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Robert A. Baron Donn Byrne 10ª edición Psicología social www.pearsoneducacion.com Psicología social de Baron y Byrne cumple treinta y tres años desde su primera edición. La décima que aquí presentamos es el resultado de un proceso de tres décadas en la mejora y actualización constante del texto publicado en 1972. Durante estos años, los autores han ido incorporando los últimos hallazgos y teorías de la psicología social; han incorporado las sugerencias de multitud de colegas profesores de la disciplina, y han participado con sus propias investigaciones en el desarrollo de esta área. Robert A. Baron es profesor de Psicología y gestión de las organizaciones en el prestigioso Rensselaer Polytechnic Institute. Sus libros de texto han sido utilizados por más de tres millones de estudiantes universitarios de todo el mundo. Donn Byrne es profesor distinguido de Psicología en la Universidad de Albany del Estado de Nueva York y también ha sido autor de excelentes manuales tanto de Psicología de la conducta como de su especialidad en psicología del comportamiento y sexual. Incluye: LibroSite es una página web asociada al libro, con una gran variedad de recursos y material adicional tanto para los profesores como para estudiantes. Apoyos a la docencia, ejercicios de autocontrol, enlaces relacionados, material de investigación, etc., hacen de LibroSite el complemento académico perfecto para este libro. Otros libros de interés: Federico Javaloy e.a.: Comportamiento colectivo y movimientos sociales. Madrid, Pearson Prentice Hall, 2001. ISBN 8420530972 Darío Páez e.a. (Coords.): Psicología Social, Cultura y Educación. Madrid, Pearson Prentice Hall, 2003. ISBN 8420537241 J. Francisco Morales e.a. (Coords.): Psicología Social. Buenos Aires, Pearson Prentice Hall, 2002. ISBN 9879460677 Amalio Blanco e.a.: Psicología de los grupos. Madrid, Pearson Prentice Hall, 2004. ISBN 8420539112 Ester Barberá (Coord.): Psicología y género. Madrid, Pearson Prentice Hall, 2004. ISBN 842053725X ISBN 978-84-205-4332-1 9 7 8 8 4 2 0 5 4 3 3 2 1 Ps ic ol og ía s oc ia l 10ª ed. Baron Byrne 10ª EDICIÓN PSICOLOGÍA SOCIAL 10ª EDICIÓN PSICOLOGÍA SOCIAL Robert A. Baron Polytechnic Institute Rensselaer Donn Byrne The University at Albany State University of New York Traducción José Vicente Pestana Montesinos Ángela Castrechini Departamento de psicología social Lissette Fernández Núñez Instituto de Ciencias de la Educación Universidad de Barcelona Revisión técnica y adaptación Álvaro Rodríguez Carballeira Departamento de psicología social Universidad de Barcelona Madrid • México • Santafé de Bogotá • Buenos Aires • Caracas • Lima • Montevideo • San Juan • San José • Santiago • São Paulo • White Plains Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal). DERECHOS RESERVADOS © 2005 respecto de la primera edición en castellano por: PEARSON EDUCACIÓN, S.A. Ribera del Loira, 28 28042 Madrid (España) PEARSON PRENTICE HALL es un sello editorial autorizado de PEARSON EDUCACIÓN, S.A. ROBERT A. BARON; DONN BYRNE PSICOLOGÍA SOCIAL 10.ª EDICIÓN ISBN 10: 84-205-4332-2 ISBN 13: 978-84-205-4332-1 Depósito Legal: M-12964-2006 Traducido de: Robert. A. Baron - D. Byrne, Social Psychology 10th edition Copyright 2004 © Allyn & Bacon. Pearson Education, Inc. ISBN: 0-205-34977-3 Equipo editorial Editor: Juan Luis Posadas Técnico editorial: Elena Bazaco Equipo de producción: Director: José Antonio Clares Técnico: José Antonio Hernán Diseño de cubierta: Equipo de diseño de PEARSON EDUCACIÓN, S.A. Composición: JOSUR TRATAMIENTOS DE TEXTOS, S.L. Impreso en México. Printed in Mexico. ROBERT A. BARON; DONN BYRNE PSICOLOGÍA SOCIAL 10ª EDICIÓN PEARSON EDUCACIÓN, S.A., Madrid, 2005 ISBN: 84-205-4332-2 MATERIA: Psicología Social 316 Formato: 210 � 270 mm Páginas: 608 Datos de catalogación bibliográfica Dedicatoria Para mi hija Jessica, quien definitivamente ilumina mi vida, y a su esposo Ted, ¡que al unirse a nuestra pequeña familia la ha engrandecido! Y a mis padres, Ruth y Ber- nard, cuya confianza en mí siempre ha sido un gran “plus” en mi vida. —RAB Para Karen, quien me enseñó que el amor es amar con los pies en la tierra. —DB 1 El campo de la psicología social: cómo pensamos acerca de e interactuamos con los demás 3 2 Percepción social: comprender a los demás 39 3 Cognición social: pensar en el mundo social 81 4 Actitudes: evaluar el mundo social 121 5 Aspectos de la identidad social: self y género 165 6 Prejuicio: causas, efectos y formas de contrarrestarlo 215 7 Atracción interpersonal: conocerse, agradarse, iniciar una relación 263 8 Relaciones cercanas: familia, amigos, amantes y esposos 307 9 Influencia social: cambiar el comportamiento de los otros 357 10 Conducta prosocial: ayudar a otros 397 11 Agresión: su naturaleza, causas y control 445 * Esta versión castellana no incluye los dos últimos capítulos del original, dedicados a los grupos y a las aplicaciones de la Psicología Social. Se adoptó esta medida porque en los planes de estudio españoles estos temas suelen desarrollarse más extensamente en asignaturas independientes, para las cuales existen manuales específicos más propios. ■ Índice de capítulos* VI Secciones especiales XVII Prólogo de Philip G. Zimbardo XIX Prefacio XXI Agradecimientos XXV Acerca de los autores XXVII ■ Psicología social: una definición operativa 5 La psicología social es científica por naturaleza 5 La psicología social hace énfasis en el comportamiento de los individuos 8 La psicología social busca entender las causas del pensamiento y del comportamiento sociales 9 La psicología social: en síntesis 13 ■ Psicología social en el nuevo milenio: nuevas perspectivas, nuevos métodos 14 Influencia de la perspectiva cognitiva 14 Énfasis creciente en la aplicación: exportar la psicología social 15 Adopción de una perspectiva multicultural: tener en cuenta la diversidad social 16 Atención creciente al rol potencial de factores biológicos y perspectiva evolucionista 17 ■ Responder cuestiones sobre comportamiento social y pensamiento social: métodos de investigación en psicología social 18 Observación sistemática: describir el mundo que nos rodea 19 Correlación: la búsqueda de relaciones 20 Método experimental: conocimiento a través de la observación sistemática 23 Interpretar los resultados de la investigación: el uso de estadísticos y los psicólogos sociales como escépticos perennes 27 El papel de la teoría en psicología social 28 ■ La búsqueda de conocimiento y los derechos individuales: la búsqueda del equilibrio apropiado 30 ■ Utilizar este libro: un mapa de carreteras para los lectores 33 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Por qué correlación no equivale necesariamente a causalidad 35 Sumario y revisión de los puntos clave 35 Palabras clave 36 Para más información 37 VII ■ Contenido 1 EL C AMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL CÓMO PENSAMOS ACERCA DE E INTERACTUAMOS CON LOS DEMÁS 3 ■ Comunicación no verbal: el lenguaje de las expresiones, miradas y gestos 41 La comunicación no verbal: los canales básicos 42 Reconocer el engaño: el rol de las señales no verbales 47 ■ Atribución: para comprender las causas del comportamiento de los otros 50 Teorías de la atribución: marcos para entender cómo intentamos darle sentido al mundo social 51 Atribución: algunas fuentes básicas de error 59 Aplicaciones de la teoría de la atribución: aproximaciones e intervenciones 63 ■ Formación y manejo de impresiones: cómo combinamos y empleamos la información social 67 Investigación de Asch sobre rasgos centrales y periféricos 67 Formación de impresiones: una perspectiva cognitiva 69 PSICOLOGÍA SOCIAL:TREINTA AÑOS DE PROGRESO: Del álgebra cognitivo al procesamiento motivado 69 Otros aspectos de la formación de impresiones: la naturaleza de las primeras impresiones y nuestros motivos para formarlas 71 Manejo de impresiones: el fino arte de parecer bueno 72 La precisión de la percepción social: evidencia de que es mayor de lo que piensas 75 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 76 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Minimizar el impacto de los errores de atribución 77 Sumario y revisión de los puntos clave 78 Palabras clave 79 Para más información 79 ■ Esquemas: mapas mentales para organizar —y utilizar— la información social 84 El impacto de los esquemas en la cognición social: atención, codificación y recuperación 85 Evidencia de la naturaleza autoconfirmatoria de los esquemas: cuándo —y por qué— las creencias configuran la realidad 87 VIII Contenido www.ablongman.com/baronbyrne 2 PERCEPCIÓN SOCIAL: COMPRENDER A LOS DEMÁS 39 3 COGNICIÓN SOCIAL: PENSAR EN EL MUNDO SOCIAL 81 ■ Heurísticos y procesamiento automático: cómo reducimos nuestro esfuerzo en la cognición social 89 Representatividad: juzgar por la apariencia 89 Disponibilidad: «si lo recuerdo, debe ser importante» 90 Procesamiento automático en el pensamiento social: cómo logramos hacer dos cosas al mismo tiempo 92 ■ Fuentes potenciales de error en la cognición social: por qué la racionalidad total es más rara de lo que piensas 94 Sesgo hacia lo negativo: la tendencia a prestar mayor atención a la información negativa 95 Sesgo optimista: nuestra tendencia a ver el mundo con gafas de color rosa 97 El coste potencial de pensar demasiado: por qué, a veces, puede estar justificada nuestra tendencia a hacer el menor esfuerzo cognitivo posible 99 Pensamiento«contrafáctico»: los efectos de considerar «Lo que podría haber sido» 100 Pensamiento mágico: ¿podrías comerte una chocolatina con forma de araña? 103 Supresión de pensamiento: ¿por qué algunas veces los esfuerzos para evitar ciertos pensamientos producen efectos indeseados? 