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MANEJO DE LA ACONDROPLASIA

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MANEJO
 
Debe ser multidisciplinario enfocado a las diversas complicaciones que presenta, orientar a
los padres del riesgo de muerte súbita con vigilancia de apnes y del PC ante posible
hidrocefalia. No es indicativo de manejo quirúrgico en la mayoría de los casos, pero debe
ser considerado en algunos pacientes la evaluación quirúrgica de derivación por
hidrocefalia o por compresión cérvico-medular o radicular; sin embargo, algunas cirugías
son frecuentes como la extirpación de amígdalas y adenoides que propician las apneas
respiratorias del sueño.
Uno de los aspectos que más inquieta a las familias y a los pacientes es la talla y las
deformaciones esqueléticas como el manejo de la xifosis tóracolumbar y del geno varo que
puede ser con medidas conservadoras ortopédicas y de fisioterapia o inclusive quirúrgicas.
El uso de hormona de crecimiento a largo plazo para aumentar la talla final ha sido
cuestionado, la mejor respuesta es durante el primer año de tratamiento y se recomienda se
inicie en el curso de los primeros 6 años. Por otra parte se logran incrementar hasta 30 cm
con técnicas quirúrgicas de alargamiento que pueden ser tanto en extremidades inferiores
como superiores, sin embargo, son controversiales por ser técnicas agresivas, requerir
varias cirugías, asimetría de crecimiento, riesgo de fractura en el nuevo hueso, tiempo
prolongado con aparatos ortopédicos, riesgo de infecciones, así como por la posibilidad de
lesionar nervios o vasos sanguíneos.
El control de peso, de la dentición, de otitis, de hipoacusia y problemas del lenguaje
mejoran la calidad de vida, sin olvidar que es fundamental el apoyo psicológico a la familia
y al paciente para su adaptación e integración social.
 
NUEVAS TERAPIAS
Hasta el momento el manejo integral del paciente acondroplásico es paliativo, por lo que
desde hace varios años se han estado buscando nuevas alternativas que modifiquen la
función del FGFR3 y la proliferación condrocítica.
 
• Modificar función del FGFR3. Se han propuesto tres estrategias, la primera se
relaciona con un análogo del péptido natriurético C (vosoritide) que es agente terapéutico
para enfermedad cardiovascular, se ha demostrado que antagoniza la señalización del
FGFR3 vía MAPK y normaliza el crecimiento óseo en ratones y monos. Actualmente está
en ensayos clínicos fase 2 en niños con acondroplasia con un producto de vida media más
prolongada, se ha observado que la administración subcutánea diaria durante un año
incrementó la velocidad de crecimiento en 50%, pero no mejoraron las proporciones
corporales, por lo que se requiere valorar la eficacia a largo plazo. Una segunda estrategia
involucra la inhibición selectiva de la tirosina cinasa del receptor, basado en la respuesta
satisfactoria en el tratamiento de la leucemia crónica con imatinib, queda la duda de su
especificidad para el FGFR3, ya que puede actuar sobre los otros receptores e inducir una
toxicidad multiorgánica. Una tercera estrategia contempla anticuerpos que interfieran con
la unión de los FGF a los ligandos del receptor.
• Proliferación condrocítica. En ratones se ha demostrado un efecto terapéutico potencial
de las estatinas en el crecimiento óseo a través de acción anabólica en los condrocitos. Se
desconoce el mecanismo exacto, pero parecería que el tratamiento acelera la degradación
del receptor en los condrocitos. Queda aún por comprobar la seguridad de estos
medicamentos en la etapa pediátrica.
Un nuevo enfoque terapéutico ha surgido con la meclozina, antihistamínico utilizado para
el mareo por movimiento. Los estudios en ratones transgénicos Fgfr3ach/+ tratados con
meclozina oral mostraron mejoría en el fenotipo por el incremento en longitud ósea; se
desconoce el mecanismo específico así como el riesgo de su administración crónica en
niños.
 
ASESORAMIENTO GENÉTICO
Es parte importante del manejo preventivo tanto el planteamiento de riesgos reproductivos
como los aspectos de diagnóstico prenatal.
La información de riesgos a los pacientes, ya se comentaron en la etiología cuando un
progenitor o ambos están afectados, así como en la unión de acondroplásico con
hipocondroplásico. La posibilidad de diagnóstico prenatal con ultrasonido y confirmación
molecular a través de vellosidades coriales o amniocentesis, por lo general se plantea
cuando hay la posibilidad de acondroplasia homocigota letal o cuando puede ser
heterocigoto compuesto con el complejo acondroplasia-hipocondroplasia. Una opción de
selección prenatal si se conoce la mutación es el diagnóstico preimplantación.
Como prueba no invasiva se puede realizar estudio de DNA fetal libre (cffDNA por las
siglas en inglés) como marcador en suero materno. Para enfermedades monogénicas
autosómicas dominantes como la acondroplasia, sólo se puede analizar el diagnóstico fetal
no invasivo si el padre es el que está afectado ya que si es la madre, no es posible en este
momento porque los ácidos nucleicos fetales de origen materno no pueden distinguirse del
DNA materno.
 
BIBLIOGRAFÍA
 
 
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