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397 18Aparato reproductor masculino REPASO DE LA ESTRUCTURA DEL APARATO REPRODUCTOR MASCULINO conducto epididimario conducto deferente ampolla vesícula seminal vejiga urinaria epidídimo red testicularpiel músculo dartos próstata uretra prostática uretra membranosa uretra peniana cuerpos cavernosos cuerpo esponjoso glande del pene túbulos seminíferos testículo secciones terminales de los túbulos seminíferos túbulos rectos conducto eyaculador glándula bulbouretral conductillos eferentes en la cabeza del epidídimo túnica vaginal túnica albugínea conducto deferentes emergiendo de la cola del epidídimo Figura 18.2 Histología del testículo normal. El testículo maduro está compuesto en gran parte por túbulos seminíferos T, vistos aquí en corte transversal y oblicuo. Cada túbulo está ampliamente contorneado, por lo cual lo que se ve en este lugar representa un túbulo simple, seccionado en muchos niveles al estar plegado de ida y vuelta. Cada túbulo tiene una membrana basal distintiva asentada sobre una capa fi brocolágena, en la cual se encuentran esparcidas células mioides contráctiles, cuyo conjunto total se llama lámina propia (fl echas). Los túbulos seminíferos están recubiertos interiormente por el epitelio germinal, que es responsable de producir espermatozoides. Pueden consultarse más detalles en un libro de texto de histología. En los intersticios entre los túbulos hay vasos sanguíneos y grupos de células de Leydig (intersticiales) (L), responsables de la síntesis de testosterona. T T T L L Figura 18.1 Diagrama del aparato reproductor masculino. La producción de espermatozoides (espermatogénesis y espermiogénesis) se realiza en los túbulos seminíferos del testículo, y los espermatozoides pasan a lo largo de la luz de los túbulos a la red testicular en el hilio del testículo. Desde ahí siguen a través de varios conductillos eferentes, que se fusionan formando un conducto epididimario simple plegado sobre sí mismo, que es parte de la estructura llamada epidídimo, dentro del cual los espermatozoides adquieren su motilidad. Éstos pasan entonces a un tubo largo recto, el conducto deferente, que los traslada desde el interior del saco escrotal a los conductos eyaculadores en la pelvis. Aquí los espermatozoides reciben durante su recorrido las secreciones densas, ricas en nutrientes, de las vesículas seminales. Los conductos eyaculadores derecho e izquierdo pasan a través de la próstata, de la cual reciben más secreciones, y se abren en la uretra prostática. Los espermatozoides suspendidos en las secreciones mixtas de la vesículas seminales, próstata, y glándulas bulbouretrales (semen) pasan a lo largo de la uretra peneana al interior de la vagina durante el coito. 18 PATOLOGÍAPatología clínica 398 El descenso incompleto del testículo (criptorquidia) incrementa el riesgo de desarrollar tumores testiculares En el embrión, los testículos se desarrollan en una posición alta en la pared abdominal posterior, en el borde genital, y las células germinales migran al borde genital desde el saco vitelino. Hacia el séptimo mes de la gestación, los testículos descienden desde la pared abdominal posterior a través del conducto y el anillo inguinales, hasta el escroto, guiados por un cordón, el gubernáculo. Ocasionalmente este des- censo falla y el testículo se detiene en algún punto de su camino, más a menudo en el anillo inguinal externo o cerca de éste, o en el conducto inguinal. Los lactantes prematu- ros tienen mayor probabilidad de nacer con cuando menos un testículo no descendido (cerca de 30%), aunque tam- bién se ve en una pequeña proporción de lactantes nacidos a término (3 a 5%). La mayoría de los testículos no descendidos descenderán al escroto espontáneamente en los primeros cuatro meses de vida, quizá estimulados por el incremento rápido en la secreción de gonadotropinas y testosterona que ocurre en ese periodo. Cuando el testículo no ha descendido hacia el fi nal del primer año de edad, suele practicarse una correc- ción quirúrgica con orquidopexia, en la cual se tira del testículo hacia abajo al interior del escroto por el conducto inguinal, y se le sutura en ese sitio para evitar su retorno. El fundamento de la orquidopexia es el hecho de que un testículo no descendido en el conducto inguinal no se desa- rrollará normalmente, pues la maduración de las células germinales a espermatozoides no se producirá y el testículo permanecerá pequeño, con los túbulos seminíferos recu- biertos solamente por células de Sertoli. Es posible que esto se deba a que la temperatura en el conducto inguinal es más alta que en el escroto, lo que puede ser un factor que inhibe la maduración de las células germinales. La orquidopexia durante el primer año de vida aumenta las probabilidades de un funcionamiento normal o cercano al normal en el testículo afectado. Una razón más para la intervención quirúrgica es el hecho de que un testículo no descendido tiene mucho mayor probabilidad de desarrollar un tumor maligno de células germinales más adelante en la vida. Este riesgo puede mini- mizarse si el testículo se lleva al escroto. Por ello los testí- culos no descendidos que no han llegado al conducto inguinal y aún se encuentran en el abdomen se eliminan como una precaución. La ausencia congénita del testículo se denomina anorquia, y la hipoplasia corresponde a un resto no desarrollado. Es común que las infecciones del testículo afecten también el epidídimo La infección del testículo (orquitis) se asocia comúnmente con una infección que penetra a través del epidídimo (epi- didimitis), dando lugar a una orquiepididimitis. Las infec- ciones más importantes del testículo y el epidídimo son orquiepididimitis bacteriana aguda y tuberculosa, así como orquitis de origen viral. La infección aguda suele ser causada por gonococos y Chlamydia (transmitidas sexualmente), o por Escherichia coli y otros bacilos gramnegativos. La infección se propaga desde la uretra y las vías urinarias inferiores. Clínicamente, el testículo y el epidídimo están muy aumentados de tamaño y adoloridos. Histológicamente, hay una extensa infi ltración de los túbulos seminíferos y el intersticio por neutrófi los, seguidos después por linfocitos y células plasmáticas; el edema intersticial es considerable, y a menudo hay hemorragia focal. El tratamiento exitoso con antibióticos produce curación y cicatrización, aunque puede haber un daño permanente en los túbulos seminíferos y el epidídimo, con deterioro ulte- rior de la fertilidad. La orquitis viral suele ser el resultado de infección por el virus de parotiditis después de la pubertad. Más a menudo la enfermedad es unilateral, y se asocia con crecimiento dolo- roso del testículo. El infi ltrado infl amatorio está principal- mente compuesto por linfocitos y células plasmáticas. En un número reducido de casos, la enfermedad bilateral después de la pubertad puede causar infertilidad. La tuberculosis puede afectar testículo y epidídimo (orquie- pididimitis tuberculosa) en una etapa tardía de la enferme- dad. Aunque es actualmente rara, puede esperarse que su frecuencia aumente, con el incremento esperado en la inci- dencia de la tuberculosis a causa del surgimiento de cepas de Mycobacterium tuberculosis resistentes a antibióticos (pág. 117). Los microorganismos pueden lograr acceso al epidídimo por propagación hematógena de la TB pulmonar activa, ser secuestrados en esta estructura, y producir granulomas casei- fi cantes durante un periodo de muchos años, que con fre- cuencia continúa mucho tiempo después de que la lesión tuberculosa pulmonar inicial se ha curado. Al fi nal el epidí- dimo es destruido por necrosis caseosa, y la infección se extiende al testículo (fi gura 18-3). La infección epididimaria también puede ocurrir por propagación de infección renal y de vías urinarias inferiores (pág. 383). E T Figura 18.3 Epididimitis tuberculosa. El epidídimo (E)está convertido en una masa de necrosis caseosa, y frecuentemente hay prostatitis y cistitis asociadas. El testículo (T) contiene diminutos nódulos blanquecinos (fl echas) que corresponden a granulomas caseifi cados iniciales, secundarios a la extensa afección epididimaria. 