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770 Parte 5. Glándulas salivales y cuello En la exploración mediante imagen la técnica de elección es la RM con gadolinio, ya que permite ana- lizar las características inherentes al tumor, su localiza- ción, consistencia sólida, tamaño, vascularización, así como las relaciones con las estructuras vecinas, dado su realce con gadolinio. El estudio mediante TC per- mite estudiar la relación del tumor con la base del crá- neo, en su caso. Diagnóstico y diagnóstico diferencial Los datos indicados en la exploración permiten establecer una hipótesis diagnóstica clínica, debiendo considerar otras opciones diagnósticas, especialmen- te una posible adenopatía metastásica. El estudio citológico con PAAF puede ser de uti- lidad en el caso que sea posible su realización; en efecto, una PAAF no se puede practicar en los tumo- res profundos. En caso de realizar una biopsia en campo abierto, debe plantearse en el contexto con- ceptual de una cervicotomía exploradora para obte- ner un informe biópsico extemporáneo y obrar en consecuencia. Tratamiento El tratamiento de elección del neurinoma cervical es la extirpación extracapsular del tumor, y los resul- tados son excelentes. La vía de abordaje depende de la localización del tumor, eligiendo la menos agresi- va, que permita la disección sin riesgos añadidos, siendo necesario, en ocasiones, la resección del ner- vio de origen. En casos de contraindicación anestesiológica, tu- mores irresecables o no asunción de la morbilidad quirúrgica por parte del paciente, puede optarse por la radioterapia. TUMORES CERVICALES DE ORIGEN LINFÁTICO Se expondrán, sucesivamente, las adenopatías me- tastásicas de carcinoma y las adenopatías linfomatosas. ADENOPATÍAS METASTÁSICAS DE CARCINOMA Concepto y etiopatogenia Las adenopatías metastásicas son tumoraciones de los ganglios linfáticos como consecuencia de la invasión por parte de células tumorales a partir de un tumor pri- mario situado en la región o distante. La fisiología del sistema linfático permite explicar la etiopatogenia de la invasión ganglionar. El líquido que extravasa de los capilares arteriales circula entre las células, y el 90% va a los capilares venosos. Sólo el 10% va a los capilares linfáticos en forma de linfa, siendo devuelto a la sangre por el sistema vascular linfático. En esta dinámica de fluidos, las partículas voluminosas (como son las células tumorales, proteí- nas, bacterias, etc.) no pueden pasar a los capilares venosos, pero sí a los capilares linfáticos y por ellos llegan a los ganglios estas partículas antigénicas, don- de son captadas y a veces destruidas. Cuando una cé- lula neoplásica alcanza el ganglio y no es destruida, prolifera invadiendo el ganglio (fig. 62-7). La etapa ganglionar está considerada como el segundo perío- do en la evolución tumoral del cáncer de cabeza y cuello (extensión regional). La mayoría de tumoraciones cervicales palpables (suelen ser de aproximadamente 1 cm) en el adulto son adenopatías metastásicas de un carcinoma epi- dermoide de cabeza y cuello. La ruta ganglionar en el carcinoma epidermoide suele seguir trayectos bien establecidos y conocidos; sin embargo, en ocasiones las células tumorales «saltan» estaciones linfáticas y producen metástasis en ganglios más alejados (skip). En cualquier caso, y como se ha indicado, hay locali- zaciones adenopáticas más frecuentes en función de la ubicación del carcinoma primario. Así, por ejem- plo, los carcinomas de labio y suelo de boca suelen causar adenopatías submentonianas y submaxilares. Los carcinomas faríngeos y de laringe supraglótica provocan con frecuencia adenopatías en el tercio su- perior de la cadena yugular. Los carcinomas de larin- ge en general y los de hipofaringe suelen dar adeno- patías en los tercios medio e inferior de la cadena yugular (v. fig. 32-10). Anatomía patológica Por las razones expuestas en párrafos precedentes, los ganglios linfáticos desempeñan un papel esencial en el control de la progresión tumoral. Como res- puesta a la antigenicidad de las células tumorales, los ganglios linfáticos desarrollan una respuesta inmuni- taria. Las células tumorales, al entrar en el ganglio, se localizan en primera instancia en el seno marginal del mismo. Desde aquí penetran en los senos medulares, la médula y el córtex (v. fig. 62-7). En ocasiones, re- emplazan por completo al parénquima ganglionar. La rotura de la cápsula del ganglio debida a la invasión celular tumoral trae consigo un drástico empeora- miento del pronóstico de la enfermedad. Sintomatología y exploración Las adenopatías metastásicas tienen la particulari- dad de ser indoloras, lo que en ocasiones hace que se retrase el diagnóstico. Sólo en fases tardías, cuando hay infiltración nerviosa o de grandes vasos, pueden provocar dolor. La palpación muestra una consistencia muy dura (v. fig. 62-7), así como la fijación a planos profundos y, en ocasiones, a la piel.