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Ictiosis Ictiosis vulgar dominante (DIV) ■ Hiperqueratosis perifolicular (queratosis pilar ) por lo general en brazos y piernas. ■ A menudo se acompaña de atopia. ● ■ Se caracteriza por xerosis generalizada casi siempre leve con descamación, más acentuada en las piernas; en los casos graves se observan escamas teseladas de gran tamaño. ■ Palmas de las manos y plantas de los pies hiperlineales. ■ La ictiosis adquirida puede ser una manifestación de enfermedad sistémica, neoplasia maligna, fármacos, enfermedades endocrinas, enfermedades autoinmunitarias e infección por VIH y otras más. ■ Hay grupos de apoyo como la Foundation for Ichthyosis and Related Skin Types (FIRST). Véase un análisis más detallado de las ictiosis en P Fleckman, JJ DiGiovanna, en L Goldsmith et al (eds): Fitzpatrick’s Dermatology in General Medicine, 8th ed. New York, McGraw-Hill, pp 507-538, 2012 . ■ Un grupo de trastornos hereditarios caracterizado por la acumulación excesiva de escamas cutáneas, que van de muy leves y asintomáticas a potencialmente letales. ■ Existe un número relativamente considerable de tipos de ictiosis hereditarias; muchas son muy infrecuentes y suelen formar parte de síndromes multiorgánicos. Se analizan aquí los cuatro tipos más frecuentes e importantes y también se hace una descripción breve de dos ictiosis sindrómicas y la ictiosis que afecta al recién nacido. 72 Clasificación Ictiosis vulgar dominante (DIV) Ictiosis ligada al cromosoma X (XLI) Ictiosis laminar (LI) Hiperqueratosis epidermolítica (EH) Epidemiología Edad de inicio. 3 a 12 meses. Género. Frecuencia igual en varones y mujeres. Heren- cia autosómica dominante. Incidencia. Frecuente (1 en 250). Patogénesis Se desconoce la causa. Hay una disminución o desapa- rición de filagrina. La epidermis prolifera normalmen- te, pero se retiene la queratina y esto da por resultado un estrato córneo engrosado. Manifestaciones clínicas Muy a menudo acompaña a la atopia. Es un problema estético para muchos pacientes, sobre todo cuando la hiperqueratosis es grave. Lesiones cutáneas. Xerosis (piel seca) con descama- ción fina polvosa, pero también escamas más grandes, firmemente adheridas y pegadas en un patrón de esca- 2 ma de pez (figs. 4-1 y 4-2). Hay una afectación general difusa, acentuada en las espinillas, los brazos y la es- palda, las nalgas y la porción lateral de los muslos; quedan indemnes las axilas y las fosas antecubital y poplítea (figs. 4-2 y 4-4); por lo general no hay lesiones de la cara, pero pueden estar afectados los carrillos y la frente. La queratosis pilar es una hiperqueratosis peri- folicular con pápulas foliculares hiperqueratósicas es- pinosas pequeñas de color de piel normal, sean agru- padas o diseminadas, principalmente en las superficies extensoras de las extremidades (fig. 4-3); en los niños también aparecen en los carrillos. Las manos y los pies por lo general no están afectados, pero las marcas pal- moplantares son más acentuadas (hiperlineales). Enfermedades asociadas. Más del 50% de los indivi- duos con DIV también tienen dermatitis atópica, raras veces queratopatía. Diagnóstico diferencial Xerosis e hiperqueratosis. Xerosis; ictiosis adquiridas y todas las demás formas de ictiosis. Exámenes de laboratorio Dermopatología. Hiperqueratosis compacta; hay reduc- ción o abolición de la capa granulosa; se observan grá- nulos de queratohialina pequeños y mal formados en el examen con microscopio electrónico; la capa germi- nativa está aplanada. Diagnóstico Se basa en las manifestaciones clínicas; se observan gránulos de queratohialina anormal en el examen con microscopio electrónico. Evolución y pronóstico Mejoría en el verano, en climas húmedos y en la edad adulta. La queratosis pilar que aparece en los carrillos durante la infancia por lo general mejora en la edad adulta. Figura 4-1. Ictiosis vulgar: tórax. Hiperqueratosis con escamas finas parecidas a las de los peces en la región pectoral. Esta es una forma leve de ictiosis vulgar. 