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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 116 | 1103 ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE INTRODUCCIÓN De manera fisiológica, los procesos metabólicos suelen generar radicales libres que pueden modificar el pH sanguíneo. El pH se define por la variación en la concentración de hidróge-niones (H+) en un momento determinado. La adecuada concentración de iones hidrogeno debe mantenerse estable para asegurar un funcionamiento óptimo del organismo. Esto se obtiene mediante dos vías: la respiratoria, que mediante hipo o hiperventilación puede au-mentar o disminuir la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2), y la renal, capaz de retener o eliminar bicarbonato (HCO3 -). De esta forma, se consigue un equilibrio ácido-base normal en la mayoría de individuos (Tabla 116.1). FISIOPATOLOGÍA En toda alteración del equilibrio ácido-base se debe identificar el tipo, si existe una adecuada compensación y cuál es su causa. Existen cuatro alteraciones primarias del equilibrio ácido-base (Tabla 116.2). De lo anterior se deduce que los trastornos metabólicos promueven una compensación res-piratoria, mientras que los trastornos respiratorios condicionan una compensación renal. Alteraciones del equilibrio ácido-base Valores normales del pH, la concentración plasmática de HCO3- y la pCO2Tabla 116.1. Parámetro Valores normales pH 7,35-7,45 HCO3 - 21-27 mEq/l pCO2 35-45 mmHg Alteraciones primarias del equilibrio ácido-baseTabla 116.2. Trastorno pH Alteración primaria Compensación Acidosis metabólica ↓ ↓ HCO3 - ↓ pCO2 Alcalosis metabólica ↑ ↑ HCO3 - ↑ pCO2 Acidosis respiratoria ↓ ↑ pCO2 ↑ HCO3 - Alcalosis respiratoria ↑ ↓ pCO2 ↓ HCO3 - MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1104 | Capítulo 116 La compensación respiratoria se produce de forma rápida. Por el contrario, la compensación renal tiene lugar más lentamente, en el plazo de unos días. Así, la respuesta observada varía en función de si la alteración respiratoria primaria es aguda o crónica. De manera orientativa: • En la acidosis metabólica, por cada descenso de 1 mEq/l de la concentración de HCO3 la pCO2 disminuye 1,2 mmHg. • En la alcalosis metabólica, por cada aumento de 1 mEq/l de la concentración de HCO3 la pCO2 aumenta 0,7 mmHg. • En la acidosis respiratoria, por cada aumento de 10 mmHg de la pCO2, la concentración de HCO3 - aumenta 1 mEq/l si el trastorno es agudo, o 3,5 mEq/l si es crónico. • En la alcalosis respiratoria, por cada descenso de 10 mmHg de la pCO2, la concentración de HCO3 - disminuye 2 mEq/l si el trastorno es agudo, o 4 mEq/l si es crónico. En función de lo anterior, podemos diferenciar si nos encontramos ante una alteración primaria o mixta del equilibrio ácido-base. Si la respuesta observada es de mayor magni- tud que la esperada, el trastorno podría ser mixto o crónico. Por otra parte, la respuesta compensadora nunca llega a restaurar completamente el pH, por lo que un pH normal en presencia de alteraciones de la concentración de HCO3 - o de la pCO2, sugiere un trastorno mixto. ACIDOSIS METABÓLICA Concepto Descenso del pH que se produce como consecuencia de una disminución de la concentra- ción plasmática de HCO3 -. De forma compensadora, tiene lugar una hiperventilación que causa un descenso de la pCO2 en un intento de restaurar el pH hasta valores normales. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones derivan de la afectación de numerosos sistemas. Destacan la clínica musculoesquelética (astenia y debilidad), la respiratoria (disnea y taquipnea), la cardiaca (arritmias malignas) y la neurológica (letargo y coma). Aproximación diagnóstica El diagnóstico de acidosis metabólica se realiza en base a los hallazgos de la gasometría (descenso del pH, el HCO3 - y la pCO2). Sin embargo, es preciso identificar la causa de este trastorno. Para ello, puede ser de utilidad el cálculo del anión gap, que consiste en la diferencia entre los principales cationes y aniones plasmáticos: Anión gap = Na+ - (Cl- + HCO3 -) Su valor normal oscila entre 8-12 mEq/l. Está aumentado en aquellas situaciones en las que existe un exceso de ácidos no cuantificables, que ocuparían ese “gap” (Tabla 116.3). En el diagnóstico diferencial de la acidosis metabólica con anión gap aumentado, es conve- niente la determinación del lactato, la cetonuria, la creatinina fosfoquinasa (CPK) y la función renal. En aquellas ocasiones en las que la causa esté aún sin esclarecer, es obligado sospechar una intoxicación. En estos casos, puede ser de utilidad el cálculo del osmol gap: Alteraciones del equilibrio ácido-baseMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 116 | 1105 Osmol gap = osmolalidad medida – osmolalidad calculada Osmolalidad calculada = 2 x Na+ + Glucosa / 18 + Urea / 6 La osmolalidad medida con el osmómetro debe ser similar a la calculada en base a la fórmula que tiene en cuenta los osmolitos más frecuentes del plasma. Si el osmol gap es superior a 20 mOsm/kg, es sugestivo de intoxicación por metanol o etilenglicol. En el diagnóstico diferencial de la acidosis metabólica con anión gap normal, es conveniente calcular el anión gap urinario, que consiste en la diferencia entre los principales cationes y aniones urinarios: Anión gap urinario = Na+u + K + u – Cl - u El anión gap urinario será positivo en aquellos casos de acidosis metabólica con anión gap normal de causa renal (insuficiencia renal o acidosis tubular renal). Por el contrario, será negativo si la causa es extrarrenal (generalmente por pérdidas digestivas en el contexto de diarreas). Un ejemplo a la aproximación diagnóstica de la acidosis metabólica se observa en el siguien- te algoritmo (Figura 116.1). Tratamiento Es preciso corregir la causa que genera la acidosis metabólica. El tratamiento de la propia acidosis metabólica está indicado cuando el pH es inferior a 7,2. El objetivo es conseguir una concentración de HCO3 - superior a 15 mEq/l. Para ello, se emplea la siguiente fórmula: Déficit de HCO3 - = 0,5 x peso del paciente x (HCO3 - deseado – HCO3 - medido) La mitad de ese déficit debe reponerse en las primeras 12 horas. Para ello, puede utilizarse bicarbonato sódico 1 M (1 ml = 1 mEq) o bicarbonato sódico 1/6 M (1 ml = 0,166 mEq). El uso de bicarbonato sódico 1 M debe restringirse a aquellas situaciones en las que coexista importante sobrecarga de volumen, siendo infrecuente su uso fuera de unidades de críticos. Produce comúnmente flebitis y precipita con la administración concomitante de calcio, por lo que es conveniente disponer de un acceso venoso que se reserve para su administración Causas de acidosis metabólica en función del anión gapTabla 116.3. Acidosis metabólica con anión gap aumentado • Acidosis láctica. • Cetoacidosis. • Intoxicación por metanol, etilenglicol, salicilatos, paraldehído, azufre o tolueno. • Rabdomiólisis. • Insuficiencia renal. Acidosis metabólica con anión gap normal • Acidosis tubular renal. • Insuficiencia renal. • Pérdidas digestivas de HCO3 - (diarrea). MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1106 | Capítulo 116 aislada. Finalmente, debe vigilarse la concentración de calcio y potasio, dado que su uso origina hipocalcemia e hipopotasemia. ALCALOSIS METABÓLICA Concepto Aumento del pH plasmático como consecuencia de un incremento de la concentración plas- mática de HCO3 -. De forma compensadora, se produce una hipoventilación que trae consigo un aumento de la pCO2 en un intento de amortiguar los cambios en el pH. Manifestaciones clínicas La alcalosis metabólica es