104 Cognición social: un punto de optimismo 106 ■ Afecto y cognición: cómo los sentimientos moldean el pensamiento y cómo éste moldea los sentimientos 107 La influencia del afecto sobre la cognición 108 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: Los efectos del estado de ánimo positivo en el comportamiento y la cognición social: del «cálido brillo del éxito» a los efectos del estado de ánimo en el pensamiento heurístico 110 La influencia de la cognición sobre el afecto 112 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 116 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Combatir los errores de la cognición social 116 Sumario y revisión de los puntos clave 117 Palabras clave 119 Para más información 119 ■ Formación de actitudes: ¿cómo y por qué se desarrollan las actitudes? 125 Aprendizaje social: adquirir las actitudes a partir de los demás 125 Factores genéticos: algunos hallazgos sorprendentes 128 Funciones de la actitud: ¿por qué nos formamos nuestras actitudes en el primer momento? 130 Contenido IX 4 ACTITUDES: EVALUAR EL MUNDO SOCIAL 121 La relación entre actitud y comportamiento: ¿cuándo y cómo influyen las actitudes sobre el comportamiento? 132 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: Estudiando la relación actitud-comportamineto 133 ¿Cuándo las actitudes influyen sobre el comportamiento? Especificidad, fuerza, accesibilidad y otros factores 134 ¿Cómo influyen las actitudes sobre el comportamiento? Intenciones, deseo y acción 137 ■ El fino arte de la persuasión: emplear mensajes para cambiar actitudes 141 Persuasión: el enfoque tradicional 141 El enfoque cognitivo de la persuasión: procesamiento sistemático versus procesamiento heurístico 143 ■ Cuando falla el cambio de actitud: resistencia a la persuasión 145 Reactancia: proteger nuestra libertad personal 145 Advertencia: conocimiento previo del intento persuasivo 146 Evitación selectiva 146 Defensa activa de nuestras actitudes: argumentar contra puntos de vista opuestos 147 Asimilación sesgada y polarización de la actitud: «si es contrario a lo que yo pienso, ¡no es de fiar!» 148 ■ Disonancia cognitiva: ¿por qué algunas veces nuestro comportamiento puede influir nuestras actitudes? 149 Disonancia cognitiva: ¿qué es y cuáles son las maneras (directas e indirectas) de reducirla? 150 Disonancia y cambio de actitud: los efectos de la condescendencia inducida 155 La disonancia como una herramienta para cambios favorables en el comportamiento: cuando la hipocresía puede ser una fuerza para el bien 156 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 159 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Resistir la persuasión: algunos pasos útiles 160 Sumario y revisión de los puntos clave 161 Palabras clave 162 Para más información 163 ■ Identidad social: panorama general 167 ■ El self: componentes de nuestra identidad única 168 Autoconcepto: el esquema básico 169 Autoestima: actitudes hacia nosotros mismos 177 Otros aspectos del autofuncionamiento: focalización, vigilancia y eficacia 182 X Contenido www.ablongman.com/baronbyrne 5 ASPECTOS DE LA IDENTIDAD SOCIAL: SELF Y GÉNERO 165 ■ Género: masculinidad y femineidad como aspectos cruciales de la identidad 191 Sexo y género 191 Identidad de género y estereotipos de género 192 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: Sexo, la revolución del género y temas relacionados 197 Comportamiento de rol-género y reacciones al comportamiento de rol-género 198 Cuando hombres y mujeres difieren: ¿biología, roles de género adquiridos o ambos? 206 Chicas jóvenes agobiadas por grandes preocupaciones 207 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 209 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Mejorar las autopercepciones negativas de las mujeres 210 Sumario y revisión de los puntos clave 211 Palabras clave 212 Para más información 213 ■ Prejuicio y discriminación: naturaleza y orígenes 217 Prejuicio: el rostro de la intolerancia 217 Prejuicio: por qué persiste 218 Discriminación: prejuicio en acción 219 ■ Orígenes del prejuicio: diferentes perspectivas 224 Conflicto intergrupal directo: la competición como fuente del prejuicio 224 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: Épocas de dificultades económicas y violencia hacia grupos minoritarios: desde los linchamientos en el Sur hasta los crímenes por odio en Nueva York 226 Experiencias tempranas: el papel del aprendizaje social 229 Categorización social: el efecto nosotros-ellos y el error final de atribución 230 Fuentes cognitivas del prejuicio: estereotipos explícitos e implícitos 234 Otros mecanismos cognitivos en el prejuicio: correlaciones ilusorias y homogeneidad del exogrupo 237 La lucha contra los estereotipos hacia las personas obesas 238 ■ Por qué el prejuicio No es inevitable: técnicas para contrarrestar sus efectos 240 Romper en círculo del prejuicio: aprender a no odiar 240 Contacto intergrupal directo: los beneficios potenciales de conocerse 241 Recategorización: desplazar la frontera entre «Nosotros» y «Ellos» 243 Contenido XI 6 PREJUICIO: CAUSAS, EFECTOS Y FORMAS DE CONTRARRESTARLO 215 Intervenciones cognitivas: ¿podemos decir simplemente «No» a los estereotipos? 244 La influencia social en la reducción del prejuicio 246 Hacer frente al prejuicio: cómo reaccionan las víctimas 247 ■ Prejuicios basados en el género: naturaleza y efectos 249 Los sexismos hostil y benevolente: las dos caras del prejuicio basado en el género 249 Las bases cognitivas del sexismo: estereotipos de género y respeto diferencial 251 Discriminación contra la mujer : sutil y con frecuencia mortal 253 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 257 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Técnicas para reducir el prejuicio 258 Sumario y revisión de los puntos clave 258 Palabras clave 260 Para más información 260 ■ El comienzo de la atracción: proximidad y emociones 265 Atracción interpersonal: una mirada general 265 El poder de la proximidad: los contactos no planificadospueden resultar en atracción 267 Emociones positivas y negativas: las bases afectivas de la atracción 272 ■ Iniciar una relación: la necesidad de afiliación y el efecto de las características observables 278 La necesidad de afiliación 278 El efecto de las características observables: determinantes inmediatos del agrado y desagrado interpersonal 281 ■ Hacerse amigos: similitud y agrado mutuo 293 Similitud: cada oveja con su pareja 294 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: ¿Similitud, disimilitud o ambas? 297 Agrado mutuo: nos atraen aquellos a quienes atraemos 299 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 302 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Facilitar las cosas a personas como tú 303 Sumario y revisión de los puntos clave 304 Palabras clave 305 Para más información 305 XII Contenido www.ablongman.com/baronbyrne 7 ATRACCIÓN INTERPERSONAL: CONOCERSE, AGRADARSE, INICIAR UNA RELACIÓN 263 ■ Relaciones interdependientes con familiares y amigos versus soledad 309 Familia: las primeras relaciones 310 Relaciones más allá de la familia: establecer una amistad cercana 314 Relaciones adultas y estilo de apego 315 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: La importancia de un estilo de apego adulto en el comportamiento interpersonal 316 Soledad: vivir sin relaciones cercanas 322 ■ Relaciones románticas, amor e intimidad física 325 Romance: más allá de la amistad 326 ¿Qué es eso llamado amor? 329 Sexualidad en las relaciones románticas 335 ■ Matrimonio: la relación cercana por excelencia 340 Éxito y satisfacción matrimonial: similitud, similitud asumida, personalidad y sexo 341 Amor matrimonial, carreras profesionales, paternidad y composición cambiante de las familias 343 Problemas en las relaciones, reacciones a los problemas y efectos del fracaso en la relación 346 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 352 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: ¿Todo lo que necesitas es amor? 353 Sumario y revisión de los puntos clave 354 Palabras clave 355 Para más información 355 ■ La conformidad: la influencia de grupo en acción 359 La investigación de Asch sobre la conformidad: presión social, ¿una fuerza irresistible? 360 Factores que afectan la conformidad: variables que determinan la medida en que seguimos a los demás 363 Las bases de la conformidad: ¿por qué a menudo elegimos «seguir a los demás»? 366 Contenido XIII 8 RELACIONES CERC ANAS: FAMILIA, AMIGOS, AMANTES Y ESPOSOS 307 9 INFLUENCIA SOCIAL: CAMBIAR EL COMPORTAMIENTO DE LOS OTROS 357 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: La persistencia de las normas sociales: del fenómeno autocinético a la «Cultura del Honor» 367 Resistir las presiones hacia la conformidad: ¿por qué a veces elegimos no seguir a los demás? 372 Influencia de la minoría: ¿siempre lleva el mando la mayoría? 374 ■ La condescendencia: pedir —a veces— es recibir 377 La condescendencia: principios subyacentes 377 Tácticas basadas en la amistad o la simpatía: congraciarse 378 Tácticas basadas en el compromiso de consistencia: el pie-en-la-puerta y el amago («low ball») 378 Tácticas basadas en la reciprocidad: las técnicas de la puerta-en-la-cara y «Esto-no-es-todo» 380 Tácticas basadas en la escasez: la técnica de «ponerlo difícil de conseguir» y la técnica de la «fecha límite» 381 Otras tácticas para obtener condescendencia: la técnica de «picar la curiosidad» y la de «poner a los demás de buen humor» 383 ■ Formas extremas de influencia social: obediencia a la autoridad y adoctrinamiento intenso 384 Obediencia destructiva: ¿dañarías a un desconocido inocente si te lo ordenaran? 385 Adoctrinamiento intenso: la influencia social llevada al extremo 390 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 393 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Tácticas para obtener condescendencia 393 Sumario y revisión de los puntos clave 394 Palabras clave 395 Para más información 395 ■ Responder a una emergencia: ¿por qué los espectadores algunas veces ayudan y otras veces son indiferentes? 400 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: El estudio de la conducta prosocial comenzó con un asesinato 400 ¿Por qué nadie ayudó? 