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CIRUGIA ORTOPEDICA

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CIRUGIA ORTOPEDICA 
La artrotomía ·y la fijación interna de fracturas pueden ser realizadas gracias al control de las in­
fecciones por medio de las sulfas y de los antibióticos y a un mejor conocimiento de las reacciones 
de los tejidos a los implantes metálicos. Sin embargo, aún es necesario recordar que las intervencio­ 
nes relacionadas con huesos y articulaciones requieren de una técnica aséptica más rigurosa que 
la que se emplea en las intervenciones sobre tejidos blandos. La utilización de metales inertes y de 
antibióticos no reduce la necesidad de utilizar técrucas más adecuadas, sino por el contrario requiere 
de un refuerzo de la resistencia natural del paciente. 
Es la práctica del autor, en todas las intervenciones por debajo del codo y en las de las articu­
laciones en el caballo, así como en algunos casos especiales en el perro, para obtener un campo sin 
sangre, forzar la sangre del miembro aplicando una tira de hule, con un vendaje elástico y después 
aplicar un torruquete. Cuando se termina la operación. en ve-z de aflojar el torniquete y ligar los va· 
sos, se aplican una almohadilla y un vendaje de presión antes de quitar el torniquete. El vendaje de 
presión se mantiene durante 48 horas. 
Es rutinaria la aplicación de penicilina cristalizada en la herida antes de cerrarla y la adminis­
tración de antibióticos por vfa parenteral, por lo menos durante tres días del postoperatorio, depen­
diendo esto de la naturaleza de la intervención y de la extensión de los tejidos dañados. Todos los 
pacientes equinos deben recibir 1 500 unidades de antitoxina tetánica. 
MIEMBRO ANTERIOR CABALLO 
CARPO 
FRACTURA DE LOS HUESOS DEL CARPO 
Los huesos más frecuentemente fracturados son el radial, el intermedio y el tercer hueso del car­
po. Las fracturas grandes deben ser inmovilizadas con un tornillo de transfixión, cuando las fractu­
ras son pequeñas, el fragmento de hueso debe ser extraído y el área cureteada para crear una su­
perficie lisa. En los casos crónicos se desarrollan aristas de canílago y de hueso a lo largo de los 
bordes de las articulaciones y éstas también deben ser extraídas utilizando unas pinzas de Luer. (Bo­ 
ne-nibbling forceps.) 
ARTROTOMIA DEL CARPO 
El caballo es mantenido en decúbito lateral con el miembro afectado en posición ventral, para 
que el carpo pueda ser expuesto por su cara medial. (Superficie.) 
Fig. l. La piel de la región del carpo es inr:idida en 
su superficie anterolateral inmediatamente por delan­
te del tendón del músculo extensor oblicuo del carpo, 
con el fin de formar un colgajo, el que es disecado y 
liberado, así como reflejado anteriormente. El borde 
subyacente de la fascia y la cápsula articular son inci­
didos longitudinalmente y todas las uniones son dise­
cadas y liberadas para exponer los huesos radlaJ y ter­
cero del carpo. 
Fascia carpa.l 
interartloulaz 
Fra¡men10 
de hueso 
Hueso radial 
del carpo 
Tercer hueso 
carpa! 
Fig. 2. Se Dexiona el carpo, con lo que se abre la 
articulación intercarpeana, la capsula articular y la fas­
cia se retraen con fuerza. Esto permice examinar los 
bordes de la articulación intercarpeana y disecax o 
extraer con piiizas cualquier fragmento de hueso o ex­
crecencia existentes. 
Cf.psula -�.:.J--.,..:i��.,.--f 
articular 
Fíg. 3. Se extiende el carpo para suturar la incisión, 
adosando juntas la fascia y la cipsula articular con 
puntos de hilo de lino separados. Es nett-Suio (es una 
ventaja) tomar con pinzas los puntos individualmente 
antes de cerrarlos. El colgajo de piel se regresa a su 
posidón y es suturado con puntos de colchonero, uti· 
liz.ando nylon trenzado. 
METACARPO 
FRACTURA DEL HUESO METACARPIANO RUDIMENTARIO 
El sitio más común de fracturas en el hueso metacarpiano rudimentario es la extremidad distal, 
mas se pueden presentar en cualquier punto del hueso. El hueso rudimentario deberá extirparse si 
existe una no unión o si la recuperación se acompaña de formación excesiva de hueso, ya que en-
tra en contacto con el ligamento suspensorto o con los tendones del flexor. Debido a que el hueso 
metacarpiano rudimentario es íntegro y que soporta el peso del cuerpo, no deberá extirparse totalmen­
te, sino conservar en lo posible su extremidad proximal. 
EXTIRPACIÓN DEL HUESO RUDIMENTARIO MEDIO 
El caballo es colocado en decúbito lateral, con el miembro afectado en posición ventral. 
HUESO METACARPIANO RUDIMENTARIO DERECHO DEL MIEMBRO ANTERIOR IZQUIERDO 
Li�amento suspensorin 
Pequefio metacarpiano 
o hueso rud.imentado 
Gro.n rnelacaTplano 
Fig. 4. Se realiza una incisión cutánea paulela y a lo 
largo del borde Posterior del hueso rudimen:.no � 
retrae la piel para exponer las car.15 ¡x,�tenor y medw 
del gran metacarpiano, el hueso rudunentarlo y el li­
gamento �uspensorio 
Osteólamo 
Fi.g. 7. El hueso rudimentario se separa del gran me­
tacarpiano, rompiendo las Inserciones interóscas por 
medio de un osteótomo y separando suavemente hacia 
arriba. No debe utilizarse cincel y ma:rtillo para frac• 
turar el hueso rudimentario Los golpes pueden producir 
una fisura, lo que puede convertirse en una fractura 
completa y hasta compuesta, cuando el animal se 
pone de pie. 
Fig. 8. La incisión se sutura adosando la fascia al bor­
de del ligamento suspensorio, utilizando puntos se­
parados con hilo de lino. La piel se sutura con puntos 
separados de hilo nylon trenzado. 
Fig. 5. Se incide la fascia de la cara posterior del hueso 
rudimentario y se diseca el ligamento suspensorio para 
liberarlo, y así retraerlo para exponer el hueso rudi­
mentano en todo lo largo. 
ri.z. '- Con una sierra se corta en ángulo oblfouo el 
hueso rudimentario proximal a la fractura. Esto produ­
ce una nueva formación ósea entre la superficie cor­
tada Y el hueso metacarpiano, en lugar de la forma 
c1ón de una exostosis. 
Ligamento 
.uspensorio 
;¡¡.;�g..1;¡¡1�it,;;��� Extremidad 11!'.:i ___ .rroximal 
del hueso 
rudimentario 
Fascia 
ARTICULACION DEL MENUDILLO 
FRACTURA DEL HUESO SESAMOIDEO PROXIMAL 
La fractura del hueso sesamoideo proximal se ha observado con más frecuencia en caballos de ca­
rreras. Después de tratamientos conservadores, muchos caballos se recuperan; pero esta mejoría es 
transitoria, ya que invariablemente cojean en el entrenamiento o durante la carrera. La fractura más 
común es la del vértice del hueso y el tratamiento indicado es la extirpación del fragmento óseo. En 
tales casos se puede extirpar hasta un tercio del extremo proximal del hueso; obteniéndose resulta­
dos satisfactorios. 
Liga­
mento 
Slll¡>Cll• 
sorlo 
Hueso 
gran 
metacar­
piano 
Tendón flexor digital 
profundo 
Fi¡. 9. Se realiza una incisión de 3 plg (7.5 cm) de 
largo, paralela al borde posterior del hueso metacar­
piano, y que se extiende del botón del hueso rudimen­
tario hasta la base del hueso sesamoideo fracturado. 
La piel es reflejada para exponer el borde posterior del 
hueso gran metacarpiano, el liga.mento suspensorio y 
el borde del tendón flexor digital profundo. 
V�rtice proximal del 
hueso sesamoideo ___ 
--: 
Flg. 11. El vértice del hueso sesamoideo se diseca de 
sus inserciones con el ligamento inten;esarnoideo. 
Ligamento 
metacarpiano 
Flexor 
super, 
ficlal 
del se-
metacarpo. 
falana:eana 
Fig. 10. La fascia se incide entre el gran metacarpiano 
y el ligamento suspensorio, y se extiende la incisí6n 
hasta llegar al ligamento colateral de la articulación 
del menudillo; así queda expuesta la cápsula articular 
que es incidida de la misma forma. Se flexiona la ar­
ticulación del menudillo y se retrae el ligamento sus­
pensorio para exponer el vértice y la superficie del 
flexor del hueso sesamoideo. 
Cincel 
Fi(. 12. El vértice es separado a lo largo de la linea 
de fractura con un cincel o un osteótomo. 
Legra 
Fig. 13. Finalmente el vértice es separado de sus in­
serciones y retirado con una legra. 
Fig. 14. La herida se sutura adosando juntas la fascia 
y la cápsula articular con puntos separados, utilizando 
hilo de lino. Lapiel es suturada con puntos separados, 
utilizando nylon trenzado. 
FALANGES 
Las fracturas de la primera falange se presentan con más frecuencia en los miembros anteriores 
y van desd� fracturas conminutas que involucran a la articulación, a fracturas simples con un ligero 
desplazamiento o astillamientos del borde anterior de la superficie anicular proximal. En fracturas 
simples puede producirse un desplazamiento de los fragmentos si la articulación sostiene el peso del 
cuerpo lo que puede evüarse colocando una férula de yeso. Otro método; por supuesto, más efectivo 
es el de realizar una reducción abierta e inmovilizar los huesos implantando cuidadosamente torni­
llos de transfixión. 
Los astillamientos del borde anterior de la superficie proximal, se manifiestan por una cojera in­
termitente y son tratadas extirpando el fragmento de hueso desprendido. 
ARTICULACION DEL ME UDILLO-ASPECTO A�TERlOR, MIEMBRO ANTERIOR IZQUIERDO 
Tendón del exten,or 
dlg:ttal com<m 
Extrenúdad distal del 
gran metacarpiano 
Cápsula articular 
Cipnl.& uticau.r 
Fractura 
�- Extremidad proximal 
•''e de la primera falange 
Fi¡. 15. Se realiza una inclsi6n longitudinal sobre la 
cara anterior de la articulación del menudillo; paralela 
y medialmente con respecto al tendón del extensor di­
gital común. Por medio de disección cuidadosa se se­
para el tendón de la cápsula articular subyacente y se 
retrae. 
Fig. 16. Se incide la cápsula articular y se disecan rus 
inserciones con la superficie proximal y anterior de la 
primera falange. 
Fractura 
(astilla) 
Le¡¡ya 
Fig. 17. Una flexión ligera de la articulación del me­
nudillo proporciona una exposición adecuada para el 
examen de la articulación y la extirpación del fragmento 
del hueso, ya sea con una legra o con pinzas para hueso. 
Superficie di, la cual 
se ha extraido una 
astilla de hueso 
Fig. 18. La cápsula articular se sutura con puntos se­
parados utilizando hilo de liJ10. El tendón del extensor 
se regresa a su posición y la incisión cutánea es sutu­
rada con puntos separados, uWizando nylon trenzado. 
Las fracturas de la segunda falange se presentan con poca frecuencia; en cambio, las de la ter­
cera falange no son raras. Las fracturas trans\'en.ales completas que no se extiendan más allá de 
un centímetro por debajo del extensor, responden satisfactoriamente a la extirpación del fragmento 
óseo desprendido. 
