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VINCULOS DE NOC,NIC A NANDA 3RA EDICION(1) (1)

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LOS LENGUAJES 
La enfermería pugna por conformar una base de conoci- 
mientos que sirva de apoyo a la práctica profesional y 
mejore la calidad de los cuidados que proporcionan las 
enfermeras en diversas situaciones en el marco del con- 
junto de la asistencia sanitaria. Esta necesidad de repre- 
sentación y clasificación de la base de conocimientos 
enfermeros continúa siendo un aspecto clave para la 
profesión (Kautz, Kuiper, Pesut y Williams, 2006). Para la 
consolidación de esta base de conocimientos es esencial 
la adecuada comprensión de los diagnósticos de enfer- 
mería, los resultados del paciente y las intervenciones 
enfermeras (Lavin, Meyers y Ellis, 2007). La práctica 
ayuda a las enfermeras a mejorar su experiencia en la 
práctica clínica y a dilucidar las relaciones que existen 
entre los problemas, los resultados y las intervenciones 
en un área de especialidad determinada o con una po- 
blación específica de pacientes. En nuestros días, Internet 
también cuenta como un recurso para las enfermeras 
que buscan información sobre la práctica profesional 
actual. 
Ya en 1969, Abdellah afirmaba que los diagnósticos de 
enfermería eran la base de la ciencia enfermera (Abdellah, 
1969). La necesidad de utilizar lenguajes de enfermería 
estandarizados (LEE) se ha estado debatiendo en las pu- 
blicaciones profesionales durante los últimos 35 años 
(Anderson, Keenan y Jones, 2009; Bakken y Currie, 2011; 
Clancy, Delaney, Morrison y Gunn, 2006; Dochterman y 
Jones, 2003; Fischetti, 2008; Gebbie y Lavin, 1975; Hunt, 
Sproat y Kitzmiller, 2004; Jones, 1997; Keenan y Aquilino, 
1998; Lunney, Delaney, Duffy, Moorhead y Welton, 2005; 
Maas, 1985; McCloskey y Bulechek, 1994; McCormick, 
1991; Muller-Staub, Needham, Odenbreit, Lavin y Van 
Achterberg, 2007; Pesut, 2006; Zielstorff, 1994). Un len- 
guaje de enfermería uniforme atiende varios propósitos, 
entre los que cabe citar los siguientes: 
• Proporciona un lenguaje estándar que facilita la 
comunicación entre los profesionales enfermeros, 
entre enfermeras y otros profesionales sanitarios, y 
también con el público. 
 
© 2012. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 
• Permite recopilar y analizar información uniforme 
que permite documentar la contribución de las en- 
fermeras a los cuidados del paciente. 
• Facilita la evaluación y la mejora de los cuidados 
enfermeros a través de la evaluación del resultado. 
• Favorece el desarrollo del conocimiento enfermero 
como soporte del proceso de enfermería. 
• Sirve de apoyo para el desarrollo de sistemas de in- 
formación clínica electrónicos, así como para del 
dossier electrónico del paciente. 
• Aporta los conceptos destinados a constituir bases 
de datos electrónicas que permitan la mejora de la 
calidad y la investigación sobre la eficacia. 
• Aporta información para la formulación de políticas 
públicas y organizativas referidas a salud y cuidados 
enfermeros. 
• Facilita la enseñanza de las habilidades de razona- 
miento clínico a los estudiantes y las enfermeras 
noveles. 
La contribución de los lenguajes estandarizados a la 
práctica y el desarrollo de la enfermería se describe con 
detalle en los artículos mencionados anteriormente, así 
como en los libros que describen la clasificación de las in- 
tervenciones de enfermería (Bulechek, Butcher y Dochter- 
man, 2008; Dochterman y Bulechek, 2004; McCloskey y 
Bulechek, 1992, 1996, 2000) y la clasificación de los resul- 
tados de enfermería (Johnson y Maas, 1997; Johnson, Maas 
y Moorhead, 2000; Moorhead, Johnson y Maas, 2004; 
Moorhead, Johnson, Maas y Swanson, 2008). 
En la presente obra se ilustran los vínculos entre tres de 
los lenguajes estandarizados reconocidos por la American 
Nurses Association (ANA): 1) los diagnósticos desarrollados 
por NANDA Internacional (NANDA-I); 2) las intervencio- 
nes contenidas en la Clasificación de Intervenciones de 
Enfermería (NIC), y 3) los resultados contenidos en la Cla- 
sificación de Resultados de Enfermería (NOC). La presenta- 
ción de los vínculos existentes entre esas clasificaciones 
constituye un importante avance que facilita el empleo de 
estos lenguajes de enfermería estandarizados en la práctica, 
la educación y la investigación. La implementación conjunta 
 
1 
Lenguajes y desarrollo de vínculos 
Sue Moorhead y Joanne McCloskey Dochterman 
 
CAPÍTULO 1 
2 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
DEFINICIÓN: Desarrollo de una percepción negativa de la propia valía en respuesta a una situación actual 
(especificar) 
CARACTERÍSTICAS DEFINITORIAS: Evaluación de sí mismo como incapaz de afrontar los acontecimientos, 
evaluación de sí mismo como incapaz de afrontar las situaciones, expresiones de impotencia, expresiones de 
inutilidad, conducta indecisa, conducta no asertiva, verbalizaciones de negación de sí mismo, informes verbales 
de que la situación actual desafía su valía personal 
FACTORES RELACIONADOS: Conducta inconsistente con los valores, cambios del desarrollo, alteración de la 
imagen corporal, fracasos, deterioro funcional, falta de reconocimiento, rechazo, cambio en el rol social 
 
de NANDA-I, NOC y NIC (NNN) también ha aumentado 
la capacidad práctica y la eficacia en el tratamiento de los 
datos de enfermería (Lavin, Avant, Craft-Rosenberg, Herd- 
man y Gebbie, 2004). Los profesionales enfermeros se enfren- 
tan a situaciones clínicas complejas donde la interpretación 
de los datos del paciente es compleja y diversa (Lunney, 2003) 
y está dirigida por el propio contexto de la asistencia (Levin, 
Lunney y Krainovich-Miller, 2004). Estos vínculos favorecen 
el pensamiento crítico y las habilidades de razonamiento que 
necesitan los profesionales enfermeros para atender a los 
pacientes que presentan múltiples afecciones crónicas. La 
relación entre el uso de los lenguajes de enfermería estanda- 
rizados y el pensamiento crítico está bien documentada en la 
literatura enfermera (Bartlett et al., 2008; Bland et al., 2009; 
Farren, 2010; Fesler-Birch, 2005; Kautz et al., 2006; Lunney, 
2003, 2006, 2009; Pesut y Herman, 1998, 1999; Simmons, 
Lanuza, Fonteyn, Hicks y Holm, 2003). En una revisión de la 
bibliografía llevada a cabo por Anderson et al. (2009), se 
constataba que NANDA-I, NIC y NOC proporcionaban el 
«patrón de sostenibilidad más eficaz y destacado» (pág. 89). 
Por primera vez, este libro contiene los vínculos de NOC y 
NIC con algunas de las afecciones clínicas más comunes que 
las enfermeras atienden conjuntamente con otras discipli- 
nas. Para las personas que no estén familiarizadas con los 
lenguajes, a continuación se describe brevemente cada una 
de esas clasificaciones. 
NANDA Internacional 
El uso del lenguaje de enfermería estandarizado comenzó 
en los años setenta con el desarrollo de la clasificación de 
diagnósticos NANDA. Un diagnóstico de enfermería se 
define como un «juicio clínico sobre las respuestas de un 
individuo, familia o comunidad a problemas de salud o 
procesos vitales reales o potenciales. Un diagnóstico de 
enfermería proporciona la base para seleccionar las inter- 
venciones de enfermería que permiten alcanzar los resul- 
tados de los cuales el profesional enfermero es responsable» 
(NANDA Internacional, 2009, pág. 419). Los diagnósti- 
cos de enfermería describen las necesidades reales y po- 
tenciales (existe el riesgo de desarrollo), así como las 
necesidades de promoción de la salud. Los elementos de 
un diagnóstico NANDA-I real son la etiqueta, la defini- 
ción del diagnóstico, las características definitorias (sig- 
nos y síntomas) y los factores relacionados (causales o 
asociados), como se resume en la tabla 1-1. Los elemen- 
tos de un diagnóstico de riesgo, según establecen las di- 
rectrices de NANDA-I, son la etiqueta, la definición y los 
factores de riesgo asociados. Los elementos de un diag- 
nóstico de promoción de la salud son la etiqueta, la defi- 
nición y las características definitorias. Una excepción es 
la disposición para mejorar la resiliencia, que también 
incluyelos factores relacionados. 
La NANDA fue creada en 1973, cuando un grupo de 
enfermeras se reunió en St. Louis, Misuri, y organizó la 
primera Conferencia Nacional del Grupo para la Clasifi- 
cación de Diagnósticos de Enfermería (Gebbie y Lavin, 
1975). En 2002 se cambió el nombre de la organización, 
que pasó a ser NANDA Internacional, con el fin de refle- 
jar mejor la integración en ella de numerosos países. 
NANDA Internacional es una organización dirigida por 
un presidente y un comité de directores, todos ellos 
electos. El Comité para el Desarrollo de Diagnósticos 
(DDC) revisa los diagnósticos nuevos y mejorados, que 
son enviados por los miembros de la organización, y el 
Comité de Taxonomía añade esos diagnósticos a la es- 
tructura taxonómica y perfecciona la taxonomía. En 
2009, la clasificación NANDA-I contenía 202 diagnósti- 
cos. La Taxonomía II fue publicada en 2003 por primera 
vez, con 13 dominios y 36 clases. Los representantes de 
NANDA-I, junto con representantes de NIC y NOC, 
participaron en el desarrollo de la Taxonomía de la Prác- 
tica Enfermera, una estructura unificadora que permitía 
 
