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CARACTERISTICAS BÁSICAS DE LA PRIMERA INFANCIA NIÑOS DE 3-6 AÑOS

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PRIMERA INFANCIA DE NIÑOS DE 3 A 6 
COMO ETAPA QUE SIENTA LAS BASES
DE LA ENSEÑANZA ESCOLAR
	En el ámbito de Psicología Evolutiva o del desarrollo humano, la primera infancia es estudiada en la forma en la que los seres humanos, en este caso, niños y niñas, cambian a lo largo de su vida, comprende el estudio del ciclo vital, observa de qué manera cambian continuamente las acciones de un individuo y como este reacciona a un ambiente que también está en constante cambio. Esta noción general involucra la comprensión de las características principales del periodo de edad entre 3 y 6 años respecto a las bases de la enseñanza escolar.
	En ese orden de ideas, el objetivo general de la presente producción escrita consistió en identificar y describir las características básicas de la primera infancia en niños de 3 a 6 años como etapa que sienta las bases de la enseñanza escolar. En esta perspectiva, el referido análisis asume la importancia de tan trascendente etapa de la vida infantil en el proceso evolutivo integral del niño, tanto en su contexto familiar como escolar, asumiendo el desarrollo humano como referente de la psicología evolutiva.
	Para el logro del objetivo planteado en la producción documental, se consultaron fuentes especializadas en la materia, particularmente en la Psicología Evolutiva, cuyos fundamentos teóricos aportaron contenidos referidos al desarrollo humano en la primera infancia a partir del desarrollo psicomotor, mental, cognitivo y del lenguaje, afectivo y de la personalidad y social, considerados ámbitos inherentes al niño en el periodo de vida antes referido, según diferentes concepciones evolutivas.
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA PRIMERA INFANCIA DE NIÑOS
DE 3 A 6 AÑOS COMO ETAPA QUE SIENTA LAS BASES
DE LA ENSEÑANZA ESCOLAR
	En términos de Bejerano (2009), el desarrollo humano es significativamente determinado por el adulto mediador, quien como parte activa del proceso interviene en un proceso largo y gradual, orientado al desarrollo integral del niño. Para el citado autor, el rol del adulto es de vital importancia en las implicaciones educativas, además de rutinas, juegos y experimentación, entre otros. Otros aspectos a que hace referencia Bejerano (ob. cit.), destaca que el conocimiento de las características generales del niño, junto con las necesidades derivadas de los ritmos biológicos propios de esta edad, intervienen en el desarrollo armónico e integral del niño, particularmente en el proceso de aprendizaje escolar. Para Bejerano, el periodo de 3 a 6 años:
Es de una importancia fundamental, por cuanto en muchos de los niños/as significa un principio de socialización a través de la escuela y el grupo de compañeros de juego, y supone la configuración de una personalidad de acuerdo con el desarrollo madurativo y una influencia decisiva del entorno” (p. 1).
	Para Bejerano, en este periodo evolutivo del niño acontecen procesos de desarrollo psicomotor, mental, cognitivo y del lenguaje, afectivo y de la personalidad y social. Cada una de las dimensiones del desarrollo se vincula al ámbito educativo, en donde se sientan las bases de la enseñanza escolar. En este sentido, a continuación se describen cada una de las características básicas de la primera infancia de niños de 3 a 6 años en etapa del proceso de enseñanza y aprendizaje escolar.
DESARROLLO PSICOMOTOR
Este tipo de desarrollo se caracteriza por un incremento rápido en estos años que se corresponden con el 2º ciclo de la educación infantil. En este particular, en el desarrollo psicomotor en educación infantil es trascendente la metodología de enseñanza de los docentes y su aplicación en la acción didáctica. La evolución psicomotriz depende fundamentalmente de la madurez neurológica. La adquisición de la capacidad de coordinación depende principalmente de la frecuencia con que se repite un movimiento, particularmente por el trayecto que siguen los impulsos nerviosos desde el sistema nervioso hasta el músculo implicado se define más precisamente con cada repetición. Entre las principales características del desarrollo psicomotor en sus cuatro áreas: motricidad gruesa, motricidad fina, sociabilidad y lenguaje, en el periodo escolar de 3 a 6 años vinculadas a la enseñanza, se pueden referir las siguientes:
Motricidad Gruesa
Corresponde a los movimientos coordinados de todo el cuerpo; permite al niño coordinación muscular interviniente en los mecanismos de control postural, el equilibrio y los desplazamientos. Para Gesell (citado en Fernández, 2010), las leyes del desarrollo psicomotor son: Ley céfalo-caudal, Ley próximo-discal y Ley general-específica. 