Corium 
coronarlo 
Tendón del eitt�1110r 
dlgl.tal común 
Fig. 19. Se realiza una incisión longitudinal por la U­
nea media desde la articulación de la cua.rtilla, pasan­
do por el corium coronario hasta la pared del ca.soo. 
Se retraen los bordes de la piel para exponl!r la poroon 
extendida del tendón del extensor digital común, el 
que es incidido junto con la cápsula articular. 
Pared 
Superftclt dmal de la 
UÚC'\lladón dt la 2a. 
f&l�e 
Fractura del proceso 
extensor de la 3a, 
falange 
F'if. %0. Lo5 bordes del t.endón incidido se retraen con 
íuerz.a 1 se disecan y liberan sus inserciones con el 
proceso del extensor. Esto permite desprender con una 
le¡;:ra el fragmento para extirparlo. 
La incisión se sutura adosando el tendón junto con la cápsula articular, utilizando puntos sepa­
rados con hilo de lino. La piel es suturada en la fonna usual. 
EL PIE 
OPERACION PARA EL SANDCRACK 
El sandcrack es una fisura en la pared del casco y el tratamiento directo consiste en eliminar la 
presión de la extremidad l
i
bre e inmovilizar los bordes de la grieta. 
(b) (e) 
Fig. 21. (a) Sandcrack profundo e incompleto. 
Después de recortar los bordes de la grieta y de lim­
piar las estructuras sensibles subyacentes, se juntan los 
bordes y se inmovilizan con grapas para sandcrack. Las 
grapas se insertan utilizando una serie de instrumentos 
especiales: Un hierro candente para formar una de­
presión a cada, lado de la grieta para sostener la grapa 
y unas pinzas para insertar y aplicar la grapa. La grapa 
proximal se coloca ½ plg ( 1.3 cm) por debajo de la 
corona y las otras a intervalos de ¾ plg (2.0 cm). 
Fif. 11. (b) Incompleto y superficial. 
Se forman dos surcos sobre la corona en forma de V, 
cuyo vértice se encuentra en la parte inferior de la 
grieta. 
Fig. 21. (e) S u.perficial completo. 
Se forman dos surcos paralelos a los lados de la grieta, 
de la corona a la superficie de apoyo. 
Los surcos deben cortarse en profundidad hasta la línea blanca para eliminar la presión e inmo­
vilizar efectivamente los bordes de la grieta. Se pueden utilizar, c;egún la preferencia, una sierra, hierro 
candente o una navaja para recortar los bordes. Debe r�cortarse la superficie de apoyo que se encuen­
tra inmediatamente por debajo de la grieta para e\ n u- cualquier presión de la herradura en este 
punto. 
SURCA:'\DO LA PARED DEL CASCO 
Se han utilizado numerosas técnicas para expandir los talones y eliminar la presión interna del 
casco. Con este propósito el autor ha encontrado que el metodo siguiente de surcar la pared del casco 
es sencillo y efectivo. 
j 
Fig. 22. Con el casco apoyado en un trípode se forman 
tres o cuatro surcos paralelos con intervalos de ¾ plg 
(2.0 cm) de la corona a l.,, superlicie de apoyo. Estos 
surcos se sitúan en las e.aras medial y lateral de los 
talones, llegando hasta la linea blanca y de ½ plg 
(0.5 cm) de ancho Se modelan fácilmente utilizando 
una navaja para co� si la pared es muy dura se 
puede suavizar el casco con baños de agua fría dur-ame 
1 hr, una o dos �eces al dia, por dos o tres días. 
MIEMBRO ANTERIOR-PERRO 
FORMA DE COLOCAR LOS CAMPOS PARA CIRUGIA 
Flg. 23. Después que el miembro ha sido lavado, es 
suspendido por medio de un esparadrapo¡ se desinfecta 
y por debajo de él se coloca una compresa estéril. 
Fig. 25. La extremidad del miembro es tomada con una 
compresa, la que se fija por medio de pinzas para cam• 
po. Esto permite la manipulación del miembro durante 
el acto quirúrgico sin riesgo de contaminación. 
Fig. 24. Se coloca una segunda compresa por encima 
de la primera, con el borde superior inmediatamente 
en posición distal del sitio en que se va a efectuar la 
incisión. Acto seguido se envuelve el miembro con la 
compresa. 
�- 26. Se coloca y desdobla una compresa con aber­
tura central para laparowmia sobre el miembro. 
Fig. 27. La compresa se pone de manera que la aber• 
tura o ventanilla quede colocada con su extremo supe­
rior apoyado justamente aproximado al sitio de opera.. 
ción y es sujetada con dos pinzas para toalla en cada 
extremo. 
Fig. 28. El extremo inferior de ta abertura se dobla 
para completar el aislamiento del sitio de operación y 
también se sujeta con dos pinzas para toalla. 
ARTICULACION ESCAPULAR HUMERAL 
DISTRIBUCIO DE LA ARTICULACION 
ESCAPULAR HU�1ERAL 
La dislocación de la articulación escapular humeral se presenta con más frecuencia como disloca­
ción medial y aunque es fácil de reducir en una reducción cerrada, la articulación permanece inesta­
ble. Cuando ocurre la dislocación, es necesario realizar una reducción abierta y estabilizar necesaria­
mente la articulación. 
M6sculo 
braquiocefflko 
Músculo 
lnfraesplnoso 
Fig. 29. Se llecga a la articulación escapular humeral 
mediante un acercamiento lateral realizando una inci, 
sión cutánea curva. la que se extiende del tercio supe­
rior de la espina escapular a la tuberosidad lateral del 
húmero, te:rminando cerca de la mitad del mismo. Los 
bordes cutáneos se retraen y los músculos braquioce. 
fálico y deltoides son separados para exponer la cara 
lateral de la extremidad proximal del húmero. 
Músculo 
aupraespinoso 
Acromion-
Fig. 30. Las inserciones de los músculos omotrans,·er­
sales, supraespinosos e infraespinosos de la espint de 
la escó.pula son separados y los músculos se recraen 
para exponer el acromion. 
Fig. 32. Utilizando una broca de 1 ._ de plg se hace 
un orificio tTansversal a tra, e� de la espina. cerca de 
la diáfisis de la escápula, apro,um,damente a 1 1 a 3 1 
plg ( 1.3 a 2.0 cm) del acromion 
Deltoides 
f"'1', n. La superficie,•entra! del músculo deltoides es 
uberada cwdado,amente por medio de disección roma, 
con�na.ndo se� inserciones con el acromion y con 
el húmero 
Ru¡Ofldad lateral 
del JTRD trOC�tu 
Fig. 33. Se hace un túnel oblicuo a través de la ex­
tremidad proxunal del humero, aproximadamente 1� 
pi¡; 1 3 cm J por debajo de la cresta de la tuberosidad 
lateral, emergiendo a travlis de la rugosidad lateral. 
P\¡. H. Una cinta de nylon de 1/4 plg ( 1.6 cm) de 
la..�. enhebrada a una aguja recta. �e hace pasar por 
el crificío (túnel) por debajo de la inserción del múscu­
lo ddtoides al acromion. Posteriormente s: pasa a 
t:r.,es del orificio de la espina escapular. por debajo 
del acromium y se hace una gaz.a alrededor de la cinta 
m u punto de salida del túnel humeral. Finalmente, 
los cabos de la cinta se tensan lo suficiente para esta• 
bilizar la articulación y se anudan 
Se restituyen los músculos a su pos1c10n y se sujetan con puntos separados, utilizando hilo de li­
no. Los bordes de la piel se adosan con puntos separados con hilo nylon. 
HUMERO
FRACTURA DE LA DIAFISIS HUMERAL
Las fracturas invalidantes de la diiáfisis humeral son ürtualmente imposibles de reducir por
métodos cerrados o por inúovilización por fi.jación extema. Debido a lo corto de la diáfísis y a su
cu¡vatura, es difícil practicar una reducción abierta con placa y tornillos, po¡ lo que el método de ple-
ferencia en la mayoría de los casos es el clavo intramedular. El diámcrro del clavo intramedular, de-
be ser el mismo del canal meduiar eü su pünto más angostoi extendiéndosc d€ la ex¿remidad proxi-
mal de la tuberosidad lateral, a por debajo del foramen supratroclear.
}.i8.35. Se lnctde la p,c¡ .n lÁ .dá ererolaeral d.l
miembro, sisuieñdo la l¡¡eá qu. uDr i¡ ¡uberc!¡d¿d l¿
teral al epicóndüo; la piel es retra¡d¿ púá expo¡.r 16
músculos bráquio.efálico ! deltoides. s¡ coño la ca.
bez. lateral del músculo ricep6 y le ven¡ efü.e
)
r¡r 36 S¿ *pda la cab€za lateral del tfceps y el
Du!.ulo del(o¡des a lo la¡go de su lineá de lns?rctó¡t
.on el b!¿qu,@.fálico se rerae¡t junto con la vena
cef¡l¡ca pára exponer la cara late¡al de la diáfisis
huñe!al En fracturas de Ia extremid.d distal debe
loñar la precaución de identificar el neMo radial
rig. 37. S€ roúd lc extEbos ftactürados del hueso
y se lib€ran de sut úsercioneE muscula¡es r ló es-
quirlas se reúrú E-l cabo prcximal se sujeia firme-
meDte por medro de pi¡zas Stille. Una lez i¡se.tado el
clavo en el i¿l¡drc de Jacobs, se i¡troduce €n la .avi-
dad medular coú movimientos rot¡lorios, há5t¿ que la
punta emerla eñ éI tejido subcutáneo, sea en la ca¡a
medial o l¡re¡¡]. Iá piel sob¡epu€sta * co¡rá pa¡a que
el clalo soh.e6alga de 2 a 3 pls (5 a 7.5 o).
Extremidad de tornillo 
Fig. 38. Se retira el taladro para insertarlo en el ex­
tremo proximal protruido del clavo. Se introduce cui­
dadosamente el clavo en el cabo proximal, efectuando 
un movinúento rotatorio hasta que la punta asome a 
nivel de la línea de fractura. El fragmento distal es 
sujetado con pinzas para hueso y la fractura es redu­
cida introduciendo al clavo en el canal medular del 
cabo distal hasta que llegue al foramen supratroclear. 
La utilización de un clavo con cuerda de tornillo en 
uno de sus extremos, asegura la reducción evitando el 
rechazo durante el postoperatorio. 
Pin.z.u para sujetar 
4i•r------ll-
El sitio de la fractura se sujeta firmemente con pmzas para hueso para evttar rupturas al cortar 
el clavo. El punto en que se debe cortar el clavo, es determinado por medio de radiografía preope­
ratoria: y se prepara para su corte por medio de una señal realizada con sierra alrededor del clavo invo­
lucrando 2/3 de su grosor. 
Los músculos y la piel se coaptan en la forma usual. 
ARTICULACION DEL CODO 
PROCESO ANCONEO NO UNIDO 
La disfunción del proceso ancóneo en su unión con el olécranon provoca una claudica:ción in­
termitente, la que se toma en permanente al desarrollarse una osteoartritis. El tratamiento de es­
ta condición consiste en la extirpación del fragmento de hueso desprendido o desplazado. 
Fig. 39. Se coloca al perro en posición de decúbito la­
teral con el miembro enienno hacia arriba y reposando 
sobre un saco de arena. La articulación se expone por 
medio de una incisión cun·a en la piel que va de la 
extremidad distal y posterior del húmero al tercio su· 
perior del cúbito. 
