental en las decisiones de préstamos 
 Los objetivos políticos de los gobiernos o los intereses personales de los bancos que se 
entrometen en las operaciones bancarias, pueden hacer peligrar la rentabilidad y eficiencia 
bancaria. Esto ocurre a pesar de las privatizaciones, pues en muchos casos el Estado mantiene 
una significativa participación en los activos bancarios de muchos bancos. De este modo, el 
gobierno puede influir en la asignación de créditos a ciertos deudores privilegiados. Los riesgos se 
vinculan con la falta de objetividad en la asignación de recursos. 
c) Burbuja especulativa 
 
Muchos analistas señalan que en China existe una burbuja; los indicadores de deuda de las 
familias son muy altos y los precios de los activos están fuera de sitio. 
¿Qué es una burbuja? 
Burbuja, alude al crecimiento explosivo y no sostenible en el precio de un activo en un período 
corto de tiempo. “Explosivo” en el sentido que el aumento no puede ser explicado por razones 
“fundamentales”, y no sostenible, porque luego del crecimiento desmedido sigue una disminución 
de la misma magnitud. (Gestión, 2016) 
Sin embargo, es muy posible descifrar que el coste de un recurso puede separarse en dos partes: 
la primera, relacionada con variables esenciales, por ejemplo, los gastos de expansión en curso, 
y la segunda, relacionada con la hipótesis. La última opción refleja el arrebato y el desánimo del 
financiador y se compara con "comprar barato hoy para vender caro mañana". El financiador 
acepta que el coste subirá, por lo que compra con toda la intención de vender el recurso de forma 
aún más extravagante. Debemos contemplar la tierra. La bolsa de aire parece cuando los 
individuos se aventuran a los números rojos y compran una casa sólo para conjeturar o "seguir 
trabajando", es decir, para confiar en que el coste subirá y vender a un coste excesivo. Hacen una 
apuesta, ya que no podrían decir si el coste seguirá subiendo. A fin de cuentas, si el coste de la 
vivienda no se puede compensar con la cuota del préstamo, el aumento del coste del hormigón o 
de la pintura,entre otros, entonces nos encontramos ante una bolsa de aire. 
Por lo tanto, una burbuja no es igual a una crisis financiera. Un boom en el precio de un activo 
implica huir del dinero e ir sobre el activo, mientras que una crisis financiera alude a lo contrario, 
pues se huye del activo y se va sobre el dinero. 
Caso: Referencia de la burbuja especulativa 
La gran depresión y la crisis internacional actual-Memoria 2008 
La quiebra bursátil de octubre de 1929 en la Bolsa de Nueva York denotó el inicio de la emergencia 
financiera mundial de los años siguientes, conocida como la "crisis económica de principios de los 
años 20". Una peculiaridad comparable se ha producido últimamente con la quiebra de los costes 
inmobiliarios en Estados Unidos y la emergencia del mercado de contratos subprime. Al respecto 
surgen dos preguntas: ¿En qué se parecen y en qué se diferencian ambas crisis? ¿Cómo impactó 
la Gran Depresión a la economía peruana? 
 
La primera similitud es que ambas crisis surgieron en Estados Unidos, país en el que en ambos 
escenarios existían desequilibrios en la cuenta corriente de la balanza de pagos y en las finanzas 
públicas. La segunda similitud es que en los dos casos la crisis nació en los mercados financieros 
y de ahí se transmitió al sector real. 
En el caso del crash del año 1929 ocurrió el estallido de una burbuja especulativa fomentada por 
créditos con escasa cobertura para la compra de acciones. En el caso reciente, la crisis tuvo su 
origen en fondos y bancos de inversión que comerciaban a nivel internacional paquetes de 
hipotecas correspondientes a préstamos de vivienda otorgados a usuarios riesgosos -sin ingreso 
ni trabajo fijo- a tasas muy altas. 
A causa del crash de 1929, fue la explosión de una bolsa de aire especulativa alentada por el 
crédito con poca inclusión para la adquisición de ofertas. En el nuevo caso, la emergencia tuvo su 
punto de partida en los activos de la especulación y los bancos que intercambiaron universalmente 
paquetes de préstamos para la vivienda en comparación con los avances de alojamiento permitido 
a los clientes inseguros - sin pago decente o la ocupación a tasas excepcionalmente altas. 
Esta diferencia marca también una distinción en cuanto a los canales de transmisión de la crisis 
financiera. Desde agosto de 2007 y con más severidad desde setiembre de 2008, la crisis actual 
se propagó muy rápidamente hacia los mercados financieros de otras economías desarrolladas, 
en un contexto de mayor integración financiera. En el episodio del siglo pasado, la crisis bancaria 
en Estados Unidos recién estalló en 1930, meses después del crash bursátil, y recién entonces se 
empezaron a vislumbrar los efectos, a través de una severa contracción del crédito sobre el 
consumo y la inversión de la economía norteamericana y, por esa vía, sobre el comercio 
internacional. 
En el caso reciente, se califican como acertadas las acciones de los bancos centrales orientadas 
a dotar de liquidez a sus mercados financieros con el fin de evitar un crash crediticio, lo que no 
ocurrió en 1929 luego de la crisis bursátil. Sin embargo, existe también relativo acuerdo acerca del 
escaso margen de maniobra que tienen hoy las autoridades monetarias en una situación de bajas 
tasas de interés. A diferencia de los años treinta, en que la receta keynesiana de mayor gasto 
fiscal tuvo mucha oposición, hoy en día la mayoría de los gobiernos parecen convencidos de la 
ventaja de aplicar una postura contra cíclica de la política fiscal para hacer frente a la actual 
recesión mundial. Esta sería la principal razón por la que en la coyuntura actual no se espera una 
depresión. 
En el caso presentado, se ven como correctas las actividades de los bancos nacionales para dar 
liquidez a sus sectores de negocios monetarios para mantenerse alejados de una crisis crediticia, 
lo que no ocurrió en 1929 después de la emergencia financiera cambiaria. No obstante, también 
hay una relativa comprensión sobre el restringido espacio para moverse que tienen los 
especialistas financieros hoy en día en una circunstancia de bajas tasas de préstamo. En absoluto 
como durante los años 30, cuando la solución keynesiana de un mayor gasto monetario encontró 
mucha resistencia, hoy la mayoría de los estados parecen estar persuadidos de la bondad de una 
posición de estrategia financiera a contracorriente para adaptarse a la actual recesión mundial. 
Esta sería la principal justificación de por qué una desaceleración no es normal en el momento 
actual. 
 
