Logo Studenta

EVALUACION SENSORIOMOTRIZ

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Capitulo 129: Evaluación sensoriomotriz 
 
Autores: 
 María del Mar Sánchez Joya 
 Correo: marijoya@ono.com 
 Titulación académica: Diplomada en Fisioterapia 
 Centro de Trabajo: Fisioterapeuta Hospital Torrecárdenas. Almería. 
España 
 Antonio Jesús Alcaraz Guirado 
 Correo: algui@auna.com 
 Titulación académica: Diplomado en Enfermería 
 Centro de Trabajo: Unidad Hematología. Hospital 
Torrecárdenas. Almería. España 
 Francisco Javier Aguirre Rodríguez 
 Correo: aguirrerodriguez@wanadoo.es 
 Titulación académica: Pediatra 
 Centro de Trabajo: Servicio de Pediatría. Sección de Neurología 
Infantil Hospital Torrecárdenas. Almería. España 
 
Resumen: 
 Al valorar neonatos y niños pequeños, conocemos que en situaciones 
normales, el niño es capaz desde muy pequeño de mover los diferentes 
segmentos del cuerpo en respuesta a ciertos estímulos internos, así como a los 
movimientos del cuerpo impuestos externamente. Muchas de estas respuestas 
demuestran la habilidad innata para orientar el cuerpo, apreciar los cambios 
del cuerpo con la gravedad y los cambios con la alineación de los diferentes 
segmentos. 
 El niño es una criatura fascinante desde el punto de vista del estudio, y 
gracias a determinados sistemas sofisticados y a una gran cantidad de 
investigaciones, se ha demostrado sus posibilidades, motoras, visuales, 
auditivas y perceptivas, no reconocidas previamente de forma adecuada, 
incluso durante el periodo neonatal. 
 La evaluación sensoriomotriz correcta desde el mismo momento del 
nacimiento es muy importante para el diagnóstico, pero sobre todo para el 
pronóstico de una posible anormalidad en el desarrollo psicomotor. La 
terapia aplicada tempranamente influye de manera positiva en los avances en 
el desarrollo y en las secuelas que puedan quedar a un niño/a con parálisis 
cerebral u otro trastorno del desarrollo psicomotor, de dos formas: 
directamente, en cuanto al movimiento y postura funcional; e indirectamente, 
y como consecuencia de ello, en el desarrollo psicológico y social. Ya 
sabemos que la plasticidad cerebral es mucho más importante en los tres 
primeros años de vida. Por tanto, los objetivos de una detección precoz de un 
trastorno sensoriomotriz serán: realizar un diagnóstico funcional, sindrómico 
o etiológico suficiente; iniciar tratamiento temprano; diagnosticar 
http://www.eccpn.aibarra.org/autores/Espana/Almeria/almeria.htm#S%C3%A1nchez_Joya
mailto:marijoya@ono.com
http://www.eccpn.aibarra.org/autores/Espana/Almeria/almeria.htm#A_Acaraz_Guirado
mailto:algui@auna.com
http://www.eccpn.aibarra.org/autores/Espana/Almeria/almeria.htm#Aguirre_Rodr%C3%ADguez
mailto:aguirrerodriguez@wanadoo.es
complicaciones asociadas; prevención de los componentes secundarios y 
asesoramiento genético. 
 En este capítulo nos vamos a centrar en las formas que tenemos de detectar 
una posible anomalía en el desarrollo psicomotor en un niño desde el mismo 
momento en el que nace y durante el primer año de vida para lo cual hay que 
conocer perfectamente y hacer un seguimiento del mismo, en esta etapa. 
 Además de hacer una anamnesis y entrevistas adecuadas nuestros métodos 
de observación deben estar organizados con el fin de determinar las 
características funcionales del niño, así como la calidad del movimiento. Al 
realizar la valoración, a parte de hacer un esbozo general del desarrollo 
motor, hay que saber identificar, no sólo si el niño es capaz o no de responder 
a los estímulos; sino, que mientras se mueve, apreciamos la calidad de sus 
movimientos y los signos de normalidad y anormalidad. 
 Valoramos al niño en todas las posiciones, todos los patrones de 
movimiento, la motricidad gruesa, la fina, los reflejos, las reacciones, 
patrones posturales anormales, fijaciones de posturas, integración de las 
manos, equilibrio, etc. 
 Al mismo tiempo y como ya sabemos, que en los primeros 18 meses sobre todo, el 
desarrollo motor influye en los otros aspectos de la conducta del niño, valoramos: en 
lo sensorial, la audición y la vista; la manipulación; el lenguaje y la sociabilidad. 
 