18Aparato reproductor masculino 399 La orquitis granulomatosa puede simular clínicamente un tumor testicular La orquitis granulomatosa es una enfermedad de origen desconocido que se presenta con crecimiento testicular indoloro o ligeramente doloroso; como éste es el síntoma de presentación más común de la mayoría de las neoplasias malignas de los testículos (pág. 402), es importante en el diagnóstico diferencial. Por lo común ocurre crecimiento difuso del testículo, que tiene aspecto pálido en la superfi cie de corte, semejante al del tumor de células germinales más común, el seminoma (pág. 404). Histológicamente, los túbulos seminíferos mues- tran destrucción de la mayor parte de las células germinales, con reemplazo por un infi ltrado de macrófagos, células plasmá- ticas y linfocitos, en el cual hay abundantes células gigantes multinucleadas del tipo de Langhans (fi gura 18-4). La enfermedad es más común en varones de edad madura, que es el mismo grupo en el cual se presenta el seminoma. Aunque la causa se desconoce, se ha sugerido una base autoinmunitaria. En el Reino Unido se produjo un incre- mento en el número de casos cuando la vasectomía se puso de moda por primera vez, pero la incidencia se ha reducido en años recientes. En EUA es sumamente común en la raza negra. Al parecer, algunos casos se presentan después de traumatismo accidental, cirugía en la ingle (p. ej., reparación de hernia), o infecciones de las vías urinarias inferiores. La torsión del testículo causa infarto venoso La torsión del testículo, que se ve principalmente en niños y adolescentes, ocurre cuando el testículo se retuerce en su pedículo, obstruyendo el retorno venoso. La sangre conti- nua entrando al testículo y, con el retorno venoso mecáni- camente obstruido, se produce un infarto venoso. Después de la torsión, el testículo afectado está tumefacto y presenta dolor lancinante, generalmente acompañado de edema escrotal, dolor abdominal, náusea y vómito. Por tanto, los síntomas pueden simular los de la orquitis bacteriana aguda. Con el avance de la torsión, el testículo se encuentra edema- toso y de color casi negro, como resultado de la congestión con sangre venosa, que no puede escapar a causa del drenaje venoso bloqueado. Al aumentar la presión en el testículo la sangre arterial no puede fl uir, el testículo se vuelve isquémico, y fi nalmente sufre un infarto irreparable (fi gura 18-5). Si el paciente atiende en etapas iniciales, puede intentarse la destorsión manual (torciendo el testículo hacia fuera y lateralmente 180°) a través el escroto, bajo anestesia, y en algunos casos se tiene éxito temporal, con gran alivio del dolor. La cirugía abierta, con destorsión y fi jación del testí- culo, puede permitir que el órgano se conserve con algún funcionamiento. Es posible una tasa de salvamento de más de 80% en los pacientes que son operados dentro de las seis horas que siguen a la torsión, pero las probabilidades de algún funcionamiento testicular son prácticamente nulas después de 12 horas, y el testículo infartado bien puede extirparse. Son posibles las mismas manifestaciones clínicas con la torsión de la diminuta hidátide de Morgagni (un resto quístico del conducto de Müller situado en la parte superior del testículo), aunque el dolor y la hinchazón son menos intensos. Otras lesiones intraescrotales benignas son comunes pero no ponen en peligro la vida Las más comunes son: • El hidrocele: véase más adelante. • Los quistes epididimarios: conocidos también como espermatoceles, son dilataciones quísticas de la cabeza del epidídimo, que forman una masa esférica u ovoide de pared delgada, translúcida, distendida con líquido claro o ligeramente lechoso. T E Figura 18.5 Torsión de testículo. Este testículo y epidídimo fueron extirpados quirúrgicamente de un niño de 7 años de edad que se presentó con tumefacción y dolor testicular de 8 horas de evolución. Los intentos de destorsión manual antes de la exploración escrotal no tuvieron éxito, la destorsión quirúrgica no produjo cambios en la coloración ni evidencia de restablecimiento del fl ujo sanguíneo, por lo cual el testículo fue extirpado. El epidídimo E está intensamente congestionado y con infarto venoso, y el testículo T muestra un infarto completo con pérdida de la arquitectura tubular. Figura 18.4 Orquitis granulomatosa. Los túbulos seminíferos muestran destrucción de su componente normal de células germinales, que es sustituido por un infi ltrado infl amatorio crónico de linfocitos, células plasmáticas y macrófagos, con abundantes células gigantes de Langhans, con formación de granulomas. 18 PATOLOGÍAPatología clínica 400 • Los varicoceles: venas del plexo pampiniforme anormalmente crecidas, de pared gruesa, que forman una masa irregular en el escroto. Mucho menos comunes son: • El granuloma espermático: un nódulo indurado, muy doloroso, que se encuentra en cualquier punto a lo largo de los conductos deferentes. Histológicamente exhibe una reacción infl amatoria crónica a los restos de espermatozoides, particularmente sus cabezas, y se piensa que representa una reacción a espermatozoides que han escapado del sistema de conductos. Con frecuencia existe un antecedente de traumatismo o cirugía, por ejemplo vasectomía. • El tumor adenomatoide: una neoplasia benigna de origen mesotelial. Se presenta como un pequeño nódulo blanco, fi rme, bien circunscrito en el epidídimo o cercano a éste. Es más común en varones de edad madura. El hidrocele es la causa más común de crecimiento escrotal El recubrimiento interior de la pared escrotal es una capa colá- gena densa, la túnica vaginal parietal, que tiene una capa interior lisa de células mesoteliales, la cual se refl eja sobre la superfi cie exterior del testículo y del epidídimo, la túnica vagi- nal visceral, que también está cubierta por células mesotelia- les. Por lo general, las dos capas de células mesoteliales están en contacto estrecho, con sólo una delgada capa de líquido (secretado por las células mesoteliales) separándolas. El hidrocele es el resultado de la acumulación de líquido en la cavidad limitada por la túnica vaginal (fi gura 18-6a), que produce un crecimiento escrotal caracterizado clínica- mente como una hinchazón fl uctuante que se transilumina cuando se ve con una lámpara encendida a través del escroto crecido, pues usualmente el líquido es claro y cristalino. Aunque la mayoría de los hidroceles son un fenómeno primario, a veces son secundarios al desarrollo de un tumor testicular. El tratamiento de un hidrocele por aspiración del líquido es complicado a veces por hemorragia al interior de la cavidad, que cuando es intensa puede incluir sufi ciente sangre para formar una masa coagulada fi rme oscura dentro de la cavidad, un hematocele. La permeabilidad congénita del divertículo vaginal puede ser la causa de hidrocele en la infancia (fi gura 18-6b). TUMORES TESTICULARES Los tumores del testículo son importantes, ya que constitu- yen una alta proporción de los tumores malignos en varones adolescentes, adultos jóvenes y de edad media, particular- mente entre las edades de 15 y 45 años. En la segunda mitad del siglo XX la incidencia de tumores testiculares aumentó en los países occidentales, particularmente en algunas partes de Europa; la incidencia creciente ha sido motivo de preocu- pación ante la posibilidad de que uno o más agentes ambien- tales no identifi cados puedan ser la causa. Los dos grupos principales de tumores testiculares son: • Tumores de células germinales (95%): derivados de las células germinales multipotenciales que recubren los túbulos seminíferos. • Tumores del estroma y delos cordones sexuales (5%): derivados de las células de soporte especializadas y no especializadas del testículo. El descenso incompleto del testículo y una anormalidad cromosómica predisponen a los tumores de células germinales testiculares El descenso defectuoso del testículo (criptorquidia, pág. 398) es un factor predisponente importante en algunos tipos de tumores de células germinales testiculares. La incidencia del desarrollo de tumor es 20 a 40 veces más alta que en los testículos descendidos normalmente. El riesgo mayor corresponde a los testículos que permanecen en la cavidad abdominal. En 90% de los tumores de células germinales testiculares se encuentra una anormalidad del cromosoma 12 (un isocro- mosoma del brazo corto llamado I [12p]); otras anormali- dades de 12p se presentan en el 10% restante. Se encuentra una anormalidad en este locus en todos los tumores de células germinales testiculares, y también se ve en los tumo- res ováricos de células germinales equivalentes. La nomenclatura y clasifi cación de los tumores testiculares son difíciles debido a que muchos de éstos tienen elementos mixtos Alrededor de 95% de los tumores son tumores de células germinales, derivados del epitelio germinal que recubre los túbulos seminíferos, las células germinales son multipotencia- les, con capacidad de diferenciarse en varias líneas celulares. Algunos tumores (alrededor de 40%) están compuestos totalmente por una sola línea celular, pero el resto son mezclas de dos (o usualmente más) tipos histológicos deri- vados de las células germinales totipotenciales. Las varias líneas celulares son: cordón espermático testículo líquido tunica vaginalis divertículo vaginal permeable testículo líquido túnica vaginal a b Figura 18.6 Hidrocele. (a) En el hidrocele, la túnica vaginal que rodea al testículo está distendida por líquido. (b) En el hidrocele congénito hay permeabilidad asociada del divertículo vaginal, con continuidad con la cavidad peritoneal. 