d) Entorno económico y financiero 2006-2008 
 
Entorno económico 
El entorno económico mundial para el año 2008 se caracterizó por el desarrollo de tres eventos 
de gran trascendencia: primero, la desaceleración económica en los países industrializados y 
particularmente en los Estados Unidos, el segundo evento es la presión inflacionaria debido al alza 
del precio del petróleo y los commodities, mientras que el tercero lo constituyó el desplome del 
sistema financiero mundial, lo cual repercutió tanto en el sector financiero, como en el real de la 
economía mundial. 
 El primer evento, la desaceleración económica en los países desarrollados, sobre todo en los 
Estados Unidos, está vinculada inicialmente a la desaceleración de la actividad de la construcción, 
debido a la reducción de la demanda de viviendas, lo que inició una gradual reducción de los 
precios de las mismas. Durante el primer trimestre del año 2008 se agravaron los incumplimientos 
de pagos de hipotecas “subprime”, lo cual aumentó, aún más, el inventario de viviendas. Dado el 
exceso de ofertas de viviendas y la demanda decreciente, disminuyeron los proyectos de 
construcción aumentando el desempleo en este sector. Como una respuesta ante la 
desaceleración mundial, el gobierno norteamericano introdujo un programa fiscal de estímulo a la 
economía por un valor de USD 146.0 billones, el cual tuvo poco efecto como agente dinamizador 
de la economía. 
Un segundo evento relevante lo constituyó la presión inflacionaria debido al alza del precio del 
petróleo y de los productos básicos, los que crecieron de forma sostenida hasta julio de 2008. El 
motor del alza de precios fue el aumento de la demanda de los commodities por parte de los 
grandes países emergentes como China e India que experimentaban un alto y sostenido 
crecimiento económico. De esta manera se observa que, por una parte, las economías emergentes 
exportadoras de materias primas y de ellas las exportadoras de petróleo, se beneficiaron de las 
alzas de los precios internacionales; mientras que, por otra parte, el resto de los países atravesaron 
por un período de alta inflación que superó las expectativas y metas inflacionarias de algunos 
Bancos Centrales. El aumento de combustible impactó a la industria automotriz al afectar 
negativamente la demanda de automóviles a nivel mundial, con lo cual se redujeron las 
operaciones de diversas plantas de producción alrededor del mundo. El cierre de plantas 
automotrices añadió un nuevo número de desempleados a la corriente de personas cesantes del 
sector de construcción. De esta manera, durante la primera mitad del año, coexistían dos 
situaciones: la desaceleración en algunos países industrializados y un alto crecimiento en países 
emergentes, que se fundamentaba en altos niveles de inversión y de exportaciones. 
El tercer evento con el cual concluyó el año 2008, fue la profundización de la crisis financiera al 
deteriorarse el entorno de la Banca de Inversión, poseedora de una importante cartera de 
instrumentos financieros, respaldados por las hipotecas subprime. Luego de la venta de Bear & 
Stearns, en marzo de 2008, muchos de los grandes bancos de inversión reportaron pérdidas y 
confrontaron problemas de liquidez, lo que ocasionó que algunos de los mismos fueran adquiridos 
por otras instituciones de mayor fortaleza, mientras que otras, como: Fannie Mae y Freddi Mac,recibieron apoyo directo por parte del 16 gobierno norteamericano. El desplome del sector 
financiero en los Estados Unidos, al igual que el de otras actividades económicas ya descritas, 
provocó la pérdida de miles de empleos altamente remunerados. 
A medida que se agravaba la condición financiera mundial, los gobiernos de los países 
industrializados, economías asiáticas e inclusive latinoamericanas, implementaron planes de 
rescate financiero para inyectar liquidez al sistema bancario, y reiniciar las operaciones de crédito, 
originado por la desconfianza que aún hoy persiste, debido a la proporción de activos riesgosos 
en poder de los bancos. Los planes de rescate implican la recapitalización de instituciones 
financieras en riesgo. 
 Durante el último trimestre de 2008, las economías desarrolladas se encontraban en recesión, lo 
que se reflejó en la pérdida de ingresos, tanto de empresas como a nivel familiar, debido al 
aumento del desempleo y la contracción del crédito para consumo y a nivel corporativo. Un efecto 
directo de la reducción del ingreso familiar fue la disminución de la demanda por diversos bienes 
y servicios, lo que implicó la reducción en ventas. De esta manera, se amplió la crisis al sector 
comercial minorista y mayorista. El menor consumo en los países industrializados provocó una 
disminución de las exportaciones provenientes fundamentalmente de Asia y otros países 
emergentes, mono-exportadores de productos básicos, lo cual extendió hacia esa área geográfica, 
la crisis que se inició en los países industrializados de occidente. 
La crisis consistió en un virtual colapso del sistema financiero de Estados Unidos, por lo que 
también es identificada como una crisis crediticia. El estallido de la burbuja inmobiliaria en el tercer 
trimestre de 2006 determinó una disminución en el precio de las viviendas y con ello un deterioro 
del valor de los títulos respaldados en hipotecas de baja calidad. Los préstamos habían sido 
vendidos y revendidos a través de un proceso llamado titulización a entidades financieras no 
bancarias como los bancos de inversión, en Wall Street. La incertidumbre respecto del valor de los 
títulos respaldados por hipotecas generó una corrida de los acreedores de entidades financieras 
con altos niveles de apalancamiento. Las manifestaciones más visibles a nivel mundial fueron la 
paralización de los mercados financieros, los masivos programas de rescate del sistema financiero 
por parte de los gobiernos y las caídas de la actividad productiva y el empleo. 
Los efectos de la peor crisis de la historia se viven hasta hoy. Su estallido se dio el 15 de 
septiembre del 2008, cuando el banco de inversión Lehman Brothers se declaró en bancarrota. A 
partir de ese momento, Estados Unidos colapsó y luego le siguió el resto de economías 
desarrolladas. 
Todo comenzó en el 2002. El entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, dijo que parte de 
cumplir el sueño americano era tener una casa propia. Así, pidió ayuda al sector privado, con miras 
a que el mercado de capitales facilite el financiamiento hipotecario a personas de ingresos más 
bajos. 
Tras el anuncio de Bush, la Reserva Federal presidida por Alan Greenspam redujo rápidamente 
las tasas de interés: de 6% a solo 1% en unos cuantos meses. El dinero estaba tan barato que los 
8,000 bancos y agentes hipotecarios iniciaron una agresiva expansión del crédito hipotecario. 
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La facilidad para obtener un crédito hipotecario tuvo dos efectos. El primero fue que las familias 
se dedicaron a especular ampliamente con los precios de los inmuebles, y sobre todo con los 
costos de las hipotecas. La especulación llevó al desarrollo de una burbuja inmobiliaria, que infló 
considerablemente los precios. 
Esto también tuvo un efecto posterior. El valor de las viviendas era el respaldo de las hipotecas, 
incluyendo las subprime. Conforme aumentaban los precios, aumentaba el número de hipotecas. 
En paralelo, se estaba armando un proceso que convertiría a las hipotecas subprime en armas de 
destrucción financiera masiva. Esos activos tóxicos estaban siendo "empaquetados" con otros, 
creando una gran variedad de nuevos productos financieros. Estos nuevos activos (que en realidad 
eran tóxicos) se transaban libremente y sin ningún tipo de regulación. 
Fue así que los bancos de inversión empezaron a repartir sus paquetes de activos cuyo contenido 
no conocía nadie por todo el mundo. 
Esta dinámica de especulación y alza de precios llevó a un recalentamiento de la economía. En el 
2003, la FED inició una subida de tasas de interés: de 1% en ese año, a 3% en el 2005 y hasta 