Pucia subcut6.nea y 
cara inferior del 
m<uculo ancóneo 
_____ Eptc6ndl.Jo lateral 
del hó.mero 
Fig. 49. Se retraen los bordes 
de la incisión cutánea. El epi­
cóndilo lateral del húmero y el 
músculo ic6neo se encuentran 
por debajo de la fascla subcu­
tánea. 
Músculo 
ancóneo 
Proceso 
Fascia 
Fig, 42. Se extrae el proceso ancóneo separándolo a lo 
largo de su linea de inserción, utilizando para el 
efecto una legra o un osteótomo y cortando con tijeras 
cualquier adherencia posterior a la cápsula articular. 
Epicóudilo lateral 
del húmero con 
cambios 
ostcoartrfticos 
Fig. 41. Se inciden la fascia, el músculo ancóneo y la 
cápsula axttcula:r. Fle.xJonando ligeramente la articu­
lación se retraen para exponer el epicóndilo lauiral 
del húmero y el proceso ancóneo no unido. 
Fig. 43. La incisión se sutura adosando juntos el múscu­
lo ancóneo y la fascia subcutánea con puntos separa­
dos, utilizando hilo de lino; la piel se sutura en la fonna 
acostumbrada. 
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DESPRENDIMIENTO DEL EPICONDILO LATERAL DEL 
HUMERO CON FRACTURA DE TROCLEA 
Fascla 
subcutúea 
Músculo 
aucóneo 
El epicóndilo lateral está constituido por un cuello óseo relativamente frágil, que presenta una 
curvatura lateral que le aleja de la diáfisis y que se encuentra debilitado en su aspecto medial por el 
foramen supratroclear. Cualquier tensión que produzca una fractura del epicóndilo lateral, priva a 
la tróclea de su soporte lateral y se localiza la fractura a la altura del foramen supratroclear. El epi­
cóndilo se desplaza y la función normal de la articulación podrá restablecerse únicamente con una 
reducción: abierta acompañada de fijación. 
Fig. 44. El perro es colocado en decúbito dorsal con el 
miembro extendido hacia el frente. El acercamiento 
de la articulación se obtiene por medio de una inci­
sión longitudinal en la piel del codo. 
Músculo 
anc6neo 
Eplc6ndilo 
lateral 
Fig. 46. Se aisla el epicóndilo desprendido cortando sus 
inserciones con el músculo a.ncóneo. 
Fxactuza tioclear �a=á:eo 
. •.-�· ..... :,,,.,,\� 
t \t'!�\ 
- ' � J' -,·��---J,�:�f
Olécranon 
Epicóndllo lateral 
del húmeto 
Fif. 4.5. La piel es retraída medial y lateral.mente para 
expoDeT el tejido subcutáneo desgarrado y la fascia an­
o.braquial. Por debajo se pueden identificar el olécra­
non, el músculo ancóneo y el epicóndilo lateral suelto. 
Tróclea 
fracturada 
Eplc-óndllo 
lateral 
Proceso 
anc6neo 
. . . ;',· 
,, 
·. l
-�
. •,• ' 
.· -:,• 
Fif. t7. Se cortan las inserciones del músculo exten­
SOY ca.rpíuadialis. Esto permite la libre manipulación 
del epicóndilo desprendido, a la vez que éste permanece 
unido al radio por los músculos extensor digital lateral 
'! extenSOr carpiulnaris. 
C.-. lateral 
...__..,pr.acondílea 
�. 48. Ei epicóndilo desprendido es rotado para ex­
poner la tróclea fracturada. Se toma el epicóndilo con 
unas pinzas para hueso de Frosch, mientras es reali­
zado un orificio en el centro de la tróclea utilizando un 
taladro estándar de 1/5-1 plg. 
Epicóndilo 
lateral 
Cresta latenl 
rupracondilea 
Fig. 49. El epicóndilo desprendido se vuelve a colocar 
con precisión en su posición y utilizando el orificio 
realizado con el taladro como guia, se realiza un orificio 
a través de la tróclea medial. 
Fig. SO. Se introduce un tomillo de tranfixión a través 
del epicóndilo desplazado basta que emerja la punta. 
Acto continuo se coloca con precisión el epicóndilo, in­
sertando la punta del tomillo en el orificio de la tróclea 
medial. Se realiza una alineación final y se introduce 
el tornillo en la tróclea medial para obtener con esto 
una fijación segura enla reconstrucción. Durante el 
apriete final del tomillo se tiene cuidado que al alinea­
miento de la cresta supracondilea ésta no esté fracturada. 
El cierre de la herida se realiza reemplazando en su lugar los músculos y coaptándolos con puntos 
separados, utilizando hilo de lino y suturando la piel en la forma usual. 
FRACTURA INTERCONDILEA DEL HUMERO 
Una tensión similar; pero más intensa a la que cau::.a la fractura del epicóndilo lateral, resulta en 
ambos epicóndilos: lateral y medial trayendo inmedlatamente un desgarramiento de las inserciones 
de la diáfisis, lo que ocasiona una fractura imercondtlea, la que comúnmente es referida como frac­
tura en To Y. 
Epicóndilo 
medial 
Cutt¡,0 del 
h6mero 
Epicóndilo 
lateral 
Foramen 
supral.Ioclear 
Fig. 51. Diagrama de la extremidad distal del húmero, 
ilustrando una fractura úpica intereondílea. Los epicón­
dilos están separados y desprendidos de la diáfisis 
humeral. 
La reparación se lleva a cabo en dos etapas. La 
primera consiste en reparar la fractura troclear por la 
unión de los dos epicóndilos y la segunda etapa com­
prende sujetar el fuerte epicóndilo medial con la diá­
fisis. 
Tornillo de 
transfixión 
Fig. 52. La articulación del codo es expuesta como se 
describe en la reparacióo del desplazamiento lateral del 
epicóndiio (Figs. 44 a 47). Cuando se expone el epi­
cóndilo medial por separación de las inserciones del 
t.ensor de la fascia anobraquialis, el nervio radial medial 
que cruza al codo por enfrente del epicóndilo medial, y 
el nervio cub.lta.l que pasa sobre el epicóndilo medial, 
tienen que ser identificados y liberados por medio de 
disección para hacerlos a un lado. 
Los epicondilos desplazados son colocados en su po­
sición normal y unidos por medio de un tornillo de 
transfixión. La seguridad de una firme unión establecida 
tiene que ser dada por la implantación del cuello del 
tomillo de transfixión en el epicóndilo medial. 
11 
t 
� 
7,-;, 
,,,... 
� 
/ 
EXTREMIDAD DISTAL DEL HUMERO 
SECCION ESQUEMATICA 
A. Vista medial B. Vista anterior
Eplcóudilo 
medial 
Cabeza del tomillo 
de transfixión 
Clavo de 
Rush 
Clavo de 
Rush 
Fig. 53. El epicóndilo medial es sujetado con la pinza 
de Frosch y un orificio es realizado a todo lo largo del 
eje hasta que emerja en el origen de los flexores del cat• 
po y falanges. 
F'if. �- La fracrura supracondilea es reducida e in­
mo,i.liuda con un cla\'O de Rush. El clavo se inserta a 
tn.,;es del ep1condtlo medial, para entrar en la cavi­
dad meduliiJ' del humero, se introduce hasta que su 
extn:mo de gancho queda en la extremidad distal del 
epicóndilo medial 
Músculo 
anc6neo 
Músculo extensor 
carpo cu bit al 
RADIO Y CUBITO 
FRACTURA DEL OLECRANON 
El sitio más común de fractura es en el 
extremo inferior de la depresión semilunar. 
Debido a la tensión del tríceps, la reduc­
ción de la fractura no se puede mantener 
excepto si se realiza una fijación interna 
utilizando un clavo intramedular, un tor­
nillo de transfixión o bien una placa para 
hueso y tornillos.
Múcwlo tlexor 
a,;:po � 
Y�. 55.. El perro se coloca en decúbito lateral, con 
el miembro afectado hacia arriba. La fractura es expues­
ta por medio de una incisión cutánea posterolateral, 
que se extiende desde arriba del codo basta 2 plg (5.0 
cm) por abajo de la fractura.
El extensor del carpo y del cúbito, así como el 
flexor del carpo y del cúbito se separan y retraen para 
exponer la fractura, así como la superficie lateral del 
oJecranon y del cúbito. 
Inserción del tendón 
en el músculo tríceps 
Fig. 56. Se realiza un orificio hacia arriba en la ca­
vidad medular del olécranon y que desemboque en la 
inserción del músculo triceps. 
Pii. 57. En el orificio preformado se introduce un
clu·o intra.medular hasta que su extremidad aguda 
emerja en el sitio de la fractura. La fractura se reduce 
y se impacta el clavo de 2 a 3 plg (5.0 a 7.5 cm) hacia 
abajo en la cavidad medular del cúbito, basta que se ob­
tenga una inmovilización satisfactoria. 
La incisión se cierra en la forma usual y la articu­
lación del codo se fija con una férula de yeso en li• 
gera extensión. Esta medida contrarresta la tensión 
del músculo tríceps y contribuye así a la curación, evi­
tando la separación de la fractura. 
Fig. 58. Cuando las fracturas san canmínutas o la 
cavidad del cúbiro e$ muy reducida para adm.iar un 
clava intramedubr de diámetro adecuado, que sin"a 
a la fijación. se puede obtener la inmovili.z.ación colocan­
do una placa para huesa de cuatro orificios en la cara 
lateral del alécranon y del cúbito. 
Para detalles sobre la técnica de aplicación de la placa para hueso y los tornillos, véase f racrura 
de la Diáfisis del Fémur (Pág. 179 y 180). 
FRACTURA DE RADIO Y CUBITO 
Las fracturas completas e invalidantes de radio y cúbito son muy difíciles de reducir y ahnear 
correctamente, siguiendo los métodos cerrados. A menos que se obtenga una reducción y alinea­
miento correctos por medio de una inmovilización rígida, se formarán uniones defectuosas y no unio­
nes casi siempre. Por estas razones, y debido a que en el perro es esencial que el radio presente un 
alineamiento perfecto, estas fracturas se tratan satisfactoriamente con una reducción abierta y fija­
ción interna por medio de una placa para hueso y tornillos. 
Para asegurarse de haber obtenido un alineamiento correcto (de la pierna), es necesario ver y ma­
nipular el miembro. La desinfección de los dedos es esencial para prevenir la contaminación del 
campo quirúrgico. Esto representa un problema y cualquier método que se emple presenta sus desven­
tajas; pero la dificultad puede solucionarse, introduciendo el miembro desinfectado en una bolsa de 
plástico esterilizada. 
Fig. 60. La bolsa de plástico se fija con cinta a� 
va, Y se haoe pasar el miembro por la abertura de una 
sábana para laparacamía. 
Fig. 59. Se toma el miembro con unas pinzas, y se 
desinfecta de la manera usual. Se coloca una compresa 
por debajo y una bolsa de plástico cubriendo los dedos. 
Mú1culo extenaor 
cuponadial 
Fig. 61. El acercantiento al radio se realiza, incidiendo 
la cara anterior por la linea media, que va de a.bajo 
del codo, a un poco arriba del carpo. Se separan los 
bordes de la incisión, y se aisla la vena cefálica retra­
yéndola medialmente. El exnemo fracturado del radio 
se expone separando el extensor carpirradial y los 
músculos del extensor digital común, siguiendo la di­
rección de su fibras. 
La exposición y el aislamiento de los extremos frac­
turados, por medio de una disección roma, presentan 
algo de dificultad. 