Evaluación sensoriomotriz 
INTRODUCCIÓN 
 Cuando un niño nace, pasa de estar arropado en el útero materno teniendo 
cubiertas todas sus necesidades, a tener que mantenerse con vida fuera de ese 
cubículo tan protector. Por tanto, antes de nacer, tiene que aprender a respirar, 
escuchar, comer y a expresar lo que le sucede a sus padres. Todos estos 
aprendizajes los realiza el feto a lo largo del embarazo y cada cosa en su 
momento, como se puede demostrar con los últimos estudios en este campo y 
la posibilidad de ver como crecen los bebés dentro del útero que nos dan las 
ecografías en tres dimensiones y en cuatro dimensiones a tiempo real. 
GESTACIÓN 
 Día 41: Empiezan a salir los dedos, siendo los primeros los de las manos. 
 9 semanas: En el sistema nervioso se desarrollan 2 millones de neuronas 
por minuto (gran celeridad). El cuerpo comienza a temblar, a moverse. El 
movimiento es esencial para el fortalecimiento de los músculos y el 
crecimiento de las extremidades. Puede empezar a llevarse la mano a la boca y 
a percibir. Los movimientos no los controla el cerebro, son espasmos 
involuntarios. 
 11 semanas: Aparece el reflejo patelar ---- movimiento de las piernas. Este 
acto reflejo se considera un impulso preprogramado. Cuando los pies tocan la 
base del útero, el sistema nervioso crea una reacción muscular automática en 
las piernas. El feto rebota y salta utilizando las paredes de útero como 
trampolín. 
 12 semanas: Empieza a madurar el sistema del equilibrio. 
 16 semanas: El feto posee mucha más movilidad. Los músculos se 
flexionan, los dedos de las manos y de los pies están separados y definidos, y 
los brazos se están endureciendo. Las manos se desarrollan antes que los pies; 
tal vez porque son unos elementos sensoriales muy importantes y se 
desarrollan al mismo tiempo que lo empiezan a hacer el resto de los sentidos. 
El sistema nervioso central ha extendido sus conexiones a casi todas las partes 
del cuerpo y el cerebro ha asumido el control. 
A medida que el sistema nervioso se extiende por el feto, también lo hace su 
capacidad de responder a los estímulos. Es sensible al tacto y si le empujan a 
través del abdomen de la madre puede que se estremezca. 
 Hace variedad de movimientos: doblarse, flexionar y estirar los dedos de las 
manos, rodillas y hasta dedos de los pies. Está empezando a ser consciente del 
espacio que le rodea. 
 Recogemos información gracias de una gran variedad de órganos 
sensoriales: ojos, nariz, oídos y extremidades, y nos construimos una imagen 
mental del mundo exterior. La capacidad de saber donde está nuestro cuerpo y 
que está haciendo, coordinando los movimientos, se va refinando a partir de 
este momento y en el curso de nuestra vida gracias a un sistema constante de 
retroalimentación o Fed. back. 
 A medida que el feto explora su cuerpo, pasará mucho tiempo practicando 
el reflejo de prensión, agarrándose manos, pies, dedos, dedos de los pies, e 
incluso el cordón umbilical. 
 18 semanas: Empieza a tragarse el fluído en el que flota, el líquido 
amniótico. La madre comienza a notar los movimientos del bebé porque son 
lo suficientemente fuertes. Los ojos pueden abrirse ya en esta semana (reflejo 
de parpadeo). 
 22-24 semanas: Va a desarrollar los órganos de los sentidos que ya están 
maduros. Aprenderá a moverse. El cerebro recibe estímulos sensoriales en 
sobrecarga y empieza a interpretarlos. 
 Los sentidos serán la clave para interpretar el mundo que le rodea. Le 
permitirá ser consciente de sí mismo, interactuar con otros, explorar y 
aprender. 
 24 semanas: Saca la lengua. Los olores y los sabores pasan al bebé a través 
del líquido amniótico → oler y saborear lo que come su madre. La leche 
materna tiene un gusto y olor parecido al líquido amniótico, con lo cual la 
conocerá cuando nace. 
 La vista no la puede experimentar → en el útero estámuy oscuro. La luz 
directa del sol puede detectarla (los tonos rojos al nacer). 
 25 semanas: Ojos con pestañas. El sentido más desarrollado del feto será el 
oído. Las ondas sonoras viajan 4 veces más rápidas en el agua que en el aire. 
Primero oye los ruidos del cuerpo de su madre. Chapotea y juega con el 
líquido. El sonido de la voz de su madre le llega mejor porque es de dentro, 
hay pues, una mejor relación. 
Hace muecas y frunce el ceño cuando le molesta la onda ultrasónica; empieza 
a sentir dolor, molestias… 
Se puede apreciar el reflejo de protección a sonidos repentinos: extiende 
brazos y piernas hacia un lado. 
Reflejo de succión (labial): todo aquello que sea del tamaño del pezón y roce 
la boca del niño lo desencadena. 
 26 semanas: El feto da patadas, empujará y tiene hipo. Los últimos órganos 
vitales en formarse serán los pulmones. Hace movimientos respiratorios con 
los pulmones y el diafragma, practicando para cuando salga del vientre 
materno, fortaleciendo los músculos del pecho. 
 28 semanas: Los sentidos se encuentran activos. Entre la 28 y 32 semana el 
sistema nervioso lo tendrá desarrollado como un recién nacido. Creará un 
recuerdo. Sentirá. El sistema del equilibrio termina de madurarse con el 
sistema vestibular. 
 32 semanas: El feto reconoce y sigue una música en particular. 
 33 semanas: Los bebés entran en fase MOR, movimientos de los ojos por 
debajo de los párpados ►está soñando. El feto, a falta de un mes, ya está 
soñando. Soñar es vital, aprende experiencias y estrategias para enfrentarse al 
mundo y estimula el crecimiento y funcionamiento del cerebro. 
 
