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1 pueden drenarse, pero no debe eliminarse la porción superior de la vesícula. Apósitos húmedos con paños empapados en solución de Burow, con cambios cada 2 a 3 h. La dermatitis de contacto alérgica transmitida por aire puede requerir tratamiento sistémico. El pi- mecrolimús y tacrolimús son eficaces en la dermatitis de contacto alérgica, pero en un menor grado a los glu- cocorticoides. Tratamiento sistémico. Los glucocorticoides están in- dicados si hay ACD grave transmitida por aire. Predni- sona, iniciar con 70 mg (adultos) con reducción gra- dual de la dosis en 5 a 10 mg/día a lo largo de un periodo de una a dos semanas. En la ACD transmitida por aire, cuando es imposible evitar la exposición al alergeno, podría ser necesario el tratamiento de inmu- nodepresión con ciclosporina oral. Figura 2-11. Dermatitis de contacto alérgica de la cara, transmitida por aire. Lesiones extremadamente pruriginosas, confluentes, papulares, erosivas con formación de costras y descamación acompañada de liquenificación de la frente, nariz y carrillos después de la exposición a polvo de madera de pino. Dermatitis atópica 35% de los lactantes con dermatitis alérgica desarrolla asma en etapas tardías de la vida. ■ Asociada con disfunción de la barrera cutánea, reactividad e IgE. ■ Bases genéticas infl uidas por factores ambientales; alteración en la respuesta inmunitaria en los linfocitos T, procesamiento de antígenos, liberación de citocinas infl amatorias, sensibilidad a alergenos e infección. Sinónimos: dermatitis por IgE, “eccema”, eccema atópico. ◐ ■ Trastorno agudo, subagudo o crónico con recaídas. ■ Muy común en la lactancia. ■ La prevalencia alcanza su máximo de 15 a 20% en la infancia temprana. ■ Se caracteriza principalmente por resequedad cutánea y prurito; el frotado constante incrementa la infl amación y liquenifi cación para producir un ciclo de prurito-rascado. ■ El diagnóstico se basa en las manifestaciones clínicas. ■ A menudo asociado con antecedentes personales o familiares de dermatitis atópica, rinitis alérgica y asma; Epidemiología Edad de inicio. Primeros dos meses de vida y en los pri- meros años de vida en 60% de los pacientes; 30% hacia los cinco años de edad y sólo 10% entre los 6 y 20 años. Rara vez inicia la dermatitis atópica en la edad adulta. Género. Ligeramente más común en varones que mu- jeres. ◐ 2 Prevalencia. Entre 7 y 15%, reportaron estudios po- blacionales en la región de Escandinavia y Alemania. Aspectos genéticos. No se ha establecido el patrón de herencia. Sin embargo, en una serie, 60% de los adul- tos con dermatitis atópica tuvieron niños con la enfer- medad. La prevalencia en niños fue más elevada (81%) cuando ambos padres han padecido dermatitis atópica. Alteración de la barrera cutánea. Disminución en la fun- ción de barrera por alteración de la producción de fila- grina, reducción de las concentraciones de ceramida e incremento de la pérdida transepidérmica de agua; des- hidratación de la piel. Factores desencadenantes. Inhalantes. Aeroalergenos específicos, en especial polvo de ácaros y polen. Agentes microbianos. Exotoxinas de Staphylococcus aureus que actúan como superantígenos. También estreptoco- cos del grupo A y rara vez hongos (Candida). Autoalergenos. El suero de los pacientes con dermatitis atópica contiene anticuerpos IgE dirigidos a proteínas humanas. La liberación de estos autoalergenos del te- jido dañado puede desencadenar una respuesta de lin- focitos T o IgE, lo que sugiere la conservación de una inflamación alérgica. Alimentos. Lactantes y niños, pero no los adultos, tienen brotes de dermatitis atópica con el consumo de huevo, leche, cacahuates, soya, pescado y trigo. Otros factores que exacerban la enfermedad Estacional. En climas templados, la dermatitis atópica por lo general mejora en verano y empeora en invierno. Ropa. Aparición de prurito después de retirar la ropa. La lana es un desencadenante importante; la ropa o mantas de lana directamente en contacto con la piel (también ropa de lana de los padres, pelaje de mascotas, tapetes). Estrés. Consecuencia de la enfermedad o puede ser un factor desencadenante en sí mismo de aparición de exacerbaciones de la enfermedad. Patogénesis Hay una interacción compleja de la barrera cutánea, factores genéticos, ambientales, farmacológicos e in- munitarios. Ocurre una reacción de hipersensibilidad de tipo I (mediada por IgE) como consecuencia de la