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Universidad de Los Andes Núcleo Universitario “Rafael Rangel” Departamento de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables Pampanito, Estado Trujillo ANÁLISIS La degradación de los ecosistemas Elaborado por: Angelina Paredes V- 31866214 Septiembre, 2023 La degradación de los ecosistemas es un problema grave que afecta a nivel global y tiene consecuencias significativas para la biodiversidad, los recursos naturales y el bienestar humano. La degradación ocurre cuando los ecosistemas sufren cambios negativos en su estructura, funcionamiento y servicios ambientales debido a la actividad humana y factores naturales. Existen diversas formas de degradación de los ecosistemas, entre las más comunes se encuentran la deforestación, la desertificación, la contaminación del agua y del suelo, la sobrepesca, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. En primer lugar, la deforestación es una de las principales causas de la degradación de los ecosistemas. La tala indiscriminada de árboles para obtener madera, abrir espacio para la agricultura o ganadería, y la expansión de zonas urbanas, impacta negativamente en los bosques, disminuyendo la biodiversidad, aumentando la emisión de gases de efecto invernadero y contribuyendo al cambio climático. La desertificación es otro fenómeno preocupante que afecta la calidad del suelo y su capacidad para sostener la vida. La sobreexplotación de tierras para la agricultura intensiva, la sobreexplotación de recursos hídricos y el cambio climático conducen a la degradación del suelo, la pérdida de vegetación y la disminución de la productividad de las tierras, especialmente en regiones áridas y semiáridas. La contaminación del agua y del suelo también contribuye a la degradación de los ecosistemas. La liberación de productos químicos, desechos industriales, fertilizantes y pesticidas contamina los cuerpos de agua y el suelo, causando la muerte de especies acuáticas, reducción de la calidad del agua potable y afectando la salud humana. La sobrepesca es otra forma de degradación que ocurre en los ecosistemas acuáticos. La pesca excesiva y no regulada, tanto en aguas continentales como marinas, agota las poblaciones de peces y otros organismos, desestabiliza los ecosistemas y afecta la cadena alimentaria, lo que tiene un impacto negativo en la disponibilidad de alimentos y en la economía de las comunidades costeras. La pérdida de biodiversidad es otro efecto significativo de la degradación de los ecosistemas. La destrucción de hábitats naturales, la introducción de especies exóticas invasoras y la contaminación impactan negativamente en la diversidad de especies, lo que puede llevar a la extinción de especies y la pérdida de servicios ecosistémicos esenciales, como la polinización y la regulación de plagas. Por último, el cambio climático también es un factor importante que contribuye a la degradación de los ecosistemas. El aumento de las temperaturas, los eventos climáticos extremos y la variabilidad del clima afectan la distribución de las especies, la productividad del suelo, el ciclo del agua y los patrones de migración, lo que resulta en un deterioro de los ecosistemas y una pérdida de resiliencia. La degradación de los ecosistemas tiene consecuencias negativas para la salud humana y el bienestar socioeconómico. La destrucción de hábitats naturales puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores, la pérdida de servicios ecosistémicos como la regulación del clima y la protección contra desastres naturales puede resultar en pérdida de vidas y daños económicos, y la disminución de la productividad agrícola puede afectar la seguridad alimentaria. Para abordar la degradación de los ecosistemas se requiere de acciones urgentes a nivel global. Esto implica implementar prácticas de gestión sostenible de los recursos naturales, promover la conservación y restauración de ecosistemas, promover el uso de energías renovables, implementar medidas de conservación de biodiversidad, adoptar políticas ambientales eficientes y promover una educación ambiental y conciencia pública sobre la importancia de los ecosistemas y su conservación. En conclusión, la degradación de los ecosistemas es un problema complejo y multifacético que requiere una respuesta global y coordinada. Es fundamental tomar medidas para detener y revertir la degradación de los ecosistemas, conservar la biodiversidad, asegurar la sostenibilidad de los recursos naturales y garantizar un futuro viable para las generaciones futuras.
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