La Ley céfalo-caudal: el desarrollo sigue un patrón regular, primero el niño domina la musculatura de la cabeza, luego el tronco, los brazos y por último las piernas; Ley próximo-distal: las zonas más próximas a la línea media del cuerpo se desarrollan antes que las más alejadas, tal como se manifiesta con el control de los hombros antes que el de los brazos y éste antes que el de las manos; Ley general-específica: según la teoría, los movimientos globales aparecen antes que los más localizados, precisos y coordinados. Es decir, el bebe al nacimiento no controla ningún movimiento, a medida que va coordinándolos, puede ir dirigiendo su brazo al objeto, luego su mano y por último, tomar el objeto que quiere.
Edad de 3 a 4 años:
· Se desarrollan movimientos voluntarios mucho más precisos, que implican pequeños grupos de músculos y que requieren una mayor coordinación. Se observa cuando el pequeño se descubre las manos, las mueve, comienza a intentar coger los objetos y manipular su entorno. 
· Mantiene el equilibrio con los talones juntos; evidencia mejoramiento del equilibrio; salta en un pie y mantiene el equilibrio; los saltos son más seguros y desde mayor altura que a los 2 años; lanza balón por lo alto con coordinación; puede mantener el equilibrio sobre una sola pierna durante varios segundos. Prefiere desarrollar pruebas o ejercicios motrices que no sean difíciles. Sus movimientos se basan en la mayor independencia de su musculatura en piernas; da pasos de marcha o de carrera sobre la punta de los pies; camina hacia atrás largas distancias; al correr, puede aumentar y/o disminuir la velocidad.
· Desarrollo del movimiento y control corporal. Es decir, perfeccionan la marcha, rapidez y firmeza. Las áreas sensoriales y motrices cerebrales se desarrollan; los huesos se tornan más fuertes y potentes; los pulmones amplían su desarrollo. Corre con facilidad y puede alternar ritmos regulares a su paso. Puede realizar un salto a lo largo de la carrera o parado.
· Es una etapa en que tiene gran trascendencia las destrezas motoras y es notorio un avance en la coordinación de los músculos mayores y menores y en la coordinación óculo-manual. Por ello, la importancia que dentro del currículo se concede al contacto del niño con materiales de naturaleza diferente y experiencias diversas que posibiliten ejercitar las habilidades motora y manipulativas necesarias para el posterior desarrollo de aprendizajes instrumentales escolares.
Edad de 4 a 5 años:
· Los niños en las edades entre 4 a 5 años desarrollan gran riqueza de movimiento y alto nivel de independencia; son capaces de organizar y planificar su propia actividad, además de valorar el resultado de las acciones que ejecutan en la misma. En la organización de la actividad motriz, seleccionan y distribuyen los objetos o juguetes a emplear, descubriendo por si mismos diferentes formas de manipularlos.
· Mantiene el equilibrio en un solo pie de 4 a 8 segundos, y aún más tiempo; caminan por tablas y vigas o muros estrechos no sólo hacia delante, sino también lateralmente, demostrando mayor estabilidad corporal. También se desplazan hacia atrás, cuando caminan por tablas colocadas en el piso, manifestándose en esta acción motriz una mayor orientación espacial; su marcha ha adquirido gran firmeza; se desplaza con precisión sobre una línea marcada en el piso; cambia de dirección al correr; maneja la bicicletacon facilidad; desarrolla toda clase de movimientos con su cuerpo, así como saltos en todas las direcciones.
