Vista previa del material en texto
MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Bradiarritmias Capítulo 28 | 313 • Se denomina bradicardia a una frecuencia cardiaca inferior a 60 latidos por minuto (lpm) en el adulto. • Se encuentra de manera fisiológica en reposo o durante el sueño en jóvenes y deportistas entrenados, quienes incluso pueden presentar pausas no significativas (< 3 segundos) y bloqueo auriculoventricular de primer grado. • La enfermedad de apnea/hipoapnea del sueño (SAHS) se asocia con mayor prevalencia a bradicardia sinusal y bloqueos auriculoventriculares de segundo y tercer grado nocturnos. Se recomienda descartar SAHS en pacientes con bradicardia nocturna, ya que su trata- miento reduce dichos eventos y aporta beneficios cardiovasculares. • La bradicardia patológica que encontramos en personas que no se engloban en los sub- grupos anteriores se produce por alteración en la generación normal de los impulsos o por afectación del sistema de conducción cardiaco que impide el paso del estímulo eléctrico. • Al encontrar un paciente con bradicardia en el servicio de Urgencias ha de valorarse de manera inmediata: 1. Estabilidad hemodinámica del paciente: presión arterial, insuficiencia cardiaca gra- ve, hipoperfusión periférica, disminución del nivel de consciencia u otra clínica que indique bajo gasto sistémico. 2. Síntomas del paciente: cansancio, intolerancia al esfuerzo, disnea, mareo o síncope. Es necesaria una anamnesis completa para conocer la cronología de los síntomas. 3. La bradicardia sinusal puede ser secundaria a un tono vagal excesivo o una abolición del tono simpático, por lo que es necesario excluir tratamiento farmacológico cro- notropo negativo como betabloqueantes (incluidos colirios oculares), calcioantago- nistas, digoxina u otros antiarrítmicos. • Además de la anamnesis completa ya mencionada, se debe realizar una correcta explora- ción física buscando soplos que indiquen una posible cardiopatía estructural de base o da- tos de insuficiencia cardiaca, como edemas en miembros inferiores o ingurgitación yugular. • Es importante realizar a todos los pacientes un electrocardiograma (ECG) de doce deriva- ciones y una tira de ritmo para documentar el episodio y excluir posibles factores desenca- denantes, como un infarto agudo de miocardio que produzca isquemia aguda del sistema de conducción cardiaco, además de una analítica completa para descartar alteraciones hidroelectrolíticas (especialmente alteraciones del potasio, calcio, etc) y/o deterioro de la función renal (Figura 28.1). INTRODUCCIÓN BRADIARRITMIAS MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 314 | Capítulo 28 ARRITMIA SINUSAL La arritmia sinusal respiratoria es una entidad benigna que podemos ver en pacientes jóvenes. La frecuencia cardiaca se enlentece con la espiración por aumento del tono va- gal y se acelera durante la inspiración por inhibición del tono vagal. En el ECG podremos visualizar variaciones del intervalo entre cada complejo P-QRS en relación a los ciclos respiratorios, sin encontrar ninguna onda P bloqueada y con un intervalo PR normal. No suele cursar con sintomatología y no precisa estudio cardiológico, al tratarse de una entidad benigna. 1. ENFERMEDAD DEL NODO SINUSAL (síndrome del seno enfermo) • Se denomina enfermedad del nodo sinusal a la entidad que ocasiona un daño en el nódulo sinusal o en su continuidad con la aurícula. La principal causa es degenerativa, relacionándose con el envejecimiento de la población. Sin embargo, existen otras posibles etiologías (Tabla 28.1). La etiología isquémica se relaciona con los síndromes coronarios agudos que afectan a la arteria coronaria derecha, responsable en el 60 % de los pacien- tes de la irrigación del nodo sinusal, y en un 80 % de los pacientes de la irrigación del nodo auriculoventricular. • Debuta como un conjunto de alteraciones que cursan con bradicardia sinusal no