liberación de sustancias vasoactivas por células ceba- das y basófilos que han sido sensibilizados por interac- ción del antígeno con IgE (anticuerpos reagínicos o que causaron sensibilización de la piel). Las células de Lan- gerhans epidémicas poseen gran afinidad con los re- ceptores IgE a través de los cuales puede medirse una reacción de tipo eccematosa. La inflamación aguda en la dermatitis atópica se asocia con el predominio de la expresión de interleucina (IL) 4 y de IL-13 y la inflama- ción crónica en dermatitis atópica con incremento de IL-5, factor estimulador de las colonias de granulocitos y macrófagos, IL-12 e interferón gamma. Así, la infla- mación cutánea en la dermatitis atópica muestra un patrón bifásico de activación de los linfocitos T. Manifestaciones clínicas Síntomas cutáneos. Los pacientes tienen resequedad cutánea. El prurito es la condición sine qua non de la dermatitis atópica; “el eccema es un prurito acompa- ñado de exantema”. El rascado constante ocasiona un círculo vicioso de prurito → rascado → exantema → prurito → rascado. Otros síntomas de atopia. Rinitis alérgica, obstrucción nasal, prurito nasal y conjuntival, lagrimeo; estacional cuando se asocia con exposición al polen. Lesiones cutáneas. Agudas. Placas eritematosas mal definidas, pápulas y placas con o sin descamación. Edema con afección amplia; la piel tiene un aspecto “esponjoso” y edematoso (fig. 2-12). Erosión: hume- dad, con formación de costras. Lineal o puntiforme, que es consecuencia del rascado. En consecuencia a los sitios infectados: S. aureus. Erosiones con secreción (figs. 2-12 y 2-13), pústulas (por lo general de tipo fo- licular) o ambas. La piel se encuentra reseca, cuarteada y hay descamación (fig. 2-13). Crónicas. Liquenificación (engrosamiento de la piel con acentuación de las marcas cutáneas) (figs. 2-14 y 2-17); liquenificación folicular (en especial en personas de piel oscura y negra) (fig. 2-16B); fisuras: dolorosas, en especial en sitios de flexión (fig. 2-15A), en palmas de las manos, dedos y plantas de los pies. Alopecia: tercio externo de la ceja como consecuencia del frotado. Pig- mentación prioritaria, como consecuencia del frotado compulsivo. Pliegue infraorbitario característico por debajo de los párpados (signo de Dennie-Morgan). Distribución. Predilección por los sitios de flexión, región anterior y lateral del cuello, párpados, frente, cara, mu- ñecas y dorso de manos y pies (fig. 2-16). Enfermedad generalizada en casos graves (fig. 2-17A y B). Características especiales relacionadas con la edad Dermatitis atópica en la lactancia. Las lesiones se mani- fiestan como vesículas cutáneas rojizas, pequeñas con una “superficie esponjosa”. Descamación, exudación con costras húmedas y fisuras (figs. 2-12 a 2-14). Dermatitis atópica infantil. Las lesiones son de tipo de pla- cas liquenificadas, papulares, erosiones, costras, en es- pecial en la fosa antecubital y poplítea (fig. 2-15A y B), cuello y cara; puede haber enfermedad generalizada. Dermatitis atópica del adulto. Hay una distribución simi- lar, sobre todo en los sitios de flexión pero también en cara y cuello, con liquenificación y excoriaciones como los síntomas más característicos (fig. 2-17B). Puede haber enfermedad generalizada. 3 Figura 2-13. Dermatitis atópica: tipo infantil. La piel de la frente se encuentra seca, cuarteada y con descamación. Además, hay erosiones secretantes. Figura 2-12. Dermatitis atópica: infantil. Hin-chazónde la cara, eritema confluente, pápulas, mi-crovesículas, descamación y formación de costras. 4 Figura 2-14. Dermatitis atópica infantil. La ubicación típica de la dermatitis atópica en niños es la región alrededor de la boca. En este niño hay liquenificación, formación de fisuras y de costras. A B Figura 2-15. A) Dermatitis atópica infantil. Una de las características de la dermatitis atópica es la liquenificación en las regiones de los pliegues, como se muestra en esta imagen. Obsérvese que el engrosamiento de la piel hace más notables las marcas cutáneas y las erosiones. B) Dermatitis atópica en un niño de raza negra. Pápulas foliculares pruriginosas en la cara posterior de la extremidad inferior. El patrón de eccema folicular es más común en niños de origen asiático y africano. 