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Baron, Robert - Psicología Social

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Robert A. Baron
Donn Byrne
10ª edición
Psicología social
www.pearsoneducacion.com
Psicología social de Baron y Byrne cumple treinta y tres años desde su primera
edición. La décima que aquí presentamos es el resultado de un proceso de tres décadas en la
mejora y actualización constante del texto publicado en 1972. Durante estos años, los
autores han ido incorporando los últimos hallazgos y teorías de la psicología social;
han incorporado las sugerencias de multitud de colegas profesores de la disciplina, y han
participado con sus propias investigaciones en el desarrollo de esta área.
Robert A. Baron es profesor de Psicología y gestión de las organizaciones en el
prestigioso Rensselaer Polytechnic Institute. Sus libros de texto han sido utilizados por más de
tres millones de estudiantes universitarios de todo el mundo. Donn Byrne es profesor
distinguido de Psicología en la Universidad de Albany del Estado de Nueva York y también ha sido
autor de excelentes manuales tanto de Psicología de la conducta como de su especialidad en
psicología del comportamiento y sexual.
Incluye:
LibroSite es una página web asociada al libro, con una gran variedad de recursos y material adicional tanto para
los profesores como para estudiantes. Apoyos a la docencia, ejercicios de autocontrol, enlaces relacionados,
material de investigación, etc., hacen de LibroSite el complemento académico perfecto para este libro.
Otros libros de interés:
Federico Javaloy e.a.:
Comportamiento colectivo y
movimientos sociales. Madrid,
Pearson Prentice Hall, 2001.
ISBN 8420530972
Darío Páez e.a. (Coords.):
Psicología Social, Cultura y Educación.
Madrid, Pearson Prentice Hall,
2003. ISBN 8420537241
J. Francisco Morales e.a. (Coords.):
Psicología Social. Buenos Aires,
Pearson Prentice Hall, 2002.
ISBN 9879460677
Amalio Blanco e.a.:
Psicología de los grupos. Madrid,
Pearson Prentice Hall, 2004.
ISBN 8420539112
Ester Barberá (Coord.):
Psicología y género. Madrid,
Pearson Prentice Hall, 2004.
ISBN 842053725X
ISBN 978-84-205-4332-1
9 7 8 8 4 2 0 5 4 3 3 2 1
Ps
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10ª ed.
Baron
Byrne
10ª EDICIÓN
PSICOLOGÍA SOCIAL
10ª EDICIÓN
PSICOLOGÍA SOCIAL
Robert A. Baron
Polytechnic Institute Rensselaer
Donn Byrne
The University at Albany
State University of New York
Traducción
José Vicente Pestana Montesinos
Ángela Castrechini
Departamento de psicología social
Lissette Fernández Núñez
Instituto de Ciencias de la Educación
Universidad de Barcelona
Revisión técnica y adaptación
Álvaro Rodríguez Carballeira
Departamento de psicología social
Universidad de Barcelona
Madrid • México • Santafé de Bogotá • Buenos Aires • Caracas • Lima • 
Montevideo • San Juan • San José • Santiago • São Paulo • White Plains
Todos los derechos reservados. 
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, 
comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la
propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra 
la propiedad intelectual (arts. 270 y sgts. Código Penal).
DERECHOS RESERVADOS
© 2005 respecto de la primera edición en castellano por:
PEARSON EDUCACIÓN, S.A.
Ribera del Loira, 28
28042 Madrid (España)
PEARSON PRENTICE HALL es un sello editorial autorizado de PEARSON EDUCACIÓN, S.A.
ROBERT A. BARON; DONN BYRNE
PSICOLOGÍA SOCIAL 10.ª EDICIÓN
ISBN 10: 84-205-4332-2
ISBN 13: 978-84-205-4332-1
Depósito Legal: M-12964-2006 
Traducido de:
Robert. A. Baron - D. Byrne, Social Psychology 10th edition
Copyright 2004 © Allyn & Bacon. Pearson Education, Inc.
ISBN: 0-205-34977-3
Equipo editorial
Editor: Juan Luis Posadas
Técnico editorial: Elena Bazaco
Equipo de producción:
Director: José Antonio Clares
Técnico: José Antonio Hernán
Diseño de cubierta: Equipo de diseño de PEARSON EDUCACIÓN, S.A.
Composición: JOSUR TRATAMIENTOS DE TEXTOS, S.L.
Impreso en México. Printed in Mexico.
ROBERT A. BARON; DONN BYRNE
PSICOLOGÍA SOCIAL 10ª EDICIÓN
PEARSON EDUCACIÓN, S.A., Madrid, 2005
ISBN: 84-205-4332-2
MATERIA: Psicología Social 316
Formato: 210 � 270 mm Páginas: 608
Datos de catalogación bibliográfica
Dedicatoria 
Para mi hija Jessica, quien definitivamente ilumina mi vida, y a su esposo Ted, ¡que
al unirse a nuestra pequeña familia la ha engrandecido! Y a mis padres, Ruth y Ber-
nard, cuya confianza en mí siempre ha sido un gran “plus” en mi vida. 
—RAB
Para Karen, quien me enseñó que el amor es amar con los pies en la tierra.
—DB
1 El campo de la psicología social: cómo pensamos acerca
de e interactuamos con los demás 3
2 Percepción social: comprender a los demás 39
3 Cognición social: pensar en el mundo social 81
4 Actitudes: evaluar el mundo social 121
5 Aspectos de la identidad social: self y género 165
6 Prejuicio: causas, efectos y formas de contrarrestarlo 215
7 Atracción interpersonal: conocerse, agradarse, iniciar una relación 263
8 Relaciones cercanas: familia, amigos, amantes y esposos 307
9 Influencia social: cambiar el comportamiento de los otros 357
10 Conducta prosocial: ayudar a otros 397
11 Agresión: su naturaleza, causas y control 445
* Esta versión castellana no incluye los dos últimos capítulos del original, dedicados a los grupos y a las aplicaciones de la Psicología Social.
Se adoptó esta medida porque en los planes de estudio españoles estos temas suelen desarrollarse más extensamente en asignaturas
independientes, para las cuales existen manuales específicos más propios.
■ Índice de capítulos*
VI
Secciones especiales XVII
Prólogo de Philip G. Zimbardo XIX
Prefacio XXI
Agradecimientos XXV
Acerca de los autores XXVII
■ Psicología social: una definición operativa 5
La psicología social es científica por naturaleza 5
La psicología social hace énfasis en el comportamiento de los individuos 8
La psicología social busca entender las causas del pensamiento y del 
comportamiento sociales 9
La psicología social: en síntesis 13
■ Psicología social en el nuevo milenio: nuevas perspectivas, nuevos
métodos 14
Influencia de la perspectiva cognitiva 14
Énfasis creciente en la aplicación: exportar la psicología social 15
Adopción de una perspectiva multicultural: tener en cuenta la diversidad social 16
Atención creciente al rol potencial de factores biológicos y perspectiva 
evolucionista 17
■ Responder cuestiones sobre comportamiento social y pensamiento 
social: métodos de investigación en psicología social 18
Observación sistemática: describir el mundo que nos rodea 19
Correlación: la búsqueda de relaciones 20
Método experimental: conocimiento a través de la observación sistemática 23
Interpretar los resultados de la investigación: el uso de estadísticos y los 
psicólogos sociales como escépticos perennes 27
El papel de la teoría en psicología social 28
■ La búsqueda de conocimiento y los derechos individuales:
la búsqueda del equilibrio apropiado 30
■ Utilizar este libro: un mapa de carreteras para los lectores 33
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Por qué correlación no equivale necesariamente a causalidad 35
Sumario y revisión de los puntos clave 35
Palabras clave 36
Para más información 37
VII
■ Contenido
1 EL C AMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL
CÓMO PENSAMOS ACERCA DE E INTERACTUAMOS CON LOS DEMÁS 3
■ Comunicación no verbal: el lenguaje de las expresiones, miradas 
y gestos 41
La comunicación no verbal: los canales básicos 42
Reconocer el engaño: el rol de las señales no verbales 47
■ Atribución: para comprender las causas del comportamiento
de los otros 50
Teorías de la atribución: marcos para entender cómo intentamos darle 
sentido al mundo social 51
Atribución: algunas fuentes básicas de error 59
Aplicaciones de la teoría de la atribución: aproximaciones e 
intervenciones 63
■ Formación y manejo de impresiones: cómo combinamos 
y empleamos la información social 67
Investigación de Asch sobre rasgos centrales y periféricos 67
Formación de impresiones: una perspectiva cognitiva 69
PSICOLOGÍA SOCIAL:TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
Del álgebra cognitivo al procesamiento motivado 69
Otros aspectos de la formación de impresiones: la naturaleza de las 
primeras impresiones y nuestros motivos para formarlas 71
Manejo de impresiones: el fino arte de parecer bueno 72
La precisión de la percepción social: evidencia de que es mayor de lo que 
piensas 75
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 76
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Minimizar el impacto de los errores de atribución 77
Sumario y revisión de los puntos clave 78
Palabras clave 79
Para más información 79
■ Esquemas: mapas mentales para organizar —y utilizar— la 
información social 84
El impacto de los esquemas en la cognición social: atención, codificación
y recuperación 85
Evidencia de la naturaleza autoconfirmatoria de los esquemas: cuándo 
—y por qué— las creencias configuran la realidad 87
VIII Contenido www.ablongman.com/baronbyrne
2 PERCEPCIÓN SOCIAL:
COMPRENDER A LOS DEMÁS 39
3 COGNICIÓN SOCIAL:
PENSAR EN EL MUNDO SOCIAL 81
■ Heurísticos y procesamiento automático: cómo reducimos 
nuestro esfuerzo en la cognición social 89
Representatividad: juzgar por la apariencia 89
Disponibilidad: «si lo recuerdo, debe ser importante» 90
Procesamiento automático en el pensamiento social: cómo logramos hacer 
dos cosas al mismo tiempo 92
■ Fuentes potenciales de error en la cognición social: por qué la 
racionalidad total es más rara de lo que piensas 94
Sesgo hacia lo negativo: la tendencia a prestar mayor atención a la
información negativa 95
Sesgo optimista: nuestra tendencia a ver el mundo con gafas de color 
rosa 97
El coste potencial de pensar demasiado: por qué, a veces, puede estar 
justificada nuestra tendencia a hacer el menor esfuerzo cognitivo posible 99
Pensamiento«contrafáctico»: los efectos de considerar «Lo que podría 
haber sido» 100
Pensamiento mágico: ¿podrías comerte una chocolatina con forma de 
araña? 103
Supresión de pensamiento: ¿por qué algunas veces los esfuerzos para evitar 
ciertos pensamientos producen efectos indeseados? 104
Cognición social: un punto de optimismo 106
■ Afecto y cognición: cómo los sentimientos moldean el 