rela- cionada con tratamientos farmacológicos, pausas sinusales o bloqueos sinoauriculares y alternancia de taquicardias auriculares con bradicardia. • Otra manifestación de la disfunción del nodo sinusal es la incompetencia cronotropa: se caracteriza por la incapacidad para aumentar la frecuencia cardiaca ante un esfuerzo o ¿Presencia de Ondas P? BRADICARDIA (FC < 60 lpm) Bradicardia sinusal PR < 200 ms BAV de 1er grado ¿Se alarga progresivamente el PR? BAV grado 2 tipo 1 Wenckebach NO (existen más P que QRS) ¿Se siguen siempre de un QRS? QRS rítmicos QRS arrítmicos Silencio auricular con escape nodal/ ventricular FA/fluter auricular con BAV completo y escape nodal/ ventricular FA/fluter auricular con respuesta ventricular lenta SÍ SÍ NO Unas p conducen y otras no BAV grado 2 tipo 2 o BAV 2:1 Ausencia de relación entre P y QRS. BAV completo Figura 28.1. Actuación ante una bradicardia. BradiarritmiasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 28 | 315 un aumento de las necesidades metabólicas (incapacidad o retraso para alcanzar el 85 % de la frecuencia cardiaca máxima ajustada por edad). • Los síntomas más graves son el síncope y el presíncope, producidos por pausas sinusales o bloqueos sinoauriculares. En algunas ocasiones, la pausa sinusal va seguida de taquia- rritmias rápidas que prolongan la hipotensión y promueven en síncope o el mareo. Los síntomas menos graves cursan con fatiga, disnea e incapacidad para realizar esfuerzos como consecuencia de la insuficiencia cronotropa, así como problemas cognitivos. • Salvo en el silencio auricular con ritmo de escape, existen tantas ondas P como com- plejos QRS y cada onda P se sigue de un QRS. 1.1. Bloqueo sinoauricular (Figura 28.2). Existe un retraso o bloqueo en la transmisión del impulso desde el nodo sinusal (funciona correctamente) hasta el miocardio auricular. 1.1.1. Bloqueo sinoauricular de primer grado: no es posible reconocerlo en un ECG. 1.1.2. Bloqueo sinoauricular de segundo grado tipo I (Wenckebach): acortamiento progresi- vo del P-P hasta aparecer un intervalo P-P más largo, inferior a la suma entre dos P-P previos consecutivos. Figura 28.2. Bloqueo sinoauricular de segundo grado tipo II. Etiología de la enfermedad del nodo sinusalTabla 28.1. Causas intrínsecas – Proceso degenerativo del nodo sinusal. – Miocardiopatía de etiología isquémica, hipertensiva, idiopática, etc. – Cirugía cardiaca previa. – Procesos infecciosos (miocarditis viral, enfermedad de Lyme) e inflamatorios (fiebre reumática, pericarditis y conectivopatías). – Enfermedades neuromusculares (ataxia de Friedreich y distrofia muscular de Duchenne). – Hipertonía vagal. Causas extrínsecas – Fármacos antiarrítmicos (betabloqueantes, calcioantagonistas no dihidropiridínicos, flecainida, procainamida, sotalol, amiodarona, dronedarona, digoxina, ivabradina). – Psicofármacos (litio, antidepresivos tricíclicos, fenotiacidas). – Otros fármacos: cimetidina. – Alteraciones hidroelectrolíticas y metabólicas: hiperpotasemia, hipermagnesemia, hipotiroidis- mo. – Otros: traumatismo, hipoxia, hipotermia, hipertensión intracraneal, síndrome de apnea e hi- poapnea del sueño. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 316 | Capítulo 28 1.1.3. Bloqueo sinoauricular de segundo grado tipo II. Pausa equivalente al intervalo entre dos P-P. 1.2. Pausa/paro sinusal (Figura 28.3). Ausencia de generación del impulso eléctrico a nivel del nodo sinusal de forma espontánea o tras un episodio de taquiarritmia supraven- tricular. Los intervalos P-P previos son constantes y la pausa no es múltiplo del ciclo sinusal. En ausencia de ritmo sinusal, puede aparecer un ritmo de escape nodal o ventri- cular. Se consideran pausas significativas aquellas mayores de 3 segundos, compatibles con enfer- medad del nodo sinusal y precisan completar el estudio. 