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Presentación Estimado tele participante, la Escuela de Gestión Pública Plurinacional te da la bienvenida al Programa de Tele edu- cación “Construyendo un nuevo Estado”. Este programa está dirigido a servidores públicos, a profe- sionales, estudiantes, universitarios, obreros y organiza- ciones sociales. El objetivo de este programa es fortalecer las capacidades teórico y prácticas para un mejor ejercicio de la administra- ción pública y un efectivo control social. Este programa está compuesto por módulos audiovisuales; cada uno contiene cuatro clases con la duración de una hora. Luego de que veas, escuches, sistematices puedes comunicarte con la Escuela de Gestión Pública Plurinacional de tu región y solicitar una evaluación. Con la participación de tu familia, tu comunidad, tu ins- titución, tu organización estamos construyendo un nuevo Estado. Iván Iporre Director General de la EGPP Curso 1 Despatriarcalización y descolonización hacia la construcción del vivir bien Raquel Romero Objetivo General • Contribuir al proceso de capacitación en gestión públi- ca para fortalecer capacidades para el manejo de aspectos teóricos y prácticos desde el enfoque despatriarcalizador. Objetivos • Sensibilizar y analizar conceptos básicos sobre la rela- ción que hay entre colonización y despatriarcalización para avanzar hacia el vivir bien. • Desarrollar capacidades teóricas para comprender el con- cepto de patriarcado y todo lo que conlleva a la despatriar- calización. • Promover políticas públicas contra la desigualdad de gé- nero, su aplicación y reflexión hacia la construcción del Es- tado Plurinacional. Raquel Romero: Un saludo a todos los y las participantes de la Escuela de Gestión Pública Plurinacional y del programa de Tele Edu- cación, “Construyendo un Nuevo Estado”. Mi nombre es Raquel Romero, formo parte de la Fundación Colectivo Ca- Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 6 bildeo y nosotras somos una organización de mujeres que trabajamos por el empoderamiento de las mujeres en la construcción de una nueva sociedad en la cual la desco- lonización y la despatriarcalización sea el camino hacia la construcción del vivir bien. En esta oportunidad vamos a hablar del módulo sobre des- colonización, despatriarcalización y presupuestos sensibles al género. Antes que nada es importante dejar establecido que es la Constitución Política del Estado Plurinacional, en sus artículos 8 y 9, la que da sustento a todo este accionar y a todo este trabajo y a toda esta deliberación en la cual nos encontramos. El artículo 8 concretamente está referido a todos los valores y principios que hacen al vivir bien, a la complementariedad, a la construcción de un Estado con igualdad, con equidad, con igualdad de oportunidades y el artículo 9 de la CPE nos habla claramente de la necesidad de construir un Estado Plurinacional, reconociendo las di- versidades desde la descolonización; la descolonización de nuestras estructuras sociales, económicas, políticas y este es uno de los temas que vamos a abordar en esta ocasión. En esta oportunidad vamos presentar el módulo de despa- triarcalización, descolonización y políticas públicas y presu- puestos públicos sensibles al género que está compuesto de cuatro unidades. • La primera unidad es de despatriarcalización y descoloni- zación, hacia la construcción del vivir bien. • La segunda unidad está referida al patriarcado y despa- triarcalización, desde la mirada de las mujeres. • La tercera unidad se refiera políticas públicas y política fiscal. • La cuarta unidad está referida a presupuestos sensibles al género. Para empezar voy a dar inicio a la unidad 1 que es la des- patriarcalización y descolonización dando paso a mi compa- ñera Martha. Martha Lanza Meneses, de profesión Trabajadora Social, es actualmente responsable del Programa de Políticas y Pre- Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 7 supuestos Públicos del “Colectivo Cabildeo”, también es responsable de la Unidad de Educación Bilingüe del Minis- terio de Educación. Es consultora en temas de género y educación. Tiene una maestría en Administración de políti- cas sociales. Ha publicado sistematizaciones de programas educativos en las áreas de alfabetización intercultural, de- rechos sexuales reproductivos y otros. Martha Lanza Meneses: Bienvenidos/as a este curso, a este diálogo que vamos em- pezar con el origen de la colonización y la descolonización. Este es un tema que vamos a abordar desde una mirada más amplia, considerando que para entender los efectos de la colonización en nuestro continente, es fundamental acer- carnos al proceso de construcción del sistema capitalista. Así podemos mencionar que el paso del feudalismo al capi- talismo ha supuesto un proceso de acumulación originaria de capital que se ha asentado en tres grandes procesos y que fundamentalmente nos han afectado a nosotros como pueblos: • La colonización • El esclavismo • La caza de brujas Para hablar de la colonización diremos que el descubrimien- to de América no fue un hecho casual, la invasión y coloni- zación tampoco fueron hechos casuales, sino que más bien respondieron a la necesidad de expansión del sistema ca- pitalista, en ese momento, en sus inicios y la necesidad de abrir mercados, de encontrar Recursos Naturales (RRNN) y sobre todo de encontrar recursos humanos, que pudieran servir para la explotación y, por tanto, la consolidación del sistema capitalista como tal. Es, por tanto, la colonización la base que ha permitido consolidar este sistema, pero so- bre todo consolidar la riqueza de los países del norte a costa de la explotación de los recursos naturales y humanos de las colonias en general. El sistema esclavista entonces se desarrolla entre los siglos XV y XIX. Una vez descubierto el continente americano se desarrolla un extenso proceso de colonización y, por tanto, Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 8 la necesidad de mano de obra barata para continuar explo- tando los RRNN que se encuentran en nuestras tierras. Es allí donde españoles, holandeses y franceses empiezan a generar, a estructurar todo un proceso de tráfico de escla- vos desde el continente africano. Las cifras nos hablan de más de 60 millones de esclavos que han salido del conti- nente africano hacia nuestro continente, pero también ha- cia otros continentes y regiones del mundo entero, pero de esta cifra, 24 millones de esclavos hombres, mujeres, niños; llegan a nuestras tierras y en especial a la parte sur, lo que conocemos ahora como Norteamérica, Brasil y el Caribe. Paralela y coincidentemente entre los siglos XIV y XVII se despliega lo que se conoce como la caza de brujas, que va ser un proceso muy extendido en los países europeos, pero que también llega a nuestras tierras con el nombre y al am- paro de la iglesia católica con lo que va ser la inquisición. La caza de brujas fue un proceso que consistió en una po- derosa dinámica de expropiación social dirigida sobre el cuerpo, los saberes y la reproducción de las mujeres, es decir, que esas historias que nos cuentan de las brujas, con sus escobas y su nariz larga es puro cuento; lo que se buscaba realmente era que las mujeres no avancen en los procesos, que habían estado iniciando, de incursionar en la ciencia, en la medicina, en el uso de plantas medicinales, en tecnología, etc. Por otro lado, también se necesitaba que las mujeres se queden en su casa para poder mantener o reproducir a aquellos obreros que iban paulatinamente saliendo de sus hogares, de sus comunidades para reforzar las grandes industrias que empiezan a florecer en estos si- glos con el desarrollo del capitalismo. Entonces estos tres procesos van a ser fundamentales en lo que es la acumulación originaria del capital y fue uno de los procesos más sangrientos de explotación de los seres humanos y la naturaleza, bajo formas tal vez muy rudimen- tarias. La explotación de los recursos humanos y los pro- cesos laborales, enlo que luego vamos a conocer como las grandes fábricas, etc., la producción en gran escala; van a requerir de una gran explotación de los recursos humanos. Entonces estos tres procesos, que en síntesis buscaban transformar a los seres humanas en asalariados o en es- Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 9 clavos y enclaustrar a las mujeres en la casa, están arti- culados al desarrollo del capitalismo y, por tanto, eso nos está mostrando también la dimensión del hecho histórico y sus consecuencias para nuestros pueblos que básicamente van a ser el racismo y el sexismo; bases sobre las cuales se va sentar el colonialismo, hasta nuestros días, y por tanto, también muestra necesidad de luchar no solamente contra el racismo y el sexismo, sino fundamentalmente lu- char contra las estructuras que sustentan y sostienen estas formas de relacionamientos, de construcción social que se han engarzado en las estructuras estatales, societales, etc., y que son justamente las razones para que hoy día estemos luchando por la descolonización y la despatriarcalización en nuestro País. Síntesis: • El fundamento de la descolonización y la despatriarcaliza- ción en los Artículos 8 y 9 del texto constitucional. • El origen de la colonización y el patriarcado. • El sistema capitalista asentado en la colonización, el es- clavismo y la caza de brujas. • El descubrimiento de América y el sistema esclavista. Martha Lanza Meneses: El colonialismo ¿por qué se caracteriza?, ¿qué es el colonia- lismo? Se caracteriza fundamentalmente por una profunda intolerancia; prejuicios étnicos y sociales, es decir, racismo sexismo de los grupos de poder hacia la población indígena. La colonización fue presentada como una relación entre el civilizado, blanco europeo, y nótese que digo “el civilizado” y el bárbaro indígena, el salvaje, es decir, el colonizado. Esta relación fue siempre violenta; primero, por las armas que trajo el conquistador español, pero también por otras