"-· Q. La reducción de una fractura invalidante, pue­
de ser dificil, especialmente si fue producida varios dias, 
1 se acompaña de contracción muscular. Este proble­
ma puede soluciona.rse fácilmente, levantando los 
extremos fracturados para ajustarlos, y después regre­
sarlos juntos a su alineamiento normal. 
Para los detalles de la técnica de aplicación de placa y tornillos, ver fractura de fémur. (Págs. 
163 y 164.) 
FRACTURA DE LA EXTREMIDAD DISTAL DEL RADIO 
Las fracturas de la extremidad distal del radio no pueden inmovilizarse por medio de una pla­
ca y tomillos, si el fragmento distal es demasiado corto para tolerar dos tomillos. En razas peque­
ñas, las no uniones son complicaciones frecuentes en este tipo de fracturas. En animales jóvenes, se 
presentan problemas cuando la epífisis tiene que ser reparada. Estos casos se tratan introduciendo 
un clavo intramedular por la articulación carporradial. Esta técnica ha probado ser especialmente 
efectiva en casos de nounión, ya que el soportar e l peso produce una presión en el sitio de la frac­
tura, la que estimula la osteogénesis. 
Tendones del 
músculo 
extensor 
carpor radial 
Tendón del 
extensor 
digital común 
Fig. 63. La extremidad distal del radio es expuesta 
por medio de una incisión longitudinal en la piel sobre 
la cara anterior del carpo, extendiéndose del tercio in­
ferior del radio a la extremidad proximaldel meta­
carpo. 
Tendone, del 
músculo 
exten,or 
Carp()tradial 
Fig. 65. Se introduce un clavo intrameciular por la 
superficie articular distal del radio. En algunos c,asos, 
la realización de un orificio antes de la introd:uc:cióo 
del clavo, es de gran ayuda. 
Fractura 
Extremidad dist":-1 
del radio 
H.llera proximal do 
hunos del carpo 
F"\C- 64. Los t2ndones del extensor caipirradial y del 
ex�nsor digital común se separan a lo largo de su li­
nea de inserción y se retraen. Los extremos fractura­
dos se liberan por disección, se reducen y se alinean. 
La fascia y la cápsula articular son incididas, y se fle• 
xiona la articulación carporradial para exponer las 
superficies articulares. 
Fi&- "- El clavo se introduce hasta la mitad o los dos 
tercios de la cavidad medular del radío. Acto seguido, se 
saca 1 � plg ( 0.5 cm), se corta y se regresa basta el ni­
\-d o debajo de la superficie del cartílago articular. 
La incisión se sutura con la articulación en extensión. La cápsula articular y la fascia se adosan 
juntas con un surgete continuo, utilizando hilo de lino. Los tendones se reponen en su lugar, y la 
piel se sutura en la forma habitual. Después de la intervención la articulación es fijada con una fé­
rula de yeso. 
OSTEOTOMIA CUNEIFORME 
La umon deficiente de una fractura de radio y cúbito, que presente una distorsión muy notoria, 
puede ser realineada únicamente por medio de una osteotomía cuneiforme. 
Fig. 67. Se sujeta al perro en decúbito ventral, y con 
el miembro en extensión, se aplica un torniquete y un 
vendaje elástico. Se prepara el miembro anterior en la 
forma habitual, haciéndolo pasax por la abertura de 
una sábana abierta a manera de compresa, y envol­
viendo los dedos en una bolsa de plástico. Este método 
permite la líbre manipulación del miembro durante la 
operación. 
\1\\11111 
F°I,(. S!. (a) Se expone el extremo anterior del radio 
fracturado en la fonna descrita en la Fig. 63, y los 
tendones individuales se disecan I.Jbremente y se 
le" a.otan con unas pinzas de Allls. Se extrae una 
pon::ióo de hueso en forma de cuña del radio, en 
el punto de mayor curvatura, utilizando una sierra 
r el cúbito se extre con un osteótomo. 
(b) 
Durante estos procesos, debe tenerse cuida.do 
en conservar el aporte sanguin� del miembro. 
También debe tomarse en cuenta, que el radio no 
podrá ser alineado, hasta que no se divida el cúbito. 
Se recomienda, al cortar la porción ósea, realizar 
un corte con la sierra en �¡ulo recto con rela­
ción a la diáfisis del hueso, T angular el corte pro­
ximal, de manera de obtentt eJ ta.maño deseado de 
la porción de hueso a ser exttatda. 
El radio es alineado e :i.mnovilizado por medio de 
una placa y torn...los E.su operación produce una 
reducción de la pJe'U3. la cual está directamente 
relacionada con e1 � de la porción del hueso 
extraído. 
(e) y (d) El tamaño de la porción
extraída en la osteotomía, puede
ser exactamente medido. trazando
la línea de la porción deformada
sobre una radiografía antfiOP(b,' 
tenor. Esta porción se eJrtru y re­
gresando los extremos a su posi­
ción, se forma un hueso recto.
CARPO 
FRACTURA DEL HUESO ACCESORIO DEL CARPO 
El astillamiento del borde ventral del hueso accesorio del carpo, es una lesión relativamente co­
mún en perros galgos. 
En casos crónicos, se presenta una formación de tejido fibroso en exceso y es, por lo tanto, reco­
mendable, además de extraer la astilla, seccionar el músculo abductor digiti quinti. 
Ligamento 
carpeano 
>----------- transversal ---------
Ligamento entre 
el hueso del carpo 
," 4�f;, ,;
','.·1 ..... 
,,. 
accesorio y el No. 5 metacarpiano 
Fig. 69. Se hace una incisión oblicua sobre la piel; de 
aproximadamente 1½ plg (4.0 cm) de largo, a tra­
vés de la cara lateral del hueso accesorio del carpo. 
Los bordes de la incisión se separan para exponer el 
ligamento transverso del carpo, que se encuentra entre 
el hueso accesorio del carpo, el quin10 metacvp1ano 
y el músculo abductor digiti quind 
Fig. 71. E.1 ligamento y el músculo se retraen y se 
disecan sus inserciones. al hueso acxesorio d:e esta for­
ma se expone el borde ventral del hueso. 
E.l segmento de hueso desprendido se diseca y se 
extrae cualquier fragmento de hueso que pudiera en· 
contran;e presente, utilizando unas pinzas de Luer. La 
incisión se sutura en la forma habitual 
Fig. 70. El ligamento y el músculo digitl quinti se 
separan a lo largo de su linea de inserción, y la inci­
sión se extiende hasta cortar parcialmente el ligamento 
transverso del carpo. 
Astilla fracturada 
del hue10 accesorio 
del carpo 
FALANGES 
SUBLUXACION DE LA ARTICULACION INTERFALANGEA 
PROXIMAL 
Esta lesión es especialmente común en los perros galgos. El tejido fibroso periarticular que se 
acumula después de la lesión no estabiliza suficientemente la articulación, para que el animal pueda 
desempeñar un trabajo normal, y la articulación pueda anquilosarse debido a una artrodesis. Se in-
cide la articulación, se exponen los extremos fracturados del hueso, y se extirpa el cartílago articu­
lar. La articulación se repone en su posición normal y se inmoviliza, ya sea reemplazando los liga­
mentos desgarrados o por medio de un clavo intramedular. 
Extremidad distal 
de la primer a 
falange 
Sesamoideo 
dorsal 
Tendón <W 
n::11$C11lo ,:.ne:n�r 
dicital eom6n 
Fig. 72. La articulación se expone por medio de una 
incisión longitudinal en su cara dorsal. Se libera el 
tendón del extensor digital, junto con el hueso sesa­
moideo, y se sujetan a un lado. 
Superl!de urlculu 
proz:lma.l de la 
aerunda fa.lan¡e 
Fig. 73. Se flexiona la articulación y se extirpa el car­
tílago articulaT de los extTemos de los huesos. 
Fig. 74. Utilizando una broca de ½s plg , se perforan transversalmente, la extremidad distal de la primera fa­
lange y la extremidad proximal de la segunda falange, en forma que los orificios de entrada r salida de la broca se 
encuentren en los puntos de origen e inserción de los ligamentos colaterales respectivos. 
Se introduce un filamento de acero inoxidable (B.P.C. O o l) a través de los orificios, y colocando la articulación en 
su posición normal, se tuerce el alambre hasta apretarla lo suficiente como para anquüosub. El extremo retor• 
cido del alambre se corta cerca de la articulación, y se presiona contra la cara lateral de b �a falange. El tendón 
del extensor y el hueso sesamoideo, se regresan a su posición original y la piel se sutura en la forma habitual. 
COLOCACIÓN DEL CLAVO INTRAMEDULAR 
Fig. 75. La articulación se expone y se prepara en la 
forma descrita en las Figs. 72 y 73. Colocando la ar­
ticulación en su posición normal, se realiza un orificio 
utilizando una broca de ½
6 
plg del punto central de la 
tróclea de la extremidad proximal de la primera falan­
ge, al punto de contacto con la superficie articular de 
la segunda falange, y se continúa por el canal medu­
lar de ésta. Acto seguido, se introduce un clavo ( alam­
bre) de Kirschner, y se corta a nivel de la tr6c1ea. 
Los dos métodos descritos para anquilosar est a articulación están justificados. En la práctica, la 
sutura con alambre tiende a romperse ames que se presente la artrodesis; pero el clavo de 
Kirschner, aunque es técnicamente más dificil de introducir, asegura la completa inmovilización de la 
articulación. 
MIEMBRO POSTERIOR-CABALLO 
ARTICULACION DE LA RODILLA 
FIJACION SUPERIOR DE LA ROTULA 
La fijación superior intermitente de la rótula se presenta en todo tipo de caballos y en toclas las 
edades; pero especialmente en los ponics y en anjmales jo\ene.,; Cuando la articulación de la rodilla 
está en extensión, la rótula cabalga hacia aniba sobrl la tróclea y se desliza sobre su borde. Esto 
da como resultado una fijación tempora1. la que e:. :.e.guida casi inmediatamente por el desprendi­
miento de la rótula. 
La curación se obtiene cortando o resecando 1 _ a 1 plg l 5 a 2 5 cm) del ligamento medial de 
la. rótula (Ligamento rotuliano lateral 
Ligamento rotulianomedial 
Ligamento 
rotulla.no laterul 
Ligamento 
rotuliano medial 
Fig. 76. El ligamento rotuliano lateral es una exten­
sión del cartílago accesorio de la rótula. El cartílago se 
inserta sobre la tr6clea medial del fémur durante la fi­
jación superior. 
La inten-ención que se realiza con más frecuencia para curar esta entidad, es la desmotomía del 
ligamento rotuhano medial. Está diseñada para disminuir la tensión en el cartílago accesorio y para 
evitar que se enganche en la tróclea. 
Se acostumbra lle'\•ar a cabo la intervención con el caballo de pie y bajo analgesia local. El liga­
mento se localiza por palpación y se realiza una _incisión en la piel y en la f ascia subyacente, jus­
tamente medial a su punto medio. A través de la incisión se pasa un tenótomo en plano, debajo del 
ligamento medial y en seguida se voltea para cortarlo. El autor prefiere exponer el ligamento con el 
caballo bajo anestesia general y quüar ½ a 1 plg ( 1.5 a 2.5 cm) del largo del ligamento. 
a 
Fig. 77. El caballo se coloca en decúbito lateral con 
el miembro posterior afectado en extensión, Utilizando 
la tuberosidad t:ibiaJ como referencia, se localiza el 
ligamento rotuliano medial por palpación. 
