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Metabolismo de nutrientes en el ayuno y el ejercicio. El metabolismo de los nutrientes se adapta en respuesta a diferentes estados fisiológicos, como el ayuno y el ejercicio. Estos estados representan desafíos para el suministro de energía y, por lo tanto, requieren ajustes en el metabolismo para mantener la homeostasis. A continuación, exploraremos cómo el metabolismo de los nutrientes cambia durante el ayuno y el ejercicio. Durante el ayuno, el cuerpo experimenta una disminución en la disponibilidad de glucosa como fuente de energía, ya que los niveles de glucosa en sangre tienden a disminuir. En respuesta a esto, el hígado comienza a liberar glucosa almacenada en forma de glucógeno a través de la glucogenólisis. Sin embargo, a medida que el ayuno continúa, los niveles de glucógeno disminuyen y el cuerpo debe recurrir a otras fuentes de energía. En un estado de ayuno prolongado, el cuerpo cambia hacia la movilización de ácidos grasos almacenados en tejido adiposo. Los ácidos grasos se oxidan a través de la beta- oxidación en la mitocondria para producir acetil-CoA, que entra en el ciclo de Krebs y la cadena de transporte de electrones para la producción de ATP. Esto representa una adaptación al ayuno para preservar la glucosa para el cerebro y otros tejidos que la necesitan. El ejercicio, especialmente el ejercicio aeróbico, también tiene un impacto significativo en el metabolismo de los nutrientes. Durante el ejercicio, los músculos requieren un aumento en el suministro de energía. En respuesta a esto, el cuerpo aumenta la movilización de glucosa y ácidos grasos para satisfacer las demandas energéticas de los músculos en actividad. La glucosa es una fuente rápida de energía y es movilizada desde el hígado y los depósitos de glucógeno en los músculos para satisfacer la demanda durante el ejercicio. Los ácidos grasos también se utilizan, pero su contribución se incrementa a medida que la intensidad del ejercicio se prolonga y la demanda energética se mantiene. Además, el lactato, un producto de desecho de la glucólisis, puede ser reciclado para producir más energía a través de la gluconeogénesis. El metabolismo de los nutrientes en el ayuno y el ejercicio es altamente regulado y adaptativo. El cuerpo cambia su fuente de energía en función de las demandas y la disponibilidad de nutrientes. Estos ajustes son cruciales para mantener la homeostasis y garantizar que el organismo tenga suficiente energía para funcionar adecuadamente en situaciones de ayuno y actividad física.
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