Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Valvulopatías agudas Capítulo 32 | 363 • En Urgencias nos podemos encontrar con diversas situaciones: – Valvulopatías preexistentes conocidas o no. Los pacientes pueden estar asintomáticos, presentar un empeoramiento de sus síntomas habituales o debutar con clínica. – Valvulopatías agudas. – Prótesis valvulares normo o disfuncionantes. • El síntoma principal de las alteraciones valvulares suele ser la disnea en relación con insu- ficiencia cardiaca (IC), acompañada o no de hipoperfusión por reducción del gasto cardi- aco (GC). Otros síntomas frecuentes son el síncope, los asociados a la fibrilación auricular (FA), incluidos los eventos tromboembólicos o el dolor torácico. • Siempre que se sospeche la presencia de una valvulopatía es importante hacer una ex- ploración física exhaustiva. Buscaremos signos periféricos y soplos característicos que nos puedan orientar sobre la válvula afectada, la gravedad y el tiempo de evolución (Tabla 32.1). • La prueba fundamental para la evaluación de las válvulas cardiacas es el ecocardiograma transtorácico (ETT), técnica poco invasiva y accesible desde el Servicio de Urgencias. Nos permite el diagnóstico de afectación valvular, así como la determinación de su gravedad, su mecanismo y la repercusión sobre las distintas cámaras cardiacas (tamaño y función de ambos ventrículos, presión pulmonar, tamaño auricular, función diastólica, enfermedad de la aorta ascendente, etc.). El ecocardiograma transesofágico (ETE) nos puede ser de utilidad cuando las imágenes obtenidas mediante el ETT sean subóptimas; es el caso de trombosis o disfunciones protésicas, ya que se obtiene una imagen más nítida de las prótesis valvulares; o cuando sospechemos una endocarditis y queramos identificar vege- taciones endocárdicas. REGURGITACIÓN AGUDA VALVULAR IZQUIERDA: INSUFICIENCIA AÓRTICA AGUDA E INSUFICIENCIA MITRAL AGUDA En la insuficiencia aórtica (IAo) hay un paso retrógrado de sangre desde la aorta al ventrículo en diástole. En la insuficiencia mitral (IM), el flujo retrógrado se establece desde el ventrículo izquierdo (VI) hacía la aurícula izquierda (AI) en sístole. En las regurgitaciones crónicas, la aurícula y el ventrículo izquierdo, mediante su dilatación y remodelado, son capaces de adaptarse y mantener un GC adecuado, sin un aumento excesi- vo de la presión telediastólica (PTD) ni de la presión pulmonar. Este remodelado y adaptación progresiva no ocurre en la afectación aguda. Como consecuencia, encontramos: INTRODUCCIÓN VALVULOPATÍAS AGUDAS MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 364 | Capítulo 32 Características de los distintos soplos asociados a valvulopatíaTabla 32.1. INSUFICIENCIA AÓRTICA INSUFICIENCIA MITRAL ESTENOSIS AÓRTICA ESTENOSIS MITRAL (EM) CRÓNICA – Soplo DIASTÓLICO, aspirativo, en borde esternal izquierdo, más audible en sedestación e inclinándose hacia delante en apnea postespiración. – Puede acompañarse de soplo sistólico en foco aórtico por hiperaflujo. CRÓNICA – 1er tono (R1) disminuido. – Soplo HOLOSISTÓLICO suave en ápex irradiado a axila. – Segundo tono (R2) desdoblado. – Prolapso mitral: clic mesosistólico y/o soplo mesotelediastólico. – Soplo MESOSISTÓLICO, romboidal, rudo, irradiado a carótidas. La duración del soplo y la proximidad al 2º tono (R2) se relacionan con la gravedad. Disminuye con las maniobras de Valsalva. – En estenosis aórtica grave el 2º tono (R2) está abolido. – Es frecuente escuchar un 4º tono (R4) y, cuando aparece disfunción sistólica, un 3er tono (R3). – Aumento del 1er tono (R1). – Chasquido de apertura tras el 2º tono (R2). – Soplo DIASTÓLICO con arrastre presistólico (en ritmo sinusal). – La distancia entre el segundo tono (R2) y el chasquido de apertura es inversamente proporcional al grado de estenosis (a menor distancia, mayor estenosis). AGUDA – Soplo DIASTÓLICO breve y débil (difícil de auscultar). – Suele auscultarse un 3er tono (R3), ritmo de galope. AGUDA – 1er tono aumentado. – Soplo SISTÓLICO apical corto, a veces, incluso