Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
457 das con el buckybalón. Estas moléculas tienen una longitud de cientos de nanómetros y presentan una forma tubular con una cavidad interna aproximada de 15 nanómetros de diámetro. Estas moléculas llamadas “buckytubos ” o “nanotubos ” (debido a su tamaño) pueden presentar dos distintas estructuras. Una de ellas es una sola capa de grai to que se encuentra cerrada en ambos extremos con una especie de buckybalón truncado. La otra es un tubo parecido a un rollo de papel que tiene de 2 a 30 capas parecidas al grai to. Los nanotubos son muchas veces más fuertes que los alambres de acero de dimensiones similares. Se han propuesto numerosas aplicaciones potenciales para ellos, incluyendo conductores y materiales de alta resistencia, medios de almacenamiento de hidrógeno, sensores moleculares, dispo- sitivos semiconductores y detectores moleculares. El estudio de estos materiales ha creado un nuevo campo: la nanotecnología , llamado así debido a que los cientíi cos pueden manipular mate- riales a escala molecular para crear dispositivos útiles. En cuanto a la primera aplicación biológica del buckyba- lón, los químicos de la Universidad de California en San Francisco y en Santa Bárbara realizaron un descubrimiento en 1993 que ayudaría en el diseño de fármacos para el tratamiento del sida. El virus de la inmunodei ciencia humana (VIH), que ocasiona el sida, se reproduce mediante la síntesis de una larga cadena de proteínas, la cual se corta en pequeños segmentos por medio de una enzima llamada proteasa del VIH. Una forma de detener el sida, entonces, consistía en inactivar la enzima. Cuando los químicos hicieron reaccionar un derivado soluble en agua del buckybalón con la proteasa del VIH, encontraron que aquél se unía a la porción de la enzima que ordinariamente divi- día la proteína reproductiva, con lo que este derivado impedía que el virus del VIH se reprodujera. En consecuencia, el virus ya no podía infectar las células humanas que se habían cultivado en el laboratorio. El buckybalón por sí mismo no es un fármaco adecuado para usarse contra el sida debido a sus potenciales efectos secundarios y a las dii cultades de administrarlo, pero sí constituye un modelo para el desarrollo de esos fármacos. En un reciente desarrollo (2004), unos cientíi cos usaron un trozo de cinta adhesiva (como la cinta Scotch) para despren- der una hojuela de carbono de un trozo de grai to (como el que se encuentra en los lápices) con el espesor de un solo átomo. Este nuevo material llamado grafeno es un cristal bidimensional con propiedades eléctricas y ópticas inusuales. Es un excelente conductor térmico. El grafeno también es totalmente transpa- rente, sin embargo, sus átomos de carbono están empacados con tal densidad que ni siquiera el helio, el átomo gaseoso más pequeño, puede pasar a través de él. Parece que muchos descu- brimientos interesantes y útiles se derivarán del estudio de esta inusual sustancia en los años próximos. Estructura de un buckytubo que con- siste en una sola capa de átomos de carbono. Observe que la “tapa” de buckybalón truncado que ha sido separada del resto del buckytubo en esta imagen, tiene una estructura dife- rente de la porción cilíndrica del tubo, que es parecida al grafi to. Los quími- cos han diseñado formas de abrir la tapa con el fi n de colocar otras molé- culas en el interior del tubo. Una micrografía de grafeno, que muestra la estructura de panal de abejas.
Compartir