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CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA I EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco. Javier Benítez Rubio CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 2 Utopía Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros. Groucho Marx CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 3 ÍNDICE GENERAL Índice General. 3 BUSCANDO UN PUNTO DE PARTIDA. 4 LA OPINIÓN PÚBLICA Y LA POLÍTICA. 9 EL PAPEL DE LA CIUDADANÍA EN LA POLÍTICA. 17 HECHOS Y VALORES. 24 HISTORIA. 34 CIENCIA. 41 POLÍTICA. 46 CIENCIA POLÍTICA. 1. LAS CORRIENTES. 52 CIENCIA POLÍTICA. 2. BEHAVIORISMO. 66 CIENCIA POLÍTICA. 3. ANÁLISIS ELECTORAL: VOTO E INFORMACIÓN . 78 TEORÍA. 92 TEORÍA POLÍTICA. 1. LAS CORRIENTES. 97 TEORÍA POLÍTICA. 2. LOS DEBATES. 103 Bibliografía. 115 CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 4 BUSCANDO UN PUNTO DE PARTIDA La Política trata de lo político . Comenzar así, de esta forma tan grosera, un manual que pretende ser instructivo y clarificador, es cuando menos, desalentador. Pero esta perogrullada, entiendo, puede ser una manera sencilla de comenzar a hilvanar algo que nos parece, y que más tarde se irá comprobando, de gran complejidad. La búsqueda de un punto de partida de este asunto es tan complicado como el propio asunto. Hay pocas cosas fáciles y sencillas en lo político . Ese lo político al que se viene haciendo referencia es un cajón desastre que tiene ya tal complejidad que para algunos expertos no dice nada, no tiene ni valor ni significado; pero para otros encierra toneladas de sentido. Para algunos esa etiqueta es una vanalidad, para otros es una forma rápida y sucinta de caracterizar algo, que de otro modo necesitaría grandes cantidades de tiempo y espacio. De tal modo que con esa pequeña anotación se concentra y reconcentra mucho significado. Todo, o casi, está fiscalizado por los muchos agentes, analistas, expertos, y demás personal que toman la política como su ámbito de reflexión. Por tanto, me parece oportuno comenzar por esta necedad. Entre otras cosas porque cuando CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 5 un individuo trata de entrar en el estudio, análisis y comprensión de cualquier rama del conocimiento humano, en este caso la política, generalmente, lo hace con las alforjas casi vacías respecto a este campo, un puñado de ideas preconcebidas, a lo sumo captadas de aquí y allá, recuerdos de su época educativa o adquiridas a través de los medios de comunicación; y no necesita comenzar su peripecia abrumado con gruesas disquisiciones conceptuales. Y la política, bien sea entendida como ciencia, o como teoría, los tiene en abundancia. Lo que pretendo sea un trabajo de investigación ha de partir de lo más aparente, de lo más burdo, incluso, de lo que se maneja con soltura de forma acrítica y espontánea en la cotidianidad. Asumo semejante punto de partida, al que poco a poco se le irán incorporando elementos de mayor calado. Efectivamente, la mayoría de los que entran en reflexiones sobre el ámbito de lo político, lo hacen con una serie de prejuicios sobre el mismo. Y aquí por prejuicios se entiende, para empezar, la acepción más conocida y genérica, la que aparece en todos los Diccionarios de la Lengua, aquella opinión previa y desfavorable, sin fundamento, que generalmente implica desconocimiento. Pero en este punto me parece interesante aportar también la noción de prejuicio que Gadamer desarrrolla en Verdad y Método . Esta interpretación logra darle la vuelta a la concepción vulgar, añadiendo de paso un valor productivo a algo que, al principio, era o superfluo o negativo. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 6 Los prejuicios son fundamentales para la comprensión en la hermenéutica, a la sazón, el proyecto filosófico que defiende Gadamer. Nadie se enfrenta a nada con la mente en blanco, ni a un texto, ni a una idea, ni a un programa o proyecto político. Todos y cada uno de nosotros llevamos un bagaje vital, sociocultural, etcétera, del cual no podemos desprendernos a antojo como si de cambiar de ropa de tratase. No somos tabulas rasas andantes, tenemos los conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra formación, tenemos nuestras vivencias, nuestras esperanzas, vivimos en una sociedad-cultura determinada, nos encasillamos voluntariamente en determinadas ideologías, escuelas de pensamiento, paradigmas científicos, etc. Tenemos un punto de partida determinado y determinante. Es cierto, incluso, que no podemos dejar de tener determinadas expectativas respecto a lo que hacemos o nos dejamos hacer en nuestra vida, incluido el ámbito de lo político. Tampoco hay que entender eso como algo malo o negativo, ya que esas expectativas son achacables a todos los individuos. Los mismos científicos por ejemplo, con sus pretensiones de objetividad y racionalidad plena, cuando comienzan a investigar - por poner un caso fácil de entender- sobre una cura contra graves enfermedades como puede ser el cancer, tienen la expectativa de que su investigación sea positiva y de los frutos esperados y deseados para que el mayor númeo posible de personas pueda ser sanada; no comienzan a investigar a ver qué sale de sus laboratorios, y si algo de eso puede servir como cura. El ser humano siempre espera algo, CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 7 siempre está a la expectativa de algo, y los filósofos, los científicos, los politólogos no van a ser menos humanos que todos los demás. Los prejuicios, para Gadamer, no son juicios falsos ni equivocados, tampoco están faltos de fundamentación sino que es un juicio que se forma antes de la convalidación definitiva de todos los momentos que son objetivamente determinantes 1. Los prejuicios verdaderos son, por tanto, todo un bagaje previo que llevamos en nuestro pensamiento, y los prejuicios falsos son los que producen malosentendidos2. Los primeros son los guías que nos ayudan a comprender las cosas, los segundos son improductivos. Y esto es así, porque los prejuicios verdaderos están inconclusos, abiertos siempre a ser reelaborados con aportaciones significativas. En cierto sentido son orientaciones que dirigen nuestra mirada reflexiva hacia algo que no sabemos, o que conocemos en parte. Con lo que una cuestión importante, para empezar, sería la reflexión por nuestros propios prejuicios. El punto de partida es un preguntarse, por lo que sabes, por lo que entiendes, por tu propio bagaje de lo que te han inculcado o has escuchado, de lo que te han explicado o has leído de otros. 1 Gadamer, Hans-Georg, Verdad y Método, Ediciones Sígueme Salamanca 2005 Decimoprimera Edición [Tradujeron Ana Agud Aparicio y Rafael de Agapito del original alemán Warheit und Methode] p. 337 2 Gadamer, 2005. Op. Cit. p. 369. Los calificativos de verdadero y falso son plenamente gadamerianos. Junto a los prejuicios como forma de precomprensión hay otros elementos nucleares en la hermenéutica defendida por Gadamer, como son la tradición y el diálogo constante entre el intérprete y la comunidad de pertenencia. Entiendo que entrar en estas puntualizaciones rebasa el ámbito de lo que aquí se trata. Por el ánimo pedagógico de esta obra, sólo he traído a colación los elementos que se ajustan a la imagen del individuo que se plantea, por primera vez, una reflexión en profundidad del objeto de la política. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 8 Además de esta líneade argumentación que tiene que ver con los que reciben el conocimiento, hay otra que tiene que ver con los que lo entregan. Y entre los mismos expertos en política, los politólogos, tampoco existe una uniformidad de criterio, ni un acuerdo de máximos sobre la Política y lo político , como iremos viendo más adelante. La historia de la reflexión académica sobre la política y lo político está jalonada de desencuentros, reajustes, correciones, modificaciones y cambios de rumbo. En todo caso, y a lo sumo, podemos darnos por satisfechos si encontramos consenso en un puñado de mínimos. De modo muy general, podemos afirmar que lo político trata de los asuntos colectivos que nos reunen a todos. Así lo afirman tanto Molina (2009:95): la política es una actividad desarrollada por el hombre con el fin de conseguir unos determinados objetivos globalmente válidos para toda la colectividad; como del Aguila (2009:21): la política es la actividad a través de la cual los grupos humanos toman decisiones colectivas3. Esta colectividad a la que nos referimos, este grupo humano, es poseedor de un conjunto de ideas e imágenes sobre la política. El punto de partido del presenta trabajo, será, entonces, el imaginario político que tiene la ciudadanía actual, las opiniones que la gente normal y corriente tiene sobre lo político , lo que piensa la opinión pública de la Política. 3 Definición tomada de Hague et al. En Comparative Goverment and Politics: an Introduction Mc Millan London 1993. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 9 LA OPINIÓN PÚBLICA Y LA POLÍTICA Esta percepción, básicamente, ronda alrededor de dos raíces: la extañeza y el desconocimiento, por un lado, y el desencanto y la desafección por el otro. En cuanto a lo primero, la política no deja de tener muchos elementos técnicos que la gente o bien desconoce, o bien si los conocen no entienden su funcionamiento o su alcance. No se sabe con exactitud en qué consiste la política. A lo sumo, se manejan aproximaciones más o menos amplias. Se dan muchas cosas por hecho, presumimos que trata de cosas importantes que afectan a la generalidad de la comunidad, pero nadie ha sido capaz a día de hoy hacer, con mayor menor exactitud, o al menos aproximarse, una especie de listado con qué son esas cosas . Para unos, casi todo es político y para otros, sólo un reducido número de cosas son verdaderamente políticas; la lista se expande y se reduce. Por eso, la ciudadanía no sabe a qué atenerse respecto a lo político. Es cierto, que los factores que se dan cita son incontables y múliples las reglas que lo regulan. Y la cuestión no adquiere visos de mejorar cuando todos sabemos que el resultado final en la política importa, y mucho: decisiones políticas buenas o malas dependen de si el resultado es beneficioso o desastroso. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 10 Que el término política no es sencillo de analizar no hay más que verlo en la cantidad de significaciones que los expertos dicen de la misma, que es un hecho, una ciencia, una norma, un método, una conducta, una filosofía, una teoría, un arte, una forma de vida, etc. Tampoco encontramos sencillez alguna en la delimitación de su acción, porque es difícil deslindar primero quién la ejerce y quién la padece, y en qué grado; y segundo, por la determinación de si es una cosa de todos, o sólo de los políticos profesionales y del amplio ramo de los expertos en politología. La cuestión de lo político, al ser un tema tan amplio, tan lleno de matices, partes, subsistemas, etcétera, hace que sean muchos los que se acerquen a su análisis. Y no sólo por parte de las distintas partes de la ciencia o el conocimiento; el mismo ciudadano de a pié, a quien la política compele directamente en su quehacer diario, entiende que como forma parte de la misma, al participar de un modo u otro (bien por el derecho al voto, o por el pago de tasas e impuestos, etc.) puede y debe opinar acerca de ella. Y es cierto, que el ciudadano ha de responsabilizarse de su papel en la sociedad y en el gobierno de ésta. Este asunto, el de las opiniones del ciudadano corriente sobre las complejidades de la política, viene de muy antiguo; y seguramente el primero que se hace eco del mismo es Platón en su diálogo La Rep’blica . Este es un tema de prolija exposición por los muchos flecos que aparecen. Pero ahora, en la CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 11 cuestión por la que vamos lo que interesa es atender a la pretensión que todo ciudadano corriente tiene respecto a la política. A partir de la obra platónica se puede hacer una analogía matizada con la actualidad del asunto. En la Atenas de aquellos tiempos, el sentido de la técnica estaba muy pronunciado y se apreciaba mucho que cada profesional fuera hábil y tuviera éxito en el oficio manual o especializado que desempeñaba. Sin embargo junto a esta pretensión, era vox populi otra que consistía en pensar que cualquiera de ellos estaba capacitado para desempeñar sin preparación alguna las funciones de la res pública4. Platón, a través de Sócrates, argumentará que para el desempeño de las funciones públicas y políticas, como para el ejercicio militar, o cualquier otro oficio, es necesario un especial conocimiento del mismo. ¿Quién querría un carpintero que no sabe cómo tratar la madera, o un piloto que supiera cómo manejarse entre fuertes vientos, un agricultor que no comprendiera las estaciones o un curtidor que no supiera tratar las pieles? Me parece importante traer directamente las palabras de Platón (Diálogo II, 374 b y sigs.): – Pues bien, recuerda que no dejábamos al zapatero que intentara ser al mismo tiempo labrador, tejedor o albañil; tenía que ser únicamente zapatero para que nos realizara bien las labores propias de su oficio; y cada uno de los demás artesanos les asignábamos del mismo modo 4 Manuel Fernández-Galiano en la Introducción de La República de Platón, Alianza Editorial 1ª Edición 5ª Reimpresión, 1994 Madrid, pp.14-17. [Traductor: José M. Pabón y Manuel Fernández-Galiano] CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 12 una sola tarea, la que les dictasen sus aptitudes naturales y que aquella en que fuesen a trabajar bien durante toda su vida, absteniéndose de toda otra ocupación y no dejando pasar la ocasión oportuna para ejecutar cada obra ¿Y acaso no resulta de la máxima importancia el que también las cosas de la guerra se hagan como es debido? ¿O son tan fáciles que un labrador, un zapatero u otro cualquier artesano puede ser soldado al mismo tiempo,…? […] ¿Y bastará con empuñar un escudo o cualquier otro de las armas e instrumentos de guerra para estar en disposición de pelear el mismo día en las filas de los hoplitas o de otra unidad militar,…? […] XV. – Por consiguiente –seguí diciendo – cuanto más importante sea la misión de los guardianes, tanto más preciso será que se desliguen absolutamente de toda otra ocupación y realicen su trabajo con la máxima competencia y celo . Buscando, en la misma línea, una opinión más actual de este asunto, pero igualmente válida y de prestigio, traigo a colación un pensamiento de Ferrater Mora5: No todo el mundo es capaz de hablar con conocimiento de causa de cálculo tensorial, mecánica cuántica o biología molecular – o de tantas otras cosas: leyes macroeconómicas o escalas dodecafónicas–, pero prácticamente todo el mundo puede –y suele– hablar de política . Los derroteros que toma Platón en esta discusión, es de sobra conocida: el arte de tratar y conducir seres humanos al bien es cosa de la filosofía. También sonde sobra conocidos los argumentos contra la democracia y la demagogia del ateniense y su elitismo aristocrático en el gobierno de la polis. Y como ese asunto ya entra en consideraciones de mayor calado, dejamos aquí la cuestión 5 Ferrater Mora, José Ventanas al Mundo Anthropos Ámbitos Literarios/Ensayo 14 1986 Barcelona p. 255. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 13 platónica, con la idea básica, reafirmada por Ferrater, de que el ciudadano corriente entra en el mundo de lo político, o forma parte del mismo, sin valorar, en muchas ocasiones, las complejidades del mismo, la existencia de conocimientos muy especializados que o bien no conoce o bien se le escapa. De aquí no se puede colegir que la política sea un asunto propio y exclusivo de élites académicas preparadas y que el individuo corriente no puede tener voz sobre los asuntos que le atañen directamente. No, sobre lo que quiero llamar la tención es que el ciudadano haría bien en sopesar con justeza todo lo derivado de la política y de aquellos que se han especializado en su estudio y puesta en práctica. Y que todo conocimiento, saber, o formación, que pueda ir adquiriendo de sus entresijos, complejidades y funcionamientos, es algo positivo y rentable para que sus opiniones al respecto estén fundamentadas, y no sean el fruto de la ocurrencia emocional del momento. Y a la otra parte, a aquellos que toman la política como su profesión o como su campo de estudio, habría que hacerles ver, incluso pedirles, una labor pedagógica. Sobre esta labor seguiremos reflexionando más tarde. En cuanto a lo segundo, las opiniones sobre la política, y especialmente sobre los políticos no suelen ser muy positivas actualmente. Bealey (2003:327) expone que la acepción popularmente aceptada de la política viene a ser que es una actividad escandalosa alejada por completo de la ciudadanía, practicada por CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 14 un grupo de personas que no merecen confianza ya que se dedican a manipular la realidad de las cosas según sus oscuros intereses, aunque aparentemente lo que hacen es discutir asuntos por y para la ciudadanía, aunque ésta no termina de entenderlos del todo. Hay datos que confirman este argumento, como no tardaremos en mostrar. En gran parte por que los políticos externalizan una serie de comportamientos corruptos que dejan mucho que desear para ser personas que tienen a su cargo la dirección del Estado, el Gobierno o la res pública6. Y no solo hay acusaciones de suciedad, también se pueden contar las muchas opiniones negativas y peyorativas vertidas por la opinión pública, que la relacionan con la utilidad, la mentira, la manipulación de las emociones, el que los políticos no predican con el ejemplo, el que cambian de parecer según conveniencia, etc7. Lo cierto es que la Política es actualmente uno de los motivos de crispación social más importante. Vivimos en un tiempo en el que la ciudadanía percibe a los políticos como parte del problema en vez de ser la solución de sus problemas colectivos. Se aleja cada vez más del papel cohesionador de lo colectivo que parecería tener observando la cuestión con el simple sentido 6 Informa elaborado por Gallup International para Transparency International sobre el aumento de la corrupción política mundial. http://www.transparencia.org.es/BAROMETRO%20GLOBAL%202010/COMUNICADO%20DE%20PRENSA%20SOBRE%20EL%2 0BAROMETRO%202010.pdf 7 La cita con la que comienza el trabajo está extraída de la entrevista de Playboy que en 1974 la periodista Charlotte Chandler realizó a Gorucho Marx; explicita sarcásticamente esto que se expone. http://www.transparencia.org.es/BAROMETRO%20GLOBAL%202010/COMUNICADO%20DE%20PRENSA%20SOBRE%20EL%20BAROMETRO%202010.pdf http://www.transparencia.org.es/BAROMETRO%20GLOBAL%202010/COMUNICADO%20DE%20PRENSA%20SOBRE%20EL%20BAROMETRO%202010.pdf CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 15 común. Y no sólo la voz de la calle se expresa así; Murillo Ferrol8 afirma que la política es un mal necesario. Ortega y Gasset dice de ella que es algo de lo que no podemos prescindir pero con condiciones9: Mientras tomemos lo útil como útil, nada hay que objetar. Pero si esta preocupación por lo útil llega a constituir el hábito central de nuestra personalidad, cuando se trate de buscar lo verdadero tendremos a confundirlo con lo útil. Y esto, hacer de la utilidad la verdad, es la definición de la mentira. El imperio de la política es, pues, el imperio de la mentira . Pero no solamente contamos con opiniones prestigiosas. Hay materiales demoscópicos muy recientes que avalan las tesis de la mala fama de la política, y los políticos muy especialmente. Propondré un pequeño número de ejemplos extraidos de un trabajo estadístico del CIS10. Se trata del Estudio nº 2826 de diciembre de 2009, llamado Ética p’blica y Corrupción 11, realizado por encargo de la Fundación e Instituto Universitario Ortega y Gasset. El estudio investiga la percepción de la opinión pública sobre la política, centrándose en el interés que ésta le despierta, el grado de confianza en los políticos, el nivel de satisfacción de su labor y otros temas afines. También investiga la percepción de la opinión pública sobre los comportamientos socialmente legítimos de la sociedad en 8 En el Prólogo al MANUAL DE CIENCIA POLÍTICA. Rafael del Águila (Editor) Trotta Madrid 2009 6ª Edición p.17. 9 Ortega y Gasset, José VERDAD Y PERSPECT)VA en EL ESPECTADOR. Biblioteca Básica SALVAT. Libro RTV 4. Madrid 1969 p. 18 [Escrito originalmente en 1919] 10 www.cis.es El Centro de Investigaciones Sociológicas es un Organismo autónomo de carácter administrativo, con personalidad jurídica y patrimonio propios, adscrito al Ministerio de la Presidencia, que tiene por finalidad el estudio científico de la sociedad española. El carácter de Organismo autónomo le fue conferido por la Ley 4/1990, de 29 de junio, y su organización y funcionamiento fueron regulados por el Real Decreto 1526/1990, de 8 de noviembre. 11 http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=10684 http://www.cis.es/ http://www.cis.es/cis/opencms/-Archivos/Legislacion/Ley_4-1990.pdf http://www.cis.es/cis/opencms/-Archivos/Legislacion/RD_1526-1990.pdf http://www.cis.es/cis/opencms/-Archivos/Legislacion/RD_1526-1990.pdf http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=10684 CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 16 general y de los políticos en particular. Por no alargar en demasía los argumentos, y porque el estudio es de dominio público y cualquier persona puede tener acceso al mismo y extraer sus propias conclusiones me limitaré a ofrecer 4 de las 47 preguntas que más relación tiene con lo que trato de exponer (Figura 1). Figura 1. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 17 EL PAPEL DE LA CIUDADANÍA EN LA POLÍTICA. Varias cuestiónes viene a encontrarse en ese asunto que comenzamos a tratar: conocimientos, información, capacidad para comprender los fenómenos políticos, interés, decisión, entre otros. Además, hay que tener en cuenta los elementos irracionales, esos otros que tienen que ver con las ilusiones y esperanzas, las pasiones, los prejuicios de la ciudadanía con respecto a dónde llega la política y qué puede practicarse dentro de la misma. Tenemos aquí, por tanto, un inmenso debate sobre si la gente y la opinión pública está o no preparada para conocery comprender los vericuetos y complejidades de las res política: la educación que han recibido por parte de los sistemas educativos públicos y estatales, el papel de la información que reciben, y manejan, de los medios de comunicación. Y en vista de los datos demoscópicos anteriores responder a ¿dónde está el origen de la apatía y la desconfianza?, pero sobre todo, ¿cómo revertir ese proceso?. En las democracias actuales, que descansa en el consentimiento de los ciudadanos que son gobernados y no solo en el acto mecánico de depositar un voto, cuando estos hacen dejación de su responsabilidad, o por desconocimiento e ignorancia o por apatía y desidia, o por indignación, o por todas las cosas CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 18 juntas, vuelve a surgir una pregunta que está planteda desde los albores de la Humanidad: ¿hasta qué punto se está capacitado para el autogobierno si no se pone empeño en tomar la mayoría de edad política?, ¿hasta dónde tienen, entonces, unos pocos que hacerse cargo del gobierno de los muchos ?. Tenemos dos elementos, el propio de la ciudadanía y su responsabilidad en el autogobierno y el elemento propio de los encargados del gobierno, que han sido elegidos por los anteriores. Mucha gente se aleja de lo político, aunque lo politico nunca se aleja de la gente. No estaría de más revisar el representativismo moderno, de elecciones cada cierto tiempo y cheque en blanco a los partidos políticos para hacer y deshacer sin que la ciudadanía pueda, realmente, decidir en las cuestiones que más le atañen. Todo es mejorable y la democracia es, también, perfectible, con lo que puede y tiene que ser modificada para estar a la altura de los tiempos. Pero mientras eso ocurre o no, seguimos teniendo el problema de una ciudadanía que se aleja de su responsabilidad, ¿se puede cambiar la apatía y la indiferencia con pedagogía, con la ilustración del público, y también con el aumento de las condiciones socio-económico-educativas? Ya hicimos mención al comienzo, las limitaciones cognitivas de los individuos así como los aspectos irracionales y arracionales de la vida política y las creencias de las masas no es un invento de los analistas políticos. Es una realidad, las creencias de la gente, a la que cada vez más se le presta más atención: CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 19 Lo que la gente cree verdadero e importante, lo que se cree bueno y valioso, no sólo guía sino que limita sus acciones sociales. A su vez, estas creencias se configuran a partir de ciertas enseñanzas y experiencias del pasado. La conformación de tales enseñanzas y experiencias puede conformar las creencias y los valores de la gente y, por tanto, sus decisiones políticas. La manipulación de tales limitaciones, como la manipulación de la gente que actúa bajo las mismas, es una acto profundamente político que merece tanta atención analítica como cualquier otro (Goodin & Klingemann, 2001:44). Los editores del Nuevo Manual de Ciencia Política (2001) al exponer este argumento, muestran una de las peores caras de la política. Haciendo mención a la manipulación que la política puede, y de hecho hace, sobre la ciudadanía, a través de las creencias y emociones, y no de los aspectos racionales, hace más importante, si cabe, una labor de pedagogía y cultivo del espíritu crítico de los ciudadanos. Efectivamente, el papel de la pedagogía política y la educación cívica se torna fundamental. La ciencia y la teoría política se encargan de formar especialistas y académicos encargados del análisis, los políticos profesionales se encargan de manejar la nave estatal; y los comentaristas, tertulianos y opinólogos se encargan del combate cuerpo a cuerpo. Pero, ¿quién ese encarga de la educación política de los ciudadanos? Es cierto, que no podemos ignorar la educación autodidacta de muchos ciudadanos. Pero no es suficiente, entiendo. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 20 El papel del teórico no es ni el del político profesional, encargado de la toma de decisiones, ni el del tertuliano político encargado de la apologética ideológica. Su trabajo no se basa en elaborar un recetario de soluciones a los problemas que surgen de la convivencia de los seres humanos. Su papel es el de la reflexión teórica, el de aportar conocimiento con sus reglas y sus propios objetivos. Elaborar explicaciones, hipótesis y marcos referenciales. Así lo entiende Capo (2007:16): Aunque el político puede ser entendido como un ámbito que afecte a todo el mundo porque nadie escapa a sus efectos, debe tenerse encuenta que, frente a este aspecto general, la política es también una actividad especializada, reservada de una manera predominanate a un grupo de ciudadanos, profesionalizados o semiprofesionalizados en la toma de decisiones vinculantes para la colectividad . Es cierto que los analistas políticos, bien sean politólogos o sociólogos o filósofos, o cualquier otro académico que centre su labor en el estudio de lo político tiene que tener una actitud recelosa y escéptica con las mal informadas opiniones y los prejuicios de los ciudadanos comunes (Ball, 1999:61). Pero no es menos cierto que también tendría que ser conscientes de que tienen una misión, que no es otra que la educar e ilustrar a la opinión pública. La teoría y la ciencia política no sólo tendría que ocuparse de la formación de especialistas, y de fabricar herramientas para que estos discutan entre sí; también tendría que jugar otro papel sustancial: el educativo. Así lo entiende Ball (1999:91): CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 21 La ciencia política debería ocuparse no sólo de la formación de especialistas, sino también de la más amplia educación política de los ciudadanos . Es posible que ni el político profesional ni determinados sectores del academicismo actual acepte que la pedagogía sea una de sus labores centrales. Pero el filósofo, como es mi caso, no puede ignorar la cuestión: educar e ilustrar a la ciudadanía sobre la política es una cuestión importante que no puede dejarse de lado. Me hago cargo que este intelectualismo de corte socrático no sea compartido por muchos, pero entiendo que una mayor formación de la ciudadanía sobre la cuestiones políticas, repercutirá en la mejora de la calidad de la democracia. Pero claro, esto nos lleva a un lugar inhóspito: la cuestión de la objetividad o la neutralidad contra la cuestión del punto de vista desde el cuál, el filósofo (o quien sea) trata de ilustrar a la gente. El sesgo o la ideología, es y será siempre motivo de disputa, una batalla que siempre tendrá lugar en esto de la política y su análisis. Me parece oportuno, en este punto, traer a colación uno de los pensamientos centrales de Schleiermacher, unos de los padres fundadores de la hermenéutica, que siempre me ha llamado la atención, porque que dibuja perfectamente la práctica habitual del análisis político: Comprender a un autor mejor de lo que él mismo se habría comprendido12. Un auténtico aviso a 12 Gadamer, 2005. Op. Cit. p. 246. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 22 navegantes que vayan o quieran entrar en la reflexión de la res política. Tomado este pensamiento en su radicalidad, es como si cualquiera, antes que él mismo, fuera capaz de saber el sentido y el significado de sus propias palabras. Que una vez dicho lo dicho se le escapa la autoría y todos pueden, y deben, meter mano a su producción, diseccionándola por completo, y mostrando todo aquello que ha querido decir además de decir lo que ha dicho. Pero en esto de la política seva más allá y siempre hay alguien dispuesto a decir las cosas que un determinado autor no quiere decir con lo que ha dicho, o que trata de denunciar lo que está detrás, u oculto, de lo que ha escrito, o que ha sido tan perspicaz de darse cuenta del contrabando ideológico que ese autor ha introducido de tapadillo entre sus argumentos. Por tanto, el conflicto es y será, asumido o no, una de las categorías básicas no sólo de la política, sino también y especialmente de todos aquellos que se acercan a su reflexión. Cada cual tendría que asumir un horizonte, o un punto de vista, o punto de partida -o como querramos llamarle- incluidos los que asumen el no-sesgo o la neutralidad. Y hacerlo desde la libertad, y sobre todo - ahí estriba la cuestión importante- la asunción del propio horizonte desde la honradez y la suficiente preparación técnica, para poder desbrozar la política y lo político correctamente. Se trata de tener un conocimiento ajustado de los principios que fundamentan e intentan validar una posición política para poder construir opiniones bien fundadas, argumentadas y no sustituirlas por ocurrencias del momento o la CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 23 consigna de un grupo político concreto de manera acrítica. Junto a esa toma de posición, tiene que habitar el espíritu crítico de lo inacabado, de lo incompleto, de lo que puede seguir perfeccionándose o mejorando. Desde esa amplitud de miras, evitamos que el sesgo esté sólo pendiente de sí mismo y de sus categorías. Que el sesgo ha de convivir y entrar en dialéctica productiva con otros. Y que no solo tengamos que ir contra las asunciones de nuestros contrarios, sino contra los propios, evitando posturas acomodaticias, o que entiendan que el sesgo, o la ideología, es un algo ya acabado que no puede ser perfeccionado con el transcurrir de la vida. Es la trilogía básica del conocimiento, horizonte y crítica. No es malo decidirse y optar en libertad por un horizonte, lo malo, entiendo, es pensar que es inamovible. Como se verá a lo largo de estas páginas, el sesgo será uno de los temas recurrente de la reflexión política. La disciplina política se puede identificar en términos de sus programas de investigación, las tradiciones políticas, las instituciones o los líderes carismáticos y/o académicos. Pero también pueden identificarse en términos de los debates y discusiones que se dan en su seno. De entre estas discusiones, hay una que es especialmente enconada, y tiene que ver con las relaciones posibles de la política con la ciencia, con la teoría, y entre ambas (Farr, 1999:257). Por ahí continuaremos. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 24 HECHOS Y VALORES La política trata con hechos y con valores. Los segundos, a diferencia de los primeros, difícilmente pueden ser medidos, pesados, calibrados y comparados, en definitiva, cuantificados. Por el contrario, los valores son cualitativos. Si lo cualitativo no puede ser cuantificado, ¿puede cualificarse, valorarse, lo cuantificable, esto es, el hecho? ¿Es posible construir un discurso científico sobre la política manejando hechos y valores? Si hacemos caso al positivismo, la reflexión sobre la forma de gobernar a los hombres en sociedad y la posibilidad de que libertad e igualdad sean lo suficientemente compatibles para que estén bien avenidas, es mera especulación acientífica (De Vera, 2005:15). O sea, si se entiende bien a estos positivistas, si hay valores es que no habrá ciencia; y si queremos que haya ciencia entonces no habrá valores, porque ciencia es solo lo cuantificable. La potencia de las corrientes positivistas en las ciencias en general, y la behaviorista en el particular de la política –como veremos más adelante- es indudable; como indudable han sido, también, sus excesos, sus fracasos y las muchas críticas que se les ha realizado. Retomamos nuevamente la pregunta, haciéndosela ahora a otros interlocutores: ¿es posible construir un discurso científico sobre la política CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 25 manejando hechos y valores? Es indudable que la política trata con hechos, pero para Goodwin (1997:9), en la política se ponen en juego también una serie de valores e ideales; y entre todos estos, que son un buen número, hay que ir tomando decisiones y dar respuesta a un amplísimo conjunto de preguntas. - ¿Quiénes somos, cómo podemos vivir en comunidad, qué opciones reales tenemos para vivir, o qué posibilidades deseables se abren ante nosotros? ¿Cuál ha de ser la relación entre el individuo, la sociedad y el Estado? ¿Y entre cultura y política, entre identidad personal y colectiva? ¿Y entre política, civilización y religión? ¿Y entre política, Estado y nación? - ¿Hasta qué punto hay que aceptar la realidad política en la que vivimos? ¿Hasta qué punto puede cambiarse la realidad política en la que vivimos? ¿Qué se necesita para ello? ¿Son el realismo, el voluntarismo y la apelación a grandes ideales compatibles o incompatibles? - ¿Hasta que punto son compatibles la igualdad y la libertad? ¿Son evitables todas y cada una de las desigualdades? ¿Algunas sí y otras no, cuáles? ¿Hasta que punto son tolerables-intolerables o manejable-inmanejables? ¿Dónde se encuentra el margen último de la libertad, y el mínimo? - ¿Ha de ser la Justicia, o la Igualdad, o la Libertad, o cualquier otro únicamente, el concepto central de la política? ¿No nos lleva esta univocidad a ignorar o distorsionar aspectos y áreas importantes de la vida política? ¿Se CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 26 pueden integrar o articular de algún modo estos grandes valores sin que tenga que haber roces o conflictos entre ellos, más bien, discusiones entre los defensores de esos valores? ¿Habrá que reconsideran la interpretación actual de conceptos tales como igualdad, equidad, justicia, cohesión social, unidad política, libertad, utopía, realidad, etc.? - ¿Ha de permanecer el Estado neutral ante los diferentes proyectos políticos y sociales? ¿Cómo valorar el sesgo hacia el liberalismo que ocurre en las democracias de Occidente, que unos entienden como moralmente neutral y otros todo lo contrario? - ¿Es capaz, el liberalismo, de asumir la diversidad de creencias y de formas de vida? ¿Es capaz el liberalismo de tratar a la gente por igual y permitir que desplieguen sus derechos para conseguir sus propios fines? - ¿Dónde termina el liberalismo teórico tolerante con la diversidad de creencias y las formas de vida y empieza el liberalismo restrictivo real? - ¿Cuál son las posibilidades reales, más allá de la prescripciones teóricas, de otros proyectos alternativos al liberalismo, como podría ser el socialismo? ¿Cuáles son los proyectos teóricos prescriptivos y normativos alternativos al liberalismo? CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 27 - ¿Cuál es la auténtica naturaleza de la comunidad política? ¿Hay que estimular la democracia participativa, la educación para la ciudadanía, las virtudes del ciudadano? ¿Cuál ha de ser el papel político de la educación? - ¿Han de reconocerse las demandas de grupos marginales en pro del reconocimiento público y la pluralidad de la sociedad moderna? -¿Cuál es el grado permisible de diversidad cultural?, ¿dónde se traza la línea para que esa diversidad cultural no termine fragmentado la ciudadanía provocando, a continuación, toda clase de inestabilidad y conflictos? - ¿Hay que tener obligaciones para con las gentes de otros países, que pueden estar desgarrados por conflictos armados o catástrofes naturales? ¿Cuál ha de ser la significación de las fronteras nacionales? - ¿Ha deabrirse la tradición occidental de la filosofía política al multiculturalismo, para