1.3. Bradicardia sinusal inapropiada (Figura 28.4). Ritmo sinusal con frecuencia cardiaca inferior a 60 lpm. 1.4. Bradicardia-taquicardia. Asociación entre episodios de bradicardia (porenfermedad del nodo sinusal) y taquiarritmias auriculares (habitualmente fibrilación auricular y flutter auricular). 2. BLOQUEOS AURÍCULO-VENTRICULARES (BAV) • Se producen cuando un impulso cardiaco se transmite con retraso o no se transmite desde las aurículas a los ventrículos. Puede ser permanente o transitorio. En base a los criterios electrocardiográficos, se clasifica como bloqueo auriculoventricular de primer, segundo y tercer grado. Según el punto anatómico en el que se produce el trastorno en la activación del estímulo eléctrico, se describe como intranodal (suprahisiano) o infra- nodal (intrahisiano o infrahisiano). • La causa más frecuente del BAV adquirido es el proceso degenerativo del sistema de con- ducción cardiaco. Sin embargo, existen otras etiologías, como la debida a la isquemia, inflamatoria/infiltrativa, tóxica, postquirúgica, postablación y secundaria a un traumatismo. 2.1. Bloqueo auriculoventricular de primer grado (Figura 28.5). El periodo de conduc- ción auriculoventricular se prolonga de forma anormal, mostrando en el ECG un intervalo PR > 200 milisegundos, sin bloquearse ningún estímulo (todas las ondas P son conducidas). Figura 28.4. Bradicardia sinusal inapropiada. Figura 28.3. Pausa / paro sinusal. BradiarritmiasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 28 | 317 Si el complejo QRS es estrecho, el retraso en la conducción se produce en el nodo AV. Si el complejo QRS es ancho, el retraso podría estar a nivel infranodal. 2.2. Bloqueo auriculoventricular de segundo grado. La conducción auriculoventricular se interrumpe de forma ocasional. En el ECG podemos ver ondas P que no se siguen del complejo QRS. 2.2.1. Bloqueo de 2º grado Mobitz I (Wenckebach) (Figura 28.6): el intervalo PR se prolonga progresivamente hasta que un latido no es conducido, produciendo un patrón de latidos agrupados. El intervalo PR que sigue al latido sinusal bloqueado es más corto que el PR del latido previo al bloqueo. La progresión a bloqueo auriculoventricular completo es poco frecuente. 2.2.2. Bloqueo de 2º grado Mobitz II: pérdida brusca de la conducción de un latido auricular (una onda P no se sigue de complejo QRS), encontrando previamente intervalos PR constan- tes, normales o anormales. Es el tipo menos frecuente y suele conllevar una enfermedad subyacente. El lugar del blo- queo suele ser infranodal y puede acompañarse de QRS anchos. El riesgo de progresar a un bloqueo auriculoventricular completo es mayor que en el previo. 2.3. Bloqueo auriculoventricular 2:1 (Figura 28.7). No es posible distinguirlo de un BAV de segundo grado mediante un ECG de superficie. Alterna una onda P conducida con una onda P bloqueada. 2.4. Bloqueo auriculoventricular de tercer grado o completo (Figura 28.8). Interrupción completa de la conducción auriculoventricular. Las ondas P están disociadas del complejo QRS y en mayor número. Figura 28.5. Bloqueo auriculoventricular de primer grado. Figura 28.6. Bloqueo de 2º grado Mobitz I. Figura 28.7. Bloqueo auriculoventricular 2:1. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 318 | Capítulo 28 Aunque la frecuencia del ritmo de escape juega un papel importante en la aparición de los síntomas, el origen del mismo (intranodal o infranodal) es la que marca el riesgo a corto plazo. 3. RITMOS DE ESCAPE Cuando el nodo sinusal o el nodo auriculoventricular fallan, pueden aparecer marcapa- sos accesorios de las estructuras más distales del sistema de conducción cardiaca y su frecuencia será más baja cuanto más distal sean. Las células del nodo auriculoventricular descargan a frecuencias entre 40-60 lpm con QRS habitualmente estrecho. Si el ritmo de escape es infrahisiano y proviene de las células de Purkinje tendrá una frecuencia comprendida entre 20-40 lpm y un QRS ancho, con mayor probabilidad de asistolia y arritmias ventriculares. 