5.5% en el 2006. Sin embargo, esta iniciativa sería en vano. 
La economía norteamericana sufrió un "momento coyote". Cuando el coyote persigue al 
correcaminos en los dibujos animados, a veces resulta dándose cuenta que está corriendo sobre 
el aire. Cuando ve eso, se precipita hacia el suelo. Eso fue exactamente lo que pasó en EE.UU. 
La burbuja hipotecaria estalló y, con ella, los precios de los activos se desplomaron. Al ver esto, 
las familias que estaban endeudadas optaron por devolver la casa al banco, pues les era mucho 
más barato hacer eso que seguir pagando un préstamo de US$ 300,000, por una casa que ahora 
valía US$ 50,000. 
Cuando una deuda no es pagada se conoce como default. Las familias incurrieron en default y 
ocasionaron grandes pérdidas a los bancos. A su vez, esta situación generó naturalmente un 
colapso en los portafolios de los bancos de inversión a nivel mundial, debido a que estaban 
plagados de las hipotecas tóxicas subprime. 
A raíz de todo este proceso, el lunes 15 de septiembre del 2008 fue que Lehman Brothers se 
declaró en quiebra, fuertemente golpeado por las pérdidas de los activos tóxicos. El pánico fue 
generado por el colapso de una entidad considerada demasiado grande para caer. 
A partir de ahí, es historia conocida en el mundo y los efectos de ello aún se perciben en los países 
avanzados, especialmente en Europa y Japón. 
No obstante, este panorama internacional, la actividad económica en el Perú registró un 
crecimiento de 9,8 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), la tasa más alta de los últimos 14 
años, y la más elevada de la Región de América Latina, completando así diez años consecutivos 
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de expansión. Cabe señalar que un ciclo de tal duración no se registraba desde la década de los 
sesenta. A nivel trimestral, la tasa tuvo alzas superiores al 10 por ciento durante los tres primeros 
trimestres del año, desacelerándose hasta promediar 6,7 por ciento hacia el cuarto trimestre. La 
demanda interna se incrementó en 12,3 por ciento en 2008 (acumuló tres años con tasas de 
expansión de dos dígitos) incentivada por un crecimiento de la inversión privada y del consumo 
privado, gracias a la confianza que la estabilidad macroeconómica generó entre empresarios y 
consumidores. La inflación, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 
Lima Metropolitana, fue de 6,65 por ciento en 2008, reflejando principalmente el impacto de 
choques de oferta de alimentos nacionales e importados, cuyos precios crecieron durante ese año 
en 9,7 por ciento. Las presiones al alza de los precios asociados a los alimentos importados fueron 
cediendo en los últimosmeses del año ante la rápida corrección de las cotizaciones 
internacionales de los commodities en un contexto de deterioro de la economía mundial. 
A partir de setiembre, con la profundización de la crisis financiera internacional, el Banco Central 
intervino en el mercado cambiario vendiendo dólares para reducir la volatilidad del tipo de cambio 
y proveer de liquidez en moneda extranjera al mercado, decisión que buscó limitar los riesgos de 
pérdidas de patrimonio por los aún altos niveles de dolarización de la economía peruana. Esta 
respuesta de política fue posible gracias a la acumulación preventiva de reservas internacionales 
efectuada en los últimos cuatro años, provisión que permitió contar con una alta capacidad de 
respuesta para enfrentar este tipo de contingencias macroeconómicas adversas. 
Crisis en el Perú 
En el 2009 el Perú registró una marcada desaceleración de la actividad económica como 
consecuencia de los efectos de la crisis financiera internacional. El crecimiento del PIB se redujo 
del 9,8% en 2008 al 0,8% en 2009, debido principalmente a la pronunciada caída de la demanda 
externa, con la consecuente disminución de la producción industrial, un fuerte proceso de ajuste 
de los inventarios y una reducción significativa de la inversión privada, producto de la menor 
demanda y de la incertidumbre sobre el futuro de la economía internacional que reinaba a fines de 
2008 y durante 2009. 
Con el objeto de hacer frente a la crisis financiera internacional, las autoridades adoptaron medidas 
orientadas a asegurar la liquidez del sistema financiero local, tanto en moneda nacional como en 
dólares, a fin de estabilizar tanto el mercado de dinero como el cambiario. Posteriormente 
procedieron a bajar la tasa de interés de referencia, la que se redujo entre enero y agosto de 2009 
del 6,5% al 1,25%, tasa que se mantiene inalterada desde entonces. En consecuencia, las tasas 
activas medias del sistema bancario en moneda nacional disminuyeron del 17,2% en diciembre de 
2008 al 15,1% en octubre de 2009. A su vez, las tasas de interés activas medias en dólares se 
redujeron del 10,1% al 8,9% en igual período. 
Entre diciembre de 2008 y octubre de 2009 el crédito en moneda nacional registró una expansión 
cercana al 21% y se apreció un aumento del crédito hipotecario en nuevos soles. Por su parte, 
hasta octubre de 2009 el crédito en dólares se situaba en niveles similares a los registrados en 
diciembre de 2008. Como resultado, el crédito total aumentó un 6,6% en igual período (un 11,6% 
con relación a octubre de 2008). Dado el mayor crecimiento del crédito en moneda nacional, el 
coeficiente de dolarización disminuyó del 52% en diciembre de 2008 al 46% en octubre de 2009. 
Entre diciembre de 2008 y octubre de 2009, el porcentaje de los créditos en cartera vencida se 
elevó del 1,3% al 1,6% y aumentó en mayor medida la cartera vencida de los créditos a las 
microempresas. 
Desempeño económico mundial en el año 2008 
 Producto Interno Bruto (PIB) El desempeño económico a nivel mundial durante el año 2008, reflejó 
durante el primer semestre, que, si bien el crecimiento económico norteamericano era positivo, 
mostraba tasas de crecimientos menores a los años previos, mientras que en Europa ya había 
signos de debilitamiento en la actividad económica. En este sentido, el PIB de Estados Unido 
durante la segunda mitad del año, mostró un debilitamiento al pasar de 2.8% en el segundo 
trimestre del año a una contracción de 6.2% durante el cuarto trimestre del año. Por su parte, el 
Reino Unido, que presentó una tasa de crecimiento promedio del 3% para el 2007, mostró una 
desaceleración pronunciada a partir del tercer y cuarto trimestre del 2008, creciendo al 0.3% y -
1.8% respectivamente. Por su parte, en Alemania, la primera economía de la Unión Europea, la 
actividad económica también se deterioró a partir del segundo semestre del 2008, cuando se 
registraron tasas de crecimiento negativas en su economía. Es importante resaltar que los signos 
de recesión fueron visibles primeramente en Estados Unidos, ya que en Europa los mismos se 
vieron reflejados a partir de la segunda mitad del 2008. Por otra parte, las economías emergentes, 
tanto de China como India, registraron altas tasas de crecimiento, continuando la tendencia 
observada durante el último quinquenio. 
En el caso de la economía China, que mostró una alta tasa de crecimiento durante los últimos 5 
años, sufrió una desaceleración paulatina durante el 2008, la cual se acrecentó a finales del mismo 
año. Esta desaceleración tuvo su origen en la reducción de la demanda de bienes manufacturados, 
procedente de países industrializados, lo cual impactó sus exportaciones, que era uno de sus 
principales motores de crecimiento. Por su parte, la India presentó un panorama económico 
internacional, parecido al de China. 
Como parte de las economías emergentes, la región de América Latina y el Caribe, mostró una 
18 tasa de crecimiento del 5%, entre los años del 2006 al 2008. Dentro de la región destacaron 
por su rápido crecimiento, las economías de Perú, Uruguay, Venezuela, Chile, Argentina y Brasil, 
como resultado de la fuerte expansión de la demanda de los países industrializados y emergentes 
por materia prima y alimentos. América Latina también fue alcanzada por la crisis durante la 
segunda mitad del 2008, cuando cayeron los precios de los granos, metales y petróleo. 
 