401 La decisión de ayudar en una emergencia: cinco pasos esenciales 403 Factores situacionales que estimulan o inhiben la ayuda: atracción, atribuciones y modelos prosociales 408 Interés propio, integridad moral e hipocresía moral 413 ■ Los que ayudan y los que reciben ayuda 416 Ayudar como una función del estado emocional de los espectadores 416 Diferencias disposicionales en la respuesta prosocial 417 XIV Contenido www.ablongman.com/baronbyrne 10 CONDUCTA PROSOCIAL: AYUDAR A OTROS 397 Voluntariado: motivación para la ayuda a largo plazo 424 ¿Quién recibe ayuda y cómo responden las personas al hecho de recibir ayuda? 428 ■ Explicar la conducta prosocial: ¿por qué las personas ayudan? 432 Empatía-Altruismo: ayudar a quien lo necesita hace sentirse bien 433 Alivio de un estado negativo: ayudar puede reducir tu afecto negativo 435 Alegría empática: ayudar puede hacerte sentir mejor —si sabes que lograste algo 436 Determinismo genético: ayudar a otros maximiza la supervivencia de los genes 436 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 439 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Ser un espectador sensible 440 Sumario y revisión de los puntos clave 441 Palabras clave 442 Para más información 442 ■ Perspectivas teóricas sobre la agresión: en búsqueda de las raíces de la violencia 447 El rol de los factores biológicos: desde los instintos hasta la perspectiva psicológica evolucionista 447 Teorías del impulso: el motivo para dañar a otros 449 Teorías modernas de la agresión: teniendo en cuenta el aprendizaje, las cogniciones, el estado de ánimo y la activación 450 ■ Determinantes de la agresión humana: sociales, personales, situacionales 451 Técnicas para estudiar la agresión humana: ¿dañar sin riesgo? 452 Determinantes sociales de la agresión: frustración, provocación, agresión desplazada, violencia en los medios de comunicación y activación aumentada 454 Causas personales de la agresión 463 Determinantes situacionales de la agresión: los efectos de las altas temperaturas y el consumo de alcohol 467 PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO: Estudio del calor y la agresión: del laboratorio a los registros policiales de asaltos 468 ■ Agresión en las relaciones a largo plazo: bullying y violencia en el lugar de trabajo 471 Bullying: escoger a otros para abusar de ellos sistemáticamente 471 Violencia en el lugar de trabajo 474 ■ La prevención y el control de la agresión: algunas técnicas útiles 476 Contenido XV 11 AGRESIÓN: SU NATURALEZA, CAUSAS Y CONTROL 445 Castigo:¿una disuasión efectiva para la violencia? 476 Catarsis: ¿sacar la ira fuera realmente ayuda? 478 Intervenciones cognitivas: disculpas y superar los déficits cognitivos 479 Otras técnicas para reducir la agresión: exposición a modelos no agresivos, entrenamiento en habilidades sociales y respuestas incompatibles 479 CONEXIONES: Para integrar la psicología social 481 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: Causas de la agresión 482 Sumario y revisión de los puntos clave 483 Palabras clave 484 Para más información 484 XVI Contenido www.ablongman.com/baronbyrne PSICOLOGÍA SOCIAL:TREINTA AÑOS DE PROGRESO ■ Del álgebra cognitivo al procesamiento motivado 69 ■ Los efectos del estado de ánimo positivo en el comportamiento y la cognición social: del «cálido brillo del éxito» a los efectos del estado de ánimo en el pensamiento heurístico 112 ■ Estudiando la relación actitud-comportamiento 132 ■ Sexo, la revolución del género y temas relacionados 197 ■ Épocas de dificultades económicas y violencia hacia grupos minoritarios: desde los linchamientos en el Sur hasta los crímenes por odio en Nueva York 226 ■ ¿Similitud, disimilitud o ambas? 297 ■ La importancia de un estilo de apego adulto en el comportamiento interpersonal 316 ■ La persistencia de las normas sociales: del fenómenoautocinético a la «Cultura del Honor» 367 ■ El estudio de la conducta prosocial comenzó con un asesinato 400 ■ Estudio del calor y la agresión: del laboratorio a los registros policiales de asaltos 468 ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR! ■ Por qué correlación no equivale necesariamente a causalidad 35 ■ Minimizar el impacto de los errores de atribución 77 ■ Combatir los errores de la cognición social 116 ■ Resistir la persuasión: algunos pasos útiles 160 ■ Mejorar las autopercepciones negativas de las mujeres 210 ■ Técnicas para reducir el prejuicio 258 ■ Facilitar las cosas a personas como tú 303 ■ ¿Todo lo que necesitas es amor? 353 ■ Tácticas para obtener condescendencia 393 ■ Ser un espectador sensible 440 ■ Causas de la agresión 482 XVII ■ Secciones especiales XIX La psicología social se ha desplazado hasta el centro neurálgico de la Psi-cología moderna, desde la posición periférica que ocupaba en sus ini-cios remotos; ello se debe a que ilumina el funcionamiento de la mente del individuo y enriquece el alma de nuestra sociedad. A través de investigaciones rigurosas de laboratorio y de campo, los psicólogos sociales han demostrado que para entender en su totalidad el comportamiento es necesario reconocer la impor- tancia del contexto, el contenido y la cultura. Hemos demostrado el poder de las variables situacionales en la transformación del comportamiento, lo que difícil- mente podía predecirse desde una simple comprensión del «interior» del indivi- duo (es decir, sus disposiciones heredadas o aprendidas). Las situaciones sociales van más allá de las variables o estímulos externos de los conductistas radicales: comprenden los significados compartidos de la realidad, construcciones subjeti- vas que creamos y transmitimos a los demás. Asimismo, quienes investigan aspec- tos teóricos y empíricos de la psicología social han mostrado que, en ocasiones, las personas son menos racionales y más racionalizadoras de lo que creen, y que la intuición humana suele ser fuente de errores. A diferencia de otros ámbitos de la Psicología, en los que la unidad de análisis se centra fundamentalmente en el indi- viduo, los psicólogos sociales exploran el comportamiento en su contexto social, los patrones de relaciones interpersonales y dinámicas de grupos. Al investigar cómo interactúan personas y situaciones para generar pensamientos significati- vos, sentimientos y acciones, los psicólogos sociales contribuyen a tejer el más rico de los tapices de la naturaleza humana. También ayudamos a expandir los límites de la Psicología —procesos cerebrales y mecanismos culturales incluidos—, al tras- ladar los conocimientos de nuestras investigaciones al terreno de las aplicaciones prácticas. Los psicólogos sociales hemos abierto la Tienda de Psicología, desde la cual «ofrecemos la Psicología al público» de forma gratuita y de la manera en que las personas de a pie pueden apreciar y hacer uso de nuestra disciplina en la vida diaria. Al conmemorar el 30º aniversario de este texto excepcional, mis colegas psi- cólogos sociales y yo felicitamos a Robert Baron y Donn Byrne por nutrir nues- tra disciplina con investigación original y prosa inspirada. El conjunto de su investigación nos ha informado acerca de algunos de los aspectos fundamenta- les del comportamiento interpersonal: el sexo y la agresión; por qué las personas se sienten atraídas entre sí y se hieren unas a otras. Han realizado contribucio- nes vitales a la teoría, como es el caso de las ideas de Byrne sobre los estilos de apego; por lo que se refiere a la aplicación de la psicología social, valga citar los trabajos de campo de Baron sobre la reducción del conflicto en las organizacio- nes y el desarrollo de la cooperación en entornos laborales. Ambos están en el «negocio de la exportación» de perspectivas y métodos de la psicología social a otros ámbitos, como ocurre con el puente que ha tendido Baron hacia el mundo de la empresa y los negocios. En éstos y otros sentidos, Robert Baron y Donn Byrne representan lo mejor de la investigación en psicología social: curiosidad ■ Prólogo aventurera, abrirse a nuevos horizontes, hacerse grandes preguntas y responder- las con métodos creativos, sin descuidar las diferencias con el «mundo real». Ambos autores también han realizado una importante contribución pedagó- gica con la creación y actualización sistemática de su exitoso libro a lo largo de tres décadas. Pienso que el secreto de su éxito ha sido su habilidad para entre- tener a los lectores mientras los forman, contando historias apasionantes plenas de mensajes con sentido, y al añadir nuevas canciones y pasos de baile a un re- pertorio tentador. Lo que reciben los estudiantes es la voz clara y personal de maestros que com- parten la pasión por su ámbito de conocimiento. Baron y Byrne hablan directa- mente a sus lectores, nunca por encima o por debajo del hombro. Sus personalidades y estilos únicos se hacen palpables en sus ejemplos, de los que logran extraer principios y aplicar conceptos abstractos con profusión. Otros au- tores tienen en mente un público formado por colegas a quienes desean impre- sionar; a diferencia de esta clase de autores, Baron y Byrne jamás pierden de vista a los jóvenes estudiantes universitarios que se preparan para iniciar una excur- sión por la psicología social. Otro ingrediente que contribuye con su éxito es la sinergia entre los estilos de enseñanza y escritura en ambos autores. Los dos son maestros privilegiados que aprenden constantemente de sus interacciones en clase, de las cuales extraen ejemplos, demostraciones y nuevas explicaciones que, si funcionan bien en clase, encuentran su lugar en el libro. De manera recíproca, el aula de clases constituye el terreno para poner a prueba la forma de contar historias que se en- cuentra en las versiones iniciales del texto. Es el yin y el yang del maestro-autor que sintetiza dos tareas, con lo que se convierte en pedagogo y escritor profe- sional sin solución de continuidad. Y debido a que los grandes maestros rein- ventan sus cursos constantemente, estos autores buscan la perfección con cada entrega de su material, de ahí que cada revisión