18Aparato reproductor masculino 401 • Seminoma • Seminoma espermatocítico • Carcinoma embrionario • Teratoma • Tumor del saco vitelino • Coriocarcinoma El origen de estas líneas celulares en las células germinales testiculares totipotenciales se expone en el recuadro azul, y se ilustra de manera esquemática en la fi gura 18-7. Los tipos más importantes de tumores de un solo patrón y de patrón mixto se analizan con algún detalle en las páginas 402 a 405. células germinales testiculares diferenciación extraembrionaria diferenciación embrionaria diferenciación somática diferenciación gonadal seminoma clásico (pág. 402) seminoma espermatocítico (pág. 402) teratoma (pág. 403) tumor del saco vitelino (pág. 404) tumores de células germinales mixtos (pág. 405) coriocarcinoma (pág. 404) carcinoma embrionario (pág. 404) La clasifi cación del UK Testicular Tumor Panel de los tumores testiculares ya no se usa, y en cambio se acepta ampliamente la clasifi cación y nomenclatura asociada de la OMS. Las células germinales totipotenciales de los testículos pueden formar diferentes tipos de tumor, dependiendo de la línea de diferenciación que se produzca: • Las células germinales totipotenciales que se diferencian en líneas celulares espermatocíticas forman tumores llamados seminomas. • Las células totipotenciales primitivas que se diferencian en diversos tejidos embrionarios somáticos, como epitelio, cartílago, músculo liso, tejidos nerviosos, etc., forman tumores llamados teratomas. • Las células totipotenciales primitivas que se diferencian en tejidos extraembrionarios, como trofoblasto y saco vitelino, forman dos tipos de tumores, tumor del saco vitelino y coriocarcinoma (tumor trofoblástico). • Las células germinales totipotenciales primitivas que no muestran diferenciación específi ca producen un tumor primitivo indiferenciado, pero con algunas características de patrón epitelial, llamado carcinoma embrionario. Todos los tumores pueden presentarse como tipos de un solo patrón (alrededor de 40% de todos los tumores testiculares), pero los tumores de patrón mixto son más comunes (alrededor de 60%). Algunos de los tipos son raros como tumores de un solo patrón, pero son un componente importante y común de tumores de patrón mixto. Además, hay gran variación en los tipos de tumor según la edad. Por ejemplo, el tumor del saco vitelino es el tumor testicular más común en lactantes y niños muy pequeños como un tumor de un solo patrón, pero esto es extremadamente raro en adultos en quienes es un componente importante de los tumores mixtos, por lo común combinado con carcinoma embrionario (pág. 405). El seminoma es el tumor de patrón puro más común en adultos. Figura 18.7 Tumores de células germinales del testículo (OMS). Clasifi cación y nomenclatura de los tumores de células germinales 18 PATOLOGÍAPatología clínica 402 TUMORES DE CELULAS GERMINALES DE UN SOLO PATRÓN (PUROS) El seminoma es el tumor testicular de patrón puro más común El seminoma se presenta como un tumor de un solo patrón y como un componente de algunos tumores de patrón mixto. En el primer caso es más común en individuos entre 30 y 45 años de edad, y se presenta de manera característica como un crecimiento progresivo indoloro de un testículo; la implicación bilateral es rara. Macroscópicamente, el tejido testicular pardo pálido nor- mal es sustituido por una masa tumoral de color blanco cremoso homogéneo (fi gura 18-8a). En contraste con lo que ocurre en otros tipos de tumores de células germinales, en éste no hay indicios de formación de quistes o hemorra- gia; la necrosis sólo ocurre en los tumores más grandes de larga evolución. El tipo histológico más común de seminoma se denomina seminoma clásico (o típico). Histológicamente, estos tumores están compuestos por sábanas celulares, que tienen núcleos centrales y citoplasma claro. Una característica es la presen- cia de tabiques fi brosos en los que se encuentran abundantes linfocitos (fi gura 18-8b). Los seminomas muestran inmu- norreactividad a la fosfatasa alcalina placentaria (PLAP). En algunos tumores hay aumento del pleomorfi smo y actividad mitótica, a menudo con células gigantes tumora- les, estos hallazgos, anteriormente denominados seminoma “anaplásico”. Se comportan en forma exactamente igual que los seminomas clásicos, tienen el mismo pronóstico, y su tratamiento no difi ere en nada; Por tanto, la diferencia- ción no tiene valor pronóstico ni terapéutico. En 10% de los casos de seminoma se encuentran células gigantes de sincitiotrofoblasto (que contienen gonado- tropina coriónica humana), aunque la relevancia biológica de este hallazgo es incierta. Estos tumores pueden asociarse con niveles séricos elevados de gonadotropina coriónica humana (hCG) secretada por las células trofoblásticas. El seminoma puede encontrarse en asociación con otros elementos germinales formando tumores de células germi- nales mixtos. El seminoma es el tipo de tumor más común desarrollado en testículos criptorquídicos (pág. 398), y por tanto puede presentarse como un tumor primario en el conducto ingui- nal o en lo alto de la pared posterior del abdomen. El seminoma espermatocítico es diferente del seminoma clásico El seminoma espermatocítico es un tumor raro, que ocurre en varones de edad avanzada (60 años o más). Como el seminoma clásico, se presenta como un crecimiento pro- gresivo del testículo, y puede alcanzar un gran tamaño; en una proporción reducida de casos es bilateral. La superfi cie de corte del tumor es amarilla pálida, y principalmente homogénea, pero con áreas ocasionales de cambio quístico mucoide. Está compuesto histológicamente por una mezcla de tres tipos de células; algunas son células grandes mono- nucleares o multinucleares, con abundante citoplasma débilmente teñido, o eosinófi lo, y otras son células peque- ñas con núcleos hipercromáticos, y sólo un reborde estre- cho de citoplasma eosinófilo, pero la mayoría son células intermedias, que frecuentemente muestran un patrón de cromatina fi lamentosa en los núcleos. A diferencia de lo que se observa en el seminoma clásico, no hay infi ltrado linfocítico en el escaso estroma de soporte, aunque el estroma suele estar edematoso, con gotitas de material proteináceo rosa pálido. Aunque este tumor puede mostrar histológicamente un incremento de actividad mitótica, se comporta en forma benigna y no metastatiza. b L L T a Figura 18.8 Seminoma. Macroscópicamente (a) el testículo es reemplazado por un tumor blanco, fi rme (T). Histológicamente (b), las células neoplásicas son poligonales, con citoplasma claro y núcleos grandes. Los septos que contienen células linfoides (L) son una característica prominente. 18Aparato reproductor masculino 403 Los teratomas contienen derivados de las tres capas de células germinales embrionarias Por defi nición, los teratomas son tumores que contienen elementos derivados de ectodermo, mesodermo y endo- dermo. Puede mostrarse que los teratomas testiculares ver- daderos contienen elementos de las tres capas incluyendo comúnmente epitelio escamoso (ectodermo), cartílago (mes- odermo) y epitelio de tipo respiratorio e intestinal (endo- dermo). Los tejidos pueden ser maduros, semejantes al tipo adulto, o inmaduros, similares a los tejidos de forma- ción, como se ven en el embrión. Algunas descripciones de teratomas testiculares incluyen una variante llamada teratoma monodérmico, en el cual están presentes derivados de sólo una capa de células germinales; esto es contradictorio, ya que, por defi nición, las tres capas de células germinales deben estar representadas. En niños pequeños se ven teratomas testiculares compuestos totalmente por elementos somáticos maduros Las tres capas de células germinales están representadas en estos tumores, y se encuentran en una forma bien diferen- ciada y madura, por lo que puede identifi carse una amplia variedad de tejidos (p. ej., piel, cartílago, hueso, epitelio respiratorio o intestinal). Suelen ser quísticos (fi gura 18-9a) y tienen buen pronóstico, pues se comportan en forma benigna. Los teratomas compuestos únicamente por elementos somáticos inmaduros son raros como tumores de patrón puro Los elementos somáticos inmaduros son reconocibles, pero semejan más los tejidos inmaduros vistos en el embrión en desarrollo (fi gura 18-10) que los elementos maduros bien formados que se ven en el tumor de la infancia. Los tumo- res compuestos enteramente por estos elementos teratoma- tosos son raros, y ocurren en un grupo de edad mayor que los teratomas maduros, más a menudo en el varón pospu- beral (15 a 25 años). A diferencia de los tumores de los niños, estos teratomas son malignos, y pueden producir metástasis hasta en 30% de los casos. También están pre- sentes algunos elementos más maduros. Aunque es raro como un tumor de un solo patrón, el tera- toma inmaduro es un componente importante y común de los tumores de patrón mixto (pág. 405). En este grupo pospuberal, la anormalidad cromosómica I (12p) está presente en casi todos los casos, aunque es impor- tante notar que la anormalidad cromosómica no se ve en el teratoma maduro de la infancia temprana. Los tumores tienen superfi cie de corte heterogénea, con áreas quísticas frecuentes. Siempre debe practicarse el mues- treo extenso del tumor, para excluir la presencia de elemen- tos de otros tumores de células germinales. C C a b E C E Figura 18.10 Teratoma compuesto de elementos inmaduros. Este campo del teratoma muestra cartílago inmaduro (C) y epitelio cilíndrico primitivo (E), que secreta moco focalmente. Figura 18.9 Teratoma compuesto de elementos maduros. Macroscópicamente, los teratomas diferenciados suelen ser quísticos (a). En la histología (b), se observa una variedad de elementos diferenciados, como epitelio (E) y cartílago (C). 