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675 © E ls ev ie r. E s un a p ub lic ac ió n M A S S O N . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Capítulo 53. Rehabilitación de las enfermedades de la voz por la faringe-esófago). Este principio debe tenerse presente para comprender el modo de producción y rehabilitación de la voz erigmofónica. La técnica y el mecanismo consisten en bombear el aire de la boca y la faringe hacia el esófago, para que, al volver a salir al exterior, produzca la vibración, el sonido, el eructo. Éste será articulado por la lengua y mandíbula, y tendrá la resonancia de la faringe, boca y fosas nasales. El acto de bombear y expulsar aire es un movimiento que se conoce como «tragar y vomitar». Para obtener una buena voz erigmofónica no se ha de intentar hacer el ruido del eructo, ni tampoco intentar hablar; se debe dejar «que hable el esófago». El paciente debe pensar sólo en tragar y vomitar el aire; esta expulsión de aire esofágico constituye el de- nominado soplo esofágico. Si, lejos de concentrarse en producir un adecuado soplo esofágico, el paciente in- tenta producir el sonido vocal, inconscientemente pondrá en marcha el fuelle pulmonar, el viejo hábito de hablar, y se producirá el denominado soplo pul- monar, que es emitido a través del traqueostoma y «com pite» con el soplo esofágico. La técnica de la voz erigmofónica comporta la ad- quisición previa de tres mecanismos básicos: inde- pendencia de los soplos (esofágico y pulmonar), inyección esofágica y el eructo automático. Como hemos indicado, el aprendizaje de la voz erigmofónica consiste en la realización de ejercicios que hagan posible reducir al máximo el soplo pulmo- nar; esto conlleva la producción de un mejor soplo esofágico, del que en gran medida depende la calidad de la erigmofonía. El contenido de estos ejercicios lo integran una serie de acciones sucesivas que ponen en acción, por una parte, el aire de los pulmones y, por la otra, el aire de la boca y la faringe, de un modo inde- pendiente y controlado. Para la producción del soplo esofágico el paciente debe coordinar la inyección esofágica y el eructo auto- mático, encadenándolos; la inyección supone el paso a la parte alta del esófago de una pequeña parte del aire contenido en la faringe por medio de la compresión del aire de la boca. Este aire deberá ser devuelto en forma de un eructo, y ello permitirá articular sonidos. La técnica consiste en lo siguiente: 1. Cerrar la boca, apretando un poco los labios de forma prolongada. 2. El paciente traga el aire al mismo tiempo que baja la barbilla e inclina la cabeza hacia el pecho. 3. Acto seguido vuelve a levantar la cabeza y hace un ademán como quien quiere vomitar, adelantando ligeramente la cabeza y alargando el cuello. Una vez que el paciente aprende a emitir el eructo voluntario, inicia la práctica de una serie de ejercicios que consisten en quitar brusquedad al mecanismo y conseguir una mayor naturalidad con menor esfuerzo. Todos los ejercicios indicados se inician con pa- labras monosílabas compuestas por fonemas explo- sivos (pa, ca, ta, etc.) y, poco a poco, se van añadien- do sílabas. Las sesiones de rehabilitación conviene realizar- las en grupos no muy numerosos (3-4 personas, como máximo). De esta manera, los pacientes, pueden en- contrar el apoyo de otras personas en similar circuns- tancia cuyas experiencias pueden suponer una fuente de motivación. DISFONÍAS ESPECIALES DISFONÍAS INFANTILES La disfonía infantil se define como cualquier difi- cultad o alteración en la producción de la voz, que aparece en el período de tiempo comprendido desde el nacimiento a la pubertad. El origen más frecuente de disfonía se encuentra en una alteración orgánica del aparato fonatorio o en un trastorno del desarrollo psicomotor, afectivo o in- telectual del niño. El tipo de patología más frecuente en el niño son los nódulos vocales. Según el comportamiento vocal, se encuentran dos tipos diferentes de niños: 1. Los niños hipercinéticos extrovertidos. 2. Los niños introvertidos, ansiosos, perfeccionistas. La disfonía infantil siempre debe ser tratada de modo diferente a la del adulto, y el éxito de la rehabi- litación vocal está determinado por la motivación que se despierte en el niño y en su familia. La rehabilitación se basa en los siguientes aspectos: 1. La discriminación auditiva. El niño disfónico no tiene consciencia de las características del sonido y de su voz, por lo que no establece un buen feed- back auditivo correctivo sobre la voz. Es necesario desarrollar esta capacidad mediante ejercicios de escucha y discriminación, tanto de sonidos, como de instrumentos, de voces, como de su propia voz. 2. Psicomotricidad. El niño disfónico no es consciente de las sensaciones propioceptivas y cinestésicas, y por ello hay que crearle un esquema corporal- vocal. Aquí se debe rehabilitar siguiendo las pau- tas que se han indicado en apartados anteriores de este capítulo. 3. La expresión. El niño debe descubrir todas las po- sibilidades sonoras que le ofrece su aparato fona- dor: silbar, cantar, imitar, hablar, etc. Se le enseña a proyectar su voz y así poder llevar a cabo una resonancia e intensidad adecuadas.