ausente. – 4º tono (R4), puede ser la única manifestación auscultatoria. – En ocasiones, puede auscultarse el soplo típico holosistólico. R1 R2 R3 Soplo sistólico Soplo diastólico R1 R1 R2 R3 S. sistólico Soplo diastólico Chasquido apertura R2 R1 Soplo sistólico R2R2R1R1 R3R3 R4R4 Valvulopatías agudasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 32 | 365 • Fallo anterógrado: se produce una disminución del GC efectivo por fuga de sangre en diástole hacia el VI (insuficiencia aórtica) o en sístole hacia la AI (insuficiencia mitral); inicialmente, puede ser contrarrestado, aumentando la frecuencia cardiaca (taquicardia sinusal), pero posteriormente aparecen signos y síntomas de inestabilidad hemodinámica, shock cardiogénico y fracaso multiorgánico. • Congestión retrógrada: la AI y el VI no pueden hacer frente a la sobrecarga de vo- lumen, produciéndose un aumento en la PTD del VI, que se trasmite a la AI y al lecho pulmonar, ocasionando congestión y edema pulmonar. INSUFICIENCIA AÓRTICA AGUDA 1. ETIOLOGÍA • Disección de aorta tipo A de Stanford. Se puede asociar a alteraciones del tejido conecti- vo, válvula aórtica bicúspide o aterosclerosis. • Endocarditis infecciosa (EI) con perforación de velo valvular, destrucción del anillo valvular o falta de coaptación de los velos por una vegetación. • Traumatismo torácico. 2. CLÍNICA • Edema agudo de pulmón (EAP). Los pacientes presentan disnea, taquipnea, hipoxemia o insuficiencia respiratoria con crepitantes bilaterales a la auscultación pulmonar. Todo ello nos puede dificultar la auscultación del soplo de IAo. • Shock cardiogénico. Cuando la taquicardia sinusal inicial no es suficiente para mantener un GC adecuado aparecen signos y síntomas de inestabilidad hemodinámica (bradipsi- quia, palidez, diaforesis profusa, frialdad de miembros, retraso en el relleno capilar, etc.). • Dolor torácico. En relación con disección de aorta (dolor muy intenso, urente, en parte anterior del tórax irradiado a la zona interescapular); o con isquemia miocárdica (angina), por disminución del flujo coronario en diástole y aumento de las demandas de oxígeno del miocardio (aumento PTD de VI, taquicardia sinusal). • Síntomas y signos de infección. En el caso de EI. En la presentación aguda tendremos fiebre, sensación distérmica y escalofríos secundarios a bacteriemia. En la presentación subaguda los síntomas serán menos aparentes con febrícula, malestar general y astenia. Tendremos que pensar en ello en los pacientes con fiebre y soplo de nueva aparición. 3. EXPLORACIÓN FÍSICA No se observan los signos periféricos típicos de la IAo crónica. No existe aumento de la presión arterial diferencial. 4. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS • Electrocardiograma (ECG): taquicardia sinusal. Pueden aparecer alteraciones sugestivas de isquemia aguda (descenso y/o ascenso del ST, inversión de la onda T). • Radiografía de tórax (Rx tórax): signos de congestión pulmonar en ausencia de cardiome- galia. Puede verse ensanchamiento mediastínico en el caso de disección de aorta. • ECOCARDIOGRAMA (transtorácico y/o transesofágico): debe realizarse de forma urgente. • Tomografía computarizada (TC): estaría indicada realizarla si hay sospecha de disección aórtica. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 366 | Capítulo 32 • Si se sospecha EI, hay que sacar tres tandas de hemocultivos antes de iniciar tratamiento antibiótico. 5. TRATAMIENTO 5.1. Quirúrgico: es el tratamiento de elección. Asociado a reparación de la aorta ascendente en el caso de disección. 