74 Parte I Trastornos que se presentan en la piel y mucosas Tratamiento Hidratación del estrato córneo. Se logra mejor con la inmersión en un baño seguida de la aplicación de vase- lina. Las cremas que contienen urea fijan agua en el estrato córneo. Queratolíticos. Mezclas de propilenglicol-glicerina-áci- do láctico. Propilenglicol (44 a 60% en agua); ácido sali- cílico al 6% en propilenglicol y alcohol, que se utilizan bajo apósito oclusivo de plástico (hay que tener presen- te el hipersalicilismo). Los ácidos α-hidroxi (ácido lácti- co o ácido glicólico) controlan la descamación. Las cre- mas y lociones que contienen urea (2 a 10%) son eficaces. Retinoides sistémicos. La isotretinoína y la acitretina son muy eficaces, pero es necesario vigilar que no sur- jan efectos tóxicos. Sólo los casos graves precisan tra- tamiento intermitente. Figura 4-3. Ictiosis vulgar: queratosis pilar: brazo. Se pre- sentan pequeñas espinas córneas, foliculares, como una manifes- tación de ictiosis vulgar leve; se originan principalmente en los hombros, los brazos y los muslos. La descamación de la piel no folicular produce manchas hipomelánicas (menos pigmentadas) similares a la pitiriasis alba (compárese con la figura 3-18). Figura 4-2. Ictiosis vulgar: piernas. Escamas teseladas (en forma de tejas) grisáceas, firmemente fijas. Es muy evidente la similitud con la piel de pescado o la piel de un anfibio. Obsérvense las fosas poplíteas indemnes. Esta es una forma de ictiosis vulgar más grave. 3 Ictiosis ligada al cromosoma X (XLI) ICD-9: 701.1 ° ICD-10: Q 80.1 ■ Laboratorio: aumenta la concentración de sulfato de colesterol; se incrementa la movilidad de las lipoproteínas β en la electroforesis. Disminución o abolición de sulfatasa de esteroide. Dermopatología: hiperqueratosis y capa granulosa presente. ■ Diagnóstico prenatal: amniocentesis, disminución de la concentración de sulfatasa de esteroide en las muestras de vellosidades coriónicas. ■ Evolución: no se observa mejoría con la edad. Es peor en climas templados y durante el invierno. ■ Tratamiento: hidratación del estrato córneo y queratolíticos como en la ictiosis vulgar. Mejoría notable con retinoides sistémicos (acitretina e isotretinoína), tratamiento intermitente con vigilancia cuidadosa de la toxicidad. ◧ ◐ ■ Se presenta en varones, recesivo ligado a X; locus del gen XP22.32. ■ Defi ciencia de sulfatasa de esteroide. Acumulación de sulfato de colesterol que produce hiperqueratosis por retención asociada a proliferación epidérmica normal. ■ Prevalencia: 1:2 000 a 1:6 000. ■ Comienza poco después del nacimiento. ■ Escamas prominentes, de color pardo sucio en el cuello, las extremidades, el tronco y las nalgas (fi g. 4-5). ■ Afectación de las regiones fl exoras (fi g. 4-6). ■ No hay afectación de las palmas de las manos ni las plantas de los pies. ■ Se observan opacidades corneales del estroma en forma de coma (asintomáticas) en 50% de los varones adultos. Se presentan en algunas mujeres portadoras. Queratosis pilar Figura 4-4. Distribución de la ictiosis vulgar. Los puntos indican queratosis pilar. 