 
 
 
 
 Autoestima, situacional baja-00120 
Tomado de NANDA Internacional. (2009). Nursing diagnoses: Definitions and classification 2009-2011 (p. 193). West Sussex, United 
Kingdom: Wiley-Blackwell. 
Ejemplo de un diagnóstico NANDA-I TABLA 1-1 
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Lenguajes y desarrollo de vínculos 3 
 
 
 
la ubicación de diagnósticos, intervenciones y resultados, 
publicada también en 2003 (Dochterman y Jones, 2003). 
La terminología NANDA-I se ha traducido a 15 idiomas 
y se utiliza en 32 países. La organización NANDA-I pu- 
blica un libro de la clasificación cada 3 años y patrocina 
el International Journal of Nursing Terminologies and 
Classifications, denominado anteriormente Nursing Diag- 
nosis: The Journal of Nursing Language and Classification. 
Se puede consultar más información sobre la organiza- 
ción y la clasificación en www.NANDA.org. 
NIC 
La investigación destinada a desarrollar un vocabulario 
específico y una clasificación de las intervenciones de en- 
fermería comenzó en 1987, con la formación de un equipo 
de investigación liderado por Joanne McCloskey (actual- 
mente, Joanne Dochterman) y por Gloria Bulechek, de la 
Universidad de Iowa. El equipo desarrolló la Clasificación de 
Intervenciones de Enfermería (NIC), una clasificación es- 
tandarizada y exhaustiva de las intervenciones de enferme- 
ría, que fue publicada por primera vez en 1992. A diferencia 
del diagnóstico de enfermería o del resultado del paciente, 
en los que la atención se concentra en el paciente, el centro 
de atención en las intervenciones de enfermería es la con- 
ducta enfermera, es decir, las acciones de los profesionales 
que ayudan al paciente a progresar hacia la consecución de 
un resultado deseado. 
Una intervención se define como: 
Cualquier tratamiento basado en el juicio clínico 
y el conocimiento que una enfermera lleva a cabo 
para mejorar los resultados de un paciente. Las in- 
tervenciones de enfermería incluyen cuidados tanto 
directos como indirectos, destinados tanto a los indi- 
viduos como a las familias y la comunidad, e inicia- 
dos por la enfermera, el médico u otro profesional 
sanitario (Bulechek, Butcher y Dochterman, 2008, 
pág. xxii). 
Cada intervención NIC está integrada por un nombre de 
etiqueta, una definición, un conjunto de actividades que 
indican las acciones y principios que constituyen la admi- 
nistración de la intervención, y una breve lista de lecturas 
de apoyo, según se ejemplifica en la tabla 1-2. El nombre de 
la etiqueta y la definición de la intervención son el conte- 
nido estandarizado y no deben, por tanto, modificarse 
cuando se usa un término NIC para documentar el cui- 
dado. Sin embargo, el cuidado enfermero puede ser indivi- 
dualizado mediante la elección de las actividades. A partir 
de una lista que contiene entre 10 y 30 actividades por in- 
tervención, la enfermera seleccionará las actividades más 
apropiadas para el individuo, la familia o la comunidad en 
particular. Además, si es necesario, la enfermera puede 
añadir nuevas actividades, si bien todas las modificaciones 
y adiciones deben ser coherentes con la definición de la 
intervención. 
La NIC es objeto de una continua actualización y ya se 
han publicado cinco ediciones. La edición de 2008 contiene 
542 intervenciones y más de 12.000 actividades. Para facili- 
tar su aplicación, las intervenciones se agrupan en 30 clases 
y siete dominios destinados a servir de marco para la taxo- 
nomía de la clasificación. NIC se puede utilizar en cualquier 
entorno (desde la unidad de cuidados intensivos a la asis- 
tencia domiciliaria, los centros de cuidados paliativos o los 
de atención primaria) y en todas las especialidades (desde 
pediatría y obstetricia a cardiología o gerontología). Si bien 
la clasificación describe en su conjunto el dominio de enfer- 
mería, algunas de las intervenciones pueden ser proporcio- 
nadas por otras disciplinas. Las aportaciones del personal 
sanitario de otras disciplinas que apliquen la clasificación 
NIC en la descripción de sus tratamientos serán siempre 
bienvenidas. 
El libro de NIC y muchas otras publicaciones citadas en 
la presente obra son el resultado de muchos años de inves- 
tigación, que han sido necesarios para desarrollar y probar 
la clasificación y su estructura taxonómica. Las intervencio- 
nes NIC se han vinculado a los diagnósticos NANDA-I, los 
problemas del Sistema Omaha, el Instrumento de Evalua- 
ción de Residentes en centros de larga estancia, las catego- 
rías de OASIS (siglas inglesas del Sistema de Información de 
Resultados y Evaluación) para asistencia domiciliaria y los 
resultados de NOC. La clasificación NIC se ha traducido a 
nueve idiomas y es continuamente actualizada mediante un 
proceso permanente de información y revisión por los 
propios usuarios. Entre cada una de las sucesivas ediciones 
del manual NIC, se realiza un trabajo de revisión y se desa- 
rrollan y añaden nuevas intervenciones a partir de la infor- 
mación recopilada. Existen varias publicaciones relacionadas 
cuyos títulos pueden obtenerse en la siguiente dirección: 
Center for Nursing Classification and Clinical Effectiveness 
at the University of Iowa, College of Nursing, Iowa City, IA 
52242. La información más actualizada puede consultarse 
en www.nursing.uiowa.edu/cnc. 
NOC 
En 1991 se formó en la Universidad de Iowa un equipo de 
investigación dirigido por Marion Johnson y Meridean 
Maas, con el fin de desarrollar una clasificación de resulta- 
dos de los pacientes que se correlacionará con los cuidados 
de enfermería. El trabajo del equipo de investigación dio 
lugar a la Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC), 
una clasificación estandarizada y exhaustiva de los resulta- 
dos del paciente que puede utilizarse para evaluar los resul- 
tados de las intervenciones de enfermería y que fue publicada 
por primera vez en 1997. 
Los resultados del paciente sirven como criterio contra 
el que se puede valorar el nivel de éxito de una intervención ©
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http://www.nanda.org/
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4 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
DEFINICIÓN: Ayudar a un paciente a que aumente el juicio personal de su propia valía 
 
 
 
Potenciación de la autoestima-5400 
 
Actividades 
Observar las frases del paciente sobre su propia valía 
Determinar la posición de control del paciente 
Determinar la confianza del paciente en sus propios juicios 
Animar al paciente a identificar sus virtudes 
Fomentar el contacto visual al comunicarse con otras personas 
Reafirmar las virtudes personales que identifique el paciente 
Proporcionar experiencias que aumenten la autonomía del paciente, si procede 
Ayudar al paciente a identificar las respuestas positivas de los demás 
Abstenerse de realizarcríticas negativas y de quejarse 
Abstenerse de burlarse 
Mostrar confianza en la capacidad del paciente para controlar una situación 
Ayudar a establecer objetivos realistas para conseguir una autoestima más alta 
Ayudar al paciente a aceptar la dependencia de otros, si procede 
Ayudar al paciente a reexaminar las percepciones negativas que tiene de sí mismo 
Fomentar el aumento de responsabilidad de sí mismo si procede 
Ayudar al paciente a identificar el impacto que tiene el grupo de similares sobre los sentimientos de su propia valía 
Explorar las consecuciones de éxitos anteriores 
Explorar las razones de la autocrítica o culpa 
Animar al paciente a evaluar su propia conducta 
Animar al paciente a que acepte nuevos retos 
Recompensar o alabar el progreso del paciente en la consecución de objetivos 
Facilitar un ambiente y actividades que aumenten la autoestima 
Ayudar al paciente a identificar efectos importantes de su cultura, religión, raza, género y edad en la autoestima 
Instruir a los padres sobre la importancia de su interés y apoyo en el desarrollo de un concepto positivo de sí 
mismos en sus hijos 
Dar instrucciones a los padres para establecer expectativas claras y definir los límites con sus hijos 
Enseñar a los padres a reconocer los logros de sus hijos 
Vigilar la frecuencia de las verbalizaciones de autonegación 
Vigilar la ausencia de seguimiento en la consecución de objetivos 
Vigilar los niveles de autoestima en el tiempo, cuando proceda 
Efectuar declaraciones positivas sobre el paciente 
Enseñar a los padres a establecer expectativas claras y a definir límites con sus hijos 
Enseñar a los padres a reconocer las conquistas de sus hijos 
Comprobar la frecuencia de las manifestaciones negativas sobre sí mismo 
Observar la falta de seguimiento en la consecución de objetivos 
Observar los niveles de autoestima, si procede 
Realizar afirmaciones positivas sobre el paciente. 
Tomado de Bulechek, G., Butcher, H. & Dochterman, J. (Eds.). (2008). Nursing interventions classification (NIC) (5th ed., pp. 641-642). 
St. Louis: Mosby Elsevier. 
1st edition 1992 
LECTURAS RECOMENDADAS 
Bunten, D. (2001). Normal changes with aging. In M. L. Maas, K. C. Buckwalter, M. D. Hardy, T. Tripp-Reimer, M. G. Titler, & J. P. Specht 
(Eds.), Nursing care of older adults: Diagnoses, outcomes, & interventions (p. 519). St. Louis: Mosby. 
Byers, P. H. (1990). Enhancing the self-esteem of inpatient alcoholics. Issues in Mental Health Nursing, 11(4), 337–346. Luckmann, J., & 
Sorensen, K. C. (1987). Medical-surgical nursing (3rd ed.). Philadelphia: W. B. Saunders. 
Norris, J., & Kunes-Connell, M. (1985). Self-esteem disturbance. Nursing Clinics of North America, 20(4), 745–761. 
Reasoner, R. W. (1983). Enhancement of self-esteem in children and adolescents. Family and Community Health, 6(2), 51–63. 
Whall, A. L., & Parent, C. J. (1991). Self-esteem disturbance. In M. Maas, K. Buckwalter, & M. Hardy (Eds.), Nursing diagnosis and 
interventions for the elderly (pp. 480–488). Redwood City, CA: Addison-Wesley. 
Ejemplo de una intervención NIC TABLA 1-2 
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Lenguajes y desarrollo de vínculos 5 
 