(a) Se hace una incisión cutánea de l�f! a 2 plg (4
a 5 cm) paralela al borde medial del ligamento y
hasta la mitad, entre la tuberosidad tibial y el
cartílago accesorio de la rótula. Esto expone la
fascia subyacente.
(b) Se incide la fascia y el ligamento rotuliano medial
3..----��...J se toma con un tenáculo y se extrae a través de la 
e 
MIEMBRO POSTERIOR-PERRO 
ARTICULACION DE LA CADERA 
incisión 
(e) EJ h�a.memo se divide y se extrae 1 � a 1 plg (1.5 
a 2.5 cm La incisión se cierra coaptando la fascia 
y la piel con 3 o 4 puntos separados, utilizando 
nylon trenzado. 
AMPUTACION DE LA CABEZA DEL FEMUR 
La decapitación del fémur es frecuentemente empleada en el tratamjemo de fracturas del cue­
llo femoral, luxación superior de la epífisis femoral, y necrosis isquémica de la cabeza del fémur. 
Se forma una falsa articulación que funciona muy eficientemente, sobre todo en razas pequeñas. 
Se practican varios métodos para exponer la articulación de la cadera. pero según la experiencia 
de muchos autores, la sección y reflexión de los músculos glúteos es la técnica más recomendable. 
Con este método se obtiene una buena exposición. pcrmiuendo adosar adecuadamente la cápsula 
articular y de esta forma asegurar lc1 fonnacic."n d1,;, una eficiente ralsa articulación. 
EXPOSICIÓN DE LA ARTICULACIÓ>: DE LA C.illE.R.-' 
MfEMBRO POSTDUO 
DERECHO 
Músculo bíceps ��..-,+. j femoral :;:-,,.""';i
�-­
� 
Fig. 78. Se coloca al perro ?O decúbito lateral, con la 
articulación afectada en posición dorsal. La articu­
lación se expone por meclio de una incisión cutánea, 
que comienza 1 a 2 plg (2.5 a 5 cm por arriba del 
trocánter mayor. y se extiende distalmente a lo largo 
de la línea del fémur, para tennínar en su tercio su­
perior. Los bordes de la incisión en p1el se retraen 
y el tejido subcutáneo adiposo se separa_ para exponer 
el músculo glúteo superficial, el tensor de la fascia lata, 
y ·el músculo bicep� femoris. 
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Músculo bíceps 
femoral 
M6aculo glúteo 
medio 
�' ' 
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Fig. 80. El músculo glúteo superficial se incide si­
guiendo la dirección de sus fibras, a una distancia de 
% plg (0.8 cm) de su inserción con el trocánter mayor, 
se diseca aislado del músculo glúteo medio que se en­
cuentra por debajo, y se retrae. 
Músculo gl6teo 
supe,:fici al 
Fig. 79. Se incide el tensor de la fascia lata a lo lar­
go de su inserción con el músculo bíceps femoralis, 
éste se retrae y se aísla el músculo glúteo superficial 
por medio de una disección roma. 
MOsculo alúteo 
rupemcW 
M6sculo gl6teo 
medio 
Fig. 81. El músculo glúteo medio se aísla por medio de 
una disección roma. 
Nervio 
ciático 
Fig. 82. El músculo glúteo medio se Ulctde a cravés de 
sus fibras y se retrae para exponer eJ cono !' ¡rueso 
músculo glúteo profundo, el cual es inod.ido de la 
misma manera para exponer la cáps_ula articular. El 
nervio ciático se localiza, se aísla por medio de u.na 
disección roma y, si es necesario, se retrae. 
Acetábulo 
Fig. 84. Se toma el trocánter mayo¡- con unas pinzas 
Frosch para hueso y se retira la cabeza del fémur del 
acetábulo, basta que el ligamento se encuentre tirante. 
Se procede entonces a cortarlo con tijeras curvas. 
Músculo glúteo 
medio 
Nervio 
clinco Cápsula articular 
,,-----Músculo 
clliuo 
profundo 
Fig. 3. Se expone la cabeza del fémur, incidiendo la 
c,psula arucuJar La incisión se continúa hasta los 
do,. �te»> de la circunferencia del acetábulo y a ¼ 
pl¡: ú 3 cm) de su inserción con el borde. De esta 
=ca se obtiene suficiente tejido para la sutura. 
M6scu.lo glúteo 
profundo 
Músculo glúteo 
profundo 
T'rodnter 
nuyor 
•
DECAPITACIÓN DEL FÉMUR 
Fig. 85. En perros jóvenes es fácil amputar la cabez.a 
del fémur, seccionando el cuello femoral con el OSU!Oto­
mo. El corte debe hacerse cerca y en línea con la ep1-
fisis del fémur. Si se encuentran esquirlas de hueso des­
pués de la decapitación. deben ser extraídas con unas 
pinzas hasta obtener una superficie plana. 
Cá¡,suln 
artlculu ----i;.-..�_f J 
F1g � En penos adulto� o de razas grandes. re!:ulta 
m� �nculo utilizar una ,i�rra para amputar la cabeza 
¿el fe:n::�. Con e'>te metodo se obtiene una superficie 
¡:!,¡na : »e eluruna el pel.Jgro que �ignifica la fragmen­
tac,oo de p..1r0cula.s de bue�o como sucede cuando se 
utiliu.n p..n.z.a.s conadoras de hueso. 
FORMANDO UNA ARTROPLASIA 
Fig. 87. La cápsula articular se sutura con dos o tres 
puntos de colchonero, ucilizand0 hilo de lino. Debido a 
la inaccesibilidad de la cápsula articular, una aguja 
curva de Mayo es la de preferencia. Se colocan todas 
las suturas ames de anudarlas. 
Se regresa a su posición cada uno ce los músculos gluteos. y los bordes incididos se suturan con pun­
tos separados, utilizando hilo de ll.nO. La i..'1<:iSlón en la piel se surura en la forma habitual 
DISLOCACIO . DE L\ ARTJCCLACIO:\ DE LA CADERA 
La dislocación de la articulación de la cadera es muy común en los perros. En la mayoría de los 
casos. si el acetabulo y la cabeza femoral no son d.isplásricos, la tracción directa resulta satisfacto­
ria; pero en caso contrario o si la dislocac1ón se sigue presentando, es entonces necesario realizar 
una reducción abierta y fijación. 
Para sujetar la cabeza del fémur al acetábulo se sustituye el ligamento desgarrado por una 
prótesis de nylon trenz.ado. la cual se fija por detrás de la fosa del acetábulo por medio de un clavo 
de "barra transversa'". 
La articulación de la cadera se expone por el método ya descrito (\·er Figs. 78 a la 82). Se 
inspecciona cuidadosamente el acetábulo, para extraer cualquier coágulo de sangre, tejido de gra­
nulación, restos de la cápsula articular o del ligamento desgarrado. 
Trocánter mayor 
Fig. 88. Se realiza un orificio por debajo del cuello 
femoral, hasta el punto de origen del ligamento de,s­
garrado, por ejemplo, de la fovea capitis a la base del 
trocánter mayor ( Medida de la broca En perros de 
menos de 30 lb :l32 plg. de más de 30 lb • 64 plg 
Músculo 
bíceps 
femoral 
Fig. 90. Los cabos de nylon trenzado se enhebran en 
una aguja recta. y ésta se pasa a craves del orificio del 
cuello femoral Se regresa la cabez.a del fémur a su 
posición dentro del acetábulo, y se tensa el nylon 
trenzado. 
Fou =bular 
�beu del 
Nmuz 
Fig. 89. 1. Utilizando la misma broca, se hace \lll ori­
ficio en el centro de la fosa del acetábulo, teniendo 
cuidado de penetrar únicamente en la cavidad pélvica 
y no lesionar los órganos subyacentes. 
2. Se inserta un clavo de "barra transversa", cuyo
diámetro es ligerament.e menor al del orificio realizado, 
y en él se enhebra un hilo de nylon trenzado. (Nylon 
trenzado del No. O para perros de30 lb, y del No. 5 
para perro< de mas de 30 lb.) 
3 L"':iliz.ando una sonda delgada se introduce el 
da, o dt b.rra transversa a través del orificio, hasta 
c;'Ut ClJU en la cavidad pélvica. Se tensa entonces el 
º"Ion tt!!::u.ado. de manera que el clavo de barra trans­
SP •plique contra la superficie media del acetá· 
Músculo glúteo 
profundo 
r1&, 91. Los cabos del nylon 
=zado se tensan para ase­
;urar el ajuste adecuado de 
la cabeza del fémur en el 
•• acetábulo, antes de pasar
uno de los cabos a través
de un orificio hecho en la 
base del trocánter mayor 
• y fijarlo firmemente Lln 
' • método alternath·o consiste 
· en pasar cada uno de los
\cabos por orificio" separados
'·¡ y unirlos por medio de un
au! botón de plástico
FEMUR
FMCTURA DE LA DIAFISIS DEL FEMUR
(o. F. DIAFTSIARIA DE F.)
Las fractu¡as de fémur son las más comunes en el perm. Debido a las grandes y poderosas ma-
sas musculares que se encue[tran ¡odeá¡do a] fémur, es imposible realjzar una reducción cerrada, o
u¡a inmoülización extema. La mayo¡íe de los casos se tratan con una fijación inEamedular, perc
si la cavidad medular es excesivamente amplia, o si Ia epífisis p¡esenta una curvatura anteropo,ste-
o¡ muy Pronunciada, o bien si Ia f¡actur¿ es conmir¡uta, entonces la fijación intema con una placa
es el método de p¡efBencia,
ExposrcróN ¡r LA FRAcruR
Ft¡. 92. Sé coloca ál p.no @ d.q¡biro l¿ta.t con el
miembro afect.do hacia alnb¿
La cara late¡al del fému¡ s. q¡o. por úedio de
una i¡cisióñ eD la plel, qu€ s€ sti'Dd.. h j¿¡so de ro-
do .l féDur. del tñcánter m¡rc ¡ l¡ c¡r-¿ drslicE
d. I¡ ersLul¿,,ón de ta rodill¡ C@ 6r¿ h(sn !e
exloD. l¿ fasia láta, Ia cual 6. tnc¡d. ¡ e! re ¿ lo
l¡rso & s! líDea de ins€ición con el bte¡l. f"Eor-¡I.
F.n *DoDe. el músculó vastó t^terá1.
F¡r. xl. El vasto larerál r el biceps feñoral se separan
[Úr disección rcma y se Érlae pda expo¡er la fra.,
ru¡a. Se extrae cuaiquier coágllo de sángr€ o f¡aEme.to
de hueso que se encueDt¡en e¡ eI sitio de la fradura_
FIJACIÓN DE LA FRACTURA
_.,,,----,___ 
f. -��1:=:!
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.. ,;.�',11 
Fig. 95. Se realiza un orificio de • 64 plg en ángulo 
recto con respecto a la epífisis del fémur. y de lado a 
lado, utilizando un orificio de la placa como guía. Debe 
evitarse que la broca entre en contacto con la placa al 
hacer el orificio, lo que produciría la dispersión de par­
tículas metálicas, causantes de corrosión y reacción 
tisular. 
Clamp de Lowman 
para hueso 
FiK. !M.. Los extremos del hueso fracturado se liberan 
de sus inserciones musculares, y la fractura se reduce 
y se alinea. Continuando con la reducción, la placa me• 
tálica se coloca cuidadosamente sobre la superficie 
lateral de la epüisis del fémur, y se sujeta en esta po­
sición por medio de un clamp de autocontención de 
Lowman. 