e) El sistema financiero hipotecario 
 
La propiedad de una vivienda es una aspiración de cualquier familia, pues es considerada como 
una de las formas básicas de incrementar la riqueza. Sin embargo, para la gran mayoría de 
individuos el deseo de ser propietario de un inmueble queda obstaculizado por su alto precio con 
relación a los ingresos percibidos. La dificultad de comprar el activo al contado origina que el 
mecanismo usual para acceder a ella consista en acudir al sistema financiero a solicitar un crédito 
hipotecario, definido como un préstamo garantizado por una propiedad inmueble. A primera vista 
una hipoteca residencial es un simple instrumento de deuda. El comprador de la vivienda solicita 
un crédito, es decir, asume una deuda y el activo (la vivienda) sirve como garantía o colateral del 
préstamo. El deudor realiza pagos mensuales para cubrir los intereses y la amortización del capital. 
La vivienda tiene un valor o precio de mercado que a lo largo del tiempo puede aumentar o 
disminuir, tendencia que incide en la medición del riesgo de la hipoteca. Si los prestamistas 
esperan que el precio suba, enfrentarán un menor riesgo, pues en caso de incumplimiento 
embargan el activo, lo venden y recuperan el dinero prestado. 
De esta manera aparece el mercado de créditos hipotecarios: por un lado, están los demandantes 
(deudores) y por otro los oferentes (prestamistas) que firman un contrato que especifica las 
condiciones del préstamo. Existen dos riesgos asociados con un préstamo: el riesgo de no pago, 
es decir, la posibilidad que el deudor no repague el préstamo y el riesgo de mercado que aparece 
cuando las tasas de interés cambian en el tiempo 
El mercado hipotecario puede dividirse en primario y secundario. Las nuevas hipotecas son 
creadas u originadas en el mercado primario; los emisores del crédito hipotecario son conocidos 
bajo el nombre de originadores. La compra y venta de las hipotecas ya creadas ocurren el mercado 
secundario. Ello es posible porque los préstamos hipotecarios son títulos respaldados por la 
vivienda, que actúa como garantía o colateral. 
A lo largo de la historia, los gobiernos han legislado en favor de aumentar el número de 
propietarios, lo que implica que han cambiado los mecanismos de financiamiento y con ellos, las 
tendencias del mercado inmobiliario. Los años ochenta marcan un antes y un después. Antes de 
1980, los préstamos hipotecarios eran otorgados por bancos sujetos a estrictas regulaciones o por 
entidades gubernamentales.Los bancos prestaban el dinero que recibían de los ahorristas. 
Después, la integración del mercado de financiamiento inmobiliario con los mercados de capitales, 
es decir, con el sistema financiero global, abrió las puertas de una nueva fuente de financiamiento. 
Antes los bancos obtenían el financiamiento por parte de los depositantes (ahorristas), ahora 
acuden al mercado de capitales internacionales en búsqueda de financiamiento. Veamos los 
principales rasgos en la evolución del sistema que ha tenido dos etapas de cambios: la primera en 
los años treinta y la segunda en los ochenta. 
La crisis inmobiliaria tiene sus orígenes en el conjunto de bonos de viviendas colocados en el 
mercado por los principales bancos en los Estados Unidos. En un principio, los bonos inmobiliarios 
ofrecían al inversionista un alto rendimiento junto con un bajo riesgo, por lo anterior, se convirtieron 
en el instrumento de moda y los preferidos por los bancos, sin embargo, los bonos eran 
básicamente un conjunto de casas hipotecadas en regla y con pagos al corriente además de una 
baja tasa de interés, lamentablemente para los bancos, las casas son finitas y no se pueden crear 
de la nada, es por ello que los bancos, buscando mantener el constante flujo de capital que los 
bonos generaban, comenzaron a ofrecer créditos hipotecarios al por mayor, sin que fuera 
necesario comprobar ingresos, tener un historial crediticio y con tasas de interés cada vez más 
altas, cuando estos últimos dejaron de pagar dichos créditos, los bonos fueron poco a poco 
disminuyendo su valor hasta que en 2008 la crisis provocó pánico en los inversores haciendo que 
los mismos exigieran el pago de los créditos de sus inversiones generando una crisis de liquidez 
en la economía 
Características del crédito hipotecario en el Perú 
i. El crédito hipotecario es provisto principalmente por la banca múltiple, que concentra 
el 95,8 por ciento del total y representa el 13,0 por ciento del total de sus colocaciones. 
ii. Los créditos hipotecarios aún muestran un alto nivel de dolarización, aunque éste ha 
disminuido en los últimos tres años. En 2008, el flujo de nuevos créditos en soles ha 
sido más del doble de los pactados en dólares, en consecuencia, el coeficiente de 
dolarización de 80 por ciento en 2007 bajó a 67 por ciento en febrero de 2009. 
iii. La banca ofrece créditos a plazos de hasta 30 años. Sin embargo, el promedio es de 
13 años y, además, se suelen efectuar prepagos, que finalmente reducen la duración 
de los créditos a siete u ocho años. Si bien los bancos llegaron a ofrecer créditos con 
una ratio loan-to-value (monto del préstamo entre el valor del inmueble) de hasta 90 
por ciento, en la actualidad esta relación es de 80 por ciento. 
iv. La tasa de morosidad de los créditos hipotecarios es 0,79 por ciento, mientras que la 
correspondiente al crédito total del sistema financiero es 1,71 por ciento. En este 
sentido, la calidad de la cartera de los créditos hipotecarios es superior a la del 
promedio, lo que explica, por un lado, el dinamismo que los bancos han mostrado en 
esta modalidad crediticia y, por el otro, su reticencia a deshacerse de activos que 
confieren pocos riesgos y mejoran sus indicadores generales. 
f) Burbuja inmobiliaria e hipotecas subprime 
 
BURBUJA INMOBILIARIA 
Las burbujas inmobiliarias comprenden de un aumento injustificado del precio de las propiedades, 
el cual no está basado en hechos concretos, sino que se trata de mera especulación. Y dado que 
cada vez son más las personas que ingresan a este mercado sin tener la solidez necesaria para 
afrontar estas inversiones, se considera sumamente peligroso para la economía. 
 