· La ejecución de las tareas motrices adquieren significado debido a que participan más activamente con el pensamiento, es decir, van las experiencias; inician una relación entre lo que aprenden y su vida, sus necesidades, motivos, intereses, particularmente por el incremento cada vez más progresivo de la concentración de la atención, la cual estará presente siempre que las actividades que los niños realicen sean de gran motivación para ellos.
Edad de 5 a 6 años:
· En esta edad, los niños dominan todos los tipos de acciones motrices, por tal motivo tratan de realizar cualquier tarea motriz sin considerar sus posibilidades reales: trepan obstáculos a mayor altura, se deslizan por pendientes elevadas, les gusta mantenerse en equilibrio pasando por superficies altas y estrechas, saltan desde alturas, entre otras.
· Establecen diferencias entre diversos tipos de movimientos, comienzan a combinar unas acciones con otras, como: correr y saltar un obstáculo, correr y golpear pelotas, conducir objetos por diferentes planos, lanzar y atrapar objetos, entre otros. Igualmente, demuestran gran interés por los resultados de sus acciones y se observa un marcado deseo de realizarlas correctamente.
· Demuestra interés por la práctica de actividades que pudieran estar más vinculadas a habilidades pre-deportivas relacionadas con el ciclismo, patinaje, natación, actividades en la naturaleza como: caminatas largas y de orientación, juegos, campamentos, entre otros.
Motricidad Fina
Para Berger (2006) la motricidad fina “involucra los pequeños movimientos del cuerpo (especialmente los de las manos y sus dedos)…” (p. 235). El concepto expuesto por la citada autora se relaciona con los movimientos finos coordinados entre ojos y manos, por tanto implica el control de los músculos pequeños como aquellos que mueven los ojos, los dedos y la lengua. Es decir, se refiere básicamente a las actividades motrices manuales. Se trata de coordinación viso-manual y no óculo-manual, pues no es el ojo ciertamente el que guía la mano sino la visión. Las actividades de motricidad fina requieren de dos acciones diferentes, pero complementarias: el transporte de la mano hacia el objeto y el modo de coger-manipular.
Edad de 3 a 4 años:
· Comienzan a dominar las habilidades de motricidad fina como cerrar una cremallera, abotonarse la ropa, cortar. El dibujo y la escritura muestran una notable mejoría. En este periodo se agudiza la coordinación óculo-manual, la cual se destaca en los trazos con lápices y colores; igualmente puede recortar una figura con tijera. Puede trazar sobre el papel entre líneas paralelas distantes un centímetro. Imitando una demostración previa, puede doblar 3 veces una hoja de papel, haciendo un pliegue oblicuo la última vez.
· Al dibujar puede centrarse en un solo detalle. Al copiar un círculo lo hace en sentido de las agujas del reloj. Maneja el lápiz con más seguridad y decisión. Puede dibujar una figura reconocible de un hombre. El desarrollo motriz fino incluye habilidades como; dar palmadas, la habilidad de pinza, realizar torres de piezas, tapar o destapar objetos, cortar con tijeras, hasta alcanzar niveles muy altos de complejidad. La coordinación fina (músculo de la mano) es fundamental antes del aprendizaje de la lecto- escritura, si se asume que la escritura requiere de una coordinación y entrenamiento motriz de las manos en complejidad, para lograr el dominio y destreza de los músculos finos de dedos y manos.
· A la edad de 3 años, muchos ya tienen control sobre el lápiz; pueden también dibujar un círculo, aunque al tratar de dibujar una persona sus trazos son aún muy simples. Es común que los niños de cuatro años puedan ya utilizar las tijeras, copiar formas geométricas y letras, abrocharse botones grandes, hacer objetos con plastilina de dos o tres partes. Algunos pueden escribir sus propios nombres utilizando las mayúsculas.
Edad de 4 a 5 años:
· Los niños entre 4 y 5 años se encuentran en proceso de preparación para la etapa escolar, son más independientes, más comunicativos; sus logros obedecen a su desarrollo neurológico y sus propios aprendizajes en el medio escolar. Dada su madurez intelectual, especialmente en las áreas de lenguaje e intelectual, se pueden apreciar avances significativos.