(-·---. �---) r-,-� 
--� H--� :-:. ·<).: 
• .,f,.··"'1 : .. : ' .. �. "' 
♦-· .. ·�-�-.- .-.• 
1'
1 ' 
1 
' 
. 
Fig. 96. Se utiliza un c::::.acl:cm para determinar con 
exactitud la longitud rec;-.Lnda para el tomillo. El ex­
tremo en forma de g� se pasa por debajo de los 
dos orificios para en� con la parte externa de 
la corteza distal � L. boJa ajustable se fija contra la 
corteza proximal Se extrae el calibrador, y la profun­
didad requenda c.tl onficio se lee en la escala, o bien 
el tornillo pu� ser medido aplicándolo contra el ex­
tremo protru1do 
El d.iámecro de la epífisis de un hueso largo \·ana 
considerabl.e-meme de acuerdo a su longitud y por lo 
tanto, todos los tomillos deberán ser selecc1onados m­
dividualmente después de medir cada uno ¿� tos onfi.. 
cios. 
Camaa del 
--4-------d�l 
Tonlillo de 
Sherman 
Fig. 97. Se introduce un tornillo estándar de Shnman
de tipo ortopédico y de %� plg. Se introduce un segundo 
tomillo en cualquiera de los dos lados de la fnc1ura
para fijar la placa en su posición. 
Músculo
lateral 
t(::_:· /_{· ; 
: : : . :.· : : :.. . .. 
: :-:.· ;. '_. \.:�. . . ' .. : . ......... 
L:.-.. :_ �--
.. 
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' ·:'.(:-'.. :·.: 
. ...... ,' ..
i/. �:·.-·: 
: · .... :
Fig. 99.. Por medio de uno o dos puntos separados. en 
la comisura disuJ de la incisión, se fija al musculo
vasto lateral en su posición por debajo del blCe?S
femoral.
Pinza paza hueso
tipo Stille 
Fi;f. IS. S1 el clamp de autocontenc1ón de Lowman no
puede ser 1.uliudo de una manera sadsfactoria, unas 
pmz.a.s para hueso del opo Scille pueden de ordinario 
sen1I para mantener la placa en su posición.
M<isculo biceps 
femoral ' ,· .1 1 
.... 
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f"lf. lit. La fascia lata y la fascia del músculo bíceps
femoral se adosan con puntos separados.
SEPARACION DE LA EPIFISIS DISTAL DEL FEMUR 
La separac1on de la epifisis distal del fémur en perros jóvenes, así como la fractura supracondí­
lea en perros adultos, no son poco frecuentes. En ambos casos los cóndilos rotan hacia atrás y la 
extrenúdad distal de la diáfisis se desplaza anteriormente. 
En estos casos la reducción abierta con fi­
jación, es esencial. Se recomiendan muchos mé­
todos para inmovilizar esta fractura, pero los 
autores han encontrado que una pequeña placa 
de tres orificios aplicada en la superficie de la 
cara lateral, proporciona un perfecto alinea­
miento e inmovilización. 
ARTICULACION DE LA 
RODD..LA IZQUIERDA 
Fig. 101. Se coloca al perro en decúbito lateral, con el 
miembro afectado hacia arriba. La fractura se expone 
por medio de una incisión en la piel en la región pa.rarro­
tular, que se extiende del tercio distal del fémur al tucio 
proximal de la tibia. 
Fucia lata 
Fig. 103. Tomando la diáfisis del fémur con unas pinzas 
para hueso del tipo Stille, y la epífisis desprendida con 
unas pinzas de Frosch para hueso, se alinean los huesos, 
se ponen en contacto, y la fractura se reduce con la 
articulación en e_xtensión. 
Múaculo 
lateral 
Epfflt:l1 
fernoral 
dietal 
I>Ufiri• 
del ffmur 
Músculo bicepa 
femoral 
Fig. 102. Los músculos vasto lateral y bíceps femoral se 
separan a lo largo de su línea de inserción, y la incisión 
se extiende distalmente a través de la fascia de la ar­
ticulación femororrotuliana, y la cápsula articular. E.l 
extremo distal de la diáfisis del fémur, y la epiftsis des­
p-reodlda se aislan por medio de una disección roma. 
Tróclea 
Fig. 104. Se fija una placa de tres orificios en la cara 
lateral, colocando dos tomillos en el extremo distal de 
la diáfisis, r uno a través de los cóndilos. 
En penos de menos de 9 meses, es ne=rlo =
la placa en cuatro o seis semanas, ya que ri se deja 
más tiempo puede interferir con el crecimiento normal y 
pro�ocar una deformidad. 
Fascla lata y fascia 
de la articulación 
de la :rodilla 
Fig. 105. Es ímportante, al suturar la incisíón, asegurar­
se de que la rótula se encuentra en su posición exacta 
en la canaladura de la tróclea firmemente fijada al su­
turar la fascia y la cápsula articular contra la rótula. 
Se efectúan puntos de colchonero, utilizando hilo de lino. 
ARTICULACION DE LA RODILLA 
RUPTURA DEL LIGAMENTO CRCZADO A TERIOR 
La ruptura del ligamento cruzado anterior produce una inestabilidad mecánica articular, la que 
es seguida por una osteoartritis degenerativa.. El ob,echo del tratamiento es el de estabilizar la articu­
lación. Esto se consigue al reemplazar el ligamento desprenwdo. por tendón. piel, fascia, o un ma­
terial sintético. En la experiencia del autor la piel ha dado excelentes resultados. 
DECUBITO LATERAL - SITIO DE 
lNClSlON EN LA PlEL QUE EX• 
PONE LA ARTlCUl.AClON DE LA 
RODll.LA DERECHA 
1111111111
11111111
11111111 11111111111111111
11
111111111 
11111111111111111111111111111111 
----
EXPOSICIÓN DE LA ARTICULACIÓ:-­
DE LA RODILLA 
C6Gdllolatttal 
de la tr6dea 
Mtula 
1
1¡11 1 
Fig. 106. Se coloca al perro en decúbito dorsal, conel 
miembro afectado en extensión y descansando sobre un 
saco de arena. 
ARTICULACIOS DE LA RODll.LA 
DERECHA VlST A LA TillAL 
C.-u& 
� 
rucu de la 
.... � 
de u rochUa 
F"l,f. 107. Se llega a la articulación desde la cara lateral, 
por medio de una incísí6n pararrorular que se extiende 
desde el tercio ínferior del fémur hasta el tercio superior 
de la tibia. Esta permite la exposición de la fascia sub­
yacente, la que es incidída junto con la cápsula ar­
licular. 
Canaladura de 
la. troclea 
./·····<-�: ·::;::.":·;:.1::,2·
·' 
Cojinete de ¡rasa 
búrarrotuliana 
Se di.sloca la rótula medialmente para expo­
COJínete de grasa croclear y subrotular, éste se 
extrae para permitir una inspección detallada de la ar­
dculaclóo. 
PERFORACIÓN DE LOS TÚNELES TIBIAL Y FEMORAL 
Para asegurarse que el trasplante cutáneo cruce la fosa intercondílea en la pos1c10n original­
mente ocupada por el ligamento cruzado intacto, es necesario hacer dos orificios. Se les llama túnel 
femoral y tibia!, respectivamente, y es esencial que emerjan en la fosa intercondílea en los puntos 
exactos de la unión del ligamento. 
Fig, 109. El túnel femoral se perfora justamente desde 
el ligamento colateral lateral, y emerge en la superficie 
medial del cóncillo lateral en el punto de unión del li­
gamento cruzado anterior. (Medidas de broca: %2 plg 
Por '/4 plg, y ½
2 
plg por 31¡6 en trasplante.)
Fig. 110. Con la articulación de la rodilla flexionada 
al máximo, se perfora el túnel tibia! desde la fosa inter­
condílea para emerger hacia la extremidad distal de la 
cresta tibial. 
e� U'tlc:ul&z 
1 :!'uá.a. de la ankulad6n 
� ... r:idl:a 
Fosa intercondDca 
TubeJ<>sldad 
tibW 
Pnrp¡¡¡.c¡óN y rlJ¡.crór.¡ »p¡, lNJnnro curÁNro
rig. r¡r. El Easpl¡nte de pi.l se cola¿ p¡rálelo , a
lo largo del bo¡de de la incbión. Su s¡oror r¡n¿ de
% de plg (0.3 cm) para peEos p€queno. i xr6 plg C 5
cm) Dara perc6 s¡and€s.
¡'ia. 1i2. La piel 6€ pása a trá!és de 106 túneles femoral
y tibial torciéndolá € insertándole uÍ !€dazo de alambré
mónofilico a un extremo. El al¿mbre Ée pasa primera-
nenre pór el túnel femoral y se iala para que la piet
pas.. E¡ seguida se.o¡tinúa €l paso det elambre por et
iunel .ibiál seguido por la piel.
a.rd: ¡¡. h ai.É¡aróa
Flr: 11& Se coloca la rótu¡a €¡t l¡ Eóct a ¿l Eesplarxte
de p¡el e¡ el túnel femorrl se f¡j. .uru¡edoio ¡ Ia cáp,
sul¡ dticúta¡ y fasci¿ co! do. F¡¡rG d. .otcboDelo
ut¡li2árdo büo de li¡o. El exc.so d. p-l 6 coí¿do 
'
rig. ll4. S€ exfende le ¡odila. Se jal¡ füertem€nte el
tr¿splante de piel y se rcpliega h¿cia .Etu sobr€ la
credta tibiái, y s fija a Ia fas.iá coD d6 puntos d€
colchon€¡o utiliza¡do hilo de lino.
Fig. 1r5. La cápsula articulú r la fasci¿ se .oaptú
ju¡tas con puntos de @tcboaéD. La i¡cisión cutáne¿ se
cieEa con purtos sepdadc utiliza¡do nylon ho¡G
füco.
RUPTURA DE UN LIGAMENTO COLATERAL DE LA 
ARTICULACION FEMOROTIBIAL 
Los ligamentos colaterales pueden ser desgarrados de sus inserciones o rotos. Estas lesiones in­
terfieren con la estabilidad normal de la articulacion \ no pueden ser tratadas por inmovilización 
externa, ni por reparación del ligamento desgarrado La sustitución del ligamento colateral con 
alambre, es un método prácúco en el traramienro 
Tuberosidad 
tlbial 
Fig. 117. Para reemplazar un ligamento colateral medJ.al, 
se coloca al perro en decúbito lateral con el miembro 
afectado colocado ventralmente. El ligamento se expone 
por medio de una incisión cutánea pararrocu.br. h,.-era­
mente cmva. La incisión se extiende desde el � 
medio del ffmur hasta el tercio superior de la tibia.. 
Fig. 118. El músculo sartorio subyacente y Ja fasc.-u se 
inciden todo lo largo de la incisión y se retraen. Lo que 
resta del ligamento colateral se aísla por disecc:ion y 
se exponen sus orígenes. 
Músculo 
sartorio 
Capa de grau. 
ln!ranotUliua 
r-----,
1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 
1 1 
L.-------1 
Y"I(, ll.t.. t:o tomillo Sherman estándar de 1
12 plg es
l.OSfitado en el cóndilo del fémur en el punto de origen 
del hga.ment.0 y un segundo wrnillo es colocado por de­
bajo del cóndilo medial de la tibia. Estos dos tomillos 
se unen posteriormeme colocando un pedazo de alambre 
monofilico ( tamaño O o l) alrededor de ellos en forma de 
8. Para estabilizar efectivamente la articulación, el
alambre debe estar apretado lo suficiente para permitir
sólo un 80% del margen normal de flexión y extensión.