5 Características especiales relacionadas con el grupo étnico En individuos de raza negra e individuos con piel os- cura es común el eccema folicular; se caracteriza por pápulas foliculares aisladas (figs. 2-15B, 2-17B y 2-18) de los folículos pilosos del sitio afectado. Manifestaciones asociadas Dermografismo “blanco”. La fricción de la piel afecta- da no ocasiona eritema, como ocurre en la piel normal, sino palidez; se retrasa la aparición de palidez por sus- tancias colinérgicas. La ictiosis vulgar y la queratosis pi- lar (keratosis pilaris) (Sección 4) ocurren en 10% de los pacientes. Conjuntivitis primaveral con hipertrofia papilar o en empedrado de la conjuntiva del párpado superior. Rara vez la queratoconjuntivitis atópica es inca- pacitante, por cicatrización corneal. El queratocono es poco común. Las cataratas ocurren en un pequeño por- centaje. Diagnóstico Antecedentes de la infancia y manifestaciones clínicas. Diagnóstico diferencial Dermatitis seborreica, ICD, ACD, psoriasis, eccema numular, dermatofitosis, etapas iniciales de micosis fungoide. Rara vez acrodermatitis enterohepática, sín- drome de glucagonoma, histidinemia, fenilcetonuria; también algunos trastornos inmunitarios incluyendo síndrome de Wiskott-Aldrich, agammaglobulinemia relacionada con el cromosoma X, síndrome de hiper- IgE, deficiencia selectiva de IgA, histiocitosis de célu- las de Langerhans, enfermedad de Letterer-Siwe. Exámenes de laboratorio Cultivo bacteriano. La colonización con S. aureus es muy común en las narinas de la piel afectada; casi Figura 2-16. Sitios de predilección de la dermatitis atópica. 6 A B Figura 2-17. A) Dermatitis atópica infantil. Esta erupción generalizada consiste de pápulas confluentes, inflamatorias que más tarde presentan erosión, excoriaciones y formación de costras. B) Erupción generalizada de las pápulas foliculares que son más intensas en la piel pigmentada que en la normal en una mujer de 53 años de edad de descendencia africana. Hay liquenificación amplia. 7 90% de los pacientes con dermatitis atópica sufren co- lonización/infección secundaria. Debe buscarse S. au- reus resistente a meticilina (MRSA). Cultivos virales. Descartar infección por virus del her- pes simple (HSV) en las lesiones con formación de cos- tra (eccema herpético; Sección 27). Estudios en sangre. Incremento de la IgE en suero, eo- sinofilia. Detección de antígenos de HSV para el diag- nóstico de infección aguda por HSV. Dermopatología. Varios grados de acantosis con edema intercelular interepidémico (espongiosis), que es poco común. El infiltrado cutáneo está compuesto de linfoci- tos, monocitos, células cebadas con o sin eosinófilos. Formas especiales de dermatitis atópica Dermatitis de las manos. Se agrava por humedecer las manos y lavarlas con detergente, jabones fuertes y des- infectantes; ocasiona ICD en el individuo con atopia. Desde el punto de vista clínico, es indistinguible de la ICD “normal” (pág. 21). Dermatitis exfoliativa (Sección 8). Eritrodermia en pacien- tes con afección cutánea extensa. Eritema generaliza- do, descamación húmeda, formación de costras, linfa- denopatía, fiebre y toxicidad sistémica. Complicaciones Infección secundaria por S. aureus y HSV (eccema her- pético, véase Sección 28). Rara vez queratocono, cata- ratas y queratoconjuntivitis con infección herpética secundaria y úlceras corneales. Evolución y pronóstico Los sitios afectados no tratados persisten por meses o años. Ocurre remisión espontánea, más o menos com- pleta durante la infancia en casi 40% de los casos con recurrencias ocasionales más intensas durante la ado- lescencia. En muchos pacientes, la enfermedad persis- te por 15 a 20 años, pero es menos grave. Alrededor de 30 a 50% de los pacientes desarrolla asma, fiebre del Figura 2-18. Dermatitis atópica del adulto. La liquenificación no sólo ocurre en los grandes pliegues de flexión, sino que también afecta la cara de esta mujer de 53 años de edad de extracción indonesia. 8 heno o ambas. La dermatitis atópica de inicio en la edad adulta sigue una evolución más grave. La infec- ción por S. aureus ocasiona erosiones extensas y for- mación de costras mientras que la infección por virus del herpes simple produce eccema herpético, que puede presentarse de por vida (Sección 28). Tratamiento Educación del paciente para evitar el frotado y rasca- do, lo que es de gran importancia. Uso de emolientes. Rara vez es de utilidad el estudio diagnóstico para alergias en individuos sin alergia demostrada; sin em- bargo, en pacientes con hipersensibilidad a los polvos domésticos, varios pólenes y proteínas de cabello ani- mal, la exposición al alergeno apropiado puede ocasio- nar exacerbaciones de la enfermedad. La dermatitis atópica puede exacerbarse con la tensión emocional y el sudor. Debe informarse a los pacientes de sus problemas especiales con la infección por virus del herpes simple e infecciones estafilocócicas adicionales. Etapa aguda 1. Apósitos húmedos con glucocorticoides tópicos; antibióticos tópicos (ungüento de mupirocina), cuando estén indicados. 