REFERENCIAS A LA HORA DE VALORAR 
 En la ANAMNESIS de un bebé con problemas sensoriomotores es 
importante tener en cuenta: la historia prenatal y del parto; la edad de los 
padres, el número de gestaciones, los hermanos... Del nacimiento, el Apgar, 
peso y posibles complicaciones: si ha necesitado reanimación, de qué tipo, si 
ha estado en la UCI y cuánto tiempo. En los prematuros es muy importante el 
tiempo gestacional del nacimiento y los resultados de las pruebas realizadas 
como consecuencia del protocolo de riesgo neurológico (EEG., ETF...). En 
resumen, debemos concretar todo aquello que pueda tener relación con el 
trastorno cerebral que presente el bebé. También, si es epiléptico y si tiene o 
no medicación. 
Qué preguntar o preguntarnos: 
 Retardo en las adquisiciones 
 Alteración en la progresión 
 Persistencia de reflejos y conductas de etapas previas. 
 Calidad no adecuada de las respuestas. 
 Formas atípicas de desarrollo. 
Signos de alerta fisiológicos: 
 Fenotipo peculiar: orejas, ojos, hirsutismo. 
 Diferente color de la piel. 
 Crecimiento anormal del PC. 
 Frontanela tensa. 
 Ojos. 
Signos motores: 
 Distonías, temblores… 
 Asimetrías. 
 Alteraciones del tono muscular. 
Visión: 
 Escaso interés 
 Movimientos oculares anormales. 
 Ausencia de seguimiento visual 
Audición: 
 Escasa o nula reacción a la voz o diferentes sonidos. 
Lenguaje: 
 Falta de diálogo vocálico o gestual en los primeros meses. 
 Escasa reacción materna. 
 No bisílabos antes de los 18 meses. 
Signos cognitivos: En los primeros meses es difícil distinguir entre un déficit 
cognitivo, sensorial o psicopatológico: 
 Escaso interés por el objeto. 
 No coordinación óculo-manual. 
 Escasa reacción ante voces o caras familiares. 
 No señalar. 
 No comprender prohibiciones. 
 Como todos sabemos, los niños sanos siguen un patrón de desarrollo o 
adquisición de habilidades relativamente claro, fácil de medir y que nos 
permite saber cuando un niño va progresando adecuadamente. Por lo tanto en 
el examen del niño se deben corroborar aquellos elementos madurativos que 
debieran estar presentes para la edad (real y/o corregida) y también para las 
edades inmediatas. 
 Para la evaluación del desarrollo psicomotor en los primeros años de vida 
existen Escalas muy utilizadas también por los psicólogos destacando: 
 Las Escalas de desarrollo de Gesell. 
 Los test de gestos de Bergès y Lézine. 
 La Escala de desarrollo motor de Brunet-Lezine. 
 Bayley Scales of Infant Development. 
 Escala de desarrollo motor de Ozeretski. 
DESARROLLO PSICOMOTOR 
CONCEPTO DE DESARROLLO PSICOMOTOR HUMANO 
 El desarrollo psicomotor se puede considerar como la evolución de las 
capacidades para realizar una serie de movimientos corporales y acciones, así 
como la representación mental y consciente de los mismos. El desarrollo 
psicomotor se manifiesta a través de la función motriz. La motricidad domina 
el comienzo del desarrollo del niño, hasta el punto de que los movimientos 
son las únicas manifestaciones psicológicas que se pueden encontrar en el 
bebé. Posteriormente, el movimiento seguirá desempeñando un papel 
fundamental en el desarrollo del niño. 
 Se distingue entre motricidad fina, especialmente de las manos y de los 
dedos, con la prensión y un gran número de movimientos derivados de ésta; y 
motricidad gruesa, constituida por movimientos de conjunto, que permiten la 
coordinación de grandes grupos musculares, los cuales intervienen en los 
mecanismos del control postural, el equilibrio y los desplazamientos. 
LEYES DEL DESARROLLO PSICOMOTOR. Vinieron dadas por Gesell. 
 Ley o gradiente céfalo-caudal. Se refiere a que el desarrollo sigue un 
patrón regular, conforme al cual las partes superiores del cuerpo 
comienzan a funcionar antes que las inferiores. Esto quiere decir que se 
controlan antes los movimientos de la cabeza que los de las piernas. 
 Ley o gradiente próximo-distal. Las funciones motrices tienden a 
madurar antes en las zonas más cercanas a la línea media del cuerpo 
que en las zonas más alejadas de esa línea. Así, el control de los 
hombros se adquiere antes que el de los brazos y éste antes que el de las 
manos. 
 Ley o gradiente general-específico. Los movimientos globales o 
generales aparecen antes que los más localizados, precisos y 
coordinados. Así, cuando un bebé quiere alcanzar un objeto, realiza 
movimientos amplios y poco coordinados con todo el cuerpo. 
Posteriormente, conforme se vaya desarrollando la capacidad de 
acercamiento de la mano al objeto, los movimientos serán más precisos 
y económicos. 
COMPONENTES DE BASE DEL SISTEMA PSICOMOTOR HUMANO 
EL TONO MUSCULAR 
 El tono es una tensión suave y constante de los músculos sanos, que ofrecen 
una ligera resistencia a su desplazamiento cuando los miembros son movidos 
de forma pasiva; por tanto, para valorarlo necesitamos mover pasivamente los 
segmentos de las extremidades. En los bebés, en muchos casos, la simple 
observación del movimiento y la postura nos indica cómo es el tono, 
valorándolo en tronco, EESS. y EEII. Puede ser Hipertono, hipotono o tono 
fluctuante. Varía, así mismo, desde una forma leve a una muy intensa. El niño 
hipertónico es poco extensible y manifiesta desde los primeros meses una 
gran movilidad que aumenta con cada una de las adquisiciones del desarrollo 
postural. La adquisición de la posición de pie y de la marcha son precoces. El 
niño hipotónico es muy extensible. Es más bien tranquilo y su desarrollo 
postural más tardío que en el de los niños hipertónicos. Prefiere los juegos de 
manipulación de objetos a las manifestaciones ruidosas. 
 Se distingue entre tono axial o tonicidad de los músculos del tronco, que 
intervienen el mantenimiento de las postural; y tono de los miembros, que 
permite el dominio de las actividades motrices. La evolución del tono no es 
homogénea. El tono axial y el tono de los miembros evolucionan de modo 
inverso. Respecto al tono de los miembros, en el recién nacido encontramos 
un alto grado de tonicidad y como consecuencia, brazos y piernas permanecen 
flexionados, siendo difícil conseguir su extensión. El tono axial, sin embargo, 
está menos desarrollado en el recién nacido, presentando un nivel bajo de 
tonicidad. En los meses siguientes, se va a ir produciendo una mayor 
tonicidad en los músculosdel tronco siguiendo la progresión céfalocaudal, 
haciendo posible que el niño pueda mantener la cabeza erguida, sentarse, 
ponerse de pie y caminar. 
 Llamamos espasticidad a un aumento del tono o hipertonía, causado por la 
cocontracción de los músculos agonistas y antagonistas debido a una lesión 
del SNC. 
 
