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Programación Funcional La programación funcional es un paradigma de programación que se basa en el concepto de que un programa se puede ver como una serie de funciones matemáticas. En la programación funcional, las funciones son ciudadanos de primera clase, lo que significa que se pueden pasar como argumentos a otras funciones y se pueden devolver como resultados de otras funciones. Uno de los lenguajes de programación más conocidos que promueve la programación funcional es Haskell, pero también se pueden utilizar conceptos de programación funcional en lenguajes como JavaScript, Python y Scala. Los principios clave de la programación funcional incluyen: Inmutabilidad: En la programación funcional, los datos son inmutables, lo que significa que una vez que se crea un valor, no se puede modificar. En su lugar, se crean nuevos valores basados en los valores existentes. Funciones Puras: Las funciones en la programación funcional son puras, lo que significa que no tienen efectos secundarios y siempre devuelven el mismo resultado para la misma entrada. Esto facilita la depuración y el razonamiento sobre el código. Recursión: En lugar de bucles, la programación funcional tiende a utilizar la recursión para realizar repeticiones. Funciones de Orden Superior: Las funciones de orden superior son aquellas que pueden recibir funciones como argumentos y/o devolver funciones como resultados. Esto permite la composición de funciones y la abstracción de patrones. Programación Declarativa: En lugar de describir paso a paso cómo se debe hacer algo, la programación funcional se centra en declarar qué se debe hacer y se basa en el sistema de tipos del lenguaje para determinar cómo hacerlo. La programación funcional se ha vuelto más popular en los últimos años debido a su capacidad para escribir código más conciso y legible, así como para aprovechar la computación paralela y distribuida de manera eficiente.