implique cambios sustanciales en el texto. Mantener lo mejor y arrojar al mar cargas inútiles pareciera ser el norte de quienes navegan siempre en nuevas aguas. Al afrontar una nueva revisión de libros de texto, la mayor dificultad para los autores estriba en cómo equilibrar el flujo de información nueva por añadir, cuando la presentación de una disciplina requiere mantener a los viejos y bue- nos clásicos. De entre todos los autores de textos de Psicología, Baron y Byrne han conseguido un especial equilibrio al incorporar sin que se note lo mejor de lo nuevo junto a contribuciones pasadas que han sido comprobadas y verifica- das. Así, esta 10ª edición se caracteriza, entre otros aspectos, por una descrip- ción de «Treinta años de progreso» que promete deleitar por igual a estudiantes lectores y colegas autores. Así que ¡bravo! Bob y Donn, por un trabajo magistral y bien realizado que ha hecho de la psicología social una tentación para cada nueva generación de estu- diantes. Podéis continuar alimentándolos con la abundancia y distinción que cabe esperar de vuestra mágica colaboración. —Dr. Philip G. Zimbardo STANFORD UNIVERSITY XX Prólogo www.ablongman.com/baronbyrne REFLEXIONES ANTE LA 10ª EDICIÓN: OBSERVAR Y PARTICIPAR EN TREINTA AÑOS DE PROGRESO Treinta años: ha sido un largo, largo tiempo. Pero es precisamentelo que hemos empleado en escribir este libro. Cuando empeza-mos, hacia 1972, el mundo era un lugar muy diferente al que es hoy. Nixon era presidente pero la palabra «Watergate» era aún desconocida para la mayoría de estadounidenses. Los PC estaban a unos doce años vista en el fu- turo, y maravillas electrónicas que nos resultan comunes como los teléfonos mó- viles, los discos compactos y los computadores de mano existían en el terreno de la ciencia ficción. La moda era también muy diferente: laminifalda era el úl- timo grito para las mujeres, mientras que patillas largas, corbatas muy anchas y pantalones acampanados eran lo definitivamente «in» para los hombres. La psicología social también era muy diferente. Algunos de los temas que fi- guraban en el índice de la primera edición siguen presentes en ésta: por ejemplo, la agresión, la atracción y las actitudes. Pero otros temas hoy fundamentales en la psicología social no estaban incluidos: es el caso de la cognición social, el papel que desempeñan el género y la diversidad cultural, las relaciones duraderas y el self. Asimismo, los métodos de investigación usados por los psicólogos sociales han cambiado, y en la actualidad son más sofisticados y efectivos que nunca. No obstante, hay una cosa que no ha cambiado, y es nuestro concepto de lo que debe ser este libro. Cuando empezamos a trabajar en la primera edición es- tábamos absolutamente convencidos de que el texto tenía que reflejar la psico- logía social moderna tal como existe en la actualidad. Jamás hemos alterado esta creencia, por lo cual a lo largo de los años, y en sucesivas ediciones, este libro ha ido cambiando para estar en sintonía con el progreso acelerado de nuestra dis- ciplina. Muy pocos libros sobreviven hasta una décima edición, y menos aún si- guen siendo populares durante este periodo de tiempo. Nos llena de orgullo decir que este texto se ha mantenido en estos años como el más ampliamente leído; de hecho, a fecha de hoy ha sido utilizado por unos dos millones de estudiantes. Atribuimos la longevidad del texto fundamentalmente a tres factores. En pri- mer lugar, realizamos grandes esfuerzos por mantenerlo al día, y reflejar los úl- timos hallazgos y teorías en psicología social. En segundo lugar, escuchamos a nuestros colegas: cuando nos envían sus comentarios sobre la edición existente y nos realizan sugerencias para mejorarla, les prestamos especial atención y a menudo realizamos los cambios recomendados. En tercer lugar, que no por ello menos importante, ambos hemos continuado participando en el progreso de la psicología social, lejos de conformarnos con la simple observación o registro de este progreso. Ciertamente, los temas que estudiamos en nuestras propias in- vestigaciones han cambiado. Por ejemplo, en la actualidad Robert Baron inves- tiga las causas y efectos de la agresión en el lugar de trabajo, en vez de la agresión en general; además, está orientado hacia la identificación de factores cognitivos y sociales que inciden en el éxito de los empresarios. Por su parte, Donn Byrne concentra sus esfuerzos en los efectos de los patrones de apego de los adultos en XXI ■ Prefacio las interacciones interpersonales, antes que en las reacciones delante de extra- ños; asimismo, investiga los factores que determinan la sexualidad coactiva. Aunque el contenido específico de nuestros estudios ha cambiado, la investiga- ción en sí misma permanece anclada firmemente en la corriente actual de la psi- cología social. Esto, a su vez, nos ayuda a entender la investigación de otros psicólogos sociales y contribuye a que alcancemos nuestra meta principal: hacer que este libro constituya una visión general de la psicología social actual que re- sulte amplia, legible, y estimulante (¡así lo esperamos!). Cambios realizados para mantener actualizada esta 10ª edición ¿Qué hemos hecho para que esta 10ª edición mantenga actualizados los contenidos e incorpore una reflexión sobre los hallazgos más recientes en nuestra dis- ciplina? Varias cosas. En primer lugar, y como ya es costumbre, hemos puesto al día cada capítulo. Como resultado de esto, encontrarás en sus páginas —literalmente— cientos de nuevas referencias de los años 2000 y 2001. En cada capítulo, además, hemos incluido nuevas secciones que dan cuenta de importantes avances en diversos temas, y consideran líneas de investigación emergentes. He aquí una muestra: Capítulo 1: La importancia cada vez mayor de la psicología evolucionista, lo que incluye el desarrollo de mecanismos psicológicos. Capítulo 2: El uso de señales no verbales para reconocer el engaño; la teoría del foco de autorregulación. Capítulo 3: El sesgo hacia lo negativo, cómo nos preparamos para lo peor. Capítulo 4: La ambivalencia en las actitudes; la disonancia como un estado desagradable. Capítulo 5: Los hallazgos recientes sobre el autoesquema sexual; datos refe- ridos a la observación de diferencias en los padres al hablar de temas «mas- culinos» como la ciencia, según se dirijan a sus hijos o a sus hijas. Capítulo 6: El prejuicio implícito y los estereotipos; el contraste entre los se- xismos hostil y benevolente. Capítulo 7: El acento en los aspectos biológicos de la atracción inter- personal; nuevos hallazgos relacionados con el atractivo de las caras compuestas. Capítulo 8: Nuevas evidencias que respaldan una base evolucionista en la necesidad de establecer relaciones; datos que señalan que un apego seguro se asocia con la satisfacción en las relaciones. Capítulo 9: La persistencia de las normas sociales; las formas extre- mas de influencia social, entre las que se cuenta el adoctrinamiento intenso. Capítulo 10: Informaciones relacionadas con las bases biológicas de la empatía; la nueva conceptualización de las seis funciones básicas de la actividad voluntaria. Capítulo 11: La agresión desplazada y las provocaciones triviales; el bullying. En segundo lugar, y a objeto de destacar los principales avances de la psicología social en las últimas tres décadas, hemos incluido una sec- ción titulada psicología social: Treinta años de progreso. En ella se comparan las investigaciones realizadas hace treinta años (época en la XXII Prefacio www.ablongman.com/baronbyrne 112 CAPÍTULO 3 / COGNICIÓN SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne Cuando comenzó la investigaciónsobre los efectos de los estadosde ánimo aún no había suce- dido la “revolución cognitiva” en la Psi- cología Social. Ciertamente los psicólogos sociales estaban interesados en la cognición social, pero no la habían percibido aún como central para el resto de los temas estudiados. Por esta razón, los primeros estudios sobre los efectos de los estados afectivos se centraron en el impacto que causaban en el comportamiento social más que en el pensamiento social. Entre estos trabajos el más influyente fue el de Alice Isen. Ella estaba interesada en un tema que había intrigado a los psicólogos sociales desde siempre: ¿Estar en un buen estado de ánimo incrementará nuestro deseo de ayudar a otros? Isen pensó que ayudar a otros es un comportamiento positivo que “encaja” con estar de buen ánimo. Además, cuando estamos de buen ánimo queremos mantenerlo y una forma de hac- erlo es ayudando a otros: esto ayuda a nuestra autoimagen y hace que nos sinta- mos bien con nosotros mismos. Para ver si estar de buen ánimo de hecho incrementaba la ayuda, Isen realizó varios estudios en los cuales empleó ingeniosas téc- nicas para poner a la gente de buen ánimo. En el primero (Isen, 1970) indicó a los par- ticipantes (maestros de escuela) que habían realizado muy bien o muy mal una serie de tareas. Ella pensó que aquellos a quienes se les había dicho que lo habían hecho muy bien podrían experimentar “el cálido brillo del éxito”y podrían estar de mejor ánimo.La medición del altruismo fue la cantidad de dinero que donaron los participantes para financiar la compra del aire acondicionado para una escuela local. Los resultados indi- caron que aquellos con un buen estado de ánimo de hecho dieron más —un promedio de cuarenta y seis céntimos de dólar frente a sólo siete céntimos de aquéllos a quienes se les dijo que habían realizado de manera deficiente las tareas y quienes presumible- mente estaban en un estado de ánimo menos positivo. En los estudios siguientes, Isen varió los estados de ánimo de los participantes a tra- vés de técnicas tales como darles galletas (Isen y Levin, 1972) e incluso colocando una moneda en una cabina telefónica de manera que la gente que entraba la encon- traba allí(Isen y Levin, 1972).No importaba cómo cambiaba el estado de ánimo, Isen encontró el mismo resultado: las personas en un buen estado