Origen 
Un factor detonante que dio origen a la burbuja inmobiliaria y luego las hipotecas subprime en 
aquella época fue la crisis que en sus inicios tuvo rasgo distintivo una burbuja inmobiliaria 
alimentada por un boom crediticio. Es decir, el sistema financiero otorgó créditos hipotecarios a un 
segmento de alto riesgo, denominado subprime, que antes no tenía acceso al crédito por los 
riesgos que representaba al prestamista. El sistema financiero fue el motor de la burbuja. Ello fue 
posible debido a dos factores: en primer lugar, cambios en los mecanismos de regulación y 
supervisión financiera. El marco legal permitió el florecimiento de un nuevo modelo de negocio 
bancario, denominado originar y distribuir. Asimismo, el crecimiento de los derivados financieros. 
Las innovaciones financieras crearon una nueva industria financiera, caracterizada por la aparición 
de productos financieros complejos, exóticos y opacos, que lograron que lo riesgoso apareciera 
como seguro. 
Además, se puede decir que, En paralelo, a mediados de la década de los noventa nació el boom 
de las acciones tecnológicas, relacionadas con el auge de internet, una innovación tecnológica 
que desarrolló el sector de alta tecnología y generó una burbuja en la bolsa desde 1995 hasta 
2000, año en que colapsó (Parodi,2015). 
La mezcla de factores determinó la formación de una burbuja inmobiliaria. La historia contiene 
variedad de ejemplos de burbujas en los precios de los activos. El elemento común es el patrón 
similar que termina en un estallido. La diferencia radica en que algunas burbujas han determinado 
crisis financieras y otras no. 
Es así que, el crecimiento de la burbuja ocurrió porque los aumentos de los precios de las viviendas 
fue sostenido por una demanda mayor, la que a su vez dependía de los créditos hipotecarios; 
dicho de otro modo, mientras permanecía el otorgamiento de préstamos por parte del sistema 
financiero, los precios mantenían su tendencia; pero ello tuvo un límite indicado por la capacidad 
de las familias de pagar sus deudas; llegado a ese límite, el sistema financiero no puede seguir 
alimentando la burbuja y al disminuir la demanda, bajan los precios. No obstante, como las familias 
están endeudadas, pero no pueden pagar, comienzan los atrasos de pagos, incumplimientos y 
embargos, hechos verificables a partir de la segunda parte de 2006. 
Con ello detono la crisis como colapso de la burbuja inmobiliaria e hipotecaria en los Estados 
Unidos ocurrido hacia el tercer trimestre de 2006. La consecuencia inmediata fue un incremento 
en las tasas de morosidad y embargos hipotecarios. En un inicio el sistema financiero enfrentó un 
problema de liquidez y luego insolvencia, combinado con insuficiente capital en los bancos para 
absorber las pérdidas. La interrelación financiera, amplificaron la crisis hacia el resto del mundo, 
ya que la mayoría de los bancos globales operaban en los Estados Unidos por otro lado, un tercio 
de los títulos que contenían hipotecas subprime fueron vendidos a inversionistas externos lo que 
originó el aumento de los atrasos de pagos y embargos en el segmento subprime. En otras 
palabras, la disminución del precio de las viviendas ocasionó que los clientes subprime no pudieran 
enfrentar las deudas hipotecarias. El resultado fue el incumplimiento de pagos y el embargo de las 
viviendas por parte de las entidades financieras. 
 
HIPOTECAS SUBPRIME 
Una hipoteca subprime, es una modalidad de hipoteca utilizada para la compra de vivienda, 
considerada de alto riesgo debido del prestatario, es decir, se conceden a personas que en 
condiciones normales no optarían a una, bien por no tener trabajo o ingresos o al menos no de 
forma estable. En general este tipo de hipotecas se conceden con un tipo de interés superior al de 
mercado, dado el riesgo de impago que implican. 
Los préstamos subprime, así como los títulos creados con los mismos, fueron diseñados de modo que su 
valor era muy sensible al precio de mercado de las viviendas. Ello explica por qué el colapso de la burbuja 
hipotecaria estuvo asociado a los problemas de pago de las hipotecas. 
Factores 
1. Excesivo apalancamiento, tanto de las familias al solicitar el préstamo como de las entidadesfinancieras al obtener el dinero para prestarlo. El boom crediticio configuró una economía 
sobreendeudada. 
2. La titulización, que posibilitó que los paquetes de hipotecas fueran adquiridos por inversionistas 
de todo el mundo. La venta de una hipoteca por parte de un banco genera una reducción en la 
aversión al riesgo, los bancos podían vender las mismas a una GSE, quienes aceptaban solo 
hipotecas prime, pues cumplían con los estándares establecidos por ellas mismas y por ello tenían 
una garantía gubernamental. Los bancos obtenían liquidez para colocar nuevos créditos y 
transferían el riesgo a las GSE. 
3. La titulización de los préstamos hipotecarios al segmento subprime fue realizada por el 
denominado shadow banking system o banca paralela o sistema bancario bajo la sombra, casi sin 
regulación. Ahí pertenecían los desaparecidos bancos de inversión y otras entidades financieras 
similares. Fue en este mercado bancario paralelo donde las hipotecas eran empaquetadas y 
revendidas; en el caso del mercado subprime, cerca del 80% eran financiadas por la titulización. 
Los compradores eran inversionistas de todo el mundo. 
4. La subestimación de los riesgos asociados a las hipotecas subprime llevó al cuestionamiento de 
la evaluación de riesgos del resto de activos financieros. 
5. La opacidad de los activos financieros determinó que nadie supiera qué contenía cada activo y 
quién lo tenía, lo que dificultó aún más la valoración de los instrumentos y aumentó la 
incertidumbre. 
En otro aspecto los problemas de repago se dieron principalmente por la disminución del precio de las 
viviendas, hecho asociado al estallido de la burbuja inmobiliaria. Si el precio de las viviendas alcanza nivel 
por debajo del saldo pendiente del hipotecario, lo óptimo es no pagar. 11 Un ejemplo lo aclara. Supongamos 
que un individuo compró una vivienda en US$ 400,000 dólares con una cuota inicial de 5%, es decir, US$ 
20,000 dólares. Dos años después, la reducción el precio de las viviendas ocasionó que el valor de la 
vivienda sea de US$ 280,000 dólares. Una reducción de 30%. El propietario enfrenta un dilema: debe US$ 
380,000 por una vivienda cuyo valor es de US$ 280,000. La decisión racional es abandonar la casa, pues 
de lo contrario deberá pagar US$ 100,000 dólares más. En segundo lugar, las características propias del 
deudor y el diseño de los préstamos, dependiente de la evolución del precio de las viviendas. 
 