1 Patogénesis La piel se vuelve muy sensible al tacto. La hiperexcitabi- lidad muy anormal con aparición de prurito de la piel liquenificada se origina en respuesta a estímulos exter- nos mínimos que podrían no desencadenar una respues- ta de prurito en la piel normal. Muchos pacientes pue- den tener dermatitis atópica o un antecedente atópico. Los síntomas cutáneos consisten de prurito, a me- nudo en paroxismo. La piel liquenificada es como una zona ergógena; produce placer al rascado. El frotado se vuelve automático y es un hábito inconsciente. Manifestaciones clínicas Lesiones cutáneas. Una placa sólida de liquenificación se origina en la confluencia de pápulas pequeñas (fig. 2-19). La piel tiene engrosamientopalpable; las marcas cutáneas (apenas visibles en la piel normal) se acen- túan y pueden observarse con facilidad. Excoriaciones. Hiperpigmentación, por lo general de color rojo mate y más tarde de color pardo o negruzco, en especial en piel oscura. Lesiones redondeadas, ovales o lineales (siguiendo el patrón de rascado). Por lo general bien definidas. Lesiones únicas aisladas o varias placas. Re- gión de la nuca (mujeres) (fig. 2-19), piel cabelluda, tobillos, porción inferior de las extremidades, porción superior de los músculos, cara exterior de los antebra- zos, vulvar, pubis, regional, escroto y región inguinal. En la piel oscura, la liquenificación puede asumir un tipo especial de patrón que consiste de varias pápulas pequeñas (2 a 3 mm) muy cercanas, en forma de un “patrón folicular” (fig. 2-15B). Diagnóstico diferencial Incluye placas pruriginosas crónicas de la psoriasis vulgar, etapas iniciales de las micosis fungoides, ICD, ACD y dermatofitosis epidérmica. Exámenes de laboratorio Dermopatología. Hiperplasia de todos los componentes de la epidermis: hiperqueratosis, acantosis y elongación y ensanchamiento de la red de puentes intercelulares. En la dermis, hay un infiltrado inflamatorio crónico. Tratamiento Dificultad. Explicar al paciente que se debe evitar el fro- tado y rascado. Pueden utilizarse apósitos oclusivos por la noche. Las preparaciones de glucocorticoides tópicos o las preparaciones de alquitrán con apósitos oclusi- vos son eficaces para brazos y piernas. Los glucocorti- coides incorporados en cinta adhesiva plástica también son eficaces si permanecen por 24 h. Bota de Unna: un apósito de gasa impregnado con pasta de óxido de cinc, que se coloca en forma de un calcetín alrededor de la piel liquenificada. Puede dejarse hasta por una semana. La triamcinolona intralesional a menudo es muy eficaz en lesiones pequeñas (3 mg/ml; mayores con- centraciones pueden causar atrofia). Hidroxizina oral, puede ser de utilidad 25 a 50 g por la noche. Algoritmo sugerido de tratamiento de la dermatitis atópica ■ Antibióticos orales y tópicos para eliminar S. aureus. ■ Hidroxizina para eliminar el prurito. Página electrónica: http://www.aad.org/pamphlets/eczema. htm l ■ Uso de emolientes como tratamiento de base para la resequedad. ■ Supresión de la dermatitis atópica leve a moderada con la administración tópica prolongada de pimecrolimús o tacrolimús y continuar con emolientes . ■ Supresión de los brotes graves con glucocorticoides tópicos seguidos de pimecrolimús o tacrolimús y emolientes . Liquen simple crónico (LSC) ■ El LSC puede durar por décadas a menos que el frotado y el rascado se interrumpan por medio de tratamiento. ■ Ocurre en individuos mayores de 20 años de edad, es más frecuente en mujeres y tal vez es más común en individuos de origen asiático. ◧ ◐ ■ Una forma especial y localizada de liquenifi cación, que aparece en placas circunscritas. ■ Es consecuencia del frotado y rascado repetitivos. ■ La liquenifi cación es una característica de la dermatitis atópica, ya sea generalizada o localizada. 