de ánimo fueron más altruistas hacia otros que cuando no lo esta- ban. La investigación subsiguiente ha con- firmado este hallazgo; por ejemplo, incluso olores placenteros en un centro comercial incrementaron el deseo de un visitante de ayudar a un extraño (Baron, 1997a). Sin embargo, otras investigaciones indican que estar de buen ánimo no siempre incre- menta el altruismo. Si, por ejemplo, los cos- tes de ayudar son altos o si la ayuda puede tender a deteriorar el buen estado de ánimo de la persona, las personas en un buen estado de ánimo no siempre serán más altruistas (por ejemplo, Isen, 1984). Aunque la investigación sobre los efec- tos del estado de ánimo en el comporta- miento social ha continuado (lo describiremos en el Capítulo 10), muchos psicólogos sociales se han centrado,en cam- bio, en el tema que hemos venido discu- tiendo en este capítulo: ¿Cómo los estados afectivos influyen la cognición social? Las investigaciones sugieren que tendemos a cambiar nuestro pensamiento social hacia el uso de los heurísticos —atajos mentales que reducen el esfuerzo— cuando estamos de buen ánimo. Una clara ilustración de tal efecto es proporcionado por la investigación realizada por Park y Banaji (2000). Sobre la base de estudios previos, Park y Banaji predijeron que estar de buen ánimo podría llevar a los individuos a confiarse excesivamente en los estereotipos porque estos marcos mentales de hecho reducen el esfuerzo mental y cuando la gente está de buen ánimo no quiere que nada les afecte. Dado que el pensamiento sistemático y cui- dadoso es un trabajo duro, la gente en un buen estado de ánimo evitará tal esfuerzo. Para probar esta idea, los investigadores le pidieron a los participantes que indicaran si varios nombres —algunos de ellos de ori- gen afroamericanos— pertenecían a la cate- goría “criminal”o a la categoría “político”. La mitad de los participantes fueron inducidos a un buen estado de ánimo a través de la exposición de un segmento de una come- dia de TV mientras que la otra mitad fue inducida a un estado de ánimo más neutral a través de la exhibición de escenas de mon- tañas, ríos, etc. Park y Banaji (2000) predije- ron que estar de buen ánimo podría incrementar el uso de los estereotipos. Por tanto, los participantes con un buen estado de ánimo podrían mostrar una marcada ten- dencia a situar los nombres afroamericanos en la categoría “criminal” y una tendencia mayor a situar los nombres europeo-ame- ricanos en la categoría “políticos”. Esto es precisamente lo que ocurrió: las personas con un buen estado de ánimo fueron de hecho más propensas a mostrar este patrón en comparación con las personas con un estado de ánimo neutral. En los estudios siguientes Park y Banaji (2000) encontraron que esta mayor suje- ción a los estereotipos en las personas con PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO LOS EFECTOS DEL ESTADOS DE ÁNIMO POSITIVO EN EL COMPORTAMIENTO Y LA COGNICIÓN SOCIAL: DEL “CÁLIDO BRILLO DEL ÉXITO” A LOS EFECTOS DEL ESTADO DE ÁNIMO EN EL PENSAMIENTO HEURÍSTICO 6 T R E I N T A A Ñ O S D E P R O G R E S O que escribíamos la primera edición del libro) con el tratamiento que se da a los mismos temas (o similares) en la actualidad. De este modo, pretendemos resal- tar las diversas maneras en que la investigación en psicología social ha hecho posible que tengamos una comprensión mayor de aspectos importantes del com- portamiento y el pensamiento sociales. Por ejemplo: Capítulo 2: Del álgebra cognitiva al procesamiento motivado Capítulo 3: Los efectos del estado de ánimo positivo en el comportamiento y la cognición social: Del «cálido brillo del éxito» a los efectos del estado de ánimo en el pensamiento heurístico Capítulo 4: Estudiando la relación actitud-comportamiento Capítulo 5: Sexo, la revolución del género y temas relacionados Capítulo 6: Épocas de dificultades económicas y violencia hacia grupos mi- noritarios: Desde los linchamientos en el Sur hasta los crímenes por odio en Nueva York Capítulo 7: ¿Similitud, disimilitud o ambas? Capítulo 8: La importancia de un estilo de apego adulto en el comporta- miento interpersonal Capítulo 9: La persistencia de las normas sociales: Del fenómeno autociné- tico a la «Cultura del Honor» Capítulo 10: El estudio de la conducta prosocial comenzó con un asesinato Capítulo 11: Estudiando el calor y la agresión: del laboratorio a los registros policiales de asaltos Qué se ha mantenido Si bien hemos introducido diversos cambios, nuestro objetivo básico al escribir el libro continúa siendo el mismo: hemos hecho un gran esfuerzo para hacer del texto un reflejo preciso de la naturaleza y contenidos de la psicología social moderna, que sea al mismo tiempo fácil de leer y de utilidad para los estudiantes. En este sentido, hemos considerado las siguientes características: ■ Cada tema comienza con una introducción que, a modo de «mapa de carreteras», señala las secciones principales del capítulo. En el propio texto, las palabras clave están resaltadas en negrilla, con las definiciones correspondientes a continuación. Estas palabras clave, además, están definidas en un glosario que figura en los márgenes del texto, y que figura en su totalidad al final del libro. Para facilitar la comprensión de lo leído, a cada sección principal le sigue una lista de puntos clave, que consiste en un breve resumen de los principa- les conceptos y hallazgos experimentales. Estamos convencidos que revisar cuidadosamente esta sección puede ser de gran ayuda al es- tudiar los diferentes temas. ■ Al final de cada capítulo tendrás una serie de ¡Ideas para llevar con- tigo y utilizar!, con conceptos importantes que debes recordar e ideas que puedes utilizar más allá del propio curso de psicología social. Creemos que estos principios te serán de gran ayuda en muchos con- textos durante los años venideros. ■ Encontrarás iconos especiales en aquellas partes del texto que ten- gan una orientación evolucionista , o bien consideren la Prefacio XXIII Ideas 77 IDEAS ¡PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!l MINIMIZAR EL IMPACTO DE LOS ERRORES DE ATRIBUCIÓN La atribución está sujeta amuchos errores y estos puedenresultar costosos tanto para ti como para la gente con la cual interac- túas; por tanto bien vale el esfuerzo evi- tar tales trampas. Aquí están nuestras sugerencias para reconocer —y mini- mizar— varios errores atribucionales importantes. El sesgo de correspondencia: El error fundamental de atribución Tenemos una fuerte tendencia a atri- buir el comportamiento de los otros a causas internas (disposicionales) incluso cuando están presentes fuertes factores externos (situacionales) que pueden estar influyendo en el comportamiento. Para reducir este error, intenta siempre ponerte en los zapatos de la persona cuyo comportamiento estás intentando explicar. En otras palabras, intenta mirar el mundo a través de sus ojos. Si lo haces probablemente te darás cuenta de que, desde su perspectiva, existen muchos fac- tores externos que jugaron un papel en su comportamiento. El efecto actor-observador: “Yo me comporté así debido a causas situacionales; tú te comportaste así porque eres ese tipo de persona”. Consistente con el error fundamental de atribución tenemos una fuerte ten- dencia a atribuir nuestro propio compor- tamiento a causas externas y el de los otros a causas internas. Esto puede llevar- nos a generalizaciones falsas sobre los otros y los rasgos que poseen. Para minimizar este error, intenta imaginarte a ti mismo en su lugar y pregúntate, “¿Por qué habría actuado yo de esa manera?”. Si lo haces, te darás cuenta rápidamente de que los fac- tores externos pueden haber influido tu comportamiento. De modo similar, pre- gúntate, “¿Me comporté de esa manera porque haciéndolo reflejaba rasgos o moti- vos de los cuales no soy muy consciente?”. Esto puede ayudarte a apreciar las causas internas de tu propio comportamiento.El sesgo de autobeneficio:“ Yo soy bueno; tú tienes suerte” Quizás, el error atribucional más fuerte que cometemos es el de atribuir resultados positivos a las causas internas tales como nuestras habilidades o esfuerzos y los resul- tados negativos a los factores externos tales como la suerte o fuerzas fuera de tu control. Esto puede llevarnos a sobreva- lorar nuestras propias contribuciones en los proyectos grupales produciendo, por tanto, una fricción innecesaria con los otros. Puede incluso reducir las oportunidades de que podamos aprender cosas valiosas de los resultados negativos, por ejemplo, ¡podríamos hacerlo mejor la próxima vez! Puedes ayudar a minimizar este error siendo, simplemente, consciente de él; una vez que sabes que existe, puedes darte cuenta de que todos tus resultados posi- tivos no provienen de causas internas y que puedes haber jugado un rol en la pro- ducción de los resultados negativos.Ade- más, intenta recordar que otra gente está sujeta al mismo tipo de error ; hacerlo puede ayudarte a recordar que ellos tam- bién quieren obtener tanto crédito de los resultados positivos como tú, así como cul- par a las causas externas de los resultados negativos. perspectiva de la diversidad . Nos interesa llamar tu atención en ambos temas, dado su interés cada vez mayor para la psicología social. En el diseño de figuras y tablas ha prevalecido la claridad y la sencillez; así, la mayoría contienen rótulos y notas cuyo propósito es facilitar la comprensión del contenido de las mismas. Sitio en la red A esta 10ª edición acompaña un sitio de Internet diseñado ad hoc. Una visita a www.ablongman.com/baronbyrne te permitirá conocer detalles al respecto. Comentarios finales Para finalizar, queremos pedir tu ayuda una vez más. Tal como ha ocurrido en ocasiones anteriores, no hemos escatimado esfuerzos para hacer de ésta la mejor de las ediciones. No obstante, aun cuando los seres humanos pueden ima- ginar la perfección, lejos están de alcanzarla. Por ello, sabemos que siempre hay la posibilidad de mejorar las cosas. En este sentido, te pedimos