formas de violencia, que se asientan en el ámbito político, el uso de la fuerza, la imposición económica, social y cul- tural etc., de formas de ser, pensar, vivir; que no eran las propias de nuestros pueblos. Estas formas de violencia se articulan además a todo el proceso que ha sido la colonización mental, que es la base Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 10 para la consolidación de todo el proceso posterior colonia- lismo interno que vivimos en nuestro país y del cual vamos a hablar más adelante. Entonces uno de los espacios y las instituciones fundamentales para mantener y reproducir estas formas coloniales de convivencia fueron la religión, la educación, la ciencia, el arte, la medicina, como instru- mentos de producción y reproducción de las jerarquías de presión y explotación. El proceso de acumulación originaria del capitalismo en América, por tanto, se desarrolló a partir de estas dos va- riables centrales: el racismo y el sexismo, pero además una de las formas de exclusión y de dominación de los pue- blos originarios, tiene que ver con la expropiación de la tie- rra extendida, amplia y en algunos momentos mucho más dura para los pueblos indígenas y la eliminación forzosa y violenta de la diferencia cultural y racial, es decir, se busca- ba la homogenización de los pueblos, a través del uso del castellano y, por tanto, el olvido y el menosprecio de nues- tras propias lenguas y nuestras propias culturas. Entonces la condición colonial expresa el ejercicio del poder, de clase, asentado en la subalternización de la diferencia étnico-ra- cial y en la explotación de los medios de producción. Estos dos elementos van a ser fundamentales para la con- solidación de este sistema colonialista. Y aquí es importante hacer esta diferencia, porque a veces confundimos estos procesos de colonización y pensamos que la colonia o el colonialismo o la colonización se dieron con el descubri- miento de América y acabó con la República, sin embargo, el proceso de colonización generó, dio lugar a un amplio proceso de colonialismo interno. La colonización, como he- cho histórico, empieza en el momento del descubrimiento de América y se extiende mientras un país, una nación; que era la nación española; se impone sobre otra nación, que eran nuestras naciones indígenas. El colonialismo interno entonces desarrolla procesos me- diante los cuales los pueblos culturalmente distintos, co- múnmente llamados etnias o grupos étnicos, pierden su identidad o por lo menos se dan grandes intentos a través de la escuela y otros medios de olvidar nuestra cultura, nuestra identidad; mecanismos son los que se diseñan para tal fin, a través de la escuela, los medios de comunica- ción y la misma iglesia; y también se intenta la pérdida de Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 11 nuestros valores religiosos, nuestras prácticas culturales, etc., se olvida que estos pueblos y las mujeres en especial habían producido tecnología, habían producido sus propias formas de comunicación a través de la palabra, a través de las texturas que las mujeres tejen en las comunidades y que expresan toda la historia, el simbolismo y las cosmovi- siones de los pueblos. Sin embargo, todo ese esfuerzo por desestructurar, no sólo la parte económica sino también la cultural, se van a refle- jar y se va a ir prolongando hasta nuestros días y va tener efectos específicos sobre los hombres y las mujeres indí- genas, pero también sobre los hombres y las mujeres en general, de acuerdo a la distribución del poder de manera diferenciada de acuerdo a la pertenencia étnica, social y de clase. Entonces podemos decir que el colonialismo tuvo efectos específicos, tanto en hombres como en mujeres, pero en las mujeres se da la doble discriminación: por ser mujeres y por ser indígenas. Entonces podemos señalar que la colonización desde la vivencia de las mujeres es en primer lugar la memoria de la exclusión. Cuando hablamos de colonización las mujeres no pueden más que recordar lo que han vivido en su propio cuerpo; la discriminación que han tenido por tener trenzas, por ves- tirse de otra manera, por llevar pollera, por llevar chinelas, las mujeres de tierras bajas; esas son las formas en que el colonialismo se ha expresado en las mujeres, es decir, se ha expresado en su propio cuerpo, por tanto, para las mu- jeres el colonialismo no ha sido aprendido como concepto, no es un término retórico que las mujeres lo aprenden en la escuela, lo han vivido. Y esta vivencia les permite perci- bir cómo las relaciones de poder, de género son parte del colonialismo, porque ellas han sido permanentemente dis- criminadas tanto por ser mujeres como por ser indígenas, por su condición étnica. Silvia Rivera señala que: “Un efecto perdurable de la men- talidad colonial y que han estado vigentes hasta hace muy poco, han sido los sistemas clasificatorios y étnico-cultura- les, donde esta visón de la diferencia étnica ha permeado las clases, la relación de poder y las distinciones sociales que se han establecido en nuestro país, sistemas que se reflejan en todo lo que es la etnificación laboral, el lenguaje y otros que hasta ahora se mantienen”. Si hemos habla- do de colonialismo, tenemos entonces ahora que hablar de descolonización. ¿Qué es la descolonización? ¿Cómo la ve- mos? ¿Cómo la sentimos? ¿Cómo vivimos este proceso? Decimos, en primer lugar que la descolonización es el des- montaje de las relaciones de sistemas de poder y de con- cepciones del conocimiento que fomentan la reproducción de jerarquías raciales, geopolíticas y de género que son las bases para estas relaciones de poder tan injustas que hom- bres y mujeres indígenas han vivido durante siglos y que además se han ido modificando de diferentes maneras, el mundo moderno colonial, patriarcal. Se puede señalar que la descolonización es un proceso de liberación, de emancipación del pensar, sentir y conocer de los pueblos; si eso es la descolonización ¿qué implica ese proceso? ¿a qué nos estamosrefiriendo? Significa, por un lado, la ruptura con el sistema de conocimientos y sabe- res occidentales instalados en la superioridad lingüística y étnica, es decir, todo esto que nos han enseñado a desva- lorizar, lo nuestro, lo propio. Entonces significa romper con esas ataduras que nos impiden mirar lo nuestro y recrearlo reproducirlo, ampliarlo, etc.; supone iniciar un proceso de pensar, haciendo, recuperando y revalorizando otras for- mas de conocer y ver la realidad que han sido desarrolla- das por los pueblos aimaras, guaraníes, etc., y de otros países; aztecas, mayas, etc., mismas que han sido oculta- das, negadas y desvalorizas permanentemente. Además la descolonización propone una convivencia humana más allá de prejuicios raciales, patriarcales, sexistas, homofóbicos, etc., impuestos por esta modernidad colonial capitalista. La recuperación de los saberes y las nuevas perspectivas, por lo tanto, que nos brinda esta pasibilidad de mirarnos y repensarnos a nosotros mismos; desde nuestros saberes, desde nuestra cultura, etc.; es lo que va permitir la cons- trucción de nuevas formas de convivencia, modelos inno- vadores y no sólo innovadores, sino recuperados desde la esencia misma de nuestros pueblos y desde nuestras cos- movisiones, fundamentalmente mirando lo que es la preser- vación del medio ambiente y las nuevas formas de aprender y vivir que están inscritas en la concepción del vivir bien. Vamos ahora a entrar con esos elementos a analizar bien y con más detalle lo que es el patriarcado y los orígenes del patriarcado. Este es un tema importante, porque nos per- mite mirar cómo el patriarcado; como forma de articulación de las relaciones sociales y humanas; nos va a llevar desde otros continentes, desde otras sociedades en función del capitalismo bajo sus diferentes formas. Entonces vamos a señalar que los procesos de descolonización, en nuestras tierras, se han iniciado con la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas; el derecho a la tierra, al territorio, etc., y tenemos grandes hitos en ese sentido, cuando en 1952, los campesinos en general demandaron el tema de la tierra, pero también demandaban ciudadanía, el derecho al voto, a la educación, demandaban los principales DDHH que se les había conculcado hasta ese entonces. En el proceso que estamos viviendo a partir del 2006, ya no es solamente la reivindicación de derechos básicos, de ciudadanía, como fue el 52. Ahora la demanda fue por des- estructurar las estructuras que convierten y nos han con- vertido en países colonizados. Entonces lo que se buscaba en este proceso fue descolonizar nuestras estructuras so- ciales, económicas, etc., entonces se trataba más bien de una demanda de emancipación de los pueblos. Por lo tanto, vamos a decir que si bien, este proceso empieza con la reivindicación de los derechos, avanza a la descolonización con el fin de buscar la emancipación de los pueblos, para avanzar a esa visión fundamental que tiene que ver con la construcción del vivir bien. Síntesis: • La colonización de caracteriza por una profunda intole- rancia, prejuicios étnicos, sociales (es decir racismo) de los grupos de poder hacia la población indígena. Ambas se ar- ticulan con la colonización mental, que es la base para con- solidar las formas de colonización. • El proceso de acumulación originaria del capitalismo colo- nia en América Latina se desarrolló a partir de dos variables centrales al racismo y el sexismo. • El colonialismo interno es la reproducción de las relaciones coloniales de explotación, discriminación, racismo y domina- ción al interior de los países independientes. Pero, en el caso concreto de las mujeres indígenas, el colonialismo interno se vive desde la discriminación de ser mujer y ser indígena. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 14 • Propone una convivencia humana más allá de prejuicios raciales, patriarcales/sexistas y homofóbicos (odio a los/ as homosexuales) impuestos por la modernidad colonial y capitalista. • Los procesos de descolonización en nuestras tierras se han iniciado con la reivindicación de los derechos a la tierra, al territorio, etc. Martha Lanza Meneses: En este bloque entonces, vamos a hablar de los orígenes del patriarcado, dónde y cómo surge esto que ahora conocemos como patriarcado. El patriarcado como tal es anterior al ca- pitalismo, durante el capitalismo se desarrolla bajo ciertas formas y surge con el paso de las sociedades pre-agrícolas y recolectoras a las agrícolas y de pastoreo. Este paso marca un cambio significativo tanto en la organización social como en el papel de los hombres y de las mujeres en la sociedad; si antes la mujer era el centro de la vida, por ejemplo, esta- ban las diosas, que se encargaban de todas las cosas ritua- les que eran parte fundamental de la vivencia comunitaria y de los temas religiosos; con esta entrada a formas más se- dentarias de pastoreo y de producción diferenciada relegó a las mujeres a hacer actividades en este ámbito, pero sobre todo condicionó a que las mujeres pasen a ser propiedad del patriarca junto con la aparición de la propiedad privada de la tierra y de los medios de producción. Por esta vía, las mujeres dejaron de ser sujetos libres, es decir, que antes de la etapa patriarcal regía en muchas so- ciedades la organización matrilineal que es una forma bajo la cual las mujeres podían heredar, las mujeres tenían a su cuidado toda la reproducción de la vida y la organización de las comunidades y, por tanto, ese ejercicio de este tipo de relaciones, de sistemas y mecanismos culturales y sociales le generaba poder a la mujer, tenían un poder reconocido en las comunidades, era un poder real tanto en la estructura familiar como social, sin embargo, podemos decir que los principales factores que intervienen en la aparición del pa- triarcado y la institucionalización del hombre sobre las muje- res y niñas también, fueron dos: el tránsito del nomadismo al sedentarismo, ya que el desarrollo de la agricultura y la ganadería generaron la relegación de la mujer hacia el es- Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 15 pacio privado y en la reproducción familiar y, por otro lado, la división del trabajo al interior de la familia y la sociedad. Es decir, que estos dos procesos van a ir determinado que las mujeres van a ser relegadas al ámbito doméstico y de reproducción. Junto con este nuevo proceso surge una nue- va forma familia monogámica y patriarcal; que va a deter- minar que la sociedad y la vida social quede como dividida en dos grandes ámbitos: la vida pública y la vida privada. Esta última, la vida privada, que va a empezar a constituirse como un concepto que va a organizar las relaciones familia- res y comunales, van a ser el ámbito específicamente des- tinado al género femenino, es decir, a las mujeres. De este modo, mientras que la producción de mercancías, la produc- ción social fue constituyéndose en un ámbito específicamen- te masculino, las actividades realizadas por las mujeres en el seno de la familia, quedaron reducidas a la reproducción biológica y a la reproducción de la fuerza de trabajo. Con el paso del feudalismo al capitalismo se consolida esta división sexual del trabajo, por lo tanto, esta va ser la ex- presión de cómo el capitalismo va a servirse, va a basarse en estas estructuras para determinar ampliamente esta re- lación donde los hombres son los que van a trabajar, están en el ámbito público, producen bienes, generan ingresos para el hogar, mientras que de las mujeres se invisibiliza su trabajo, en realidad más que como un trabajo, como eso que hoy en día incluso conocemos como la ayuda que pres- tamos las mujeres en el ámbito familiar. Entonces podemos señalar que la división sexual y jerarquizada del trabajo y la familia monogámica patriarcal son el origen de la opresión de la mujer en el capitalismo. Esto muestra que el poder se origina, construye y ejerce en el ámbito privado y no únicamenteen el ámbito público; el sexismo, por lo tanto, no sólo asigna un trabajo diferente y menos apreciado a las mujeres, sino también invisibiliza la construcción del trabajo de la mujer a la acumulación del capital, allí es donde aparece este cuño del ama de casa, porque ¿quién es ama de casa? no es la mujer que produce, es la mujer que ayuda en el hogar. Entonces que de ahí el concepto de la ama de casa fundada en la familia moderna patriarcal, disfraza y oculta la esclavitud doméstica de la mujer y justifica el supuesto no trabajo de las mujeres. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 16 Además de validar y legitimar la eliminación de este trabajo en las cuentas nacionales, porque como se considera un no trabajo, una ayuda, entonces no se contabiliza el aporte económico que supone este tipo de trabajo que se realiza en el ámbito doméstico. La persistencia histórica de la opre- sión basada en la diferencia sexual, la explotación de clase y la discriminación por diferencia étnica se produce en el seno de la familia, las instituciones y las comunidades. Son las prácticas cotidianas de las instituciones como la escue- la, la religión, los medios de comunicación y las relaciones sociales las que continúan reproduciendo las desigualdades entre hombres y mujeres. Entonces podemos resumir que el patriarcado es la ma- nifestación e institucionalización del sistema de dominio de los hombres sobre las mujeres, los y las niños, los y las indígenas y la ampliación de este sistema de dominio masculino sobre las mujeres a la sociedad en general. Sólo para entender este tema de cómo es que el trabajo que realizan las mujeres en el hogar aparece como un tema natural, pareciera que las mujeres hemos nacido y vivimos para realizar las labores domésticas y de cuidado del hogar. Entonces partimos de señalar que no hay naturaleza huma- na asexuada, hay hombres y mujeres y para algunos otros sexos también. Entonces hablar de la naturaleza humana, sin hablar de la diferencia sexual es ocultar que la mitad de la humanidad está integrada por mujeres. Pero también bajo las formas de dominio colonial y patriarcal sabemos que esa otra mitad está considerada como que vale menos, como que realiza simplemente esas tareas de apoyo, como que el trabajo que realiza en los diferentes ámbitos es de menor jerarquía que el de los hombres. Boa Ventura Souza Santos va de- cir que: “La opresión de la mujer a partir de la diferencia sexual, menciona además que a la dominación sexual, que este prejuicio genera, la llamamos patriarcado y al sentido común que lo alimenta y lo reproduce, cultura patriarcal”. El patriarcado establece características para lo femenino y lo masculino, a partir de diferencias biológicas que apa- recen como naturales y universales, es decir, como pro- pios de la naturaleza de los hombres y las mujeres. Estas creencias, estas visiones nuevamente son reforzadas por la Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 17 ciencia, la religión y la cotidianidad. No es casual que las mujeres hayan ingresado al mundo de la ciencia y la tecno- logía occidental, recién en los últimos años, en las últimas décadas, porque se consideraba que las mujeres no eran capaces de producir ciencia, por ejemplo, se consideraba que sus conocimientos y sus saberes no eran significativos, no se valoraban sus aportes en ninguno de los ámbitos. Esta visión de la naturalización de las formas de relaciona- miento entre hombres y mujeres, las mujeres nacieron para A y los hombres para B, porque esa es nuestra naturaleza y se funda en la diferencia sexual, tenemos que analizarlas a la luz de lo que ha significado esta articulación con el ra- cismo en nuestra realidades colonizadas. Entonces este sis- tema de género y raza; impuesto a través del colonialismo, abarca la subordinación de las mujeres del tercer mundo en todos los aspectos de la vida: económicos, sociales y polí- ticos; irrumpió con nociones que reconocían positivamente el poder de las mujeres como también la homosexualidad y entendían género en términos igualitarios. Sintetizando podemos decir que la subordinación de las mujeres se ha dado en tres ámbitos: el cuerpo de las mu- jeres, la reproducción de la fuerza de trabajo y el trabajo doméstico de cuidado de la familia y los patrones culturales discriminatorios. Estos tres ejes van a sintetizar, de alguna manera, por donde caminan las rutas para la subordinación de las mujeres que se produce y reproduce bajo diferentes formas. Cuando hablamos del cuerpo ¿a qué nos referimos? Nos referimos a la condición de discriminación y naturali- zación de la desigualdad agravada por la condición de clase y pertenencia étnica en el sentido de que las mujeres van a vivir en el cuerpo la discriminación, pero no sólo la dis- criminación, sino el control de su sexualidad, el control de los ámbitos en los que va integrarse en ejercer sus capa- cidades, sus posibilidades, sus potencialidades, pero sobre todo el manejo del cuerpo como el ámbito de control desde la supremacía de los hombres, ejemplos hay muchos, como se visten, como caminan; existen una serie de prejuicios que van moldeando, definiendo qué es ser una buena mu- jer, cómo se viste una buena mujer, con quién camina, con quiénes se relaciona, es decir, con una serie de mecanismos que inciden en nuestros cuerpos; desde la procreación, la reproducción, hasta el ser y sentir. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 18 En otro ámbito, la reproducción de la fuerza de trabajo y el trabajo doméstico y de cuidado de la familia; ya hemos señalado que la familia monogámica patriarcal y la división sexual y jerarquizada del trabajo van a ser el origen de la opresión de las mujeres, donde el sexo como construcción normativa de la sociedad establece la jerarquización de las relaciones e invisibiliza la contribución del trabajo de la mu- jer a la reproducción de la fuerza de trabajo en la acumu- lación del capital. Es por esta vía del trabajo de invisibiliza- ción del trabajo de las mujeres que se generan formas de subordinación. Finalmente, los patrones culturales discriminatorios amplia- mente inscritos y tenemos miles de ejemplos de cómo las mujeres y los hombres han sido discriminados por ser indí- genas y pertenecientes a tan diferentes pueblos, pero para la mujer cómo estos patrones culturales discriminatorios de han manifestado. Se han manifestado de muchas mane- ras, por esta vía de la discriminación y de la violencia, del feminicidio, de cómo las mujeres no han podido acceder a espacios de toma de decisiones, sino muy recientemente y gracias ahora a la CPE hay una mayor participación; todo esos elementos culturales e ideológicos que hacen pensar que las mujeres deben estar nomás en ciertos ámbitos rele- gadas a ciertos espacios laborales, de participación, ahí es- tán bien. Esos patrones discriminatorios son los que repro- ducen la discriminación y la subordinación. Entonces van a ser tres dimensiones fundamentales sobre las cuales habrá que incidir para avanzar también en la despatriarcalización. Síntesis: Características del patriarcado • El paso del feudalismo al capitalismo y la división sexual del trabajo. • La naturalización de la desigualdad. La subordinación de la mujer a través de 3 ejes: • El cuerpo • La reproducción de la fuerza de trabajo y el trabajo do- mésticos de cuidado en la familia. • Los patrones culturales discriminatorios. Curso 2 Patriarcado y despatriarcalización Raquel Romero Zumarán Raquel Romero Zumarán es Comunicadora Social. Actual- mente es Directora de la Fundación “COLECTIVO CABIL- DEO”. Fue Jefe del Programa de Educación Ciudadana de la Corte Nacional Electoral. Coordinadora regional del grupo de trabajo de migraciones de la Plataforma Interamerica- na de Derechos Humanos. Master en Desarrollo Humano y especialista en Procesos Electorales. Es videasta, produjo el video “Voces y Andares” Sobre los discursos políticos de los asambleístas, en la Asamblea Constituyente. Partici-pó como coordinadora de producción en las películas: “El atraco”, “Los Andes no creen en Dios” y “Jonás y la Ballena Rosada”. Tiene varias publicaciones sobre las temáticas de género y participación política. Raquel Romero Zumarán: Ahora vamos a hacer un análisis más focalizado en nuestra realidad; en la realidad latinoamericana y en la realidad bo- liviana. ¿Qué pasó en nuestra sociedad? ¿Cómo el patriar- cado y la colonización afectaron a nuestras sociedades y es- pecialmente afectaron a las mujeres? En el sistema anterior a la colonia, en el Tawantinsuyu, la participación femenina de las mujeres en el poder político era paralela, era una participación en una esfera de poder paralelo y bilateral, en lo que se llaman las panacas incaicas. Las panacas incaicas permitieron a las mujeres participar en la construcción po- lítica y económica del imperio. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 20 En la medida en que el poder prehispánico era altamente ritualizado y sacralizado, las mujeres gobernaban todo un espacio de ritualidad paralelo, nocturno, acuático y lunar; desde el cual velaban por todo el ciclo del cosmos, invocan- do a la abundancia de las cosechas y a la reproducción de la vida. Estas dimensiones del equilibrio entre los géneros fueron modificadas radicalmente con el Estado colonial y patriarcal impuesto por los conquistadores. Una vez ins- tituido el poder español, el trabajo de las mujeres cam- bió radicalmente, por ejemplo, se establecieron diferencias fundamentales entre las mujeres de origen blanco y las mujeres indígenas. Las mujeres blancas quedaron, como siempre, recluidas por la situación de subordinación en el hogar, el objeto de su existencia era la reproducción de los hijos, para consolidar el sistema colonial y de clase. Esto no quiere decir que es- tas mujeres no sufrían los efectos del patriarcado, lo sufrían igual que las indígenas, pero en diferentes dimensiones; en cambio la mujer indígena fue destinada a producir un excedente en el trabajo, a pagar en el tributo. Las mujeres tuvieron que trabajar en la mita, en las haciendas y tuvie- ron que suplir en muchas situaciones a sus maridos y a sus esposos y a sus compañeros y hermanos por la situación de explotación y de miseria en la que vivían ellos. Este proceso categorizó a las mujeres indias y a todas las mujeres del continente en un modelo de mujer, las descali- ficó para cualquier rol de liderazgo o de ejercicio del poder público y generó una emergencia de un arquetipo de mujer, que fue la mujer blanca como categoría única y reconocible en la sociedad moderna. Esta mujer fue definida desde la diferencia, señalándola como lo deficiente, lo periférico, lo anatómicamente inferior y siempre subordinada al hombre en toda situación y en todos los espacios del Estado colonial patriarcal. Recapitulando, esto quiere decir que nosotros hemos con- cebido un modelo homogéneo de mujer, un arquetipo de mujer cuyos roles, cuya función, cuya actuación, estuvo supeditada al patriarcado, a la dominación patriarcal mas- culina y concentrada en los espacios de hogar, concentrada en los espacios de la reproducción de familia y subordinada permanentemente a las decisiones de otros, sin la posibi- lidad de tomar decisiones en los espacios públicos ni en la Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 21 construcción el Estado colonial. Para las mujeres indígenas este proceso de colonización fue dual y de inferiorización racial y subordinación de género. ¿Qué quiere decir esto? Que estas dos condiciones de la subordinación de género y la subordinación racial, marcaron doblemente la subordi- nación y la explotación y la discriminación de las mujeres indígenas, pero cabe reconocer que las mujeres indígenas participaron en todas las rebeliones indígenas que existie- ron en nuestro continente. Es una constante en la historia de las rebeliones indígenas la presencia y la participación de las mujeres en todo el continente y el caso más pa- radigmático es de Bartolina Sisa y Gregoria Apaza en las famosas rebeliones indígenas de Tupac Katari, también te- nemos mujeres en las rebeliones de Tupac Amaru. Esto nos está demostrando que las mujeres indígenas transgredie- ron permanentemente estos roles establecidos, esta doble subordinación a la cual estaban sujetas. Estas marcas de la colonización generaron la etnificación de la fuerza de trabajo. ¿Qué significa la etnificación de la fuerza de trabajo? Desde un punto de vista operativo el ra- cismo ha adoptado la forma de lo que podemos denominar como etnificación de la fuerza de trabajo, quiere decir, que hay una jerarquización que existe, ha existido y existe aún; una jerarquización de profesionales y de remuneraciones a estos profesionales, proporcionada por criterios supuesta- mente sociales, esto quiere decir, que estos sectores son dueños del conocimiento, son dueños de la verdad y de los espacios laborales; un ejemplo claro es la buena presencia en los anuncios de búsqueda de personal, en los medios de comunicación; esto está ligado a un estereotipo femenino de blanco y occidental, este es un pequeño ejemplo de lo que significa la etnificación de la fuerza de trabajo. Ahora vamos a pasar a analizar en qué ámbitos y en qué es- pacios se encuentran las mujeres en los ámbitos laborales. Vamos a ver algunas estadísticas que son importantes, por ejemplo: “cuando nosotras hablamos en el área urbana de las actividades laborales realizadas por hombres y mujeres, podemos observar que en todas las actividades, desde las actividades de la manufactura, la agricultura, la construc- ción, la administración pública, los servicios sociales, las ventas y reparaciones, los ingresos y los salarios; existen brechas entre los salarios de hombres y mujeres; en el caso de la construcción las mujeres ganan el 50% menos que Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 22 los varones; en el caso de la agricultura, ganadería, tres veces menos que los varones y en todos los casos podemos observar que al remuneración de las mujeres es menor que la de los varones”. Pasando a otro cuadro estadístico, podemos ver que la seg- mentación del mercado del sector formal e informal, por ejemplo, las mujeres indígenas en el mercado formal se en- cuentran en un 22%, mientras las no indígenas se encuen- tran en un 48%. ¿Qué sucede con los varones? Podemos observar, los varones indígenas a diferencia de las mujeres, en el mercado formal son el 35% de la población, mientras que los varones no indígenas son el 47% de la población. ¿Qué pasa en el mercado informal? En el mercado informal las mujeres indígenas ocupan el 76% del mercado infor- mal, mientras los varones el 65% ¿Esto qué significa? Esto nos está mostrando las discriminaciones de género, las dis- criminaciones entre hombres y mujeres y las posibilidades entre unos y otros de incorporarnos al mercado de trabajo. El mercado informal necesariamente es un espacio mucho más riesgoso, con menos posibilidades de defensa de los derechos, con menos ingresos y la situación de las mujeres es mucho más frágil que la de los varones y podemos ver cómo la colonización, también se mantiene y vemos cómo los indígenas, sean hombres o mujeres, la proporción de su incorporación al mercado, ya sea formal o informal. En el caso del mercado formal es menor y mayor en el caso del mercado informal o sea lo cual significa un debilitamiento y una fragilización de sus ingresos y de sus condiciones de vida. En el caso de la participación por sectores del mer- cado de trabajo, podemos observar que tanto los hombres y mujeres indígenas se encuentran en el ámbito familiar, lo cual significa, que justamente tiene menos ingresos y menos posibilidades de tener una economía más saneada. Cuando entramos más directamente a los grupos ocupacio- nales en los que se encuentran ocupadas las mujeres indí- genas y no indígenas; podemos ver que es en el ámbito de trabajadores en servicio y comercio donde se encuentra la mayor cantidad demujeres indígenas el 