que puedan tenderse puentes y traducir categorías de unas culturas a otras? - ¿Ha de ser la crisis medioambiental un asunto político? ¿Habría que replantearse las relaciones del hombre con la naturaleza y los otros animales, así como los modelos de apropiación económica? La mayoría de los individuos estamos imbuidos de convicciones y compromisos, bien suscritos a conciencia y con conocimiento cierto y voluntario de lo que se hace o bien han sido incorporados de modo inconsciente a través de CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 28 uno de los muchos mecanismos adquiridos por la vida en nuestras sociedades. Y todos y cada uno de nosotros hemos tratado alguna que otra vez en nuestra vida de dar respuesta a esa batería de cuestiones partiendo desde esas, nuestras convicciones. Pero no está tan claro que hechos y valores puedan trabajar juntos. Porque dependiendo de si la política opera o está basada en hechos o valores, tendremos una cosa u otra. Actualmente existen dos tradiciones contrapuestas que se decantan por cada una de las polaridades. Una primera tradición, crítica y normativa, que denunciaba las sociedades existentes y buscaba ofrecer modelos para el futuro Capo, 2007:16). Una segunda más moderna, empírica, que pretende describir los elementos políticos de las sociedades existentes. A la primera de las corrientes se le otorga el nombre de Teoría política y a la segunda el de Ciencia política. A la Teoría le corresponde la valoración de ideas y conceptos; y a la Ciencia le corresponde el análisis de la realidad y la construcción de explicaciones en base a hechos. Con tan poco dicho, y ya se nos acumulan los debates. El primero de ellos, de modo muy grueso, tiene que ver con la discusión sobre nombres y etiquetas. Lo que nos deja la dicotomía de: - Lo normativo, valorativo – Lo que debería ser. Tiene que ver con el valorar, el prescribir y el comprender. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 29 - Lo descriptivo, explicativo – Lo que hay y no puede cambiarse. Tiene que ver con el explicar, el predecir y el analizar. No está de más, antes de seguir adelante, hacer una breve parada en el camino para explicar qué es lo que se entiende por valor y qué por normativo. ¿Qué es el valor? Las cosas del mundo no nos son indiferentes; esa no- indiferencia consiste en que todos adoptamos una posición de preferencia basándonos en una cualidad que tienen las cosas. Valor, será entonces, la cualidad que tienen las cosas de no resultarnos indiferentes. ¿Qué significa normativo? En lo referente a lo político, significa que promueve, o entiende como preferible, una serie de normas y de valores determinados. El segundo debate nos vuelve a llevar al comienzo: hechos versus valores. Los teóricos pueden achacar a los científicos que la objetividad absoluta no existe, que todo está teñido de ideología; y es más, que no hay nada más ideológico que un idea barnizada de supuesta ciencia aséptica y neutra. Son muchos los teóricos que se han encomendado a la misión de desenmascarar a los científicos políticos. Por el contrario, los científicos entienden que ante todo debe estar el rigor del análisis, bien sea histórico, bien sea económico, bien sea sociológico, o de cualquier otra índole. Los datos y las conclusiones extraídas no se pueden desviar a voluntad, porque los hechos son los que son y están fuera de CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 30 toda discusión, mientras que los valores son opiniones inverificables fruto de la opinión. Podemos presentar una dicotomía más, no distinta a la anteriormente presentada, sino más bien una reelaboración de la misma: la vertiente crítica de la filosofía política frente a la vertiente legitimadora de los gobiernos y justificadora de poder. De una forma ciertamente peyorativa, ciertos sectores de la politología quieren apartar de la reflexión política al pensamiento filosófico y teórico. Éste, dicen, está más atento a lo que debería ser que a lo que hay , como si hubiera una especie de tara que los incapacitara para entender las cosas tal y como son; y que por tanto, sus análisis no son fiables, por ser normativos, incluso ideológicos, y no científicos, o que no atienden a las categorías raíces establecidas como tales, especialmente el poder y el sistema político vigentes. Pero desde dentro de este filosofar o teorizar la política se asume esto, y no precisamente como una mácula o una equivocación sino como la auténtica seña de identidad de la política. La crítica a lo establecido y lo vigente por injusto, la denuncia de los elementos ideológicos que se ocultan tras la supuesta cientificidad neutral, entre otras cuestiones. Para Murillo Ferrol13, el teórico político debe recelar del poder político, de su fuerza y de su simbología, porque todos sabemos de él y de sus efectos. Es conveniente, incluso prudente, cierta dosis de acracia, de desconfianza de la autoridad. 13 En el Prólogo al MANUAL DE CIENCIA POLÍTICA. Rafael del Águila (Editor) Trotta Madrid 2009 6ª Edición pp.17-18 CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 31 Lo político son las diversas formas que han revestido, a lo largo de la historia, el ejercicio del poder y sus instituciones sobre un grupo humano. Política es aquí, la reconstrucción del ámbito político. Es un proceso reflexivo, crítico y filosófico ligada a la capacidad de la razón. Así, para Quesada (2001:10) alineado con la argumentación de Castoriadis, la política traduce la constitución de un imaginario político-social y su conjunto de significaciones. La primera vez que aconteció la política en la historia del hombre fue en Grecia, haciendo posible, primero, una nueva forma de organización; segundo, una nueva forma de otorgar sentido a la realidad; y tercero, un nuevo criterio de inteligibilidad referido tanto a lo físico como a lo humano-social (Quesada, 2006:350). Este concebir la política tiene la perspectiva de no atender ni al poder, ni a la ley ni al dominio. El centro de la política, entendida desde la filosofía es la explicitación crítica de los elementos ideológicos que median los procesos sociales de constitución de sentido, los cuales, a la postre, pretenden legitimar una forma concreta de poder. La política, entendida desde la filosofía, es una construcción reflexiva de los principios e ideas que han de articular los discursos pertinentes a la re-institución de los referentes normativos sociales, pone en crisis el poder , entra en contradicción con la ley y subvierte la naturalidad del orden establecido (Quesada, 2002:13-14). CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 32 Para otros autores, sigue siendo posible una ciencia política. Una vez más volvemos a plantear las preguntas: ¿es posible un conocimiento científico de la realidad política? ¿Cómo se puede comprender científicamente la realidad política? Toda ciencia política debe ceñirse a la comprensión de lo que ocurre en la realidad y entender antes que nada, que ésta no permanece quieta, sino en constante proceso de cambio. Según Caminal (2007:22), toda ciencia política entiende que su labor está constreñida por dos circunstancias a tener muy en cuenta. La primera es que depende de la información para realizar sus análisis y descubrir las causas que gobierna el cambio social. Empezando por lo evidente, todo científico, sea cual fuere su disciplina, trabaja con datos que puede cuantificar y clasificar. Lo que la ciencia política tiene que asumir es la peculiaridad de los datoscon los que opera, porque suponen una heteróclita mezcla de datos cuantitativos medibles y verificables, podríamos calificarlos de neutros incluso; y una gran cantidad de información cualitativa que ha de ser interpretada. Aquí encontramos la segunda de las circunstancias de las que hablábamos: el pluralismo inherente a la interpretación (Caminal, 2007:22). La ciencia política no será unívoca, sino plural. Eso descarta que la política sea una ciencia exacta o una ciencia dura al estilo de las ciencias naturales; pero no es menos cierto que ningún pensador, CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 33 que actualmente centre sus esfuerzos en la política, tenga estas pretensiones14. La ciencia política sí puede, y debe, analizar cada realidad política en su contexto histórico y sociocultural. Extraer generalidades a partir de esas evidencias pero no ponerse a sí misma las limitaciones de lo solamente medible y verificable. Desde la prudencia se pueden buscar nuevas luces y enfoques que amplíen y enriquezcan este campo de investigación y reflexión. Exagerar el positivismo y el cientifismo empobrece la disciplina política y su radio de acción (Caminal, 2007:24). Varios posicionamientos en debate y discusión se dan cita aquí, y largos elencos de prestigiosos politólogos, y un importante número de obras de referencia. ¿Sería posible, e incluso legítimo, dar forma a una disciplina ecléctica que contenga elementos de ambas corrientes?, ¿pueden el rigor científico y las legítimas convicciones ser compatibles? Al menos debe ser posible un diálogo que ambas instancias, teoría y ciencia, han de entablar, para responder a todas las preguntas que realizábamos anteriormente. Es necesaria una concepción de la filosofía política que cargue por igual el acento en su dimensión crítico- contemplativa y en su dimensión reflexivo-prescriptiva (Parekh, 2001:743). 