Estimación del tono muscular 
1. Se palpan los músculos entre el índice y el pulgar. Esto tiene más valor 
cuando hay hipotonía. 
2. La determinación de la resistencia a los movimientos pasivos, 
extendiendo o flexionando el codo o la rodilla o abduciendo la cadera. 
3. Determinación de la amplitud del movimiento. Las articulaciones más 
importantes para la evaluación son la cadera y el pie. Si se precisan más 
datos se hace girar flexionar y extender el cuello y lateralizarlo. Se 
flexionan y se extienden los codos y las muñecas y se examina el signo 
de la bufanda (pasando la mano por delante del cuello hacia el hombro 
o más allá). La movilidad de la articulación de la cadera debería ser 
calculada mediante flexión hasta un ángulo constante (90º) y posterior 
abducción. Normalmente, las rodillas del recién nacido casi tocan la 
mesa en la que tiene lugar el examen, pero hay mucha menos 
abducción a las 6 semanas. La abducción de la cadera se ve restringida 
en la hipertonía (y siempre en la parálisis cerebral espástica) y en la 
subluxación congénita o adquirida de la cadera (aproximadamente 
después de las 4 semanas), en la tuberculosis de la cadera y en algunos 
niños de más edad cuando existe una contractura muscular. El aumento 
de abducción de la cadera es invariable en la hipotonía (a no ser que 
esté dislocada la cadera). La dorsiflexión del talón se ve reducida en la 
hipertonía y aumentada en la hipotonía. 
4. Balanceo de la extremidad. Se sujeta el brazo por debajo del codo, o la 
pierna por debajo de la rodilla, y se balancea rápidamente la 
extremidad, con la finalidad de observar el grado de movimiento de la 
muñeca o del talón. Si se produce un movimiento excesivo, se trata de 
hipotonía, y si es reducido, de hipertonía. Está en relación directa con el 
reflejo miotático. Si está bien realizada, es una prueba muy sensible. 
Se utiliza un test relacionado con éste para determinar el control de la 
cabeza cuando el niño tiene más edad. Si está en la posición de sentado, 
el cuerpo se bambolea de un lado a otro para evaluar el movimiento 
lateral de la cabeza: a la edad de 6 meses debería ser mínimo. 
5. Los reflejos tendinosos, el clonus aquíleo, las respuestas plantares y el 
reflejo de Moro. Una contracción exagerada de la rodilla con una 
respuesta plantar extensora, es la constante de la parálisis cerebral 
espástica. Un clonus aquíleo sostenido es una indicación de hipertonía, 
pero no es necesariamente anormal. 
 Cualquiera que sea el método utilizado, hay que observar la simetría del 
tono muscular. La asimetría es más importante que el aumento simétrico del 
tono. La hipotonía es importante, porque tiene un valor fundamental para 
evaluar el desarrollo motor. 
EL EQUILIBRIO 
 La función del equilibrio consistiría en mantener relativamente estable el 
centro de gravedad del cuerpo a pesar de las influencias del medio. 
 A mayor base de sustentación y menor altura del centro de gravedad, habrá 
más posibilidades de mantener el equilibrio. Cuanto más pequeños son los 
niños se puede observar una relación menos favorable entre los elementos 
mencionados: la base de sustentación es pequeña y móvil (los pies), y el 
centro de gravedad del cuerpo se encuentra a mayor altura que en un adulto, 
debido al gran tamaño de la cabeza en relación al tronco y las extremidades. 
Esta combinación de factores adversos hace precario el equilibrio en el niño, 
traduciéndose en caídas los cambios bruscos de dirección, los giros, y 
actividades similares. 
 El control del equilibrio depende de la integración de las informaciones que 
provienen del vestíbulo (órgano del equilibrio que se haya en el oído interno), 
de la vista y del sistema propioceptivo, con la participación del cerebelo. 
 El equilibrio es condición necesaria para toda acción diferenciada y cuanto 
más cómoda y económica sea la postura, más precisa y mejor coordinada será 
la acción. 
LA LATERALIDAD 
 El hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo, mientras que el 
hemisferio derecho controla el lado izquierdo. Los dos hemisferios cooperan a 
lo largo de la ontogénesis, pero progresivamente, con la edad y con la 
acumulación de la experiencia se especializan funcionalmente. 
 Esta lateralidad corporal se va a poner de manifiesto en la mano y el pie 
dominantes (aspecto motor), y en el ojo y el oído dominantes (aspecto 
sensorial). El uso diferenciado de uno u otro lado va a ser posible por la 
existencia del eje corporal. 
 La lateralidad traduce la capacidad de integración sensorio-motora de los 
dos lados del cuerpo y, en sus diferentes componentes funcionales (manual, 
ocular, auditiva y pedal), promueve la estabilidad del universo vivido, del que 
parten todas las relaciones esenciales entre el individuo y su entorno. 
 La integración de la lateralidad , así como, la automatización del tono y el 
equilibrio, son fundamentales para la adquisición de determinadas funciones 
psíquicas superiores, como el lenguaje, la lectura y la escritura, participando 
en su organización. 
LA CONCIENCIA CORPORAL 
 Se necesita para el adecuado conocimiento del cuerpo. Consta de tres 
elementos: La imagen corporal, el esquema corporal y el concepto corporal. 
 La imagen corporal se entiende como la experiencia subjetiva del propio 
cuerpo y la sensación con respecto a él. Es el cuerpo como uno se lo siente y 
se expresa con claridad en los movimientos que una persona hace. (Aunque 
también se puede deducir de lo que dibuja). 
 El esquema corporal regula la posición de los músculos y partes del cuerpo 
en relación la una con las otras en cualquier momento determinado, y varía 
según la posición del cuerpo. El equilibrio de una persona depende de su 
esquema corporal. Por eso, el esquema corporal se va desarrollando en el niño 
a medida que aprende a mantener una posición a voluntad y a moverse, gatear, 
ponerse de pie, caminar y adaptar sus partes esqueléticas en forma automática 
y continua para no perder el equilibrio. 
 El concepto corporal se refiere al conocimiento que tenemos de nuestro 
cuerpo, y significa que se es capaz de reconocer, identificar y nombrar las 
partes del cuerpo: mano, ojo, pie, etc. 
 La base sobre la que se asienta la conciencia corporal es la progresiva 
integración de los datos sensoriales y de los desplazamientos del cuerpo 
globales y segmentarios. Los sistemas que nos informan son: El Sistema 
propioceptivo, el Sistema interoceptivo y el Sistema exteroceptivo. Estos tres 
sistemas funcionan de forma separada hasta el cuarto o quinto mes, época en 
que comienzan a articularse y organizarse informando de lo que pertenece al 
propio cuerpo y al exterior. Al principio, el niño no distingue su propio 
cuerpo del mundo exterior y poco a poco va a ir descubriendo su cuerpo, parte 
a parte, a través de su propia acción. 
DESARROLLO PSICOMOTOR, COMPONENTES DE ACCIÓN Y SU 
VALORACIÓN 
REFLEJOS 
 Los reflejos arcaicos, presentes desde el nacimiento, pueden ser indicadores 
de un déficit motor, pero dan poca información sobre la calidad del control y 
habilidad del movimiento. Estos reflejos desaparecen asociados con las 
respuestas posturales conjuntamente con la aparición del volteo, la 
sedestación autónoma, el gateo y la marcha. Esto significa que el control de la 
postura y el movimiento depende de la aparición, desaparición e integración 
de los reflejos e indican también el aumento madurativo de las estructuras 
nerviosas que inhiben e integran los reflejos (SNC.). 
REFLEJOS Y REACCIONES 
Reflejos orales 
 Los reflejos de succión y deglución se dan en los bebés a término y en todos 
los niños prematuros, incluso enlos de menos edad. Su ausencia en un bebé a 
término sugeriría un defecto de desarrollo. El reflejo de succión se comprueba 
introduciendo un dedo o una tetina dentro de la boca y entonces se produce 
una succión vigorosa. 
 El reflejo de búsqueda se da en los bebés a término normales. 
 Le permite encontrar el pezón sin que lo dirijan. Cuando se toca 
ligeramente la comisura de la boca, el labio inferior del mismo lado baja y 
mueve la lengua hacia el punto de estímulo. 
Cuando el dedo del que lo examina se desliza hacia ese punto, gira la cabeza 
para seguirlo. Este reflejo de “búsqueda” también se denomina reflejo 
perioral o del hociqueo. Los autores franceses denominan estos reflejos como 
“reflejos de los puntos cardinales”. 
Reflejos oculares 
 Reflejos de parpadeo. Diferentes estímulos provocan parpadeo, incluso si el 
niño está dormido, o producen un tensamiento de los párpados cuando los ojos 
están cerrados. 
 Si hay dificultades para inducir el reflejo, debido a que los ojos están 
cerrados, la estimulación de la región perioral puede provocar que el niño abra 
los ojos, con lo que la prueba puede realizarse fácilmente. 
 La demostración satisfactoria de estos reflejos muestra que el estímulo, ya 
sea sonoro, luminoso o táctil, ha sido recibido, que es muy poco probable que 
exista depresión cerebral y que los músculos apropiados se contraen como 
respuesta. 
 La respuesta en ojos de muñeca. Se denomina así, porque se produce un 
retardo en el movimiento de los ojos después de haber girado la cabeza. El 
reflejo suele darse en los 10 primeros días, desapareciendo a medida que se 
desarrolla la fijación. El reflejo puede durar más tiempo en los niños 
anormales. 
 Reflejos pupilares. La pupila reacciona ante la luz, pero en el caso de los 
niños prematuros y de algunos bebés a término el tiempo de exposición a la 
luz ha de ser prolongado para provocar el reflejo; la luz utilizada no debería 
ser muy brillante, para que no cierre los ojos. 
Reflejo de Moro 
 Puede ser provocado de dos formas. Se coloca al bebé en posición supina 
con la parte posterior de la cabeza apoyada en la palma de la mano, unos 3 
cm. por encima de la mesa. Soltando rápidamente la cabeza, se consigue 
iniciar el reflejo. Otro método alternativo es aguantarlo con las manos y 
elevarlo ligeramente sobre la mesa. 
 