pensamiento y cómo éste moldea los sentimientos 107
La influencia del afecto sobre la cognición 108
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
Los efectos del estado de ánimo positivo en el comportamiento y la cognición 
social: del «cálido brillo del éxito» a los efectos del estado de ánimo en el 
pensamiento heurístico 110
La influencia de la cognición sobre el afecto 112
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 116
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Combatir los errores de la cognición social 116
Sumario y revisión de los puntos clave 117
Palabras clave 119
Para más información 119
■ Formación de actitudes: ¿cómo y por qué se desarrollan las 
actitudes? 125
Aprendizaje social: adquirir las actitudes a partir de los demás 125
Factores genéticos: algunos hallazgos sorprendentes 128
Funciones de la actitud: ¿por qué nos formamos nuestras actitudes en el 
primer momento? 130
Contenido IX
4 ACTITUDES:
EVALUAR EL MUNDO SOCIAL 121
La relación entre actitud y comportamiento: ¿cuándo y cómo influyen
las actitudes sobre el comportamiento? 132
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
Estudiando la relación actitud-comportamineto 133
¿Cuándo las actitudes influyen sobre el comportamiento? Especificidad,
fuerza, accesibilidad y otros factores 134
¿Cómo influyen las actitudes sobre el comportamiento? Intenciones,
deseo y acción 137
■ El fino arte de la persuasión: emplear mensajes para cambiar 
actitudes 141
Persuasión: el enfoque tradicional 141
El enfoque cognitivo de la persuasión: procesamiento sistemático versus
procesamiento heurístico 143
■ Cuando falla el cambio de actitud: resistencia a la persuasión 145
Reactancia: proteger nuestra libertad personal 145
Advertencia: conocimiento previo del intento persuasivo 146
Evitación selectiva 146
Defensa activa de nuestras actitudes: argumentar contra puntos de vista 
opuestos 147
Asimilación sesgada y polarización de la actitud: «si es contrario a lo que 
yo pienso, ¡no es de fiar!» 148
■ Disonancia cognitiva: ¿por qué algunas veces nuestro 
comportamiento puede influir nuestras actitudes? 149
Disonancia cognitiva: ¿qué es y cuáles son las maneras (directas e 
indirectas) de reducirla? 150
Disonancia y cambio de actitud: los efectos de la condescendencia 
inducida 155
La disonancia como una herramienta para cambios favorables en el 
comportamiento: cuando la hipocresía puede ser una fuerza para el bien 156
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 159
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Resistir la persuasión: algunos pasos útiles 160
Sumario y revisión de los puntos clave 161
Palabras clave 162
Para más información 163
■ Identidad social: panorama general 167
■ El self: componentes de nuestra identidad única 168
Autoconcepto: el esquema básico 169
Autoestima: actitudes hacia nosotros mismos 177
Otros aspectos del autofuncionamiento: focalización, vigilancia y eficacia 182
X Contenido www.ablongman.com/baronbyrne
5 ASPECTOS DE LA IDENTIDAD SOCIAL:
SELF Y GÉNERO 165
■ Género: masculinidad y femineidad como aspectos cruciales de 
la identidad 191
Sexo y género 191
Identidad de género y estereotipos de género 192
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
Sexo, la revolución del género y temas relacionados 197
Comportamiento de rol-género y reacciones al comportamiento de 
rol-género 198
Cuando hombres y mujeres difieren: ¿biología, roles de género adquiridos 
o ambos? 206
Chicas jóvenes agobiadas por grandes preocupaciones 207
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 209
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Mejorar las autopercepciones negativas de las mujeres 210
Sumario y revisión de los puntos clave 211
Palabras clave 212
Para más información 213
■ Prejuicio y discriminación: naturaleza y orígenes 217
Prejuicio: el rostro de la intolerancia 217
Prejuicio: por qué persiste 218
Discriminación: prejuicio en acción 219
■ Orígenes del prejuicio: diferentes perspectivas 224
Conflicto intergrupal directo: la competición como fuente del 
prejuicio 224
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
Épocas de dificultades económicas y violencia hacia grupos minoritarios: desde 
los linchamientos en el Sur hasta los crímenes por odio en Nueva York 226
Experiencias tempranas: el papel del aprendizaje social 229
Categorización social: el efecto nosotros-ellos y el error final de 
atribución 230
Fuentes cognitivas del prejuicio: estereotipos explícitos e implícitos 234
Otros mecanismos cognitivos en el prejuicio: correlaciones ilusorias 
y homogeneidad del exogrupo 237
La lucha contra los estereotipos hacia las personas obesas 238
■ Por qué el prejuicio No es inevitable: técnicas para contrarrestar 
sus efectos 240
Romper en círculo del prejuicio: aprender a no odiar 240
Contacto intergrupal directo: los beneficios potenciales de 
conocerse 241
Recategorización: desplazar la frontera entre «Nosotros» y «Ellos» 243
Contenido XI
6 PREJUICIO:
CAUSAS, EFECTOS Y FORMAS DE CONTRARRESTARLO 215
Intervenciones cognitivas: ¿podemos decir simplemente «No» a los 
estereotipos? 244
La influencia social en la reducción del prejuicio 246
Hacer frente al prejuicio: cómo reaccionan las víctimas 247
■ Prejuicios basados en el género: naturaleza y efectos 249
Los sexismos hostil y benevolente: las dos caras del prejuicio basado en el 
género 249
Las bases cognitivas del sexismo: estereotipos de género y respeto 
diferencial 251
Discriminación contra la mujer : sutil y con frecuencia mortal 253
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 257
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Técnicas para reducir el prejuicio 258
Sumario y revisión de los puntos clave 258
Palabras clave 260
Para más información 260
■ El comienzo de la atracción: proximidad y emociones 265
Atracción interpersonal: una mirada general 265
El poder de la proximidad: los contactos no planificadospueden resultar 
en atracción 267
Emociones positivas y negativas: las bases afectivas de la atracción 272
■ Iniciar una relación: la necesidad de afiliación y el efecto de las 
características observables 278
La necesidad de afiliación 278
El efecto de las características observables: determinantes inmediatos 
del agrado y desagrado interpersonal 281
■ Hacerse amigos: similitud y agrado mutuo 293
Similitud: cada oveja con su pareja 294
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
¿Similitud, disimilitud o ambas? 297
Agrado mutuo: nos atraen aquellos a quienes atraemos 299
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 302
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Facilitar las cosas a personas como tú 303
Sumario y revisión de los puntos clave 304
Palabras clave 305
Para más información 305
XII Contenido www.ablongman.com/baronbyrne
7 ATRACCIÓN INTERPERSONAL:
CONOCERSE, AGRADARSE, INICIAR UNA RELACIÓN 263
■ Relaciones interdependientes con familiares y amigos versus
soledad 309
Familia: las primeras relaciones 310
Relaciones más allá de la familia: establecer una amistad cercana 314
Relaciones adultas y estilo de apego 315
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
La importancia de un estilo de apego adulto en el comportamiento 
interpersonal 316
Soledad: vivir sin relaciones cercanas 322
■ Relaciones románticas, amor e intimidad física 325
Romance: más allá de la amistad 326
¿Qué es eso llamado amor? 329
Sexualidad en las relaciones románticas 335
■ Matrimonio: la relación cercana por excelencia 340
Éxito y satisfacción matrimonial: similitud, similitud asumida, personalidad 
y sexo 341
Amor matrimonial, carreras profesionales, paternidad y composición 
cambiante de las familias 343
Problemas en las relaciones, reacciones a los problemas y efectos del 
fracaso en la relación 346
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 352
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
¿Todo lo que necesitas es amor? 353
Sumario y revisión de los puntos clave 354
Palabras clave 355
Para más información 355
■ La conformidad: la influencia de grupo en acción 359
La investigación de Asch sobre la conformidad: presión social, ¿una fuerza 
irresistible? 360
Factores que afectan la conformidad: variables que determinan la medida 
en que seguimos a los demás 363
Las bases de la conformidad: ¿por qué a menudo elegimos «seguir 
a los demás»? 366
Contenido XIII
8 RELACIONES CERC ANAS:
FAMILIA, AMIGOS, AMANTES Y ESPOSOS 307
9 INFLUENCIA SOCIAL:
CAMBIAR EL COMPORTAMIENTO DE LOS OTROS 357
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
La persistencia de las normas sociales: del fenómeno autocinético a la «Cultura 
del Honor» 367
Resistir las presiones hacia la conformidad: ¿por qué a veces elegimos 
no seguir a los demás? 372
Influencia de la minoría: ¿siempre lleva el mando la mayoría? 374
■ La condescendencia: pedir —a veces— es recibir 377
La condescendencia: principios subyacentes 377
Tácticas basadas en la amistad o la simpatía: congraciarse 378
Tácticas basadas en el compromiso de consistencia: el pie-en-la-puerta 
y el amago («low ball») 378
Tácticas basadas en la reciprocidad: las técnicas de la puerta-en-la-cara 
y «Esto-no-es-todo» 380
Tácticas basadas en la escasez: la técnica de «ponerlo difícil de conseguir» 
y la técnica de la «fecha límite» 381
Otras tácticas para obtener condescendencia: la técnica de «picar la 
curiosidad» y la de «poner a los demás de buen humor» 383
■ Formas extremas de influencia social: obediencia a la 
autoridad y adoctrinamiento intenso 384
Obediencia destructiva: ¿dañarías a un desconocido inocente si te lo 
ordenaran? 385
Adoctrinamiento intenso: la influencia social llevada al extremo 390
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 393
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Tácticas para obtener condescendencia 393
Sumario y revisión de los puntos clave 394
Palabras clave 395
Para más información 395
■ Responder a una emergencia: ¿por qué los espectadores algunas 
veces ayudan y otras veces son indiferentes? 400
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
El estudio de la conducta prosocial comenzó con un asesinato 400
¿Por qué nadie ayudó? 401