41.8%, y los hom- bres indígenas se encuentran incorporados en las indus- trias extractivas, en la construcción y en las manufacturas. Justamente se repite la misma lógica perversa de que los Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 23 indígenas hombres y mujeres están incorporados en grupos ocupacionales que tienen menos ingresos. Por lo que se refiere al nivel educativo de la población eco- nómicamente activa; podemos ver que el 50% de las mu- jeres indígenas terminan la primaria, mientras que las mu- jeres no indígenas, un 35%, llega a la educación superior. En el caso de los hombres indígenas el 39% terminan la primaria y un 36% la secundaria; frente a un 42% de hom- bres no indígenas. Todos estos datos que pueden ser difíci- les de comprender, nos develan de una manera estadística, clara y objetiva estas discriminaciones étnicas, raciales, pa- triarcales, coloniales entre indígenas y no indígenas, entre hombres y mujeres. Raquel Romero Zumarán: Ahora hablaremos de la despatriarcalización y cómo debe- mos subvertir y cambiar esta situación que hemos analiza- do anteriormente y que tiene que ver con toda esta situa- ción de subordinación de las mujeres, de los indígenas y de un sector grande de la sociedad ¿Qué es la despatriarcaliza- ción? La despatriarcalización es la subversión del orden pa- triarcal a través del desmontaje del sistema de dominación, subordinación opresión y exclusión de las mujeres. ¿Cómo desmontamos este orden? Hay que desmontar este orden que está fundado en la distribución desigual del poder entre hombres y mujeres, esta subordinación que se marca no sólo en la sociedad, sino también en la comunidad, en la familia y en el Estado. La despatriarcalización entonces significa un proceso de li- beración, de emancipación del pensar, del sentir y cono- cer de las mujeres. Uno de los elementos fundamentales en este proceso es eliminar el sistema opresivo de género, raza y clase y que son los elementos fundamentales que hacen a la discriminación de las mujeres y que fue instaura- do en las sociedades y pueblos americanos y que ha trans- formado las formas de organización, reproducción social y de relacionamiento entre las personas, entre los hombres y mujeres y entre las propias mujeres y además entre las diferentes esferas del poder, la familia, el Estado, etc. Como bien se sabe la participación y la presencia de las mujeres en los espacios de decisión es una conquista de las mujeres Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 24 que se ha dado gradualmente y que forma parte de este de este proceso de descolonización de las estructuras del Estado. Uno de los elementos fundamentales en la descolonización es la eliminación de la desigualdad social, de la discrimina- ción, de la opresión y de la subordinación ¿Cómo llevamos a la práctica esto que estamos planteando en la teoría? Es preciso y fundamental trasformar el patrón productivo, las formas de redistribución de la riqueza de los ingresos y de las oportunidades. Hemos visto que si el ingreso a la educa- ción es tan desigual, las oportunidades van a ser menores; si los ingresos están bajos, las oportunidades de una mejor calidad de vida van a ser menores; si la redistribución de las riqueza es tan desigual, unos tendrán posibilidades que otros no las tendrán y las mujeres sobre todo, y en este caso las mujeres indígenas. Otro elemento fundamental es la democratización del poder y la propiedad. La propiedad de la tierra que tiene que ver con el acceso a una mejor redistribución de los recursos y de la riqueza. La democratización del poder que tiene que ver con una participación más activa en la toma de deci- siones y la eliminación de un elemento que está en la base de nuestras sociedades, que son los patrones culturales y los estereotipos sociales discriminatorios, pero será sobre todo, con la redistribución del trabajo doméstico, de la re- producción de la fuerza de trabajo y el cuidado de la familia donde realmente vamos a hacer cambios fundamentales. Hay que partir de replantear categorías centrales como producción, reproducción y trabajo; incluyendo todos los procesos de reproducción de bienes y servicios orientados hacia este paradigma del vivir bien, este paradigma de ar- monía con la naturaleza, de este modo, la descolonización va favorecer la construcción de una relación armónica entre producción y reproducción entre las relaciones de poder en- tre las personas, en búsqueda de un vivir bien, de un para- digma distinto que rompa con este capitalismo depredador de las relaciones humanas, depredador de las relaciones económicas y que ha generado inequidad entre nuestros pueblos y entre nuestras sociedades. Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 25 Raquel Romero Zumarán: Habida cuenta de los temas tocados, en lo que significa la despatriarcalización y la descolonización y lo que ha signifi- cado el patriarcado y la colonización en nuestro país, consi- deramos fundamental incorporar el siguiente concepto: “no es posible descolonizar sin despatriarcalizar nuestras so- ciedades”. Como hemos dicho la despatriarcalización es la subversión del orden patriarcal, es la subversión de un or- den asentado en las estructuras familiares, comunales y es- tatales. La despatriarcalización cruzaría todos los estadios y las estructuras de nuestra sociedad y de nuestro Estado. Ya hemos dicho que la despatriarcalización es un proceso de liberación del pensar, sentir y conocer de las mujeres, es fundamental que lo entendamos porque en este proceso de emancipación de las mujeres, vamos a ir hacia lo que nosotras denominamos el vivir bien. La desestructuración de las relaciones de poder nos va per- mitir romper con todo este mecanismo de subordinación y opresión de pueblos, nos va permitir, por otro lado, jerar- quizar las relaciones entre hombres y mujeres, jerarquizar estas relaciones para que se democratice el sistema políti- co de representación. Tenemos avances importantes en el sentido de que tenemos, en este momento dentro de las leyes y la CPE, la equidad y alternancia para la represen- tación política y la participación del 50% de las mujeres en espacios de decisión. Esto es un avance muy importante en este proceso de despatriarcalización de la sociedad, es un avance fundamental, pero que tiene que ir acompañado por un fortalecimiento de la presencia, de la propuesta y de la participación política de las mujeres en los diferentes espa- cios en los que ellas están electas; en los espacios naciona- les, departamentales, municipios, espacios comunales, etc. La eliminación de los patrones culturales y los estereoti- pos discriminatorios, es fundamental y eso significa, por ejemplo, romper con todos estos estereotipos racistas, de clase, étnicos, que hace y especialmente que las mujeres indígenas sean discriminadas por el color de la piel, por su vestimenta, por su forma de hablar, por el lenguaje, por la lengua. Tenemos igualmente en nuestra CPE instrumentos, Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 26 artículos, referidos a la lucha contra el racismo y la discri- minación, tenemos una Ley Contra el Racismo y la Discri- minación; pero estos instrumentos normativos y jurídicos tienen que ser asimilados e introyectados por la sociedad y por la familia, tienen que ser recuperados en la escuela, en la vida cotidiana, en el trabajo cotidiano y en la sociedad en su conjunto. Si no logramos esto, no vamos a poder romper estos aparatos ideológicos en los cuales las mujeres están discriminadas de la ciencia, del sistema mediático, puesto que estos son los aparatos ideológicos del Estado que hace que las discriminaciones se mantengan. La transformación del patrón productivo y de las formas de redistribución de la riqueza, de los ingresos y de las oportu- nidades, es fundamental. Se tienen que replantear formas y mecanismos distintos para que esta redistribución de la riqueza sea real y sea efectiva. Una nueva visión de un sis- tema, de un modelo económicoque tenga que ver con el paradigma del vivir bien en armonía con la naturaleza, va significar con un sistema capitalista que está asentado en la extracción de los RRNN, que está centrado en la plusvalía del trabajo de los obreros y de los seres humanos y que no tiene una visión integral, que está centrada en el capitalis- mo, está centrado en la competencia. La redistribución del trabajo doméstico, de reproducción, de la fuerza de trabajo y el cuidado de la familia como respon- sabilidad familiar colectiva y pública es fundamental. ¿Qué significa esto? Significa que justamente reconozcamos el trabajo silencioso, el trabajo anónimo, el trabajo olvidado que hacen las mujeres al interior de los hogares, al interior de la familia en la reproducción de la fuerza de trabajo. El capitalismo ha necesitado del patriarcado y del aislamiento de las mujeres en los hogares y en el espacio doméstico, para poder generar plusvalía y para poder generar ganan- cia. Es fundamental que esta redistribución del trabajo do- méstico y el reconocimiento del valor que éste tiene en las cuentas nacionales sea una realidad. Ya la CPE lo plantea y esto es algo que debemos recupe- rarlo como nación, como país, como Estado Plurinacional, debemos recuperarlo dentro de las estructuras, dentro de las cuentas nacionales y dentro de la economía de nuestro Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 27 país. Hay otros países, hay otras experiencias en las cuales sí se está recuperando y se está dando valor al trabajo do- méstico de las mujeres y a la reproducción de la fuerza de trabajo y el cuidado de la familia. Es menester que si que- remos reconocer las deudas históricas que tenemos con las mujeres desde nuestras sociedades patriarcales, este tema debe ser reconocido y debe ser asimilado económicamente. Otro elemento fundamental es el reconocimiento de las mujeres como portavoces hacia el sistema mediático e in- formativo. El derecho al ejercicio de la palabra, el derecho a la voz, el