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Quimica, 11va Edicion - Raymond Chang-FREELIBROS-489

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das con el buckybalón. Estas moléculas tienen una longitud de 
cientos de nanómetros y presentan una forma tubular con una 
cavidad interna aproximada de 15 nanómetros de diámetro. 
Estas moléculas llamadas “buckytubos ” o “nanotubos ” (debido 
a su tamaño) pueden presentar dos distintas estructuras. Una de 
ellas es una sola capa de grai to que se encuentra cerrada en 
ambos extremos con una especie de buckybalón truncado. La 
otra es un tubo parecido a un rollo de papel que tiene de 2 a 30 
capas parecidas al grai to. Los nanotubos son muchas veces más 
fuertes que los alambres de acero de dimensiones similares. Se 
han propuesto numerosas aplicaciones potenciales para ellos, 
incluyendo conductores y materiales de alta resistencia, medios 
de almacenamiento de hidrógeno, sensores moleculares, dispo-
sitivos semiconductores y detectores moleculares. El estudio de 
estos materiales ha creado un nuevo campo: la nanotecnología , 
llamado así debido a que los cientíi cos pueden manipular mate-
riales a escala molecular para crear dispositivos útiles.
 En cuanto a la primera aplicación biológica del buckyba-
lón, los químicos de la Universidad de California en San 
Francisco y en Santa Bárbara realizaron un descubrimiento en 
1993 que ayudaría en el diseño de fármacos para el tratamiento 
del sida. El virus de la inmunodei ciencia humana (VIH), que 
ocasiona el sida, se reproduce mediante la síntesis de una larga 
cadena de proteínas, la cual se corta en pequeños segmentos por 
medio de una enzima llamada proteasa del VIH. Una forma de 
detener el sida, entonces, consistía en inactivar la enzima. 
Cuando los químicos hicieron reaccionar un derivado soluble en 
agua del buckybalón con la proteasa del VIH, encontraron que 
aquél se unía a la porción de la enzima que ordinariamente divi-
día la proteína reproductiva, con lo que este derivado impedía 
que el virus del VIH se reprodujera. En consecuencia, el virus 
ya no podía infectar las células humanas que se habían cultivado 
en el laboratorio. El buckybalón por sí mismo no es un fármaco 
adecuado para usarse contra el sida debido a sus potenciales 
efectos secundarios y a las dii cultades de administrarlo, pero sí 
constituye un modelo para el desarrollo de esos fármacos.
 En un reciente desarrollo (2004), unos cientíi cos usaron 
un trozo de cinta adhesiva (como la cinta Scotch) para despren-
der una hojuela de carbono de un trozo de grai to (como el que 
se encuentra en los lápices) con el espesor de un solo átomo. 
Este nuevo material llamado grafeno es un cristal bidimensional 
con propiedades eléctricas y ópticas inusuales. Es un excelente 
conductor térmico. El grafeno también es totalmente transpa-
rente, sin embargo, sus átomos de carbono están empacados con 
tal densidad que ni siquiera el helio, el átomo gaseoso más 
pequeño, puede pasar a través de él. Parece que muchos descu-
brimientos interesantes y útiles se derivarán del estudio de esta 
inusual sustancia en los años próximos.
Estructura de un buckytubo que con-
siste en una sola capa de átomos
de carbono. Observe que la “tapa” de 
buckybalón truncado que ha sido 
separada del resto del buckytubo en 
esta imagen, tiene una estructura dife-
rente de la porción cilíndrica del tubo, 
que es parecida al grafi to. Los quími-
cos han diseñado formas de abrir la 
tapa con el fi n de colocar otras molé-
culas en el interior del tubo.
Una micrografía de grafeno, que muestra la estructura de 
panal de abejas.

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