La decisión de ayudar en una emergencia: cinco pasos esenciales 403
Factores situacionales que estimulan o inhiben la ayuda: atracción,
atribuciones y modelos prosociales 408
Interés propio, integridad moral e hipocresía moral 413
■ Los que ayudan y los que reciben ayuda 416
Ayudar como una función del estado emocional de los 
espectadores 416
Diferencias disposicionales en la respuesta prosocial 417
XIV Contenido www.ablongman.com/baronbyrne
10 CONDUCTA PROSOCIAL:
AYUDAR A OTROS 397
Voluntariado: motivación para la ayuda a largo plazo 424
¿Quién recibe ayuda y cómo responden las personas al hecho de 
recibir ayuda? 428
■ Explicar la conducta prosocial: ¿por qué las personas ayudan? 432
Empatía-Altruismo: ayudar a quien lo necesita hace sentirse bien 433
Alivio de un estado negativo: ayudar puede reducir tu afecto negativo 435
Alegría empática: ayudar puede hacerte sentir mejor —si sabes que 
lograste algo 436
Determinismo genético: ayudar a otros maximiza la supervivencia 
de los genes 436
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 439
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Ser un espectador sensible 440
Sumario y revisión de los puntos clave 441
Palabras clave 442
Para más información 442
■ Perspectivas teóricas sobre la agresión: en búsqueda de las raíces 
de la violencia 447
El rol de los factores biológicos: desde los instintos hasta la perspectiva 
psicológica evolucionista 447
Teorías del impulso: el motivo para dañar a otros 449
Teorías modernas de la agresión: teniendo en cuenta el aprendizaje, las 
cogniciones, el estado de ánimo y la activación 450
■ Determinantes de la agresión humana: sociales, personales,
situacionales 451
Técnicas para estudiar la agresión humana: ¿dañar sin riesgo? 452
Determinantes sociales de la agresión: frustración, provocación, agresión 
desplazada, violencia en los medios de comunicación y activación 
aumentada 454
Causas personales de la agresión 463
Determinantes situacionales de la agresión: los efectos de las altas 
temperaturas y el consumo de alcohol 467
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO:
Estudio del calor y la agresión: del laboratorio a los registros policiales de asaltos 468
■ Agresión en las relaciones a largo plazo: bullying y violencia en el 
lugar de trabajo 471
Bullying: escoger a otros para abusar de ellos sistemáticamente 471
Violencia en el lugar de trabajo 474
■ La prevención y el control de la agresión: algunas técnicas 
útiles 476
Contenido XV
11 AGRESIÓN:
SU NATURALEZA, CAUSAS Y CONTROL 445
Castigo:¿una disuasión efectiva para la violencia? 476
Catarsis: ¿sacar la ira fuera realmente ayuda? 478
Intervenciones cognitivas: disculpas y superar los déficits cognitivos 479
Otras técnicas para reducir la agresión: exposición a modelos no agresivos,
entrenamiento en habilidades sociales y respuestas incompatibles 479
CONEXIONES:
Para integrar la psicología social 481
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!:
Causas de la agresión 482
Sumario y revisión de los puntos clave 483
Palabras clave 484
Para más información 484
XVI Contenido www.ablongman.com/baronbyrne
PSICOLOGÍA SOCIAL:TREINTA AÑOS DE PROGRESO 
■ Del álgebra cognitivo al procesamiento motivado 69
■ Los efectos del estado de ánimo positivo en el
comportamiento y la cognición social: del «cálido 
brillo del éxito» a los efectos del estado de ánimo 
en el pensamiento heurístico 112
■ Estudiando la relación actitud-comportamiento 132
■ Sexo, la revolución del género y temas relacionados 197
■ Épocas de dificultades económicas y violencia hacia
grupos minoritarios: desde los linchamientos en el 
Sur hasta los crímenes por odio en Nueva York 226
■ ¿Similitud, disimilitud o ambas? 297
■ La importancia de un estilo de apego adulto en el
comportamiento interpersonal 316
■ La persistencia de las normas sociales: del fenómenoautocinético a la «Cultura del Honor» 367
■ El estudio de la conducta prosocial comenzó con un
asesinato 400
■ Estudio del calor y la agresión: del laboratorio a los
registros policiales de asaltos 468
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR! 
■ Por qué correlación no equivale necesariamente a
causalidad 35
■ Minimizar el impacto de los errores de atribución 77
■ Combatir los errores de la cognición social 116
■ Resistir la persuasión: algunos pasos útiles 160
■ Mejorar las autopercepciones negativas de las 
mujeres 210
■ Técnicas para reducir el prejuicio 258
■ Facilitar las cosas a personas como tú 303
■ ¿Todo lo que necesitas es amor? 353
■ Tácticas para obtener condescendencia 393
■ Ser un espectador sensible 440
■ Causas de la agresión 482
XVII
■ Secciones especiales
XIX
La psicología social se ha desplazado hasta el centro neurálgico de la Psi-cología moderna, desde la posición periférica que ocupaba en sus ini-cios remotos; ello se debe a que ilumina el funcionamiento de la mente
del individuo y enriquece el alma de nuestra sociedad. A través de investigaciones
rigurosas de laboratorio y de campo, los psicólogos sociales han demostrado que
para entender en su totalidad el comportamiento es necesario reconocer la impor-
tancia del contexto, el contenido y la cultura. Hemos demostrado el poder de las
variables situacionales en la transformación del comportamiento, lo que difícil-
mente podía predecirse desde una simple comprensión del «interior» del indivi-
duo (es decir, sus disposiciones heredadas o aprendidas). Las situaciones sociales
van más allá de las variables o estímulos externos de los conductistas radicales:
comprenden los significados compartidos de la realidad, construcciones subjeti-
vas que creamos y transmitimos a los demás. Asimismo, quienes investigan aspec-
tos teóricos y empíricos de la psicología social han mostrado que, en ocasiones, las
personas son menos racionales y más racionalizadoras de lo que creen, y que la
intuición humana suele ser fuente de errores. A diferencia de otros ámbitos de la
Psicología, en los que la unidad de análisis se centra fundamentalmente en el indi-
viduo, los psicólogos sociales exploran el comportamiento en su contexto social,
los patrones de relaciones interpersonales y dinámicas de grupos. Al investigar
cómo interactúan personas y situaciones para generar pensamientos significati-
vos, sentimientos y acciones, los psicólogos sociales contribuyen a tejer el más rico
de los tapices de la naturaleza humana. También ayudamos a expandir los límites
de la Psicología —procesos cerebrales y mecanismos culturales incluidos—, al tras-
ladar los conocimientos de nuestras investigaciones al terreno de las aplicaciones
prácticas. Los psicólogos sociales hemos abierto la Tienda de Psicología, desde la
cual «ofrecemos la Psicología al público» de forma gratuita y de la manera en que
las personas de a pie pueden apreciar y hacer uso de nuestra disciplina en la vida
diaria. 
Al conmemorar el 30º aniversario de este texto excepcional, mis colegas psi-
cólogos sociales y yo felicitamos a Robert Baron y Donn Byrne por nutrir nues-
tra disciplina con investigación original y prosa inspirada. El conjunto de su
investigación nos ha informado acerca de algunos de los aspectos fundamenta-
les del comportamiento interpersonal: el sexo y la agresión; por qué las personas
se sienten atraídas entre sí y se hieren unas a otras. Han realizado contribucio-
nes vitales a la teoría, como es el caso de las ideas de Byrne sobre los estilos de
apego; por lo que se refiere a la aplicación de la psicología social, valga citar los
trabajos de campo de Baron sobre la reducción del conflicto en las organizacio-
nes y el desarrollo de la cooperación en entornos laborales. Ambos están en el
«negocio de la exportación» de perspectivas y métodos de la psicología social a
otros ámbitos, como ocurre con el puente que ha tendido Baron hacia el mundo
de la empresa y los negocios. En éstos y otros sentidos, Robert Baron y Donn
Byrne representan lo mejor de la investigación en psicología social: curiosidad
■ Prólogo
aventurera, abrirse a nuevos horizontes, hacerse grandes preguntas y responder-
las con métodos creativos, sin descuidar las diferencias con el «mundo real».
Ambos autores también han realizado una importante contribución pedagó-
gica con la creación y actualización sistemática de su exitoso libro a lo largo de
tres décadas. Pienso que el secreto de su éxito ha sido su habilidad para entre-
tener a los lectores mientras los forman, contando historias apasionantes plenas
de mensajes con sentido, y al añadir nuevas canciones y pasos de baile a un re-
pertorio tentador. 
Lo que reciben los estudiantes es la voz clara y personal de maestros que com-
parten la pasión por su ámbito de conocimiento. Baron y Byrne hablan directa-
mente a sus lectores, nunca por encima o por debajo del hombro. Sus
personalidades y estilos únicos se hacen palpables en sus ejemplos, de los que
logran extraer principios y aplicar conceptos abstractos con profusión. Otros au-
tores tienen en mente un público formado por colegas a quienes desean impre-
sionar; a diferencia de esta clase de autores, Baron y Byrne jamás pierden de vista
a los jóvenes estudiantes universitarios que se preparan para iniciar una excur-
sión por la psicología social. 
Otro ingrediente que contribuye con su éxito es la sinergia entre los estilos
de enseñanza y escritura en ambos autores. Los dos son maestros privilegiados
que aprenden constantemente de sus interacciones en clase, de las cuales extraen
ejemplos, demostraciones y nuevas explicaciones que, si funcionan bien en
clase, encuentran su lugar en el libro. De manera recíproca, el aula de clases
constituye el terreno para poner a prueba la forma de contar historias que se en-
cuentra en las versiones iniciales del texto. Es el yin y el yang del maestro-autor
que sintetiza dos tareas, con lo que se convierte en pedagogo y escritor profe-
sional sin solución de continuidad. Y debido a que los grandes maestros rein-
ventan sus cursos constantemente, estos autores buscan la perfección con cada
entrega de su material, de ahí que cada revisión implique cambios sustanciales
en el texto. Mantener lo mejor y arrojar al mar cargas inútiles pareciera ser el
norte de quienes navegan siempre en nuevas aguas. 
