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Ensayo de análisis El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra

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Raúl Enrique Erosa Uribia		2°B Vespertino
Ensayo de análisis “El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra”, de Tirso de Molina
El objetivo del presente ensayo es analizar el engaño y como éste es un arma de doble filo, elemento que es ejercido durante el transcurso de la obra “El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra”, del español Tirso de Molina, con la intención de comprender cómo esta acción repercute a un circulo de consecuencias de mayor impacto. Para ello, el trabajo se divide en tres secciones. En la primera, se elabora un contexto biográfico e histórico del autor, donde sirva de base para analizar algunos puntos acerca del texto.
 En segunda instancia, se efectúa el análisis de la obra, mediante a través de la comedia y el lenguaje figurado dan sentido al protagonista, a los distintos personajes secundarios y a la trama de la obra, del mismo modo, el fin que tuvo el protagonista debido a sus aventuras y acciones. Finalmente, se concluirá si todavía la temática de la obra escrita por Tirso de Molina es presente en una sociedad como la mexicana, asimismo de las consecuencias que éstas conllevan.
 A partir de la culminación de la Reconquista de la península ibérica por parte de los Reyes Católicos y coincidiendo con el descubrimiento de América (1492), se inició en España una época de auge que corresponde a su apogeo imperial y artístico, ésta época se prolongó en el tiempo hasta darla por terminada en 1681, fecha en la que falleció Calderón de la Barca (Escritor español conocido fundamentalmente por ser uno de los más insignes literatos barrocos, en especial por su teatro), a esta época de esplendor en las ciencias, política y en el arte se la conoce con la denominación de El Siglo de Oro Español, Renacimiento o Barroco. (https://sobrehistoria.com/el-siglo-de-oro-espanol/).
 Tirso de Molina nace en el máximo esplendor del Siglo de Oro, donde los pensamientos filosóficos recorrían cada rincón de Europa, plasmándolo en la música, en el arte y la literatura. Los corrientes literarios que se desplazaron por todo el continente del viejo mundo, fue una de las causas por el cual influyeron a Tirso de Molina a darle un panorama en lo que destacaría en su vida, el mundo de la comedia, teatro y la poesía.
 La sociedad española siguió marcada por los valores aristocráticos y religiosos de la mentalidad colectiva de la centuria anterior. Valores típicamente nobiliarios como el “honor” y la “dignidad” fueron reivindicados por todos los grupos sociales, desde la clase alta hasta los campesinos (https://es.slideshare.net/Carbonario/la-espaa-del-siglo-de-oro-3007053), sin embargo, el libertinaje del hombre marcaba una contradicción a esta mentalidad establecida, en su mayoría era realizada por hombres, aspecto que está plasmado al analizar al protagonista de “El Burlador de Sevilla y el Convidado de Piedra”.
 Era común que, en la época antecesora, la sociedad española vivía en su mayoría de la ignorancia y el engaño, debido al débil control de la monarquía hacia sus colonias, a su poco desempeño hacia la educación y la poca aceptación hacia la filosofía donde el cual debatía si Dios era el centro del mundo. Mediante el Renacimiento, la sociedad adoptaría el engaño para su propio beneficio. El intelecto y habilidad de algunos habitantes, burlaban y aprovechaban la situación de la sociedad para practicar este acto, debido a su efectividad poco a poco se convirtió en un hábito, al final se transformaría en un arma de doble filo ya que la avaricia era notoria.
 Tirso fue discípulo del dramaturgo Lope de Vega el cual, durante su vida se dedicó a los poemas y obras de teatro, se inclinó a las comedias religiosas y filosóficas, entró al sacerdocio, por lo cual tenía conocimientos bíblicos que lo ayudaron en la creación de sus distintas obras, no fue hasta el destierro de las autoridades religiosas donde le prohibieron escribir obras satíricas y temática cómico, debido a que su amada lo dejó por un noble, a su enfado y decepción, éste le dedica comedias deshonrando a su ex pareja por el cual fue perseguido. Lope de Vega vivió su vida con un sinfín de amantes y descendientes. Consideraba que “el teatro es una imitación de la vida”. Se caracterizaba a la mezcla de lo trágico y cómico, libertad creadora (conciencia estética), la inclusión personajes nobles en teatro popular y el sometimiento a un “orden divino”.
