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Tratado de Otorrinolaringologia y Patologia Cervicofacial-760

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Parte 5. Glándulas salivales y cuello
En la exploración mediante imagen la técnica de 
elección es la RM con gadolinio, ya que permite ana-
lizar las características inherentes al tumor, su localiza-
ción, consistencia sólida, tamaño, vascularización, así 
como las relaciones con las estructuras vecinas, dado 
su realce con gadolinio. El estudio mediante TC per-
mite estudiar la relación del tumor con la base del crá-
neo, en su caso.
Diagnóstico y diagnóstico diferencial
Los datos indicados en la exploración permiten 
establecer una hipótesis diagnóstica clínica, debiendo 
considerar otras opciones diagnósticas, especialmen-
te una posible adenopatía metastásica. 
El estudio citológico con PAAF puede ser de uti-
lidad en el caso que sea posible su realización; en 
efecto, una PAAF no se puede practicar en los tumo-
res profundos. En caso de realizar una biopsia en 
campo abierto, debe plantearse en el contexto con-
ceptual de una cervicotomía exploradora para obte-
ner un informe biópsico extemporáneo y obrar en 
consecuencia. 
Tratamiento
El tratamiento de elección del neurinoma cervical 
es la extirpación extracapsular del tumor, y los resul-
tados son excelentes. La vía de abordaje depende de 
la localización del tumor, eligiendo la menos agresi-
va, que permita la disección sin riesgos añadidos, 
siendo necesario, en ocasiones, la resección del ner-
vio de origen. 
En casos de contraindicación anestesiológica, tu-
mores irresecables o no asunción de la morbilidad 
quirúrgica por parte del paciente, puede optarse por 
la radioterapia.
TUMORES CERVICALES DE ORIGEN LINFÁTICO
Se expondrán, sucesivamente, las adenopatías me-
tastásicas de carcinoma y las adenopatías linfomatosas.
ADENOPATÍAS METASTÁSICAS 
DE CARCINOMA
Concepto y etiopatogenia
Las adenopatías metastásicas son tumoraciones de 
los ganglios linfáticos como consecuencia de la invasión 
por parte de células tumorales a partir de un tumor pri-
mario situado en la región o distante. 
La fisiología del sistema linfático permite explicar 
la etiopatogenia de la invasión ganglionar. El líquido 
que extravasa de los capilares arteriales circula entre 
las células, y el 90% va a los capilares venosos. Sólo el 
10% va a los capilares linfáticos en forma de linfa, 
siendo devuelto a la sangre por el sistema vascular 
linfático. En esta dinámica de fluidos, las partículas 
voluminosas (como son las células tumorales, proteí-
nas, bacterias, etc.) no pueden pasar a los capilares 
venosos, pero sí a los capilares linfáticos y por ellos 
llegan a los ganglios estas partículas antigénicas, don-
de son captadas y a veces destruidas. Cuando una cé-
lula neoplásica alcanza el ganglio y no es destruida, 
prolifera invadiendo el ganglio (fig. 62-7). La etapa 
ganglionar está considerada como el segundo perío-
do en la evolución tumoral del cáncer de cabeza y 
cuello (extensión regional). 
La mayoría de tumoraciones cervicales palpables 
(suelen ser de aproximadamente 1 cm) en el adulto 
son adenopatías metastásicas de un carcinoma epi-
dermoide de cabeza y cuello. La ruta ganglionar en el 
carcinoma epidermoide suele seguir trayectos bien 
establecidos y conocidos; sin embargo, en ocasiones 
las células tumorales «saltan» estaciones linfáticas y 
producen metástasis en ganglios más alejados (skip). 
En cualquier caso, y como se ha indicado, hay locali-
zaciones adenopáticas más frecuentes en función de 
la ubicación del carcinoma primario. Así, por ejem-
plo, los carcinomas de labio y suelo de boca suelen 
causar adenopatías submentonianas y submaxilares. 
Los carcinomas faríngeos y de laringe supraglótica 
provocan con frecuencia adenopatías en el tercio su-
perior de la cadena yugular. Los carcinomas de larin-
ge en general y los de hipofaringe suelen dar adeno-
patías en los tercios medio e inferior de la cadena 
yugular (v. fig. 32-10). 
Anatomía patológica
Por las razones expuestas en párrafos precedentes, 
los ganglios linfáticos desempeñan un papel esencial 
en el control de la progresión tumoral. Como res-
puesta a la antigenicidad de las células tumorales, los 
ganglios linfáticos desarrollan una respuesta inmuni-
taria. Las células tumorales, al entrar en el ganglio, se 
localizan en primera instancia en el seno marginal del 
mismo. Desde aquí penetran en los senos medulares, 
la médula y el córtex (v. fig. 62-7). En ocasiones, re-
emplazan por completo al parénquima ganglionar. La 
rotura de la cápsula del ganglio debida a la invasión 
celular tumoral trae consigo un drástico empeora-
miento del pronóstico de la enfermedad. 
Sintomatología y exploración
Las adenopatías metastásicas tienen la particulari-
dad de ser indoloras, lo que en ocasiones hace que se 
retrase el diagnóstico. Sólo en fases tardías, cuando 
hay infiltración nerviosa o de grandes vasos, pueden 
provocar dolor. 
La palpación muestra una consistencia muy dura (v. 
fig. 62-7), así como la fijación a planos profundos y, en 
ocasiones, a la piel.