Anatomía humana (13)

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498 TRATADO DE ANATOMIA HUMANA
La inervación vegetativa del laberinto y la concentración del líquido cndoliníátieo 
explica el malestar, las náuseas, la palidez y sudores que se provocan por la excitación 
del vestíbulo; aunque se concede también gran papel en estos fenómenos a las hormo­
nas simpáticas y parasimpátieas que intervienen sobre el sistema periférico por la vía 
humoral.
Los líquidos endo y perilinfátieos deben estar siempre en equilibrio bioquímico; 
la constancia de su composición se asegura por la barrera hemovestibular infranquea­
ble. El mecanismo regulador de la tensión, aunque muy complejo, es sensible a la hi­
pertensión de la endolinfa.
Las alteraciones vasculares, las anomalías de los líquidos laberínticos y el desarre­
glo del sistema neurovegetativo son causas del desequilibrio funcional de los fenóme­
nos sensoriales del vestíbulo.
V A S O S Y N E R V I O S D E L O I D O I N T E R N O
Arterias. El oído interno recibe su irrigación principalmente por medio de la a r t e ­
r ia a u d i t i va in te rn a , rama del tronco basilar, la cual penetra en las cavidades laberínticas 
por el conducto auditivo interno y se divide inmediatamente en dos ramas, una ra m a a n ­
te r ior o coclear y una ra m a pos ter ior o. ves t ibular , que van a distribuirse en las partes 
correspondientes del laberinto. De una manera accesoria, las paredes óseas del laberin­
to reciben ramitos muy delgados qué se originan en'las arterias meníngeas, en la arteria 
estilomastoidea y en la s . arterias de la cara interna de la caja del tímpano.
Venas. La sangre venosa sale de las cavidades laberínticas por medio de tres venas 
principales. La v e na a u d i t i va in t e rn a , que viene sobre todo del caracol, atraviesa el con­
ducto auditivo interno y desemboca en el seno petroso superior o en el seno lateral. 
La vena del acueduc to de l ves t íbulo se origina en los conductos semicirculares y en el 
utrículo, y a través del acueducto del vestíbulo va a desembocar en el seno petroso su­
perior. La v e na del acueduc to del caracol es más voluminosa que la precedente y con­
duce a la vena yugular interna, después de atravesar el acueducto del caracol, la ma­
yor parte de la circulación venosa del caracol, así como de las vesículas del vestíbulo 
membranoso. (Fig. 444.)
Linfáticos. Sin que existan propiamente troncos linfáticos en el oído interno, la 
linfa está representada en él por la endolinfa y Ja perilinfa, que recorren los espacios 
correspondientes. Los espacios perilinfátieos comunican con los espacios subaracnoideos 
a través de las vainas nerviosas de las ramificaciones del nervio auditivo, y, sobre to­
do, por los pequeños conductos que siguen la vía del acueducto del caracol y del acue­
ducto del vestíbulo. (Véase fig. 443.)
Nervios. Los nervios del oído interno son las dos ramas del estatoaeústico, el VIII 
par craneal, la rama coclear y la rama ves t ibu lar . La rama coclear del nervio auditivo pe­
netra por el conducto auditivo interno y se dirige hacia la f o s i ta coclear o f o s i t a ante- 
roinfer ior , donde se encuentra con la criba espiroide, subdividiéndosc entonces en una se­
rie de ramitos nerviosos, cada uno de los cuales atraviesa uno de los orificios de la cri­
ba, para seguir en el espesor de la columnilla a los conductos que la atraviesan y después 
acodarse para alcanzar el borde adherentc de la lámina espiral. En el punto donde cam­
bian de dirección, precisamente en el conducto espiral de Kosenthal, los filetes nervio­
sos presentan un engrosamiento, que es el ganglio de Corti; se le llama también gangl io 
espiral , porque tiene la forma de un engrosamiento alargado que da tantas vueltas do 
espiral como el conducto que lo contiene. Una vez que los filetes nerviosos desprendidos 
del ganglio de Corti alcanzan el borde adherentc de la lámina espiral, se dirigen hacia 
fuera, entre las dos laminillas óseas que constituyen la mencionada lámina, y adoptan en 
este punto una disposición plexiforme. Salen luego del espesor de la lámina espiral por 
un conjunto de agujoritos en hilera colocados en su borde libre, conocidos eon el nom­
bre de f o r a m i n a nerv ina , y penetran en el espesor del órgano de Corti, del caracol mem­