4. FIBRILACIÓN AURICULAR CON RESPUESTA VENTRICULAR LENTA La fibrilación auricular (FA) es la arritmia sostenida más frecuente en la población. Electro- cardiográficamente, se identifica como una fibrilación auricular con respuesta ventricular lenta aquella con frecuencia menor a 60 latidos por minuto con complejos R-R irregulares (Figura 28.9). Es importante diferenciar entre una fibrilación auricular con respuesta ventricular lenta de una FA con bloqueo auriculoventricular avanzado o completo con un ritmo de esca- pe. En esta última, en el ECG no se visualiza actividad auricular organizada y los complejos QRS son rítmicos (estrechos en escapes nodales/suprahisianos y complejos QRS anchos en escapes infrahisianos). En ambas entidades se deben descartar causas reversibles, como la sobredosificación o in- toxicación por fármacos cronotropos negativos o antiarrítmicos (descartar intoxicación di- gitálica con aumento del tono parasimpático, así como el uso conjunto de ß-bloqueantes, calcioantagonistas y digoxina), y/o la presencia de trastornos hidroelectrolíticos. En bradicardia sintomática por fibrilación auricular lenta o bloqueada, en ausencia de causas reversibles, está indicado el implante de marcapasos definitivo. Figura 28.9. Fibrilación auricular con respuesta ventricular lenta. Figura 28.8. Bloqueo auriculoventricular de tercer grado. BradiarritmiasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 28 | 319 5. BRADICARDIA SECUNDARIA A FÁRMACOS Y ALTERACIONES HIDROELECTROLÍTICAS • Los fármacos que más frecuentemente se relacionan con bradicardia inapropiada en el servicio de Urgencias son los ß-bloqueantes, los calcioantagonistas no dihidropiridínicos y la digoxina. Sin embargo, existen otros fármacos de uso frecuente capaces de causar bradicardia. • Los agonistas muscarínicos, como la adenosina, tienen efecto directo en la automaticidad del nodo sinusal, así como la hormona tiroidea T3. El aumento del tono parasimpático y su acción en los núcleos vagales del sistema nervioso central hacen que analgésicos opiáceos como el fentanilo o el remifentanilo sean bradicardizantes. La carbamacepina, la fenitoína, los antidepresivos triclíclicos y los inhibidores de la recaptación de la serotonina disminuyen la frecuencia cardiaca en pacientes con alteraciones previas del sistema de conducción cardiaco. Algunos antihistamínicos, el litio y los bolos de metilprednisolona también pueden disminuir la frecuencia cardiaca. 5.1. Intoxicación por digoxina. La intoxicación por digital es capaz de producir efectos diversos en el sistema de conducción. No se deben confundir con los cambios electrocar- diográficos presentados de manera normal en todos los pacientes tratados, denominado efecto digitálico (como la cubeta digitálica mostrada en la Figura 28.10). Además de arrit- mias ventriculares (la presentación más frecuente es el bigeminismo), puede ocasionar bra- dicardia sinusal por aumento del tono vagal y efecto directo en el nodo sinusal. Es frecuente encontrar taquiarritmias auriculares con diferentes grados de bloqueo auriculoventricular en intoxicaciones por digoxina. 5.2. Bradicardia en alteraciones iónicas Los pacientes con hiperpotasemia desarrollan cambios electrocardiográficos progresivos: en la mayoría de los casos comienzan con ondas T picudas, alargamiento del intervalo PR y en- sanchamiento del complejo QRS. Cuando los niveles de potasio son más elevados podemos encontrar aplanamiento de la onda P y bradicardia, unión del complejo QRS ancho con la onda T siguiente, y taquicardia ventricular o fibrilación ventricular. Menos frecuentemente, podemos encontrar bradicardia en acidosis, hipermagnesemia, hi- pocalcemia e hiperfosfatemia. TRATAMIENTO DE LAS BRADIARRITMIAS EN EL SERVICIO DE URGENCIAS (Figura 28.11) • La estrategia terapéutica está marcada por la presentación clínica. Aquellos pacientes con bradicardia sinusal asintomática o pausas asintomáticas no precisan tratamiento. • En todos los casos, el tratamiento debe comenzar por la estabilización clínica y hemo- dinámica del paciente, así como la búsqueda de causasreversibles (fármacos, isquemia miocárdica, alteraciones hidroelectrolíticas, etc). Figura 28.10. Intoxicación por digoxina. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 320 | Capítulo 28 • Ante una bradicardia sintomática con inestabilidad hemodinámica, los fármacos que uti- lizamos en el Servicio de Urgencias son: – Atropina: fármaco anticolinérgico que mejora la conducción AV en pacientes con blo- queo y escape de QRS estrecho (bloqueo suprahisiano). Si se sospecha un BAV infrahi- siano, el aumento de la frecuencia sinusal producido por la atropina puede agravar el grado de bloqueo; en estos casos se prefiere el uso de isoproterenol (ver más adelante). BRADICARDIA EN URGENCIAS Inestabilidad hemodinámica, síncope-bajo nivel de consciencia o insuficiencia cardiaca aguda o signos de shock. Infarto agudo de miocardio con isquemia aguda del sistema de conducción. Valorar revascularización urgente ¿Riesgos de asistolia? – BAV grado 2 tipo II – BAV completo con escape infrahisiano – Pausas graves documentadas > 3 segundos – Asistolias previas Atropina 0,5 mg i.v. (repetir hasta un máximo de 3 mg) +/– Marcapasos transcutáneo +/– Isoprotenerol 1 mg en 250 cc de SG 5 % o SSF 0,9 % (Inicio 8-10 ml/h y titular según respuesta clínica) Adrenalina 2-10 mcg/min i.v. Fármacos alternativos* Valorar marcapasos transvenoso yugular/femoral Ingreso en Unidad de Cuidados Agudos ESTABILIDAD HEMODINÁMICA BÚSQUEDA DE CAUSAS REVERSIBLES Monitorizar sin necesidad de iniciar tratamiento farmacológico Tratamiento de la causa – Monitorizar al paciente. – Comprobar correcto nivel de consciencia. – Realizar ECG de 12 derivaciones y tira de ritmo cardiaco. – Comprobar cifras de presión arterial. – Comprobar SatO2, administrar oxígeno si hipoxemia. – Radiografía de tórax. ATROPINA 0,5 mg i.v. ¿RITMO ESTABLE? SÍ NO NOSÍ Figura 28.11. Actuación ante una bradicardia en Urgencias. Algoritmo modificado del tratamiento en bradicardia según las recomendaciones del European Resucitation Council 2015. BradiarritmiasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 28 | 321 Su presentación es en viales de 1 mg en 1 ml. Se administra en bolo rápido i.v. en dosis 0,5-1 mg, pudiendo repetir el bolo cada 3-5 minutos hasta una dosis máxima de 3 mg. El efecto es inmediato y de breve duración. Como efectos secundarios, produce sequedad bucal, hipotensión, retención urinaria, cefalea y estreñimiento. Una dosis inferior a 0,5 mg puede presentar un comportamiento parasimpático y aumentar la bradicardia (efecto paradójico). – Isoproterenol: es un fármaco ß-agonista no selectivo capaz de mejorar la conducción AV y aumentar la frecuencia de los ritmos de escape en bloqueos AV infrahisianos, administrado en perfusión continua. Se diluye 1 mg (5 ampollas) en 250 cc de SG 5 % o SSF 0,9 % y se inicia a 8-10 ml/h con titulación según respuesta clínica hasta un máximo de 150 ml/hora (10 µg/min). Sus efectos secundarios son hipotensión, dolor torácico y ansiedad, más frecuentes a mayores dosis. Contraindicado en infarto agudo de miocardio. – Dopamina a dosis ß: si existe bradicardia persistente tras alcanzar la dosis máxima de atropina. Se iniciará a dosis de 5 µg/kg/min hasta un máximo de 20 µg/kg/min. – Adrenalina: de elección en bradicardias asociadas a hipotensión severa. Se diluirá 1 mg en 500 cc de SSF (concentración de 2 µg/min) y se administra a 1-5 ml/min. – Calcio intravenoso (3-6 g de gluconato cálcico 10 % i.v. cada 10-20 minutos, se- guido de perfusión 0,6-1,2 ml/kg/h; también es posible utilizar cloruro cálcico): en aquellos pacientes con bradicardia atribuible a una intoxicación por calcioantago- nistas. – Glucagón intravenoso (3-10 mg i.v. con posterior perfusión continua a 3-5 mg/h): pue- de usarse en