Al afrontar una nueva revisión de libros de texto, la mayor dificultad para los
autores estriba en cómo equilibrar el flujo de información nueva por añadir,
cuando la presentación de una disciplina requiere mantener a los viejos y bue-
nos clásicos. De entre todos los autores de textos de Psicología, Baron y Byrne
han conseguido un especial equilibrio al incorporar sin que se note lo mejor de
lo nuevo junto a contribuciones pasadas que han sido comprobadas y verifica-
das. Así, esta 10ª edición se caracteriza, entre otros aspectos, por una descrip-
ción de «Treinta años de progreso» que promete deleitar por igual a estudiantes
lectores y colegas autores.
Así que ¡bravo! Bob y Donn, por un trabajo magistral y bien realizado que ha
hecho de la psicología social una tentación para cada nueva generación de estu-
diantes. Podéis continuar alimentándolos con la abundancia y distinción que
cabe esperar de vuestra mágica colaboración. 
—Dr. Philip G. Zimbardo
STANFORD UNIVERSITY
XX Prólogo www.ablongman.com/baronbyrne
REFLEXIONES ANTE LA 10ª EDICIÓN: OBSERVAR Y PARTICIPAR
EN TREINTA AÑOS DE PROGRESO
Treinta años: ha sido un largo, largo tiempo. Pero es precisamentelo que hemos empleado en escribir este libro. Cuando empeza-mos, hacia 1972, el mundo era un lugar muy diferente al que es
hoy. Nixon era presidente pero la palabra «Watergate» era aún desconocida para
la mayoría de estadounidenses. Los PC estaban a unos doce años vista en el fu-
turo, y maravillas electrónicas que nos resultan comunes como los teléfonos mó-
viles, los discos compactos y los computadores de mano existían en el terreno
de la ciencia ficción. La moda era también muy diferente: laminifalda era el úl-
timo grito para las mujeres, mientras que patillas largas, corbatas muy anchas y
pantalones acampanados eran lo definitivamente «in» para los hombres.
La psicología social también era muy diferente. Algunos de los temas que fi-
guraban en el índice de la primera edición siguen presentes en ésta: por ejemplo,
la agresión, la atracción y las actitudes. Pero otros temas hoy fundamentales en
la psicología social no estaban incluidos: es el caso de la cognición social, el papel
que desempeñan el género y la diversidad cultural, las relaciones duraderas y el
self. Asimismo, los métodos de investigación usados por los psicólogos sociales
han cambiado, y en la actualidad son más sofisticados y efectivos que nunca.
No obstante, hay una cosa que no ha cambiado, y es nuestro concepto de lo
que debe ser este libro. Cuando empezamos a trabajar en la primera edición es-
tábamos absolutamente convencidos de que el texto tenía que reflejar la psico-
logía social moderna tal como existe en la actualidad. Jamás hemos alterado esta
creencia, por lo cual a lo largo de los años, y en sucesivas ediciones, este libro
ha ido cambiando para estar en sintonía con el progreso acelerado de nuestra dis-
ciplina. Muy pocos libros sobreviven hasta una décima edición, y menos aún si-
guen siendo populares durante este periodo de tiempo. Nos llena de orgullo decir
que este texto se ha mantenido en estos años como el más ampliamente leído;
de hecho, a fecha de hoy ha sido utilizado por unos dos millones de estudiantes. 
Atribuimos la longevidad del texto fundamentalmente a tres factores. En pri-
mer lugar, realizamos grandes esfuerzos por mantenerlo al día, y reflejar los úl-
timos hallazgos y teorías en psicología social. En segundo lugar, escuchamos a
nuestros colegas: cuando nos envían sus comentarios sobre la edición existente
y nos realizan sugerencias para mejorarla, les prestamos especial atención y a
menudo realizamos los cambios recomendados. En tercer lugar, que no por ello
menos importante, ambos hemos continuado participando en el progreso de la
psicología social, lejos de conformarnos con la simple observación o registro de
este progreso. Ciertamente, los temas que estudiamos en nuestras propias in-
vestigaciones han cambiado. Por ejemplo, en la actualidad Robert Baron inves-
tiga las causas y efectos de la agresión en el lugar de trabajo, en vez de la agresión
en general; además, está orientado hacia la identificación de factores cognitivos
y sociales que inciden en el éxito de los empresarios. Por su parte, Donn Byrne
concentra sus esfuerzos en los efectos de los patrones de apego de los adultos en
XXI
■ Prefacio
las interacciones interpersonales, antes que en las reacciones delante de extra-
ños; asimismo, investiga los factores que determinan la sexualidad coactiva.
Aunque el contenido específico de nuestros estudios ha cambiado, la investiga-
ción en sí misma permanece anclada firmemente en la corriente actual de la psi-
cología social. Esto, a su vez, nos ayuda a entender la investigación de otros
psicólogos sociales y contribuye a que alcancemos nuestra meta principal: hacer
que este libro constituya una visión general de la psicología social actual que re-
sulte amplia, legible, y estimulante (¡así lo esperamos!).
Cambios realizados para mantener actualizada 
esta 10ª edición
¿Qué hemos hecho para que esta 10ª edición mantenga actualizados los
contenidos e incorpore una reflexión sobre los hallazgos más recientes en nuestra dis-
ciplina? Varias cosas. En primer lugar, y como ya es costumbre, hemos puesto al día
cada capítulo. Como resultado de esto, encontrarás en sus páginas —literalmente—
cientos de nuevas referencias de los años 2000 y 2001. En cada capítulo, además, hemos
incluido nuevas secciones que dan cuenta de importantes avances en diversos temas,
y consideran líneas de investigación emergentes. He aquí una muestra: 
Capítulo 1: La importancia cada vez mayor de la psicología evolucionista,
lo que incluye el desarrollo de mecanismos psicológicos. 
Capítulo 2: El uso de señales no verbales para reconocer el engaño; la teoría
del foco de autorregulación. 
Capítulo 3: El sesgo hacia lo negativo, cómo nos preparamos para lo peor. 
Capítulo 4: La ambivalencia en las actitudes; la disonancia como un estado
desagradable. 
Capítulo 5: Los hallazgos recientes sobre el autoesquema sexual; datos refe-
ridos a la observación de diferencias en los padres al hablar de temas «mas-
culinos» como la ciencia, según se dirijan a sus hijos o a sus hijas. 
Capítulo 6: El prejuicio implícito y los estereotipos; el contraste entre los se-
xismos hostil y benevolente. 
Capítulo 7: El acento en los aspectos biológicos de la atracción inter-
personal; nuevos hallazgos relacionados con el atractivo de las caras
compuestas.
Capítulo 8: Nuevas evidencias que respaldan una base evolucionista
en la necesidad de establecer relaciones; datos que señalan que un
apego seguro se asocia con la satisfacción en las relaciones. 
Capítulo 9: La persistencia de las normas sociales; las formas extre-
mas de influencia social, entre las que se cuenta el adoctrinamiento
intenso. 
Capítulo 10: Informaciones relacionadas con las bases biológicas de
la empatía; la nueva conceptualización de las seis funciones básicas
de la actividad voluntaria. 
Capítulo 11: La agresión desplazada y las provocaciones triviales; el
bullying. 
En segundo lugar, y a objeto de destacar los principales avances de la
psicología social en las últimas tres décadas, hemos incluido una sec-
ción titulada psicología social: Treinta años de progreso. En ella se
comparan las investigaciones realizadas hace treinta años (época en la
XXII Prefacio www.ablongman.com/baronbyrne
112 CAPÍTULO 3 / COGNICIÓN SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne
Cuando comenzó la investigaciónsobre los efectos de los estadosde ánimo aún no había suce-
dido la “revolución cognitiva” en la Psi-
cología Social. Ciertamente los psicólogos
sociales estaban interesados en la cognición
social, pero no la habían percibido aún
como central para el resto de los temas
estudiados. Por esta razón, los primeros
estudios sobre los efectos de los estados
afectivos se centraron en el impacto que
causaban en el comportamiento social más
que en el pensamiento social. Entre estos
trabajos el más influyente fue el de Alice
Isen. Ella estaba interesada en un tema que
había intrigado a los psicólogos sociales
desde siempre: ¿Estar en un buen estado
de ánimo incrementará nuestro deseo de
ayudar a otros? Isen pensó que ayudar a
otros es un comportamiento positivo que
“encaja” con estar de buen ánimo.
Además, cuando estamos de buen ánimo
queremos mantenerlo y una forma de hac-
erlo es ayudando a otros: esto ayuda a
nuestra autoimagen y hace que nos sinta-
mos bien con nosotros mismos.
Para ver si estar de buen ánimo de hecho
incrementaba la ayuda, Isen realizó varios
estudios en los cuales empleó ingeniosas téc-
nicas para poner a la gente de buen ánimo.
En el primero (Isen, 1970) indicó a los par-
ticipantes (maestros de escuela) que habían
realizado muy bien o muy mal una serie de
tareas. Ella pensó que aquellos a quienes se
les había dicho que lo habían hecho muy
bien podrían experimentar “el cálido brillo
del éxito”y podrían estar de mejor ánimo.La
medición del altruismo fue la cantidad de
dinero que donaron los participantes para
financiar la compra del aire acondicionado
para una escuela local. Los resultados indi-
caron que aquellos con un buen estado de
ánimo de hecho dieron más —un promedio
de cuarenta y seis céntimos de dólar frente
a sólo siete céntimos de aquéllos a quienes
se les dijo que habían realizado de manera
deficiente las tareas y quienes presumible-
mente estaban en un estado de ánimo
menos positivo.