 En 1600, Tirso de Molina ingresó en la Orden de la Merced y tras pasar favorablemente el noviciado, tomó los hábitos en 1601 en el monasterio de San Antolín de Guadalajara. Comienza un largo período de formación dentro de ella con estudios de Humanidades y Teología. Fue fiel seguidor de su concepción Lopista del teatro, que posteriormente plasmaría en sus obras, inspirado en la vida de su maestro y en sus creaciones, en su mayoría cómicas. 
 Así como el trabajo de su maestro, Tirso utiliza esta técnica humorística para el entretenimiento del público, el cual fue creciendo su popularidad al paso de los años. Relacionó esta técnica junto a las corrientes aristotélicas, tomando así las virtudes éticas, el cual consiste a la perfección de la voluntad, hábito selectivo que consiste en un término medio (alcanzar la plenitud de la felicidad), el cual es determinado por la razón y por aquella por la cual decidiría el hombre prudente. Se adquiría este elemento mediante la repetición y la costumbre, sin embargo, implicaría un vicio como la temeridad, intemperancia o libertinaje y la prodigalidad; algunos adquirían vicios excesivos como la insensibilidad y la avaricia.
 Como sacerdote, confesaba a las personas y éste se enteraba de los pecados de los hombres e incluso de las mujeres, de cómo pensaba la sociedad en donde vivía, la psicología de las personas con la que convivía diariamente, conocía a distintas autoridades de la corte y como éstas ejercían su labor. Después de tantos años como confesador tuvo la suficiente experiencia y conocimiento de todos estos pensamientos libertinos de su sociedad, sin embargo, como religioso no podía contar estas acciones por medio de la palabra, sino que utilizó todas estas características plasmándolo en sus comedias.
 Empezó con algunas comedias como “El vergonzoso en Palacio”, “La villana de La Sagra” entre otros, donde lo consideraban textos profanos debido su burla y mal ejemplo hacia la visión religiosa; Gabriel José López Téllez usaría el seudónimo Tirso de Molina para que sus obras se desplazaran y del mismo modo para tener protección, debido a que era un clérigo, aun así, no fue suficiente para que las autoridades religiosas lo amenazaran a que abandone su profesión como escritor, sin embargo, no perdió su título como clérigo.
 Se retiró en 1614 para luego volver con su creación en 1616 “Tan largo me lo fiais” que fue la versión antecesora, un año después con modificaciones, termina su texto más relevante en el teatro de la época “El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra” que fue publicada hasta 1630. (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tirso.htm)
 El Burlador de Sevilla se convertiría una pieza clave para la inspiración de obras sobre don Juan: La española de Antonio de Zamora, No hay plazo que no se cumpla, la italo-austriaca, con libreto de Lorenzo da Ponte y música de Mozart y la italiana de Carlo Goldoni, titulada Don Juan o el Castigo del libertino.
 El personaje de Don Juan, se caracterizaba de burlar las “reglas” de convivencia entre los seres humanos. Era un egocentrista, para él solo existía el presente, no escuchaba las advertencias de su criado Catalinón, sin embargo, éste admiraba como era capaz de realizar lo que los demás no se atreven a hacer, burlar a la propia nobleza y una lista de mujeres. Durante el transcurso de la obra, Don Juan era conocido como un arrogante, mal agradecido y soberbio, huía de todos sus escándalos para así empezar otra de sus burlas, era un seductor y prometía cosas que no era capaz de realizar, nuevamente utiliza hábilmenteel engaño para así gozar a otra mujer, un ejemplo acerca de esto era el personaje de Aminta, que fue fácilmente engañada por Don Juan y peor aún, la que más tiempo se tardó en comprender que clase de persona era su “prometido”.