2 Figura 2-19. Liquen crónico simple. Eccema folicular, confluente, papular, que crea una placa de liquen simple crónico del cuello posterior y de la piel cabelluda occipital. La enfermedad ha estado presente por varios años como consecuencia del frotado crónico de la región. Existen dos situaciones clínicas diferentes con respec- to a la naturaleza de los cambios cutáneos: I. Los cambios cutáneos son datos incidentales en individuos sanos y enfermos, que se detectan du- rante la exploración física general habitual. • “Tumoraciones y manchas”: muchas lesiones asintomáticas que no tienen consecuencia mé- dica pueden manifestarse en personas sanas y enfermas y no ser éstas la razón por la que acu- den con el médico; cada médico general debe ser capaz de identificar estas lesiones para dife- renciarlas de lesiones asintomáticas, pero de importancia, por ejemplo lesiones malignas. • Lesiones cutáneas importantes que no han sido no- tadas por el paciente pero que no deben ser pa- sadas por alto por el médico: por ejemplo, ne- vos atípicos, melanoma, carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular, man- chas de color café con leche en la enfermedad de von Recklinghausen y xantomas. II. Los cambios cutáneos son el síntoma principal del paciente. • Problemas “menores”: por ejemplo, exantema pruriginoso localizado, “erupciones”, exante- mas en ingles, nódulos como moles comunes y queratosis seborreica. • Las “cuatro S”: signos cutáneos graves en pa- cientes enfermos (serious skin signs in sick pa- tients). SIGNOS CUTÁNEOS GRAVES EN PACIENTES ENFERMOS • Exantema rojizo generalizado con fiebre • Exantemas virales. • Exantemas por rickettsiosis. • Exantemas medicamentosos. • Infecciones bacterianas con producción de toxinas. • Exantema rojizo generalizado con la formación de am- pollas y lesiones notables en la boca • Eritema multiforme (mayor). • Necrólisis epidérmica tóxica. • Pénfigo. • Penfigoide ampolloso. • Exantemas medicamentosos. • Exantema rojizo generalizado con pústulas • Psoriasis pustulosa. • Exantemas medicamentosos. • Exantemas generalizados con vesículas • Herpes simple diseminado. • Herpes zóster generalizado. • Varicela. • Exantemas medicamentosos. • Exantema rojizo generalizado con descamación en todo el cuerpo • Eritrodermia exfoliativa. • Habones generalizados con hinchazón de tejidos blan- dos • Urticaria y angioedema. • Púrpura generalizada • Trombocitopenia. • Púrpura fulminante. • Exantemas medicamentosos. • Púrpura generalizada palpable • Vasculitis. • Endocarditis bacteriana. • Infartos cutáneos múltiples • Meningococemia. • Enfermedades gonocócicas. • Coagulación intravascular diseminada. • Infartos cutáneos localizados • Calcifilaxis. • Ateroesclerosis obliterante. • Ateroembolia. • Necrosis por warfarina. • Síndrome de anticuerpos antifosfolípidos. • Edema facial inflamatorio con fiebre • Erisipela. • Lupus eritematoso. MÉTODO PARA EL DIAGNÓSTICO DERMATOLÓGICO PERFIL DEL DIAGNÓSTICO DERMATOLÓGICO A diferencia de otros campos de la medicina clínica, se debe explorar al paciente antes de realizar la anamne- sis, porque éste puede ver sus lesiones y por tanto res- ponder al interrogatorio médico de manera poco fide- digna al añadir su propia interpretación del origen o causa de las erupciones cutáneas. Así, la precisión diagnóstica es mayor cuando se realiza una explora- ción objetiva sin ideas preconcebidas. Sin embargo, la anamnesis siempre debe llevarse a cabo, pero si se ob- tiene durante la exploración física o después de la misma, puede estar más coordinada y dirigida siguien- do los datos objetivos que se hayan encontrado. Así, Introducción xxvii reconocer, analizar e interpretar de manera apropiada las lesiones cutáneas es una condición sine qua non del diagnóstico dermatológico. EXPLORACIÓN FÍSICA Aspecto: incómodo, “tóxico”, por estado general. Signos vitales: pulso, frecuencia respiratoria, tempe- ratura. Piel: “Aprender a leer”. Debe explorarse la totalidad de las lesiones cutáneas y esto debe incluir las muco- sas, regiones genital y anal, cabello, uñas y ganglios linfáticos periféricos. La exploración de la piel es como leer un libro