En algunos casos el alambre se rompe; pero para cuando esto ocurre, se ha formado suficiente 
cantidad de tejido fibroso. el que estabiliza adecuadamente a la articulación. El alambre no requiere 
de extracción, a menos que los extremos produzcan irritación considerable o dolor. 
DISLOCACIO DE LA ROTULA 
La causa más común de Ja chslocación de la rótula en dirección medial, ya sea permanente o 
intermitente, es un defecto congénito Puede deberse a una curvatura de la extremidad distal del 
fémur, a un desplazamiento de la cuberos:ídad tib1al en dirección medial o a anormalidades de la 
tróclea. El objeto de] tratamiento es el de mantener a la rorula en la tróclea y esto se obtiene ali­
neando la tracción del músculo cuadriceps de la rótula del ligamento rotuliano y de la tuberosidad 
tibia!. Los casos leves pueden ser corregidos por medio de una capsulectomía; pero la mayoría re­
quiere un trasplante lateral de la tuberosidad ahial En los casos severos una combinación de am­
bos métodos es requerida. 
CAPSL "LECTOMIA 
Se sujeta aJ perro en decúbito dorsal, con el miembro afectado extendido y descansando sobre una 
bolsa de arena. 
Tuberosidad 
tibia! 
Ligamento 
rotulia.no 
Fig. 121. Se realiza una incisión en la fascia y la cáp. 
sula articular de 1 a 2 plg de longitud, justamente por 
debajo de la rótula. Esto forma la línea de base para 
la extracción de un segmento elíptico. 
La incisión se cierra con puntos de colchonero utili­
zando hilo de lino. La primera sutura se hace opuesta 
a la línea media de la rótula y se aprieta. Después se 
hace el intento de desplazar la rótula medialmente. Si 
la operación tiene éxito, la incisión elíptica se alarga 
hasta que la dislocación manual sea imposible. Poste­
riormente se finaliza la sutura. 
Rótula 
Fig. 120. Sobre la cara anterior de la rodilla se realiza 
UIU m .. .s:.oc c..1tinea longitudinal que se extiende desde 
b � �t.al del fémur hasta el tercio superior 
ée b C!e.l.. Se repbeg,a la piel hacia ambos lados y se 
J.DCJde d trJ,.do COD«tlvo subyacente para exponer la 
r6cuh., eJ llpmento rotuliano y la tuberosidad tibia!. 
Rótula 
Fa.seta de la 
artlcul ación de 
la rodilla 
La incisión original se cierra coaptando primeramente el tejido subcutáneo con puntos separa­
dos utilizando hilo de lino y la piel en la forma acostumbrada. 
TRASPLANTE LATERAL DE LA TUBEROSIDAD TIBIAL 
La rótula, el ligamento rotuliano y la tuberosidad tibial se exponen como se ha descrito, ( ver 
Fig. 120). 
Tu bero1ldad 
tibial Rótula 
-a�
Flg. 122. El ligamento rotuliano se aísla pasando � 
bajo de él la boja del escalpelo y cortando las 1aseid> 
nes de la fascia entre la rótula y la rub-..rosidad ñbbl. 
Músculo ti blal 
anteriox 
� 1%1. Se incide la tnseretón del músculo tibia! an­
crnar a la cresa nwl 
�- lU. El músculo tibia! anterior es separado de la 
cresta tibia! por disección roma. 
Cre1ta Tuberosidad 
tibia! ti blal 
Fig. 125. La tuberosidad tibia) conjuntamente con el 
ligamento rotuliano se conan con una siena. 
. 
... •.• ).' O� T '::� 
--=-•�= 
. .... � 
Fig, 1%6. Se realizan dos cortes con la sierra para ex­
traer la tuberosidad tibia!. Uno paralelo a la tuberosidad 
Y el otro colocado distalmeme y en ángulo recto a la 
tuberosidad. 
Fig. 127. Con una legra se realiza una depresión en la 
cara anterolateral de la tibia, para formar un lecho para 
el trasplante. 
rn 
rJJ·-----, 
1 1 
1 _ 1 
1 , 1 
1 1 
1 31 
--------� 
Fi l!S. 1) La tuberosidad tibial es replegada, soste• 
c.:d.a fuertemente con una gasa y se le perforan dos 
cm.ficios, ½ y :½ti de plg separados enrre sí (0.3 a 
0.5 cm), con una broca de ªIH de plg. 
(2 Con una broca del mismo tamaño se realizan dos 
ori.flcios transversales a través de la cara anterola­
teral de la cresta tibia!. 
3 Se inserta un segmento de al..mbre monofilico de 
acero inoxidable (No. 30 a O a través de los ori­
ficios de la tuberosidad obutl 
Pif. 129. La tuberosidad tibial se trasplanta rotándola 
90• y pasando los alambres a través de los orificios 
de la tibia. Después se a1usu en el lecho que se pre­
paró. jalando los alambres y torciendo con fuerza los 
extremos. El extremo torc.ido se corta dejando aproxi­
madamente ¼ a 311; de p]g (0.3 a 0.5 cm) el que se 
presiona para que quede plano contra el hueso. 
Después de realizado el trasplante se comprueba la estabilidad de la rótula. Si es posible dislo­
carla aún, se practica una capsulectomía adicional. 
En perros grandes o inquietos se recomienda sostener la articulación con una férula de yeso basta 
que se establezca la unión del trasplante, lo que ocurre de 2 a 3 semanas. 
TIBIA 
SEPARACION EPIFISIAL DE LA TUBEROSIDAD TIBIAL 
La función eficiente de la articulación no se restablece a menos que se reduzca la tuberosidad 
tibial desligada. Una reducción abierta y fijación con un clavo de Rush es un método satisfactorio. 
Cresta tibial 
Músculo anterior 
tlbial 
�­
��,;.-:. 
Ligamento 
Le<:ho de !JI cruu 
ti bl al d«J>.-d.i.d a 
Fig. 130. Por medio de una incisión cutánea long:ltudi• 
nal que se extiende desde la rótula hasta el tercio su­
perior de la tibia, se expone la tuberosidad tibia! des­
ligada. 
Fif. 132. Se repliega la tuberos.idarl obu.l '! � realiza 
un orlhcio a través de ella en un áD�..:lo oblicuo uti­
lu.a.ndo una broca con cuerda de • 1 de pi:: 
f1f. 13L Después de la. dislocación, la rama epifisiaria 
desarrolla tejido de granulación. Para realizar una 
reducción satisfactoria de la tuberosidad tibial, es ne­
cesario extraer todo este tejido. 
Fig. 133. Se coloca cuidadosamente la tuberosidad des­
lJgada , se reoene en posición pasando un clavo de 
Rush de ¾ a l plg a través del orificio realizado y
dencro de la extremidad proximal de la tibia. 
Una �ez establecida la curación. ,e extrae el cla\'O de Rush a través de una pequeña incisión, 
bajo analgesia local. 
FRACTURA :)E L.\ DIAFISIS DE LA TIBIA 
Las fracturas de la diáfisis de la tibia i:nvanablememe se presentan con resbalamiento "< compues­
tas. Una reduccton cerrada es difícil y debido a la forma de la pierna, las férulas aportan un soporte 
inadecuado. E.sios casos se tratan por reducoón ab1ena y fijación interna, aplicando una placa para 
hueso en la cara teromedial de la diáfisis. Para detalles de la técnica ver fractura de la diáfisis 
del fémur (Págs. 1-9 � 180). 
A pesar de que existen desventajas inherentes en la utilización de un clavo intramedular, muchos 
casos son tratados con resultados satisfactorios utilizando este método, a pesar de que el extremo 
sobresaliente proximal interfiere en la función anicular normal y de la falta de hueso en la extre-
midad distal en el cual se encaje el clavo. 
TIBIA IZQUIXRDA 
- ASPECTO MEDIAL
F¡9, 13,a. I¿ ¿iáfisis de la tibia s€ exlone lbr medio
de una incisión cutáneá a lo lárgo de su cara mediát.
El tejido subcutáneo dene que se¡ in.idido y disecado
de la diáfisis para exloner correcraúenre la fráctura.
(b)
Fir. r35, (a) La inño! ización de una fráctura oblicu.
.on uD claro ¡nr.amedular! liende a separ¡r los
bordcs de ésrl
' Lu. rord". d¡ l¡ f,¿rrurá 5r !ncn y se ñ¿nr¡enc
r,:¿ Ecu!(ro¡ s¡üsfacroria colocando úno o dos
lrr.. de al¡mbE alrededor del hu.ró
El tejido subcur.rnro se co.tpl.i c.rn pi.jr.tcE sep.i.:Cs ij.::rz¡ndo hilo de lino para (ubrir la placa
ósea. La piel se surur¡ del modo accirumbr¿do.
SEPARACIO¡- DE LA EPIFISIS DISTAL DE LA TIBIA
En estos casos Ia diálisis de la tibia esrá desplezada anteriormente. Se trata ñedianre r..¡na reduc-
ción abicrta y fijación interna con un clavo inlramedula.r.
TARSO I)ERI]CHO _ VISTA LATERAL
Fis 136. La aiticulación del coñejón se exTone de6de
li .a¡.r laterai y l¿ diáfisis. desll¿zada anr€nome¡te_
!¿ r.lone en su lug¿r trac¡endo pal¡n.a con Ia articu,
i::ron en posición de cuadndipeder¡.¡ón notual. Se
It.r¡ a.¿bo la reduccióD pracrica.do u¡ orificio a
rrarés del ¡ueso r.isal del percné. et hueso tibiotáNa.l.
Ia epifis¡s d,st¿l r denr¡o de la.aidád Eedular de Ia
libia fiD¡lm€nte !e n¡se a un cl.ro d. Rush que es
i¡túducido h¡cia a¡riba en iá .avidad ñ€dular
Este procedimiento causa temporalmente una anquilosis de la articulación. La curación de la epí­
fisis se establece de 2 a 3 semanas. En seguida se extrae el clavo y la función articular se restablece 
de modo normal, toda vez que el perro intente utilizar su pata. 
ARTICULACION DEL CORVEJON 
LUXACION DE LA ARTICULACION TIBIO-TARSAL 
Las luxaciones de la articulación tibiotarsal se presentan en el perro y en el gato. Si permanece 
estable después de una reducción cerrada, se la inmoviliza con una férula de yeso; pero si se 
vuelve a luxar, es necesario llevar a cabo una reducción abierta ( fijación interna) y colocar nueva­
mente los ligamentos colaterales desgarrados. 
Hueso 
fibrotarsal 
Rotura del 
li�IO 
col.attnl 
daral 
Fig. 138. (a) El extremo inferior de la tibia y el ht.e­
so tibia! taIS� son expuestos, la articulación se 
inmoviliza por la reconstrucción de los ligamenros 
colaterales con un abo de alambre. Se realiza un 
orificio transversalmente con broca de cuerda de 
%� plg) a través de la extretn1dad distal de la tibia 
desde el punto de origen del ligamento colateral 
en el maléolo medio para emerger precisamente 
arriba del maléolo lateral y anterior a la extremi-
TARSO IZQun.::R.00-
ASPECTO :'la:DlAL 
LATERAL DE LA 
A.RTICl
º
LACIO:S 
E.l(ttem.id a_d dist.aJ 
& ta nt,.a_ 
U¡punento COlaural 
medial 
Fig. 137. Se llega a la articulación desde la cara an­
teromedial mediante una incisión cutánea ligeramente 
c:urva, desde el tercio inferior de la tibia hasta el extre­
mo superior de los huesos metatarsianos. El borde an-
1erior de la incisión se retrae y el tejido subcutáneo se 
separa por disección roma para exponer la cara antero­
lateral de la articuladón. 