18 PATOLOGÍAPatología clínica 404 El tumor del saco vitelino ocurre como un tumor de patrón puro en lactantes, pero como un componente de los tumores de patrón mixto en adultos El tumor del saco vitelino (llamado también tumor del seno endodérmico) es el tumor testicular más común en niños menores de tres años de edad. En la superfi cie de corte el tumor es homogéneo y de color cremoso, a menudo con aspecto brillante, o levemente mucoide. Histológicamente muestra muchos patrones diferentes de disposición de las células cuboideas pequeñas, de las que está principalmente compuesto; hay confi guraciones sólidas, glandulares, alveo- lares, reticulares y microquísticas. Una característica es la presencia de estructuras papilares, recubiertas externamente por una capa de células cuboideas, con centro fi brovascular; estas estructuras se llaman cuerpos de Schiller-Duval. En los tumores del saco vitelino, algunas células son positivas para α-fetoproteína (AFP), como también lo son las gotitas hialinas pequeñas que están invariablemente presentes. En niños pequeños, los tumores del saco vitelino tienen un buen pronóstico a causa de su respuesta a los regímenes de quimioterapia. En adultos, en muchos de los tumores de células germi- nales de patrón mixto se encuentran componentes del saco vitelino, en particular cuando se usa inmunohistoquímica con AFP para buscarlos. La α-fetoproteína también se secreta en la sangre, y puede detectarse como un marcador tumoral. Los tumores trofoblásticos son raros como tumores de patrón puro, pero más comunes como tumores de patrón mixto El tipo más común de tumor trofoblástico es el coriocar- cinoma, que está compuesto por citotrofoblasto y sincicio- trofoblasto, y es idéntico al tumor que se origina en la placenta (capítulo 19, pág. 436). Este tumor es altamente maligno, crece rápidamente y tiene predisposición a erosio- nar vasos sanguíneos, lo que hace que sean muy comunes las metástasis hematógenas. Se presenta como tumores hemorrágicos pequeños, usualmente de menos de 3 cm de diámetro, y con frecuencia menores. La capacidad de inva- dir vasos sanguíneos desde el principio signifi ca que estos tumores pueden presentarse con metástasis hematógenas (p. ej., en los pulmones) antes de que el paciente advierta la presencia de algún crecimiento testicular. Son mucho más comunes como un componente de un tumor de patrón mixto, y su presencia es indicada frecuen- temente por focos de hemorragia y necrosis dentro de una masa tumoral por lo demás pálida. Este elemento puede identifi carse por detección inmunohistoquímica de HCG en tejido, también puede detectarse en la sangre como un marcador tumoral. Los carcinomas embrionarios están compuestos por células inmaduras que semejan las del embrión temprano El carcinoma embrionario comprende alrededor de 5% de los tumores de células germinales de un solo patrón, pero es un componente importante de aproximadamente 40 a 50% de los tumores de patrón mixto (pág. 405). En la superfi cie de corte los tumores tienen aspecto heterogéneo, con áreas tanto carnosas sólidas como quísticas y necróticas (fi gura 18-12a). Están compuestos histológicamente por células grandes indiferenciadas de aspecto embrionario, con núcleos vesicu- lares teñidos pálidamente, en los cuales los nucléolos son prominentes y las mitosis frecuentes. El citoplasma es pálido o levemente eosinófi lo. Aunque las células son primitivas e inmaduras, a menudo están dispuestas en patrones que exhiben células epiteliales, con formas principalmente papilares, tubulares o acinares (fi gura 18-12b), así como en masas sólidas. El carcinoma embrionario se comporta en forma alta- mente maligna, con invasión temprana de linfáticos y vasos sanguíneos de paredes delgadas, por lo cual las metástasis linfáticas y hematógenas son comunes. No obstante, el tumor responde bien a la quimioterapia citotóxica. Tanto los carcinomas embrionarios de patrón puro como los mixtos que contienen un componente signifi cativo de carcinoma embrionario, se presentanmás a menudo en el grupo de edad de 20 a 30 años, y con menor frecuencia en adolescentes (15 a 20 años). a b Figura 18.11 a y b Tumor de saco vitelino. (a) muestra un campo seleccionado de un tumor de saco vitelino que exhibe cuerpos de Schiller-Duval (con fl echas). (b) es un método inmunoquímico que muestra la presencia focal de AFP (fetoproteína α). 18Aparato reproductor masculino 405 Alrededor de 60% de todos los tumores de células germinales testiculares son de patrón mixto Las combinaciones más comunes son: • Carcinoma embrionario + tumor del saco vitelino + teratoma + tejido trofoblástico. • Carcinoma embrionario + tumor del saco vitelino + teratoma + seminoma. • Carcinoma embrionario + tumor del saco vitelino + teratoma. • Teratoma + seminoma. Como puede verse, se producen casi todas las combinacio- nes, aunque el seminoma espermatocítico nunca es un com- ponente de los tumores de células germinales de patrón mixto. Los tumores de patrón mixto que contienen seminoma tienden a presentarse a una edad más tardía que aquéllos sin un componente seminomatoso pero, en general, el prin- cipal intervalo de edad de los tumores de patrón mixto es de 20 a 53 años. La identifi cación precisa de los diversos componentes de los tumores mixtos es importante, y requiere un muestreo histológico minucioso, y a través de métodos de inmunohis- toquímica para AFP y HCG (pág. 406). Más de 80% de los adultos con tumor de células germinales del testículo también tienen neoplasia de células germinales in situ Alrededor de tumores de células germinales establecidos en el tejido testicular pueden encontrarse áreas de neoplasia de células germinales in situ, no invasora, bajo la forma de células germinales citológicamente malignas todavía conte- nidas dentro de los túbulos seminíferos por la membrana basal tubular. Las células anormales son grandes, con abun- dante citoplasma claro y grandes núcleos irregulares, con nucléolos. Inmunohistoquímicamente, estas células mues- a b S T T E a b Figura 18.13 Ejemplos de tumores de células germinales de patrón mixto. (a) carcinoma embrionario/seminoma. El seminoma S muestra un aspecto típico de seminoma clásico (véase también la fi gura 18.8b), aunque el infi ltrado linfocítico no es evidente en este campo. La fi gura 18.13b muestra un campo de un tumor de células germinales mixto, que contiene un teratoma inmaduro T (principalmente cartílago inmaduro), y una columna de carcinoma embrionario E. Figura 18.12 Carcinoma embrionario. (a) Aspecto de la superfi cie de corte típica de un carcinoma embrionario. El tumor es pálido y de aspecto heterogéneo, con una mezcla de áreas sólidas y quísticas. (b) El aspecto histológico muestra principalmente nidos sólidos de células indiferenciadas, con algún arreglo epitelial focal tubular y acinar. 