Desde el punto de vista de la entidad financiera, el embargo del inmueble no era deseable por dos razones: 
en primer lugar, asumía un activo con un precio en disminución y por lo tanto sería vendido a un precio 
menor que el préstamo otorgado; en segundo lugar, el proceso de venta de un inmueble embargado 
generaba una serie de costos legales y de mantenimiento del inmueble. En consecuencia, fueron afectadas 
aquellas instituciones financieras que habían prestado al segmento mencionado o que habían comprado 
títulos que contenían hipotecas de alto riesgo. 
RELACION ENTRE BURBUJA INMOBILIARIA E HIPOTECAS SUBPRIME 
Un hecho observable que nos permite ver la relación de entre la burbuja inmobiliaria y las hipotecas 
subprime, es que entre 1995 y 2005 aumentaron, tanto el número de clientes subprime que accedieron a 
un préstamo hipotecario como el precio de las viviendas, ambos con trayectorias explosivas. Sin embargo, 
como correlación no implica causalidad, la respuesta a qué causó qué solo puede provenir de un análisis 
empírico. Aunque ello escapa a los objetivos del presente estudio, es posible explicar ambos caminos, en 
términos intuitivos. La evidencia estadística presentada en el acápite anterior avala la rápida expansión de 
los préstamos subprime desde 2001, como la causa del aumento en el precio de las viviendas, más allá de 
las razones que explican la expansión. 
El consenso parece apuntar al aumento persistente en el precio de las viviendas como una de las 
principales razones que llevó a millones de individuos a observar a una vivienda como una inversión. La 
meta era comprar hoy para vender mañana a un precio mayor o refinanciar el préstamo y obtener una 
ganancia. Una consecuencia inmediata fue el aumento en el número de nuevos propietarios en Estados 
Unidos. 
Una de las interrogantes planteadas líneas atrás era la siguiente: ¿por qué un deudor subprime estaría 
dispuesto a asumir un crédito hipotecario si sabía que la probabilidad de repago era baja? La razón principal 
fue el aumento en el precio de las viviendas. Obtener un crédito hipotecario en esas condiciones llevaba a 
que en cierto momento el valor de la vivienda hipotecada sea mayor que la deuda pendiente. 
El crecimiento del segmento subprime desde mediados de la década de los noventa facilitó una 
expansión importante del porcentaje de propietarios de hogares, información presentada en el cuadro. 
 
g) Globalización de la crisis: impacto en los mercados financieros 
 
 
 