· Con esta edad la mayor parte de los niños han avanzado mucho en la motricidad fina; son capaces de dibujar personas con su mano preferida con más detalle, teniendo en cuenta detalles faciales, color de pelo, sexo, tamaño; pueden cortar y pegar figuras, entre otros; coge el lápiz en forma adecuada, enrolla, utiliza tenedor y cuchillo para comer, unta mantequilla al pan con cuchillo, punza líneas onduladas, rectas y zig-zag, colorea respetando márgenes.
· En esta edad el uso de la mano se caracteriza por movimientos refinados de la  muñeca y de los dedos, así como la disminución de movimiento del codo y hombro. Al colorear, debe observarse una combinación de movimiento de los dedos y la muñeca. Se profundiza la dominancia manual, por lo que debe ser evidente y consistente la preferencia de una mano para hacer actividades que requieren de precisión. Como resultado, la habilidad de la mano dominante debe comenzar a superar la destreza de la mano no dominante. Al colorear, el niño será capaz de mantenerse dentro de las líneas. También debe ser capaz de copiar cruces, líneas diagonales y cuadrados sujetando el lápiz con el agarre trípode.
Edad de 5 a 6 años:
· En esta edad concluye la etapa preescolar. La continuidad del proceso de la actividad motriz iniciado desde el primer año de vida hasta este grupo de edad, debe garantizar que los pequeños adquieran las vivencias y conocimientos elementales que los preparen para la escuela y para la vida.
· Para la edad de cinco años, la mayoría de los niños han avanzado en el desarrollo que obtuvieron en la edad de preescolar en sus habilidades motoras finas. Además del dibujo, niños de cinco años también pueden cortar, pegar, y trazar formas. Pueden abrochar botones visibles.
· La coordinación viso-manual se percibe en el dominio de la mano. Los elementos más afectados, que intervienen directamente son: la mano, la muñeca, el antebrazo, el brazo, es muy importante considerarlo, ya que antes de exigir al niño una agilidad y ductilidad de la muñeca y la mano en un espacio reducido como una hoja de papel, será necesario que pueda trabajar y dominar esta acción más ampliamente en el suelo, pizarra y con elementos de poca precisión como la puntuara de dedos.
Sociabilidad
	La sociabilidad del niño, como refiere Schaffer (2000), “describe el grado en el que el individuo prefiere la compañía de los demás a estar solo” (p. 113). Esta sociabilidad es entendida como una faceta importante de la personalidad de los niños, el cual, en consecuencia es sociable cuando aprende a relacionarse con su entorno y con las personas con las que convive, aunque, todos los niños tienden a relacionarse con otros, cada uno lo logra a su manera, atendiendo a la intervención de agentes educativos, fundamentalmente: familia, escuela, grupos de iguales y educación informal (la sociedad en su conjunto). A continuación sus principales características según la edad del niño.
Edad de 3 a 4 años:
· Gradualmente se integra al juego con otros niños, aunque le sigue gustando el juego en paralelo, así como el solitario. Aunque le sigue gustando cambiar regularmente de juego, dedicará cada vez más tiempo a la misma actividad. Muestra gran imaginación en su juego.
· En este periodo se suele producir su acceso al mundo escolar reglado. La actitud que adopten los padres ante esta nueva situación marcará la actitud del niño. Hay que intentar no sobreprotegerle, pues con ello no se favorecería su autonomía; al contrario, se le perjudicaría acentuando más su inseguridad.
· Para todos los niños es fácil el inicio escolar; sin embargo, para algunos supone un auténtico trauma que habrá que ayudar a superar.El niño podrá manifestar dicho rechazo mostrándose más agresivo, comportándose como si volviese a ser más pequeño de lo que en realidad es.
· La integración del niño a su entorno social-escolar se percibe en dos vertientes: una, de adaptación al mundo de los demás y la autonomía progresiva frente a ese entorno que le rodea y a las necesidades de la vida diaria. El niño adquiere hábitos básicos, y evoluciona en el juego.
