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EPISTAXIS

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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Epistaxis
Capítulo 154 | 1401
• Traumáticas: microtraumatismos (rascado), cirugías nasosinusales previas, traumatismos
faciales o craneofaciales, ruptura traumática o espontánea de la arteria carótida interna.
• Causas tumorales: neoplasia nasosinusal.
• Causas infecciosas e inflamatorias.
• Cuerpos extraños nasales: suele asociar rinorrea fétida.
• Deformidades septales: la alteración del flujo de aire produce erosiones.
• Enfermedades granulomatosas: estas generan perforaciones septales.
B) Causas generales
• Enfermedad hemorrágica: sangrados difusos. El tratamiento local no suele ser efectivo
hasta que no se corrija el problema que lo ha desencadenado (ejemplos: enfermedad
Rendu-Osler-Weber o incluso pacientes en tratamiento con anticoagulantes).
• Hipertensión arterial: tiene tendencia a la recidiva. Su repercusión hemodinámica puede
conllevar graves complicaciones. El cese del sangrado es difícil, a pesar del tratamiento
local, si no se normalizan las cifras tensionales.
• Factores hormonales: menstruación (epistaxis vicariantes o catameniales), pubertad o em-
barazo (aumento de vascularización por estrógenos) o tumores hormonosecretores como
el feocromocitoma.
• Epistaxis esencial: es la más frecuente. Supone un diagnóstico de exclusión.
CLASIFICACIÓN
1. Anteriores: son las más frecuentes. Sangrado por narinas. Proceden del área de Kiessel-
bach. Área muy vascularizada por red anastomótica de vasos.
2. Superiores/medias: sangrado por narinas y orofaringe. Área típica de sangrado de cor-
nete medio. Su origen son las arterias etmoidales y la arteria esfenopalatina.
INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS
La epistaxis o sangrado nasal es una afección común en la población general, hasta un 60 % 
sufre un episodio de epistaxis a lo largo de su vida. Es un motivo frecuente de urgencias 
otorrinolaringológicas. La mayoría son episodios autolimitados y de fácil control, aunque, en 
determinadas ocasiones, puede suponer una urgencia grave que precise de un tratamiento 
quirúrgico para su cese.
ETIOLOGÍA
A) Causas locales
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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS
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3. Posteriores: expulsión de sangre por orofaringe. Suelen proceder de las ramas postero-
laterales de la arteria esfenopalatina. Su control suele ser complejo, pudiendo provocar 
pérdidas de sangre abundantes.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El origen no se encuentra en las fosas nasales, sino que se exterioriza a través de ellas como 
tumores nasofaríngeos, hemorragias pulmonares, varices esofágicas, hemorragias por lesio-
nes vasculares en la región cerebral, lesiones de la carótida interna a través del seno esfenoi-
dal o de la trompa de Eustaquio.
TRATAMIENTO
1. Evaluar la situación clínica y si en cualquier momento el paciente estuviera hemodiná-
micamente inestable, su corrección sería prioritaria. Siempre se debe valorar al paciente 
en general revisando la presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, tem-
peratura y nivel de consciencia. Si la situación no es estable se deben canalizar dos vías 
periféricas y solicitar analítica urgente con hemograma y estudio de coagulación, así como 
solicitar pruebas cruzadas de sangre.
2. Con el paciente sentado o semisentado con una buena fuente de luz, realizar exploración 
exhaustiva de orofaringe y fosas nasales tras evacuación de posibles coágulos existentes. 
3. Posteriormente, se colocan mechas de algodón con anestesia tópica con adrenalina o con 
agua oxigenada, lo que en ocasiones nos ayudará a localizar el punto sangrante, con lo 
que se podrá cauterizar este punto con nitrato de plata y dejar taponamiento vestibular.
4. Si no se aprecia clara zona sangrante, se procederá a taponamiento completo de la fosa. 
Se comienza con taponamiento anterior y, en caso de persistir sangrado a través de oro-
faringe, se procederá a la realización de un taponamiento posterior, y en este último 
caso se procederá al ingreso hospitalario tras control del sangrado. Puede ser aconsejable 
administrar sedante oral (ejemplo: diazepam 5 mg) para tranquilizar al paciente previo a 
taponamiento.
5. Tras un taponamiento, se debe instaurar cobertura antibiótica vía oral (amoxicilina 500 
mg/8 h, claritromicina 250 mg/12 h o azitromicina 500 mg/24 h) durante el tiempo que 
permanezca taponado. Asimismo, debe pautarse analgesia, ya que el taponamiento suele 
ser un proceso doloroso para el paciente.
6. Tratar toda alteración de la hemostasia que pudiese ser el origen del sangrado: por hepa-
rina usaremos sulfato de protamina, ácido aminocaproico en caso de fibrinolisis, plasma 
fresco en caso de anticoagulantes orales, concentrado de plaquetas en caso de déficit 
plaquetario y plasma fresco concentrado si existe déficit de factores de coagulación.