Globalización: ¿Amenaza u oportunidad? 
Las crisis externas de la década de 1990 han ocurrido al interior de un proceso denominado 
globalización. A pesar de que muchos escriben sobre la globalización, este término significa 
distintas cosas para diferentes personas. Algunos la ven como un proceso que es beneficioso, 
inevitable e irreversible. Otros le tienen temor, pues sostienen que aumenta la desigualdad dentro 
y entre las naciones, eleva el desempleo y obstaculiza el progreso social. En términos amplios, la 
globalización significa lo siguiente: 
➢ Incremento de las transacciones internacionales en el mercado de bienes, servicios y 
algunos factores de producción. Esto implica una mayor integración de las economías, de 
modo que el mundo se comporte como si fuera parte de un único mercado global. 
➢ Visión extendida de muchas instituciones, que trasciende las fronteras nacionales, como 
es el caso de empresas, gobiernos, instituciones internacionales y organizaciones no 
gubernamentales (ONG). De ahí que incluya, además del crecimiento del comercio 
internacional, la expansión de la inversión extranjera directa (IED) y las corporaciones 
multinacionales, la integración del mercado mundial de capitales, el alcance extraterritorial 
de las políticas del gobierno, una mayor atención de las ONG en problemas que se 
extienden por todo el mundo y las restricciones en las políticas de gobierno respecto de lo 
que pueden hacer, pues sus decisiones dependen cada vez más de lo que ocurra en el 
entorno internacional. 
➢ Las crisis financieras de la década de 1990 se asocian con esa reversión abrupta de la 
dirección de los capitales: de un contexto caracterizado por una abundancia de los mismos 
se pasó a una sensible disminución 
Sin embargo, esta ola de globalización no es la primera. En muchas formas, la economía mundial 
alcanzó su pico de globalización antes de la Primera Guerra Mundial, cuando el comercio y la IED 
alcanzaron niveles sin precedentes, dada la tecnología y disponibilidad de transportes y 
comunicaciones disponibles en esa época. No obstante, la actual ola de globalización ha 
sobrepasado con creces a la anterior. La tasa exportaciones-PBI, que puede usarse como un 
indicador del incremento del comercio internacional, se multiplicó por tres entre 1950 y 1998. En 
el mismo sentido, la IED creció 59% entre 1960 y 1995. En consecuencia, está claro que, en la 
segunda mitad del siglo XX, tanto el comercio internacional como los flujos internacionales de 
capital se incrementaron de manera notable y este proceso es aquel al que muchos autores 
denominan globalización. 
¿Qué ha originado estos cambios en la economía mundial? 
 Existen básicamente dos causas: por un lado, el avance tecnológico y, por otro, los cambios en 
las políticas económicas. Las mejoras tecnológicas en el transporte y la comunicación han 
aumentado la globalización de los mercados, tendencia que se incrementa cada día más con el 
uso del internet. Las políticaseconómicas también han cambiado, pues las economías cada vez 
son más abiertas. Ambas tendencias han sido muy claras después de la Segunda Guerra Mundial, 
pero han aumentado en importancia en la última década. 
Entonces, ¿toda la globalización significa mayor comercio y flujos de capitales originados 
en las mejoras tecnológicas y en la apertura de las economías? No, al mismo tiempo existen 
otros aspectos de la vida económica que también se han globalizado. Los gobiernos están cada 
vez más preocupados por las políticas que llevan a cabo otros gobiernos, pues estas afectan al 
mismo flujo internacional de bienes y de capitales. Las ONG cada vez ven más allá de las fronteras 
de sus países, algunas veces porque los problemas que enfrentan son de naturaleza global y otras 
porque consideran que su papel tiene importancia mundial (por ejemplo, la defensa de los 
derechos humanos). A través de la IED, las corporaciones no solo operan más allá de las fronteras 
nacionales, sino que han crecido en tal magnitud, que logran influir sobre los gobiernos nacionales, 
si uno de ellos les pone algún tipo de restricción, simplemente buscan otro país. Esta necesidad 
de mantener atractivo al país plantea una amenaza, pues cualquier coyuntura negativa interna 
puede hacer que los capitales huyan en manada. Otros autores sostienen que este hecho, por el 
contrario, obliga a los países a actuar en forma disciplinada, con reglas de juego estables, de modo 
que no se salga del concierto mundial. 
Las crisis financieras y las crisis cambiarias 
Como se vio en el capítulo anterior, el ingreso de capitales de inicios de la década de 1990 fue 
seguido por una salida de estos. Estos choques exógenos permitieron que el mundo emergente 
gozara de un período de prosperidad, mientras los capitales entraban, seguido por uno de 
estancamiento y recesión. El comportamiento del producto bruto interno ha sido consistente con 
la dirección de los capitales. El caso peruano es ilustrativo al respecto. Mientras que entre 1993 y 
1995 la economía experimentó un ciclo expansivo durante el período de ingreso de capitales 
(creció 4,8% en 1993, 12,8% en 1994 y 8,6% en 1995), entre 1998 y 1999 transitó por un período 
de estancamiento (el PBI disminuyó en –0,4% en 1998 y creció solo 1,4% en 1999). Estas 
tendencias se explican por el comportamiento de la demanda interna, que aumentó en el período 
expansivo y se contrajo en los dos últimos años de la década. Dentro de la demanda interna, el 
factor fundamental que explicó la mencionada tendencia fue la inversión privada, que creció 13% 
en 1993, 32,7% en 1994 y 23,4% en 1995, mientras que en 1998 disminuyó en –1,9% y en 1999 
cayó en –16,3%. Sin inversión no hay crecimiento y el entorno de libre mercado sugiere que la 
inversión privada es el motor de la economía, como se ha mostrado en las cifras reseñadas. 
Por lo general, las crisis financieras se identifican con crisis bancarias, pese a que los bancos son 
solo una parte, por cierto, importante, del sistema financiero. Lo que ocurre es que, en los países 
con un escaso desarrollo del sistema financiero, los bancos explican casi la totalidad del mismo. 
De un modo simple, una crisis bancaria alude a la incapacidad del sistema bancario para cubrir 
las demandas de los depositantes. Los sistemas bancarios han sido la principal fuente de 
inestabilidad financiera en las crisis de la década de 1990. De ahí los esfuerzos de los diseñadores 
de política por establecer un entorno macroeconómico y financiero estable, que sea atractivo para 
el capital externo y que conduzca al crecimiento. Los problemas en los sistemas bancarios no son 
nuevos. En América Latina, las crisis financieras de Argentina (1981), Chile (1981-82), Colombia 
(1982-83) y Uruguay (1982) son ejemplos de la afirmación anterior. Pese a ello, las crisis bancarias 
son difíciles de identificar desde el punto de vista empírico, debido a limitaciones de información. 
El potencial de una corrida bancaria no es directamente observable, pero podría identificarse con 
un deterioro de la calidad de activos del sistema bancario. Sin embargo, este último factor tampoco 
es de simple identificación. Esta es una limitación importante, pues los problemas bancarios de la 
década de 1990 no han estado asociados a corridas bancarias, pero sí con un deterioro de la 
calidad de activos y la subsiguiente intervención gubernamental. 
El impacto de las crisis financieras internaciones en América Latina 
Hasta inicios de la década de 1970, América Latina casi no tenía acceso al mercado financiero 
internacional de capitales privados. En esa época, predominaban los flujos de capital provenientes 
de los organismos financieros multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de 
Desarrollo. 
Desde mediados de la década de 1970, la situación cambió, en la medida que la liquidez 
internacional privada aumentó, como consecuencia del reciclaje de los petrodólares. En la mayoría 
de los países, los fondos (provenientes de la banca privada internacional) fueron captados por los 
gobiernos para financiar déficits fiscales, mientras que, en algunos de ellos, como Argentina y 
Chile fueron canalizados a través del sector privado. Sin embargo, caben tres observaciones: 
➢ En primer lugar, los tipos de cambio se apreciaron 
➢ En segundo lugar, los niveles de ahorro interno permanecieron bajos, lo que aparecía 
inconsistente con un crecimiento no solo rápido sino sostenido. 
➢ En tercer lugar, una proporción alta de esos fondos sirvió para financiar consumo o 
proyectos de inversión de dudosa rentabilidad. 
En marzo de 1989 el enfoque oficial con respecto de la crisis de la deuda cambió, pues se 
reconoció que estaba en el interés de todos los agentes proveer de esquemas de reducción de 
deuda. En ese mes, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Nicholas Brady anunció una 
iniciativa de reducción voluntaria de aquella parte de la deuda concertada con la banca privada 
internacional. 
Nació así el Plan Brady, que fue acogido por diez países de la región entre 1989 y 1997, quienes 
llegaron a acuerdos para reducir la carga de su deuda externa, para que un país sea elegible, 
debía comprometerse a poner en marcha reformas económicas orientadas hacia el libre mercado. 
Fue así que, desde 1990, la mayoría de los países de América Latina, se embarcó en profundas 
reformas estructurales que contenían varios elementos en común: programas de estabilización 
(cierre de la brecha fiscal para reducir la inflación y generar una balanza en cuenta corriente 
sostenible), apertura de las economías a la competencia internacional, tanto de bienes como de 
capitales y esquemas de privatización y desregulación, con el objetivo de redefinir el papel del 
Estado en la economía. 
En este nuevo contexto, desde 1991, América Latina estuvo en condiciones de atraer capital 
privado externo. Dicho de otro modo, el plan Brady y las reformas de libre mercado que lo 
acompañaban, generó un amplio ingreso de capitales, que llevó a que algunos investigadores se 
refirieran al mismo como el problema del ingreso de capitales. 
América Latina había pasado de una situación de escasez de recursos privados externos a una 
de abundancia. Este entorno determinó que el crecimiento del mercado de deuda para la región 
aumentara en volumen, tipos de instrumentos y número de inversionistas y agentes económicos 
involucrados. Los inversionistas fueron atraídos por el crecimiento potencial y los altos 
rendimientos esperados de la mayoría de los países, en la medida que estos implementaban 
reformas estructurales liberales. 
Este crecimiento fue afectado por una serie de eventos que permitieron observar la vulnerabilidad 
regional ante choques externos, localizados en los mercados financieros. La primera interrupción 
ocurrió a mediados de diciembre de 1994, luego de que la devaluación del peso mexicano 
provocara un contagio regional,denominado Efecto Tequila, que deprimió los mercados de las 
economías de la región durante los primeros meses de 1995. 
La confianza de los inversionistas se recuperó a mediados de 1995, luego del rescate de la 
economía mexicana y el ingreso de capitales privados continuó hasta 1997, cuando estalló la crisis 
asiática. El contagio de la misma a Rusia llevó a que esta última declarara la moratoria de su deuda 
externa pública y privada en agosto de 1998, esta vez, el contagio financiero se extendió por todas 
las economías emergentes, la nueva pérdida de confianza de los inversionistas originó, entre otros 
factores, la devaluación del real brasileño en enero de 1999. 
El riesgo país y la desaceleración productiva 1998-2000 
La naturaleza de la participación en América Latina frente a la crisis financiera internacional ha 
sido cambiante. 
 
En 1997, todos los países de la muestra presentada experimentaron tasas positivas de 
crecimiento, sin embargo, en 1998, a excepción de Bolivia, redujeron sus tasas de crecimiento, 
situación que se deterioró aún más en 1992. Esta tendencia regional permite plantear la hipótesis 
de que fueron factores exógenos y comunes a la región los que determinaron el punto de inflexión 
ocurrido a partir de 1998. Si se compara la tasa de crecimiento del PBI en 1999 frente a la de 1997, 
la caída fue de -12,1% en Argentina, -2,8% en Brasil, -8,6% en Chile, -7,5% en Colombia, -10,7% 
en Ecuador, -3,2% en México, -4,2% en Perú y -12,9% en Venezuela. 
El canal comercial 
La contracción de las importaciones de Asia Oriental tuvo un impacto directo sobre las 
exportaciones de América Latina. Los países más afectados fueron Chile y Perú, quienes, en 1996, 
exportaron a los ocho países mencionados el 14% y 9%, respectivamente, del total de sus 
exportaciones 
Por último, en el cuadro se presentan las tasas anuales de crecimiento de las exportaciones para 
una muestra de países de América Latina, lo que demuestra que el problema fue regional. 
 
