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EL PELIGRO DE LOS JUICIOS DE VALORES

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EL PELIGRO DE LOS JUICIOS DE REPENTINOS
	En el contexto educativo formal existe un permanente flujo de eventos y conductas observables que requieren de captación, registro y procesamiento para validarse como información fiable respecto a la dimensión bio-psico-social del educando, así como su actuación académica. A tal efecto, el docente con formación profesional ha de emplear técnicas y estrategias que le aporten información al respecto. No obstante, este “procesamiento” de información, originalmente captada como dato, ha de depender en sumo grado de la actitud de observación, análisis e interpretación de información por parte del docente.
	Sin embargo, en reiteradas ocasiones ha sido cuestionado el tratamiento sesgado de la información por parte del docente, quien, según reiteradas indicaciones estima y valoriza los datos recopilados desde una perspectiva extremadamente subjetivista, provista de juicios e interpretaciones a priori sobre las conductas observables en niños y niñas. A efectos de la presente producción escrita, es objetivo de la misma valorar desde una perspectiva personal la emisión de juicios repentinos respecto a las conductas de los educandos como acción inherente al ejercicio docente en el contexto escolar.
	En un primer orden es conveniente estimar la trascendente importancia de generar procesos válidos de recolección de datos, que inicialmente aportarán el insumo para el análisis e interpretación de los mismos, procesados posteriormente en información referente a las conductas observables en el aula de clases u otro espacio educativo. Es importante destacar la necesaria e imperiosa necesidad de propiciar procesos activos en el contexto escolar que posibiliten la captación objetiva de eventos inherentes al proceso educativo, los cuales en una primera instancia conforman la base para posteriores interpretaciones, libres de sesgo, valores o criterios predeterminados que puedan desviar la real significación del hecho observado.
	Lo anterior refiere que la observación como proceso sistemático y de naturaleza científica en el aula, ha de asumir por parte del docente un procedimiento metodológico que puede enmarcarse dentro de los métodos fenomenológicos de captación de datos, entre cuyos principios destaca el deslinde de todo prejuicio de valor que pueda asumir el observador (docente) que de manera categórica pueda desvirtuar las observaciones efectuadas, y en consecuencia el análisis e interpretación de la información registrada. A tal efecto, la observación como procedimiento científico en el aula ha de ser selectiva, objetiva, libre de prejuicios o sesgada por teorías que delimiten el accionar del observador.
	Para alcanzar los fines que persigue la observación de las conductas humanas, es conveniente y trascendente separar los hechos de las interpretaciones. Se asume de esta manera que como primera acción procedimental de recolección de información es conveniente generar la captación objetiva del evento o conducta observable, sin ningún tipo de valorización o estimación subjetiva del acontecimiento por parte del docente, es decir, la recolección en un medio o instrumento capaz de registrar el hecho suscitado, para que, en una segunda acción conforme la base para el análisis e interpretación de la información recopilada. Esto equivale a plantear que es imprescindible separar el evento de captación de las conductas y el proceso de análisis e interpretación con el propósito de no tergiversar el hecho con juicios a priori que desvirtúen la realidad objetiva del mismo, para luego, mediante proceso subjetivo a cargo del docente, desarrollar una interpretación lo más aproximadamente posible a las circunstancias en que se manifestó la conducta de los educandos.
	En todo caso, el análisis e interpretación del docente respecto a las conductas de los niños no ha de constituir un factor que desvirtúe la exactitud de las realidades educativas de los educandos, sino por el contrario, un medio eficaz para analizar o explicar la conducta del niño a partir de la formulación de juicios o conclusiones con sustento de naturaleza científica que ha de haber adquirido el profesional en ejercicio docente producto de su formación académica, y que de manera general pretende guiar el desarrollo bio-psico-social del niño a partir de la valuación precisa y diagnóstica de posibles problemas en cualquiera de las dimensiones que puedan presentar la población estudiantil.
	Por ello, la importancia de registro de información libre de sesgos, valores personales, de conjeturas subjetivas provenientes de información insuficiente, imprecisa o de inadecuados procesos de interpretación de información. En consecuencia, es altamente perjudicial para el contexto escolar, particularmente dentro del aula, establecer interpretaciones o explicaciones plagadas de juicios valorativos sin el debido respaldo de una adecuada percepción e interpretación de los acontecimientos signada por prejuicios e imprecisos registros escritos que soporten la observación, por tanto, se necesitan hechos y no juicios de valores que aporten significativa comprensión de la realidad educativa en la búsqueda de aportar cambios a la misma en beneficio del niño. 
El Peligro de los Juicios Repentinos

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