derecho a la palabra es fundamental; el dere- cho a informarse, el derecho a informar, al información es poder, es parte de este proceso de despatriarcalización de nuestras sociedades; los líderes, las voces mediáticas son generalmente masculinas en esta sociedad patriarcalizada y colonial, son masculinas y generalmente occidentales y blancas. Es menester que se genere en los medios de co- municación una democratización de los medios, en la cual las mujeres indígenas y las mujeres en general seamos su- jetas de la palabra y sujetas de la comunicación como tal. Este conjunto de refencias demuestra que no es posible avanzar en la descolonización sin avanzar a la vez en la despatriarcalización del Estado y la sociedad; ambos proce- sos se nutren mutuamente y solamente se va desmoronar el colonialismo interno en al media en que se desmorone el patriarcado a partir de la construcción de políticas públicas y con el protagonismo de hombres y mujeres desde sus identidades, sus sentires y sus saberes. La reivindicación de los derechos de las mujeres está ligada a todo el tema de la despatriarcalización y la despatriarcalización nos lleva hacia la emancipación de hombres y mujeres hacia lo que finalmente nosotros conocemos como el vivir bien. El ejercicio de derechos de las mujeres nos lleva a la despa- triarcalización, al reivindicación de derechos de las mujeres nos lleva a la despatriarcalización y esta despatriarcaliza- ción nos lleva a otro estadio que es la emancipación. Hemos visto que la descolonización, la despatriarcalización van juntas o sea no podemos descolonizar en Estado si no lo despatriarcalizamos y para ellos contamos con instrumen- tos fundamentales, que son las políticas públicas y todas las Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 28 estrategias e instrumentos de lucha de las organizaciones sociales, de los movimientos sociales y de las organizacio- nes de mujeres. Por ello es fundamental y eso será parte de nuestra siguiente unidad, el analizar todo lo que son las políticas públicas y todo lo que tiene que ver las políticas públicas, como mecanismos, para avanzar en la descoloni- zación y despatriarcalización de la sociedad. Curso 3 Políticas públicas fiscales, mecanismos para avanzar hacia la construcción del Estado Plurinacional Martha Lanza Meneses Martha Lanza Meneses, de profesión Trabajadora Social, es actualmente responsable del Programa de Políticas y Pre- supuestos Públicos del “Colectivo Cabildeo”, también es responsable de la Unidad de Educación Bilingüe del Minis- terio de Educación. Es consultora en temas de género y educación. Tiene una maestría en Administración de políti- cas sociales. Ha publicado sistematizaciones de programas educativos en las áreas de alfabetización intercultural, de- rechos sexuales reproductivos y otros. Martha Lanza Meneses: Ahora vamos a avanzar con la unidad que se denomina “Políticas públicas y Políticas Fiscales, mecanismos para Avanzar en la Construcción del Estado Plurinacional”. Para abordar este tema, que es bastante complejo y que son procesos de construcción en los cuales estamos trabajando en el Colectivo Cabildeo y también en diferentes ámbitos de la sociedad. La primera pregunta que nos hemos hecho, para abordar esta temática, es: ¿qué implica pensar polí- ticas para vivir bien? puesto que esa es nuestra visión de construcción de país ¿no es cierto? ¿qué desafíos supone el abordaje de políticas públicas para la descolonización y la despatriarcalización? Estas dos las preguntas que han orientado un poco estas reflexiones y las propuestas que vamos a trabajar en este módulo. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 30 ¿Qué es una política pública? Una política pública es un pro- ducto social elaborado al interior de un determinado con- texto social, de una estructura de poder y de un proyecto político. Es un conjunto de medidas objetivos, programas de acción y normas que influyen en el ejercicio de los DDHH de hombres y mujeres y afectan la vida cotidiana de las personas. Un política debe llegar y se espera que llegue a responder a las necesidades de hombres y mujeres de diferentes regiones del país, de diferentes grupos sociales, de diferentes pueblos, etc., por lo tanto, la manera en que los Estados, gobiernos, respondan a estas necesidades se va ver reflejada en las políticas públicas y además en la asignación de unos recursos públicos específicos. Entonces, si es así, las políticas públicas tienen que ver con un contenido político ideológico, tanto en su formulación como en su desarrollo, por lo tanto, encierran dimensiones de género, de clase, de raza y de etnia. Es decir, que cuando se piensa en una política, se quiera o no, se está pensando en la forma en que se va atender las necesidades de hom- bres y mujeres o sólo de hombres o sólo de mujeres, de todos los grupos étnicos, culturales o sólo de algunos o sólo de unos pocos, etc. Es decir que nos es una decisión neutra, sino es una decisión política ideológica, es decir, dependerá de cómo los gobiernos definan su política y hacia dónde, a qué sectores van a privilegiar o no. En ese sentido, tenemos que considerar que las políticas del Estado Plurinacional, que estamos construyendo, responden a tres propuestas o tres normativas generales fundamentales: • Una es la Constitución Política del Estado (CPE) es el ins- trumento normativo que guía todas las orientaciones de po- líticas públicas y define, por lo tanto, estos elementos que mencionamos, quién, cómo y desde dónde se distribuyen los recursos a través de las políticas. • También el Plan Nacional de Desarrollo (PND) es el otro instrumento normativo, fundamental para orientar más es- pecíficamente las políticas y que, por lo tanto, también, es- tos planes nacionales de desarrollo, deben responder a las CPE. • Finalmente, el Plan Nacional de Igualdad de Oportunida- des es un documento que recoge todo lo que es la política Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 31 del gobierno en términosde igualdad, equidad de género, igualdad de oportunidades. Entonces esas políticas, van a responder en ese gran marco normativo lo que es la concepción del vivir bien. ¿Qué es la concepción del vivir bien? ¿qué es lo que nos dicen estos instrumentos normativos sobre el vivir bien? En general, expresa el vivir bien el encuentro entre pueblos y comu- nidades, respetando la diversidad e identidad cultural, es decir, vivir bien entre nosotros. Es una convivencia comuni- taria con interculturalidad y sin asimetrías de poder, no se puede vivir bien si los demás viven mal, se trata vivir como parte de la comunidad, con protección de ella y al mismo tiempo vivir bien en armonía con la naturaleza, es decir, que es una visión amplia, holística, integral de lo que es la convivencia entre los seres humanos y la naturaleza. Tiene muchos otros elementos que no vamos a detenernos aho- ra, pero este es nuestro marco que debe guiar la definición de las políticas públicas, las políticas municipales, etc., las políticas en todos los niveles del Estado. Entonces con todo lo que hemos venido hablando de des- colonización y de despatriarcalización y este deseo, esta voluntad política de avanzar hacia el vivir bien, ¿qué es lo que debemos considerar? ¿qué elementos deberíamos tomar en cuenta, pensar y analizar al momento de formular una política? Entre los elementos que consideramos fun- damentales, deberíamos mirar, analizar, profundizar y con- sidera como base de las políticas; la cosmovisión de las prácticas sociales y culturales de los pueblos indígenas ori- ginarios campesinos y los aportes de la sociedad occidental. Otro elemento, valorar los aportes de los pueblos y apor- tes de hombres y mujeres dentro de esos pueblos, muchas veces los aportes de las mujeres se invisibilizan cuando se hablan de las visiones y cosmovisiones del mundo aimara, pero las visiones y aportes de las mujeres ¿dónde quedan? El otro elemento, recuperar los valores de igualdad entre hombres y mujeres en armonía con la naturaleza que están de alguna manera mencionados y enriquecidos y formula- dos en lo que es el chacha warmi y en otras culturas y en otros pueblos a partir de otro elementos que dan cuenta de las relación entre hombres y mujeres. Estas visiones de Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 32 complementariedad, pero de una complementariedad real, donde hombres y mujeres vayan construyendo, participan- do y generando procesos conjuntamente es fundamental. El otro elemento, superar las visiones patriarcales en la for- mulación de políticas públicas y la redistribución del produc- to social. Al momento de estar formulando políticas y POA y presupuestos, cómo y hacia dónde estamos orientando las inversiones y el gasto público, pero hay dos elemen- tos fundamentales y que hacen a esta visión de cambios trascendental que tiene que ver con la descolonización, y es superar la visión de desarrollo y progreso impuesto por la colonización y que está articulada directamente a lo que son las visiones, son los modos de operar de lo que es el sistema capitalista, que en su afán de acumulación de apro- piación de la plusvalía y de los excedentes va a avasallar con seres humanos, naturaleza, etc. Finalmente recuperar la visión holística que articula el ser humano con la naturaleza, estos dos elementos van a ser fundamentales para construir desde estas miradas recupe- rando elementos de lo que es la descolonización y la despa- triarcalización, construir las políticas públicas. Sin embargo, las dos ideas fundamentales macro, envolventes de todos estos elementos señalados tienen que ver con superar la vi- sión de desarrollo y progreso impuesto por la colonización, visión que es parte inmanente del desarrollo del sistema capitalista y que ha llevado, por lo tanto, a la destrucción de la naturaleza, pero también a la sobreexplotación de los seres humano y también su discriminación, etc. El segundo elemento fundamental macro también, es recuperar la vi- sión holística que artuela al ser humano con la naturaleza, visión que en este caso tiene que ver con la visión del vivir bien. Estos dos elementos macros, de miradas más globales, más articuladoras que es la visión del desarrollo y de las políti- cas, no solamente sociales, sino económicas y de la política fiscal; son los que orientan o deberían orientar la definición de políticas en este campo. Entonces hasta ahí hemos dado el marco general en el que vamos a intentar abordar lo que son las políticas fiscales y los presupuestos públicos. Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 33 Síntesis: • Es importante recordar que la Política pública es un pro- ducto social elaborado al interior de un contexto social; es un conjunto de medidas, objetivos programas de acción y normas que influyen en el ejercicio de Derechos Humanos, afectando la vida de las personas. • Las políticas públicas deben tomar en cuenta los elemen- tos macro: • Superar la visión de desarrollo y progreso, impuesto por la colonización. • Recuperar la visión holística que articula el ser hu- mano con la naturaleza. Martha Lanza Meneses: Ahora si, vamos adentrarnos en lo que son las políticas fis- cales, esta es una dimensión de análisis bastante complejo, porque indica problematizar las complejas estructuras de desigualdad que cimientan las relaciones sociales, políticas y económicas, de manera tal que la desigualdad y opre- sión de género sea abordada como parte de los proble- mas estructurales a encarar en un proceso de cambio que se reclama descolonizador y despatriarcalizador. El modelo económico, tecnológico y cultual que estamos viviendo en el marco del sistema capitalista privilegia un modo de pro- ducción y de consumo insostenible; por su irracionalidad ecológica y cultural y se basa en la explotación de los seres humanos y la naturaleza y en la acumulación privada del excedente. A esta visión que es totalmente contradictoria con los su- puestos de lo que es el vivir bien, se presenta una alter- nativa y una propuesta que la economía feminista aporta además, señalando que gran parte de la acumulación pri- vada del excedente proviene del trabajo doméstico y del cuidado no remunerado que realizan las mujeres, a partir de la división sexual del trabajo. Aquí cerramos diciendo que este modelo define quiénes ejercen sus derechos, en Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 34 qué condiciones y quiénes o qué sujetos tienen limitadas posibilidades de ejercer sus derechos, es decir, que es un modelo que va privilegiar a algunos en detrimento de otros. En ese sentido es que afirmamos que la política fiscal se convierte en un campo de conflicto en la lucha por la elimi- nación de la discriminación de género. Muchas veces escu- chamos decir que las políticas públicas y las estrategias de desarrollo son herramientas técnicas. Hemos escuchado a muchos técnicos y técnicas decirnos eso, pero aquí hay que sumar, restar, que está todo claro, los indicadores claros, que hay eficiencia, eficacia en la ejecución, en la formula- ción y eso es todo. Sin embargo también estamos concien- tes y hemos mencionado que la formulación de políticas para también a un campo político ideológico. La definición de políticas fiscales también nos muestra esta aparente neutralidad cuando señala una definición conven- cional de política fiscal, que esta es una herramienta de política económica, un conjunto de medidas relativas al ré- gimen tributario, gasto público, endeudamiento interno y externo y las operaciones y situación de los organismos de- pendientes del Estado. Entonces estos elementos mencio- nados no dan cómo y cuándo se considera a las mujeres, a los hombres sus necesidades, a los pueblos, etc. Aquí existe una aparente neutralidad de lo que sería la política fiscal y, por lo tanto, también nos lleva a la reflexión de estas mira- das descolonizadoras despatriarcalizadoras. En términos generales, las políticas fiscales expresan las estrategias de desarrollo de los gobiernos,sus prioridades y la orientación de sus políticas económicas y sociales. Por su parte, las políticas económicas son las intervenciones de un gobierno en la economía para dirigir su rumbo, por lo tanto, las intervenciones obedecen a prioridades establecidas por los gobiernos y ahí la intervención del gobierno es funda- mental para definir estos dos ámbitos de las políticas públi- cas. La herramienta más importante de la política fiscal es el presupuesto público y ahí podemos evidenciar por dónde van las prioridades en el gasto y en la inversión pública. Entonces ¿cómo podemos mirar el género en la política fis- cal y en el presupuesto público? A partir de estos elemen- tos más conceptuales, más generales, vamos a entrar a aterrizar a lo que es el género en la política fiscal y el presu- Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 35 puesto público, es decir, ¿Cómo identificamos si las políticas fiscales están respondiendo a las necesidades, demandas, proyecciones? no sólo de hombres y mujeres, sino también de los pueblos en sí mismos?. Desde la economía feminista, se ha observado tres ámbitos en los cuales es posible identificar cómo están orientadas las políticas fiscales en los gobiernos: 1) Considerar el impacto diferenciado de las políticas, es decir, el análisis de cómo están impactando las políticas en las políticas fiscales en hombres y mujeres, si hay mayor impacto de las políticas en hombres o mujeres, es un in- dicador fundamental para ver por dónde están yendo las políticas fiscales. Si las políticas están dando como resultado que hombres y mujeres están avanzando en igual manera en términos de ingresos, en términos de inserción en los diferentes espa- cios en el ámbito público, en el ámbito laboral, etc., segu- ramente estaremos hablando de que el impacto no es dife- renciado, que está impactando de igual manera a hombres y mujeres. Sin embargo, también sabemos en diferentes análisis que se han hecho en este tema, encontramos que lo que está pasando es que las mujeres, están siendo rele- gadas a ciertos ámbitos laborales, están siendo relegadas de ciertos otros ámbitos laborales. En el ámbito político es- tamos avanzando en nuestro país, pero si miramos a nivel internacional, incluso latinoamericano, todavía no existe ni normativa que asegure la participación igualitaria de las mujeres. Es decir, que estos elementos si los analizamos con más detenimiento, nos podrán decir hacia dónde se está orientando la política fiscal. 2) El segundo ámbito que habría que considerar es la dis- tribución del poder es ¿si la política fiscal está permitiendo una distribución del poder tanto entre hombres como entre mujeres, entre grupos étnicos, entre los diferentes pueblos, etc.? Ahí de lo que se trata es de identificar hacia dón- de se están orientando las políticas; si analizamos algunas estadísticas vamos a encontrar que en general e incluso a nivel latinoamericano, los gobiernos invierten apenas un 1%, como promedio, en programas que tengan que ver con poner a hombres y mujeres en igualdad de condiciones o darles iguales oportunidades par acceder a los diferentes Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 36 espacios no solamente para generar iguales ingresos, sino también para ejercer positivamente en espacios de deci- sión, cargos públicos, etc. Entonces estamos observando que de alguna manera las políticas fiscales no están orientadas a una distribución igual de poder, igualmente si miramos la cuál es la situa- ción de algunos pueblos indígenas, no solamente en nues- tro país, en la mayor parte de los países latinoamericanos los pueblos indígenas tienen una serie de demandas que no están siendo atendidas, es decir, que el poder no se está distribuyendo de manera equitativa entre los diverso y dife- rentes sujetos y actores de las sociedades. Finalmente el otro elemento clave para mirar la orientación de las políticas fiscales es el trabajo doméstico y de cui- dado, no remunerado. Los gobiernos ¿están considerando de alguna manera, en sus políticas, el reconocimiento del aporte de las mujeres a la economía? ¿Están incorporando este aporte, contabilizándolo, monetizándolo para poder vi- sibilizarlo en las cuentas públicas? Entonces estos son los elementos fundamentales que harían a poder analizar y de- terminar cómo, cuánto y en qué magnitud las políticas fis- cales, es decir, las decisiones de los gobiernos, en términos de cómo se redistribuye y distribuyen los ingresos públicos y las riquezas, están determinando mejores condiciones o igualdad de oportunidades para hombres y para mujeres. Síntesis: • La política fiscal tiene como objetivo facilitar e incentivar el buen desempeño de la economía a fin de lograr “nive- les de crecimiento aceptables”, así como incidir en otras variables macroeconómicas tales como inflación, empleo, producción, etc., asegurando y manteniendo la estabilidad económica. • A pesar del carácter transformador, todavía se detectan ausencias en los en los discursos políticos de la vanguardia del proceso, la orientación de las políticas y el presupuesto público continúan presentando sesgos de género. • Respondiendo a la pregunta ¿qué supone el abordaje a la cuestión de la opresión y desigualdad basada en género?, el reconocimiento de que “no se puede arreglar el problema Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 37 con la misma lógica con la que fue creado”, es decir, que no se trata de seguir haciendo más de lo mismo. Martha Lanza Meneses: Ahora vamos a tratar de hacer más énfasis e identificar el tema del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. ¿Cuál es la importancia, las características de esta dimen- sión de la cual estamos haciendo tanto énfasis y estamos señalando que es una de las dimensiones por las cuales las mujeres y su trabajo son un elemento que permite la ex- plotación y la subordinación de las mujeres? El doméstico y de cuidado siempre ha estado vinculado a las mujeres por esta