de texto. Las lesiones cutáneas básicas son como letras del alfabeto: su forma, color, aspecto de los bordes y otras características combinadas darán origen a palabras y su distribución y ubicación corres- ponden a una oración o párrafo. El prerrequisito del diagnóstico dermatológico es el reconocimiento de 1) tipo de lesión cutánea, 2) color, 3) aspecto de los bor- des, 4) consistencia, 5) forma, 6) disposición y 7) distri- bución de las lesiones. Reconocimiento de las letras: tipos de lesiones cutáneas • Mácula (del latín: macula, “mancha”). Una mácula es un área circunscrita de cambio de color en la piel sin elevación o depresión. Por tanto, no es palpable. Las máculaspueden estar bien o mal definidas. Las má- culas pueden ser de cualquier tamaño o color (ima- gen I-1). Blancas como en el vitíligo; pardas como en las manchas de color café con leche; azulosas como en las manchas mongólicas o rojizas como ocurre en las anomalías vasculares permanentes como en las manchas en color rojo vinoso o las dila- taciones capilares por inflamación (eritema). La pre- sión a través de una lámina de vidrio (diascopia) en el borde de una lesión rojiza detecta la extravasa- ción de eritrocitos. Si el color rojo permanece bajo presión por la laminilla, la lesión es purpúrica, es decir, es consecuencia de la extravasación de eritro- citos; si desaparece el color rojizo, la lesión se debe a la dilatación vascular. Un exantema formado de máculas se denomina exantema macular. • Pápula (del latín: papula, “grano”). Una pápula es una lesión superficial, elevada, sólida, por lo general con <0.5 cm de diámetro. La mayor parte de ellas se encuentra elevada sobre el plano de la piel circun- dante (imagen I-2). Una pápula es palpable. Puede estar bien o mal definida. En las pápulas la eleva- ción es causada por depósitos metabólicos o produ- cidos localmente por medio de infiltrados celulares localizados, inflamatorios o no inflamatorios, o Imagen I-1. Mácula Imagen I-2. Pápula xxviii Introducción bien, por hiperplasia de elementos celulares locales. Las pápulas superficiales están bien delimitadas. Una pápula cutánea profunda tiene bordes poco de- limitados. Las pápulas pueden tener forma de cúpu- la, cónica o aplanada (como en el liquen plano) o bien, consistir de múltiples elevaciones pequeñas, muy cercanas, que se conocen como vegetaciones (imagen I-2). Un exantema formado por pápula se conoce como exantema papular. Los exantemas pa- pulares también pueden agruparse (“liquenoide”) o ser diseminados (dispersos). La confluencia de pápulas ocasiona el desarrollo de elevaciones más grandes, por lo general con borde superior plano, circunscritas, con patrón de meseta, conocidas como placas. Véase más adelante. • Placa. Una placa es una elevación en meseta por arriba de la superficie cutánea que ocupa áreas de superficie corporal relativamente grandes en com- paración con su altura por arriba de la piel (imagen I-3). Suele ser una lesión bien definida. Con fre- cuencia se forma por la confluencia de pápulas, como ocurre en la psoriasis. La liquenificación es la formación de una placa grande menos definida, donde la piel tiene un aspecto engrosado y se acen- túan los bordes cutáneos. La liquenificación ocurre en casos de dermatitis atópica, dermatitis eccema- tosa, psoriasis, liquen simple crónico y micosis fun- goides. El término placa también hace referencia a una elevación menor, apenas un poco más elevada que una mácula, como las lesiones que se observan en la parapsoriasis o en el sarcoma de Kaposi. • Nódulo (del latín: nodulus, “nudo pequeño”). Un nó- dulo es una lesión palpable, sólida, redondeada o elipsoidal que es más grande que una pápula (ima- gen I-4) que puede afectar la epidermis, dermis o tejido subcutáneo. La