 
 
de enfermería. Un resultado se define como «el estado, 
conducta o percepción de un individuo, familia o comuni- 
dad, medido a lo largo de un continuo como respuesta a 
una o más intervenciones de enfermería» (Moorhead et al., 
2008, pág. 30). Se acepta que hay muchas variables, además 
de la propia intervención, que influyen en los resultados 
del paciente. Esas variables van desde el proceso utilizado 
para proporcionar el cuidado, incluidas las acciones de 
otro personal sanitario, a las variables organizativas y del 
entorno que influyen en la forma en la que se seleccionan 
y proporcionan las intervenciones, así como las caracterís- 
ticas del paciente, incluidas su salud física y emocional, y 
las circunstancias vitales por las que atraviesa. Dado que 
los resultados describen el estado del paciente, otras disci- 
plinas pueden también encontrarlos útiles para evaluar sus 
intervenciones. 
Cada resultado NOC consta de un nombre de etiqueta, 
una definición, una lista de indicadores que permiten 
evaluar el estado del paciente en relación con el resultado, 
una escala de cinco puntos de tipo Likert, destinada a 
evaluar el estado del paciente, y una breve lista de referen- 
cias utilizadas para el desarrollo del resultado, tal como se 
ejemplifica en la tabla 1-3. Las escalas permiten medir el 
estado del resultado en cualquier momento, siguiendo un 
criterio de valoración que va del más negativo al más po- 
sitivo, así como identificar los cambios en el estado del 
paciente en distintos momentos. Al contrario de lo que 
sucede con la información proporcionada por una decla- 
ración de objetivos, que determina si el objetivo se ha 
cumplido o no, los resultados NOC pueden usarse para 
monitorizar el progreso, o su ausencia, durante un episo- 
dio de cuidados y entre diferentes servicios asistenciales. 
Los resultados se han desarrollado para ser usados en 
cualquier servicio y en todas las especialidades, a través del 
sistema sanitario. La cuarta edición de la clasificación, 
publicada en 2008, contenía 385 resultados agrupados en 
33 clases y siete dominios para facilitar su uso. La clasifi- 
cación se actualiza continuamente, incluyendo nuevos 
resultados y revisando otros más antiguos a partir de 
nuevas investigaciones o de la información que aportan 
los usuarios. 
En las sucesivas ediciones de la NOC y en otras mu- 
chas publicaciones queda reflejada la extensa investiga- 
ción que ha permitido en última instancia desarrollar y 
validar los resultados NOC. Los resultados se han vincu- 
lado a los diagnósticos NANDA-I, los problemas del Sis- 
tema Omaha, los patrones funcionales de Gordon, el 
conjunto de datos mínimos de larga estancia, el Instru- 
mento de Evaluación de Residentes en centros de larga 
estancia y las intervenciones NIC. La clasificación NOC 
se ha traducido a 10 idiomas y cada vez es más utilizada 
en EE. UU. y en todo el mundo. La información más ac- 
tualizada a este respecto puede consultarse en la página 
Web del Center for Nuring Classification and Clinical 
Effectiveness www.nursing.uiowa.edu/cnc. 
 
DESARROLLO DE LOS VÍNCULOS 
En la Parte II del libro se VINCULAN los diagnósticos 
NANDA-I, los resultados NOC y las intervenciones NIC. 
El trabajo de interrelación es el fruto de las aportaciones 
de integrantes seleccionados de los equipos de investiga- 
ción de NIC y NOC, entre los que figuran enfermeras 
académicas, clínicas y estudiantes. En dicho trabajo se 
han usado datos obtenidos durante la valoración de los 
resultados NOC en los centros clínicos, cuando éstos es- 
taban disponibles. En los datos se apreciaron vínculos 
agregados entre los resultados NOC, las intervenciones 
NIC y los diagnósticos NANDA-I a partir de las seleccio- 
nes establecidas por las enfermeras clínicas para cada 
paciente. Los grupos de datos aportaron información 
sobre los resultados e intervenciones que las enfermeras 
clínicas seleccionaron para los diagnósticos de enfermería 
y que sirvieron como recurso para comparar las decisio- 
nes clínicas y la opinión de los expertos sobre algunos de 
los diagnósticos. No obstante, es importante precisar que 
los vínculos expuestos en este libro no pretenden ser pres- 
criptivos y que no reemplazan el juicio clínico de la enfer- 
mera. Además de los vínculos aquí citados, los usuarios 
pueden seleccionar otros resultados e intervenciones re- 
feridos a un diagnóstico en particular en cada paciente. 
Los vínculos que aquí se presentan son una muestra del 
modo en el que los tres lenguajes de enfermería diferen- 
ciados pueden interconectarse y utilizarse juntos a la hora 
de planificar los cuidados de un paciente o un grupo de 
pacientes. 
Descripción de los vínculos 
Los vínculos contenidos en este libro se establecen en- 
tre los diagnósticos NANDA-I, las intervenciones NIC 
y losresultados NOC. Un vínculo se puede definir 
como aquel que dirige las relaciones o asociaciones de 
conceptos. Los vínculos entre los diagnósticos NANDA-I 
y los resultados NOC sugieren la relación entre el pro- 
blema del paciente o su estado actual y los aspectos del 
problema o el estado que se espera resolver o mejorar 
con una o varias intervenciones. Por su parte, los vín- 
culos entre los diagnósticos NANDA-I y las interven- 
ciones NIC sugieren las relaciones existentes entre el 
problema del paciente y las acciones de enfermería que 
resolverán o disminuirán el problema. Por último, los 
vínculos entre los resultados NOC y las intervenciones 
NIC sugieren un conjunto de relaciones similares, cen- 
tradas en la resolución del problema y las acciones de 
enfermería dirigidas a la resolución del problema, es 
decir, el resultado sobre el cual se espera que influyan 
las intervenciones. ©
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Autoestima-1205 
DOMINIO: Salud psicosocial (III) DESTINATARIO DE LOS CUIDADOS: 
CLASE: Bienestar psicológico (M) FUENTE DE DATOS: 
ESCALA(S): De nunca positivo a siempre positivo (k) 
DEFINICIÓN: Juicio personal sobre la capacidad de uno mismo 
PUNTUACIÓN DIANA DEL RESULTADO : Mantener a 
 
 
 
 
 
 
 
Aumentar a 
 
 Nunca 
positivo 
Raramente 
positivo 
A veces 
positivo 
Frecuentemente 
positivo 
Siempre 
positivo 
 
