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Anatomía y fi siología del cuerpo humano226 En el estómago tienden a separarse del resto de la comida ingerida, formando una fase aceitosa, por lo que las grasas tardan más en salir del estómago y en ser digeridas. Los movimientos enérgicos del estómago contribuyen a disminuir el tamaño de las gotas de grasa. Es en el duodeno donde las grasas se emulsionan en gotitas de lípidos, por acción de las sales biliares. De este modo las enzimas lipolíticas pueden acceder a las gotas de grasa recu- biertas en su exterior por las sales biliares. La lipasa pancreática hidroliza la mayor parte de los triacil- glicéridos, la fosfolipasa lo hace con los fosfolípidos y la coles- terol esterasa con los ésteres del colesterol. Los productos resul- tantes de la digestión de los lípidos se incorporan a las micelas y de este modo se transportan por el medio acuoso intestinal. Las micelas formadas en el duodeno transportan los lípidos por el intestino delgado hasta que se absorben en el duodeno y yeyuno (Fig 8.30). Absorción de los lípidos Al contactar con la pared intestinal, los lípidos entran en con- tacto con la membrana celular de los enterocitos, la atraviesan fácilmente y entran en su interior. Una vez dentro de la célula, se vuelven a formar triacilglicéridos, fosfolípidos y ésteres del colesterol. Posteriormente, en el retículo endoplásmico del ente- rocito, se forman los quilomicrones que son agrupaciones de los lípidos recubiertos por fuera por proteínas denominadas apo- proteínas o beta-lipoproteínas. Estos complejos son solubles en el medio acuoso y por lo tanto en el citoplasma celular. Los qui- lomicrones salen de las células por exocitosis y pasan a los vasos linfáticos (quilíferos), situados en el centro de la vellosidad in- testinal (Fig. 8.30). Los quilomicrones abandonan la circulación linfática por el conducto torácico y llegan a la circulación venosa, sin sufrir el fi ltro hepático. 3.8.4. Absorción de agua, electrólitos y vitaminas Absorción de agua Al intestino delgado se vierten diariamente unos 7 litros de secre- ciones, que se unen a los 2 litros de líquido que bebemos. De todo este volumen de líquido, sólo pasa al colon medio litro, el resto se absorbe a lo largo del intestino delgado. La absorción de agua es totalmente pasiva, ya que la mucosa intestinal es permeable al agua y se produce por gradientes de osmolaridad. El duodeno y el yeyuno son las zonas en las que se absorbe el mayor volumen de agua (Fig. 8.31). Absorción de iones Sodio. Con las secreciones intestinales se secretan cada día 25-30 gramos de sodio y además con la ingesta ingresan unos 5-10 gramos más. Esto constituye una décima parte del sodio total del orga- nismo. Esto hace que las alteraciones intestinales, como la diarrea, que conllevan pérdidas de sodio puedan alterar el equilibrio de este ion en el organismo. El sodio está más concentrado en el quimo que en el in- terior del enterocito, por lo que el gradiente de concentración favorece su absorción. La salida del sodio del enterocito a través de la membrana basolateral, hacia el líquido intersticial y la cir- culación sanguínea, se realiza por transporte activo y consume energía. Como se ha mencionado anteriormente, la absorción de sodio está acoplada a la de glucosa y a la de aminoácidos. El 30% de la absorción de sodio se lleva a cabo en el duodeno, el 60 % en el yeyuno, el 5% en el íleon y en el colon tiene lugar la absorción del 5% restante. Micelas Enterocito Ácidos grasos Monoglicéridos Triacilgliceroles Fosfolípidos Colesterol Quilomicrón Figura 8.30. Absorción de los lípidos y formación de los qui- lomicrones. Figura 8.31. Secreción y absorción de agua en el tracto gas- trointestinal. 2 L bebida 1.5 L saliva 2 L secreción gástrica 0.5 L bilis 1.5 L secreción pancreática 1.5 L secreción intestinal Absorción en el intestino delgado 8.5 L Absorción en el intestino grueso 0.4 L 0.1 L excretado en las heces https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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