Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CAPÍTULO 8: CICLO VITAL DE LA CÉLULA 359 Los efectos de estos agentes varían dependiendo de las células sobre las que ejercen su acción. Así, las célu- las del ratón de laboratorio son más vulnerables que las humanas. Es posible que esa diferencia resida en la me- nor o mayor capacidad de reparación del DNA. Las cé- lulas transformadas a menudo tienen alteraciones cro- mosómicas que determinan alteraciones morfológicas: generalmente, el citoesqueleto está desorganizado y hay alteraciones en la superficie celular, con pérdida de componentes de la membrana, aparición de nuevos an- tígenos y pérdida de la inhibición por contacto que se produce en las células normales. Entre los agentes causantes de tumores merecen una mención especial los virus oncogénicos. Ya en 1908 se dio a conocer la existencia de virus en tumores, y en 1910 Rous inició sus trabajos sobre la propagación de sarco- mas inducidos por virus. Actualmente, se conocen mu- chos virus tumorales que insertan su DNA en el genoma del huésped, transformando la célula. A partir de ese momento los genes víricos pasan a formar parte de la herencia genética de la célula infectada, se replican con el material celular y se expresan en toda su descenden- cia. La integración del DNA vírico en el genoma del huésped puede provocar cambios en la expresión de al- gunos de los genes de la célula (mutagénesis por inser- ción), que son heredables. Muchos virus tumorales po- seen uno o varios oncogenes (v-oncogenes), que son los únicos responsables directos de la transformación tu- moral de la célula infectada. En estos casos puede que no sea necesario alterar un gen de la célula huésped para inducir el tumor. Muchos virus oncogénicos DNA (adenovirus, virus del papiloma humano, SV40) codifi- can proteínas que se unen a la proteína Rb inactivándola y, por tanto, favoreciendo la proliferación celular. La in- serción del genoma vírico que causa el cáncer es la que se produce no en las células que permiten la replicación del virus en su interior, pues éstas quedan lisadas, sino en aquellas que dejan entrar al virus pero no permiten su replicación, pues éstas sobreviven a la infección y se convierten en portadoras del gen alterado. A cada uno de los diferentes oncogenes que se han ido estudiando se le ha dado un nombre de tres letras derivado del virus del que se aisló por primera vez. Así, el oncogén del virus del sarcoma de Rous se denomina scr, y el de la eritroblastosis aviaria se le conoce como erb. El nucleoide de estos virus puede ser tanto DNA (adenovirus como el SV40, el virus del polioma del ratón, el virus de Epstein-Barr, etc.) como RNA (retrovirus como el scr) pero, en este último caso, los retrovirus transcriben el RNA en el DNA que insertan en el huésped. Los oncogenes víricos tienen un origen celular. En realidad no son genes víricos sino genes celulares que se han incorporado al genoma del virus en una infec- ción previa (transducción viral), y que son transmitidos a su progenie, la cual infecta después a otros organis- mos. La activación del protooncogén a oncogén puede deberse a que la estructura del protooncogén cambie durante la transducción vírica, o a que la alteración no se encuentre en la estructura sino en su expresión, al comportarse de manera diferente por encontrarse en compañía de secuencias del genoma vírico que son di- ferentes de las de su medio celular normal. DIVISIÓN CELULAR SIGNIFICADO BIOLÓGICO El ciclo celular en organismos eucariotas culmina con el proceso de división nuclear, que se denomina mitosis (o también cariocinesis). Generalmente, la mitosis va acom- pañada de la división del citoplasma (citocinesis). La mitosis es un fenómeno muy complejo, mediante el cual el material nuclear se divide en partes iguales entre las células hijas. Antes de iniciarse la mitosis se ha producido la duplicación no sólo del DNA, sino también de todos los orgánulos y componentes fundamentales. En este sentido, la división celular es la separación final de las unidades macromoleculares previamente dupli- cadas. La mitosis no se produce del mismo modo en todas las células eucariotas. Por ello, nos centraremos en el estudio de la mitosis de organismos superiores anima- les y vegetales (mitosis típica), para analizar finalmente algunas características de la evolución de este proceso comparando determinadas mitosis atípicas. MITOSIS TÍPICA En toda célula en mitosis se presentan dos componen- tes fundamentales: el aparato cromático y el acromáti- co. El primero lo forman los cromosomas. En cierto sentido, podemos incluir también al nucléolo, ya que participa en el ciclo mitótico. El segundo componente lo forman los centríolos, los ásteres y el huso. La mitosis comprende las siguientes etapas: profase, prometafase, metafase, anafase y telofase (Figs. 8.13-8.15). PROFASE Desorganización del citoesqueleto La profase dura aproximadamente un 40% del tiempo to- tal de la mitosis. En G2 y al inicio de la profase hay una reorganización del citoesqueleto responsable de la forma celular. Las células animales pierden su forma habitual 08 PANIAGUA BIOLOGIA 3 08 29/11/06 13:51 Página 359
Compartir