tu más sincera opinión. Si piensas que hay algo que pudiera mejorarse, por favor háznoslo saber. Escríbe- nos, llámanos, envíanos un fax o un mensaje por correo electrónico a los números o direcciones que figuran más abajo. Nos alegrará conocer tu opinión, y lo que es más importante, ¡la escucharemos! De antemano, muchas gracias por tu colabo- ración. Robert A. Baron Pittsburgh Building Rensselaer Polytechnic Institute Troy, NY 12180-3590 Tel.: (00-1-518) 276-2864 Fax: (00-1-518) 276-8661 Correo-e: baronr@rpi.edu Donn Byrne Department of Psychology University at Albany, SUNY Albany, NY 12222 Tel.: (00-1-518) 768-2643 Fax: (00-1-518) 442-4867 Correo-e: vyaduckdb@aol.com XXIV Prefacio www.ablongman.com/baronbyrne SIMPLEMENTE, GRACIAS Cada vez que escribimos este libro, apreciamos aún más un hechoindiscutible: no podríamos llevar a cabo esta tarea sin la ayuda ydedicación de personas talentosas. No nos es posible agradecer a cada uno de ellos en particular por cada aportación realizada; sin embargo, que- remos hacer un reconocimiento general a aquellos cuya colaboración ha sido de la mayor utilidad. En primer lugar, las más sinceras gracias a los colegas que figuran a conti- nuación, por responder a nuestra solicitud en relación con sugerencias para me- jorar esta 10ª edición. Sus contribuciones fueron de incalculable valor a la hora de diseñar esta nueva entrega. Charles A. Alexander, Rock Valley College Linda J. Allred, East Carolina University Lisa M. Bohon-Hock, California State University, Sacramento Robert F. Bornstein, Gettysburg College David M. Bush, Utah State University Winona Cochran, Bloomsburg University Diana I. Cordova, Yale University Curt Dunkel, Illinois Central College Edward Fernandez, East Carolina University Susan E. O. Field, Georgian Court College Lisa Finkelstein, Northern Illinois University Phillip Finney, Southeast Missouri State University Stella D. Garcia-Lopez, University of Texas, San Antonio Barry Gillen, Old Dominion University Drusilla D. Glascoe, Salt Lake Community College Nicole Goulet, University of Albany, SUNY Lana Hamilton, Kent State University Jay Hewitt, University of Missouri, Kansas City Matthew Hogben, Centers for Disease Control and Prevention Tony Johnson, LaGrange College Paul Kwon, Washington State University Jeffrey Scott Mio, California Polytechnic Institute, Pomona Mitchell S. Nesler, Excelsior College Darren Newtson, University of Virginia Virginia Norris, South Dakota State University Robert J. Pellegrini, San Jose State University Jacqueline Pope, Western Kentucky University Brad Redburn, Johnson County Community College Debra Steele-Johnson, Wright State University Michel Strube, Washington University Ann L. Weber, University of Nort Carolina, Asheville XXV ■ Agradecimientos También deseamos agradecer a los revisores que leyeron los capítulos de la 9ª edición y que realizaron comentarios de gran utilidad para nuestro trabajo en esta 10ª. Julie A. Allison, Pittsburg State University David Barkmeier, Northeastern University Bruce D. Bartholow, University of North Carolina, Chapel Hill Thomas W. Britt, Clemson University Brad J. Bushman, Iowa State University Stella Garcia-Lopez, University of Texas, San Antonio Scott Geller, Virginia Polytechnic and State University Jeff L. Greenberg, University of Arizona Lauri Hyers, University of Tennessee, Chattanooga Craig Johnson, Hofstra University Cheryl Kaiser, University of Vermont Darren L. Newtson, University of Virginia Carol K. Oyster, University of Wisconsin-La Crosse Derrick Proctor, Andrews University George Schreer, Manhattanville College Charles Stangor, University of Maryland Yvonne Wells, Suffolk University En segundo lugar, deseamos ofrecer las más sinceras gracias a Carolyn Merril. Fue de gran ayuda a lo largo de todo el proyecto, por lo que la continuamos viendo como una amiga antes que como una simple editora. En tercer lugar, muchas gracias a Anne Weaver, cuyos oportunos consejos hi- cieron posible mejorar este libro de muchas más formas de las que podríamos describir aquí; de ahí nuestro agradecimiento a su gran ayuda. En cuarto lugar, gracias a Kris Smead por su cuidadosa labor de edición. Sus estimulantes comentarios fueron de incalculable valor para mejorar y clarificar nuestras palabras. En quinto lugar, gracias a quienes participaron en las distintas etapas del pro- ceso de producción: Helane Prottas en la búsqueda de fotografías, al Seventeenth Street Studios por el trabajo de diseño, y a Susan Paradise por el diseño de la por- tada. También queremos agradecer a todos los colegas que nos enviaron ejempla- res y reimpresiones de sus trabajos. Estas personas son demasiadas para poder incluirlas aquí, lo que no excluye nuestro inmenso agradecimiento. Nuestras sinceras gracias a George Schreer del Manhattanville College por su excelente trabajo y a Eric Miller por su ayuda con el banco de ítems y la guía para estudiantes. Para todas estas personas fuera de serie, así como para muchos otros, nues- tras mejores consideraciones y el más cálido de los agradecimientos. XXVI Agradecimientos www.ablongman.com/baronbyrne Robert A. Baron es profesor de psicología y Gestión de las Organi-zaciones en el Rensselaer Polytechnic Institute. En 1968 obtuvoel grado de Doctor en la University of Iowa. El profesor Baron ha desempeñado diversos cargos en facultades de universidades como Purdue Uni- versity, University of Minnesota, University of Texas, University of South Ca- rolina y Princeton University. En 1982 fue profesor visitante en Oxford University. Entre 1979 y 1981 desempeñó el cargo de director de programa en la National Science Foundation (Washington, DC). Ha sido miembro del comité de la American Psychological Association y en la actualidad lo es de la Ameri- can Psychological Society. En 2001 obtuvo una beca del gobierno francés para investigadores expertos, la cual llevó a cabo en la Université desSciences So- ciales en Tolouse, Francia. El profesor Baron ha publicado más de noventa y cinco artículos en revistas especializadas y treinta y siete capítulos en obras conjuntas. Es autor o coautor de treinta y ocho libros, entre los que se cuentan Behavior in Organizations (8ª ed.), Human Aggression (2ª ed.), Understanding Human Relations (4ª ed.) y Psy- chology (5ª ed.) Los libros de texto del profesor Baron han sido utilizados por más de tres millones de estudiantes en universidades de todo el mundo. Ha sido miembro del Comité Directivo de la Albany Symphony Orchestra (1993-1996) y presidente de la Innovative Environmental Products Inc., empresa XXVII ■ Acerca de los Autores Robert A. Baron (izquierda) y Donn Byrne ■ dedicada al diseño de equipamientos para la mejora del entorno físico en los ám- bitos laboral y de la vida diaria (por ejemplo, filtros de aire, control de rui- dos, etc.). Es propietario de tres patentes en Estados Unidos. En la actualidad, las investigaciones del profesor Baron se orientan funda- mentalmente hacia los factores cognitivos y sociales de los emprendedores, la violencia y la agresión en el lugar de trabajo, y el impacto del medio ambiente físico (por ejemplo, iluminación, calidad del aire, temperatura) en el comporta- miento social y la ejecución de tareas. Donn Byrne ostenta el título de Distinguished Professor de psicología en la University at Albany (State University of New York), donde conduce el pro- grama de psicología social y de la personalidad. En 1958 obtuvo el grado de Doc- tor en la University of Stanford, y ha desempeñado cargos académicos en California State University (San Francisco), University of Texas y Purdue Uni- versity; ha sido profesor visitante en University of Hawaii y en Stanford Uni- versity. Ha presidido la Midwestern Psychological Association y la Society for the Scientific Study of the Sexuality, así como el departamento de psicología en Albany. El profesor Byrne es miembro de los comités de la American Psycholo- gical Association, la Society for Personality and Social Psychology y la Society for the Scientific Study of the Sexuality. Es además miembro honorífico de la American Psychological Society. El profesor Byrne ha publicado más de 150 artículos en revistas especializa- das, veintisiete de los cuales han sido reimpresos en manuales de lecturas bási- cas. Ha sido autor o coautor de treinta y tres capítulos en obras conjuntas y de catorce libros, entre otros, Psychology: An Introduction to Behavioral Sciences (cuatro ediciones, además de versiones en portugués, chino y castellano: psico- logía. Tratado de las ciencias de la conducta. Barcelona: Labor, 1977), An In- troduction to Personality (tres ediciones), The Attraction Paradigm y Exploring Human Sexuality. Ha formado parte de los Comités Editoriales de numerosas revistas especia- lizadas, y ha dirigido medio centenar de tesis doctorales. En 1981 fue invitado para dar la conferencia principal del congreso anual de la American Psychologi- cal Association en Los Ángeles, y fue el ponente sobre el estado científico del tema en la Society for the Scientific Study of Sexuality en la ciudad de Nueva York. En 1986 fue invitado a participar en la comisión jurídica sobre obscenidad y pornografía de Houston, y en las jornadas sobre pornografía y salud para mé- dicos. En 1987, el profesor Byrne recibió el premio a la excelencia investigadora de la University at Albany, y en 1989 el Distinguished Scientific Achievement Award de la Society for the Scientific Study of Sexuality. Las investigaciones más recientes del profesor Byrne se centran en los efec- tos del estilo de apego adulto en el comportamiento interpersonal, las conse- cuencias de la tendencia a legitimar la agresión en la coacción sexual y otros actos agresivos, y los determinantes en la atracción interpersonal y sexual. XXVIII Acerca de los Autores www.ablongman.com/baronbyrne 1 ESQUEMA DEL CAPÍTULO EL C AMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL: CÓMO PENSAMOS ACERC A DE E INTERACTUAMOS CON LOS DEMÁS Psicología social: una definición operativa La psicología social es científica por naturaleza La psicología social hace énfasis en el comportamiento de los individuos La psicología social busca entender las causas del pensamiento y del comportamiento sociales La psicología social: en síntesis Psicología social en el nuevo milenio: nuevas perspectivas, nuevos métodos Influencia de la perspectiva cognitiva Énfasis creciente en la aplicación: exportar la psicología social Adopción de una perspectiva multicultural: tener en cuenta la diversidad social Atención creciente al rol potencial de factores biológicos y perspectiva evolucionista Responder cuestiones sobre comportamiento social y pensamiento social: métodos de investigación en psicología social Observación sistemática: describir el mundo que nos rodea Correlación: la búsqueda de relaciones Método experimental: conocimiento a través de la observación sistemática Interpretar los resultados de la investigación: el uso de estadísticos y los psicólogos sociales como escépticos perennes El papel de la teoría en psicología social La búsqueda de conocimiento y los derechos individuales: la búsqueda del equilibrio apropiado Utilizar este libro: un mapa de carreteras para los lectores ¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!: por qué correlación no equivale necesariamente a causalidad Sumario y revisión de los puntos clave Palabras clave Para más información ^ Cada vez con mayorfrecuencia, algún estu-diante en clase me pre- gunta: «Profesor Baron, ¿siempre deseó ser psicólogo social?». Si he de ser honesto, la respuesta es «No». Cuando empecé en la Universidad, pensaba con- vertirme en psicólogo experimental y estudiar temas como aprendizaje y motivación. Pero el destino tenía reser- vada otra cosa para mí, que en aquel momento me era desconocida. En la pri- mavera del primer año de carrera tomé un curso (obligatorio) de psicología social. No pensaba que lo encontraría intere- sante, pero para mi sorpresa, la asignatura se convirtió rápidamente en mi favorita. En la medida en que discutíamos pre- guntas como «¿de qué manera se influyen las personas entre sí?», «¿los grupos toman decisiones más o menos arries- gadas que las de los individuos?», y «¿por qué nos atraen unas personas más que otras?», me di cuenta poco a poco que éste era el tipo de cuestiones que me interesaba estudiar en mi futura carrera profesional. Hacia el final del semestre, fui con mi profesor tutor e introduje cambios en mi plan de asignaturas. Puedo decir con honestidad que nunca he renegado de tal decisión. La psicología social me ha hecho emprender un viaje que en prin- cipio no tenía pensado, pero ¡vaya si ha sido interesante! Y en realidad, ¿cómo podría haber sido de otro modo? ¿Cómo un campo que enfatiza en el lado social de la vida (cómo pensamos acerca de e interactuamos con los demás) puede ser otra cosa sino interesante e importante? Si necesitas más argumentos para estar convencido, echa un vistazo a las pre- guntas de la Tabla 1.1, que presenta una pequeña muestra de los temas que en la actualidad están siendo estudiados por psicólogos sociales. Estoy seguro de que te inspirarán viva curiosidad y al mismo tiempo los considerarás muy relevantes para tu propia vida. 6 Tras haber ofrecido esta apasionada apología de la psicología social,a nosotros (Donn Byrne y yo mismo), nos encantaría zambullirnosde inmediato e iniciar para ti la descripción de hallazgos fascinan- tes. Sin embargo, antes de comenzar es importante facilitar una información básica acerca del alcance, naturaleza y métodos de la psicología social. ¿Por qué es impor- tante esta información? Porque resultados de investigación en psicología muestran que las personas tienen mejores oportunidades de entender, recordar y utilizar nueva información si se les suministra primero un marco para organizarla. Esto es de lo que trata este primer capítulo: proveer un marco parainterpretar y entender la psi- cología social. Específicamente, esto es lo que sigue a continuación. En primer lugar, presentaremos una definición más formal de la psicología social. Cada disciplina tiene sus supuestos básicos, y entenderlos te ayudará a comprender por qué los psicólogos sociales estudian unos temas determinados y de una manera en par- ticular. En segundo lugar, describiremos las principales características de la psicología social en la actualidad: dónde se ubica y hacia dónde pareciera dirigirse en este nuevo milenio. En tercer lugar, examinaremos algunos de los métodos usados por los psicó- logos sociales para responder preguntas sobre el lado social de la vida. Un conocimiento operativo de dichos métodos básicos te ayudará a entender la manera en que los psi- cólogos sociales incrementan nuestro saber sobre el pensamiento y el comportamiento sociales; cómo, en definitiva, se obtuvo el conocimiento que se presenta en este libro. 4 CAPÍTULO 1 / EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne Psicología social: una definición operativa Q Dar una definición formal de casi cualquier disciplina es tareacompleja. En el caso de la psicología social, esta dificultadaumenta por dos factores: su amplio espectro y rápida velo- cidad de cambio. Como se sugiere en la Tabla 1.1, los psicólogos sociales poseen un gran abanico de intereses. A pesar de ello, la mayoría de estos profesionales se centran principalmente en la siguiente tarea: entender cómo y por qué los indi- viduos se comportan, piensan y sienten en situaciones sociales que involucran a otras personas (reales o imaginarias). En respuesta a este hecho, definimos la psi- cología social como la disciplina científica que busca entender la naturaleza y las causas del comportamiento y del pensamiento individuales en situaciones socia- les. Observemos con detalle diversos aspectos de esta definición. La psicología social es científica por naturaleza ¿Qué es la ciencia? Muchas personas parecieran creer que este térmi- no se refiere sólo a disciplinas como química, física y biología, que utilizan el tipo de Psicología social: una definición operativa 5 TABLA 1.1I Cuestiones investigadas en la actualidad por los psicólogos sociales. Como puede verse, los psicólogos sociales se preguntan —e intentan responder— cuestiones de interés sobre el lado social de la vida: cómo pensamos acerca de e interactuamos con los demás. CAPÍTULO EN QUE SE PREGUNTA CUBRE ESTE ASPECTO Quienes estrechan la mano con firmeza, ¿producen mejores impresiones en los Capítulo 2 demás? ¿Qué ocurre cuando en varias situaciones imaginamos «lo que pudiera haber sido»? Capítulo 3 ¿Pueden cambiar nuestras actitudes debido a información de la que no nos damos Capítulo 4 cuenta? Si confiamos en realizar una tarea exitosamente, ¿aumentan las probabilidades de que Capítulo 5 eléxtio efectivamente ocurra? ¿Han cambiado los estereotipos de género en los últimos años? ¿Seguirán cambiando? Capítulo 5 ¿Existe un prejuicio «antigordura»? ¿Está presente en todos los países? Capítulo 6 ¿Preferimos como parejas románticas a quienes nos ven de manera más favorable, Capítulo 7 o a quienes nos ven tal como nos autopercibimos? ¿Qué son los celos? ¿Cuáles son sus causas principales? Capítulo 8 ¿Cómo podemos hacer que los demás digan «sí» a nuestros requerimientos? Capítulo 9 ¿Existe algo como el «puro altruismo», es decir, ayudar a los demás sin esperar Capítulo 10 nada a cambio? ¿Incrementa el calor la agresión? ¿Existen límites para esta relación, a tal punto que cuando Capítulo 11 haga mucho calor, las personas se vuelvan menos agresivas? psicología social: disciplina científica que busca entender la naturaleza y las causas del comportamiento y del pensamiento individuales en situaciones sociales. equipamiento que se muestra en la Figura 1.1. Si compartes esta opinión, puede quete desconciertes ante nuestra propuesta de la psicología social como disciplina científica. ¿Cómo un área que busca estudiar la naturaleza del amor, las causas de la agresión, y todo lo existente entre ambos puede ser científica en el mismo sentido que física, bioquímica e informática? La respuesta es sorprendentemente simple. En realidad, el término ciencia no se refiere a un grupo especial de disciplinas muy avanzadas. Más bien alude a dos cosas: (1) un conjunto de valores, y (2) diversos méto- dos que pueden usarse para estudiar un amplio conjunto de temas. En el momento de decidir si una disciplina dada es o no científica, la cuestión fundamental es: ¿Adopta estos valores y métodos? Si lo hace, su naturaleza es científica. En la pró- xima sección, examinaremos los procedimientos de investigación utilizados por psi- cólogos sociales; en este apartado nos centraremos en los valores fundamentales que debe adoptar todo campo para ser considerado de naturaleza científica. De estos valo- res, los más importantes son: Exactitud: el compromiso de recoger y evaluar información acerca del mundo (incluyendo pensamiento y comportamiento sociales) de la manera que mejor garantice cuidado, precisión y estar libre de errores. Objetividad: el compromiso de obtener y evaluar dicha información, en lo humanamente posible, libre de sesgos. Escepticismo: el compromiso de aceptar hallazgos como precisos sólo en la medida en que hayan sido verificados una y otra vez. Ausencia de prejuicios: el compromiso de cambiar la propia visión (por más fuertemente arraigada que esté), si las evidencias existentes sugieren que estas ideas preconcebidas no son exactas. 