En los estudios siguientes, Isen varió los
estados de ánimo de los participantes a tra-
vés de técnicas tales como darles galletas
(Isen y Levin, 1972) e incluso colocando una
moneda en una cabina telefónica de
manera que la gente que entraba la encon-
traba allí(Isen y Levin, 1972).No importaba
cómo cambiaba el estado de ánimo, Isen
encontró el mismo resultado: las personas
en un buen estado de ánimo fueron más
altruistas hacia otros que cuando no lo esta-
ban. La investigación subsiguiente ha con-
firmado este hallazgo; por ejemplo, incluso
olores placenteros en un centro comercial
incrementaron el deseo de un visitante de
ayudar a un extraño (Baron, 1997a). Sin
embargo, otras investigaciones indican
que estar de buen ánimo no siempre incre-
menta el altruismo. Si, por ejemplo, los cos-
tes de ayudar son altos o si la ayuda puede
tender a deteriorar el buen estado de
ánimo de la persona, las personas en un
buen estado de ánimo no siempre serán
más altruistas (por ejemplo, Isen, 1984).
Aunque la investigación sobre los efec-
tos del estado de ánimo en el comporta-
miento social ha continuado (lo
describiremos en el Capítulo 10), muchos
psicólogos sociales se han centrado,en cam-
bio, en el tema que hemos venido discu-
tiendo en este capítulo: ¿Cómo los estados
afectivos influyen la cognición social? Las
investigaciones sugieren que tendemos a
cambiar nuestro pensamiento social hacia el
uso de los heurísticos —atajos mentales que
reducen el esfuerzo— cuando estamos de
buen ánimo. Una clara ilustración de tal
efecto es proporcionado por la investigación
realizada por Park y Banaji (2000).
Sobre la base de estudios previos, Park
y Banaji predijeron que estar de buen ánimo
podría llevar a los individuos a confiarse
excesivamente en los estereotipos porque
estos marcos mentales de hecho reducen el
esfuerzo mental y cuando la gente está de
buen ánimo no quiere que nada les afecte.
Dado que el pensamiento sistemático y cui-
dadoso es un trabajo duro, la gente en un
buen estado de ánimo evitará tal esfuerzo.
Para probar esta idea, los investigadores le
pidieron a los participantes que indicaran si
varios nombres —algunos de ellos de ori-
gen afroamericanos— pertenecían a la cate-
goría “criminal”o a la categoría “político”. La
mitad de los participantes fueron inducidos
a un buen estado de ánimo a través de la
exposición de un segmento de una come-
dia de TV mientras que la otra mitad fue
inducida a un estado de ánimo más neutral
a través de la exhibición de escenas de mon-
tañas, ríos, etc. Park y Banaji (2000) predije-
ron que estar de buen ánimo podría
incrementar el uso de los estereotipos. Por
tanto, los participantes con un buen estado
de ánimo podrían mostrar una marcada ten-
dencia a situar los nombres afroamericanos
en la categoría “criminal” y una tendencia
mayor a situar los nombres europeo-ame-
ricanos en la categoría “políticos”. Esto es
precisamente lo que ocurrió: las personas
con un buen estado de ánimo fueron de
hecho más propensas a mostrar este patrón
en comparación con las personas con un
estado de ánimo neutral.
En los estudios siguientes Park y Banaji
(2000) encontraron que esta mayor suje-
ción a los estereotipos en las personas con
PSICOLOGÍA SOCIAL: TREINTA AÑOS DE PROGRESO
LOS EFECTOS DEL ESTADOS DE ÁNIMO POSITIVO EN EL 
COMPORTAMIENTO Y LA COGNICIÓN SOCIAL: DEL “CÁLIDO 
BRILLO DEL ÉXITO” A LOS EFECTOS DEL ESTADO DE ÁNIMO 
EN EL PENSAMIENTO HEURÍSTICO
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que escribíamos la primera edición del libro) con el tratamiento que se da a los
mismos temas (o similares) en la actualidad. De este modo, pretendemos resal-
tar las diversas maneras en que la investigación en psicología social ha hecho
posible que tengamos una comprensión mayor de aspectos importantes del com-
portamiento y el pensamiento sociales. Por ejemplo: 
Capítulo 2: Del álgebra cognitiva al procesamiento motivado
Capítulo 3: Los efectos del estado de ánimo positivo en el comportamiento
y la cognición social: Del «cálido brillo del éxito» a los efectos del estado de
ánimo en el pensamiento heurístico
Capítulo 4: Estudiando la relación actitud-comportamiento
Capítulo 5: Sexo, la revolución del género y temas relacionados
Capítulo 6: Épocas de dificultades económicas y violencia hacia grupos mi-
noritarios: Desde los linchamientos en el Sur hasta los crímenes por odio en
Nueva York
Capítulo 7: ¿Similitud, disimilitud o ambas?
Capítulo 8: La importancia de un estilo de apego adulto en el comporta-
miento interpersonal
Capítulo 9: La persistencia de las normas sociales: Del fenómeno autociné-
tico a la «Cultura del Honor»
Capítulo 10: El estudio de la conducta prosocial comenzó con un asesinato
Capítulo 11: Estudiando el calor y la agresión: del laboratorio a los registros
policiales de asaltos
Qué se ha mantenido
Si bien hemos introducido diversos cambios, nuestro objetivo básico
al escribir el libro continúa siendo el mismo: hemos hecho un gran esfuerzo para
hacer del texto un reflejo preciso de la naturaleza y contenidos de la psicología social
moderna, que sea al mismo tiempo fácil de leer y de utilidad para los estudiantes.
En este sentido, hemos considerado las siguientes características:
■ Cada tema comienza con una introducción que, a modo de «mapa
de carreteras», señala las secciones principales del capítulo. En el
propio texto, las palabras clave están resaltadas en negrilla, con las
definiciones correspondientes a continuación. Estas palabras clave,
además, están definidas en un glosario que figura en los márgenes del
texto, y que figura en su totalidad al final del libro. Para facilitar la
comprensión de lo leído, a cada sección principal le sigue una lista
de puntos clave, que consiste en un breve resumen de los principa-
les conceptos y hallazgos experimentales. Estamos convencidos que
revisar cuidadosamente esta sección puede ser de gran ayuda al es-
tudiar los diferentes temas. 
■ Al final de cada capítulo tendrás una serie de ¡Ideas para llevar con-
tigo y utilizar!, con conceptos importantes que debes recordar e ideas
que puedes utilizar más allá del propio curso de psicología social.
Creemos que estos principios te serán de gran ayuda en muchos con-
textos durante los años venideros. 
■ Encontrarás iconos especiales en aquellas partes del texto que ten-
gan una orientación evolucionista , o bien consideren la 
Prefacio XXIII
Ideas 77
IDEAS ¡PARA LLEVAR CONTIGO Y UTILIZAR!l
MINIMIZAR EL IMPACTO DE LOS ERRORES DE ATRIBUCIÓN
La atribución está sujeta amuchos errores y estos puedenresultar costosos tanto para ti
como para la gente con la cual interac-
túas; por tanto bien vale el esfuerzo evi-
tar tales trampas. Aquí están nuestras
sugerencias para reconocer —y mini-
mizar— varios errores atribucionales
importantes.
El sesgo de correspondencia:
El error fundamental de
atribución
Tenemos una fuerte tendencia a atri-
buir el comportamiento de los otros a
causas internas (disposicionales) incluso
cuando están presentes fuertes factores
externos (situacionales) que pueden
estar influyendo en el comportamiento.
Para reducir este error, intenta siempre
ponerte en los zapatos de la persona
cuyo comportamiento estás intentando
explicar. En otras palabras, intenta mirar el
mundo a través de sus ojos. Si lo haces
probablemente te darás cuenta de que,
desde su perspectiva, existen muchos fac-
tores externos que jugaron un papel en su
comportamiento.
El efecto actor-observador:
“Yo me comporté así debido a
causas situacionales; tú te
comportaste así porque eres 
ese tipo de persona”.
Consistente con el error fundamental
de atribución tenemos una fuerte ten-
dencia a atribuir nuestro propio compor-
tamiento a causas externas y el de los
otros a causas internas. Esto puede llevar-
nos a generalizaciones falsas sobre los otros
y los rasgos que poseen. Para minimizar
este error, intenta imaginarte a ti mismo en
su lugar y pregúntate, “¿Por qué habría
actuado yo de esa manera?”. Si lo haces, te
darás cuenta rápidamente de que los fac-
tores externos pueden haber influido tu
comportamiento. De modo similar, pre-
gúntate, “¿Me comporté de esa manera
porque haciéndolo reflejaba rasgos o moti-
vos de los cuales no soy muy consciente?”.
Esto puede ayudarte a apreciar las causas
internas de tu propio comportamiento.El sesgo de autobeneficio:“
Yo soy bueno; tú tienes suerte”
Quizás, el error atribucional más fuerte
que cometemos es el de atribuir resultados
positivos a las causas internas tales como
nuestras habilidades o esfuerzos y los resul-
tados negativos a los factores externos
tales como la suerte o fuerzas fuera de tu
control. Esto puede llevarnos a sobreva-
lorar nuestras propias contribuciones en
los proyectos grupales produciendo, por
tanto, una fricción innecesaria con los otros.
Puede incluso reducir las oportunidades de
que podamos aprender cosas valiosas de
los resultados negativos, por ejemplo,
¡podríamos hacerlo mejor la próxima vez!
Puedes ayudar a minimizar este error
siendo, simplemente, consciente de él; una
vez que sabes que existe, puedes darte
cuenta de que todos tus resultados posi-
tivos no provienen de causas internas y
que puedes haber jugado un rol en la pro-
ducción de los resultados negativos.Ade-
más, intenta recordar que otra gente está
sujeta al mismo tipo de error ; hacerlo
puede ayudarte a recordar que ellos tam-
bién quieren obtener tanto crédito de los
resultados positivos como tú, así como cul-
par a las causas externas de los resultados
negativos.
perspectiva de la diversidad . Nos interesa llamar tu atención en ambos
temas, dado su interés cada vez mayor para la psicología social.
En el diseño de figuras y tablas ha prevalecido la claridad y la sencillez; así,
la mayoría contienen rótulos y notas cuyo propósito es facilitar la comprensión
del contenido de las mismas.
Sitio en la red
A esta 10ª edición acompaña un sitio de Internet diseñado ad hoc. Una visita
a www.ablongman.com/baronbyrne te permitirá conocer detalles al respecto.