Puntuación global de autoestima 1 2 3 4 5 
Indicadores: 
120501 Verbalizaciones de autoaceptación 1 2 3 4 5 NA 
120502 Aceptación de las propias 
limitaciones 
1 2 3 4 5 NA 
120503 Mantenimiento de una postura erecta 1 2 3 4 5 NA 
120504 Mantenimiento del contacto ocular 1 2 3 4 5 NA 
120505 Descripción del yo 1 2 3 4 5 NA 
120506 Respeto por los demás 1 2 3 4 5 NA 
120507 Comunicación abierta 1 2 3 4 5 NA 
120508 Cumplimiento de los roles 
personalmente significativos 
1 2 3 4 5 NA 
120509 Mantenimiento del cuidado 1 2 3 4 5 NA 
e higiene personal 
120510 Equilibrio entre participar 
y escuchar en grupos 
1 2 3 4 5 NA 
120511 Nivel de confianza 1 2 3 4 5 NA 
120512 Aceptación de los cumplidos de 
los demás 
1 2 3 4 5 NA 
120513 Respuesta esperada por los demás 1 2 3 4 5 NA 
120514 Aceptación de críticas constructivas 1 2 3 4 5 NA 
120515 Voluntad para enfrentarse a los demás 1 2 3 4 5 NA 
120521 Descripción del éxito en el trabajo 1 2 3 4 5 NA 
120522 Descripción del éxito en la escuela 1 2 3 4 5 NA 
120517 Descripción del éxito en grupos 
sociales 
1 2 3 4 5 NA 
120518 Descripción de estar orgulloso 1 2 3 4 5 NA 
120519 Sentimientos sobre su propia persona 1 2 3 4 5 NA 
Tomado de Moorhead, S., Johnson, M., Maas, M. & Swanson, E. (Eds.). (2008). Nursing outcomes classification (NOC) (4th ed., p. 638). 
St. Louis: Mosby Elsevier. 
BIBLIOGRAFÍA SOBRE RESULTADOS 
Bonham, P., & Cheney, A. (1982). Concept of self: A framework for nursing assessment. In P. L. Chinn (Ed.), Advances in nursing theory 
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Ejemplo de un resultado NOC TABLA 1-3 
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Lenguajes y desarrollo de vínculos 7 
 
 
 
Los nombres, conceptos y definiciones que se utilizan 
en los vínculos son los que aparecen en la edición 2009- 
2011 de NANDA Diagnósticos Enfermeros: Definiciones 
y Clasificación (2009), la quinta edición de la Clasificación 
de Intervenciones de Enfermería (NIC) (Bulechek et al., 
2008) y la cuarta edición de la Clasificación de resultados 
de enfermería (NOC) (Moorhead et al., 2008). El diagnós- 
tico NANDA-I es el punto de partida para establecer los 
vínculos. Los diagnósticos se presentan en orden alfabé- 
tico excepto los diagnósticos de riesgo, que también se 
presentan alfabéticamente después de los anteriores diag- 
nósticos. Sin embargo, los nombres de los diagnósticos 
NANDA-I se han reordenado cuando el término inicial 
no especifica el concepto del problema en la etiqueta del 
diagnóstico. Por ejemplo, Termorregulación ineficaz se 
presenta en estos vínculos como Termorregulación: inefi- 
caz. La exposición del concepto diagnóstico antes del 
elemento modificador aumenta la facilidad con la que se 
puede localizar un diagnóstico. Cada diagnóstico con- 
tiene su nombre y su definición. Se incluyen los resulta- 
dos NOC sugeridos así como las intervenciones NIC 
asociadas a cada diagnóstico. La definición de cada uno 
de los resultados seleccionados se integra en la tabla de 
vínculos y en el Apéndice A. Las intervenciones seleccio- 
nadas se identifican como intervenciones principales e 
intervenciones sugeridas, a fin de alcanzar cada uno de 
los resultados recomendados para un diagnóstico en 
particular. La categoría opcional de intervenciones de 
enfermería, que se utilizaba en las dos ediciones anterio- 
res de este libro, ya no aparece en la presente edición de 
vínculos. Las definiciones de las intervenciones NIC usa- 
das en los vínculos se incluyen en el Apéndice B. El orden 
alfabético de los diagnósticos no refleja la estructura ta- 
xonómica utilizada por NANDA-I. Asimismo, en estos 
vínculos no se reproducen las estructuras taxonómicas 
y codificadas de NIC y NOC. La estructura taxonómica 
actual de cada uno de esos lenguajes puede encontrarse 
en los libros que los describen. 
 
Desarrollo de los vínculos con NANDA-I 
El trabajo previo sobre los vínculos que aparece en 
la primera edición, Diagnósticos Enfermeros, Resultados e 
Intervenciones: Interrelaciones NANDA, NOC y NIC 
(Johnson, Bulechek, Dochterman, Maas y Moorhead, 
2001), y la segunda edición, Diagnósticos Enfermeros, 
Resultados e Intervenciones: Interrelaciones NANDA, NOC 
y NIC (Johnson et al., 2006), constituye el punto de 
partida de la revisión y la actualización de los vínculos 
en esta tercera edición. El trabajo previo usado en la 
primera edición incluía el desarrollo de los vínculos en- 
tre los diagnósticos NANDA y las intervenciones NIC, 
entre los diagnósticos NANDA y los resultados NOC, y 
entre las intervenciones NIC y los resultados NOC. 
El trabajo sobre vínculos utilizado para la actual edición 
incluyó los resultados sugeridos para cada diagnóstico 
NANDA-I en la cuarta edición de Clasificación de resul- 
tados de enfermería (NOC) (Moorhead et al., 2008) y 
de las intervenciones sugeridas para cada diagnóstico 
NANDA-I en la quinta edición de Clasificación de las 
Intervenciones de Enfermería (NIC), ambos disponibles 
on line (Bulechek et al., 2008). 
Revisión y actualizaciónde la tercera 
edición 
Los vínculos y métodos desarrollados para la primera y 
la segunda edición sirvieron como base para la revisión 
de los vínculos en esta tercera edición. Los pasos utiliza- 
dos para desarrollar los vínculos actuales fueron los si- 
guientes: 
1. Los resultados usados en el segundo libro de vínculos 
se compararon con los propuestos para los diagnós- 
ticos en la cuarta edición del libro de NOC (Moor- 
head et al., 2008). En muchos casos, los resultados 
del segundo libro de vínculos y los resultados suge- 
ridos en el libro actual de la NOC fueron los mis- 
mos. En otros casos, se habían añadido nuevos 
resultados a la lista de resultados sugeridos en la 
edición de la NOC, y estos también se han incorpo- 
rado a los diagnósticos en el libro de vínculos. En 
algunos casos aislados, algunos de los resultados del 
segundo libro de vínculos ya no aparecían en la lista 
propuesta en la actual edición de la NOC. Antes de 
ser eliminados, fueron revisados por todos los auto- 
res y, en ocasiones, se tomó la decisión de mantener- 
los en el libro de vínculos. 
2. Las intervenciones seleccionadas para cada resul- 
tado en el segundo libro de vínculos se revisaron y 
se compararon con las seleccionadas para el diag- 
nóstico del libro de NIC actual (Bulechek et al., 
2008). De nuevo, la eliminación o adición de inter- 
venciones se basó en la revisión por parte de los 
autores y en los vínculos publicados por otros auto- 
res. La tendencia general fue conservar las interven- 
ciones más que eliminarlas. De este modo, se 
proporciona a las enfermeras clínicas un conjunto 
de opciones más realista para que seleccionen las 
intervenciones destinadas a pacientes de diferentes 
edades y con diversos diagnósticos médicos y pro- 
blemas relacionados. 
3. Se ha actualizado la terminología de los tres lengua- 
jes para reflejar los cambios introducidos en las 
ediciones utilizadas para cada uno de ellos. 
4. Se han introducido en los vínculos modificaciones 
técnicas y de formato. Para conocer la naturaleza de 
dichas modificaciones, lea atentamente las intro- 
ducciones de cada sección en la Parte II. ©
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8 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
 
La fase final en el desarrollo de los vínculos se llevó a 
cabo siguiendo pautas más específicas. Dado que los enla- 
ces iniciales fueron definidos por una sola persona, era 
importante que otros revisaran el trabajo de determina- 
ción de los vínculos. Los revisores fueron los demás autores 
de este libro y, en algunos casos, enfermeras clínicas y estu- 
diantes graduados con experiencia clínica. Cuando había 
acuerdo entre los revisores, los cambios propuestos eran 
debidamente introducidos. Si no se llegaba a un acuerdo, 
los cambios propuestos eran presentados a los autores para 
su análisis antes de tomar una decisión. 
La revisión de los vínculos en la presente edición de este 
libro requirió un estudio detallado por parte de los autores 
de las ediciones previas y del libro actual de vínculos. Por 
tanto, los vínculos de este libro, aunque son parecidos a los 
publicados con anterioridad, no son idénticos a los que 
pueden encontrarse en la primera o la segunda edición o 
en las actuales ediciones de NIC y NOC. La decisión de 
incluir o eliminar un resultado en particular para un 
diagnóstico basada en las intervenciones recomendadas 
para ese diagnóstico fue otro motivo de controversia. Por 
ejemplo, en algunos casos, un resultado utilizado en el li- 
bro de vínculos no estaba relacionado con el diagnóstico 
en el libro de la NOC. Ello sucedía si la idoneidad del re- 
sultado era evidente cuando se consideraban las interven- 
ciones recomendadas para el diagnóstico. En ciertos casos 
aislados se observaron diferencias cuando no todas las in- 
tervenciones seleccionadas para un diagnóstico específico 
en el libro de la NIC aparecían en la tabla de los vínculos. 
Tales diferencias se debían a que no todos los posibles re- 
sultados que podrían ser seleccionados para un diagnóstico 
están incluidos en los vínculos, y a que algunas de las inter- 
venciones serían más apropiadas para los resultados omiti- 
dos. Teniendo en cuenta el número de vínculos establecidos 
entre los diagnósticos, los resultados y las intervenciones en 
esta edición, el número de veces en que hay diferencias 
significativas entre esos vínculos y los que aparecen en los 
libros NOC y NIC es mínimo. 
Es necesario evaluar y comprobar clínicamente los 
vínculos que aparecen en la presente edición de este libro. 
Las instituciones clínicas en las que se utilizan los tres 
lenguajes pueden agregar y analizar los datos recogidos 
para determinar los resultados y las intervenciones selec- 
cionados tanto para los diagnósticos enfermeros como 
médicos. El análisis también puede servir para determinar 
qué diagnósticos, resultados e intervenciones se seleccio- 
nan para poblaciones de pacientes definidas en virtud de la 
edad, el diagnóstico médico u otros parámetros de interés. 
Los vínculos también pueden comprobarse en estudios de 
investigación que se centren en determinadas poblaciones 
de pacientes o determinados centros. La información 
aportada por las enfermeras clínicas y otros profesionales 
que utilicen este libro ayudará a los autores a precisar más 
los vínculos de cara a futuras ediciones. Los libros de vín- 
culos previamente editados han sido traducidos a cinco 
idiomas, lo que aumenta las posibilidades de realizar revi- 
siones internacionales del trabajo con vínculos, lo cual es 
importante debido a las muchas diferencias culturales rela- 
tivas a la manera de establecer los vínculos entre estas cla- 
sificaciones. 
 