Edad de 4 a 5 años:
· Muestra mayor autonomía a nivel afectivo; por lo general, le cuesta compartir sus juguetes con otros niños o necesita llevarlos consigo adonde vaya; son muy sociables; aun cuando realicen una actividad individual junto a otro niño, suele ir conversando con aquel.
· Regularmente son muy habladores y preguntones, que ya se inician en el año anterior; hay una gran necesidad de afirmarse como persona: ahora es capaz de imitar a los adultos en muchas cosas. La identificación con éstos va a ser fundamental en su evolución.
· Comúnmente se identifican con el progenitor del mismo sexo, lo cual ayudará a niño a aceptar su propio sexo. Si faltase dicho progenitor debería fomentarse la identificación con otro adulto del mismo sexo que el niño. Otras identificaciones complementarias con hermanos, abuelos, maestros, entre otros, contribuirán a acabar de perfilar las características del niño; estas últimas explicarían la diversidad de caracteres entre hermanos.
· Establece una conducta de grupo, tras el descubrimiento de los otros donde se va a desarrollar aspectos tan importantes como el juego en un principio paralelo y posteriormente compartido, conflictos por la posesión de los objetos primeros contactos con la norma. En edad pre-escolar, el niño aprende habilidades sociales para jugar y trabajar con otros niños, adquiere conducta de cooperación; acata normas
Edad de 5 a 6 años:
· La escuela se va haciendo más formal y el niño tiene que aprender normas. Comienzan a elaborar conceptos sobre la realidad social, la diferencia entre familia y escuela y también entre las normas convencionales y las normas morales.
· Se implican en actividades lúdicas más complejas y van desapareciendo los juegos solitarios y en paralelo, tan frecuentes entre los dos y cinco años, cuando a los niños les gusta jugar juntos, pero sin jugar a lo mismo necesariamente. Aparecen las actividades compartidas de tomar perspectiva social y ponerse en el lugar del otro. Tiene mucha importancia educativa el hecho de que los niños empiezan a conocer las reglas en el juego. que saben que tienen que respetar.
· Continua ampliando su capacidad de mantener relaciones con otros niños, determinante para el encaje social. 
Lenguaje
	En términos de Fajardo y Moya (1999) el lenguaje comienza a desarrollarse en el niño en el momento en que éste comienza a recibir instrucciones de la madre y es capaz de entenderlas y llevarlas a acabo. Posteriormente, él mismo utiliza el lenguaje y es entonces cuando ese lenguaje externo se convierte en lenguaje interno y comienza a regular la conducta del niño. De los planteamientos de los citados autores destaca que la palabra cumple una triple función: la cognoscitiva, la de instrumento de comunicación y la pragmática o reguladora de la conducta. Las principales características del lenguaje en niños de 3 a 6 años como etapa fundamental para las bases de la enseñanza se describen a continuación.
Edad de 3 a 4 años:
· Los niños pueden: Disfrutar escuchar que les lean libros y cuentos; entender que el texto contiene un mensaje; hacer intentos por leer y escribir; identificar letreros y etiquetas comunes; participar en juegos con rimas; identificar algunas letras y combinar algunas con sus sonidos correspondientes; utilizar letras que conocen (o por lo menos intentarlo) para representar en lenguaje, especialmente para palabras de mucho significado como sus nombres o frases. 
Edad de 4 a 5 años:
· El niño en esta edad puede: Contar cuentos sencillos; utilizar lenguaje descriptivo para explicar o hacer preguntas; reconocer las letras y sus sonidos correspondientes; demostrar conocimiento con sonidos que riman y sílabas parecidas; comprender que el texto se lee de izquierda a derecha y de arriba abajo; comenzar a juntar palabras que escuchan con su forma escrita; comenzar a escribir las letras del abecedario y algunas palabras que usan y escuchan con frecuencia; comenzar a escribir cuentos con algunas palabras que se pueden leer.
