Logo Studenta

PRACTICA EDUCATIVA E INTERVENCION PEDAGOGICA

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

PRÁCTICA EDUCATIVA E INTERVENCION PEDAGOGIA.
¡Los paradigmas de la educación me parecen algo sorprendente, 
curioso, divertido e irónico!
Por: 
Merling Areli Cortez Hernández.
Al entrar en materia de investigación educativa, hay algo que me parece sorprendente, curioso, divertido e irónico, son los paradigmas de la investigación: positivista, histórico –hermenéutico y el social- critico. Esa manera de ver e interpretar la realidad para concebir conocimientos e intervenir en el mundo para comprenderlo, lo que implica un estilo de vida, que debe manifestarse en los procesos didácticos, supuestos generadores de cambios en la curricula, en la práctica educativa.
Los paradigmas, permiten situar la investigación de la educación en la historia, desde los aportes de los filósofos griegos y sus escuelas en la edad antigua hasta nuestros días contemporáneos, para entenderla como proceso social, económico, político, cultural y religioso.
Cabe citar entonces que los aportes de Auguste Compte, fundador del paradigma positivista, fueron determinantes para restarle el poder de la enseñanza a la iglesia, ya que analizó los problemas sociales y morales de forma científica, basados en la observación experimental de los fenómenos , que permitió descubrir y explicar el comportamiento de las cosas en términos de leyes universales. Justo en esta parte, surge la interrogante ¿cómo fue que la iglesia no quemó a Compte? Al indagar un poco más sobre los acontecimientos que le anteceden, si bien es cierto los tribunales de la Inquisición Romana no lo quemó en el periodo de oscurantismo, pero si arremetió con los llamados mártires de la teoría heliocentrista, Bruno y Galileo, calificados como herejes, por cuestionar sus leyes referentes a la idea antropocéntrica de Aristóteles. Hechos perpetrados precisamente por La influencia social y cultural que la iglesia había obtenido durante el feudalismo , aunado sobre todo al poder económico y político, acumulado a raíz del diezmo y donaciones de tierra por parte de los señores feudales.
La cúspide de la situación de poder mencionada anteriormente culmina con la monarquía autoritaria del Estado, la cual descansa sobre el poder político de la nobleza de la edad media, justificándose sobre el supuesto de la procedencia del poder divino. Lo cual conlleva a una serie de conflictos sociales y políticos, extendiéndose así una revolución, la Revolución Francesa.
“La revolución se enfrentó duramente con la Iglesia católica que pasó a depender del Estado. En 1790 se eliminó la autoridad de la Iglesia de imponer impuestos sobre las cosechas, se eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron sus bienes”[footnoteRef:1] [1: Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_francesa] 
Pensando en Bruno y Galileo, concibo ahora el pensamiento: ¡Qué afortunado fue Compte por nacer después de la Revolución Francesa!
Al proseguir con la historia de los hechos del personaje afortunado, surge el método científico basado en las matemáticas y ciencias naturales, aplicado luego a las ciencias sociales, el estudio racional y científico del mundo, el recordado pragmatismo y sus actores: científicos y obreros, teoría y práctica. La distancia de estos actores, da pie a otra forma de hacer investigación, el enfoque hermenéutico, que permitió juzgar y solucionar los problemas educativos a partir del acto reflexivo, ya no solo investiga el científico, sino el profesor. La ausente y necesaria crítica complementaria del enfoque hermenéutico fundamenta el paradigma socialmente crítico
Ahora bien, al llegar hasta esta parte de la historia, se vierten las respuestas de ¿por qué la evolución de los paradigmas es algo sorprendente, curioso, divertido e irónico?
Impresionante porque la historia misma es un acto de investigación, de producción del conocimiento, ya que al abordarla, es inevitable no recordar experiencias laborales y académicas relacionadas con tareas de investigación, todas con finalidades más o menos parecidas, la mejora de procesos productivos de bienes y servicios, desarrollo de nuevos productos, investigación de mercados, satisfacción del cliente, control de la calidad, distribuciones, etc. Todas realizadas sin el más mínimo conocimiento de la existencia de paradigmas, más que la aplicación aproximada del método científico a la solución de problemas de ingeniería en la industria. Divertido al principio, hasta el punto de preguntarme e intentar caer en la cuenta ¿sobre qué enfoque realice mi trabajo de grado? ¿Qué enfoque predomino en mi formación como profesional
Lo que me parece curioso es, nunca haber imaginado siquiera, concebir la tarea investigativa a partir de otro paradigma, partiendo del supuesto que ya identifique el enfoque bajo el cual debió ser mi formación profesional, el positivista. Justo ahora surge la interrogante ¿Sobre cual línea me identifico ahora? ¡Ahora debo formatear mis creencias, mi manera de investigar y resolver las cosas de mi mundo! simplemente cambias el chip y listo. 
Irónico por la situación vivida en el país, si la investigación propicia el desarrollo de los pueblos, favorece su economía y por ende los niveles de calidad de vida de su gente, surge la pregunta de siempre ¿Por qué no realizamos investigación? Por la falta de oportunidades, por las limitantes e ignorancia de nuestros saberes, por falta de recursos, por los gobiernos apoderados, por los altos índices de inequidad social, todos hablamos del deseo de mejorar nuestro país, de vivir con la creencia arraigada de que la educación hará cambios increíbles en nosotros, como individuos o seres humanos. Pero la existencia de una intención manipulada e influida de la visión de nuestro sistema educativo no lo permite, o… ¿será por la falta de valor y presencia del miedo para atacar de frente la problemática? ¿Será que historias como las de Bruno y Galileo tienen que repetirse en un contexto diferente? En nuestros tiempos, ¿será que el Curriculum oculto es una versión del oscurantismo? ¡Al final de cuentas solo son hipótesis!
Por último, si he de comprender que identificarme con un solo paradigma educativo es un error científico y pedagógico para la producción del conocimiento, me pregunto ¿Sobre la práctica de que enfoque viviré? ¿Sobre cuales continuare? ¿Cómo deshacerme del paradigma mental de mi formación positivista para acercarme más al ideal de esa especificidad humana, sobre todo ahora que juego un rol de educador? ¿Cuáles son esas nuevas maneras de ver el mundo? ¿Acaso será una fusión, una integración?
En resumen, como docente, no de profesión, consideró que independientemente de cómo veamos el mundo para hacer investigación en el ámbito educativo, esta se debe fundamentar en principios y valores, siendo entre estos “el humanismo” un valor clave al desarrollar nuestra práctica educativa. En este articulo, desbordo mi admiración, al indagar los fundamentos de la historia de la evolución de los paradigmas, al calificarlos como sorprendentes, curiosos, divertidos e irónico. A mi modo de ver, considero la necesidad del saber hacer, saber pensar, saber investigar, saber actuar y criticar, todo con el propósito de ir tras la mejora de nuestra práctica educativa, por ende, la calidad de la educación y la mejora continua del sistema. Lo cual requiere, entre tantas cosas, transformar el aula en vivencias lo más cercanas a la realidad del mundo laboral en que se enfrenta, así mismo, despertar el interés critico y reflexivo del contexto en que vive.

Continuar navegando

Otros materiales