pacientes con bradicardia secundaria a sobredosis de betabloqueantes. Sus efectos secundarios son náuseas y vómitos. En pacientes refractarios es posible utilizar insulina a alta dosis (1 UI/kg seguida de infusión de 0,5 unidades/kg/h), con el riego de causar hipoglucemia en el paciente. – Anticuerpos antidigital (Fab antidigoxina): indicado en intoxicaciones graves por di- goxina y bradicardia grave sintomática con riesgo vital. La pauta de administración en adultos en los que se desconoce la digoxinemia son 10 viales (38 mg/vial), seguidos de otros 10 viales en ausencia de respuesta. Si es posible conocer la digoxinemia del paciente, puede calcularse la dosis mediante la fórmula: digoxinemia x peso (kg) Número de viales = 100 ( )ngml • En los pacientes en los que exista inestabilidad hemodinámica y ausencia de respuesta a los tratamientos farmacológicos descritos o alto riesgo de asistolia (bradicardias extremas con escapes ventriculares infrahisianos con QRS ancho), se debe plantear la necesidad de estimulación mediante marcapasos temporal. Existen dos tipos de marcapasos tempo- rales que podemos poner de forma urgente: 1. Marcapasos transcutáneo: palas o parches (en estos últimos, será necesario enchufar la clavija y desconectar las palas), colocados en posición anteroposterior y seleccionan- do en el desfibrilador la función de "marcapasos". Es necesario elegir la corriente de energía de estimulación mínima que consiga captura ventricular (comprobando MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 322 | Capítulo 28 que después de cada descarga eléctrica exista un complejo ventricular en el electrocar- diograma similar a un QRS seguido de una onda T) y presencia de pulso periférico. Para ello, iniciaremos la estimulación a 35 mA y FC 50-70 lpm con aumento gradual de la energía hasta una intensidad que suponga un 10 % superior al umbral de esti- mulación encontrado. Suele ser necesaria una sedoanalgesia ligera en pacientes con buen nivel de conscien- cia. Se implanta durante un corto periodo de tiempo hasta que sea posible estimular de manera endocavitaria. 2. Marcapasos transvenoso: puede implantarse de manera directa en pacientes con es- tabilidad eléctrica y hemodinámica o en pacientes en los que no se consiga captura ventricular mediante marcapasos transcutáneo. Se trata de un electrocatéter de esti- mulación conectado a un generador (pila) que se implanta a través de la vena yugular o de la vena femoral (preferible en pacientes anticoagulados) y se progresa hasta con- seguir captura ventricular en las cavidades derechas del corazón. Requiere un equipo técnico especial y existe una curva de aprendizaje. ESTUDIO DE LAS BRADICARDIAS La mayoría de las bradiarritmias tienen la característica de ser intermitentes, por lo que es necesario, además de la aproximación inicial llevada a cabo en Urgencias mediante elec- trocardiograma, radiografía de tórax y analítica, realizar un estudio electrocardiográfico de mayor duración. Actualmente disponemos de registros Holter de 24 horas y registradores de asa externos e implantables a nivel subcutáneo para monitorización a largo plazo. TRATAMIENTO A LARGO PLAZO DE LAS BRADICARDIAS Ninguna medicación es fiable para aumentar la frecuencia cardiaca trascurridos más de 3-5 días por sus efectos secundarios. El tratamiento definitivo de las bradicardias, en las que no exista una etiología corregible como desencadenante, es el implante de un marcapasos defi- nitivo. Se persigue mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, favoreciendo la conducción cardiaca intrínseca y la estimulación más fisiológica. Se ha documentado un aumento del gasto cardiaco en los marcapasos que mantienen la sincronía auriculoventricu- lar. Además, la estimulación auricular o bicameral disminuye el riesgo de fibrilación auricular. La indicación de implante de marcapasos depende del tipo y localización del bloqueo (Tablas 28.2 