Comentarios finales
Para finalizar, queremos pedir tu ayuda una vez más. Tal como ha
ocurrido en ocasiones anteriores, no hemos escatimado esfuerzos para hacer de ésta
la mejor de las ediciones. No obstante, aun cuando los seres humanos pueden ima-
ginar la perfección, lejos están de alcanzarla. Por ello, sabemos que siempre hay la
posibilidad de mejorar las cosas. En este sentido, te pedimos tu más sincera opinión.
Si piensas que hay algo que pudiera mejorarse, por favor háznoslo saber. Escríbe-
nos, llámanos, envíanos un fax o un mensaje por correo electrónico a los números
o direcciones que figuran más abajo. Nos alegrará conocer tu opinión, y lo que es
más importante, ¡la escucharemos! De antemano, muchas gracias por tu colabo-
ración. 
Robert A. Baron
Pittsburgh Building
Rensselaer Polytechnic Institute
Troy, NY 12180-3590
Tel.: (00-1-518) 276-2864
Fax: (00-1-518) 276-8661
Correo-e: baronr@rpi.edu
Donn Byrne
Department of Psychology
University at Albany, SUNY
Albany, NY 12222
Tel.: (00-1-518) 768-2643
Fax: (00-1-518) 442-4867
Correo-e: vyaduckdb@aol.com
XXIV Prefacio www.ablongman.com/baronbyrne
SIMPLEMENTE, GRACIAS
Cada vez que escribimos este libro, apreciamos aún más un hechoindiscutible: no podríamos llevar a cabo esta tarea sin la ayuda ydedicación de personas talentosas. No nos es posible agradecer a
cada uno de ellos en particular por cada aportación realizada; sin embargo, que-
remos hacer un reconocimiento general a aquellos cuya colaboración ha sido de
la mayor utilidad.
En primer lugar, las más sinceras gracias a los colegas que figuran a conti-
nuación, por responder a nuestra solicitud en relación con sugerencias para me-
jorar esta 10ª edición. Sus contribuciones fueron de incalculable valor a la hora
de diseñar esta nueva entrega.
Charles A. Alexander, Rock Valley College
Linda J. Allred, East Carolina University
Lisa M. Bohon-Hock, California State University, Sacramento
Robert F. Bornstein, Gettysburg College
David M. Bush, Utah State University
Winona Cochran, Bloomsburg University
Diana I. Cordova, Yale University
Curt Dunkel, Illinois Central College
Edward Fernandez, East Carolina University
Susan E. O. Field, Georgian Court College
Lisa Finkelstein, Northern Illinois University
Phillip Finney, Southeast Missouri State University
Stella D. Garcia-Lopez, University of Texas, San Antonio
Barry Gillen, Old Dominion University
Drusilla D. Glascoe, Salt Lake Community College
Nicole Goulet, University of Albany, SUNY
Lana Hamilton, Kent State University
Jay Hewitt, University of Missouri, Kansas City
Matthew Hogben, Centers for Disease Control and Prevention
Tony Johnson, LaGrange College
Paul Kwon, Washington State University
Jeffrey Scott Mio, California Polytechnic Institute, Pomona
Mitchell S. Nesler, Excelsior College
Darren Newtson, University of Virginia
Virginia Norris, South Dakota State University
Robert J. Pellegrini, San Jose State University
Jacqueline Pope, Western Kentucky University
Brad Redburn, Johnson County Community College
Debra Steele-Johnson, Wright State University
Michel Strube, Washington University
Ann L. Weber, University of Nort Carolina, Asheville
XXV
■ Agradecimientos
También deseamos agradecer a los revisores que leyeron los capítulos de la
9ª edición y que realizaron comentarios de gran utilidad para nuestro trabajo en
esta 10ª.
Julie A. Allison, Pittsburg State University
David Barkmeier, Northeastern University
Bruce D. Bartholow, University of North Carolina, Chapel Hill
Thomas W. Britt, Clemson University
Brad J. Bushman, Iowa State University
Stella Garcia-Lopez, University of Texas, San Antonio
Scott Geller, Virginia Polytechnic and State University
Jeff L. Greenberg, University of Arizona
Lauri Hyers, University of Tennessee, Chattanooga
Craig Johnson, Hofstra University
Cheryl Kaiser, University of Vermont
Darren L. Newtson, University of Virginia
Carol K. Oyster, University of Wisconsin-La Crosse
Derrick Proctor, Andrews University
George Schreer, Manhattanville College
Charles Stangor, University of Maryland
Yvonne Wells, Suffolk University
En segundo lugar, deseamos ofrecer las más sinceras gracias a Carolyn Merril.
Fue de gran ayuda a lo largo de todo el proyecto, por lo que la continuamos
viendo como una amiga antes que como una simple editora. 
En tercer lugar, muchas gracias a Anne Weaver, cuyos oportunos consejos hi-
cieron posible mejorar este libro de muchas más formas de las que podríamos
describir aquí; de ahí nuestro agradecimiento a su gran ayuda. 
En cuarto lugar, gracias a Kris Smead por su cuidadosa labor de edición. Sus
estimulantes comentarios fueron de incalculable valor para mejorar y clarificar
nuestras palabras. 
En quinto lugar, gracias a quienes participaron en las distintas etapas del pro-
ceso de producción: Helane Prottas en la búsqueda de fotografías, al Seventeenth
Street Studios por el trabajo de diseño, y a Susan Paradise por el diseño de la por-
tada. 
También queremos agradecer a todos los colegas que nos enviaron ejempla-
res y reimpresiones de sus trabajos. Estas personas son demasiadas para poder
incluirlas aquí, lo que no excluye nuestro inmenso agradecimiento. 
Nuestras sinceras gracias a George Schreer del Manhattanville College por su
excelente trabajo y a Eric Miller por su ayuda con el banco de ítems y la guía
para estudiantes.
Para todas estas personas fuera de serie, así como para muchos otros, nues-
tras mejores consideraciones y el más cálido de los agradecimientos. 
XXVI Agradecimientos www.ablongman.com/baronbyrne
Robert A. Baron es profesor de psicología y Gestión de las Organi-zaciones en el Rensselaer Polytechnic Institute. En 1968 obtuvoel grado de Doctor en la University of Iowa. El profesor Baron ha
desempeñado diversos cargos en facultades de universidades como Purdue Uni-
versity, University of Minnesota, University of Texas, University of South Ca-
rolina y Princeton University. En 1982 fue profesor visitante en Oxford
University. Entre 1979 y 1981 desempeñó el cargo de director de programa en la
National Science Foundation (Washington, DC). Ha sido miembro del comité
de la American Psychological Association y en la actualidad lo es de la Ameri-
can Psychological Society. En 2001 obtuvo una beca del gobierno francés para
investigadores expertos, la cual llevó a cabo en la Université desSciences So-
ciales en Tolouse, Francia. 
El profesor Baron ha publicado más de noventa y cinco artículos en revistas
especializadas y treinta y siete capítulos en obras conjuntas. Es autor o coautor
de treinta y ocho libros, entre los que se cuentan Behavior in Organizations (8ª
ed.), Human Aggression (2ª ed.), Understanding Human Relations (4ª ed.) y Psy-
chology (5ª ed.) Los libros de texto del profesor Baron han sido utilizados por más
de tres millones de estudiantes en universidades de todo el mundo. 
Ha sido miembro del Comité Directivo de la Albany Symphony Orchestra
(1993-1996) y presidente de la Innovative Environmental Products Inc., empresa
XXVII
■ Acerca de los Autores
Robert A. Baron (izquierda)
y Donn Byrne
■
dedicada al diseño de equipamientos para la mejora del entorno físico en los ám-
bitos laboral y de la vida diaria (por ejemplo, filtros de aire, control de rui-
dos, etc.). Es propietario de tres patentes en Estados Unidos.
En la actualidad, las investigaciones del profesor Baron se orientan funda-
mentalmente hacia los factores cognitivos y sociales de los emprendedores, la
violencia y la agresión en el lugar de trabajo, y el impacto del medio ambiente
físico (por ejemplo, iluminación, calidad del aire, temperatura) en el comporta-
miento social y la ejecución de tareas. 
Donn Byrne ostenta el título de Distinguished Professor de psicología en la
University at Albany (State University of New York), donde conduce el pro-
grama de psicología social y de la personalidad. En 1958 obtuvo el grado de Doc-
tor en la University of Stanford, y ha desempeñado cargos académicos en
California State University (San Francisco), University of Texas y Purdue Uni-
versity; ha sido profesor visitante en University of Hawaii y en Stanford Uni-
versity. Ha presidido la Midwestern Psychological Association y la Society for
the Scientific Study of the Sexuality, así como el departamento de psicología en
Albany. El profesor Byrne es miembro de los comités de la American Psycholo-
gical Association, la Society for Personality and Social Psychology y la Society
for the Scientific Study of the Sexuality. Es además miembro honorífico de la
American Psychological Society.
El profesor Byrne ha publicado más de 150 artículos en revistas especializa-
das, veintisiete de los cuales han sido reimpresos en manuales de lecturas bási-
cas. Ha sido autor o coautor de treinta y tres capítulos en obras conjuntas y de
catorce libros, entre otros, Psychology: An Introduction to Behavioral Sciences
(cuatro ediciones, además de versiones en portugués, chino y castellano: psico-
logía. Tratado de las ciencias de la conducta. Barcelona: Labor, 1977), An In-
troduction to Personality (tres ediciones), The Attraction Paradigm y Exploring
Human Sexuality. 
Ha formado parte de los Comités Editoriales de numerosas revistas especia-
lizadas, y ha dirigido medio centenar de tesis doctorales. En 1981 fue invitado
para dar la conferencia principal del congreso anual de la American Psychologi-
cal Association en Los Ángeles, y fue el ponente sobre el estado científico del
tema en la Society for the Scientific Study of Sexuality en la ciudad de Nueva
York. En 1986 fue invitado a participar en la comisión jurídica sobre obscenidad
y pornografía de Houston, y en las jornadas sobre pornografía y salud para mé-
dicos. En 1987, el profesor Byrne recibió el premio a la excelencia investigadora
de la University at Albany, y en 1989 el Distinguished Scientific Achievement
Award de la Society for the Scientific Study of Sexuality. 