Desarrollo de los vínculos 
con los diagnósticos médicos 
En esta edición se ha añadido una nueva sección que se cen- 
tra en los vínculos con diagnósticos médicos comunes que 
son tratadas conjuntamente con otras disciplinas. Nos cen- 
tramos en afecciones de alta frecuencia y coste elevado que se 
pueden identificar mediante diagnósticos médicos o aconte- 
cimientos adversos, y que las enfermeras tratan de prevenir. 
Cada diagnóstico presenta un breve resumen sobre la afec- 
ción, seguida por los resultados NOC y las intervenciones 
NIC que se utilizan habitualmente en el cuidado de los pa- 
cientes que presentan esos problemas. En esta sección, no se 
han usado en los vínculos los diagnósticos NANDA Interna- 
cional, ya que las intervenciones están estrechamente relacio- 
nadas con el diagnóstico médico o con una complicación 
grave. Esos vínculos pueden encontrarse en la Parte III. 
 
CONCLUSIÓN 
Los términos NANDA-I, NIC y NOC pueden usarse juntos 
o por separado. Juntos, representan el dominio de la enfer- 
mería en todas las situaciones y especialidades posibles. 
Tales términos han sido reconocidos por la American 
Nurses Association (ANA) y por Health Level 7 (HL7, 
la organización de estándares de mensajería electrónica en 
los EE. UU.) y han sido incluidos en el Metatesaurus de la 
Biblioteca Nacional de Medicina para un Sistema de Len- 
guaje Médico Unificado (UMLS), el Índice Acumulado de 
Publicaciones en Enfermería (CINAHL) y la Nomencla- 
tura Sistematizada de Términos Clínicos en Medicina 
(SNOMED-CT). Representantes de los tres grupos en de- 
sarrollo crearon la Taxonomía de la Práctica Enfermera, 
publicada por la American Nurses Association en 2003 
(Dochterman y Jones, 2003). Esta estructura organizativa 
común debería facilitar el uso de los tres lenguajes. Nume- 
rosas instituciones clínicas y centros educativos de EE. UU. 
y de todo el mundo están usando uno o más de dichos 
lenguajes de enfermería para documentar los cuidados del 
paciente y para la formación de los estudiantes de enfer- 
mería. En este libro se proporcionan los vínculos entre re- 
sultados NOC e intervenciones NIC y los diagnósticos 
NANDA-I. La vinculación entre los tres lenguajes ayuda a 
las enfermeras clínicasy los estudiantes a seleccionar los 
resultados e intervenciones más adecuados para los diag- 
nósticos de enfermería de sus pacientes. 
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Lenguajes y desarrollo de vínculos 9 
 
 
 
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10 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
 
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Daniel Pink (2005) explica de manera convincente en A 
Whole New Mind: Moving from the Information Age to the 
Conceptual Age, que estamos entrando en una nueva era, una 
era que requiere una nueva forma de pensamiento. Durante 
casi un siglo, la sociedad occidental en particular ha estado 
dominada por un pensamiento intensamente reduccionista 
y profundamente analítico, que ha culminado en nuestra 
actual «era de la información», en la que ha resultado esen- 
cial que los profesionales de enfermería sean lo que Peter 
Drucker (2001) denominó «trabajadores del conocimiento», 
es decir, personas que piensan en términos teóricos además 
de desbrozar y gestionar la información. Sin embargo, según 
Pink (2005), actualmente se está desarrollando la «era con- 
ceptual» y está ocupando el lugar de la «era de la informa- 
ción». La era conceptual requiere «pensadores panorámicos» 
que sean usuarios de conceptos, reconocedores de patrones, 
creadores de significados y vaticinadores de relaciones. 
Al igual que Pink, Howard Gardner, en Five Minds for the 
Future (2006), afirma que en esta era de globalización acele- 
rada, de ingentes cantidades de información y con una cre- 
ciente hegemonía de la ciencia y la tecnología, es necesario 
disponer de nuevas vías de aprendizaje y pensamiento para 
la educación y el ámbito profesional. En particular, Gardner 
(2006) identifica la «mente disciplinada» como una de las 
cinco «nuevas mentalidades del futuro». Las disciplinas re- 
presentan una idea radicalmente diferenciada de los fenó- 
menos y, por tanto, constituyen una forma diferenciada de 
pensamiento en relación con el mundo. Además, Gardner 
(2006) también afirma que «es esencial que los individuos 
del futuro piensen de una forma que les permita identificar 
y distinguir las principales disciplinas» (pág. 31). Como 
disciplina científica, profesional y práctica, «la enfermería 
ofrece un contenido o una base de conocimientos únicos 
y distintivos» (Butcher, 2004a, pág. 73). Los sistemas de clasi- 
ficación de enfermería no solo permiten identificar el conte- 
nido esencial de la disciplina, sino que también proporcionan 
una forma de organizar y estructurar los conocimientos 
(Butcher, 2011). Los diagnósticos, intervenciones y resultados 
de enfermería, específicamente los Diagnósticos Enfermeros 
NANDA International: Definiciones y Clasificación 2009-2011 
(2009), la quinta edición de la Clasificación de Intervenciones 
de Enfermería (Bulechek, Butcher y Dochterman, 2008) y la 
cuarta edición de la Clasificación de Resultados de Enfermería 
(Moorhead, Johnson, Maas y Swanson, 2008), conocidas en 
conjunto como NNN, proporcionan un anteproyecto para 
construir el pensamiento interdisciplinar «panorámico», así 
como la estructura y contenido para el desarrollo de los cono- 
cimientos de enfermería, la planificación de cuidados y la 
toma de decisiones clínicas. 
Además del pensamiento disciplinar, Gardner (2006) 
identifica la «mente de síntesis» como la segunda forma 
esencial de pensamiento necesaria para el futuro. La capa- 
cidad de síntesis se refiere a la capacidad de «entrelazar la 
información procedente de fuentes distintas formando un 
todo coherente» (Gardner, 2006, pág. 46). Específicamente, 
Gardner identifica las taxonomías, como los sistemas de 
clasificación de enfermería presentados en este texto, como 
un ejemplo de la síntesis del conocimiento disciplinar. Los 
vínculos entre diagnósticos de enfermería y los diagnósticos 
médicos, con intervenciones de enfermería y resultados, son, 
en esencia, una «síntesis de síntesis» que integra los conoci- 
mientos de enfermería en un todo unitario. Los vínculos de 
este texto proporcionan un «mapa de ruta conceptual» espe- 
cífico de esta disciplina, un anteproyecto para vincular diag- 
nósticos, intervenciones y resultados que preparará a las 
enfermeras para enfrentase al pensamiento «panorámico» 
en la naciente era conceptual. Los vínculos pueden usarse 
para proyectar cuidados basados en la evidencia destina- 
dos a poblaciones de pacientes o a pacientes individuales, 
y proporcionan un lenguaje estandarizado que puede usarse 
para el desarrollo de software enfermero en los sistemas de 
información electrónica. Asimismo, ayudan a los educado- 
res a enseñar el proceso de toma de decisiones clínicas y a 
desarrollar los planes de estudios, y también pueden ser ins- 
trumentos usados por los investigadores para probar las 
intervenciones de enfermería, evaluar las conexiones suge- 
ridas en los vínculos y desarrollar teorías de rango medio. 
Existen varios informes, desarrollados al más alto nivel 
–To Err Is Human: Building a Safer Health System (Kohn, 
Corrigan y Donaldson, 2000), Crossing the Quality Chasm: 
 