 El reflejo consiste en la abducción y en la extensión de los brazos. Las 
manos se abren, pero los dedos suelen quedarse curvados. Esta fase va seguida 
por la aducción de los brazos como si se tratara de un abrazo. Este reflejo está 
acompañado por lloros, la extensión del tronco y de la cabeza con 
movimientos de las piernas. 
 El reflejo es menos prolongado cuando hay hipertonía; el movimiento 
completo del brazo está obstaculizado por el tono muscular aumentado... En la 
hipertonía grave, es imposible provocar el reflejo. Cuando hay hipotonía grave 
es difícil obtener el reflejo: se encuentra muy disminuído si se han 
administrado muchos calmantes a la madre o si existe una lesión cerebral. 
La respuesta de Moro es un reflejo vestibular. Desaparece a los 3 o 4 meses 
aproximadamente. 
Reflejo de alarma 
 Este suele confundirse con el reflejo de Moro. En el reflejo de alarma, 
obtenido por medio de un ruido fuerte repentino o golpeando el esternón, se 
flexiona el codo (no se extiende, como en el reflejo de Moro) y la mano 
permanece cerrada. 
Reflejo de prensión 
 Se provoca introduciendo un dedo u otro objeto adecuado en la palma de la 
mano por el lado cubital. Cuando se estimula la palma, los dedos se flexionan 
y hacen presa en el objeto. Durante la prueba, el dorso de la mano no debería 
ser tocado, ya que esto excita el reflejo inverso y la mano se abre. Una vez 
obtenido el reflejo de prensión, puede levantarse el dedo ligeramente hacia 
arriba. Al hacer esto con un niño a término, la presa se refuerza y se produce 
una tensión gradual de los músculos que van desde la muñeca hasta el 
hombro, hasta un momento en el que el bebé se queda colgado del dedo 
momentáneamente. Se puede conseguir una respuesta similar dando 
golpecitos a la planta del pie por debajo de la base de los dedos. El reflejo de 
prensión se valora, en parte, en relación con la intensidad, con la simetría y 
con su persistencia cuando debería haber desaparecido. Debería desaparecer 
en 2 ó 3 meses y su persistencia puede indicar la forma espástica de la 
parálisis cerebral. 
Reflejo del pie 
 Consiste en una flexión viva de la extremidad y se produce como respuesta 
a un estímulo nocivo como es un alfilerazo en la planta del pie. El reflejo de 
extensión cruzada se obtiene sujetando una pierna extendida por la rodilla y 
aplicando una presión firme sobre la planta o golpeándola en el mismo lado. 
André Thomas sugirió que la respuesta plantar es obtenida más fácilmente 
sujetando el pie perpendicularmente al suelo y estimulando la parte anterior 
del primer espacio ínter óseo. Se dio particular importancia a la asimetría de la 
respuesta. Desapareció a la edad de 8 meses. 
Reflejos de posición y de deambulación 
 La reacción de apoyo de la extremidad se provoca apoyando la parte 
anterior de la tibia o del cúbito contra el borde de una mesa. El niño levanta 
una pierna para colocar el pie encima de la mesa, o eleva el brazo para colocar 
la mano encima de la mesa. 
 
