Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Tratamiento antimicrobiano PRINCIPIOS GENERALES • El inicio apropiado y oportuno del tratamiento antimicrobiano en urgencias reduce la morbimortalidad. • La optimización del uso de los antimicrobianos existentes en urgencias no solo maximiza su efecto sino que disminuye el desarrollo de resistencia antimicrobiana. Abordaje de las infecciones en urgencias • La sospecha clínica razonable de infección debe orientar cualquier decisión sobre el inicio del tratamiento antimicrobiano. • Las pruebas diagnósticas rápidas para patógenos virales (p. ej., gripe) pueden ayudar a identificar infecciones respiratorias habituales con poca probabilidad de beneficiarse de los agentes antibacterianos. • Cuando sea factible, deben obtenerse cultivos microbiológicos del presunto sitio(s) de infección (p. ej., orina, sangre, heridas) antes de administrar antimicrobianos, particularmente en los pacientes con enfermedad moderada a grave que requieran la hospitalización1. Tratamiento antimicrobiano en la sala de urgencias • El uso de antibióticos debe considerar lo siguiente: ∘ Espectro de la cobertura antibiótica. ▪ En infecciones de leve a moderadas se recomienda una cobertura antibiótica de espectro limitado dirigida hacia el microorganismo causal más probable (p. ej., Escherichia coli para infección de las vías urinarias). ▪ En infecciones graves o pacientes críticos está indicado el tratamiento antimicrobiano de amplio espectro y debe cubrir bacterias grampositivas y negativas (incluyendo Pseudomonas aeruginosa). □ Si existen enfermedades crónicas (p. ej., diabetes mellitus, enfermedad renal 294 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org crónica), inmunosupresión o sospecha de infección nosocomial, la cobertura empírica también debe incluir organismos resistentes a múltiples fármacos (p. ej., Staphylococcus aureus resistente a meticilina, enterococo resistente a vancomicina, bacilos gramnegativos resistentes a múltiples fármacos). □ La cobertura antimicótica empírica puede considerarse en pacientes con múltiples factores de riesgo para candidiasis invasiva (p. ej., catéter venoso central, nutrición parenteral total, hemodiálisis, administración previa de antibióticos de amplio espectro, procedimientos gastrointestinales y pacientes inmunodeprimidos). ▪ Los antibiogramas institucionales o específicos del departamento de urgencias pueden ayudar a seleccionar empíricamente los antimicrobianos, particularmente ante la sospecha de organismos habituales (p. ej., S. aureus, E. coli, P. aeruginosa). ▪ Los datos sobre los cultivos microbiológicos previos en pacientes con infecciones recurrentes, incluyendo los perfiles de resistencia antibiótica, también pueden facilitar la selección de antibióticos. ∘ Dosis adecuada para alcanzar y mantener la actividad. ▪ En la infección leve a moderada es aceptable el tratamiento antimicrobiano oral. ▪ En pacientes críticos u otros con compromiso de la absorción gastrointestinal se prefiere el tratamiento intravenoso para alcanzar las concentraciones séricas adecuadas del fármaco. ▪ Puede ser necesario ajustar las dosis en pacientes con alteración de la función renal y/o hepática2. ∘ Toxicidad farmacológica potencial. ▪ Considerar las interacciones farmacológicas potenciales con los medicamentos que toma el paciente en su hogar u otros administrados en urgencias. ▪ En caso de lesión renal aguda, evitar los agentes nefrotóxicos potenciales. ▪ En las mujeres, la selección de antimicrobianos se basa en el embarazo y la lactancia activa. □ Los antimicrobianos de categoría B se consideran seguros en la mayoría de los casos (penicilinas, cefalosporinas, macrólidos). • El metronidazol generalmente se considera seguro durante el embarazo. Existe un riesgo teórico en el primer trimestre porque atraviesa la placenta, pero puede administrarse todos los trimestres3. □ Los antimicrobianos de categoría