HEMOSTASIA LOCAL
1. Procedimientos de compresión
• Compresión digital. 
• Taponamiento anterior: se realiza a través de las narinas. Consigue una compresión de 
los 3/4 anteriores de las cavidades nasales. La duración del taponamiento no debe superar 
las 72 horas, evitando así la necrosis mucosa. Se puede realizar de distintas formas:
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 – Mechas de algodón impregnadas en anestesia tópica con adrenalina. Son eficaces 
gracias a la compresión realizada y al efecto vasoconstrictor. Estas se colocan en po-
sición horizontal, a modo de empalizada, hasta taponar toda la fosa. Esta maniobra 
puede ser terapéutica en sí misma o servir como paso previo a un posterior tapona-
miento.
 – Gasa de borde de 1 o 2 cm de anchura con pomada antibiótica, colocada en capas, de 
detrás hacia delante o de abajo a arriba, hasta taponar la fosa nasal sangrante.
 – Materiales hemostáticos reabsorbibles (Espongostan®, Surgicel®): permiten una correc-
ción de la hemostasia. La ausencia de manipulaciones permite disminuir los traumatis-
mos sobre la mucosa. No son útiles en los sangrados abundantes.
 – Material autoexpandible (Merocel®): se expande tras humidificarla. Poco traumáti-
cas. No absorben el sangrado una vez que se satura. Solo en epistaxis poco abun-
dantes.
 – Neumotaponamientos anteriores (Rapid Rhino®): fáciles de colocar y recubiertos de 
materiales hemóstáticos. Unos se hinchan con aire a demanda según la cuantía de la 
epistaxis y otros se humedecen con agua destilada (no usar suero) según el modelo.
• Taponamiento posterior: indicado en las epistaxis altas y posteriores (cavum y 2/3 poste-
riores de las fosas nasales). Es un procedimiento doloroso y traumático. 
 – Taponamiento posterior clásico: con gasas de tamaño adecuado al cavum, mantenido 
por hilo. De este paquete sobresalen cuatro hilos, agrupados por parejas y en lados 
opuestos. Por vía nasal, se introduce una sonda delgada y blanda que se recupera por 
vía bucal. Dos de los hilos se fijan a la sonda que a continuación se retira progresiva-
mente, mientras que con la otra mano se guía el tapón en la cavidad bucal y luego tras 
el velo del paladar, hasta que quede acoplado en el cavum. Se realiza a continuación 
un taponamiento anterior clásico y los dos hilos anteriores se fijan sobre una compresa 
enrollada situada por delante del orificio de las narinas, mientras que los hilos poste-
riores se exteriorizan por la comisura labial y se fijan, lo que permitirá extraer el tapón. 
Mantenerlo 3-4 días. 
 – Neumotaponamiento: facilidad de manejo y tan efectivo como el posterior clásico. 
Consta de una sonda, con un balón para la región anterior y otro para la posterior, 
que van conectados a dos válvulas, por fuera de las narinas, desde donde se trans-
mitirá la presión necesaria a cada balón. Tienen la limitación de grandes desviaciones 
septales.
2. Cauterizaciones
Puede ser eléctrica (se realiza con pinza bipolar o con bisturí monopolar, previa anestesia 
tópica de las fosas nasales.), química (el más usado es el nitrato de plata) y fotocoagulación 
(se usa el láser para la coagulación con efectos similares a la cauterización eléctrica).3. Hemostasia regional
Ante el fracaso de las maniobras terapéuticas descritas anteriormente. Embolización selecti-
va y balones intraarteriales, así como ligaduras arteriales.
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BIBLIOGRAFÍA
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Jiménez A, coordinador. Manual de actuación y protocolos en Urgencias. 4ª Edición (Reimpresión 2016). 
Madrid: SANED SL; 2016. pp. 1237-40.
Stewart MG. Epistaxis. En: Diferential Diagnosis in Otolaryngology. New York: 2011. pp. 139-45. 
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Nosebleed (Epistaxis) Executive Summary. Otolaryngol Head Neck Surg. 2020 Jan;162 (1):8-25.
Valorar el estado general del paciente
Estable
Colocación del paciente 
Exploración
Limpieza de fosas nasales
Alta. 
Cobertura antibiótica y analgésica 
Retirar taponamiento en 72 horas
Taponamiento posterior
Ingreso hospitalario
Inestable
Corregir situación hemodinámica
Se ve el punto sangrante
Taponamiento vestibular ± 
Cauterización de punto sangrante
Cede sangrado No cede sangrado Cede sangrado No cede sangrado
No se ve el punto sangrante
Taponamiento anterior
Figura 154.1. Algoritmo de atención en la epistaxis.

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