 El reflejo de deambulación o de marcha se obtiene sujetando al bebé en 
posición vertical sobre una mesa de forma que la planta del pie presione 
contra ésta. Esto inicia la flexión y extensión recíproca de las piernas, 
simulando la marcha. El reflejo de deambulación desaparece en los niños 
normales a la edad de 5 ó 6 semanas, pero puede seguirse obteniendo durante 
algunas semanas más, si la cabeza del bebé está extendida cuando su pie está 
plano sobre la mesa de examen. 
Incurvación del tronco (reflejo de Galant) 
 Si se coloca al niño en suspensión ventral o se le sitúa en posición prona, la 
estimulación de la parte lateral de la columna o de la región lumbar, provoca 
la flexión del tronco hacia el lado en el que se ha producido el estímulo. De 0 
a 2 meses. 
Reflejos tónicos del cuello 
Pueden ser simétricos y asimétricos. 
 El más conocido es el asimétrico y se observa a intervalos en los bebés 
pequeños durante los 2 primeros meses. Cuando el niño se encuentra en 
posición supina y no llora, puede verse echado con la cabeza vuelta hacia un 
lado y con el brazo y la pierna del mismo lado, extendidos. La rodilla 
contralateral suele estar flexionada. El reflejo desaparece normalmente a la 
edad de 2 ó 3 meses. El reflejo se encuentra más acentuado en los bebés 
espásticos y permanece más tiempo que en los niños normales. El reflejo es, 
en parte, el responsable de evitar que el niño pase de la posición prona a la 
supina o viceversa, durante las Primeras semanas. 
 
 El reflejo tónico simétrico del cuello es provocado por la flexión o 
extensión del cuello. 
 Al levantar la cabeza del niño que se encuentra de rodillas, se aumenta el 
tono extensor de los brazos y el tono flexor de las piernas. Si el reflejo es 
fuerte el niño extiende los brazos y flexiona las piernas; la flexión del cuello 
produce el efecto inverso. Se comprueba la influencia de este reflejo en los 
niños normales cuando levantan la cabeza y los hombros en posición prona: 
les ayuda a apoyarse sobre los brazos y a pasar a manos y rodillas: El reflejo 
desaparece cuando empiezan a gatear, un movimiento que exige una 
independencia del movimiento de las extremidades de la posición de la 
cabeza. En la parálisis cerebral, el reflejo suele ser hiperactivo. 
Reflejos tónicos del laberinto 
 Estos reflejos afectan a las cuatro extremidades y están estrechamente 
relacionados con los reflejos tónicos del cuello. 
 Su efecto se aprecia mejor en la cabeza, hombros, brazos y tronco. Estando 
el niño con parálisis cerebral en posición horizontal supina, empuja con la 
cabeza hacia atrás, y la flexión pasiva puedeser resistida fuertemente. En 
posición prona, se produce la flexión de la cabeza cuello y columna y opone 
resistencia al elevamiento pasivo de la cabeza. 
 Cuando el niño normal de 4 meses o más, se encuentra en posición prona y 
la barbilla es levantada pasivamente, se produce una extensión protectora de 
los brazos con la utilización de las manos como apoyo. 
 Reflejos de enderezamiento. Son los responsables de la habilidad para 
restaurar la posición normal de la cabeza en el espacio y para mantener la 
relación postural normal de la cabeza,tronco y extremidades durante todas las 
actividades. 
Entre estos reflejos se encuentran: 
a. Reflejo de enderezamiento del cuello. Está presente al nacimiento y 
cuando más fuerza tiene es a la edad de 3 meses. Si se gira la cabeza 
hacia un lado, le sigue el movimiento del cuerpo como un todo. 
b. El reflejo laberíntico de enderezamiento actúa sobre la cabeza. Se da a 
los 2 meses y cuando tiene más fuerza es a los 10 meses. Permite que el 
niño levante la cabeza estando en posición prona (cuando tiene 1 o 2 
meses) y posteriormente cuando se encuentra en posición supina. 
c. El reflejo de enderezamiento del cuerpo, actúa sobre el cuerpo. 
Aparece a los 7 a 12 meses. Modifica el reflejo de enderezamiento del 
cuello y desempeña un importante papel en los primeros intentos del 
niño para sentarse y pasar a bipedestación. 
 Reflejo de Landau: Si el niño se encuentra en suspensión ventral, la cabeza, 
la columna y las piernas se extienden: si la cabeza se flexiona pasivamente, la 
cadera, la rodilla y los codos se flexionan. Esta reacción se produce 
normalmente desde la edad de 3 meses, se da en la mayoría de los bebés hasta 
los 6 meses y se vuelve cada vez más difícil de producir cuando tienen 1 año. 
Se observa la ausencia de este reflejo en niños de más de 3 meses con 
debilidad motora, parálisis cerebral y deficiencia mental. 
La reacción de paracaídas 
 Aparece a los 6 a 9 meses y es constante a lo largo de toda la vida. Este 
reflejo se provoca sujetando al niño en suspensión ventral y bajándolo 
repentinamente hacia la mesa de examen. Extiende los brazos como para 
protegerse de la caída. 
 