14 A lo largo del presente trabajo veremos como la corriente behaviorista norteamericana de las décadas 40, 50 y 60 del pasado siglo XX, sí que tenían esta pretensión. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 34 HISTORIA La reflexión sobre la política es casi tan antigua como el propio Occidente, nació con la Grecia clásica. Pero, la convergencia entre la Política y la Ciencia ocurrió siglos después. La ciencia política es una disciplina joven que ha tenido también su historia y evolución. A medida que el pensar lo político se va desprendiendo de lo filosófico y lo teológico va adquiriendo su autonomía. Al primer gran período de esta historia le podemos conceder, con Harto de Vera (2005:18), la etiqueta de 'etapa artesana' de la política15. Esta etapa tiene, a su vez, dos momentos principales en relación a la autonomía o no de la política. Los filósofos griegos (Platón y Aristóteles), romanos (Panecio y Polibio, Cicerón y Séneca) y los medievales (Agustín de Hipona y Tomás de Aquino) ligaron la política a principios éticos, morales y teológicos. En la Antigüedad clásica y medieval la política era un ámbito omnicomprensivo que acogía en su interior todo lo que generaba la sociedad (De Vera, 2005:59). Podemos añadir los matices: la política para el griego era un privilegio circunscrito al ciudadano de pleno derecho de la polis que no tenían ni los esclavos ni los extranjeros; la política para el romano se convirtió en un entramado jurídico e institucional y para el homo credens medieval la cuestión política está ceñida a la Cristiandad y su 15 Harto de Vera, a su vez, lo adopta de W. Mills (1959) CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 35 temporalidad lineal gobernada por la Providencia. En la Antigüedad podemos observar como tratan ya con dos temas teóricos que recorrerán toda la historia de la ciencia política: las formas institucionales del gobierno y su evaluación (Almond, 2001:92). De Platón destaca la clasificación séxtuple de las formas organizativas y de Aristóteles la solución al problema de la degeneración cíclica mediante la constitución mixta. La cuestión, apunta Almond (2001:92), de la evaluación en términos de legitimidad radica en la doctrina del derecho natural del estoicismo romano que pasó al Cristianismo: hay un derecho natural universal que proviene del orden divino del cosmos y de la naturaleza racional y social de la humanidad . Las teorías de la constitución mixta y del derecho natural siguen estando vigentes en todo el Medievo pero relacionados con el derecho divino. Con el Renacimiento y Maquiavelo, nos situamos en el segundo momento, encontramos el primer intento de pensar la política como actividad autónoma frente a la ética y la religión: lo importante es la perspectiva técnica en la reflexión del poder y la acción política. También, la apertura a la progresiva acotación de su ámbito de reflexión y actuación. Con anterioridad a Maquiavelo la cuestión estribaba en la dicotomía pureza-corrupción de los regímenes políticos. Con el florentino se supera esta dicotomía y la política se convierte en una cuestión de supervivencia (Almond, 2001:94). CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 36 Todos los expertos apuntan a que Maquiavelo es la figura que inaugura la política como área autónoma del conocimiento. A partir de aquí el pensamiento político moderno tomará como su objeto central el Estado. La característica general de esta epocalidad será la de hacer de la política una interpretación teleológica de la realidad social, cuyo centro de interés se encuentra en la legitimidad del Estado (Caminal, 2007:25). Durante cuatro largos siglos, del XVI al XIX, se irán construyendo y afianzando todo una serie de estructuras políticas y de relaciones entre el Estado y la sociedad. Una vez separada la política de todo lo demás, llegados a la Ilustración, asistimos a la distinción entre Estado y sociedad por parte de los teóricos contractuales, entre los que destaca Hobbes, Locke, Rousseau y Montesquieu. Aparecen, también, la razón de Estado y el poder político. El cenit llega, con Hegel, en la separación de Estado y Sociedad Civil. La política se centra en la esfera del Estado. Pasamos de un extremo a otro: de la omnicomprensión, 'la política lo es todo', a la especificidad, 'la política es sólo el Estado' (De Vera, 2005:62). Pero todavía no podemos hablar de ciencia política. Esto no ocurrirá hasta que no consiga realmente acotar su objeto y, en cierta medida, distanciarse del Estado (Caminal, 2007:25). Primero tuvo que independizarse de otros ámbitos del conocimiento, y ahora ha de concentrarse en el que tiene que ser su foco de atención; y esto no ocurrió de repente. La inmensa mayoría de la sociedad está excluida de toda acción política, el mundo de la política empezaba y se agotaba CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 37 en el Estado (Caminal, 2007:26). La sociedad vivía ocupada de sus asuntos privados y los gobernantes ejercían la política en nombre de los gobernados: la época de la representación. Pero comienzan a aparecer las libertades positivas y la política se abre camino, poco a poco, en la sociedad civil. El Estado liberal se democratiza, aparece el sufragio universal (masculino) y los partidos políticos: la época de la participación y del pluralismo. Se culmina entonces el proceso, el Estado ya no es lo único, ahora existe todo un entramado de condicionamientos, relaciones y grupos humanos particulares que dan forma al Sistema Político, que irá adquiriendo su propia organización y funcionamiento. Como la política no es ya un asunto de unos pocos sinode una gran mayoría surge la necesidad de analizarla técnicamente. Ahora sí, estamos ante el segundo período, el de la política como actividad científica, que comenzó con los esfuerzos de teóricos sociológicos como Comte, Durkheim y Weber en el siglo XIX. El siglo XX es el de la consolidación de la política como ciencia hasta el punto de convertirse en producto académico, con especial éxito en los Estados Unidos de América. Efectivamente, desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX se irá delimitando el campo de investigación de la ciencia política, especialmente en Estados Unidos de América. La ciencia política americana se expandirá en el ámbito académico universitario e investigador: APSA en 1904 y American Political Science Review en 1906 (Caminal, CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 38 2007:28)16. Profundiza en el análisis del sistema político, el Gobierno y las Relaciones Internacionales en las que, como todos sabemos, Estados Unidos tendría un papel cada vez más hegemónico. El mundo tras la II Guerra Mundial es otro mundo. Aumenta el número de Estados, se modifican las relaciones internacionales y el sector público tiene un peso creciente en la administración estatal, etc. El Estado social incidirá entonces en la definición de la política y en el objeto de su pensamiento. El control y la dirección de grandes comunidades pasan a un primer plano, lo mismo ocurre con las relaciones humanas. El análisis político vira a barlovento hasta anclarse en la estructura y función del poder y la autoridad en los sistemas políticos. A medida que íbamos entrando en el siglo XX al Estado se va viendo rebasado por una serie de fenómenos que parten de su propia democratización. El poder se reparte en una larga serie de instituciones estatales y sociales. Efectivamente, la masificación de la política satura y desborda por completo los límites del Estado. Nuevas horizontes se irán abriendo: nuevos procedimientos, los actores políticos, los resultados, y sobre todo, la conceptualización del poder. ¿Es que nunca antes, nadie en la larga historia de la política se había preocupado por el 'poder'? Durante siglos, el poder había sido un elemento más, entre muchos otros, dentro de la actividad política. A esto añadimos el carácter normativo de su estudio y análisis, y la preocupación por sus manifestaciones 16 APSA es la American Political Science Association y la Review era su más importante y prestigiosa publicación. Actualmente puede visitarse en http://www.apsanet.org/ http://www.apsanet.org/ CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 39 fenomenológicas. A partir de ahora, el poder es lo que distingue a la política de todo lo demás: la Política tiene como objeto de estudio al poder. Por tanto, hay que investigarlo de manera empírica, analizarlo en sí mismo, como sustancia política (De Vera, 2005:65). Se abandona la perspectiva clásica esencialista por otra perspectiva relacional y operativa. Ahora bien ¿es posible una definición operativa de 'poder'? Los problemas de cuantificación, tasación y medición del poder no tardaron en llegar. La complejidad de la realidad humana, y política, dejó en evidencia muchas construcciones a las que se les escapaba el poder que se ejerce con disimulo o el que está oculto. Una primera alternativa surge en los años 50 y propone 'el sistema político' como nuevo objeto central de lo político: pautas de conducta e interacciones sociales y todo lo relacionado con la toma de decisiones, esto es, procesos, mecanismos y legitimación. El enfoque sistémico sufrió importantes críticas durante la década de los 70 y 80, lo que no impidió que se convirtiera en el enfoque hegemónico. El final de siglo trae consigo un revival de la dimensión estatal de la político: el enfoque estadocéntrico (state- centered approach) que