2. Hidroxizina, 10 a 100 mg cada 6 h para el prurito. 3. Antibióticos orales (dicloxacilina, eritromicina) para eliminar S. aureus y tratar la infección por MRSA de acuerdo a la sensibilidad, como se demuestra por el cultivo. Enfermedad subaguda y crónica 1. Hidratación (baños con aceite o baños con polvo de avena) seguidos de la aplicación de emolientes sin esencia (p. ej., vaselina hidratada), que es el tra- tamiento básico para contrarrestar la xerosis; la aplicación de una loción con 12% de lactato de amonio o 10% de ácido alfa-hidroxi, es muy efi- caz. El uso de jabones es permisible para los plie- gues cutáneos, pero rara vez debe utilizarse jabón en otras partes de la superficie cutánea. 2. Los agentes antiinflamatorios tópicos como los glu- cocorticoides, hidroxiquinolina y alquitrán son la base del tratamiento. De ellos, los glucocorticoides son los más eficaces. Sin embargo, los glucocorti- coides tópicos pueden ocasionar atrofia cutánea si se utilizan por periodos prolongados y también si se emplean con exceso ocasionan supresión del eje hipófisis-suprarrenal. Otro problema es la “fobia a los glucocorticoides”. Los pacientes o sus padres cada vez están más conscientes de los efectos se- cundarios de los glucocorticoides y podrían recha- zar su uso, sin importar el beneficio que pudieran producir. 3. Los inhibidores de la calcineurina, como tacroli- mús y pimecrolimús, han sustituido gradualmente a los glucocorticoides en la mayor parte de los pa- cientes. Suprimen el prurito y la inflamación y no ocasionan atrofia cutánea. Suelen no ser eficaces para suprimir los brotes agudos, pero tienen bue- nos resultados en los brotes menores y en la der- matitis atópica subaguda. 4. Los antihistamínicos orales H1, son útiles para dis- minuir el prurito. 5. Debe evitarse el uso de glucocorticoides sistémi- cos, excepto en casos poco comunes de enferme- dad intratable en adultos; prednisona, 60 a 80 mg/ día cada 24 h por dos días, y después la mitad de la dosis a intervalos de cadados días por los siguien- tes seis días. Los pacientes con dermatitis atópica tienden a ser más dependientes de los glucocorti- coides orales. A menudo, pequeñas dosis (de 5 a 10 mg) hacen la diferencia en el control y pueden reducirse gradualmente a incluso 2.5 mg/día, como suele utilizarse para el control del asma. 6. Fototerapia UVA-UVB (combinación de UVA con UVB con incremento de la radiación en cada trata- miento, con una frecuencia de dos o tres veces por semana). La fototerapia de intervalo estrecho de radiación ultravioleta (311 nm) y la fotoquimiote- rapia con PUVA también son eficaces. 7. En casos graves de dermatitis atópica del adulto y en personas con buena presión arterial sin afección renal, está indicado el tratamiento con ciclospori- na (dosis inicial de 5 mg/kg/día) cuando fracasan otros tratamientos, pero debe realizarse vigilancia estrecha. El tratamiento se limita a tres a seis meses por los posibles efectos secundarios, lo que incluye hipertensión y disminución de la función renal. Debe verificarse la presión arterial una vez por se- mana y realizarse estudios de química sanguínea cada 15 días. La nifedipina puede utilizarse para el incremento moderado de la presión arterial. 8. Los pacientes deben aprender sobre técnicas para el tratamiento del estrés. 1 Epidemiología Frecuencia. Corresponde con 7% de las enfermedades relacionadas con la actividad ocupacional en Estados Unidos, pero los datos sugieren que la incidencia real es de 10 a 50 veces más elevada que la reportada en el U.S. Bureau of Labor Statistics. Se calcula que la ACD no ocupacional ocurre con una frecuencia tres veces supe- rior en comparación con la ACD ocupacional. Edad de inicio. Todas las edades, pero es poco común en niños pequeños y en individuos mayores de 70 años de edad. Ocupación. Una de las causas más importantes de in- capacidad en la industria. Patogénesis La dermatitis de contacto alérgica es la reacción clásica de hipersensibilidad celular tardía. La exposición a sensibilizantes potentes ocasiona la sensibilización en una semana o en