Edad de 5 a 6 años:
· El niño en esta etapa de vida puede: Leer y contar historias que conocen bien; utilizar varias maneras de ayudarse a leer una historia, como leer de nuevo, predecir lo que va a suceder, hacer preguntas o usar las pistas que hay en los dibujos; decidir por su propia cuenta cómo utilizar la lectura y la escritura para varios propósitos; leer algunas cosas en voz alta sin dificultades; identificar nuevas palabras usando combinaciones de letras y sonidos, partes de palabras y su comprensión del resto de la historia o texto; identificar un mayor número de palabras de vista; deletrear y representar los sonidos más importantes en una palabra al tratar de escribirla; escribir sobre temas que tengan gran significado para ellos; intentar usar puntuación y letras mayúsculas.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
	En la primera infancia de niños en edades comprendidas entre 3 y 6 años acontece el mayor desarrollo de habilidades psicomotoras, del lenguaje y de sociabilidad. Por ello, la educación de buena calidad en esta primera etapa es determinante para que los niños puedan desarrollar todo su potencial e ingresar en condiciones de igualdad al sistema educativo formal. Por ello, la primera infancia constituye la etapa más importante de la vida, pues, como afirman especialistas, es la etapa en la que se hacen más conexiones cerebrales, es la etapa en la que se potencian las capacidades de los niños, se apropian del lenguaje, entienden la cultura de su comunidad, descubren las posibilidades de su mente y su cuerpo, construyen su identidad y adquieren habilidades para convivir con otros. 
	Por lo antes expuesto, la primera infancia es de vital trascendencia en el desarrollo evolutivo del niño, particularmente importante en el contexto educativo, pues constituye el período más adecuado para la socialización, en él el niño adquiere su primera identidad social y personal, por intermedio de un proceso de interacción social que tiene lugar fundamentalmente en el ámbito familiar y escolar. Es en la primera infancia donde el niño inicia su proceso de construcción, accede a la escuela de educación y trasciende de la familia, a ser visto y reconocido como él mismo, como una persona que existe separadamente de su núcleo familiar, pero en desarrollo de su autonomía e independencia. Se sientan de esta manera las bases de la enseñanza escolar.
	
RECOMENDACIONES
· A los Docentes en formación: Asumir el proceso de profesionalización docente con toda la ética y responsabilidad que requiere el ser medio e instrumento para la formación y enseñanza de niños y niñas en edad escolar, adquiriendo conocimientos de diversas fuentes de las ciencias inherentes a la Educación, particularmente de la Psicología Evolutiva como disciplina científica proveedora de un conjunto de fundamentos teóricos que han de contribuir al entendimiento de la ciencia y nutriente del ejercicio profesional docente, conforme a principios pedagógicos y didácticos a disposición del niño en su primera infancia.
· A los Docentes: Entender la que la primera infancia es una etapa de vida determinante en el desarrollo integral del niño en términos de atención y cuidado, estado nutricional, de salud y desarrollo psicomotor y cognitivo; por ello, el ejercicio docente debe ejercerse con todo el profesionalismo y humanismo que requiere el proceso de enseñanza y aprendizaje de niños en edad escolar inicial, asumiendo ésta una etapa que sienta las bases del proceso de formación.
· A las instituciones escolares: Continuar con las políticas públicas para la primera infancia y la educación inicial, fundamentadaen la perspectiva de derechos, de las modalidades y programas existentes en materia educativa, asumiendo para ello, los lineamientos didácticos, pedagógicos y metodológicos que rigen el currículo escolar para la educación en la primera infancia escolar. Cabe destacar el valor del contenido programático curricular articulado con fundamentos teóricos de la Psicología Evolutiva como disciplina científica determinante en la formación profesional del docente y en ejercicio.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bejerano, F. (2009). Características generales del niño y la niña de 0 a 6 años. Disponible: http://www.eumed.net/rev/ced/05/fbg2.htm Consulta: [Consulta: 2015, Enero, 14]
Fernández, M. (2010). El libro de la estimulación para chicos de 0 a 36 meses. Buenos Aires, Argentina: Editorial Albatros.
Schaffer, R. (2000). Desarrollo social. México: Blackwell Inc.
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