5.2. Médico: dirigido a mantener la estabilidad hemodinámica del paciente antes de la cirugía. • Vasodilatadores: Nitroglicerina intravenosa (i.v.): 50 mg en 250 cc de suero glucosado al 5 % comenzando a una dosis de 10-20 mcg/Kg/min/3-6 ml/h). Nitroprusiato intravenoso (i.v.): se realiza dilución de 50 mg (ampollas de 50 mg) en 500 ml de suero glucosado al5 % comenzando a una dosis de 0,5 mcg/kg/min, hasta un máximo de 5 mcg/kg/min (para un peso de 70 kg, comenzar a 10 ml/h). • Inotrópicos: dopamina i.v., dobutamina i.v. (ver capítulo 21: shock). – Tratamiento antibiótico en el caso de EI (ver capítulo 87: endocarditis infecciosa). – El balón de contrapulsación aórtico está contraindicado. INSUFICIENCIA MITRAL AGUDA 1. ETIOLOGÍA Dentro de las causas de IM encontramos dos tipos: las orgánicas (afectación estructural de los velos) y las funcionales (afectación estructural del VI que deforma la estructura valvular). • Orgánicas: – EI con perforación de velo valvular. – Rotura de cuerda tendinosa por enfermedad valvular mixomatosa (Barlow). – Rotura de músculo papilar secundaria a infarto agudo de miocardio. • Funcionales: – Miocardiopatía dilatada por dilatación del anillo valvular y falta de coaptación de los velos. Esto puede verse de forma aguda en algunas miocardiopatías que tienen un inicio súbito, como el síndrome de Takotsubo o la asociada al postparto. – Disfunción del músculo papilar secundaria a isquemia, sobre todo cuando existen al- teraciones segmentarias de la contractilidad en la pared posterior del VI. La distinción entre causas orgánicas y funcionales es importante. El tratamiento en las causas orgánicas es quirúrgico, mientras que en las funcionales el tratamiento de las enfermedades subyacentes puede evitar o demorar la cirugía. 2. CLÍNICA • EAP: la sobrecarga aguda de volumen en la AI conlleva aumento de presión en esta y en las venas pulmonares, desarrollándose congestión. • Shock cardiogénico: parte del volumen sistólico es regurgitado a la AI, disminuyendo el GC. • Dolor torácico: en los casos secundarios a isquemia o infarto agudo de miocardio, el paciente puede presentar dolor torácico anginoso típico. • Síntomas y signos de infección en las asociadas a EI. Valvulopatías agudasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 32 | 367 3. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS • ECG: taquicardia sinusal. Si la causa subyacente es la isquemia podemos encontrar des- censo del ST, ascenso del ST o inversión de la onda T. • Rx Tórax: signos de congestión pulmonar en ausencia de cardiomegalia. • ECOCARDIOGRAMA (transtorácico y/o transesofágico): debe realizarse de forma ur- gente. • Coronariografía: se debe realizar si existe sospecha de enfermedad coronaria aguda. • Si se sospecha EI hay que sacar tres tandas de hemocultivos antes de iniciar tratamiento antibiótico. 4. TRATAMIENTO 4.1. Quirúrgico: es el tratamiento de elección en las causas orgánicas. 4.2. Revascularización miocárdica: en la IM secundaria a isquemia debe realizarse de for- ma temprana. 4.3. Médico: en las causas funcionales puede ser suficiente para evitar una cirugía urgente. Si la causa es orgánica está dirigido a mantener la estabilidad hemodinámica del paciente antes de la cirugía. – Tratamiento del EAP (ver capítulo 26: insuficiencia cardiaca. Edema agudo de pulmón). – Vasodilatadores (nitroprusiato i.v.): si existe normotensión. Disminuye la postcarga y el volumen regurgitante. – Inotrópicos: dopamina i.v., dobutamina i.v. (ver capítulo 21: shock), si existe inestabilidad hemodinámica. • Balón de contrapulsación aórtico en pacientes con hipotensión y shock cardiogénico. Dis- minuye la postcarga ventricular izquierda, aumentando el flujo anterógrado y la presión arterial diastólica. • Tratamiento antibiótico en el caso de EI (ver capítulo 87: endocarditis infecciosa). ESTENOSIS AÓRTICA (EAo) La EAo somete al VI a una sobrecarga de presión al dificultar su vaciado en sístole. Inicialmente, esto es compensado por el VI, aumentando su grosor mediante el desarrollo de hipertrofia concéntrica. En etapas avanzadas, al claudicar el VI, se puede asociar disfunción ventricular. Normalmente, los pacientes presentan un periodo asintomático relativamente largo. Aunque su historia natural no suele ser aguda, la presentación clínica de una valvulopatía crónica si puede serlo. Una vez aparecen los síntomas, la expectativa de vida disminuye drásticamente. Debemos sospecharla en pacientes que acuden por angina, síncope o disnea y presentan una auscultación cardiaca compatible (Tabla 32.1), ya que requerirán un abordaje quirúrgico temprano. 