periodos similares, mientras que la exposición a alergenos débiles puede tardar meses o años para que se alcance la sensibilización. Los linfoci- tos T sensibilizados circulan en el torrente sanguíneo y se depositan en la piel en los sitios donde se presen- tan los alergenos específicos. Así, toda la piel presenta hipersensibilidad al contacto con el alergeno. Alergenos Los alergenos de contacto son diversos y varían de las sales metálicas a los antibióticos y colorantes para pro- ductos vegetales. Así, los alergenos se encuentran en joyería, productos para cuidado personal, medicamen- tos tópicos, plantas, remedios caseros y compuestos químicos con los cuales puede tener contacto el indivi- duo en el trabajo. Los alergenos más comunes en Esta- dos Unidos se enumeran en el cuadro 2-2. Manifestaciones clínicas La erupción inicia en un individuo sensibilizado 48 h o en términos de días después del contacto con el alergeno; las exposiciones repetidas ocasionan reacciones gradual- mente más intensas, es decir, la erupción empeora. El sitio de la erupción se limita al sitio de exposición. Síntomas. Prurito intenso; en reacciones graves, tam- bién dolor y picazón. Síntomas generales. “Síndrome de enfermedad agu- da”, que incluye fiebre, pero sólo en los casos graves de dermatitis de contacto alérgica (p. ej., exposición a hiedra venenosa; véase más adelante). Lesiones cutáneas Agudas. Eritema bien delimitado y edema y superpo- sición de pápulas muy cercanas o vesículas sin umbili- cación (fig. 2-5); en reacciones graves, ampollas, ero- siones confluentes que exudan suero y formación de costras. Las mismas reacciones pueden ocurrir des- pués de varias semanas en sitios no expuestos. Subagudas. Placas con eritema leve que muestran des- camación con escamas pequeñas, secas, en ocasiones asociadas con pápulas pequeñas, eritematosas, punti- formes o redondeadas y descamación (figs. 2-6 y 2-7). Crónicas. Placas de liquenificación (engrosamiento de la epidermis con líneas de la piel profundas en patrón pa- ralelo o romboidal), descamación con pápulas satélite, pequeñas, de consistencia firme, con borde superior plano o redondeado, excoriaciones y pigmentación. Distribución. Al inicio, limitada al área de contacto con el alergeno (p. ej., lóbulo de la oreja [pendientes], dorso de los pies [zapatos], muñeca (reloj de pulsera], cuello [uso de collares] y labios [lápiz labial]). A menu- do con distribución lineal, con patrones artificiales. El contacto con plantas a menudo ocasiona lesiones li- neales (p. ej., dermatitis por Rhus; véase más adelante). Al inicio limitada al sitio del contacto y más tarde con extensión de la lesión. Extensión. Lesiones aisladas, localizadas a una región (p. ej., dermatitis por el calzado) o generalizadas (p. ej., dermatitis por contacto con plantas). Evolución Evolución de la ACD. La duración de la ACD varía, resol- viéndose en una a dos semanas, pero puede empeorar conforme continúa la exposición de la piel al alergeno. Aguda. Eritema → pápulas → vesículas → erosiones → costras → descamación. Nota: en las formas agudas de dermatitis por con- tacto, las pápulas ocurren sólo en la ACD, pero no en la ICD (cuadro 2-3). Crónica. Pápulas → descamación → liquenificación → excoriaciones. Dermatitis de contacto alérgica ■ Dermatitis eccematosa (pápulas, vesículas, con el prurito). ■ Por una nueva exposición a una sustancia a la cual el individuo se encuentra sensibilizado. ◐ ■ La dermatitis de contacto alérgica es una enfermedad sistémica defi nida por infl amación mediada por células T con especifi cidad para hapteno. ■ Uno de los problemas cutáneos más frecuente, irritante y costoso. 2 CUADRO - PRINCIPALES ALERGENOS POR CONTACTO (DERMATITIS DE CONTACTO EN ESTADOS UNIDOS) Y OTROS ALERGENOS DE CONTACTO COMUNES a Alergeno Principal fuente de contacto Sulfato de níquel Metales en ropa, joyería, agentes catalizadores Sulfato de neomicina Por lo general se encuentra en cremas y ungüentos Bálsamo de Perú Medicamentos tópicos Fragancias mixtas Fragancias, cosméticos Timerosal Antisépticos Tiosulfato sódico de oro Fármacos Formaldehído Desinfectantes, plásticos Cuaternio 15 Desinfectante Bacitracina Ungüentos, polvos Cloruro de cobalto Cementos, galvanización, aceites industriales, agentes enfriadores, sombra de ojos Metildibromo glutaronitrilo, fenoxietanol Conservadores, cosméticos Carba mix Caucho, látex Parafenildiamina Colorantes negros u oscuros para textiles, tinta para impresora