y 28.3) (Figuras 28.12 y 28.13). • Un marcapasos es un dispositivo capaz de generar impulsos de bajo voltaje y trasmitirlos al miocardio para conseguir una despolarización. Está compuestopor un generador de impulsos (pila) y unos electrodos localizados en cavidades derechas del corazón (mo- nocameral, si existe únicamente un electrodo en ventrículo derecho; y bicameral, si también se implanta un electrodo en aurícula derecha). Se denomina marcapasos trica- meral (terapia de resincronización cardiaca) aquel con un tercer electrodo en el ventrículo izquierdo, localizado a nivel epicárdico. Su función principal es resincronizar la actividad eléctrica y mecánica de ambos ventrículos, mejorando la función cardiaca. • Se utiliza una nomenclatura basada en cuatro letras para marcar los diferentes modos de estimulación (Tabla 28.4). A modo de ejemplo, un marcapasos configurado en BradiarritmiasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 28 | 323 VVIR estimula en el ventrículo, detecta (sensa) la actividad eléctrica propia del ventrí- culo y se inhibe en caso de detectar actividad eléctrica del paciente en dicha cámara. Además, es capaz de adaptar la frecuencia cardiaca según el nivel de actividad del individuo. DISFUNCIÓN DE MARCAPASOS • Dependiendo del tipo de disfunción del marcapasos, podemos encontrarnos ante una si- tuación grave y de peligro para el paciente. Es importante saber detectar en el Servicio de Urgencias si un marcapasos no está realizando su actividad de manera correcta a través de un trazado electrocardiográfico: Indicaciones de implante de marcapasos en enfermedad del nodo sinusal según las guías de la Sociedad Europea de Cardiología (SEC) en asociación con EHRA 2013 Tabla 28.2. Indicaciones 1. En presencia de síntomas claramente atribuibles a la bradicardia documentados, como pausa sinusal o bloqueo sinoauricular. 2. Si los síntomas son probablemente debidos a la bradicardia, aunque la evidencia no sea concluyente. 3. La estimulación cardiaca no está indicada para pacientes con bradicardia sinusal asintomática o debida a causas reversibles. 4. Se debe considerar el implante de marcapasos en pacientes mayores de 40 años con síncope reflejo recurrente impredecible y pausas sintomáticas, debido a pausa sinusal o BAV, o una combinación de ambos. 5. Se debe considerar la estimulación cardiaca para pacientes con antecedentes de síncope y pausas asintomáticas > 6 segundos documentadas, debido a pausa sinusal, bloqueo sinoauricular o BAV. Clase I IIb III IIa IIa Grado de evidencia B C C B C Indicaciones de implante de marcapasos en bloqueo auriculoventricular (BAV) adquirido según las guías de la Sociedad Europea de Cardiología (SEC) en asociación con EHRA 2013 Tabla 28.3. Indicaciones 1. En pacientes con BAV de segundo grado tipo 2 o tercer grado, independientemente de los síntomas. 2. Se debe considerar el implante de marcapasos en pacientes con BAV de segundo grado tipo 1 que cause sintomatología o se localice en los niveles intrahisiano o infrahisiano en el estudio electrofisiológico (EEF). 3. En BAV intermitente/paroxístico intrínseco de segundo o tercer grado (incluida la FA con conducción ventricular lenta). 4. La estimulación cardiaca no está indicada para pacientes con BAV debido a causas reversibles. Clase I IIa I III Grado de evidencia C C C C MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 324 | Capítulo 28 – Fallo de captura: cuando el marcapasos es capaz de generar un estímulo eléctrico, pero el estímulo no es capaz de producir una despolarización en el miocardio (ausencia de complejo QRS-T). En el electrocardiograma se aprecian espigas que no se continúan con onda de lesión ni onda de repolarización (Figura 28.14). Pueden deberse a una energía inferior a la necesaria para conseguir una captura, des- plazamiento/rotura del cable, alteración hidroelectrolítica o inicio de nuevos fármacos capaces de modificar las