Peroné 
tibio 
d.d distal del peroné. Despues se realiza un se­
gundo orificio en forma tran!.�ersal a través del
centro del hueso tibiotarsal.
b t..:n cabo de alambre de acero monofílico inoxi­
dable (medida B.P.C. O a 1 �e inserta a través 
de los orificios y se cs1.ib11iza la articulación al 
ir tensando gradualmente el alambre, hasta que 
este presente un 801ié del grado normal de movi­
miento articular. 
La incisión se cierra en la forma acostumbrada y la articulación se sostiene con una férula de 
yeso. La sutura de alambre se deja in situ indefinidamente. En algunos casos se rompe; pero para 
cuando esto sucede, se ha depositado considerable tejido fibroso periarticular el que estabiliza 
en forma adecuada a la articulación. En alambre roto sólo será necesario extraerlo cuando sus extre­
mos causen irritación o dolor. 
FRACTURA DEL HUESO CALCANEO O HUESO T
A
RSAL 
PERO EO 
Es imposible conservar una reducción precisa del hueso calcáneo sin la fijación interna, esto de­
bido a la tracción que ejerce el tendón de Aquiles. Cn método válido, habiendo realizado primero un 
orificio desde el sitio de la fractura hacia arriba y a través del tuber calcis, es el de introducir un cla­
vo intramedular o un tornillo de transfixión hacia abajo y a cravés del cuello del tuber cakis en la 
extremidad distal del hueso (ver Fig. 146). Un tomillo de transfixión es más satisfactorio, esto de­
bido a que une los fragmentos más fuertemente, por lo que se obtiene una inmovilización más rígida. 
Otro método es la utilización de una placa para hueso de tres orificios. 
Tuber 
calci1 
Fig. 139. Por medio de una incisión cutánea la frac,. 
tura se expone en la cara posterolateral de la articu­
lación del corvejón, la incisión se extiende desde arriba 
del tuber calcis al tercio medio del tarso. 
Fig. 140. El tendón del músculoOexm superficial digi­
tal se diseca de la cara posterior del hueso y se retrae. 
Fig. 141. Se reduce la fractura y se implanta la placa 
en la cara posterior del hueso debajo del tendón del 
flexor digital superlicial. Se fija en su posición utili­
zando dos tornillos que se introducen en el cuerpo del 
hueso, mientras que el tuber calcis separado se sos­
tiene en posición con un solo tornillo proximal. El 
tendón se coloca nu'!Vamente en posición normal y se 
fija a la fascia con unos puntos separados utilizando 
hilo de lino. La incisión cutánea se cierra en la forma 
usual. 
Todos los métodos de fijación interna requieren de un soporte adicional durante 2 o 3 semanas 
con una férula de yeso, manteniendo a la articulación del corvejón fija en posición levemente exten­
dida. 
FRACTURA DEL ESCAFOIDES O HUESO TARSAL CENTRAL 
Las fracturas del escafoides son comunes en el Greyhound y varían desde una fisura sin disloca­
ción o protrusión anterior de un fragmento, hasta una fractura conminuta con caída de la articu• 
!ación. Una fractura completa con desplazamiento anterior del fragmento. se reduce colocando en su
lugar al fragmento y manteniéndolo en posición con un tornillo y con una férula de yeso para soporte.
Hueso 
de la 
Tercer hueso 
del tarso -------
recunente 
Hueso 
metataulano 
Fig. 142. El escafoides fracturado se expone mediante 
una incisión cutánea vertical sobtt la superficie an­
teromedial del corvejón lateral a 1� , ena tarsal recu­
rrente. 
Fig. 143. Se aisla el fragmento y con la articulación 
en extensión se reduce con precisión. Se utiliza un 
escariador de corteza para asegurar la correcta coloca­
ción y perforación del orificio del tornillo. 
fíi. H4. Se perfora cuidadosamente el fragmento, evi­
tando que se parta. El orificio realizado llega hasta el 
hueso subyacente. 
·.- '_:�\, .. ,
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... 
' 
' 
Fig. 14_5. Un tomillo de transfixión de 1¡
2 
a J -t plg de 
largo se pasa para traer al fragmento firmemente a su 
posición. La incisión se cierra en la forma acosturn• 
bTada y el tomillo se de¡a in s1tu permanentemente. 
LUXACION DE LA ARTICULACION INTERT ARSAL 
Este accidente causa la caída del tarso, con la resultante h1perflexión del metatarso al soportar 
el peso. La reducción cenada �guida de la f.J<1C1on externa apona la estabilidad inmediata. pero 
cuando la férula es retirada y se soporta peso !>e produce una hiperflexión, lo que impide la fun­
ción articular normal La t1Jac1on m�rna es e.. un ..... o medio para lograr que el perro recupere una 
locomoción satisfactoria, en el uempo mas cono J)OS'.b!e. 
Protuberancia, 
aspecto posterior 
del cuarto hueso 
del tarso 
( 
Fig. 146. Después de la rec::cciml cerrada y con la ar­
ticulación sostenida er er=--:i se realiza una incisión 
a la manera de puñ;¡jac.¿ e::i la punta del corvejón, Pos­
teriormente un or .. Ldo e-'i �do con un ángulo lige­
ramente anterlo?' pan .,ce atraviese el os calcis a lo 
largo y casi a e:,,� éd cuarto hueso tarsal. A conti­
nuación se ir::¡:¡l..ca un tomillo de transfixión para 
mantener la :-ec� 
Otro método consiste en soportar la reducción colocando ll!!a placa hacia abajo de la cara pos­
terior de los calcis, debajo del tendón del flexor digital supzrfic:.:il y colocando el tornillo di�tal :. 
través de la protuberancia en la cara posterior del cuarto hueso carsal. 
En cualquiera de los métodos que se utilice, la fíjacion mtzrna requerirá de un soporte ad:ciana 
el que se da con una férula de yeso durante un mínimo de 3 a 4 semanas. 
INSTRUMENTOS DE ORTOPEDIA 
En cirugía ortopédica se utilizan placas, tornillos y clavos intramedulares. Son pocos los meta­
les que pueden ser dejados en el organismo sin que causen una reacción tisular severa; pero se han 
encontrado tres que son satisfactorios para implantes quirúrgicos. El primero es el acero inoxida­
ble de la variedad SMO o EN58J que es un acero inoxidable austenítico que contiene aproximadamen­
te 18% de cromo, 8% de níquel y de 2 a 4% de molibdeno. El segundo es el vitalio o vinertia, una 
aleación no ferrosa que contiene 65% de cobalto, 30% de cromo y 3% de molibdeno. El tercero 
es el titanio, el que es un elemento muy ligero. 
La elección del metal para placas óseas, tomillos, etc., es una razón de preferencia personal. Los 
autores han encontrado que los implantes de acero inoxidable son enteramente satisfactorios, ya que 
son inertes en los tejidos, resistentes a la corrosión y poseen la fuerza mecánica necesaria. 
No se deben utilizar diferentes metales en contacto uno con otro. Una placa ósea de acero ino­
xidable no deberá de ser implantada en su sitio con tomillos de vitalio, esto debido a la reacción 
electrolítica y química, lo que produce la corrosión del implante. Esto tiene como resultado una 
reacción tisular local a la que puede seguir la laceración de la herida o la no unión de la fractura. 
Se debe tener cuidado con los instrumentos utiliz.uios con implantes, ya que éstos son invaria­
blemente de diferentes metales. Los dest.OnlÍiladores pueden resbalarse, la broca puede caer en 
la orilla del orificio de una placa ósea y originar que un segmento de metal diferente sea transferi­
do; lo que puede dar lugar a corrosión y producir una reacción tisular adversa. 
PLACAS PARA HUESO 
Las placas para hueso están diseñadas para aportar la máxima fuerza con las dimensiones mini­
mas y están contorneadas ligeramente para que se adapten a la curvatura del hueso. Existen tres 
variedades de utilización común. 
o o (j 
J 
A. Placa para hueso Venable. (Fig. 1.a). Esu ;:bca no
tiele cxmtticdones entre los orificios � los mmi­
Dos y es ?:JU!' fuene, razón por la que es la ::lis sa.ds­
hrmna e::1 on.opei:lla general veterinatia. Se pae,den
obceDer en ocho medidas, desde 1½ plg (36 =
hzsu 5 ;il- (ir I:llll).
B. Placa para 11w Slwnnan (Fig. 1.b). Esta es b
placa estándar de ht:!!SO humano, pero su forma no
tiende a darle fuerza, par_ lo que tiene una utilización
limitada en ortopedia. Teterinuia. Se pueden obtener
en tamaños desde 1 plg '25..4 mm) hasta 51/2 ,>lg
(140 mm) y está abocardada para aceptar tomillos
de %
2 plg (4 mm).
Largo 
plg mm 
.... 1; 38 
- ¡J 4S 
2½ 64 
3 -6
3-; 90
J. :02 
·4' 114 
s 127 
Orificios 
4 
4 
4 
4 
4 
6 
6 
8 
Nota. Estas placas para 
hueso están abocardadas pa­
ra aceptar tomillos para hue­
so de %
2 
plg (4 mm) con 
la excepción de aquellos 
marcados ( + ), las cuales 
utilizan tornillos de %
.i 
plg 
(3.6 mm). 
-��
,Q�º---º 
C. Tablilla de contacto Eggers. (Fig. l.c). Es básicamen­
te una placa para hueso; pero con ranuras en el lugar
de los orificios normales para tornillos. Está diseñado
para ayudar a la tensión muscular longitudinal y la pre­
sión del peso sostenido para mantener los extremos
fracturados en contacto íntimo. Se puede obtener en
tamaños desde 1½ p!g (38 mm) a 5 plg (127 mm). La
ranura acepta un tornillo de %
2 
plg ( 4 mm).
Placa para hueso de trabajo duro. Esta placa tiene Sí6 
plg ( 4.8) de grueso y se puede obtener, ya sea con orifi­
cios para tomillos o bien con ranuras basta las siguien­
tes medidas: 6 plg (150 mm), 7 plg (180 mm), y 8 
plg (205 mm). Está abocardada para aceptar tornillos 
para hueso de %
2 
plg ( 4 mm). Esta placa es útil para 
la fijación de fracturas en perros grandes y en los 
animales de granja. 
Placa finger. Esta placa solamente puede obtenerse 
de vitalio. Es una placa pequeña y puede utilizarse para 
la fijación de fracturas del radio en las razas pequeñas 
de perros y en el gato. De una gama de placas, las 
siguientes se han encontrado más satisfactorias. 
Longitud de la placa ¾ de plg (19 mm), 1 plg 
'25.4 mm) 11 4 plg (31.5 mm), 1½ plg (38 mm). 
To-millo$ (Diámetro externo 3/64 plg (2.8 mm). 
�o del tomillo 
�. plg (6.3 mm) 
¾ plg (9.5 mm) 
½ plg (12.7 mm) 
o/is plg (14.5 mm) 
¾ plg (15.9 mm) 
;4 plg (19 mm) 
$118 plg (8 mm) 
11¡
6 
plg (11.4 mm) 
11/28 plg (18 mm) 
TORNILLOS PARA HUESO 
Los tornillos para retener las placas para hueso en

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