Disulfuro de tiuram Caucho Éster del ácido parahidroxibenzoico Agente conservador de alimentos Propilenglicol Conservadores, cosméticos Procaína, benzocaína Anestésicos locales Sulfonamidas Medicamentos Trementina Solventes, limpiadores de zapatos, tinta para impresoras Sales de mercurio Desinfectantes Cromatos Cemento, antioxidantes, aceites industriales, cerillos, cuero Parabenos Biocidas, conservadores Cinamaldehído Fragancias, perfumes Pentadecilcatecoles Plantas, por ejemplo, hiedra venenosa a Más de 3 700 productos químicos se han reportado como causantes de la dermatitis de contacto alérgica. Nota: la ACD siempre se limita al sitio de exposición al alergeno. Los bordes suelen estar bien delimitados al inicio, pero se extienden en la periferia más allá del sitio real de exposición. En el caso de sensibilización fuerte, puede extenderse a otras partes del cuerpo y ocurrir ge- neralización. La principal diferencia entre los irritantes tóxicos y la ACD se resumen en el cuadro 2-3. Exámenes de laboratorio Dermopatología. Aguda. Prototipo de dermatitis espon- giótica con edema intercelular (espongiosis), presencia de linfocitos y de eosinófilos en la epidermis e infiltra- ción de monocitos e histiocitos en la dermis. Crónica. Espongiosis más acantosis, elongación y en- sanchamiento de las papilas; hiperqueratosis e infiltra- do linfocítico. Prueba del parche.En la ACD, la sensibilización se encuentra en cualquier parte de la piel; por tanto, la aplicación del alergeno a cualquier área de piel sana provoca una reacción eccematosa. Una prueba del par- che positiva muestra eritema y pápulas y posiblemen- te vesículas confinadas al sitio de la prueba. La prueba del parche debe retrasarse hasta que la dermatitis haya cedido por al menos dos semanas y debe realizarse en un sitio sin afección previa (véase la sección “Pruebas clínicas”, Introducción). Diagnóstico y diagnóstico diferencial Se realiza con base en la anamnesis y exploración físi- ca, lo que incluye la valoración del sitio y la distribu- ción. El estudio histopatológico puede ser de utilidad; puede verificarse la sustancia agresora (alergeno) utili- zando la prueba del parche. Debe descartarse de ICD (cuadro 2-3), dermatitis atópica (AD), dermatitis sebo- rreica (SD) (cara), psoriasis (palmas de las manos y plantas de los pies), dermatofitosis epidérmica (KOH), 3 Figura 2-5. Dermatitis de contacto alérgica aguda por lápiz labial. La paciente tenía hipersensibilidad a la eosina. Ob- sérvese el eritema brillante con formación de microvesículas. Con la inspección cuidadosa, puede identificarse un componente papular. En esta etapa, hay bordes bien delimitados. Figura 2-6. Dermatitis de contacto alérgica de las manos: cromatos. Pápulas confluentes, vesículas, erosiones y cos- tras en el dorso de la mano izquierda en un trabajador de la construcción con alergia a los cromatos. 4 Figura 2-7. Dermatitis de contacto alérgica por níquel, subaguda. Obsérvese la mezcla de lesiones papulares, vesicu- lares y costras y la pérdida de delimitación clara. El paciente era un relojero retirado que utilizaba un broche metálico en el dorso de la mano izquierda mientras reparaba relojes. Él se sabía alérgico al níquel. CUADRO 2-3 DIFERENCIAS ENTRE DERMATITIS DE CONTACTO ALÉRGICA Y POR IRRITANTES a Dermatitis de contacto por irritantes Dermatitis de contacto alérgica Síntomas Agudos Sensación urente, picazón → prurito Prurito → dolor Crónicos Prurito/dolor Prurito → dolor Lesiones Agudas Eritema → vesículas → erosiones → costras → descamación Eritema → pápulas → vesículas → erosiones → costras → descamación Crónicas Pápulas, placas, fisuras, descamación, costras Pápulas, placas, descamación, costras Bordes y sitio Agudos Bordes bien delimitados, estrictamente limitados al sitio de exposición Bordes bien delimitados, confinados al sitio de la exposición pero se diseminan hacia la periferia; por lo general pápulas pequeñas; puede haber generalización Crónicos Mal definida Mal definida, diseminación Evolución Agudas Rápida (pocas horas después de la exposición) No tan rápida (12 a 72 h después de la exposición) Crónicas Meses o años de exposición repetida Meses o más; exacerbación después de cada nueva exposición Agentes causales Depende de la concentración del agente y del estado de la barrera cutánea; ocurre sólo cuando se rebasa el nivel umbral Relativamente independiente de la cantidad aplicada, por lo general con concentraciones muy bajas es sufi ciente, pero depende del grado de sensibilización Incidencia Puede ocurrir prácticamente en cualquier individuo Ocurre sólo en individuos sensibilizados a Las diferencias se resaltan en negritas. 