1. ETIOLOGÍA La más frecuente es la degenerativa senil (séptima-octava década de la vida), seguida por la congénita (bicúspide), siendo rara la afectación reumática aislada. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 368 | Capítulo 32 2. CLÍNICA • Angina: generalmente desencadenada con el esfuerzo y que alivia con el reposo (pue- de existir enfermedad coronaria asociada). Supervivencia media de 5 años tras su de- but. • Síncope: asociado al esfuerzo, por disminución de perfusión cerebral (si el síncope es de reposo suele ser debido a arritmias asociadas como FA, bloqueo A-V, etc.). Supervivencia media de 3 años tras su debut. • Disnea: secundaria a insuficiencia cardiaca (disnea de esfuerzo, ortopnea, EAP), con supervivencia normalmente inferior a 1 año. • Muerte súbita. 3. EXPLORACIÓN FÍSICA Encontramos los siguientes signos característicos: • PULSO PARVUS ET TARDUS: ascenso y descenso lento y retrasado respecto al latido de la punta. • LATIDO APICAL sostenido: en ocasiones, se palpa un frémito sistólico en foco aórtico. • La presión arterial suele ser normal o elevada, salvo en estadios avanzados, en los que puede estar descendida. 4. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS • ECG: signos de hipertrofia ventricular con patrón de sobrecarga sistólica. • Radiografía de tórax: índice cardiotorácico (ICT) normal. A veces, puede observarse car- diomegalia por hipertrofia concéntrica del VI. Dilatación de la porción proximal de aorta ascendente. Ante clínica de IC existen signos de congestión venosa y edema pulmonar. Calcificación valvular aórtica, sobre todo, en pacientes de edad avanzada. • ECOCARDIOGRAMA: fundamental en el diagnóstico. La necesidad de realizarse de ur- gencia dependerá de la situación clínica del paciente. 5. TRATAMIENTO Los pacientes con EAo grave, conocida previamente o no, que debutan con síntomas en el Servicio de Urgencias tienen indicación de ingreso hospitalario para realización de ecocardio- grama reglado y plantear recambio valvular aórtico. 5.1. Quirúrgico: es el tratamiento de elección. No suele ser necesaria la cirugía urgente. 5.2. Médico: – Tratamiento de la IC (ver capítulo 26: insuficiencia cardiaca, edema agudo de pulmón): en los pacientes con EAo, el GC es muy dependiente de la precarga. Por ello, los diuréticos deben utilizarse con precaución. Los vasodilatadores se deben evitar en la medida de lo posible, ya que aumentan el gradiente aórtico (precaución con nitroglicerina i.v.). – Inotrópicos: dopamina i.v., dobutamina i.v. (ver capítulo 21: shock) si existe inestabilidad hemodinámica. – Antianginosos: betabloqueantes, calcioantagonistas (diltiazem o verapamilo). Evitar nitra- tos, que, al ser vasodilatadores, aumentan el gradiente aórtico. – Balón de contrapulsación aórtico: en pacientes con hipotensión y shock cardiogénico. Valvulopatías agudasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 32 | 369 INSUFICIENCIA TRICUSPÍDEA (IT) AGUDA La IT secundaria a trauma se produce por un aumento de las presiones en las cavidades derechas (Valsalva y compresión del tórax) en el seno de una brusca desaceleración. Lo más frecuente es una rotura de cuerdas tendinosas, la rotura del músculo papilar anterior y el desgarro o desinserción de una valva (especialmente la anterior). 1. ETIOLOGÍA • Postraumática, sobre todo por accidentes de tráfico. La gravedad, otras lesiones a nivel craneal, torácico o abdominal, dificulta el diagnóstico inicial de la lesión valvular. • Endocarditis. 2. CLÍNICA • Si la presión pulmonar es normal, la valvulopatía puede ser bien tolerada durante tiempo, conduciendo finalmente a fracaso ventricular derecho (signos de congestión venosa, hi- potensión,etc.). • Soplo no existente previamente en borde esternal izquierdo bajo, irradiado hacia la parte derecha del esternón, que aumenta con la inspiración profunda (signo de Rivero-Car- vallo). El diagnóstico puede retrasarse durante años hasta el desarrollo de síntomas. 3. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS Ecocardiograma urgente. 4. TRATAMIENTO Está indicada la cirugía urgente en situaciones de fallo ventricular derecho. ESTENOSIS MITRAL (EM) La reducción del área valvular mitral causa dificultad en el vaciado de la AI. Se crea un gradiente diastólico transmitral debido al aumento de la presión atrial, que se refleja en el circuito venoso pulmonar, provocando síntomas de congestión. En situaciones crónicas, el aumento mantenido de las presiones pulmonares es un estímulo, tanto para el crecimiento de la capa íntima y media de las arterias pulmonares, como para el desarrollo de vasocons- tricción arterial. Esto supone cierto grado de protección frente a la congestión, pero conlleva la aparición de HTP. 1. ETIOLOGÍA Su causa más frecuente es la enfermedad reumática. También puede ser de causa congénita, degenerativa o asociada a enfermedades del tejido conectivo. Predomina en mujeres (2/3 de los casos). 2. CLÍNICA No es frecuente un debut agudo. La clínica aguda suele estar en relación con episodios de FA con respuesta ventricular rápida o con eventos relacionados con la formación de trombos en aurícula izquierda. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 370 | Capítulo 32 • IC y shock cardiogénico: disnea de esfuerzo (síntoma más frecuente) inicialmente, que puede progresar en estadios avanzados de la enfermedad hasta situaciones de EAP o shock cardiogénico. Normalmente, existe un factor precipitante como infec- ción, anemia, FA o embarazo. Pueden aparecer síntomas y signos sugestivos de IC de predominio derecho, debido al desarrollo progresivo de HTP y disfunción ventricular derecha. • FA: muy frecuente en esta valvulopatía por dilatación de AI. Cuando aparece, está indica- da la anticoagulación. • Tromboembolismo sistémico. 3. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS • ECG: signos de crecimiento AI, datos de crecimiento de ventrículo derecho (VD), FA. • Rx tórax: signos de congestión venosa pulmonar. Aumento de tamaño del tronco de la arteria pulmonar (AP) y aumento del VD. Crecimiento AI. • Ecocardiograma: método de elección en el diagnóstico y valoración de EM. 4. TRATAMIENTO 4.1. Quirúrgico: tratamiento de elección cuando aparecen síntomas. No suele ser necesaria cirugía urgente. 4.2. Médico: • Diuréticos y nitratos si existen signos y síntomas de IC. • Fármacos cronotropo negativos (especialmente betabloqueantes): en pacientes con sín- tomas durante el ejercicio que mantengan un GC elevado (la bradicardia aumenta la diás- tole, mejorando el llenado ventricular). También nos sirven para el control de la frecuencia cardiaca en el caso de FA. • ANTICOAGULACIÓN: pacientes con FA permanente o paroxística. También está indicada en pacientes en ritmo sinusal con antecedentes de embolismo sistémico o evidencia de trombos en AI. PRÓTESIS VALVULARES Existen dos tipos de prótesis valvulares: mecánicas y biológicas (Tabla 32.2). Se debe realizar un ETT y/o ETE en el caso de que existan cambios clínicos significativos y/o se sospechen complicaciones protésicas o endocarditis. Características de los distintos tipos de prótesis valvularesTabla 32.2. PRÓTESIS MECÁNICA • Anillo circular de teflón + uno o dos discos de titanio. • Chasquido de cierre al final de la sístole (prótesis aórtica) o al final de la diástole (prótesis mitral). • Anticoagulación de por vida por mayor capacidad trombogénica. PRÓTESIS BIOLÓGICA • Fabricadas, en su mayoría, con tejido porcino. • Tonos cardiacos similares a los producidos por las válvulas nativas sin soplos. • Anticoagulación de por vida solamente si existen otras causas (FA, tromboembolismo o estados de hipercoagulabilidad). Valvulopatías agudasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 32 | 371 1. TROMBOSIS PROTÉSICA Más frecuente en las prótesis mecánicas. Los factores de riesgo más importantes son la anticoagulación insuficiente en los meses o días previos y los estados de hipercoagulabilidad (infección, fiebre, deshidratación, etc.). Las trombosis pueden ser obstructivas o no obstruc- tivas dependiendo de si existe, o no, bloqueo en la movilidad de los discos. 