18 PATOLOGÍAPatología clínica 406 tran positividad para la fosfatasa alcalina placentaria (PLAP), y también son positivas para OCT3/4, que es un marcador para las células madre totipotenciales. Estas células neoplá- sicas in situ tienen el mismo aspecto, independientemente de la naturaleza del tumor de células germinales maligno que afecte el testículo; no muestran la anormalidad del cromosoma 12 (pág. 400) sino hasta que se vuelven invasoras. Los tumores de células germinales testiculares pueden metastatizar por vía linfática o por vasos sanguíneos La invasión rápida de tumores que no se atienden o de crecimiento rápido puede afectar la rete testis, epidídimo y cordón espermático, pero desde el punto de vista pronós- tico, la propagación más signifi cativa es por vía de los lin- fáticos y vasos sanguíneos. El patrón de propagación linfática es característico; afecta ganglios linfáticos retroperitoneales para-aórticos en primera instancia, con diseminación ulterior a grupos de ganglios linfáticos, usualmente mediastínicos y supraclaviculares. La propagación por el torrente sanguíneo suele afectar los pulmones, pero encéfalo, hígado y huesos son otros sitios de metástasis hematógenas. Este patrón de diseminación puede observarse en todos los tipos de tumor de células germinales, excepto en el seminoma espermatocítico, que no metastatiza; los tumores que contienen elementos trofoblásticos tienen especial pro- babilidad de propagarse por la vía hemática en una etapa temprana, a veces antes de que el paciente advierta la pre- sencia de una masa testicular. La estadifi cación de los tumores testiculares se basa en la magnitud de su propagación en el momento del primer diagnóstico El éxito en el tratamiento de los tumores de células germi- nales se basa en una combinación de cirugía (orquidectomía, a veces con disección de ganglios linfáticos retroperitonea- les), radioterapia, y quimioterapia apropiada y oportuna. El régimen preciso se basa en la naturaleza del tumor y en la etapa en el primer diagnóstico. La estadifi cación usada comúnmente es: • Etapa I: tumor confi nado a testículo, epidídimo o cordón espermático. • Etapa II: metástasis confi nada a los ganglios linfáticos retroperitoneales situados debajo del diafragma. • Etapa III: metástasis a los ganglios linfáticos situados encima del diafragma, o a otros órganos. La etapa II a veces se subdivide en IIA (ganglios <2 cm de diámetro), IIB (ganglios 2 a 5 cm de diámetro) y IIIC (ganglios >5 cm de diámetro), donde el tamaño de los ganglios se determina por medio de estudios de imágenes. Un componente importante del tratamiento es la vigilan- cia periódica después del tratamiento inicial, con radiogra- fías del tórax y medición de marcadores tumorales con regularidad (véase más adelante), así como con gammagra- fías abdominales, si es apropiado. Los tumores de los cordones sexuales y del estroma del testículo son menos comunes que los tumores de células germinales Los tumores pueden derivar de componentes que no son células germinales del testículo (las células intersticiales de Leydig y las células de Sertoli), aunque éstos son mucho Los marcadores tumorales tienen una función importante tanto en el diagnóstico preciso de tumores de células germinales como en la vigilancia del paciente. En el diagnóstico histológico de un tumor extirpado, el uso de métodos inmunohistoquímicos para diversos marcadores de células tumorales facilita la identifi cación de algunos componentes de los tumores de células germinales de patrón mixto. Por ejemplo, la AFP (α−fetoproteína) se usa para identifi car elementos del tumor del saco vitelino, y la hCG (gonadotropina coriónica humana) identifi ca elementos de sincitiotrofoblástico. La hCG también puede usarse para identifi car células gigantes trofoblásticas dentro de un seminoma (pág. 402). El análisis de los niveles de los marcadores tumorales es importante en la vigilancia de tumores de células germinales. Se miden los niveles séricos de AFP y la unidad β de hCG antes y después de la extirpación de cualquier tumor testicular, ya que estas proteínas son producidas por muchos tumores de células germinales testiculares. • Los tumores trofoblásticos de células germinales tienen niveles elevados de hCG. • Los tumores del saco vitelino tienen niveles elevados de AFP. • El 80% de los tumores de células germinales, excepto el seminoma, tienen niveles elevados de AFP, hCG o ambos. • Alrededor de 10% de los seminomas tienen niveles levemente aumentados de hCG a causa de la presencia ocasional de células de sincitiotrofoblasto. Si el tumor está confi nado al testículo (etapa 1), los niveles del marcador caerán después de la orquidectomía. Si no descienden a lo normal ello indica que hay enfermedad metastásica (o sea, no en etapa 1). En el seguimiento posterior al tratamiento, los niveles crecientes de una proteína marcadora son una indicación de recurrencia del tumor, de ordinario antes de que ésta se manifi este clínicamente, o sea detectable con imagenología. La deshidrogenasa láctica (LDH) también suele medirse antesy después del tratamiento. Esta enzima es ubicua y no es específi ca para los tumores de células germinales testiculares, pero es un buen marcador del volumen tumoral. Por tanto, las mediciones seriadas de LDH permiten la vigilancia de los efectos del tratamiento sobre el volumen del tumor. Uso de marcadores tumorales en tumores de células germinales testiculares 18Aparato reproductor masculino 407 menos comunes que los tumores de células germinales, y representan alrededor de 5% de todos los casos. El testículo también puede ser sitio de desarrollo de un linfoma primario. Los tumores de células de Leydig (llamados también tumores de células intersticiales) pueden presentarse a cualquier edad, desde la infancia hasta la vida adulta. Durante la infancia, los tumores pueden provocar desarrollo precoz de los caracteres sexuales secundarios; en los adultos, con frecuencia causan pérdida de la libido y ginecomastia, lo cual refl eja la secreción de testosterona, estrógeno o ambos. Macroscópicamente los tumores se encuentran circuns- critos, y son amarillos (fi gura 18-14). Están constituidos por células que asemejan células de Leydig normales. Aunque en su mayoría los tumores son benignos, los mayores de 5 cm de diámetro y los que experimentan mitosis pueden tener comportamiento maligno. Los tumores de células de Sertoli (llamados también androblastomas) pueden surgir a todas las edades, inclu- yendo la lactancia, pero tienen incidencia máxima en el cuarto decenio de vida. Típicamente son bien circunscritos, y están compuestos por células que semejan las células de Sertoli de los túbulos. En su mayoría las lesiones son benig- nas, pero los tumores con muchas mitosis pueden compor- tarse en forma maligna. Las enfermedades testiculares pueden provocar infertilidad masculina La infertilidad (o esterilidad) masculina es el resultado de pro- ducción defi ciente o nula de espermatozoides móviles madu- ros. Las pruebas iniciales incluyen el análisis de una muestra de semen, para determinar la presencia de espermatozoides. En algunos casos no se ven espermatozoides en el eyacu- lado. Varios trastornos pueden ser responsables, de los cua- les los más comunes son destrucción de tejido testicular o cicatrización de conductos como consecuencia de una enfer- medad infl amatoria, por ejemplo infección; ausencia congé- nita de los conductos deferentes o de las vesículas seminales; o criptorquidia. El trastorno cromosómico llamado sín- drome de Klinefelter (XXY) se asocia con intensa atrofi a de túbulos testiculares y ausencia de células germinales. Los niveles séricos de FSH están elevados en los casos de insu- fi ciencia testicular, en los cuales no puede esperarse funcio- namiento alguno. Otros trastornos se asocian con cantidades de espermato- zoides anormalmente reducidas. Siempre deben sospecharse causas endocrinas, en particular enfermedades del eje hipo- tálamo-hipofi sario, y exceso de estrógeno (endógeno o exó- geno). Las células germinales son muy sensibles a los ambientes anormales y fácilmente se lesionan; son particularmente sensibles a los efectos de quimioterapia y radiación sistémi- cas. Para el desarrollo y la maduración normales de las células germinales, la temperatura testicular debe ser inferior a la temperatura central. La exposición a alta temperatura, por un descenso defectuoso o una causa ambiental, puede dar lugar a infertilidad. En algunos casos, la causa de una producción reducida de espermatozoides es incierta aun después de realizarse los estudios, y puede practicarse una biopsia testicular para establecer un diagnóstico. A veces los túbulos seminíferos muestran ausencia total de células germinales, y están recu- biertos sólo por células de Sertoli. Alternativamente, es posible que las etapas tempranas de la espermatogénesis sean normales, pero que las tardías, que conducen a la for- mación de espermatozoides maduros, sean infructuosas (el llamado arresto en la maduración). PRÓSTATA Las principales enfermedades de la próstata son trastornos infl amatorios, hiperplasia y carcinoma Existen tres enfermedades importantes de la próstata: pros- tatitis (que puede ser aguda o crónica), hiperplasia prostática benigna, y adenocarcinoma prostático. En varones jóvenes, la enfermedad de la próstata suele ser causada por infeccio- nes, algunas de las cuales son transmitidas sexualmente. En varones de mayor edad, el crecimiento de la próstata es un fenómeno casi universal, que obedece más comúnmente a hiperplasia prostática, y conduce a obstrucción del fl ujo urinario a nivel de la porción prostática de la uretra. A veces, la obstrucción uretral prostática clínicamente mani- fi esta se debe al desarrollo de un carcinoma. La prostatitis es causada principalmente por infecciones que logran acceso desde la uretra La infl amación aguda de la próstata suele ocurrir después de una infección aguda de la vejiga urinaria o la uretra, y es particularmente común después de la instrumentación quirúrgica de la uretra. Los microorganismos usuales en el varón de mayor edad son los que infectan la vejiga y la uretra, en particular E. coli y especies de Proteus. Las enfer- medades transmitidas sexualmente también pueden causar prostatitis, en especial gonococos y Chlamydia (una causa de uretritis no gonocócica). Las infecciones agudas se caracte- rizan por la presencia de un infi ltrado denso de neutrófi los, a menudo con formación de absceso. TT Figura 18.14 Tumor de células de Leydig del testículo. Un tumor de células de Leydig se ve como un tumor bien circunscrito (T) con superfi cie de corte amarilla. 