 Las reacciones de apoyo son similares: aproximadamente desde los 5 a los 
7 meses, cuando el niño se encuentra en la posición de sentado, se le ladea 
hacia un lado o hacia atrás, extiende los brazos hacia la posición adecuada 
como si se protegiera de la caída. 
Reflejos tendinosos 
 Los reflejos tendinosos más útiles y más fáciles de comprobar son los del 
bíceps, los reflejos rotulianos y los supinadores. Suelen darse de forma 
exagerada en la parálisis cerebral espástica. En las enfermedades del tracto 
piramidal, se aumenta considerablemente el área en que puede obtenerse los 
reflejos tendinosos -del mismo modo que aumenta en los niños de más edad el 
área en el que se produce la respuesta plantar. 
REACCIONES NEUROMOTRICES 
 Principalmente en el desarrollo se produce por la intervención paulatina de 
tres tipos de reacciones automáticas: reacciones de enderezamiento, 
reacciones de equilibrio y reacciones de protección; que a su vez nos van a 
proporcionar los patrones de coordinación de la postura y el movimiento 
básicos, que son: control cefálico, volteo, cambio postural a sentado, rodillas, 
bipedestación. Estos patrones van a ser la base sobre la que se asienten las 
actividades más evolucionadas. 
 Su valoración no es útil para observar cómo el niño, desde pequeño, usa y 
adapta la información sensorial, la capacidad de adaptar su posición en el 
espacio y con relación a los diferentes segmentos de su cuerpo a través de 
unos cambios posturales impuestos por el examinador. Esta valoración o 
motricidad dirigida, pone en juego el tono activo. Son ejercicios del 
fisioterapeuta, enderezamientos y desplazamientos en los diferentes planos del 
espacio, que tienen por finalidad provocar una serie de gestos y cambios de 
postura en los diferentes segmentos del cuerpo: cómo orientar la cabeza 
respecto al cuerpo, las extremidades y el espacio a partir de la información 
sensorial, de manera que al provocar movimientos activos de los músculos se 
provoca información propioceptiva al cerebro. En esta exploración 
diferenciamos respuesta normal o anormal; si el niño puede modificar o 
cambiar voluntariamente; o si no puede modificar el esquema neuromotor 
anormal. 
Reacciones en suspensión ventral: grado de extensión de cabeza y piernas. 
 
 
Reacciones en suspensión dorsal: tendencia a la extensión de las EEII. 
 
Reacciones en suspensión lateral: grado de extensión y giro completo en 
suspensión para ver si reacciona siempre igual para todos los ángulos. 
 
En sedestación, los desplazamientos del cuerpo sobre las nalgas en el eje 
corporal. 
En cuclillas: ver si es capaz de mantener su peso sobre la gravedad y 
adaptarse a las variaciones de los movimientos manteniendo sus piernas 
simétricas. 
 
Maniobra de pull to sit: de supino a sedestación traccionando de las manos 
con abducción de brazos observando el control de la cabeza. 
 
Volteo provocado desde los brazos: se tracciona del brazo y el niño apoya el 
antebrazo y eleva la cabeza. 
Volteo desde la cabeza 
Volteo desde las piernas. 
 
De supino a sedestación: traccionamos del brazo en posición oblicua y 
provocamos que se siente apoyando el antebrazo y la mano contrarios. 
 
Elevación del niño del plano de apoyo cogiéndolo por las axilas, notamos 
si sostiene nuestras manos y si hace movimiento simétrico de los pies. 
 
DESARROLLO PSICOMOTOR NORMAL EN EL PRIMER AÑO DE 
VIDA 
Recién nacido. 
 Actitud en flexión tanto en supino como en prono. 
 Hipertonía fisiológica porque no está inhibida la acción de los 
antagonistas. 
 Puños cerrados. 
0 – 3 meses: 
 Reflejo de Grasping (prensión de dedos). 
 Supino: movimientos globales, simétricos, variables (pataleo 
arrítmico). 
 Prono: gira la cabeza. Pequeña extensión cefálica. Dependiendo del 
tono las extremidades inferiores presentan mayor o menor flexión y la 
pelvis progresa hacia la extensión. Los codos están retrasados con 
respecto a los hombros. Presenta movimientos reflejos de reptación. 
 Maniobra de “ pull to sit”: 
 Primero la cabeza queda colgando en flexión sobre el tronco. 
 Segundo, queda alineada con el tronco. 
 Tercero, queda retrasada respecto al tronco. 
 Estímulos auditivos: aumenta el estado de alerta si se le habla 
suavemente. 
 Estímulos visuales: es capaz de seguir a una persona cuando se mueve. 
Sigue mejor los objetos redondos. A las pocas semanas sigue mejor la 
cara de la madre. 
 Propiocepción: se tranquiliza al cogerlo en brazos, en contacto con la 
piel. 
 Manipulación: no hay actividad, abre más o menos las manos 
pudiéndose llevar accidentalmente las manos a la boca. Grasping. 
Niño 3 – 4 meses: mantiene la cabeza en la línea media, pudiendo realizar la 
extensión completa de la misma en posición prona. Tiende a la extensión de la 
cadera y la pelvis ya contacta con el plano por la progresión de la extensión. 
 Supino: al traccionar para sentarlo, aún no colabora con las extremidades. 
 Manipulación: puede mantener el sonajero por el reflejo de grasping, que 
aún conserva, pero ya empieza a hacerlo de forma consciente. 
 Auditivo: sonríe fácilmente ante la voz del adulto. 
 Visual: sigue más con la mirada, ampliando el recorrido. 
Niño 4 – 6 meses: 
 El cuarto mes es el período de la simetría, con la cabeza en el centro y 
también es el tiempo del control en decúbito prono. 
 
 El quinto mes es el tiempo de llevarse los objetos a la boca. 
Prono: 
 Patalea con flexo-extensión de la rodilla sin independencia de la pelvis. 
 Movimientos natatorios de flexo-extensión de los brazos. 
 Apoyo sobre antebrazos. 
 Va iniciando la transferencia de peso a un hemicuerpo, liberando otro. 
Manipulación: 
 Se lleva las manos a la línea media. 
 Se toca las rodillas, levantando las piernas o flexionando la cabeza.Sociabilidad: se ríe a carcajadas. 
Propios del 5º y 6º mes son: 
 La prensión en rastrillo, rasca la superficie. 
 En la maniobra de pull to sit, participa con las extremidades. 
 En supino, hace progresos de flexión contra la gravedad. 
A partir de los 6 meses: 
 