6 CAPÍTULO 1 / EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne FIGURA 1.1 ¿Un equipo impresionante equivale a ciencia? Muchas personas tienden a creer que únicamente las disciplinas que utilizan un equipo como éste pueden ser descritas como «científicas». De hecho, esto no es así. ■ La psicología social como disciplina está profundamente comprometida con estos valores, y los aplica en un esfuerzo por entender la naturaleza del comportamiento y del pensamiento sociales. Por esta razón, resulta lógico pensar en esta disciplina como de orientación científica. Por el contrario, aproximaciones que no son cien- tíficas realizan afirmaciones del mundo y las personas, que no están sujetas a la eva- luación y análisis cuidadosos implícitos en los valores descritos anteriormente. En dichos campos —como astrología o aromaterapia— intuición, fe y fuerzas invisi- bles son consideradas suficientes (véase Figura 1.2). «Pero… ¿por qué adoptar una perspectiva científica? ¿Acaso la psicología social no es simplemente sentido común?» Tras haber enseñado durante muchos años (¡más de setenta y cinco entre los dos!), nos parece estar oyéndote formular esta pregunta. Y entendemos por qué te sientes así; después de todo, cada uno de nosotros ha estado toda la vida interactuando con los demás. Como resultado de esta experiencia, todos somos psicólogos sociales aficionados. ¿Por qué no nos basamos en nuestra propia experiencia —o incluso el folklore o «la sabiduría que dan los años»— para enten- der el lado social de la vida? Nuestra respuesta es franca y directa: porque dichas fuen- tes proporcionan una guía poco consistente y fiable del comportamiento social. Por ejemplo, considera la siguiente aseveración del sentido común: «La ausen- cia aumenta la nostalgia en el corazón». ¿Estás de acuerdo? ¿Es cierto que cuando las personas se separan de quienes aman, los extrañan y experimentan un ansia cre- ciente por ellos? Muchas personas estarían de acuerdo. Podrían responder: «Sí, es verdad. Es más, te cuento que cuando tuve que separarme de…». Fíjate ahora en la expresión «Ojos que no ven, corazón que no siente». ¿Y qué hay de esta expresión? ¿Es cierta? Cuando las personas se separan de quienes aman, ¿encuentran rápida- mente otros intereses amorosos? Como puedes ver, estas dos visiones —ambas del sentido común— son contradictorias. Lo mismo ocurre con muchas otras obser- Psicología social: una definición operativa 7 FIGURA 1.2 Cienciafrente a No ciencia: valores diferentes, métodos diferentes. Aproximaciones como la que se muestra aquí definitivamente no son científicas: no aceptan el cuerpo de valores de la ciencia (precisión, objetividad, escepticismo, ausencia de prejuicios) y no utilizan métodos científicos para evaluar hipótesis específicas. ■ vaciones informales sobre el comportamiento humano; por ejemplo, «Cada oveja con su pareja», según la cual la semejanza lleva a la atracción, frente a «Los opues- tos se atraen» (lo que seduce son las diferencias). Podríamos continuar con la lista, pero creemos que queda claro este punto: el sentido común con frecuencia sugiere una imagen confusa e inconsistente del comportamiento humano. Ésta es una razón importante por la cual los psicólogos sociales confían en el método científico: pro- duce evidencias mucho más concluyentes. Ésta no es la única razón para desconfiar del sentido común. Otro argumento tiene que ver con que, a diferencia del Sr. Spock en Star Trek, no somos máquinas perfec- tas de procesamiento de información. Por el contrario, tal como veremos una y otra vez (por ejemplo, en los capítulos 2, 3 y 4), nuestro pensamiento está sujeto a diver- sos tipos de error que nos pueden llevar por el mal camino. He aquí un ejemplo: ima- gina que mientras estás en el centro comercial, te encuentras con personas que piden donativos para una buena causa (por ejemplo, ayudar a las víctimas de un trágico desas- tre ocurrido recientemente). ¿Cuál es la probabilidad de que realices una contribución? ¿Un 10, 50, 80 por ciento? ¿Y qué ocurre con el resto de clientes del centro comercial? ¿Cuán propensos son a hacer un donativo? Si eres como la mayoría de las personas, la probabilidad que has estimado para ti será mayor que la establecida para el resto, en lo que algunos psicólogos sociales denominan el efecto más santo que usía (holier than thou efect); por ejemplo, Epley y Dunning, 2000. En otras palabras, tendemos a creer que nosotros somos más propensos que el promedio de las personas a incurrir de maneras diversas en actos generosos (otro término para esto es el sesgo de auto- beneficio; véase Capítulo 3). ¿Por qué lo hacemos? Posiblemente porque al estimar nuestra tendencia a actuar de buena manera, pensamos: «¡Cuán bueno y generoso soy!». Pero al estimar el comportamiento de los otros, pensamos en ocasiones previas en que hemos visto comportarse a los demás (por ejemplo, ignorando las solicitudes de ayuda), y utilizamos esta información como base de nuestras predicciones. En cual- quier caso, ésta es tan sólo una de las maneras en las que —con frecuencia— podemos cometer errores al pensar en los demás y en nosotros mismos (consideraremos otras posibilidades en el Capítulo 3). Debido a nuestra propensión a errores de este tenor en el pensamiento informal sobre el mundo social, no podemos depender de él —o del sentido común— para solucionar los misterios del comportamiento social. Antes bien necesitamos evidencia científica, y en esencia, de ello trata la psicología social. La psicología social hace énfasis en el comportamiento de los individuos Las sociedades difieren en gran medida en sus visiones acerca del cor- tejo y el matrimonio, e incluso de las personas que se enamoran. De manera simi- lar, las sociedades presentan grandes variaciones en sus niveles generales de violencia, y en los individuos que llevan a cabo acciones violentas o se abstienen de ello. Estos mismos argumentos se aplican para prácticamente todos los demás aspectos del com- portamiento social, desde el prejuicio hasta la ayuda: las acciones son llevadas a cabo por, y los pensamientos ocurren en la mente de, los individuos. Debido a este hecho básico, en psicología social el foco está directamente en los individuos. Por supuesto, los psicólogos sociales se dan cuenta de que no existimos aislados de las influencias sociales y culturales (nada más lejos de ello). Pero el mayor interés de la disciplina reposa en el entendimiento de los factores que modelan acciones y pensamientos de individuos humanos en escenarios sociales. Esto contrasta claramente con el campo de la Sociología. La sociología estudia algunos de los mismos temas que la psicología social, pero no se preocupa del comportamiento y pensamientos de los individuos; antes bien, se orienta hacia grandes grupos de personas o hacia la socie- dad en conjunto. Por ejemplo, tanto la psicología social como la Sociología estudian el tema de los crímenes violentos. Mientras los psicólogos sociales analizan los fac- 8 CAPÍTULO 1 / EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne tores que hacen que personas específicas se impliquen en dicho comportamiento, los sociólogos están interesados en comparar tasas de crímenes violentos en los dis- tintos segmentos de una sociedad dada (por ejemplo, grupos con ingresos altos y bajos), o comparar estas tasas en varias sociedades distintas. La psicología social busca entender las causas del pensamiento y del comportamiento sociales El título de esta sección suministra la clave del aspecto central de nuestra definición. Esto es, los psicólogos sociales están interesados en primer lugar por los muchos factores y condiciones que conforman el comportamiento y el pen- samiento de los individuos —acciones, sentimientos, creencias, recuerdos e infe- rencias— en relación con otras personas. Obviamente, un gran número de variables desempeña su papel en este aspecto. Sin embargo, la mayoría de estas variables cae en uno de los cinco grandes apartados descritos a continuación. LAS ACCIONES Y CARACTERÍSTICAS DE OTRAS PERSONAS. Imagina los siguientes eventos: Estás haciendo la cola en la taquilla del cine; de repente, otra persona avanza y se adelanta para colocarse justo frente a ti. La persona con la que has estado saliendo en los últimos seis meses te dice de golpe y porrazo: «Creo que es mejor que lo dejemos e intentemos conocer a otras personas». Estás jugando en el computador y dos personas extranjeras muy atractivas se acercan y comienzan a verte jugar con gran interés. Estas acciones de los demás, ¿tendrán algún efecto en tu conducta o pensa- miento? Indiscutiblemente. Es decir, queda claro que con frecuencia nos vemos fuertemente afectados por las acciones de otras personas (véase Figura 1.3). Por añadidura, también estamos bajo la influencia de la apariencia física de los demás. ¿Te has sentido incómodo ante la presencia de personas con alguna disca- pacidad? ¿Te comportas distinto frente a personas con gran atractivo físico, en rela- ción con personas de menor atractivo? ¿Y ante personas mayores frente a los jóvenes? Psicología social: una definición operativa 9 FIGURA 1.3 El comportamiento de los demás: un factor importante en nuestro comportamiento y pensamiento sociales. Como se muestra aquí, con frecuencia nos afectan las acciones de los otros, aun cuando no nos demos cuenta [FUENTE: © THE NEW YORKER COLLECTION 2000 MICK STEVENS DE CARTOONBANK.COM. RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS.] ■ ¿Y qué hay de las personas que pertenecen a grupos raciales y étnicos distintos a los tuyos? Con toda probabilidad, tu respuesta a varias de estas preguntas es sí, dado que con frecuencia reaccionamos ante características visibles de los demás como la apa- riencia (por ejemplo, McCall, 1997; Twenge y Manis, 1998). De hecho, hallazgos de Hassin y Trope (2000) señalan que no podemos ignorar la apariencia de los demás, aun cuando lo intentemos conscientemente. Estos investigadores mostraron a los par- ticipantes de sus estudios fotografías de personas que —se suponía— eran candida- tos a varios puestos de trabajo (por ejemplo, administrativo de banco, empleado de óptica, electricista). También se suministró información acerca de la experiencia pre- via de los candidatos, y la tarea de los participantes consistía en calificar la idonei- dad de las personas para el puesto de trabajo. A la mitad de los participantes se les pidió que ignorasen las fotos a la hora de tomar una decisión, mientras
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