© 2012. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 11 
Uso de los vínculos para el razonamiento 
clínico y la mejora de la calidad 
Howard Butcher y Marion Johnson 
 
CAPÍTULO 2 
12 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
 
a New Health System for the 21st Century (Institute of 
Medicine [IOM], 2001), Keeping Patients Safe: Transforming 
the Work Environment of Nurses (Page, 2003) y Health Pro- 
fessions Education: a Bridge to Quality (Greiner y Knebel, 
2003)–, que han dirigido insistentemente su atención hacia 
problemas importantes relacionados con la calidad de los 
cuidados en el marco del sistema sanitario. Chassin, Galvin 
y la National Roundtable on Health Care Quality (1988) 
afirmaron que «la incidencia de los daños infligidos por 
el impacto colectivo de nuestros problemas de calidad 
es asombrosa» (pág. 1004). Puede decirse que la noción de 
calidad está prácticamente ausente en lo que se refiere a la 
prestación de cuidados segura, eficaz, focalizada en el pa- 
ciente, oportuna, eficaz y equitativa (IOM, 2001). Como 
medio para comenzar a afrontar el reto de preparar a los 
profesionales de enfermería con los conocimientos, habili- 
dades y actitudes necesarios para mejorar la calidad y la 
seguridad, la Quality and Safety Education for Nurses 
(QSEN), fundada por la Robert Wood Johnson Foundation, 
identificó seis áreas de competencia que pueden usarse 
como marco para reformar la educación en el ámbito de la 
enfermería (Cronenwett et al., 2007). Si bien se han hecho 
algunos progresos para solucionar el problema de la «ausen- 
cia de calidad», en un informe de la Agency for Health- 
care Investigación and Quality (AHRQ) se concluyó que, 
aunque «la seguridad de los cuidados de salud ha mejora- 
do desde 2000, es necesario conseguir mayores avances» 
(AHRQ, 2008, pág. 1). Una inmensa mayoría de los líderes 
de opinión del sistema sanitario que fueron entrevistados 
pensaba que la calidad y eficacia de la asistencia sanitaria 
mejorará solo cuando se introduzcan una serie de cambios 
fundamentales. Prácticamente 9 de cada 10 entrevistados en 
la última encuesta de opinión entre destacadas figuras ac- 
tuales del ámbito de la asistencia sanitaria de la Common- 
wealth Fund/Modern Healthcare Opinion Survey indicaron 
que el sistema sanitario necesita una reforma radical, y solo 
el 8% se mostró partidario de introducir únicamente algu- 
nos cambios menores (Kirchheimer, 2008). 
Entre las recomendaciones que permitirían nivelar la 
«laguna de calidad» de la asistencia sanitaria, el IOM (2001) 
identificó varias estrategias críticas diseñadas para mejorar 
los resultados del paciente, como son: 1) planificación de 
cuidados basada en la evidencia; 2) toma de decisiones clí- 
nicas basada en la evidencia y asistida por medios telemáti- 
cos, y 3) uso de mediciones de los resultados para lograr una 
mejora continuada de la calidad. El uso de los sistemas de 
clasificación de enfermería y sus vínculos presentados en 
este texto no solo describen el contenido esencial de los 
diagnósticos, intervenciones y resultados de enfermería, 
sino que proporcionan, además, unmedio para lograr la 
mejora de la calidad, al dotar a la enfermería de contenido 
para cumplir los siguientes objetivos: 1) diseño de los cuida- 
dos enfermeros; 2) desarrollo de sistemas de información 
telemáticos; 3) enseñanza y práctica de la toma de decisiones 
clínicas, y 4) estudio de la eficacia de las intervenciones di- 
señadas para lograr los resultados deseados en el paciente. 
DISEÑO DE LOS CUIDADOS 
ENFERMEROS 
Las enfermeras usan un proceso de toma de decisiones para 
establecer un diagnóstico de enfermería, identificar un re- 
sultado deseado y seleccionar las intervenciones que permi- 
tirán obtener ese resultado. Los vínculos presentados en 
este libro se han diseñado para ayudar a las enfermeras a 
tomar decisiones sobre cómo seleccionar las intervenciones 
y resultados más adecuados para determinados diagnósti- 
cos NANDA-I y determinados diagnósticos médicos cuando 
se planifican los cuidados. Es importante no olvidar que los 
vínculos son solo guías. La enfermera debe evaluar conti- 
nuamente la situación y ajustar los diagnósticos, resultados 
e intervenciones, de forma que concuerden con las necesi- 
dades propias de cada paciente o población. Por tanto, el 
uso de las clasificaciones de enfermería y sus vínculos no 
constituye una fórmula preceptiva ni reemplaza a la toma 
de decisiones clínicas. Todo lo contrario, los vínculos pro- 
porcionan elecciones posibles y, por tanto, facilitan los jui- 
cios de enfermería con el fin de diseñar los cuidados a 
partir del conocimiento y la comprensión de la situación 
específica de cada paciente, de la interpretación precisa de 
la información y los datos de la valoración, y de la valida- 
ción de los datos de la valoración frente a la evidencia que 
los apoya. En otras palabras, las enfermeras deben usar los 
vínculos en el contexto del razonamiento crítico a fin de 
garantizar que los cuidados son individualizados, basados 
en la evidencia, seguros y terapéuticos. El uso de los víncu- 
los propuestos no altera las habilidades que las enfermeras 
necesitan y usan en la toma de decisiones sobre el cuidado 
del paciente. «Las habilidades que las enfermeras deben 
poseer para utilizar el proceso de enfermería son: intelectuales, 
interpersonales y técnicas. Las capacidades intelectuales im- 
plican la solución de problemas, pensamiento crítico y el esta- 
blecimiento de juicios de enfermería» (Yura y Walsh, 1973, 
pág. 69). Cuando se usan los vínculos, esas habilidades in- 
telectuales se dirigen a evaluar y seleccionar o rechazar los 
resultados e intervenciones facilitadas para cada diagnós- 
tico de enfermería. Los juicios de enfermería precisos dan 
lugar a un diseño eficaz del cuidado del paciente. Cuando 
los vínculos que se presentan en este libro se usan junto a 
los protocolos enfermeros, planes de cuidados, mapas de 
cuidados y guías de prácticas de enfermería basadas en la 
evidencia, el cuidado enfermero no solo mostrará la especi- 
ficidad de esta disciplina, sino que, además, el uso de los 
vínculos NNN favorecerá la generación de una documenta- 
ción consistente y de la valoración y comunicación de la 
práctica de la enfermería consistente en diversos entornos 
asistenciales y de forma interdisciplinar. 
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Uso de los vínculos para el razonamiento clínico y la mejora de la calidad 13 
 
 
 