C (trimetoprima-sulfametoxazol [TMP-SMX], fluoroquinolonas, aminoglucósidos) y categoría D (tetraciclinas) no suelen recomendarse durante el embarazo. • Generalmente, las penicilinas y cefalosporinas siempre son seguras. La cefalexina debe indicarse 4 veces al día durante el embarazo. • Evite el fluconazol oral al inicio del embarazo, pues se han reportado abortos del 295 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org primer trimestre. En su lugar, utilice agentes tópicos como metronidazol tópico. • Evite el TMP/SMX el primer trimestre y cerca del término. El TMP/SMX inhibe la vía del folato, que se asocia con espina bífida. • Evite la nitrofurantoína cerca del término por la posibilidad de anemia hemolítica relacionada con G6PD y, en consecuencia, hiperbilirrubinemia. □ Debe considerarse una consulta obstétrica para valorar los riesgos y beneficios del uso de antimicrobianos en los casos donde no se cuente con opciones seguras3. Las sulfonamidas y las nitrofurantoínas aún se pueden utilizar como el tratamiento de primera elección durante las infecciones del tercer trimestre, si son apropiadas. ∘ Administración temprana. ▪ En pacientes con infección grave o gravemente enfermos, el tratamiento antimicrobiano debe iniciarse después de obtener los cultivos microbiológicos. Sin embargo, si el paciente está clínica o hemodinámicamente inestable, los cultivos no deben retrasar el tratamiento de modo significativo. ∘ La duración más breve del tratamiento clínicamente aceptable. ▪ La mayoría de las infecciones no complicadas pueden tratarse de forma ambulatoria, indicando el tratamiento antimicrobiano durante el menor tiempo posible. ▪ La decisión de indicar un tratamiento más prolongado debe tomarse en colaboración con el médico de atención primaria o un especialista de enfermedades infecciosas. Administración escalonada de antimicrobianos PRINCIPIOS GENERALES • Esta administración busca optimizar los resultados clínicos, minimizar los efectos adversos asociados con su administración (p. ej., intoxicación, infección por Clostridium difficile) y reducir la presión al seleccionar el tratamiento por la resistencia a antimicrobianos4. • Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) estiman que el 20-50 % de todos los antibióticos prescritos en los hospitales de urgencias en EE.UU. es innecesario o inadecuado5. • La administración escalonada también puede reducir el coste sanitario, disminuyendo el uso de medicamentos y evitando las infecciones resistentes a antimicrobianos y otras complicaciones. • El tratamiento antimicrobiano se inicia con frecuencia o se prescribe en urgencias para una serie de enfermedades de acuerdo con el grado de sospecha de infección, y el tratamiento empírico que se inicia aquí a menudo se sigue administrando durante la hospitalización6,7. • En el día a día, un enfoque racional para la administración de antimicrobianos en 296 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org urgencias debe tener en consideración lo siguiente: ∘ Infecciones agudas de las vías respiratorias. ▪ Evitar indicar antibióticos para el resfriado común, nasofaringitis, rinosinusitis aguda, otitis media, bronquitis o bronquiolitis aguda no complicada, neumonía viral o gripe2. ▪ Los estudios muestran que los pacientes responden positivamente a la educación y guía para el tratamiento de enfermedades virales sin la prescripción de antibióticos8. ▪ Considerar que la mayoría de los casos de faringitis son causados por virus. □ Aplicar la escala Centor (un punto si hay fiebre, ausencia de tos, exudado faríngeo, nódulos linfáticos cervicales inflamados o dolorosos) o la escala de Centor modificada (agregue un punto si el paciente tiene 3-14 años de edad, reste un punto si es mayor de 45 años). Evite la prueba RADT (Rapid Antigen Detection Test) para estreptococo del grupo A o indicar antibióticos en caso de puntuaciones de 0 a 1. Tratar solo a los pacientes