1 Epidemiología y etiología Edad de inicio. Todas las edades. Es poco probable que individuos muy jóvenes o de edad muy avanzada sufran sensibilización. La sensibilización ocurre de por vida. Etiología. Los pentadecilcatecoles que se encuentran en las plantas de la familia Anacardiaceae son los com- puestos sensibilizadores más comunes en Estados Uni- dos. Producen reacción cruzada con otros compuestos fenólicos como el resorcinol, hexilresorcinol e hidroxi- quinonas. Plantas. Familia Anacardiaceae. Hiedra venenosa (Toxico- dendron radicans), roble venenoso (T. quercifolium, T. di- versilobum). Zumaque venenoso (T. vernix). Plantas rela- cionadas con el grupo de la hiedra venenosa: pimiento brasileño, árbol del anacardo, árbol de ginkgo, árbol de la nuez de la India, árbol de la laca, árbol del mango. Geografía. La hiedra venenosa se encuentra distribui- da en todo Estados Unidos (con excepción de la región suroeste extrema) y el suroeste de Canadá, el roble venenoso se encuentra en la costa oeste de Estados Unidos. El zumaque venenoso y el cornejo venenoso se encuentran en áreas boscosas, pantanosas. Exposición. Trabajadores telefónicos y de la electrici- dad que trabajan en exteriores. Las hojas, tallos, semi- llas, flores, frutos y raíces contienen savia lechosa que se transforma en una resina negruzca con exposición al aire. El aceite de ricino, anacardos sin tostar (el calor destruye el hapteno); aceite de anacardo en la madera (muñecas vudú de Haití, agitadores de madera); resi- nas, tinta de impresión de cáscara de mango. Árbol de nuez de la India: marcador de lavandería. La laca para muebles elaborada con árbol de la laca japonesa. Estación. La fitodermatitis alérgica suele ocurrir en primavera, verano y otoño; puede ocurrir casi todo el año si hay exposición a los tallos o raíces. En la región suroeste de Estados Unidos ocurre todo el año. Patogénesis Todas las plantas del género Toxicodendron contienen alergenos idénticos. Las oleorresinas que se encuentran en la savia de hojas, tallos, semillas, flores, frutos y raí- ces se denominan urushiol. Los haptenos son pentade- cilcatecoles (1,2-dihidroxibencenos, con una cadena lateral de 15 átomos de carbono en la posición tres). El lavado con agua y jabón elimina las oleorresinas. Más de 70% de las personas puede sufrir sensibili- zación. Los individuos de piel oscura son menos sus- ceptibles a la dermatitis alérgica de contacto. Después de la primera exposición (sensibilización), ocurre la dermatitis siete a 12 días más tarde. En personas pre- viamente sensibilizadas (pudo haber ocurrido la expo- sición varias décadas antes), la dermatitis aparece en menos de 12 h después de la nueva exposición. Nota: el líquido de las vesículas no contiene el hap- teno y no puede diseminar la dermatitis. Manifestaciones clínicas Exposición. Dermatitis por hiedra venenosa/roble venenoso. Exposición directa a la planta: la planta se pone en con- tacto con piel expuesta dando origen a lesiones lineales (fig. 2-8); la resina no suele penetrar el grueso estrato córneo de palmas de manos y plantas de los pies. Alimentos que contienen urushiol. Los mangos con cásca- ra o los anacardos sin tostar pueden producir afección de los labios. Por lo general no se experimenta fitoder- matitis alérgica en mucosas, pero la ingestión de urus- hiol puede ocasionar dermatitis de contacto alérgica del ano y perineo. Síntomas cutáneos. Prurito leve a grave. A menudo aparecen síntomas antes de que se observen cambios cutáneos detectables. En algunos casos hay dolor. Síntomas generales. Privación del sueño por prurito. Lesiones cutáneas. Al inicio, placas eritematosas bien delimitadas y lesiones lineales características (fig. 2-8); → pápulas y placas edematosas; pueden ser en espe- cial graves en la cara y región genital, simulando celu- litis (fig. 2-9) → formación de microvesículas → vesí- culas, ampollas o ambas (figs. 2-8 y 2-10) → erupciones, costra. En individuos de piel oscura puede ocurrir hi- perpigmentación posinflamatoria. Distribución. Más común en extremidades expuestas, donde ocurre el contacto con las plantas; puede exten- Dermatitis de contacto alérgica por plantas ■ Conocida como fi todermatitis alérgica (APD). ■ Ocurre en individuos sensibilizados después de la exposición a una