La primera decisión clínica que debe tomar una enfer- 
mera cuando usa los vínculos es determinar el diagnóstico 
de enfermería. Existe el consenso general de que, antes 
de determinar el diagnóstico de enfermería, se debe valorar 
el estado del paciente. Para Rubenfeld y Scheffer (1999), esa 
valoración comprende tanto la obtención como el análisis 
de los datos o, tal como ellos dicen, tanto «encontrar las 
pistas» como «darles un sentido» (pág. 130). Estos investiga- 
dores describen, además, ciertos pasos que deben aplicarse a 
la valoración para que la enfermera pueda extraer conclu- 
siones sobre las fortalezas y problemas de salud del paciente, 
en otras palabras, para que pueda establecer un diagnóstico. 
Asimismo, proponen clasificar los problemas de salud como: 
1) problemas que se deben derivar (cuestiones que deben 
abordar otros profesionales sanitarios); 2) problemas inter- 
disciplinares (cuestiones abordadas en colaboración con 
otros profesionales), y 3) diagnósticos de enfermería (cues- 
tiones abordadas principalmente por las enfermeras). 
El diagnóstico se utiliza como el punto de partida para 
acceder a los vínculos. Ello se cumple cuando se planifican 
los cuidados para un paciente (plan de cuidado individual) 
o de un grupo de pacientes (vía crítica). No obstante, la 
identificación del diagnóstico de enfermería para un grupo 
de pacientes requiere un paso adicional: obtener y analizar 
los datos para determinar los diagnósticos que se presentan 
con mayor frecuencia y que son importantes abordar en 
toda la población. Una vez establecido el diagnóstico de en- 
fermería, el profesional puede localizarlo en la tabla de víncu- 
los y determinar si algunos de los resultados propuestos son 
adecuados para el paciente o grupo de pacientes. Cuando 
seleccione un resultado, es necesario considerar los siguien- 
tes factores: 1) las características definitorias del diagnóstico; 
2) los factores relacionados con el diagnóstico; 3) las carac- 
terísticas del paciente que pueden afectar a la consecución 
del resultado; 4) los resultados normalmente asociados a ese 
diagnóstico, y 5) las preferencias del paciente. Es importante 
saber que los resultados que se presentan en el vínculo re- 
flejan el resultado final deseado en relación con el estado del 
paciente que se quiere obtener. Por ejemplo, los resultados 
sugeridos para el diagnóstico Integridad cutánea, deterioro, 
son los siguientes: Respuesta alérgica: localizada; curación 
de las quemaduras; Integridad tisular: piel y membranas mu- 
cosas; Curación de la herida: por primera intención; y Cura- 
ción de la herida: por segunda intención. Estos resultados y 
sus indicadores asociados permiten medir la resolución de 
las características definitorias y el diagnóstico general. 
Los resultados que se refieren a los factores relacionados, 
a menudo etiológicos, antecedentes o factores asociados 
a un diagnóstico NANDA-I, deben resolverse antes de al- 
canzar el resultado final real. Si el factor relacionado es un 
deterioro circulatorio, se debería seleccionar el resultado 
Estado circulatorio. Si es un estado de desequilibrio nutri- 
cional, se seleccionará el resultado Estado nutricional, Estado 
nutricional: ingestión de nutrientes o alguna de las restantes 
medidas del estado nutricional. En otros casos puede ser 
adecuado seleccionar intervenciones que influyan en los 
factores relacionados. Si el factor relacionado es mecánico, 
por ejemplo la presión, Manejo de presiones podría ser 
la intervención de elección; si el factor relacionado es la ra- 
diación, se podría seleccionar Manejo de la radioterapia. 
Se han publicado algunos ejemplos de los resultados selec- 
cionados por enfermeras clínicas para siete diagnósticos 
NANDA-I, con la discusión de los factores que podrían ha- 
ber influido en la selección (Moorhead y Johnson, 2004). 
Después de seleccionar el resultado, la enfermera puede 
considerar las intervenciones sugeridas en el desarrollo del 
vínculo, a fin de facilitar la selección de una o más inter- 
venciones para el individuo o el grupo. Las principales in- 
tervenciones son las más estrechamente relacionadas con 
el diagnóstico y el resultado, y deberían considerarse en 
primer lugar. Si no se selecciona una intervención princi- 
pal, deberá prestarse atención a las intervenciones sugeri- 
das. Bulechek et al. (2008) identifican seis factores que 
deben considerarse a la hora de seleccionar una interven- 
ción de enfermería: 1) el resultado deseado del paciente; 
2) las características del diagnóstico de enfermería; 3) la 
base de investigación asociada a la intervención; 4) la viabi- 
lidad de la implementación dela intervención; 5) la acep- 
tabilidad de la intervención por el paciente, y 6) la capacidad 
de la enfermera. Además, se incluyen la estimación de los 
tiempos y la formación que se consideran necesarios para 
realizar cada intervención, una información que será útil 
para la enfermera cuando seleccione las intervenciones 
para un paciente en particular (Bulechek et al., 2008). 
Todos esos factores deben tenerse en cuenta cuando se 
utilicen los vínculos. Los vínculos pueden ayudar a la en- 
fermera al sugerir las intervenciones asociadas con el resul- 
tado y con el diagnóstico, pero no pueden remplazar el 
juicio profesional al seleccionar una intervención. 
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN 
EN EL ÁMBITO SANITARIO 
Los sistemas de información clínica electrónicos serán cada 
vez más habituales en las instituciones sanitarias, a medida 
que la necesidad de disponer de datos clínicos útiles para su 
evaluación es cada vez mayor y desempeña un papel cada 
vez más importante en la mejora de la calidad. El 17 de fe- 
brero de 2009, el presidente Barack Obama firmó la American 
Recovery and Reinvestment Act de 2009 (conocida como 
ARRA), que contenía disposiciones destinadas a aumentar 
el gasto relacionado con el desarrollo de las tecnologías de 
la información en el ámbito sanitario, incluyendo más 
de 20.000 billones de dólares para el desarrollo y adopción de 
sistemas de registro electrónicos (Wilson, 2011). Las enfer- 
meras desempeñan un papel fundamental en la utilización 
de la información de forma sistemática y organizada, con el ©
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14 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
 
objetivo de aumentar la calidad del cuidado (Dickerson, 
2011). Además, ya conocen la importancia de la tecnología 
de la información electrónica a la hora de recopilar, regis- 
trar y cuantificar el dominio enfermero del cuidado, y han 
aceptado la importancia de las tecnologías de la informa- 
ción (TI) en la determinación de los resultados que respon- 
den a los cuidados enfermeros (Wilson, 2011). McBride 
(2006) describe claramente cómo la tecnología de la infor- 
mación (TI) ayudará a alcanzar las iniciativas de calidad del 
OIM (Organización Internacional para las Migraciones), 
que incluyen facilitar la capacidad de las enfermeras de re- 
gistrar y compartir la información, de usar las técnicas de 
Benchmarking on line y de seguir los resultados del pa- 
ciente y utilizar las TI para vincular los procesos de enfer- 
mería (p. ej., una determinada intervención para lograr 
determinados resultados). Los sistemas electrónicos se uti- 
lizan para reducir los errores, estandarizando y automati- 
zando las decisiones e identificando los errores. Las bases 
de datos on line que incluyen protocolos de prácticas basa- 
dos en la evidencia, planes de cuidados y vías críticas, pro- 
porcionan a las enfermeras y otros profesionales de la salud 
un acceso rápido a un gran volumen de conocimientos di- 
señados para mejorar la toma de decisiones clínicas. Los 
dosieres electrónicos pueden contribuir de forma signifi- 
cativa a la seguridad del paciente y a la calidad y eficacia de 
los cuidados de salud (Lee, 2011). Además, el dosier de 
salud electrónico permite a los profesionales sanitarios ac- 
ceder con rapidez a la información digitalizada y actuali- 
zada del paciente en distintos entornos sanitarios, con lo 
que se dispone de una documentación más completa de su 
estado de salud y potencialmente, se limita la duplicación 
de los servicios. Por otra parte, los sistemas electrónicos de 
ayuda a la toma de decisiones facilitan dicha toma de deci- 
siones clínicas, al permitir el acceso a las mejores evidencias 
en el mismo punto donde se desarrolla el cuidado (Wilson, 
2011). Los pagadores de los sistemas de salud y las entida- 
des gestoras se basan en la información estadística obtenida 
a partir de estos sistemas para determinar la asignación del 
gasto sanitario. A medida que se extienda el uso de los sis- 
temas de información, cada disciplina deberá identificar los 
elementos necesarios para evaluar los procesos y los resul- 
tados del cuidado. 
Aunque el desarrollo de los sistemas de información en 
enfermería fue considerado de alta prioridad ya en 1988 
(National Center for Nursing Research, 1988), el desarrollo 
de sistemas que usan elementos estandarizados aún está en 
sus primeras etapas. «Si las enfermeras no desarrollan 
y utilizan las herramientas necesarias para participar en 
este entorno regido por la información, las oportunidades 
de proporcionar servicios de enfermería pueden disminuir 
significativamente en el futuro» (Jones, 1997, pág. 377). El 
desarrollo de bases de datos requiere un lenguaje común y 
una forma estandarizada de organizar los datos. Para la 
disciplina enfermera, es vital utilizar lenguajes o termino- 
logías de enfermería estandarizados, ya que proporcionan 
términos homogéneos para comunicar los conocimientos 
de enfermería y reducir los sesgos que se producen cuando 
se usan terminologías basadas en sus propios modelos 
mentales de cuidados (Clancy, Delaney, Morrison y Gunn, 
2006). Además, los lenguajes de enfermería estandarizados 
permiten codificar los diagnósticos, intervenciones y re- 
sultados, de manera que se puede obtener, almacenar, 
recuperar y transformar la información sobre los cuidados 
enfermeros (Bakken y Currie, 2011). En un intento de 
avanzar la enfermería en previsión del uso del dosier elec- 
trónico del paciente, la American Nurses Association 
(ANA) desarrolló un conjunto de estándares para el con- 
junto de datos de enfermería en los sistemas de informa- 
ción. Esos estándares incluyen nomenclaturas, vínculos de 
contenido clínico, almacenaje de datos y requisitos genera- 
les del sistema (American Nurses Association, 1997). La 
ANA reconoce los vocabularios NANDA-I, NOC y NIC 
como nomenclaturas aprobadas. Al organizar la informa- 
ción de enfermería en categorías significativas de datos 
para el análisis, los vínculos NANDA-I/NOC/NIC son los 
«ladrillos» con los que se construyen los sistemas electró- 
nicos de información clínica (Lang, 2008, pág. 233). Los 
tres han sido registrados en HL7 (Health Level 7), la orga- 
nización que se ocupa de los estándares de la asistencia 
sanitaria en EE. UU. Todos ellos han sido aprobados para 
su inclusión en SNOMED-CT (Systematized Nomenclature 
of Medicine-Clinical Terms), un sistema exhaustivo de refe- 
rencia terminológica que está abocado a convertirse en el 
sistema de terminología de referencia reconocido para el 
intercambio de información sanitaria entre las áreas más 
importantes del dosier electrónico de salud. 
El registro de los diagnósticos que tratan las enferme- 
ras, las intervenciones que usan para tratar esos diagnósti- 
cos y las respuestas que consiguen con sus intervenciones, 
son necesarios en los sistemas de información electrónicos 
a fin de poder desarrollar amplias bases de datos de en- 
fermería locales, regionales, nacionales e internacionales 
(Iowa Intervention Project, 1997; Keenan y Aquilino, 1998). 
Las grandes bases de datos clínicos son necesarias para 
evaluar la eficacia de enfermería, plantear hipótesis que se 
puedan probar en diseños de investigación debidamente 
controlados y depurar los vínculos entre diagnósticos, in- 
tervenciones y resultados a partir de evidencias clínicas y 
de investigación. El empleo de estas bases de datos es 
esencial para el desarrollo de los conocimientos de enfer- 
mería, para la práctica basada en la investigación y para la 
constitución de elementos que influyen en la política sani- 
taria. Sin embargo, las enfermeras clínicas no suelen dispo- 
ner de tiempo para buscar en cada uno de los lenguajes 
estandarizados ordenados en forma alfabética una y otra 
vez dentro de un sistema electrónico. 
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Uso de los vínculos para el razonamiento clínico y la mejora de la calidad 15 
 