con una puntuación RADT de 2 o mayor9,10. ▪ En las sinusitis se debe considerar una infección bacteriana solo si el paciente tiene fiebre elevada (≥ 39 °C), síntomas persistentes (> 10 días) o agravamientode los síntomas11. ∘ Infecciones de la piel y tejidos blandos. ▪ Los abscesos cutáneos no complicados no requieren tratamiento antibiótico después de la incisión y el drenaje exitosos12. ▪ Utilizar antibióticos orales para la celulitis leve no complicada y reservar los antibióticos parenterales para pacientes con signos de intoxicación sistémica y progresión rápida del eritema, pacientes inmunodeprimidos o con progresión de los síntomas, a pesar de 48-72 h de tratamiento oral12. ∘ Infecciones de vías urinarias. ▪ Evitar tratar la bacteriuria asintomática excepto en las embarazadas o en aquellos sometidos a un procedimiento urológico susceptible de sangrado en las mucosas. ▪ Considerar las causas alternativas de bacteriuria asintomática (enfermedades de transmisión sexual)13. REFERENCIAS 1. Dellinger RP, Levy MM, Rhodes A, et al. Surviving sepsis campaign: international guidelines for management of severe sepsis and septic shock, 2012. Intensive Care Med 2013;39(2): 165-228. 2. Trinh T, Klinker K. Antimicrobial Stewardship in the Emergency Department. Infect Dis Ther 2015;4(Suppl 1):39-50. 3. American College of Obstetricians and Gynecologists Committee on Obstetric Practice. ACOG Committee Opinion No. 494: Sulfonamides, nitrofurantoin, and risk of birth defects. Obstet Gynecol 2011;117(6):1484- 85. 4. Dellit TH, Owens RC, McGowan JE Jr, et al. Infectious Diseases Society of America and the Society for Healthcare Epidemiology of America guidelines for developing an institutional program to enhance antimicrobial stewardship. Clin Infect Dis 2007;44(2): 159-77. 297 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 5. CDC. Core Elements of Hospital Antibiotic Stewardship Programs. 2015. Disponible en: http://www.cdc.gov/getsmart/healthcare/implementation/core-elements.html. 6. Percival KM, Valenti KM, Schmittling SE, et al. Impact of an antimicrobial stewardship intervention on urinary tract infection treatment in the ED. Am J Emerg Med 2015;33(9):1129-33. 7. Borde JP, Kern WV, Hug M, et al. Implementation of an intensified antibiotic stewardship programme targeting third-generation cephalosporin and fluoroquinolone use in an emergency medicine department. Emerg Med J 2015;32(7):509-15. 8. Ong S, Nakase J, Moran GJ, et al. Antibiotic use for emergency department patients with upper respiratory infections: prescribing practices, patient expectations, and patient satisfaction. Ann Emerg Med 2007;50(3):213-20. 9. Centor RM, Witherspoon JM, Dalton HP, et al. The diagnosis of strep throat in adults in the emergency room. Med Decis Making 1981;1(3):239-46. 10. Fine AM, Nizet V, Mandl KD. Large-scale validation of the Centor and McIsaac scores to predict group A streptococcal pharyngitis. Arch Intern Med 2012;172(11):847-52. 11. Chow AW, Benninger MS, Brook I, et al. IDSA clinical practice guideline for acute bacterial rhinosinusitis in children and adults. Clin Infect Dis 2012;54(8):e72-112. 12. Stevens DL, Bisno AL, Chambers HF, et al. Practice guidelines for the diagnosis and management of skin and soft tissue infections: 2014 update by the Infectious Diseases Society of America. Clin Infect Dis 2014;59(2):e10-52. 13. Hecker MT, Fox CJ, Son AH, et al. Effect of a stewardship intervention on adherence to uncomplicated cystitis and pyelonephritis guidelines in an emergency department setting. PLoS One 2014;9(2):e87899. 14. Nicolle LE, Bradley S, Colgan R, et al. Infectious Diseases Society of America guidelines for the diagnosis and treatment of asymptomatic bacteriuria in adults. Clin Infect Dis 2005;40(5): 643-54. 298 http://www.cdc.gov/getsmart/healthcare/implementation/core-elements.html http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Botón1:
Compartir