En síntesis, por el lado comercial, la crisis asiática disminuyó las exportaciones e incrementó las 
importaciones, incidiendo de manera negativa sobre la balanza comercial. En el cuadro se observa 
el deterioro de la balanza comercial y de la balanza en cuenta corriente en el Perú entre 1997 y 
1998. 
 
h) Conclusiones y lecciones de la crisis financiera 
 
CONCLUSIONES 
La crisis financiera mundial de septiembre de 2008, cuyo origen se ubica en EE. UU. y, en 
particular, en las hipotecas denominadas supbrime dieron paso a la contracción mundial de la 
actividad económica y el empleo, así como a un aumento en la percepción de riesgo por parte 
de los inversionistas a nivel internacional, provocando el aumento del crédito al sector privado 
en un 13%, la tasa más alta que se dio entre los principales países de América Latina. Este 
desarrollo crediticio, junto con la continua expansión del financiamiento del mercado de 
capitales local, permitió a la economía peruana capear con éxito los embates de la mayor crisis 
financiera internacional. 
En el entorno nacional, el sistema financiero pudo responder de esta manera gracias a una 
respuesta oportuna del banco central, que brindó liquidez masiva en soles y dólares durante 
este tiempo. La provisión de liquidez por parte del BCR (equivalente a aproximadamente el 
9% del PBI) ayudó a reducir la incertidumbre y la volatilidad en los mercados monetarios y 
cambiarios, evitando que la contracción del crédito internacional infectara el financiamiento 
local. Una medida preventiva menos conocida que ayudó a fortalecer la capacidad de 
respuesta de los bancos locales y, por lo tanto, a mantener el flujo de crédito, fue el cambio 
en los requisitos de reserva para la deuda externa. La banca obtuvo financiamiento externo 
de largo plazo por alrededor de US$ 3.000 millones entre el 2007 y el 2008, equivalente a 3% 
del PBI, antes que las condiciones financieras internacionales se endurecieran drásticamente 
a escala mundial con la quiebra del Lehman Brothers en setiembre del 2008. Así, el mayor 
peso del fondeo de largo plazo fue un factor estabilizador de las fuentes de financiamiento del 
crédito al sector privado. Asimismo, la tasa de remuneración al encaje en dólares mantuvo un 
criterio siendo un 3,5% en setiembre del 2007 y disminuyó a 0,4% en diciembre del 2008. 
La desaceleración en el crecimiento del crédito en dólares, que pasó de 17% en el 2008 a 1% 
desde la agudización de la crisis internacional, refleja una menor demanda por créditos 
asociada a la caída de casi 40% en el comercio mundial en el último año, que se tradujo para 
nuestro país en menores importaciones y exportaciones por aproximadamente US$ 12.000 
millones. 
 
LECCIONES 
• Una de las lecciones más importantes que deja la actual crisis financiera internacional está 
asociada con la fragilidad de los mecanismos de regulación financiera. Este fenómeno, 
junto a la gran interconexión de los mercados financieros que se reflejó en la innovación 
de productos y servicios en este sector, la laxitud exagerada en la política monetaria, las 
decisiones erróneas de conceder hipotecas a gente sin capacidad de pago y a tasas bajas 
sin prever mecanismos de compensación cuando las tasas se quintuplicaron, y la falta de 
transparencia en la gestión bancaria fueron, sin duda, aspectos que influyeron en el 
deterioro de las condiciones financieras mundiales. 
• En este sentido, uno de los elementos más evidentes durante esta turbulencia fue el de la 
subestimación de los riesgos sistémicos por parte de todos los actores participantes, en 
donde el incumplimiento de los acuerdos de Basilea y la flexibilidad de las normas 
bancarias provocaron un derrumbe del sistema financiero de un número importante de 
economías industrializadas, empezando por los Estados Unidos. 
• Bajo esta perspectiva, la crisis financiera reciente señala la urgente necesidad de ampliar 
los ámbitos de regulación y supervisión a todo el conjunto de las instituciones bancarias y 
financieras, con miras a que asuman una adecuada cobertura del riesgo, además de 
proveer importantes volúmenes de información a las autoridades reguladoras para 
establecer su contribución a una adecuada gestión de riesgo sistémico. A su vez, la nueva 
normativa del sector debe ser flexible, orientada al desarrollo de poderosos mecanismos 
de gestión del riesgo e intervención preventiva, al control del capital y su liquidez, y a una 
evaluación imparcial basada en los riesgos asumidos más que en la entidad que los 
asume, además del seguimiento al cumplimiento de las restricciones impuestas sobre las 
agencias calificadoras de riesgo. 
• Hace diez años, las deficiencias en la regulación del sector financiero facilitaron un exceso 
de concesión de préstamos. Diez años más tarde, los mercados han aprendido por las 
malas que deben mantener las reglas básicas para ofrecer préstamos seguros. Factores 
como una documentación objetiva y un estudio adecuado de la liquidez de los prestatarios 
y de la cobertura de la seguridad social, son esenciales para dirigir un mercado crediticio 
sostenible y responsable. Las crisis financieras que se han sucedido a lo largo de la 
historia deberían haber enseñado que el endeudamiento excesivo conlleva, 
inevitablemente, al fracaso. 
• La crisis financiera confirmó tres elementos clave que los clientes esperan de nosotros en 
esos momentos. Los clientes quieren hacer negocios con una empresa que conoce sus 
necesidades, quieren estabilidad y una empresa con solidez financiera y que garantice 
que sus activos están seguros. La crisis también ha demostrado la importancia de tener 
un negocio donde reine la disciplinada. y de retarnos constantemente para liberar recursos 
que nos permitieron reinvertir en el negocio. Gracias a eso, hemos mantenido una posición 
muy sólida para poder ayudar a nuestros clientes a navegar por los mercados en un 
momentode extrema volatilidad. La crisis puso de manifiesto el valor de adoptar una visión 
a largo plazo, que benefició no solo a nuestros clientes, sino también a nuestro negocio. 
Los mercados recompensaron a las empresas con recursos y fortaleza suficiente para 
permitir a los profesionales de la inversión hacer lo que mejor saben, buscar oportunidades 
para los clientes. 
LECCIONES RESUMIDAS 
PRIMER LUGAR Son crisis de deuda, sea privada o pública 
SEGUNDO LUGAR La mayoría de las crisis financieras comienzan 
con una burbuja 
TERCERA LUGAR No todo el aumento en el precio de un activo 
implica una burbuja 
CUARTO LUGAR Las crisis vienen precedidas por un periodo de 
quietud 
QUINTO LUGAR El colapso de la burbuja genera pérdidas de 
riqueza 
SEXTO LUGAR Los sistemas financieros son intensivos en 
información 
SEPTIMO LUGAR En séptimo lugar, no todas las crisis financieras 
de la historia han tenido efectos globales 
OCTAVO LUGAR Ante una crisis financiera es necesaria una 
respuesta rápida y creativa de las autoridades 
NOVENO LUGAR La respuesta usual de las autoridades es el 
aumento de la regulación

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