 
 
La AmericanNurses Association ha reconocido cinco 
grupos terminológicos que integran los diagnósticos, in- 
tervenciones y resultados de enfermería. Esas cinco termi- 
nologías de enfermería son la Clasificación de Cuidados 
Clínicos (CCC), la Clasificación Internacional de la Prác- 
tica de Enfermería (CIPE), el Sistema Omaha, el Conjunto 
de Datos de Enfermería Perioperatorios (PNDS) y las ter- 
minologías NANDA-I/NIC/NOC (NNN). Un estudio sis- 
temático de esos cinco grupos terminológicos indica que el 
Sistema Omaha, el PNDS y la CCC presentan un enfoque 
limitado y son sistemas no exhaustivos, disponen de un 
menor número de publicaciones y de redes de publicación 
por coautores de menor tamaño (Anderson, Keenan y Jo- 
nes, 2009). Por ejemplo, pueden encontrarse artículos cen- 
trados en la investigación, aplicación e implementación del 
NNN en 21 países y 28 estados de EE. UU., mientras que el 
Sistema Omaha se utiliza en 5 países y 16 estados. Además, 
el sistema NNN cuenta con un mayor número de publica- 
ciones (artículos en revistas, resúmenes, libros, capítulos 
de libros y Tesis). De hecho, NNN fue usado en 879 pu- 
blicaciones, cifra ciertamente elevada en comparación con 
un total de 261 publicaciones de los otros cuatro sistemas 
terminológicos en conjunto. En consecuencia, no resulta 
sorprendente que el sistema NNN sea el marco de termi- 
nología estandarizada más utilizado en los sistemas de in- 
formación usados por los sistemas sanitarios. Los vínculos 
NANDA-I/NOC/NIC que se presentan en este libro facili- 
tan la organización y estructuración de los sistemas de in- 
formación clínica de enfermería, que son los más eficaces 
en el registro de la práctica enfermera. Las taxonomías 
proporcionan un esquema organizativo que facilita la or- 
ganización de las pantallas en los dispositivos electrónicos, 
lo que facilita el acceso de las enfermeras clínicas a la docu- 
mentación informatizada. Asimismo, los vínculos optimi- 
zan la eficacia de las consultas al proporcionar agrupaciones 
de diagnósticos, intervenciones y resultados, con una ele- 
vada probabilidad de presentar relaciones eficaces para el 
cuidado del paciente. En un estudio que evaluaba la im- 
plantación, tanto en la docencia como en la práctica, de los 
diagnósticos, intervenciones y resultados de enfermería, 
Muller-Staub (2009) concluyó que «se recomienda usar 
el sistema NNN en la documentación electrónica de en- 
fermería», y que el uso del NNN en la práctica «llevó a 
una mayor calidad de la documentación de enfermería» 
(págs. 14-15). 
Un ejemplo en el que se fusionan la tecnología de la 
información y los vínculos del NNN es el trabajo del 
equipo liderado por Keenan para desarrollar el sistema 
HANDS (Hands-on Automated Nursing Data System), un 
sistema de información clínica de enfermería, de fácil 
aplicación y sólidamente contrastado, que incluye los vín- 
culos NANDA-I/NIC/NOC. La investigación de la aplica- 
ción de esta herramienta en asistencia domiciliaria y en el 
entorno extrahospitalario aportó datos que refrendaban 
su fiabilidad, sensibilidad y utilidad en la planificación 
y documentación de los cuidados, y su idoneidad en lo 
que respecta a la consecución de los resultados deseados 
(Westra, Delaney, Konicek y Keenan, 2008). 
Los vínculos NNN también ofrecen cierto apoyo 
al proceso de toma de decisiones. La revisión de los resul- 
tados e intervenciones seleccionados por enfermeras ex- 
pertas para un diagnóstico en particular ayudará a las 
enfermeras clínicas a considerar posibles tratamientos 
y respuestas que, de otro modo, podrían ser pasados por 
alto en un contexto de toma de decisiones a veces apresu- 
rado y exigente. Es probable que este apoyo a la toma de 
decisiones resulte incluso más útil para los profesionales de 
enfermería inexpertos, que también necesitan disponer 
de varias opciones de razonamiento clínico para elegir, 
pero que a menudo tienen dificultades para identificar las 
intervenciones y resultados críticos y prioritarios para un 
diagnóstico. En el capítulo 3 se describe con detalle el di- 
seño, implementación y aplicación de los sistemas de in- 
formación electrónica en enfermería usando NNN. 
RAZONAMIENTO CLÍNICO 
Y TOMA DE DECISIONES 
La mejora de la calidad se basa en la idea de un razona- 
miento clínico y una toma de decisiones eficaces, compe- 
tentes y centradas en el paciente. La toma de decisiones 
clínicas se basa en el razonamiento clínico, que incluye el 
uso de conocimientos, experiencias y pensamiento crítico. 
Los modelos de toma de decisiones en enfermería son los 
auténticos motores de la práctica enfermera (Butcher, 
2004b). Desde los años cincuenta, el proceso de enfermería 
ha aportado una estructura que facilita el razonamiento 
clínico. En un primer momento, constaba de cuatro pasos: 
valoración, planificación, intervención y evaluación. Ya en 
1973, la American Nurses Association añadió el diagnóstico 
como segundo paso en el modelo de toma de decisiones, 
con lo que se establece como patrón de la práctica enfer- 
mera un modelo de cinco pasos, a saber, valoración, diag- 
nóstico, planificación, intervención y evaluación (VDPIE 
en español). El proceso de enfermería ha sido el marco 
organizativo para la práctica profesional de enfermería 
desde comienzos de los años sesenta. En su versión tradi- 
cional, se ha convertido en un estándar asistencial cada vez 
más utilizado finalizar el proceso de Valoración, con la 
identificación de los diagnósticos NANDA-I en la fase 
Diagnóstica, con la elección de los resultados NOC 
y los indicadores más relevantes relacionados con los cui- 
dados de enfermería durante la Planificación del cuidado 
para cada diagnóstico, y con la selección de las intervencio- 
nes NIC y las actividades a ejecutar durante la fase de 
Intervención, y la determinación de los cambios en los in- 
dicadores NOC seleccionados durante la fase de Evaluación. ©
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16 Parte I ■ Lenguajes y aplicaciones 
 
 
Por tanto, los lenguajes de enfermería del sistema NNN 
proporcionan un sustancial contenido o conocimiento que 
se utiliza en el proceso de enfermería. 
Si bien el proceso de enfermería ya ha demostrado su 
utilidad como método para la toma de decisiones clínicas, 
en su planteamiento tradicional dicho proceso presenta 
varias limitaciones en lo que respecta a la práctica de enfer- 
mería contemporánea. En esta última se enfatiza el conoci- 
miento del «historial» del paciente, es decir, se pone la 
situación del paciente en un contexto significativo que 
permita aplicar un pensamiento reflexivo y creativo, una 
práctica basada en la teoría y la evidencia así como la con- 
sideración de los resultados deseados del paciente. Para 
Pesut y Herman (1999), el proceso de enfermería tradicio- 
nal no solo no se centra explícitamente en los resultados, 
sino que resta importancia al pensamiento creativo, refle- 
xivo y concurrente. Se trata más de un proceso orientado 
al procedimiento, no centrado tanto en las estructuras y 
procesos de pensamiento, que utiliza un planteamiento li- 
neal escalonado que limita, el desarrollo del pensamiento 
relacional necesario para comprender las complejas inte- 
racciones entre los problemas que aquejen al paciente. El 
proceso limita también el desarrollo práctico de formula- 
ciones teóricas relevantes. En respuesta a la necesidad de 
disponer de un modelo más actualizado para el razona- 
miento clínico, Pesut y Herman desarrollaron el modelo 
conocido como Análisis del Resultado Esperado Actual 
(AREA) (en inglés, Outcome-Present State Test, OPT) para 
el razonamiento clínico reflexivo. Una de las fortalezas del 
modelo AREA es que abarca diferentes tipos de pensa- 
miento necesarios para la emergente «era conceptual» o 
«pensamiento panorámico» defendido por Pink (2005), a 
la vez que da gran importancia a la historia o la «narración» 
del paciente, al uso de la empatía

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