1.1. Trombosis obstructiva • Clínica: – Disnea aguda o de reciente diagnóstico. Edema pulmonar. Shock cardiogénico. – Evento embólico. • Diagnóstico: ETT, ETE y/o fluoroscopia urgente, donde se objetivarán aumento de los gradientes transprotésicos y disminución de la movilidad de los discos. • Tratamiento: – Cirugía: indicada de forma urgente en el caso de inestabilidad hemodinámica. – Fibrinolisis: indicada en pacientes inestables con importantes comorbilidades que con- traindican la cirugía o en trombosis de prótesis tricúspide o pulmonar. Se recomienda RTPA 10mg en bolo + 90 mg en 90 minutos junto con heparina no fraccionada o estreptoquinasa 1.500.000 U en 60 minutos sin heparina. 1.2. Trombosis no obstructiva • Clínica: evento embólico. Puede ser un hallazgo casual en ecocardiograma de control. • Diagnóstico: ETT y/o ETE. • Tratamiento: – Optimización de la anticoagulación: en trombos menores de 10 mm, o en trombos mayores de 10 mm en los que no existe embolismo asociado. – Cirugía: recomendada en trombos mayores de 10 mm en los que existe embolismo asociado; o si persiste el trombo tras optimizar la anticoagulación en pacientes con trombos mayores de 10 mm o con embolismos de repetición. 2. TROMBOEMBOLISMO SISTÉMICO Puede tener un origen multifactorial, por lo que es importante realizar un estudio tanto intra como extracardiaco. Puede asociarse a trombosis de la prótesis, que debe descartarse siempre. • Tratamiento: – Corregir factores de riesgo (FA, hipertensión arterial, dislipemia, diabetes, tabaquismo, etc.). – Optimización de la anticoagulación. – Añadir acido-acetil-salicílico (< 100 mg/día) al tratamiento si el riesgo de sangrado lo permite. 3. LEAK PERIVALVULAR Y ANEMIA HEMOLÍTICA Se define como aquella regurgitación (mitral o aórtica) originada en la zona de sutura del anillo protésico al tejido nativo. • Clínica: – Anemia hemolítica. – Signos y síntomas de insuficiencia cardiaca si la regurgitación es importante. – Síntomas y signos de infección si la causa es una endocarditis infecciosa. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIASMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 372 | Capítulo 32 • Diagnóstico: ETT y/o ETE. • Tratamiento: – Cirugía: en los casos asociados a endocarditis y si existe anemia grave que precise transfusiones repetidas o genere síntomas graves. – Médico: suplementos de hierro, betabloqueantes y/o eritropoyetina. – En casos de alto riesgo quirúrgico o recidivantes puede utilizarse la terapia percutánea. 4. DEGENERACIÓN DE PRÓTESIS BIOLÓGICA Debe sospecharse pasados 5 años tras la implantación de una prótesis biológica. Pueden existir síntomas y signos de IC. Se diagnostica mediante el ecocardiograma al objetivarse degeneración de los velos con reducción del área valvular y/o regurgitación. Puede asociarse rotura de alguno de los velos. Si existen síntomas con aumento significativo de los gradientes transprotésicos y/o regurgitación grave estaría indicada la cirugía, normalmente programada. BIBLIOGRAFÍA Alec Vahanian and Gregory Ducrocq. Emergencies in valve disease. Current Opinion in Critical Care 2008, 14:555-60. Chen RS, Bivens MJ, Grossman SA. Diagnosis and management of valvular heart disease in emergency medicine. Emerg Med Clin N Am. 2011;29: 801-10. Jiménez López J, Maicas Bellido C, Rodríguez Padial L. Valvulopatías agudas. En: Julián Jiménez. A, coordi- nador. Manual de protocolos y actuación en urgencias, 3ª ed. Madrid: Edicomplet; 2010. p. 291-300. Mokadam NA, Stout KK, Verrier ED. Management of acuteregurgitation in left-sided cardiac valves. Tex Heart Inst J 2011;38(1):9-19. The Joint Task Force on the Management of Valvular Heart Disease of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Association for Cardio-Thoracic Surgery (EACTS). Guidelines on the management of valvular heart disease (version 2012).. Eur Heart J. 2012 Oct;33(19):2451-96.
Compartir