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SENTIDO DE LA VISTA de adelante atrás por la prominencia de la córnea. Mide 25 mm en su diámetro antero- posterior; 23.5 mm en sentido transversal, y 23 mm en el diámetro vertical. Pesa de 7 a 7.5 £ y es de consistencia firme, (pie se compara a la del testículo o a la (pie presentan los músculos de la eminencia tenar citando el pulgar se halla en abducción, consistencia fácilmente apreeiable al tacto y que se expresa en presión de milímetros de mercurio (15 mm), por medio de aparatos especía los llamados tovóni* tros. A causa de su forma esférica, se pueden distinguir en el gloho del ojo una extremidad o polo (inferior: una extremidad o polo p o s te n o r : el <je ani i roposterinr , representado por el diámetro que une los dos polos; un <e)«nIor, <pie es (‘1 círculo máximo perpendicular al eje y que dividí1 al ojo en dos fu misf irio.s: uno an terior y otro posterior; un wcni f ia- no n r l i c a l , un mer id iano hor izontal y tantos meridianos oblicuos e inter medios como se desee. ( Eig. 352.) Situación. Ocupa el globo del ojo la parte anterior de la cavidad orbitaria y está mantenido en esa posición por la aponeurosis de Te- non, la. tensión di* sus músculos ane xos y la cantidad de grasa orbitaria que ocupa el segmento retroeapsu- lar. Cuando dicha tensión muscular o el tejido adiposo disminuyo, los "jos aparecen más profundamente situados dentro de las órbitas (ojos hundidos en los estados de desnutri ción') . Las cavidades orbitarias han sido descritas ampliamente en el Tomo I de esta obra, en el capítulo de Cavidades de la Cara. Recorda remos aquí que tiene forma de pirá mides ouarlrangulares. de base an terior y vértice posterior, colocadas lutria arriba y afuera de las fosas nasales, por debajo del piso anterior de la Irise del. cráneo, por encima del seno maxi lar y por dentro (b1 la parte anterior de las fosas temporales. Su eje anteroposterior es oblicuo hacia atrás y adentro, en tal grado que sí prolongamos Jos ejes de las dos cavi dades orbitarias, se vendrían a encontrar un puco por detrás de la lámina cuadrilátera del esfenoides, formando un ángulo agudo, abierto hacia delante, que en números re dondos mide 45°. Las órbitas comunican ampliamente hacia delante con el exterior por toda la extensión de sus bases; luieia atrás, con la cavidad craneal por el agujero óp tico y la hendidura esfenoidal; hacia dentro, con los canales olfatorios por los con ductos orbitarios internos; hacia abajo, con las fosas nasales por el conducto lacrimona- sal, y en su borde inferoexterno se establece comunicación con las dos fosas ptengoma- xilar y cigomátiea por medio de la hendidura esfenomaxilar. En su pared exterior se abre el orificio profundo del conducto temporomalar y su pared inferior* está recorrida por (‘1 canal iníYaorbitario y el conducto de! mismo nombre. C O R T E V l i RT I CAI . C O R L E H O R I Z O N T A L F i e . 3 5 3 . R e l a c i o n e s d e i . g l o b o o c t l a r c o n l a s p.a RI -DES V C O N LA BASE DE I A Ó RBI TA. Las cifras indican las distancias en milímetros del globo ocular a las distintas paredes de la órbita.
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