características de las células, agotamiento de batería, etc. El desplazamiento o rotura de un electrodo podría diagnosticarse por radiografía de tórax. Disfunción del nodo sinusal Bloqueo auriculoventricular Persistente Persistente Intermitente DDD (o VVI si FA) Intermitente Fibrilación auricular VVIR o marcapasos sin cables Sin DNS DDD o VDD Con DNS DDDR Sin incompetencia cronotropa DDD Con incompetencia cronotropa DDDR DDDR Figura 28.12. Algoritmo de elección del modo de estimulación. Modificado de las guías europeas sobre estimulación cardiaca y terapia de resincronización cardiaca de 2013. Figura 28.13. Esquema de marcapasos normofuncionante. El primer panel muestra un marcapasos monocameral VVI con electrodo monopolar (nótese la espícula prominente). El segundo panel muestra un marcapasos monocameral VVI con electrodo bipolar (nótese la espícula de menor tamaño). El tercer panel muestra un marcapasos bicameral con estimulación en aurícula y en ventrículo. Bradiarritmias Capítulo 28 | 325 – Fallo de sensado/detección: cuando el marcapasos no es capaz de detectar el ritmo del paciente, de forma que no se inhibe ante la presencia de QRS propios. En el registro electrocardiográfico se encuentran espigas procedentes del marcapasos, cercanas a un QRS propio que no ha sido detectado. Existe el peligro de encontrar una espiga de marcapasos sobre una onda T propia (fenómeno R sobre T) que puede desencadenar una taquicardia ventricular tipo polimórfica (Figura 28.15). – Fallo por sobresensado/sobredetección: cuando el marcapasos detecta eventos que no corresponden a ondas P ni complejos QRS y se inhibe de forma inapropiada (detección de campo lejano, interferencias electromagnéticas, contracción diafragmá- tica, minipotenciales, etc.). La mayoría de los casos se corrigen mediante una reprogra- mación adecuada del dispositivo. • Para la interpretación en urgencias de un ECG de superficie en un paciente portador de marcapasos, Higueras et al. han publicado un algoritmo denominado “TBC”. Es muy pro- bable que el marcapasos funcione correctamente si no existe ninguna de las siguientes alteraciones (valor predictivo negativo 93 %): – Taquicardia con espigas (“T”): QRS estimulados con una espiga de marcapasos previa a más de 120 lpm. – Bradicardia sin espigas (“B”): QRS a menos de 40 lpm sin que se observen espigas de marcapasos. – Caos (“C”): entendido como presencia de espigas en mitad de QRS-T; ausencia de complejo QRS detrás de una espiga o la presencia de diferente distancia entre las espi- gas y los QRS. El criterio “T” no suele ser una urgencia médica, mientras que el "B" y el "C" requieren una derivación urgente del paciente a un hospital con cardiólogo de guardia. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Figura 28.14. Fallo de captura. Figura 28.15. Fallo de sensado/detección. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIASMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 326 | Capítulo 28 BIBLIOGRAFÍA Aristizábal JM, Restrepo A, Uribe W, et al. “Las otras” bradicardias. Rev Colomb Cardiol. 2015;22(6):298- 304. Brignole M, Auricchio A, Baron-Esquivias G, Bordachar P, Boriani G, Breithardt OA, et al. 2013 ESC guideli- nes on cardiac pacing and cardiac resynchronization therapy. Eur Heart J. 2013;34:2281-329. Fred M. Kusumoto, Mark H. Schoenfeld, Coletta Barrett, et al. 2018 ACC/AHA/HRS Guideline on the Eva- luation and Management of Patients With Bradycardia and Cardiac Conduction Delay. Circulation. 2019;140:e382–e482. Higueras J, et al. TBC: A simple algorithm to rule out abnormalities in electrocardiograms of patients with pacemakers. Cardiol J 2020;27(2):136-41. Soar J, Nolan JP, Böttiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2015 Sec- tion 3. Adult advanced life support. Resuscitation 2015, 100-147. Vogler J, Breithardt G, Eckardt L, et al. Bradiarritmias y bloqueos de la conducción. Rev Esp Cardiol. 2012;65(7):656-67.