concepción que naturaliza los roles de hombres y mu- jeres en los diferentes ámbitos público y privado. Se men- ciona permanentemente que la obligación, más menos, de las mujeres es atender a los niños, a las personas ancianas, a los discapacitados, etc. En la práctica y aunque nadie nos diga nada las mujeres generalmente estamos dispuestas, disponibles y asumimos como un trabajo nuestro el cuidado de familia, pero también el trabajo doméstico, que supone la reproducción de la fuerza de trabajo, es decir, que cada día hombres y mujeres, jóvenes, etc., que están en el ám- bito laboral, puedan estar disponibles para iniciar una jor- nada después de haberse alimentado, tener su comida lis- ta, tener su ropa limpia, la casa habitable, etc.; todas esas actividades que realizan cada día las mujeres, sin embargo , no son remuneradas. A este tipo de trabajo que realizan las mujeres se ha denominado el trabajo de reproducción social familiar no remunerado, porque se realiza en el ámbi- to familiar, permite la reproducción de la fuerza de trabajo, el cuidado de la familia y además no es remunerado. Entonces es muy común escuchar, escucharnos a nosotras mismas decir: “no trabajo, en la casa nomás estoy”, cuan- do en realidad es ahí donde realizamos este conjunto de actividades que son fundamentales para la reproducción de la fuerza de trabajo. Entonces aquí viene un punto funda- mental y es considerar que la función de reproducción del trabajo doméstico va más allá de la reproducción biológica y de la reproducción de la fuerza de trabajo. Supone tam- bién la reproducción de las formas de dominación, es decir, es por esa vía que las mujeres permanentemente están ancladas, afianzadas, referidas y dependen de ellas todos estos procesos. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 38 Para las mujeres la relación entre la reproducción y la sub- ordinación es una relación conflictiva y su resolución está en estrecha relación con su emancipación. Además el obje- tivo del trabajo doméstico a diferencia de la producción demercancías, cuando uno produce una mercancía, la pone en el mercado, la vende y el uso que se le da va más allá de quien la produce, pero cuando las mujeres realizan ese trabajo doméstico no solamente están generando un proce- so de reproducción de la fuerza de trabajo, sino que están dando sentido y articulando lo que es la producción y la re- producción; están pensando en el bienestar de las personas y este debería ser el interés fundamental de la sociedad y no una cuestión privada de las personas, es decir, que el trabajo productivo y el trabajo reproductivo generen proce- sos, ámbitos y relaciones donde hombres y mujeres puedan desenvolverse en un contexto de bienestar. En el contexto de la economía campesina, es interesante observar y esto debe llamarnos la atención y generar otras investigaciones, quizás estos roles no están marcados, todo el proceso de reproducción de la fuerza de trabajo, de las actividades domésticas y de cuidado de la familia tienen un carácter mucho más familiar, más comunal, existen otras lógicas de cómo se va articulando el trabajo productivo y el trabajo reproductivo, sin embargo, también es evidente que aunque los roles no son tan marcados, son las mujeres quienes se ocupan de todas estas actividades y más aun teniendo en cuenta que todos estos proceso migratorios es- tán dejando a las mujeres, generalmente solas, a cargo del trabajo productivo y del trabajo reproductivo en sus hoga- res, en sus comunidades. Sin embargo, lo importante de rescatar y de mirar en esas relaciones del ámbito rural o de comunidades campesinas indígenas es el hecho de que estos trabajos no están jerar- quizados, no tiene más valor el trabajo productivo que el trabajo reproductivo. Ambas dimensiones del trabajo son consideradas fundamentales para la reproducción de la vida familiar, social, etc., en la comunidad, cosa que no ocurre en la sociedad occidental o urbanizada, donde lo fundamen- tal es el trabajo que se realiza fuera del hogar y que genera ingresos; lo cual desvaloriza el trabajo que se realiza dentro del hogar y que no genera ingresos porque no es un trabajo renumerado y, más aun, es un trabajo considerado no tra- bajo y lo cual constituye la vía para que no se valore, etc. Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 39 Es considerado un tipo de ayuda, además es un tipo de ayuda, que las mujeres naturalmente deben realizar para la reproducción de la vida, del hogar, de la fuerza de trabajo. Entonces este es un tema que debemos ir reflexionando un poco más para generar otras orientaciones que partan de estas visiones hacia las políticas públicas. Dentro de estos procesos de análisis siempre nos hemos preguntado: ¿para qué sirve esto? ¿para qué tanto hablar y hablar sobre lo que es la política fiscal, la política económica, sus articulacio- nes, etc.? Ustedes mismos se estarán preguntando ¿para qué están todos estos rollos? Para nosotros es fundamen- tal este análisis, porque justamente estos análisis deberían apoyar, incidir, ser el puente para transformar el sistema social, el modelo de desarrollo y las políticas públicas. A eso se orienta justamente esta reflexión que va más ade- lante, porque vamos a tratar de articular esta visión, de la que hemos estado hablando, que son estas visiones de de- sarrollo, con lo que son estas visiones alternativas de desa- rrollo. Entonces vamos a partir al señalar y creo que es un consenso, que muchas explotadas y explotados en todo el mundo, han señalado que el capitalismo no es reformable, que no se puede humanizar y ese es un punto de partida fundamental. Estamos hablando de un sistema que no tiene solución desde una perspectiva como la que estamos plan- teando que mire las sociedades, que mire los intereses de hombres y mujeres, etc., y además la articulación de hom- bres y mujeres con la naturaleza, porque justamente lo que hace este sistema es explotarlos y destruirlos, a ambos. Por lo tanto, el modelo alternativo que hoy tenemos y que estamos mirando desde nuestro contexto y desde nuestro proceso de cambio el es paradigma del vivir bien, que es un modelo que se orienta desde una visión holística integral a la transformación del modelo económico. Si esto es así, diremos que lo fundamental de esta nueva mirada es que lo que estamos buscando con esta visión del vivir bien, es la reproducción de la vida, de los seres humanos y de la na- turaleza; nos está mostrando una nueva mirada, una forma de pensar y de concebir una la dinámica de la dimensión económica, social y cultural. Este trata de articular el tra- bajo productivo y el trabajo de reproducción de la fuerza de trabajo como responsabilidad familiar colectiva y pública. Módulo XII Ley 1178 - Parte 1 40 Es decir, estas dos dimensiones, que hoy día están total- mente separadas; por un lado está el trabajo productivo, su valorización, etc., y el trabajo reproductivo que no es valorado, etc.; como dos ámbitos que han sido separados en la vida de las personas. En realidad todos y todas es- tamos imbuidos en estos procesos y somos parte de eso, sólo qué se supone que las mujeres somos responsables de un ámbito y lo hombres de otro y valoramos de diferente manera estos ámbitos fundamentales. Entonces el Estado, la comunidad ¿también tendrían que ser responsables de estos procesos? Nosotros creemos que sí, justamente el reparto de las responsabilidades en relación al vivir bien, a la redistribución y reducción de trabajo doméstico es una responsabilidad que no solamente lo puede y lo deben asu- mir las mujeres, sino la familia, la comunidad y el Estado. Entonces si esto es así, si la responsabilidad individual y colectiva de la reproducción de la fuerza de trabajo y el cui- dado de familia, son parte central para la reproducción de la vida, de la reproducción de la fuerza de trabajo, pero de la vida en general, entonces sí el Estado y las políticas de- berían tomar parte en este tema, es decir, entre las eleccio- nes y la asignación de recursos debería considerarse esta dimensión del trabajo reproductivo doméstico y familiar. Ahora ¿Qué significa esto de dar la vuelta un poquito esto que hoy día estamos viviendo hombres y mujeres? ¿Qué significa pensar que el cuidado de la familia, la cuestión doméstica es una responsabilidad colectiva? ¿Cuál es su importancia de esta responsabilidad colectiva? ¿A qué nos lleva, a qué nos mueve esta nueva mirada? Implica por un lado el redimensionamiento de lo que es el trabajo y una nueva mirada de lo que es el trabajo. Entonces estaríamos hablando de considerar el trabajo doméstico y de cuidado como trabajo que genera valor, no es una ayuda; es un trabajo que genera, pero valor no monetario, porque no es algo que vamos a vender ni compramos ni lo ponemos al mercado; es un trabajo que genera un valor no monetario para la reproducción de la vida y además ¿dónde está lo fundamental de este tipo de trabajo? ¿dónde está el valor de esto? No es solamente que la ropa esté planchada, la casa está limpia, la comida está lista, sino en medio de eso está el cariño, el cuidado, la protección, la preocupación por el bienestar, dónde están los hijos, la escuela; es un conjunto social, cultural de dimensiones que se articulan al Ley 1178 - Parte 1 Módulo XII 41 momento de realizar los trabajo de cuidado y de reproduc- ción de la fuerza de trabajo. Entonces la otra mirada es que el trabajo no es solamente la reproducción de bienes y servicios; no sólo se trabaja para producto bienes y servidos y venderlos y obtener una ganancia, un ingreso, etc., sino que el trabajo es fuente de redistribución igualitaria y de vida. Un segundo elemento, si lo que se produce es la para la reproducción de la vida, tanto en el ámbito público como privado, entonces el cómo se produce también debe ser protegiendo la vida humana y la naturaleza. Esa es otra lógica totalmente distinta a la lógica capitalista, por que estamos diciendo que el trabajo es para la reproducción de la vida