18 PATOLOGÍAPatología clínica 408 La prostatitis infecciosa crónica también se asocia con infección de las vías urinarias inferiores, y es el resultado de una prostatitis aguda tratada inadecuadamente. Una causa adicional de prostatitis es la TB, cuyos casos suelen estar asociados con TB renal o epididimaria. La prostatitis crónica suele mostrar una mezcla de neutrófi los, con linfocitos y células plasmáticas; en los casos tuberculosos hay una reac- ción histiocítica de células gigantes, con caseifi cación focal. La hiperplasia prostática afecta a la mayoría de los varones mayores de 70 años de edad La hiperplasia prostática benigna es el trastorno más común de la próstata. Afecta a casi todos los varones mayores de 70 años de edad, pero se encuentra con frecuencia e intensidad crecientes a partir de los 45 años de edad. Se presenta clíni- camente con difi cultad para la micción, causada por compre- sión de la uretra prostática por el crecimiento de la próstata. En la mayoría de los casos los dos lóbulos laterales están notablemente crecidos. Sin embargo, en ocasiones el lóbulo posterior tiene el mayor crecimiento, que puede obstruir el fl ujo de salida en el meato urinario interno en el cuello de la vejiga urinaria. La obstrucción prostática prolongada es la causa más común de uropatía obstructiva crónica, y puede conducir a hipertrofi a muy manifi esta de la pared de la vejiga, con trabeculación del músculo vesical y retención aguda o crónica de orina en la vejiga. En esos casos, el vaciamiento defi ciente de la vejiga puede inducir el refl ujo de la orina al sistema, persistiendo, con producción de hidrouréter e hidronefrosis, y predisposición a infección. La patogenia de la hiperplasia prostática benigna se des- conoce, pero se cree que es debida a un desequilibrio andró- geno-estrógeno (véase el recuadro rosa). El área que es sensible a hormonas, y que sufre este tipo de hiperplasia, es el grupo periuretral de glándulas prostáticas, y no las glándulas pros- táticas de la periferia. El crecimiento contínuo de las glándulas periuretrales comprime las glándulas prostáticas periféricas verdaderas, causando su colapso sólo su estroma de soporte fi broso. Desde el punto de vista macroscópico, el componente hiper- plásico de la próstata muestra un patrón nodular de ácinos glandulares hiperplásicos,separados por estroma fi broso (fi gura 18-15). Algunos de los nódulos muestran glándulas con dilatación quística que contienen líquido lechoso; otras contienen abundantes concreciones calcifi cadas (cuerpos amiláceos). La histología se caracteriza por ácinos hiperplá- sicos ordenados apretadamente, recubiertos por células epi- teliales cilíndricas altas con núcleos basales pequeños, en ocasiones formando pliegues papilares irregulares. Otro com- ponente del crecimiento prostático es la hipertrofi a muscu- lar, en especial en la región del cuello vesical. Un metabolito de la testosterona, llamado dehidrotestosterona (DHT), se produce en el estroma de la próstata por acción de una enzima llamada 5α-reductasa, que se encuentra en las células del estroma, en la testosterona circulante. La DHT promueve la proliferación tanto de células del estroma como epiteliales al fi jarse a los receptores de andrógenos en los núcleos de ambos tipos celulares, lo cual induce la producción de factores del crecimiento que estimulan la proliferación de células epiteliales y del estroma. Estudios clínicos con inhibidores de la 5α-reductasa (p. ej., fi nasterida y episterida) han mostrado una reducción en el tamaño de la próstata con alivio de los síntomas de obstrucción. Sin embargo, hay otros factores implicados en el crecimiento de la próstata, como aumento del estradiol con el envejecimiento, con la posibilidad de que los estrógenos hagan que epitelio y estoma glandular prostáticos sean más sensibles al efecto de la DHT. Un factor adicional implicado en la obstrucción prostática es la contracción de las fi bras musculares lisas dentro de la próstata, particularmente en el cuello vesical, mediada por receptores adrenérgicos α en el estroma prostático. Ésta es la base del uso de fármacos bloqueadores adrenérgicos α, como prazocina y doxazocina, para relajar el músculo liso de la próstata y ayudar a aliviar la obstrucción. PUG PUG PZG U Figura 18.15 Hiperplasia prostática benigna. En la hiperplasia prostática, la próstata está crecida a causa de nódulos hiperplásicos en la zona glandular periuretral (PUG), con compresión y distorsión de la uretra (U). Las glándulas de la región periférica (PZG) no están implicadas, pero ésta es la zona en la cual se origina el carcinoma. Factores patogénicos en la hiperplasia prostática 18Aparato reproductor masculino 409 El carcinoma de la próstata es el segundo tipo más común de cáncer en el varón El carcinoma de la próstata es una neoplasia importante y común en el varón, que ocurre con frecuencia creciente a partir de los 55 años de edad. El carcinoma de la próstata es un adenocarcinoma que surge en las glándulas prostáticas verdaderas situadas en la perife- ria de la próstata, a diferencia de la hiperplasia prostática benigna, que se origina en las glándulas en la zona de tran- sición en la parte interna de la glándula, alrededor de la uretra (fi gura 18-15). Como el tumor surge en las glándulas peri- féricas, es más probable la invasión exterior a través de la cápsula prostática, antes de que el tumor se infi ltre medial- mente hacia la uretra. Por esta razón, es posible que los intentos de obtener muestras de biopsia de la próstata usando una vía transuretral para establecer el diagnóstico de malignidad produzcan resultados negativos; es más probable que tenga éxito una biopsia con aguja de la próstata en su porción externa, con un acceso transrectal. La patogenia del tumor es incierta, aunque se reconocen algunos factores etiológicos, y se han identifi cados algunos posibles factores genéticos pertinentes en casos en que hay un claro antecedente familiar. En ausencia de factores cau- sales fi rmes y consistentes, no existen estrategias preventivas primarias para el carcinoma de la próstata; por lo tanto, los esfuerzos se dirigen hacia estudios para detectar la enferme- dad en etapa temprana, utilizando la prueba del antígeno prostático específi co (PSA) en sangre. Por su origen periférico, frecuentemente el cáncer prostá- tico está bien establecido antes de que el paciente desarrolle síntomas de difi cultad para la micción a causa de obstrucción uretral, y algunos tumores permanecen localmente silencio- sos, aun en presencia de metástasis generalizadas. El cáncer de próstata puede dividirse desde el punto de vista clínico en tres grupos con base en su comportamiento: • Carcinomas prostáticos invasores. Clínicamente importantes pues invaden de manera local y metastatizan. • Carcinomas prostáticos latentes. Son focos pequeños de carcinoma bien diferenciado, que con frecuencia son un hallazgo incidental en las glándulas prostáticas de varones de edad avanzada. Al parecer permanecen confi nados a la próstata por un tiempo prolongado. • Los carcinomas ocultos no son clínicamente evidentes en el sitio primario, pero están presentes en la enfermedad metastásica. Macroscópicamente, los carcinomas de la próstata se pre- sentan como áreas difusas de tejido blanquecino y fi rme, entre el estroma fi bromuscular prostático. La distorsión y extensión fuera de la cápsula son comunes, produciendo una masa mal defi nida, fi rme e irregular, que puede palparse en el examen rectal. Sistema de Gleason para graduación del carcinoma prostático El esquema de graduación histológica usado más ampliamente es el propuesto por Gleason, basado en la diferenciación arquitectónica del tumor. Este esquema reconoce los diferentes patrones que pueden presentarse dentro de un mismo tumor. Hay cinco grados, numerados del 1 al 5, donde el grado 1 es el más diferenciado y el 5 el menos diferenciado. La asignación del grado se efectúa seleccionando dos gra- dos basados en el patrón más común y el segundo más común, para obtener la suma de Gleason fi nal, que estará situada en algún punto entre 2 y 10. Por ejemplo, un tumor bien diferenciado puede tener una puntuación de Gleason de 3, y uno pobremente diferenciado, una de 9. El pronóstico del cáncer prostático varía de manera con- siderable con la puntuación de Gleason y también con la etapa; en general, los tumores con puntuación de Gleason menor de 6 son de grado bajo y de baja agresividad. La principal limitación del sistema de graduación histológica de Gleason (y de cualquier otro) es que el único tejido usualmente disponible para la evaluación histológica es uno o algunos pequeños cilindros de tejido obtenidos por biop- sia con aguja, por lo cual es posible que la muestra no sea representativa. La estadifi cación se basa en la magnitud del tumor, es decir, si está confi nado a la próstata (T1 y T2), si se ha extendido fuera de la cápsula (T3), o si invade órganos adyacentes (T3). La estadifi cación precisa es difícil, a menos de que se empleen métodos de visualización avanzados. a b Figura 18.16 Adenocarcinoma prostático. (a) Tumor con grado 1 de Gleason, que asemeja a la próstata normal, con glándulas separadas bien formadas con luces, citoplasma pálido y núcleos predominantemente basales. (b) Tumor con grado 4 de Gleason con formación glandular incompleta escasas luces. Éste es el patrón más común; ambos patrones raramente se presentan juntos. 