Logo Studenta

Tratado de Otorrinolaringologia y Patologia Cervicofacial-715

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

723
©
 E
ls
ev
ie
r. 
E
s 
un
a 
p
ub
lic
ac
ió
n 
M
A
S
S
O
N
. 
Fo
to
co
p
ia
r 
si
n 
au
to
riz
ac
ió
n 
es
 u
n 
d
el
ito
.
Capítulo 58. Bases embriológicas y anatomía aplicada del cuello
lo cutáneo del cuello; ésta es la vía de acceso quirúrgico. 
El extremo posterior de la glándula está relacionado, 
como ya se indicó, con el fascículo aponeurótico inter-
glandular y con la arteria facial. Entre la glándula y el 
borde inferior de la mandíbula transcurren la arteria y 
la vena faciales, que desde la profundidad del alojamien-
to glandular se incurvan para dirigirse a las estructuras 
faciales (v. figs. 57-3 a 57-5).
El conducto de Wharton se forma por la unión de 
numerosos canales, y emerge por la cara interna de la 
glándula submaxilar. En su trayecto deja en superficie 
a la glándula sublingual y en profundidad a los múscu-
los de la lengua: hiogloso, geniogloso y genihioideo. 
Vasos y nervios (v. figs. 57-4 y 57-5)
Retomando lo que se acaba de citar en el párrafo 
anterior, cabe destacar en esta región la arteria facial 
y la arteria lingual.
La arteria facial es una rama de la carótida externa 
que, ascendiendo, alcanza la cara profunda de la celda 
submaxilar. Aquí, la arteria se contornea desde la 
profundidad, por la vertiente superior de la glándula, 
hasta alcanzar el punto en el cual pasa entre la glán-
dula y el límite inferior de la mandíbula. A partir de 
aquí, la arteria sigue un trayecto ascendente para dis-
tribuirse en la región facial (la vena es satélite).
La arteria lingual también es una rama de la caró-
tida externa, y pasa por encima del asta mayor del 
hioides e inmediatamente por detrás del borde pos-
terior del músculo hiogloso, penetrando entonces en 
el espesor de la musculatura de la lengua. En este 
trayecto, la arteria es cruzada por el vientre posterior 
del músculo digástrico, siendo este vientre muscular 
el que puede servir de referencia para localizar la ar-
teria en un acto quirúrgico.
Hay dos delimitaciones topográficas en la región 
suprahioidea con nombre propio, y ambas, limitan 
internamente con el músculo hiogloso. Se trata de 
los denominados triángulos de Beclard y de Pirogoff. 
El triángulo de Beclard, situado entre el hioides y el 
vientre posterior del músculo digástrico, tiene inte-
rés anatómico porque por él transcurre el nervio hi-
pogloso que, a continuación, pasa por debajo del 
vientre posterior del digástrico y del músculo esti-
lohioideo, para entrar en relación con el triángulo de 
Pirogoff, que se encuentra delimitado por el músculo 
milohioideo, el tendón intermedio del digástrico y su 
vientre anterior. También es una referencia para el 
nervio hipogloso, ya que éste constituye el tercer 
lado del triángulo (lado posterosuperior).
El nervio hipogloso, XII par craneal, al salir del crá-
neo en profundidad al vientre posterior del digástri-
co, describe un trayecto hacia abajo y adentro, junto 
a la yugular y las carótidas. En su recorrido hacia la 
lengua queda en superficie al músculo hiogloso y en 
profundidad al músculo milohioideo. Este par cra-
neal (XII) tiene dos componentes claramente dife-
renciados: 
a) El denominado hipogloso mayor, o rama hori-
zontal del hipogloso, que se desprende del par a la 
altura de la carótida externa para dirigirse a través de 
los triángulos de Beclard y Pirogoff hasta la lengua, 
aportando su inervación motora.
b) La rama descendente del hipogloso que tiene un 
curso descendente y recorre el cuello con el paquete 
arterial y venoso, y aporta inervación motora a la 
musculatura infrahioidea.
El nervio lingual, responsable de la inervación sen-
sitiva de la lengua, transcurre por dentro de la glán-
dula submaxilar. 
REGIÓN INFRAHIOIDEA (v. figs. 58-1 y 58-2)
Esta región se encuentra limitada por arriba por 
un plano horizontal que pasa por el cuerpo del hueso 
hioides; por abajo su límite es otro plano horizontal 
que pasa por la horquilla esternal; lateralmente, se en-
cuentra delimitada por los bordes anteriores de los 
músculos esternocleidomastoideos.
Esta región aloja la laringe, la tráquea cervical, la 
glándula tiroides y paratiroides y el esófago cervical, 
además de los correspondientes músculos, arterias, 
venas y nervios que se irán detallando.
Los componentes musculofasciales son de enorme 
interés para la cirugía cervical y, de modo especial, 
para la concerniente a los vaciamientos ganglionares 
(v. cap. 63 y fig. 63-1). Por ello, e independientemente 
de los datos anatómicos que necesariamente se deben 
exponer en el capítulo de los vaciamientos, se explican 
aquí algunos aspectos relevantes de estos componen-
tes.
Fascias
En la región infrahioidea las fascias envuelven 
a los músculos del modo siguiente:
1. La fascia cervical superficial envuelve a los múscu-
los esternocleidomastoideos formando una faja 
bilateral que se une en la línea media del cuello.
2. La fascia cervical media, situada más profundamente, 
envuelve de modo individualizado a los restantes 
músculos, que constituyen en su conjunto la deno-
minada musculatura prelaríngea o infrahioidea. 
Al igual que la fascia superficial, también la fascia 
media de cada lado se une con la contralateral en la 
línea media del cuello, formando en conjunto la de-
nominada línea alba del cuello. En esta porción ante-
rior donde se sitúa la línea alba se localiza la vía de

Continuar navegando