afirma estar atento a las complejidades del Estado y las políticas públicas (De Vera, 2005:72). En Europa, los acontecimientos históricos y políticos de la parte final del siglo XX, han influido en el quehacer de sus teóricos, que aunque no se distingan de sus colegas en el objeto de su disciplina, sí que lo hacen a la hora de concretar los problemas que merecen sus análisis. Así lo explica Caminal (2007:31): CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 40 Los mismos temas tienen una urgencia distinta o un tratamiento dependiente de circunstancias muy diversas. El Estado-nación, los federalismos, las crisis y transiciones de los sistemas políticos, los efectos políticos del proceso de unión económica y monetaria, la ciudadanía y la diversidad cultural, la constitución europea, sin menos cabo de la interdependencia y puntos de interés comunes con la ciencia política norteamericana. Una ciencia política europea cuya base geopolítica es un continente en plena ebullición y cambio histórico . CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 41 CIENCIA El binomio 'Ciencia Política' plantea serias dificultades a todos aquellos que prodigan sus esfuerzos en tales planteamientos definitorios. Una posibilidad de abordaje es descomponerlo en sus partes y profundizar en cada una de ellas por separado. El primero de los conceptos a analizar de nuestra dicotomía, el de Ciencia, tiene una larga historia desde su concepción clásica hasta la actualidad. Su abordaje sobrepasa con mucho la economía de esta obra, con lo que centraré mi reflexión en la última parte de esta evolución y su incidencia en la historia de la reflexión política: el positivismo y la posterior reacción contra el mismo. Para el positivismo de corte clásico, el de Stuart Mill, Comte o Durkheim, el único conocimiento verdadero es el que tiene en la experiencia observable su fundamento primero. Por tanto, la verificación es el criterio de validez de todo conocimiento. Esta afirmación elimina cualquier saber que no esté basado en la evidencia empírica: filosofía, religión, mitología, estética, ética, política, entre otras. Junto a la verificación, el otro pilar básico del positivismo clásico es el método inductivo para el descubrimiento de las regularidades en la naturaleza: Observación de hechos – Formulación de hipótesis – Explicación mediante leyes y teorías – Predicción. Hay dos cuestiones que este positivismo clásico dio por CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 42 sentado: primero, el sujeto humano es infalible como sujeto cognoscente y segundo, el conocimiento científico es objetivo. Hay que plantearse varias cuestiones: ¿Es posible la observación neutral de la realidad? ¿Es el ser humano un sujeto pasivo que recibe la información procedente del exterior? ¿Y las emociones? ¿Y las mediaciones culturales y lingüísticas? ¿Y la interacción entre individuos y las mutuas influencias? Karl Popper, que sometió a crítica los dos basamentos nucleares del positivismo, no abandonó el mismo sino que realizó una operación de reparación y perfeccionamiento: el Racionalismo Crítico. Llevado hasta sus últimas consecuencias, el positivismo llega a anularse a sí mismo, ya que si sólo lo verificable empíricamente es verdadero, ¿cómo comprobar empíricamente el mismo criterio de verificación? Frente a la verificación se propondrá el principio de falsación como criterio de validez. Y frente al método inductivo el método hipotético deductivo. A partir de ahora, hay que encontrar comportamientos en el mundo real que contradigan o falseen la evolución fenomenológica que predice una teoría: una sola evidencia en contra ya descarta la teoría, esto es, que las excepciones invalidan lasreglas. La secuencia del método hipotético deductivo será entonces: Formulación de un problema, conjetura, hipótesis o predicción – Falsación de las mismas mediante la confrontación con la realidad (ensayo-error) – Descartar las teorías falsadas. Si el positivismo clásico buscaba la verdad el racionalismo crítico lo que busca es la ausencia del error. Este CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 43 contexto del positivismo, el clásico y el revisado, es el que influye en las Ciencias Sociales en general y en la Ciencia Política en particular de finales de los 40 y 50, cristalizando aquí en el behaviorismo. Pero esta historia no llega hasta aquí. Alemania nunca fue, desde luego, tierra fértil para el positivismo. En este país europeo, desde comienzos del s. XX, han existido movimientos intelectuales antipositivistas: la Escuela de Frankfurt propugna la Teoría Crítica, de Marcuse, Horkheimer y Adorno. La realidad no consiste únicamente en recopilar datos y verificar datos. La vida no sólo es clasificar y deducir. Ni la razón humana es solamente razón instrumental y objetiva. Los medios, los fines, la emancipación del hombre de todo aquello que lo subyuga, el trabajo, la acción, las metas individuales y colectivas que el hombre se propone para mejorar sus condiciones de vida, han de estar presentes en la ciencia. A lo largo de los años 50, este movimiento caló hondo en el mundo anglosajón inspirando a la Filosofía Analítica y al giro ling“ístico de Wittgenstein, Austin, Ryle, Winch o Louch, por nombrar a los más destacados autores. El salto a la otra orilla del Atlántico no tardó en llegar y así, ya en los 60, nos encontramos en los Estados Unidos la crítica más demoledora del positivismo: Kuhn, los paradigmas y La estructura de la revoluciones científicas 96 : La imagen de la ciencia que Kuhn construye está en las antípodas de la concepción positivista. La ciencia no avanza como un proceso única y exclusivamente racional. La comunidad científica no es un colectivo movido exclusivamente por el puro afán racional de CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 44 conocimiento. Kuhn pone de manifiesto que elementos diferentes al método científico, como el poder o el contexto social, son variables que explican cómo se construye y avanza el conocimiento científico de manera más eficiente que la búsqueda de la verdad o la depuración de errores (De Vera, 2005:97). En las tesis de Kuhn, aunque su propuesta iba dirigida a las Ciencias Naturales, está el germen del post-behaviorismo y de la posibilidad de hacer ciencia política alejada de los presupuestos positivistas. Algunos politólogos, entusiasmados por los paradigmas kuhnianos, se lanzaron a aplicar esta metodología en sus estudios. Ahora bien, no todos los expertos encuentran apropiado el uso de los conceptos kuhnianos. Para Dogan (2001:160-161) no se puede usar la concepción paradigmática de Kuhn en las ciencias sociales en general ni en la ciencia política en particular. Aduce dos razones que expondré brevemente. En primer lugar, se da un cambio de paradigma por otro cuando una única teoría comprobable domina a otra y es aceptada por toda la comunidad científica. En ciencias sociales, y en política, lo que tenemos es la confrontación de innumerables teorías no comprobables, no la erradicación de una teoría por la otra. Por último, para que exista un paradigma, las teorías tienen que referirse a aspectos nucleares, esenciales y fundamentales de su territorio. Pero la realidad social es tan cambiante que no existen esos aspectos fundamentales. Por tanto, la palabra paradigma ha de ser excluida de las ciencias sociales. La ciencia política funciona gracias al progreso acumulativo y al CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 45 aprendizaje a partir de los errores (Dogan, 2001:162-163). Cuando una teoría queda anticuada o es invalidada, no desaparece por completo sino que algo de ella permanece incorporado en las nuevas teorías, al heredar las nuevas que surgen algunos conceptos, métodos y praxis. En la misma línea se expresa Farr (1999:260), que entiende que los conceptos de paradigma y derrocamiento revolucionario no pueden ser aplicados a la estructura de las ciencias sociales en general y a la politología en particular. Sea como fuere, la obra y la terminología de Tomas Kuhn ejerció un impacto profundo en científicos, filósofos, historiadores y politólogos, sin duda. El concepto de revolución o el de paradigma, presentaban un atractivo por el que muchos se dejaron seducir, y fueron muchísimos los que comenzaron a utilizar este aparataje conceptual para explicar todo tipo de fenómenos humanos. En los últimos años, las críticas al positivismo vienen tanto del movimiento postmodernista, R. Rorty entre otros, y de una nueva revitalización de la Escuela de Frankfurt, con Habermas a la cabeza, que critica la pretensión de que el conocimiento científico positivo es el único válido y legítimo. Crítico con la monopolización del entendimiento positivista, defiende la interacción simbólica y sus propias categorías de análisis por las disciplinas histórico- hermenéuticas. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 46 POLÍTICA Podemos hacernos cargo que la vida social, a modo de matrioska rusa, es de una complejidad grandiosa: cada práctica social está inserta en, se definen en términos de, y funciona en relación a un gran número de reglas y procedimientos sociales. El mundo social del hombre es cambiante, y la política que es parte del mundo del hombre también cambia, a la vez conserva algo de lo anterior. Por esto, Murillo Ferrol17 habla de la perenne fugacidad de la política y la ineludible caducidad de las creaciones políticas. A pesar de esta llamada de atención se ha de intentar dar cuenta de los elementos más importantes de la cuestión. ¿Qué entendemos por `Política`? El primer escollo que encontramos es la polisemia del concepto (De Vera, 2005:58), que lo mismo significa 'proceso', que 'decisión', que 'institución'. Donde mejor se comprende esta polisemia es en el idioma inglés, porque tienes hasta tres vocablos para designar a política: - Decisión política o el conjunto de opciones, determinaciones o resoluciones elegidas para conseguir un determinado fin político. POLICY. 17 En el Prólogo al MANUAL DE CIENCIA POLÍTICA. Rafael del Águila (Editor) Trotta Madrid 2009 6ª Edición p.11-12. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 47 - Proceso político o el ejercicio del poder entre actores con intereses divergentes. POLITICS. - Institucionalismo político o conjunto de órganos, organismos, organizaciones y sus respectivas reglamentaciones donde interactúa la política. POLITY. Expresado de otra manera, por política podemos entender el planteamiento de tres cuestiones, claramente interrelacionadas, una por cada uno de los significados: ¿cómo resolvemos los problemas y los conflictos en la sociedad?, ¿cómo se ejerce el poder?, ¿cómo regulamos las acciones del universo humano? La política, el conflicto y su resolución: Policy. Frank Bealey (2003:328), en su Diccionario, afirma que la política atañe a los conflictos colectivos y a su resolución . La política se asocia a la controversia, los conflictos y las luchas, pero también a la toma de decisiones para resolverlos. La política es gestionar recursos, también es actuar, hacer, tomar decisiones, elegir entre las muchas posibilidades o cursos de acción que pueden establecerse. La política y el poder: Politics. Afirma Ignacio Molina (1998:95) en su Diccionario que la política es ladisposición a obrar en sociedad influyendo o utilizando el poder público organizado para lograr el bien común . La idea general sobre la que se establece la política como relación de poderes (Caminal, 2007:33) es que la política se manifiesta en todos los ámbitos de la sociedad. Lo impregna CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 48 todo, podíamos decir de modo coloquial. Condiciona todos los aspectos de la vida de los individuos. Por tanto, la política tiene que ver con conceptos como influencia, poder o autoridad. Los procesos de decisión política dependen de la correlación de fuerzas e influencias. Lo que existe son diferentes niveles de poder e influencia, distintas capacidades de decisión. La mayoría de la sociedad transfiere, mediante elecciones libres y pluralistas, su cuota de decisión a otros para actúen y decidan en su nombre. Antes de avanzar es importante matizar la cuestión del poder. Por política entenderemos el uso limitado del poder social (Goodin & Klingemann, 2001:27). Y es importante resaltar la cuestión de la limitación del poder. El poder ilimitado es fuerza, no poder político. El poder político siempre es limitado. En términos similares argumenta Molina (1998:93): el poder es político cuando se ejerce en un marco donde la coerción es legítima o la recompensa por la obediencia tiene que ver con beneficios provistos por la comunidad. Politics será ahora, una vez perfilada la cuestión, el estudio de la naturaleza y el origen de esas limitaciones y de las técnicas para el uso del poder social (Goodin & Klingemann, 2001:27). El trabajo del politólogo será el analizar esos límites bajo las que se mueven los actores políticos y las maniobras estratégicas que tiene lugar. La política y las Instituciones de Gobierno: Polity. La idea general sobre la que se establece la política como estructura de gobierno (Caminal, 2007:35) es que CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 49 son el conjunto de instituciones políticas las que adoptan las decisiones políticas que vinculan a toda la sociedad civil. Éstas son los poderes públicos del estado, los partidos políticos, las instituciones internacionales, etc. Además, serían el conjunto de individuos que forman parte de esas instituciones, los actores políticos públicos, que tienen unas funciones determinadas y que toman, cada uno también, una serie de decisiones establecidas por la legalidad. Ahora bien, a esta idea general, de una y otra acepción de la política, poder e institución, se pueden hacer determinadas enmiendas que nos hacen ver que la cuestión no es tan simple como aparenta ser. Respecto a la política como relación de poderes, Caminal (2007:34) argumenta que si bien es cierto que hay política en todos los niveles del sistema social, se manifiesta de modo diferente en cada uno de ellos. El poder no está repartido equitativamente entre todos los componentes de la sociedad. No se puede obviar la existencia en nuestra sociedad de una estructura de organización de los procesos y unas relaciones de competencia-colaboración entre los niveles y entre distintos sistemas. El sistema político no es un sistema plano por el que el poder y la influencia se reparte homogéneamente. No se puede obviar que el sistema político se parece mucho a una compleja estructura multidimensional con múltiples interrelaciones entre CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 50 sus partes. Encontramos lugares por donde fluye poco poder y encontramos otros por donde la energía18 fluye con muchísima más fuerza. Respecto a la política como estructura de gobierno, podemos argumentar (Caminal, 2007:36) que si bien es cierto que la política es una cuestión de conjuntos institucionales, también el individuo particular, en los sistemas políticos democráticos, tiene la opción de convertirse en agente político, trascender su ser social y pasar a ser un actor político con pleno derecho. O bien tratan de formar parte de alguno de los niveles institucionales existentes, la práctica de la política profesional; o bien, a través de las otras muchas formas de participación indirecta adquiriendo gran cuota de relevancia o influencia. No se puede obviar la existencia en nuestra sociedad de un conjunto de actores e instituciones políticas que sin ser estructura de gobierno influyen de forma decisiva en el proceso político: Mass media, grupos financieros e industriales, Multinacionales, grupos criminales, instituciones religiosas, etc. El peso político de estos agentes es indiscutible. Como hemos visto, a cada una de las posibles explicaciones de la política, en su forma individualizada, se le pueden sacar sus puntos débiles, sus insuficiencias; pudiendo ser enmendadas, serían incompletas, por tanto. Una correcta descripción de lo político tendría que tener recogidos ambos 18 Poder: energía capaz de conseguir que la conducta de los demás se adapte a la propia voluntad (Molina, 1998:93) CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 51 elementos. Con lo que sería factible describir la política como aquello que surge del trasiego entre ambos polos. Hay elementos en los que una de las polaridades se muestra en su máxima puridad, sea el poder o sea el gobierno; pero además, existen una infinidad de otros elementos políticos en los que vemos como se mezclan de modo heteróclito ambas características. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 52 CIENCIA POLÍTICA. 1. LAS CORRIENTES La Ciencia Política es una disciplina muy plural en la que conviven distintas perspectivas o corrientes o escuelas. ¿Cuáles son éstas? Harto de Vera elige el concepto enfoque para hablar de esta multiplicidad en los frentes de abordaje de la política. Según este autor, son 6 los principales enfoques que existen. Formalismo Institucionalista. A comienzos del s. XX la perspectiva jurídico- formal era la dominante en el análisis político. Su objetivo principal de estudio son las instituciones políticas y las reglas y procedimientos de los gobiernos. Como nace en el marco de la Facultad de Derecho, el interés se centra en las Leyes Constitucionales, las Organizaciones gubernamentales formales y el Derecho Público (De Vera, 2005:135). La Ciencia Política era, exclusivamente, Derecho Político o como diríamos actualmente, Derecho Constitucional. Los defensores de este enfoque asumen la democracia liberal (de Europa y los EEUU) como el centro de sus estudios, dando de lado todo lo concerniente a la sociedad civil y los movimientos sociales. CUADERNOS DE FILOSOFÍA POLÍTICA EL OBJETO DE LA POLÍTICA Fco Javier Benítez Rubio 53 Behaviorismo. El anterior enfoque era insuficiente, como quedó claro cuando las democracias liberales entraron en crisis por la pujanza imparable de los fascismos y los bolcheviques. Fijarse en la estructura política no fue suficiente. Había que poner el énfasis en otros lugares: el proceso político, esto es, el conjunto de interacciones (De Vera, 2005:138) que se produce entre las instituciones políticas y la sociedad. (abía que analizar el political behavior : el comportamiento político. Buscaron, en general, una transformación a gran escala de la disciplina. En lugar de el Estado y de los métodos legales-formales, prefirieron y desarrollaron estrategias de investigación para estudiar comportamiento y proceso , sistema y grupos . Estaba en juego, a su juicio el destino de una ciencia de la política genuinamente predictiva contra la tradición de la investigación normativa e histórica (Farr, Dryzek & Leonard 1999:30). Hay
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