Las investigaciones más recientes del profesor Byrne se centran en los efec-
tos del estilo de apego adulto en el comportamiento interpersonal, las conse-
cuencias de la tendencia a legitimar la agresión en la coacción sexual y otros
actos agresivos, y los determinantes en la atracción interpersonal y sexual. 
XXVIII Acerca de los Autores www.ablongman.com/baronbyrne
1
ESQUEMA DEL CAPÍTULO
EL C AMPO DE LA
PSICOLOGÍA SOCIAL:
CÓMO PENSAMOS
ACERC A DE E
INTERACTUAMOS CON
LOS DEMÁS
Psicología social:
una definición operativa
La psicología social es científica por
naturaleza
La psicología social hace énfasis en
el comportamiento de los
individuos
La psicología social busca entender
las causas del pensamiento y del
comportamiento sociales
La psicología social: en síntesis
Psicología social en el nuevo
milenio: nuevas perspectivas,
nuevos métodos
Influencia de la perspectiva cognitiva
Énfasis creciente en la aplicación:
exportar la psicología social
Adopción de una perspectiva
multicultural: tener en cuenta la
diversidad social
Atención creciente al rol potencial
de factores biológicos y
perspectiva evolucionista
Responder cuestiones sobre
comportamiento social y
pensamiento social: métodos
de investigación en
psicología social
Observación sistemática: describir el
mundo que nos rodea
Correlación: la búsqueda de
relaciones
Método experimental:
conocimiento a través de la
observación sistemática
Interpretar los resultados de la
investigación: el uso de estadísticos
y los psicólogos sociales como
escépticos perennes
El papel de la teoría en psicología
social
La búsqueda de conocimiento
y los derechos individuales: la
búsqueda del equilibrio
apropiado
Utilizar este libro: un mapa de
carreteras para los lectores
¡IDEAS PARA LLEVAR CONTIGO Y
UTILIZAR!:
por qué correlación no equivale
necesariamente a causalidad
Sumario y revisión de los puntos
clave
Palabras clave
Para más información
^
Cada vez con mayorfrecuencia, algún estu-diante en clase me pre-
gunta: «Profesor Baron, ¿siempre deseó
ser psicólogo social?». Si he de ser
honesto, la respuesta es «No». Cuando
empecé en la Universidad, pensaba con-
vertirme en psicólogo experimental y
estudiar temas como aprendizaje y
motivación. Pero el destino tenía reser-
vada otra cosa para mí, que en aquel
momento me era desconocida. En la pri-
mavera del primer año de carrera tomé
un curso (obligatorio) de psicología social.
No pensaba que lo encontraría intere-
sante, pero para mi sorpresa, la asignatura
se convirtió rápidamente en mi favorita.
En la medida en que discutíamos pre-
guntas como «¿de qué manera se influyen
las personas entre sí?», «¿los grupos
toman decisiones más o menos arries-
gadas que las de los individuos?», y «¿por
qué nos atraen unas personas más que
otras?», me di cuenta poco a poco que
éste era el tipo de cuestiones que me
interesaba estudiar en mi futura carrera
profesional. Hacia el final del semestre, fui
con mi profesor tutor e introduje cambios
en mi plan de asignaturas. Puedo decir
con honestidad que nunca he renegado
de tal decisión. La psicología social me ha
hecho emprender un viaje que en prin-
cipio no tenía pensado, pero ¡vaya si ha
sido interesante! Y en realidad, ¿cómo
podría haber sido de otro modo? ¿Cómo
un campo que enfatiza en el lado social
de la vida (cómo pensamos acerca de e
interactuamos con los demás) puede ser
otra cosa sino interesante e importante?
Si necesitas más argumentos para estar
convencido, echa un vistazo a las pre-
guntas de la Tabla 1.1, que presenta una
pequeña muestra de los temas que en la
actualidad están siendo estudiados por
psicólogos sociales. Estoy seguro de que
te inspirarán viva curiosidad y al mismo
tiempo los considerarás muy relevantes
para tu propia vida.
6
Tras haber ofrecido esta apasionada apología de la psicología social,a nosotros (Donn Byrne y yo mismo), nos encantaría zambullirnosde inmediato e iniciar para ti la descripción de hallazgos fascinan-
tes. Sin embargo, antes de comenzar es importante facilitar una información básica
acerca del alcance, naturaleza y métodos de la psicología social. ¿Por qué es impor-
tante esta información? Porque resultados de investigación en psicología muestran
que las personas tienen mejores oportunidades de entender, recordar y utilizar nueva
información si se les suministra primero un marco para organizarla. Esto es de lo
que trata este primer capítulo: proveer un marco parainterpretar y entender la psi-
cología social. Específicamente, esto es lo que sigue a continuación.
En primer lugar, presentaremos una definición más formal de la psicología social.
Cada disciplina tiene sus supuestos básicos, y entenderlos te ayudará a comprender por
qué los psicólogos sociales estudian unos temas determinados y de una manera en par-
ticular. En segundo lugar, describiremos las principales características de la psicología
social en la actualidad: dónde se ubica y hacia dónde pareciera dirigirse en este nuevo
milenio. En tercer lugar, examinaremos algunos de los métodos usados por los psicó-
logos sociales para responder preguntas sobre el lado social de la vida. Un conocimiento
operativo de dichos métodos básicos te ayudará a entender la manera en que los psi-
cólogos sociales incrementan nuestro saber sobre el pensamiento y el comportamiento
sociales; cómo, en definitiva, se obtuvo el conocimiento que se presenta en este libro.
4 CAPÍTULO 1 / EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne
Psicología social:
una definición operativa
Q Dar una definición formal de casi cualquier disciplina es tareacompleja. En el caso de la psicología social, esta dificultadaumenta por dos factores: su amplio espectro y rápida velo-
cidad de cambio. Como se sugiere en la Tabla 1.1, los psicólogos sociales poseen
un gran abanico de intereses. A pesar de ello, la mayoría de estos profesionales se
centran principalmente en la siguiente tarea: entender cómo y por qué los indi-
viduos se comportan, piensan y sienten en situaciones sociales que involucran a
otras personas (reales o imaginarias). En respuesta a este hecho, definimos la psi-
cología social como la disciplina científica que busca entender la naturaleza y las
causas del comportamiento y del pensamiento individuales en situaciones socia-
les. Observemos con detalle diversos aspectos de esta definición.
La psicología social es científica por naturaleza
¿Qué es la ciencia? Muchas personas parecieran creer que este térmi-
no se refiere sólo a disciplinas como química, física y biología, que utilizan el tipo de
Psicología social: una definición operativa 5
TABLA 1.1I
Cuestiones investigadas en la actualidad por los psicólogos sociales. Como puede
verse, los psicólogos sociales se preguntan —e intentan responder— cuestiones de interés
sobre el lado social de la vida: cómo pensamos acerca de e interactuamos con los demás.
CAPÍTULO EN QUE SE 
PREGUNTA CUBRE ESTE ASPECTO
Quienes estrechan la mano con firmeza, ¿producen mejores impresiones en los Capítulo 2
demás?
¿Qué ocurre cuando en varias situaciones imaginamos «lo que pudiera haber sido»? Capítulo 3
¿Pueden cambiar nuestras actitudes debido a información de la que no nos damos Capítulo 4
cuenta?
Si confiamos en realizar una tarea exitosamente, ¿aumentan las probabilidades de que Capítulo 5
eléxtio efectivamente ocurra?
¿Han cambiado los estereotipos de género en los últimos años? ¿Seguirán cambiando? Capítulo 5
¿Existe un prejuicio «antigordura»? ¿Está presente en todos los países? Capítulo 6
¿Preferimos como parejas románticas a quienes nos ven de manera más favorable, Capítulo 7
o a quienes nos ven tal como nos autopercibimos?
¿Qué son los celos? ¿Cuáles son sus causas principales? Capítulo 8
¿Cómo podemos hacer que los demás digan «sí» a nuestros requerimientos? Capítulo 9
¿Existe algo como el «puro altruismo», es decir, ayudar a los demás sin esperar Capítulo 10
nada a cambio?
¿Incrementa el calor la agresión? ¿Existen límites para esta relación, a tal punto que cuando Capítulo 11
haga mucho calor, las personas se vuelvan menos agresivas?
psicología social:
disciplina científica que busca
entender la naturaleza y las
causas del comportamiento y del
pensamiento individuales en
situaciones sociales.
equipamiento que se muestra en la Figura 1.1. Si compartes esta opinión, puede quete
desconciertes ante nuestra propuesta de la psicología social como disciplina científica.
¿Cómo un área que busca estudiar la naturaleza del amor, las causas de la agresión,
y todo lo existente entre ambos puede ser científica en el mismo sentido que física,
bioquímica e informática? La respuesta es sorprendentemente simple.
En realidad, el término ciencia no se refiere a un grupo especial de disciplinas muy
avanzadas. Más bien alude a dos cosas: (1) un conjunto de valores, y (2) diversos méto-
dos que pueden usarse para estudiar un amplio conjunto de temas. En el momento
de decidir si una disciplina dada es o no científica, la cuestión fundamental es:
¿Adopta estos valores y métodos? Si lo hace, su naturaleza es científica. En la pró-
xima sección, examinaremos los procedimientos de investigación utilizados por psi-
cólogos sociales; en este apartado nos centraremos en los valores fundamentales que
debe adoptar todo campo para ser considerado de naturaleza científica. De estos valo-
res, los más importantes son:
Exactitud: el compromiso de recoger y evaluar información acerca del mundo
(incluyendo pensamiento y comportamiento sociales) de la manera que mejor
garantice cuidado, precisión y estar libre de errores. 
Objetividad: el compromiso de obtener y evaluar dicha información, en lo
humanamente posible, libre de sesgos.
Escepticismo: el compromiso de aceptar hallazgos como precisos sólo en la
medida en que hayan sido verificados una y otra vez. 
Ausencia de prejuicios: el compromiso de cambiar la propia visión (por más
fuertemente arraigada que esté), si las evidencias existentes sugieren que estas
ideas preconcebidas no son exactas.
6 CAPÍTULO 1 / EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne
FIGURA 1.1
¿Un equipo impresionante
equivale a ciencia?
Muchas personas tienden a
creer que únicamente las
disciplinas que utilizan un
equipo como éste pueden ser
descritas como «científicas». De
hecho, esto no es así.
