Anatomía humana (785)

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y penetra en la losa p itu ita ria , conectándose íntim am ente con ella. E l espacio cónico se 
denomina i n fu n d ib u lo y su porción term inal, más o menos compacta, constituye el tallo 
p itu i ta r io que se continúa con el lóbulo posterior de la hipófisis.
Hipófisis. Da hipófisis o cuerpo p itu ita rio os un cuerpo ovoideo aplanado de a rr i­
ba abajo, de eje m ayor transversal, alojado en la fosa p itu ita ria . (F ig . 223.) Mide uno y 
medio centím etros en el diám etro transversal y tiene seis m ilím etros de espesor en el diá­
metro anteroposterior. E stá constituido por dos lóbulos aplicados ín tim am ente uno a otro; 
el anterior, más grande, tiene form a de m edia luna cuya concavidad posterior abarca al 
lóbulo posterior. Tiene su origen embriológico este lóbulo en el epitelio de u n a invagina­
ción de la faringe, a la que se une prim itivam ente por un tallo epitelial o conducto cra- 
neofaríngeo que se pierde con el tiem po. E l lóbulo queda entonces aislado en la cavidad 
craneal y rodeado de u n a red vascular abundante; constituye la g lándula hipófisis, cuya 
estructu ra y función se estud iarán en ol capítulo correspondiente a las glándulas de se­
creción in terna.
E l lóbulo posterior de la hipófisis es de naturaleza nerviosa y se une po r medio del 
ta l lo p itu ita rio a la base del cerebro, o m ejor.d icho, a l hipotálam o, m ediante gran nú ­
mero de fibras nerviosas.
En el hipotálam o se encuentra una porción an terio r u óptica, ocupada po r dos con­
glomerados densos de células nerviosas, el n ú c h u p a r a n n tr icu la r y el núcleo supraóptico: 
este último en ín tim a relación con el lóbulo posterior de la hipófisis po r medio de un haz 
de fib ras descendentes. E n la porción media o tuberosa del hipotálam o, correspondiente al 
tu b c r cinereum , se hallan diversos grupos cehílares que form an los núcleos d t l tuher. F i­
nalmente, en la p arte posterior del hipotálam o correspondiente a los tubérculos mamila­
res, yacen los núcleos de los tubércu los m am ila res , donde tienen su origen gran canti­
dad de fibras ainielínicas que se dirigen hacia arrib a y a trás p a ra ponerse en relación con 
los núcleos vegetativos del diencéfalo.
La experiencia y la fisiología, así como los datos patológicos, dem uestran que el hipo- 
tálamo es un centro regulador de las actividades autónom as del cuerpo, y sus lesiones se 
acom pañan de trastornos metabólicos, visceromotores y vasomotores.
V E N T R IC U L O M E D IO O T E R C E R V E N T R IC U L O
E s un espacio com prendido en tre los dos tálamos. E n sentido sagital se extiende del 
quiasm a óptico po r delante a la glándula pineal por detrás; p a ra fac ilita r su estudio se 
pueden considerar en él un borde an terio r y otro borde posterior, u n techo, un suelo 
y dos paredes laterales.
Borde anterior. E s vertical y está form ado por una delgada lám ina, denomina­
da lám ina supraóp tica o lám ina te rm in a l , que une el quiasm a óptico con el pico o ros- 
t ru m del cuerpo calloso. Uniendo la cara in te rn a de los extrem os anteriores de ambos
tálamos, inm ediatam ente por delante de los p ilares anteriores del trígono cerebral, se
encuentra un m anojo de fib ras que cruza po r la cara posterior de la lám ina supraóptica, 
haciendo saliente en la cavidad ventricular, de la cual queda separada solamente por la 
m em brana ependim aria. E ste haz se llam a com isura blanca a n ter io r y m arca el lím ite por 
delante en tre el borde an terio r y el techo del ventrículo medio. (F ig . 224.)
Borde posterior. E n la p a rte posterior de la cara superior e in tegrando en realidad 
el borde poster ior se encuentra el pedúnculo de la g lándula pineal con sus dos replie­
gues; el superior que origina las estrías habenulares, y el in ferio r que continúa con la
comisura blanca posterior, la cual, a su vez, form a el techo del ano u orificio an terio r del 
acueducto de Silvio. E n tre los dos repliegues pedunculares de la glándula pineal se en­
cuentra el divertículo ven tricu lar que form a el receso pineal, y por encima del repliegue 
peduncular penetra el receso suprap ineal; ambos recesos están revestidos po r la membrana 
ependim aria. P o r la com isura blanca posterior pasan fib ras que unen un pu lv inar con 
el del lado opuesto; es por lo tan to una comisura in te rp u lv in a r .