Combina patrones flexores y extensores. 
Supino: 
 Juega con sus pies. 
 Realiza el “puente” con su pelvis. 
 Pataleo: no le gusta esta posición. 
Prono: apoya las manos con los codos extendidos. Coge un juguete 
apoyándose en una mano. 
Comienzan las reacciones de equilibrio: 
 En decúbito: a los 7 meses. 
 Sentado: a los 8 meses. 
 A gatas: a los 9 meses. 
 De pie: a los 12 meses. 
Pull to sit: empiezan a participar las extremidades inferiores con flexión y 
abducción. 
Sentado: se mantiene unos momentos con apoyos anteriores. La reacción de 
paracaídas aparece a los 6 – 9 meses. 
Volteo: del decúbito prono al decúbito supino. 
De pie: realiza flexo-extensión de piernas, posición de saltador. 
Entorno: 
 Muestra interés por diferentes cosas. 
 Reconoce personas. 
 Anticipa actividades como las comidas, el baño,… 
Lenguaje: repite sonidos de adultos. 
Visión: mira caer un objeto, observando. 
Manipulación: coge un objeto y lo sacude. Se destapa la cara con las manos. 
7 - 8 meses: 
 
 Hay un progresivo control de la sedestación y un aumento de las reacciones 
de paracaídas y apoyos laterales. 
 Va manipulando mejor: le permite retener un objeto en cada mano. (Hasta 
este momento si cogía uno con una mano, soltaba el de la otra mano). 
Entorno: 
 Explora el objeto. 
 Juega a destaparse y taparse. 
 Juega y le gusta su imagen en el espejo. 
 No acepta al extraño. Se angustia al reconocerse diferente a los demás. 
No sabe que el objeto permanece aunque esté fuera del alcance de su 
vista. 
9 meses: 
 Mantiene la sedestación sin apoyos y realiza la extensión completa del 
tronco. Puede iniciar desplazamientos a gatas y utiliza el arrastre, primero 
hacia atrás para aumentar el control de los hombros. Para practicar el gateo, 
utiliza el balanceo. El avance correcto es realizándolo con las extremidades 
contralaterales, es decir, pierna izquierda, brazo derecho y después pierna 
derecha, brazo izquierdo. Hay niños un poco más hipertónicos que saltan esta 
etapa, aunque luego pueden gatear si quieren. Otros niños con bajo tono les 
gusta estar sentados y no en prono, y se arrastran sentados. En bipedestación 
echan el peso sobre sus piernas cuando se les coge de las manos. 
Entorno: 
 Les gusta más la calle. 
 Echan los brazos a las personas. 
 Sabe y reconoce cómo utilizar cosas. 
 Se anticipa a nuestros movimientos. 
 Coge cosas de un recipiente. 
 Combina sílabas dobles. 
9 – 12 meses: 
 
 Se sienta sólo desde la postura de gato y la supina. Se apoya posteriormente 
(reacciones de apoyo posterior) 
 Utiliza algún tipo de desplazamiento. 
Manipulación: 
 Usa la pinza superior. 
 Suelta objetos voluntariamente. 
Entorno: 
 Aumenta la compresión del lenguaje. 
 Niega con la cabeza. 
 Juega con la pelota. 
 Provoca situaciones que producen risa y solicita ayuda del adulto. 
 Busca un objeto escondido. 
 Puede acercar un objeto tirando del cordón. 
12 meses: 
 
 Se mantiene de pie cogido y lo hace agarrándose desde la posición de 
rodillas, primero levantando las dos piernas juntas y después una y luego la 
siguiente. Empieza la marcha lateral agarrándose (marcha en cabotaje). 
 Marcha libre, primero con gran inestabilidad pero con buenas reacciones de 
equilibrio y apoyo al caerse. 
Entorno: 
 Hace la pinza. 
 Inicia la alimentación sólo. 
 Conoce dentro – fuera. 
 Comprende el significado de algunas palabras 
 Mira lo que conoce. 
 Utiliza las primeras palabras prospectivas. 
 Ayuda a vestirse y desvestirse. 
RESUMEN DEL DESARROLLO DE LAS MANOS 
 
 
1 mes: 
 Reflejo de grasping. 
 Puños cerrados. 
 Se chupa las manos. 
2 meses: 
 Disminuye el reflejo de grasping. 
 Las manos se abren siendo el dedo índice el último. 
3 meses: 
 El grasping no existe. 
 Las manos están abiertas. 
 Mantiene, mira, sacude el sonajero. 
 Realiza pequeños movimientos. 
4 meses: 
 Coordinación viso – manual 
 Prensión 
 Aproxima objetos a la boca 
 Retira la sabana 
5 meses: 
 Prensión palmar-cubital. 
 Juega con sus pies. 
6 meses: 
 Se pasa objetos de una mano a otra. 
 Visión – prensión perfecta. 
 Suelta un objeto cuando se le ofrece otro. 
7 meses: 
 Coge objetos rascando por el lado radial. 
 Extiende el brazo al lanzar un objeto. 
8 meses: 
 Radial, digital (tenaza) pero no presenta oposición. 
9 meses: 
 Usa el pulgar e índice (tijera) para coger objetos más pequeños. 
10 meses: 
 Si la mano tiene apoyo→pinza pulgar -índice 
 Coge objetos muy pequeños, pero no soltando. 
 Se aproxima objetos con el índice. 
11 meses: 
 Pinza perfecta. 
 Mete cubos en una taza. 
 Bebe de una taza con ayuda. 
12 meses: 
 Prensión fácil y precisa. 
 Dificultad en soltar objetos pequeños. 
 Juega con cubos. 
BIBLIOGRAFÍA 
 Bobath-Kong. "Trastornos cerebromotores en el niño”. Edit. 
Panamericana. 1986 
 Bobath K-B. “Desarrollo psicomotor normal”. En Notas del curso de 8 
semanas 2001-2002, S. Joan de Deu (Barcelona). 
 Cobos, P. “El desarrollo psicomotor y sus alteraciones: manual práctico 
para evaluarlo y favorecerlo”. Madrid. Edit. Pirámide. 1995. 
 Illingworth.R.S. "El desarrollo infantil en sus primeras etapas, normal y 
patológico". Edit. Médica y técnica S.A. 1989 
 Le-Métayer. "Reeducación cerebro motriz del niño pequeño. Educación 
terapéutica”. Edit. Masson S.A. 1995 
 National Geographic. “En el vientre materno”. DVD. Vídeo. Depósito legal: M. 
23834-2005. Compañía audiovisual.

Continuar navegando