amplia variedad de alergenos de origen vegetal. ■ Se caracteriza por dermatitis eccematosa aguda y muy pruriginosa, a menudo con disposición lineal. ■ En Estados Unidos, la hiedra venenosa es la planta implicada más a menudo en esta enfermedad. Nota: la fi tofotodermatitis es una entidad diferente; es unareacción de fotosensibilidad que ocurre en cualquier individuo con exposición a un compuesto químico fotosensibilizante de origen vegetal en la piel y que más tarde se expone a la luz solar (sección 10). ◧ ◐ FORMAS ESPECIALES DE ACD 2 derse la distribución a otros sitios expuestos; suelen respetarse las palmas de las manos y plantas de los pies, sin embargo puede haber afección de los bordes de los dedos. Sitios cubiertos con ropa. Las oleorresinas penetran las ropas y afectan la piel cubierta; el uso de ropa previa- mente contaminada con resina puede ocasionar nue- vas exposiciones cutáneas. Sitios no expuestos. La absorción sistémica puede aso- ciarse con urticaria diseminada, reacción similar al eri- tema multiforme o lesiones escarlatiniformes en sitios distantes a la exposición en algunos individuos con fi- todermatitis alérgica bien establecida. Exámenes de laboratorio Dermopatología. Véase la sección de ACD, antes. Prueba del parche con pentadecilcatecoles. Está contra- indicada porque sensibiliza a los individuos hacia el hapteno. Diagnóstico Se establece por anamnesis y exploración física. Figura 2-9. Fitodermatitis alérgica de la cara: hiedra venenosa. Eritema extremadamente pruriginoso con edema y formación de microvesículas en las regiones periorbitaria y peribucal en una persona previamente sensibilizada; las lesiones aparecieron tres días después de la exposición. Figura 2-8. Fitodermatitis alérgica de la pierna: hie- dra venenosa. Lesiones vesiculares lineales con eritema y edema en la pantorrilla, en los sitios en que hubo contacto di- recto de la piel con hiedra venenosa en los cinco días previos. 3 Diagnóstico diferencial La ACD a otros alergenos, fitofotodermatitis (Sección 10), infección de tejidos blandos (celulitis, erisipela), dermatofitosis inflamatoria, dermatitis alérgica, her- pes zoster temprano y eritema farmacológico fijo. Otras formas especiales de ACD Tratamiento de la ACD Terminación de la exposición. Identificar y eliminar el agente causal. Tratamiento tópico. Ungüentos o geles tópicos de glu- cocorticoides (clases I a III). Las vesículas más grandes Figura 2-10. Fitodermatitis alérgica aguda, bullosa. Esta erupción ocurrió en un paciente que había caminado descalzo a través de un bosque. Más tarde se diseminó en forma de una erupción papular al resto del cuerpo. Se presentaron lesiones similares en el otro pie y la porción distal de la pierna. El diagnóstico diferencial incluyó dermatitis de contacto ampollosa aguda por exposición a orugas. Se descartó fitodermatitis por el tiempo de exposición, porque el cielo estaba muy nublado y la erupción papular que apareció más tarde. La dermatitis por orugas se descartó por las múltiples lesiones y a través de la prueba del parche, en la cual el paciente fue positivo a haptenos de Toxicodendron. La prueba del parche para urushiol ya no se realiza para evitar la sensibilización de los pacientes. ACD sistémica ■ Después de la exposición sistémica a un alergeno que haya causado un cuadro previo de ACD. ■ Reacción tardía mediada por linfocitos T . ■ Ejemplos: ACD a la etilendiamina → reacción subsiguiente a la aminofi lina (que contiene etilendiamina); dermatitis por hiedra venenosa → reacción subsiguiente a la ingestión de anacardo; también antibióticos, sulfonamidas, propilenglicol, iones metálicos, ácido sórbico, fragancias. ACD transmitida por aire ■ Contacto con alergenos transmitidos a través del aire en sitios expuestos del cuerpo, sobre todo en la cara (fi g. 2-11); también se incluyen los párpados, “V” del cuello, brazos y piernas . ■ A diferencia de la ICD transmitida por aire, aparecen lesiones papulares al inicio, muy pruriginosas. ■ La exposición repetitiva y prolongada ocasiona resequedad, ACD liquenifi cada con erosiones y formación de costras (fi g. 2-11) . ■ Ocasionada por alergenos de origen vegetal, en especial del género Compositae, resinas naturales, madereras y aceites esenciales que se volatilizan en sesiones de aromaterapia. Dermatitis de contacto alérgica de la cara Dermatitis de contacto alérgica Dermatitis de contacto alérgica por plantas
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