generalmente asintomática. La clínica suele derivar de otros pro- blemas que habitualmente acompañan a este trastorno, como son la deshidratación (aste- nia, mareo, hipotensión arterial, sequedad de mucosas, signo del pliegue) o la hipopotase- mia (polidipsia, poliuria, debilidad muscular). Aproximación diagnóstica El diagnóstico de alcalosis metabólica se efectúa en base a los resultados de la gasometría(aumento del pH, el HCO3 - y la pCO2). Para el diagnóstico etiológico es fundamental tener en cuenta tres aspectos: la función renal, la concentración de cloro en orina (Cl-u) y las cifras presión arterial del paciente. Hay que tener en cuenta que una sobrecarga de HCO3 -, de forma general, no desemboca en una al- calosis metabólica en individuos con una función renal normal, pero sí puede precipitarla en Cetoacidosis diabética Glucemia elevada Cetoacidosis no diabética (enólica, del ayuno...) Glucemia normal Acidosis láctica (hipoperfusión, metformina, neoplasias...) Lactato aumentado Osmol gap > 20 mOsm/kg Intoxicación por metanol o etilenglicol Cetonuria ausente Anión gap urinario negativo Anión gap urinario positivo Anión gap normal (8-12 mEq/l) Anión gap aumentado (> 12 mEq/l) Acidosis metabólica Cetonuria presente Salicilatos > 40 mg/dl Intoxicación por salicilatos Lactato normal Otras causas Intoxicaciones, rabdomiólisis, insuficiencia renal... Insuficiencia renal o acidosis tubular renal Pérdidas extrarrenales de HCO3- (diarrea...) Figura 116.1. Algoritmo diagnóstico etiológico de la acidosis metabólica. Alteraciones del equilibrio ácido-baseMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 116 | 1107 pacientes con una insuficiencia renal grave (filtrado glomerular < 25 ml/minuto). La determi- nación del Cl-u es de utilidad a la hora de determinar si la causa de la alcalosis metabólica es renal (Cl-u > 25 mEq/l) o extrarrenal (Cl - u < 25 mEq/l). Por último, una presión arterial normal o baja puede hacernos sospechar un uso de diuréticos o una tubulopatía, mientras que una hipertensión puede orientar hacia un hipermineralocorticismo. Todo ello queda reflejado en el segundo algoritmo (Figura 116.2). Tratamiento El objetivo del tratamiento será conseguir un pH inferior a 7,55 y una concentración plasmá- tica de HCO3 - inferior a 40 mEq/l. En primer lugar, es preciso el tratamiento de la enfermedad que produce la alcalosis metabó- lica. Cabe destacar en este punto la importancia de la interrupción del tratamiento diurético si es posible, por ser una de las causas más habituales de alcalosis metabólica. Desde el punto de vista terapéutico, las alcalosis metabólicas pueden clasificarse en función de la respuesta al aporte de suero salino (SS): • Sensibles al suero salino (SS): la mayoría de casos. Cursan con depleción de volumen y responden al tratamiento con suero salino isotónico. Si coexiste hipopotasemia, también debe tratarse. En caso de tratamiento oral, es mandatorio usar cloruro potásico (Pota- sion®) y no otros suplementos de potasio (como puede ser Boi-K®). Por otra parte, en pacientes con aspiración nasogástrica, el empleo de inhibidores de la bomba de protones Alcalosis metabólica Síndrome de Bartter o síndrome de Gitelman Uso reciente de diuréticos No modificaciones significativas del Cl-u en próximos días Modificaciones significativas del Cl-u en próximos días ↑ Renina ↑ Aldosterona ↓ Renina ↑ Aldosterona ↓ Renina ↓ Aldosterona Tumor productor de renina, hipertensión arterial maligna o estenosis de arteria renal Hiperaldosteronis- mo primario Síndrome de Cushing o síndrome de Liddle Sin insuficiencia renal grave (filtrado glomerular > 25 ml/minuto) Con insuficiencia renal grave (filtrado glomerular < 25 ml/minuto) Cl-u < 25 mEq/l Cl - u > 25 mEq/l Considerar también tratamiento con bicarbonato Vómitos, sonda nasogástrica o uso remoto de diuréticos Sin hipertensión arterial Con hipertensión arterial Figura 116.2. Algoritmo diagnóstico etiológico de la alcalosis metabólica. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1108 | Capítulo 116 permite disminuir la pérdida de ácido clorhídrico, favoreciendo así la restauración del equilibrio ácido-base. • Resistentes al SS: pueden darse en diferentes contextos: – Estados edematosos (insuficiencia cardiaca, cirrosis hepática o síndrome nefrótico): en estos casos, la sueroterapia empeorará aún más la sobrecarga de volumen. Aquí el tratamiento radica en el abandono del diurético en cuanto sea posible y en la admi- nistración de acetazolamida. En aquellos casos con sobrecarga hídrica refractaria a tratamiento médico puede estar indicado el inicio de diálisis. – Hipermineralocorticismos: el tratamiento en estos casos consiste en ahorradores de potasio (amiloride) o en antagonistas de la aldosterona (espironolactona o eplereno- na). – Insuficiencia renal terminal: la diálisis con baja concentración de HCO3 - en el baño es el tratamiento de elección para restaurar el equilibrio ácido-base. Un resumen de lo anterior se muestra en la Tabla 116.4. ACIDOSIS RESPIRATORIA Concepto Descenso del pH plasmático causado por una hipoventilación (aumento de la pCO2) que trae consigo de forma compensadora un aumento de la reabsorción de HCO3 - por el riñón. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones iniciales consisten en cefalea, visión borrosa y agitación, que pueden progresar a temblores, delirio, somnolencia y coma. En la acidosis respiratoria crónica, los síntomas son menos frecuentes debido a que la compensación renal rectifica, en parte, el pH arterial y, consecuentemente, el del líquido cefalorraquídeo. Aproximación diagnóstica Al igual que en todas las alteraciones del equilibrio ácido-base, el diagnóstico es gasométrico (descenso del pH con aumento de la pCO2 y del HCO3 -). La causa es fácilmente identificable si tenemos en cuenta los elementos necesarios en la respiración: • Inhibición del centro respiratorio: parada cardiorrespiratoria, lesiones del sistema nervioso central, fármacos depresores del sistema nervioso central (anestésicos u opiáceos), oxige- noterapia excesiva en pacientes con hipercapnia crónica o alcalosis metabólica crónica. Tratamiento de la alcalosis metabólicaTabla 116.4. Alcalosis metabólica sensible a la sal • Suero salino isotónico. • Corregir hipopotasemia; si empleo de la vía oral, en forma de cloruro potásico. • Inhibidores de la bomba de protones en caso de aspiración nasogástrica. Alcalosis metabólica resistente a la sal • Estados edematosos: suspender diurético si es posible e iniciar acetazolamida. • Hipermineralocorticismos: amiloride o espironolactona. • Insuficiencia renal terminal: diálisis con disminución del aporte de HCO3 -. Alteraciones del equilibrio ácido-baseMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 116 | 1109 • Trastornos de los músculos respiratorios y la pared torácica: crisis de miastenia gravis, parálisis periódica, síndrome de Guillain-Barré, lesiones medulares (poliomielitis, esclerosis múltiple o esclerosis lateral amiotrófica), cifoescoliosis grave u obesidad mórbida. • Obstrucción de la vía aérea: cuerpos extraños, laringoespasmo o broncoespasmo. • Alteraciones del intercambio gaseoso a través del capilar pulmonar: exacerbaciones de neumopatías subyacentes, síndrome de distrés respiratorio del adulto, edema pulmonar agudo, neumonía, neumotórax o hemotórax. • Ventilación mecánica inapropiada o desajustada. En casos dudosos, puede ser de utilidad calcular el gradiente alveolo-arterial de oxígeno para distinguir si nos encontramos frente a una patología pulmonar o extrapulmonar. Así pues, respirando