■
La psicología social como disciplina está profundamente comprometida con estos
valores, y los aplica en un esfuerzo por entender la naturaleza del comportamiento
y del pensamiento sociales. Por esta razón, resulta lógico pensar en esta disciplina
como de orientación científica. Por el contrario, aproximaciones que no son cien-
tíficas realizan afirmaciones del mundo y las personas, que no están sujetas a la eva-
luación y análisis cuidadosos implícitos en los valores descritos anteriormente. En
dichos campos —como astrología o aromaterapia— intuición, fe y fuerzas invisi-
bles son consideradas suficientes (véase Figura 1.2).
«Pero… ¿por qué adoptar una perspectiva científica? ¿Acaso la psicología social
no es simplemente sentido común?» Tras haber enseñado durante muchos años (¡más
de setenta y cinco entre los dos!), nos parece estar oyéndote formular esta pregunta.
Y entendemos por qué te sientes así; después de todo, cada uno de nosotros ha estado
toda la vida interactuando con los demás. Como resultado de esta experiencia, todos
somos psicólogos sociales aficionados. ¿Por qué no nos basamos en nuestra propia
experiencia —o incluso el folklore o «la sabiduría que dan los años»— para enten-
der el lado social de la vida? Nuestra respuesta es franca y directa: porque dichas fuen-
tes proporcionan una guía poco consistente y fiable del comportamiento social.
Por ejemplo, considera la siguiente aseveración del sentido común: «La ausen-
cia aumenta la nostalgia en el corazón». ¿Estás de acuerdo? ¿Es cierto que cuando
las personas se separan de quienes aman, los extrañan y experimentan un ansia cre-
ciente por ellos? Muchas personas estarían de acuerdo. Podrían responder: «Sí, es
verdad. Es más, te cuento que cuando tuve que separarme de…». Fíjate ahora en la
expresión «Ojos que no ven, corazón que no siente». ¿Y qué hay de esta expresión?
¿Es cierta? Cuando las personas se separan de quienes aman, ¿encuentran rápida-
mente otros intereses amorosos? Como puedes ver, estas dos visiones —ambas del
sentido común— son contradictorias. Lo mismo ocurre con muchas otras obser-
Psicología social: una definición operativa 7
FIGURA 1.2
Cienciafrente a No ciencia:
valores diferentes, métodos
diferentes.
Aproximaciones como la que se
muestra aquí definitivamente no
son científicas: no aceptan el
cuerpo de valores de la ciencia
(precisión, objetividad,
escepticismo, ausencia de
prejuicios) y no utilizan métodos
científicos para evaluar hipótesis
específicas.
■
vaciones informales sobre el comportamiento humano; por ejemplo, «Cada oveja
con su pareja», según la cual la semejanza lleva a la atracción, frente a «Los opues-
tos se atraen» (lo que seduce son las diferencias). Podríamos continuar con la lista,
pero creemos que queda claro este punto: el sentido común con frecuencia sugiere
una imagen confusa e inconsistente del comportamiento humano. Ésta es una razón
importante por la cual los psicólogos sociales confían en el método científico: pro-
duce evidencias mucho más concluyentes. 
Ésta no es la única razón para desconfiar del sentido común. Otro argumento tiene
que ver con que, a diferencia del Sr. Spock en Star Trek, no somos máquinas perfec-
tas de procesamiento de información. Por el contrario, tal como veremos una y otra
vez (por ejemplo, en los capítulos 2, 3 y 4), nuestro pensamiento está sujeto a diver-
sos tipos de error que nos pueden llevar por el mal camino. He aquí un ejemplo: ima-
gina que mientras estás en el centro comercial, te encuentras con personas que piden
donativos para una buena causa (por ejemplo, ayudar a las víctimas de un trágico desas-
tre ocurrido recientemente). ¿Cuál es la probabilidad de que realices una contribución?
¿Un 10, 50, 80 por ciento? ¿Y qué ocurre con el resto de clientes del centro comercial?
¿Cuán propensos son a hacer un donativo? Si eres como la mayoría de las personas,
la probabilidad que has estimado para ti será mayor que la establecida para el resto,
en lo que algunos psicólogos sociales denominan el efecto más santo que usía (holier
than thou efect); por ejemplo, Epley y Dunning, 2000. En otras palabras, tendemos a
creer que nosotros somos más propensos que el promedio de las personas a incurrir
de maneras diversas en actos generosos (otro término para esto es el sesgo de auto-
beneficio; véase Capítulo 3). ¿Por qué lo hacemos? Posiblemente porque al estimar
nuestra tendencia a actuar de buena manera, pensamos: «¡Cuán bueno y generoso
soy!». Pero al estimar el comportamiento de los otros, pensamos en ocasiones previas
en que hemos visto comportarse a los demás (por ejemplo, ignorando las solicitudes
de ayuda), y utilizamos esta información como base de nuestras predicciones. En cual-
quier caso, ésta es tan sólo una de las maneras en las que —con frecuencia— podemos
cometer errores al pensar en los demás y en nosotros mismos (consideraremos otras
posibilidades en el Capítulo 3). Debido a nuestra propensión a errores de este tenor en
el pensamiento informal sobre el mundo social, no podemos depender de él —o del
sentido común— para solucionar los misterios del comportamiento social. Antes bien
necesitamos evidencia científica, y en esencia, de ello trata la psicología social.
La psicología social hace énfasis en el comportamiento 
de los individuos
Las sociedades difieren en gran medida en sus visiones acerca del cor-
tejo y el matrimonio, e incluso de las personas que se enamoran. De manera simi-
lar, las sociedades presentan grandes variaciones en sus niveles generales de violencia,
y en los individuos que llevan a cabo acciones violentas o se abstienen de ello. Estos
mismos argumentos se aplican para prácticamente todos los demás aspectos del com-
portamiento social, desde el prejuicio hasta la ayuda: las acciones son llevadas a cabo
por, y los pensamientos ocurren en la mente de, los individuos. Debido a este hecho
básico, en psicología social el foco está directamente en los individuos. Por supuesto,
los psicólogos sociales se dan cuenta de que no existimos aislados de las influencias
sociales y culturales (nada más lejos de ello). Pero el mayor interés de la disciplina
reposa en el entendimiento de los factores que modelan acciones y pensamientos
de individuos humanos en escenarios sociales. Esto contrasta claramente con el
campo de la Sociología. La sociología estudia algunos de los mismos temas que la
psicología social, pero no se preocupa del comportamiento y pensamientos de los
individuos; antes bien, se orienta hacia grandes grupos de personas o hacia la socie-
dad en conjunto. Por ejemplo, tanto la psicología social como la Sociología estudian
el tema de los crímenes violentos. Mientras los psicólogos sociales analizan los fac-
8 CAPÍTULO 1 / EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL www.ablongman.com/baronbyrne
tores que hacen que personas específicas se impliquen en dicho comportamiento,
los sociólogos están interesados en comparar tasas de crímenes violentos en los dis-
tintos segmentos de una sociedad dada (por ejemplo, grupos con ingresos altos y
bajos), o comparar estas tasas en varias sociedades distintas. 
La psicología social busca entender las causas 
del pensamiento y del comportamiento sociales
El título de esta sección suministra la clave del aspecto central de
nuestra definición. Esto es, los psicólogos sociales están interesados en primer lugar
por los muchos factores y condiciones que conforman el comportamiento y el pen-
samiento de los individuos —acciones, sentimientos, creencias, recuerdos e infe-
rencias— en relación con otras personas. Obviamente, un gran número de variables
desempeña su papel en este aspecto. Sin embargo, la mayoría de estas variables cae
en uno de los cinco grandes apartados descritos a continuación.
LAS ACCIONES Y CARACTERÍSTICAS DE OTRAS PERSONAS. Imagina los siguientes eventos:
Estás haciendo la cola en la taquilla del cine; de repente, otra persona avanza
y se adelanta para colocarse justo frente a ti.
La persona con la que has estado saliendo en los últimos seis meses te dice
de golpe y porrazo: «Creo que es mejor que lo dejemos e intentemos conocer
a otras personas».
Estás jugando en el computador y dos personas extranjeras muy atractivas se
acercan y comienzan a verte jugar con gran interés.
Estas acciones de los demás, ¿tendrán algún efecto en tu conducta o pensa-
miento? Indiscutiblemente. Es decir, queda claro que con frecuencia nos vemos
fuertemente afectados por las acciones de otras personas (véase Figura 1.3).
Por añadidura, también estamos bajo la influencia de la apariencia física de los
demás. ¿Te has sentido incómodo ante la presencia de personas con alguna disca-
pacidad? ¿Te comportas distinto frente a personas con gran atractivo físico, en rela-
ción con personas de menor atractivo? ¿Y ante personas mayores frente a los jóvenes?
Psicología social: una definición operativa 9
FIGURA 1.3
El comportamiento de los
demás: un factor
importante en nuestro
comportamiento y
pensamiento sociales.
Como se muestra aquí, con
frecuencia nos afectan las
acciones de los otros, aun
cuando no nos demos cuenta
[FUENTE: © THE NEW YORKER 
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CARTOONBANK.COM. RESERVADOS
TODOS LOS DERECHOS.]
■
¿Y qué hay de las personas que pertenecen a grupos raciales y étnicos distintos a los
tuyos? Con toda probabilidad, tu respuesta a varias de estas preguntas es sí, dado que
con frecuencia reaccionamos ante características visibles de los demás como la apa-
riencia (por ejemplo, McCall, 1997; Twenge y Manis, 1998). De hecho, hallazgos de
Hassin y Trope (2000) señalan que no podemos ignorar la apariencia de los demás, aun
cuando lo intentemos conscientemente. Estos investigadores mostraron a los par-
ticipantes de sus estudios fotografías de personas que —se suponía— eran candida-
tos a varios puestos de trabajo (por ejemplo, administrativo de banco, empleado de
óptica, electricista). También se suministró información acerca de la experiencia pre-
via de los candidatos, y la tarea de los participantes consistía en calificar la idonei-
dad de las personas para el puesto de trabajo. A la mitad de los participantes se les pidió
que ignorasen las fotos a la hora de tomar una decisión, mientras

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