profundidad de la afectación y el tamaño hace la diferencia en el nódulo de la pápula. Los nódulos son consecuencia de infiltrados inflamatorios, neoplasias o depósitos metabólicos en la dermis o tejido subcutáneo. Los nódulos pue- den encontrarse bien definidos (superficiales) o mal definidos (profundos); si se localizan en el tejido Imagen I-3. Placa Imagen I-4. Nódulo Introducción xxix subcutáneo, a menudo pueden palparse más que observarse. Los nódulos pueden tener consistencia dura o blanda a la palpación. Se encuentran en forma de cúpula o lisos o bien, tienen una superficie verrugosa o una depresión central umbilicada. • Habón o roncha. Una roncha es una pápula o una placa de color rojizo pálido, cuya porción superior tiene aspecto redondeado o plano, evanescente, que desaparece en 24 a 48 h (imagen I-5). Es ocasio- nada por edema en la porción capilar de la dermis. Los habones pueden tener un aspecto redondeado, espiral o irregular con seudópodos; cambian con ra- pidez de forma y tamaño por el edema papilar cam- biante. Un exantema formado por ronchas se cono- ce como exantema urticariforme o urticaria. • Vesícula-ampolla (del latín: vesicula, “vejiga peque- ña” o bulla, “burbujas”). Una vesicula (<0.5 cm) o ampolla (>0.5 cm) es una cavidad superficial cir- cunscrita, elevada, que contienen líquido (imagen I-6). Las vesículas tienen forma de cúpula (como las que se observan en la dermatitis de contacto, der- matitis herpetiforme) umbilicadas (como en el her- pes simple) o flácidas (como en el pénfigo). A me- nudo, la porción superior de la vesícula/ampolla es tan delgada que es transparente y puede observarse el suero o la sangre contenida en la cavidad. Las ve- sículas que contienen suero son de color amarillen- to; las que contienen sangre son de color rojizo a negruzco. Las vesículas y ampollas se originan de la separación de varios niveles de la piel superficial; la separación puede ser subcorneal o en la epider- mis visible (p. ej., vesículas intraepidérmicas) o en la interfaz entre la epidermis y la dermis (subcutá- neas), como se muestra en la imagen I-6. Como las vesículas/ampollas siempre son superficiales, por lo general están bien definidas. Un exantema formado por vesículas se conoce como exantema vesicular, mientras aquél formado principalmente por ampo- llas se denomina exantema ampolloso. Imagen I-5. Habón o roncha Imagen I-6. Vesícula xxx Introducción • Pústula (del latín: pustula). Una pústula es una cavi- dad superficial circunscrita de la piel que contiene exudado purulento (imagen I-7), que puede ser de color blanquecino, amarillento, verdoso-amarillento o hemorrágico. Las pústulas difieren de las vesículas en que no son de color claro y pueden tener conteni- do turbio. Este proceso puede originarse de folículos pilosos o en forma independiente. Las pústulas pue- den variar de tamaño y forma. Suelen tener una forma de cúpula, pero las pústulas foliculares pueden tener aspecto cónico y suelen contener un cabello en el centro. Las lesiones vesiculares del herpes simple y las infecciones por el virus de la varicela-zóster pue- den ser de tipo pustuloso. Un exantema formado por pústulas se conoce como exantema pustuloso. • Costra (del latín: crusta, “corteza o cáscara”). Las cos- tras se desarrollan cuando el suero, sangre o exudado purulento se seca sobre la superficie cutánea (imagen I-8). Las costras pueden ser delgadas, delicadas y fria- bles o bien, pueden ser gruesas y adherentes. Las costras son de color amarillento cuando se forman por el suero reseco; de color verdoso o amarillento y en verdoso cuando se forman por exudado purulen- to; son pardas, de color rojo oscuro o negruzco cuan- do se forman a partir de la sangre. Las costras super- ficiales ocurren cuando