aire ambiente: Gradiente alveolo-arterial de oxígeno = 150 – (1,25 x pCO2) – pO2 Un gradiente alveolo-arterial de oxígeno superior a 20 mmHg sugiere un trastorno pulmonar, mientras que si es inferior a 20 mmHg, es altamente sugestivo de una afectación extrapul- monar. Tratamiento La acidosis respiratoria generalmente entraña un doble riesgo: el de la propia hipercapnia y el de la hipoxemia que generalmente acompaña a este trastorno. La hipoxemia puede corre- girse con oxigenoterapia, pero en individuos con hipercapnia crónica, la hipoxemia supone el principal estímulo respiratorio, por lo que un exceso de oxígeno puede agravaraún más la acidosis respiratoria. Es por ello que el principal tratamiento de la acidosis respiratoria es el aumento de la ventilación efectiva y, para ello, es primordial el control de la enfermedad que produce la hipercapnia (por ejemplo, con broncodilatadores y corticoides en un broncoes- pasmo). En caso de empeoramiento de la acidosis respiratoria con medidas encaminadas al control de la enfermedad de base, estaría indicado el inicio de ventilación mecánica. ALCALOSIS RESPIRATORIA Concepto Ascenso del pH arterial como consecuencia de una hiperventilación (descenso de la pCO2). De forma compensadora, se produce un aumento de la excreción de HCO3 - por el riñón, en un intento de restaurar el pH. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones derivan de un aumento de la excitabilidad de las células del sistema ner- vioso y del sistema de conducción cardiaca. En lo referente a la clínica neurológica, destacan mareo, parestesias, espasmos y calambres. En cuanto a la clínica cardiovascular, aunque de forma inusual, pueden producirse síncopes y arritmias malignas. Aproximación diagnóstica El diagnóstico se realiza al objetivar un pH aumentado que se acompaña de una pCO2 y un HCO3 - disminuidos. En el diagnóstico etiológico debemos considerar: MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIASMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1110 | Capítulo 116 • Taquipnea compensatoria por hipoxia: enfermedades pulmonares (neumonía, fibrosis pulmonar, tromboembolismo pulmonar), insuficiencia cardiaca congestiva, hipotensión arterial, anemia o permanencia en altitudes elevadas. • Estimulación del centro respiratorio: hiperventilación psicógena, insuficiencia hepática (aminas), sepsis por gramnegativos (endotoxinas), embarazo o fase luteínica del ciclo menstrual (progesterona), intoxicación por salicilatos, hipercorrección de una acidosis me- tabólica o trastornos neurológicos a nivel de la protuberancia. • Ventilación mecánica inapropiada o desajustada. Tratamiento El tratamiento de la alcalosis respiratoria radica en el control de la enfermedad que produce este trastorno. Generalmente, no es necesario tratar la propia alcalosis respiratoria, pero en casos muy sintomáticos puede ser de utilidad reinspirar el CO2 espirado en una bolsa de papel. TRASTORNOS MIXTOS Generalmente revisten una mayor gravedad, dado que coexisten varias alteraciones del equi- librio ácido-base. Las manifestaciones clínicas, la aproximación diagnóstica y el tratamiento quedan recogidos en los diferentes epígrafes de este capítulo. BIBLIOGRAFÍA Albalate Ramón M, De Sequera Ortiz P, Alcázar Arroyo R, Corchete Prats E, Puerta Carretero M, Ortega Díaz M. Trastornos hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido-base. En: Alcázar Arroyo R, editor. Algoritmos en Nefrología. Barcelona: Grupo Editorial de la Sociedad Española de Nefrología; 2011. Alcázar Arroyo R, Albalate Ramón M, De Sequera Ortiz P. Trastornos del metabolismo ácido-base. En: Loren- zo V, editor. Nefrología al día. Grupo Editorial de la Sociedad Española de Nefrología; 2019. 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