18 PATOLOGÍAPatología clínica 410 El carcinoma de la próstata metastatiza a los huesos y ganglios linfáticos, e invade la vejiga urinaria Los carcinomas prostáticos se propagan por tres vías principales: • Propagación directa a la base de la vejiga urinaria y los tejidos adyacentes, lo que causa obstrucción de la uretra (difi cultad para la micción) y puede bloquear los uréteres, causando hidronefrosis (pág. 391). • Propagación linfática a los ganglios pélvicos y paraaórticos. • Propagación vascular a los huesos. Las metástasis óseas del carcinoma prostático pueden ser escleróticas, con producción de hueso (densas en la radiografía), más que líticas (con destrucción de hueso). Ocasionalmente la primera manifestación de la enferme- dad se debe a la propagación metastásica, porejemplo com- presión de la médula espinal por metástasis vertebral. El diagnóstico patológico del carcinoma prostático metastásico es asistido por la detección inmunohistoquímica de PSA y antígeno especifi co de próstata en el material de biopsia. Esto puede usarse como un marcador sérico de la enferme- dad, con la presencia de niveles particularmente elevados cuando hay enfermedad metastásica. Como muchos carcinomas prostáticos dependen de la testosterona para su crecimiento, la orquidectomía o el tratamiento con estrógenos o agonistas de la hormona libe- radora de hormona luteinizante pueden inducir regresión del tumor. PENE El hipospadias y el epispadias son anormalidades genéticas de la uretra peniana Por lo general, la uretra peneana desemboca al exterior en la punta del glande en el extremo distal del pene. En oca- siones, el desarrollo defectuoso del conducto uretral hace que la uretra se abra más hacia atrás en el cuerpo del pene, en la superfi cie ventral o inferior (hipospadias) o en la superfi cie dorsal o superior (epispadias). El hipospadias es el más común de los dos casos, y la abertura puede estar cerca de la corona, en la parte media del cuerpo, o mucho más atrás, en la raíz del pene, en una situación escrotal o perineal. La presentación más común (alrededor de 85% de los casos) es una abertura en la corona, o cerca de ésta, y es el más fácil de tratar quirúrgicamente. Las ubicaciones escrotal y perineal son las más raras (5%) y más difíciles de tratar. En el epispadias, la abertura uretral puede, una vez más, estar situada en la región del glande o la corona, en la parte media del cuerpo, o cerca de la raíz del pene (penopúbica). Esto último se asocia con separación del hueso pubis, y las anormalidades en el cuello vesical, como la incontinencia urinaria, son comunes. Tanto en el hipospadias como en el epispadias, una loca- lización cercana a la raíz del pene puede interferir en la eyaculación normal. La fi mosis es una anormalidad del prepucio En un varón no circuncidado, el prepucio puede retraerse normalmente por detrás de la corona. Cuando el prepucio es demasiado pequeño o rígido para permitir esto, el tras- torno se llama fi mosis, y puede ser resultado de un desa- rrollo anormal del prepucio que produce su estrechez, aunque más a menudo se debe a rigidez anormal del anillo prepucial, a cicatrización fi brosa secundaria a traumatismo, infección repetida o balanitis xerótica obliterante (véase más adelante). La retracción forzada de un prepucio estrecho puede provocar parafi mosis, en la cual el anillo prepucial estrecho provoca constricción de la corona e hinchazón del glande, al grado de que el prepucio no puede retornarse a su posi- ción normal. La parafi mosis produce dolor intenso y edema del glande, y puede constreñir la uretra peniana, causando obstrucción urinaria aguda. Las infecciones del pene incluyen infecciones de la uretra peneana (uretritis) e infecciones del glande y el prepucio (balanitis) La uretritis gonocócica es causada por Neisseria gonorrhoeae, adquirida como una enfermedad de transmisión sexual. Se presenta con dolor uretral y un exudado purulento. Si no se trata, la cicatrización puede provocar estrechez uretral. La uretritis no gonocócica suele ser causada por Chla- mydia trachomatis. Induce un exudado purulento uretral y, en casos raros, puede provocar el síndrome de Reiter (artritis, uretritis y conjuntivitis). El antígeno prostático específi co (PSA) es una glucoproteína sintetizada casi exclusivamente en las células epiteliales de la glándula prostática; las mediciones sanguíneas de PSA pueden usarse en el diagnóstico del carcinoma prostático y en la evaluación de la respuesta al tratamiento. El nivel normal de PSA es <5 ng/L, y niveles >10 ng/L son fuertemente sugestivos de tumor. Sin embargo, muchos factores infl uyen en los niveles de PSA, y en la mayoría de los casos (a menos que esté notablemente elevada) no es confi able como un método de detección. Su principal valor es en las mediciones secuenciales de PSA para determinar si la existencia de diseminación metastásica, y si el tratamiento es exitoso o no durante el seguimiento del tratamiento. PSA y diagnóstico de cáncer de próstata 18Aparato reproductor masculino 411 La balanitis puede ser causada por una amplia variedad de microorganismos, como el hongo Candida albicans, y bacterias tanto piógenas como anaerobias. En los varones no circuncidados la higiene defi ciente y la fi mosis son fac- tores predisponentes. La mucosa peniana es el sitio de la infección original en las enfermedades transmitidas sexualmente, como la sífi lis (chancro sifi lítico [fi gura 8-3]) y el herpes genital; En este último se forman ampollas herpéticas típicas en el glande del pene. Un tipo particular de infección viral visto en el pene y alrededor del perineo, es el condiloma acuminado, causado por uno de los virus del papiloma humano (pág. 511), cuyas verrugas tienen aspecto de colifl or. Aunque no son comunes en los países occidentales, algunas lesiones ulceradas del pene son causadas por Haemophilus ducreyi (chancro blando), Calymmatobacterium granulomatis (granu- loma inguinal) y Chlamydia trachomatis (linfogranuloma venéreo). El pene tiende a desarrollar varias enfermedades de la piel La más importante de éstas en la balanitis xerótica obli- terante (BXO), en la cual el prepucio, en particular alre- dedor del anillo prepucial, está anormalmente engrosado y cicatrizado, lo que predispone a la fi mosis. Es un trastorno fi brótico de la piel, idéntico en patología a la enfermedad de piel y vulva llamada liquen escleroso (pág. 414). Otras enfermedades de la piel, como liquen plano, pso- riasis, verrugas virales y molusco contagioso, también afec- tan al pene; se exponen en más detalle en el capítulo 23. El tumor más común del pene es el carcinoma escamoso El carcinoma escamoso invasor del pene suele ocurrir en varones de edad avanzada (70 años o más) no circuncida- dos, y se presenta como un crecimiento verrucoso, similar a una colifl or, sobre el glande, que a veces sangra, aunque crece lentamente. Es común que estos tumores no reciban atención debido al pudor del paciente, por lo cual tienden a presentarse al médico cuando están muy avanzados, y requie- ren amputación de la parte distal del pene. El sitio más común de propagación metastásica son los ganglios ingui- nales a través de los linfáticos. El carcinoma in situ puede presentarse en la piel del cuerpo del pene, donde asemeja clínica e histológicamente al carcinoma intraepidérmico de otras partes de la piel (pág. 522). En el glande, la neoplasia intraepitelial peneana (NIP) se presenta como placas rojas persistentes y expansivas, que fi nalmente se elevan y endurecen (eritroplasia de Queyrat); muchos casos se asocian con infección por el virus del papi- loma humano. La enfermedad de Peyronie produce la distorsión del pene erecto La enfermedad de Peyronie es un trastorno perturbador del pene que afecta entre 1 y 3% de todos los varones. Ocurre más a menudo entre los 40 y 60 años de edad, pero también puede presentarse en varones mayores. Es ocasio- nado por una proliferación de tejido celular fi broso en la túnica albugínea fi brosa que rodea los cuerpos