partículas de color ámbar, delicadas, brillantes se depositan en la superficie de la piel y suelen ser características de impétigo. Cuan- do el exudado involucra toda la epidermis, las costras pueden ser gruesas y adherentes y pueden acompa- ñarse de necrosis de los tejidos profundos (p. ej., de la dermis), trastorno conocido como ectima. • Descamación (del latín: squama, “escamas”). La des- camación es consecuencia del desprendimiento del estrato córneo (imagen I-9). Pueden ser hojuelas grandes (como membranas, de aspecto pitiriásico) (del griego: pityron, “salvado”), adherentes o sueltas. El exantema formado por pápulas con descamación se conoce como exantema papuloescamoso. • Erosión. Una erosión es un defecto que sólo afecta la epidermis, sin afectar la dermis (imagen I-10); a diferencia de la úlcera, que siempre cura con la for- mación de cicatrices (véase más adelante), una ero- sión cura sin formación de cicatrices. Una erosión se encuentra bien definida, es de color rojizo y exuda líquido. Hay erosiones superficiales, subcor- neales porque afectan sólo la epidermis, además de relaciones profundas,cuya base se encuentra en la región papilar de la dermis (imagen I-10). Con ex- cepción de las agresiones físicas, las erosiones siem- Imagen I-7. Pústula Imagen I-8. Costra Introducción xxxi pre son consecuencia de separación entre las capas de la epidermis o subepidérmicas y por tanto son consecuencia de vesículas o ampollas. • Úlcera (del latín: ulcus). Una úlcera es una lesión cutá- nea que se extiende hacia la dermis o más profunda (imagen I-11) hacia el tejido subcutáneo y siempre ocurre en el tejido con alteración patológica. Una úl- cera siempre es secundaria a algún trastorno. La alte- ración patológica de los tejidos que da origen a una úlcera suele observarse en el borde o en la base de la úlcera y es útil para determinar su causa. Otras ca- racterísticas útiles en este sentido son la elevación de los bordes, depresión de los mismos, consistencia dura o aspecto esponjoso; la ubicación de la úlcera, presencia de secreción y las características topográfi- cas, como la presencia de nódulos, excoriaciones, va- ricosidades, distribución del vello corporal, presencia o ausencia de sudor y la presencia de pulsos arteriales. Una úlcera siempre cura con formación de cicatriz. Imagen I-9. Descamación Imagen I-10. Erosión Imagen I-11. Úlcera xxxii Introducción • Cicatriz. Una cicatriz es la sustitución con tejido fi- broso de un defecto por una úlcera o herida previa. Las cicatrices pueden ser hipertróficas y duras (ima- gen I-12) o atópicas y de consistencia blanda con adelgazamiento o pérdida de todos los comparti- mientos hísticos de la piel (imagen I-12). • Atrofia. Este término hace referencia a la disminu- ción de algunas o de todas las capas de la piel (ima- gen I-13). La atrofia epidérmica se manifiesta por adelgazamiento de la epidermis, la cual puede tor- narse transparente, revelando los vasos papilares y subpapilares; hay pérdida de la textura cutánea y plegamiento de la piel. En la atrofia dérmica, hay pérdida del tejido conjuntivo de la dermis y la lesión se encuentra deprimida (imagen I-13). • Quiste. Un quiste es una cavidad que contiene líqui- do o que es sólida o semisólida (imagen I-14) y puede ser superficial o profunda. A la inspección tiene un aspecto esférico, más a menudo como una pápula o nódulo con forma de cúpula, pero a la palpación tiene consistencia elástica. Está recubierto por un epitelio y a menudo tiene una cápsula fibrosa; de- pendiendo de su contenido es el color de la piel; el color puede ser amarillento, rojizo o violáceo. Un quiste epidérmico que produce material queratinoso y un quiste piloso que está recubierto por un epitelio con múltiples capas, se muestran