 Era un hombre de acción, nunca pensaba ni era prudente hacia el prójimo. El rey y los criados nobles son objeto de una dura crítica. Don Juan debe su impunidad debido al ser sobrino del embajador de España en Nápoles, [v. 97 hasta la 102] comienza con la victimización de Juan en la que dice “No quiero daros disculpa, que la habré de dar siniestra. Mi sangre es, señor, la vuestra; sacalda, y pague la culpa. A esos pies estoy rendido, y ésta es mi espada, señor”. Recurre a este medio puesto que, al tratarse con su pariente Don Pedro, sabía que éste lo dejaría ir. Acto seguido, el Rey entra preguntando de que forma murió el traidor, y éste lo engaña diciendo que, en muestra de valentía, se tiró del balcón y murió; este es la primera injusticia de la obra y el segundo engaño, después de que Don Juan burló a la duquesa Isabela. El Rey era objeto de crítica, debido a que era incapaz de tomar decisión alguna (dando un sentido contradictorio hacia la persona del Rey, en este caso era manipulado y engañado fácilmente). 
 Tirso de Molina acude a la amplia demostración de sentimientos a los personajes, desde que comenzaba la obra, se aprecia que la duquesa Isabela estaba angustiada debido a que ha sido engañada y perdió su “honor”; era de mayor impacto que la mujer perdiera su dignidad, como lo menciona tras discutir con el Rey: “Mi culpa no hay disculpa que la venza, mas no será el yerro tanto si el duque Octavio lo enmienda”. Sin embargo, como es de saber, el joven Don Juan no le importaba el daño que le implicaba sus acciones hacia el prójimo, seguido de esto, huye hacia Tarragona en donde conoce a Tisbea, pescadora humilde que recibió a Don Juan tras encontrarlo en el mar, acto seguido, corteja a la dama con caballerosidad y con toque romántico, el cual era una de las estrategias de su seducción.
 A la presencia del próximo engaño, cuando Don Juan habla acerca de Tisbea, Catalinón señala una advertencia a su amo donde su goce y engaño hacia la pescadora, podría traerle consecuencias peores que en Nápoles, diciendo así “Los que fingís y engañáis las mujeres desa suerte lo pagaréis en la muerte”. Claramente Catalinón tenía un panorama acerca del futuro de su amo, no obstante, la reacción de Don Juan fue con arrogancia y de señalar a su criado como un cobarde, diciendo así: “¡Qué largo me lo fiáis! Catalinón con razón te llaman”, es importante señalar que la misma expresión fue utilizada en la versión antecesora de la obra, el cual significa que la muerte y el castigo de Dios están muy lejanos y entonces, éste no le preocupa la salvación de su alma ni pidiendo perdón. Más tarde huirá después de haber gozado a Tisbea, se va con las dos yeguas que había criado. Se hace notorio el mal agradecimiento de Don Juan, después de haber recibido hospedaje y prometiéndole a la pescadora compromiso.
 Cuando Don Juan y Catalinón, éste se encuentra con un viejo conocido, el marqués de la Mota, el cual le habla sobre su amada, doña Ana de Ulloa. Tras unos diálogos intermedios, el marqués de la Mota dice que Ana es la más bella sevillana llegada desde Lisboa, Don Juan tiene la imperiosa necesidad de gozarla y, para la fortuna de Don Juan, recibe una carta destinada al Marqués, al que luego informará de la cita pero con un retraso de una hora para así gozar a Ana (hágase notar la habilidad y facilidad de burlar hasta los que le agradan al protagonista). Por la noticia de la carta de Ana de Ulloa, Mota le ofrece una burla a don Juan, para lo cual éste ha de llevar la capa del marqués, que se la presta sin saber que la burla no iba a ser la estipulad, sino la deshonra de Ana al estilo de la de Isabela.
 Tras engañar a la dama, es descubierto por el padre de esta, don Gonzalo de Ulloa, con quien se enfrenta en un combate en el que don Gonzalo muere. Entonces don Juan huye en dirección a Dos Hermanas. Mientras se encuentra lejos de Sevilla, lleva a cabo otra burla, interponiéndose en un matrimonio, Arminta y Batricio, a los que engaña hábilmente. Mediante una tonalidad romántica y con gran seguridad, posee a la plebeya con otro de sus burlas. Batricio al ser un hombre con poca confrontación y con cobardía, éste deja que Don Juan se aproveche de su amada.
