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Nutrición y Trastornos Alimentarios Los trastornos alimentarios, como la anorexia, la bulimia y la vigorexia, representan un desafío significativo para la salud mental y física. La nutrición juega un papel fundamental tanto en la causa como en el tratamiento de estos trastornos. Las personas que padecen trastornos alimentarios a menudo tienen una relación disfuncional con la comida y una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Los trastornos alimentarios pueden causar deficiencias nutricionales graves y desequilibrios en el cuerpo. En la anorexia, la restricción extrema de la ingesta de alimentos puede llevar a la desnutrición y la pérdida de peso peligrosa. La bulimia, que implica episodios de atracones y purgas, puede tener consecuencias graves para la salud, como desequilibrios electrolíticos. La vigorexia, un trastorno menos conocido, implica una obsesión con la construcción muscular y puede llevar al uso excesivo de suplementos y esteroides. El tratamiento de los trastornos alimentarios es multidisciplinario e incluye la atención de profesionales de la salud mental, médicos y dietistas. La nutrición clínica desempeña un papel fundamental en la recuperación de las personas afectadas, ayudándoles a establecer una relación saludable con la comida, recuperar un peso saludable y corregir deficiencias nutricionales. La terapia nutricional en trastornos alimentarios se enfoca en restaurar un patrón alimentario equilibrado, educar sobre las necesidades nutricionales y promover la alimentación consciente. También es importante abordar los aspectos psicológicos de los trastornos alimentarios, como la imagen corporal y la autoestima.
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