en la imagen I-14. Imagen I-12. Cicatriz Imagen I-13. Atrofi a Imagen I-14. Quiste Introducción xxxiii Acomodando las letras para formar palabras: características adicionales para identificar las lesiones • Color. Rosadas, rojizas, violáceas (las lesiones pur- púricas no palidecen con la presión con una lamini- lla de cristal [diascopia]), blanquecinas, oscuras, pardas, negruzcas, azulosas, grisáceas y amarillen- tas. El color puede ser uniforme o variado. • Bordes. Bien definidos (pueden dibujarse con la punta de un lápiz) o mal definidos. • Forma. Redondeada, oval, poligonal, policíclicas, anulares, irregulares, umbilicadas. • Palpación. Debe tomarse en consideración 1) consis- tencia (blandas, firmes, duras, fluctuantes), 2) varia- ciones en la temperatura (calientes, frías) y 3) movili- dad. Obsérvese la presencia de dolor a la palpación y debe valorarse la profundidad de la lesión (p. ej., tér- mica o subcutánea). Formando oraciones y comprendiendo el texto: valoración de la disposición, patrones y distribución • Número. Lesiones únicas o múltiples. • Disposición. Las lesiones múltiples pueden estar 1) agrupadas: herpetiforme, arciforme, anular, reticula- da (en forma de malla), lineal, irregular o 2) disemi- nada: dispersa, con lesiones aisladas. • Confluencia. Presente o ausente. • Distribución. Considere 1) extensión: aisladas (lesio- nes únicas), localizadas, regionales, generalizadas, universales y 2) patrón: simétricas, áreas expuestas, sitios de presión, regiones intertriginosas, localiza- ción folicular, aleatoria, en el trayecto de los derma- tomas o de las líneas de Blaschko. En el cuadro I-1 se proporcionan algoritmo que mues- tra la forma de proceder. ANTECEDENTES Demográficos. Edad, grupo étnico, género, ocupación. Antecedentes 1. Síntomas generales. • Síndrome de “enfermedad aguda”: cefaleas, escalofríos, fiebre, debilidad. • Síndrome de “enfermedad crónica”: fatiga, debilidad, anorexia, pérdida de peso, malestar general. 2. Antecedentes de las lesiones cutáneas. Siete pre- guntas fundamentales: • ¿Cuándo? Tiempo de inicio. • ¿Dónde? Sitio de inicio. • ¿Duele o se acompaña de prurito? Síntomas. • ¿Se ha diseminado? (patrón de diseminación). Evolución. • ¿Cómo han cambiado las lesiones individua- les? Evolución. • Factores desencadenantes. Calor, frío, luz so- lar, ejercicio, antecedentes de viajes, ingestión de fármacos o drogas, embarazo, estacional. • ¿Tratamientos previos? Tópicos y sistémicos. 3. Antecedentes generales del padecimiento actual dependiendo de la situación clínica, con atención particular a los síntomas generales y prodrómicos. 4. Antecedentes personales patológicos. • Operaciones. • ¿Enfermedades (hospitalización)? • Alergias, en especial alergias a fármacos. • Medicamentos (pasados y actuales). • Hábitos (tabaquismo, consumo de alcohol, abuso de drogas). • Antecedentes de atopia (asma, fiebre del heno, eccema). 5. Antecedentes heredofamiliares (en particular psoriasis, atopia, melanoma, xantomas, esclero- sis tuberosa). 6. Antecedentes sociales con particular atención a la ocupación, pasatiempos, exposiciones, viajes, uso de drogas inyectables. 7. Antecedentes sexuales: factores de riesgo para VIH: transfusiones sanguíneas, drogas intraveno- sas, actividad sexual, múltiples parejas sexuales, enfermedades de transmisión sexual. REVISIÓN DE LOS SÍNTOMAS Debe realizarse según esté indicado con base en la si- tuación clínica, con particular atención a la posible conexión entre los signos y enfermedades de otros aparatos y sistemas (p. ej., síntomas reumáticos, mial- gias, artralgias, fenómeno de Raynaud, síntomas del síndrome de sicca). Ictiosis Liquen simple crónico (LSC) MÉTODO PARA EL DIAGNÓSTICO DERMATOLÓGICO
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