 
 
 Don Juan vuelve a Sevilla, donde se topa con la tumba de Don Gonzalo y se burla del difunto, invitándole a cenar. Sin embargo, la estatua de éste llega a la cita (el convidado de piedra) cuando realmente nadie esperaba que un muerto fuera a hacer cosa semejante. Luego, al pedirle la mano a Don Juan, éste le dice “¿Eso dices? ¿Yo temor?” [ v. 2800] Don Gonzalo invita a don Juan y a su criado Catalinón a cenar a su capilla, y don Juan acepta la invitación acudiendo al día siguiente, siendo así la primera promesa que cumple durante la obra, claramente estaba subestimando a los poderes celestiales (refiriéndose así a Don Gonzalo como un mensajero de Dios). Allí, la estatua de Don Gonzalo de Ulloa se venga arrastrándolo a los infiernos sin darle tiempo para el perdón de sus pecados. Tras esto se recupera la honra de todas aquellas mujeres que habían sido deshonradas, y puesto que no hay causa de deshonra, todas ellas pueden casarse con sus pretendientes.
 Repetidamente se le advirtió a Don Juan que sus acciones tomarían justicia en algún momento, sin embargo, los reyes no ejercían un castigo debido a su poco control en las decisiones, sino que se lo dejaban a otros, que, con mayor probabilidad de corrupción, podían disfrazar y engañar los problemas, dejando en limpio su título. Mediante que, la justicia humana era pobre, como último recurso se utilizó la justicia divina, el cual el más hábil burlador no podía huir. Claramente Don Juan vivió con un sinfín de libertades y vicios (en este caso fueron perjudícales hacia el prójimo), donde por un periodo de tiempo disfrutó de cada engaño que hacía, sin embargo, no era para siempre, esto trajo consigo un castigo peor que la muerte, su alma viviría en el infierno en la eternidad.
 En conclusión, se puede afirmar que la obra “El Burlador de Sevilla y Convidado de Piedra”, del dramaturgo Tirso de Molina, se hace explícito los engaños de los cuales conseguía lo que quería, excedía los límites y se burlaba de las tragedias de sus víctimas. La obra además de transmitir como era la sociedad del Siglo de Oro, también da hincapié en pensar antes de actuar (ser prudente), también de aprovechar las habilidades sociales para algo bueno en vez de una idea que perjudique a la sociedad, como consecuencia de lo contrario, fue demostrado por la trágica muerte del protagonista. Aprovechar la ignorancia para vivir de los demás, es un ciclo en el cual poco a poco crece el hábito, llegando a los límites de la libertad, un ejemplo de ello, es debido el aprovechamiento de la falta de educación en sitios pobres de nuestro país, en el cual una figura política promete un cambio a cambio de un voto, obteniendo así un beneficio a una minoría de personas, la libertad de unos cuantos y el sufrimiento de muchos otros. Como segundo ejemplo, sería la corrupción, el cual es un problema que se ha hablado en los últimos años en el país, acción que fue adquirida tras la colonización; el cual ha perjudicado a toda la sociedad, el engaño es un camino hacia el propio fin, donde en un determinado tiempo se goza y en otro se lamenta.
Bibliografía:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/tirso.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/El_burlador_de_Sevilla_y_convidado_de_piedra
https://es.wikipedia.org/wiki/Tirso_de_Molina
https://es.wikipedia.org/wiki/Lopismo
https://sobrehistoria.com/el-siglo-de-oro-espanol/
https://elpais.com/diario/1990/08/05/cultura/649807207_850215.html
https://es.slideshare.net/Carbonario/la-espaa-del-siglo-de-oro-3007053
http://www.cervantesvirtual.com/portales/tirso_de_molina/cronologia/http://www.rinconcastellano.com/barroco/tirso.html
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