eréctiles del pene. Esto sucede más comúnmente en la superfi cie dorsal del cuerpo del pene, y la colagenización progresiva del tejido fi broblástico proliferado conduce a la formación de una placa colagenosa densa rígida. Cuando el pene presenta una erección la placa produce una curvatura hacia arriba, por lo general acompañada de dolor. Menos a menudo, la placa se forma en la superfi cie inferior, en cuyo caso la curvatura es hacia abajo, o hacia un lado, provocando una curva- tura lateral. Se desconoce la causa; se ha sugerido una cicatriz fi brosa después de un traumatismo, aunque pocos pacientes refi eren traumatismo signifi cativo. Además, los aspectos histológicosde las lesiones celulares tempranas y fi brosas tardías son idén- ticos a los que se ven en otra enfermedad con fi brosis proli- ferativa, la contractura de Dupuytren de la mano (pág. 559). El probable vínculo entre las dos enfermedades es reforzado por la observación de que alrededor de 30% de los pacientes con enfermedad de Peyronie también tienen, o desarrollan al fi nal, una contractura de Dupuytren. El escroto está recubierto por piel con pelo La piel escrotal puede ser afectada casi por cualquiera de las enfermedades comunes de la piel expuesta en el capítulo 23. Eccema, dermatitis por contacto, psoriasis, infecciones micóticas, quistes epidérmicos y nevos son particularmente comunes. � Caso 1 Niño con un testículo hinchado doloroso Un niño de seis años de edad fue llevado a la sala de urgencias del hospital, gritando de dolor. Según su madre, se había sentido muy mal esa tarde, y estaba inquieto al ir a la cama; lo escuchó llorar durante la noche y lo encontró con dolor intenso evidente, sujetándose el escroto. La madre notó que el testículo izquierdo estaba hinchado y extremadamente sensible, por lo que llevó al niño a la sala de urgencias. Ella considera que habían pasado unas dos horas desde que comenzó a llorar de dolor. 1. ¿Cuál es el diagnóstico más probable? 2. ¿Por qué el tiempo transcurrido es importante? Después del tratamiento inicial sin respuesta en la sala de urgencias fue llevado a cirugía, donde fué tratado exitosamente sin necesidad de extirpar el testículo. Preguntas basadas en casos 18 PATOLOGÍAPatología clínica 412 � 3. ¿Qué tratamiento se intentó en la sala de urgencias? 4. ¿Qué tratamiento tuvo éxito en cirugía, y qué antecedente sugirió que podría evitarse la orquidectomía? Caso 2 Niño con aumento de volumen indoloro del testículo Cuando bañaba a su hijo de dos años de edad, una madre notó que el lado derecho del escroto parecía más grande que el izquierdo, y tras una palpación cuidadosa descubrió que el testículo derecho era mucho más grande que el izquierdo. No había notado esto unos días antes, cuando le dio un prolongado y divertido baño. Lo llevó al médico familiar, quien confi rmó que el testículo estaba crecido, y refi rió al niño a un pediatra como una urgencia. 1. ¿Cuál es su diagnóstico diferencial? 2. ¿Cuál, en su lista, es el diagnóstico más probable, dados los antecedentes? El pediatra ordenó algunas pruebas de sangre y estudios de imágenes antes de la orquidectomía. 3. ¿Cuáles estudios se realizaron, y con qué propósito? Los estudios de imágenes no exhibieron anormalidad alguna, pero las pruebas de sangre mostraron un aumento de AFP (fetoproteína α). 4. ¿Qué sugieren estos estudios? El testículo derecho crecido, el epidídimo y el cordón espermático se extirparon quirúrgicamente, y el niño se sometió a un seguimiento con mediciones repetidas de AFP sérica, que por fortuna nunca se elevaron nuevamente. Casos 3 y 4 Dos adultos con crecimiento indoloro de testículo Dos varones ingresaron en la unidad de cirugía genitourinaria el mismo día, ambos quejándose de crecimiento de un testículo. El paciente 3, de 42 años de edad, había notado una sensación de pesantez en el testículo izquierdo unos seis meses antes, y notó, durante los tres o cuatro meses siguientes, que ese testículo estaba creciendo lentamente. En la exploración dicho órgano tenía dos o tres veces su tamaño normal, y era uniformemente fi rme, pero no doloroso. El paciente 4, de 21 años de edad, advirtió que el testículo derecho estaba crecido mientras se duchaba después de un juego de tenis. No tenía otros síntomas, y se sentía bien. El examen del cirujano confi rmó el crecimiento testicular en ambos casos. 1. ¿Cuál es el diagnóstico más probable en cada caso, y por qué? 2. ¿Qué marcadores tumorales serían de valor en el diagnóstico preoperatorio, y que resultado esperaría el lector en los dos casos? Caso 5 Anciano con dolor de espalda baja Un varón de 68 años de edad, hasta entonces en buenas condiciones, desarrolló dolor persistente en la parte inferior de la espalda. A pesar de reposo en cama y analgésicos, el dolor era constante, y al fi n el paciente acudió al médico familiar, quien notó dolor a la presión sobre la cuarta y quinta vértebras lumbares. El médico realizó un examen rectal y sintió que la próstata estaba crecida, dura e irregular, con pérdida del surco mediano. Refi rió al paciente a un cirujano genitourinario para estudios adicionales. 1. ¿Cuál es la patología más probable de la glándula prostática en este caso? 2. ¿Cuál es la causa más probable del dolor de espalda? El cirujano genitourinario confi rmó los hallazgos clínicos del médico familiar y ordenó pruebas de sangre y estudios de imágenes. Más adelante practicó una biopsia transrectal de la próstata. 3. ¿Cuáles estudios de sangre e imágenes supone que solicitó el cirujano, y qué piensa que revelarían? 4. ¿Por qué se practicó una biopsia transrectal en vez de una biopsia transuretral? En la página 592 se proporcionan respuestas breves a estas preguntas basadas en casos. PATOLOGÍA CLÍNICA 18. APARTO REPRODUCTOR MASCULINO Repaso de la estructura del aparato reproductor masculino El descenso incompleto del testículo (criptorquidia) incrementa el riesgo de (...) Es común que las infecciones del testículo afecten también el epidídimo La orquitis granulomatosa puede simular clínicamente un tumor testicular La torsión del testículo causa infarto venoso Otras lesiones intraescrotales benignas son comunes pero no ponen en peligro la vida El hidrocele es la causa más común de crecimiento escrotal Tumores testiculares El descenso incompleto del testículo y una anormalidad cromosómica predisponen a los (...) La nomenclatura y clasificación de los tumores testiculares son difíciles debido a que muchos (...) Tumores de células germinales de un solo patrón (puros) El seminoma es el tumor testicular de patrón puro más común El seminoma espermatocítico es diferente del seminoma clásico Los teratomas contienen derivados de las tres capas de células germinales embrionarias En niños pequeños se ven teratomas testiculares compuestos totalmente por elementos somáticos maduros Los teratomas compuestos únicamente por elementos somáticos inmaduros son raros (...) El tumor del saco vitelino ocurre como un tumor de patrón puro en lactantes, pero como (...) Los tumores trofoblásticos son raros como tumores de patrón puro, pero más comunes (...) Los carcinomas embrionarios estáncompuestos por células inmaduras que (...) Alrededor de 60% de todos los tumores de células germinales testiculares son de patrón mixto Más de 80% de los adultos con tumor de células germinales del testículo también (...) Los tumores de células germinales testiculares pueden metastatizar por vía linfática o por (...) La estadifi cación de los tumores testiculares se basa en la magnitud de su propagación en el (...) Los tumores de los cordones sexuales y del estroma del testículo son menos comunes que (...) Las enfermedades testiculares pueden provocar infertilidad masculina Próstata Las principales enfermedades de la próstata son trastornos inflamatorios, hiperplasia y carcinoma La prostatitis es causada principalmente por infecciones que logran acceso desde la uretra La hiperplasia prostática afecta a la mayoría de los varones mayores de 70 años de edad El carcinoma de la próstata es el segundo tipo más común de cáncer en el varón Sistema de Gleason para graduación del carcinoma prostático El carcinoma de la próstata metastatiza a los huesos y ganglios linfáticos, e invade la vejiga urinaria Pene El hipospadias y el epispadias son anormalidades genéticas de la uretra peniana La fimosis es una anormalidad del prepucio Las infecciones del pene incluyen infecciones de la uretra peneana (uretritis) e infecciones (...) El pene tiende a desarrollar varias enfermedades de la piel El tumor más común del pene es elcarcinoma escamoso La enfermedad de Peyronie produce la distorsión del pene erecto El escroto está recubierto por piel con pelo FIGURAS Figura 18.1 Figura 18.2 Figura 18.3 Figura 18.4 Figura 18.5 Figura 18.6 Figura 18.7 Figura 18.8 Figura 18.9 Figura 18.10 Figura 18.11 Figura 18.12 Figura 18.13 Figura 18.14 Figura 18.15 Figura 18.16
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