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Teoría de la utilidad Consideremos que cada inversor puede asignar una puntuación de bienestar a las carteras de activos que enfrenta y que compiten en función del rendimiento esperado E(r) y el riesgo σ2 obteniendo así una función de utilidad de la forma: 𝑈 = 𝐸 𝑟 − 1 2 𝐴 𝜎2 Donde: U es el valor de utilidad y A un índice de la aversión al riesgo del individuo. El factor 1/2 es solo una convención escalar. Si se asume normalidad en los retornos esperados, el desvío estándar 𝜎2 es una medida aceptable del riesgo. Para la elección de la cartera de riesgo el inversor utiliza un criterio llamado de media-varianza (M-V) que se puede establecer de la siguiente manera: Un portafolio A dominará a otro B si: 𝐸 𝑟𝐴 ≥ 𝐸(𝑟𝐵) 𝜎𝐴 ≤ 𝜎𝐵 con alguna de las condiciones estrictas. Para cada nivel de utilidad, puede construirse el conjunto de carteras que dejarían indiferente al inversor en función de este criterio, obteniéndose curvas de indiferencia. La cartera Q, por ejemplo, brinda la misma utilidad que P en un intercambio entre riesgo y rendimiento. Supongamos que el inversor ya ha decidido la composición de su cartera de riesgo P y ahora su preocupación es la asignación de capital, es decir, la proporción del presupuesto de inversión, y, que se asignará a P . El porcentaje restante, 1-y, será aplicado en el activo libre de riesgo, F. La tasa de retorno esperada del nuevo portafolio C conformado será: 𝐸 𝑟𝐶 = 𝑦 𝐸 𝑟𝑃 + 1 − 𝑦 𝑟𝑓 Reagrupando términos: 𝐸 𝑟𝐶 = 𝑟𝑓 + 𝑦 𝐸 𝑟𝑃 − 𝑟𝑓 𝜎𝐶 2 = 𝑦2 𝜎𝑃 2 Y su varianza: Representemos el set de pares factibles de rendimiento esperado y desvío estándar de todas las carteras que resultan de diferentes valores de 𝑦. La gráfica es una línea recta que se origina en 𝑟𝑓 y atraviesa el punto etiquetado como P. Se denomina línea de asignación de capital (CAL) y representa todas las combinaciones de riesgo-rendimiento disponibles para los inversores. La pendiente de la CAL, denotada como S, es igual al aumento en el rendimiento esperado de la cartera completa por unidad de desvío estándar adicional. En otras palabras, rendimiento incremental por riesgo incremental. Por esta razón, representa la relación recompensa-riesgo y se la conoce como ratio de Sharpe. σP Busquemos un portafolio 𝐶 que sea óptimo. Es decir, el inversor elija de su línea de alocación de capital (CAL) el portafolio (en definitiva, la proporción y) que maximice su utilidad. El problema a resolver será entonces: max 𝑦 𝑈 = 𝐸 𝑟𝐶 − 1 2 𝐴 𝜎𝐶 2 =𝑟𝑓 + 𝑦 𝐸 𝑟𝑃 − 𝑟𝑓 − 1 2 𝐴 𝑦2 𝜎𝑃 2 Derivando la función 𝑈 respecto de 𝑦 e igualando a cero, obtenemos que el máximo se alcanza cuando: 𝑦∗ = 𝐸 𝑟𝑃 − 𝑟𝑓 /𝐴 𝜎𝑃 2. Gráficamente, el resultado se obtendría al encontrar el punto tangente entre la CAL y una de las curvas de indiferencia del inversor. Es decir que la elección para y*, la fracción de capital a invertir en activos de riesgo óptima, está determinada por la aversión al riesgo (la pendiente de las curvas de indiferencia) y el ratio de Sharpe (la pendiente del conjunto de oportunidades). Markowitz y el Poder de las Covarianzas Harry Markowitz publicó en 1952 un modelo formal de selección de portafolios óptimos que incorpora el principio de diversificación. El primer paso del plan es determinar las oportunidades de riesgo-retorno disponibles para el inversionista. Estas se resumen en la frontera de mínima-varianza de los activos de riesgo. La idea principal detrás de esta frontera es que, para cualquier nivel de riesgo, el individuo estará interesado solamente en aquél portafolio que brinde el mayor retorno esperado. Alternativamente, la frontera es el set de carteras que minimiza la varianza para cada rendimiento esperado objetivo. Las carteras constituidas por activos únicos serán ineficientes (la diversificación de las inversiones conduce a portafolios con mayores rendimientos esperados y menores varianzas). Por otro lado, un individuo seleccionará solo carteras que se ubiquen en la parte del gráfico que se encuentra por encima de la varianza mínima global. La misma recibe el nombre de frontera eficiente dado que para cualquier portafolio en la porción inferior existe otro con el mismo desvío estándar y con un mayor rendimiento esperado. La segunda parte del plan de optimización implica incluir el activo libre de riesgo. Buscamos la línea de asignación de capital con el ratio de Sharpe más alto que es tangente a la frontera eficiente. El punto de tangencia P, es la cartera de riesgo óptima. Ahora examinemos el efecto de la diversificación. Recordemos este resultado de la clase anterior: Cuando la covarianza promedio entre los rendimientos de los activos es cero, como lo es cuando todo el riesgo es específico de la firma, la varianza de la cartera puede reducirse a cero. El segundo término en el lado derecho de la ecuación es cero, mientras que el segundo tiende a cero cuando N es grande. Por lo tanto, cuando los retornos de los activos no están correlacionados, el poder de la diversificación para reducir el riesgo de la cartera es ilimitado. 𝑉𝐴𝑅 𝑟𝑝 = 1 𝑁 𝑉𝐴𝑅(𝑟𝑝) + 1 − 1 𝑁 𝐶𝑂𝑉(𝑟𝑝) Sin embargo, el caso más importante es aquel en el que los factores de riesgo en toda la economía imparten una correlación positiva entre los rendimientos de las acciones. En este caso, a medida que la cartera se diversifica más (N aumenta), su varianza sigue siendo positiva. Aunque el riesgo específico de la empresa, representado por el primer término en la ecuación tiende a cero, el segundo simplemente se aproxima a 𝐶𝑜𝑣 a medida que N es mayor. Por lo tanto, el riesgo que no se puede reducir de una cartera diversificada depende de la covarianza de los rendimientos de los activos componentes, que a su vez es una función de los factores sistemáticos de la economía. Tal vez la información más significativa del análisis sea la siguiente: Cuando tengamos carteras diversificadas, la contribución al riesgo del portafolio por parte de un activo particular dependerá de la covarianza del retorno de ese activo con el de los restantes, y no de su varianza. La conclusión más sorprendente que surge de la Teoría de Carteras es que un administrador ofrecerá el mismo portafolio de riesgo P a todos los clientes. El grado de aversión al riesgo del inversor entra en juego solo en la asignación de capital, la selección del punto deseado a lo largo de la CAL. El individuo con mayor aversión al riesgo invertirá más en el activo libre de riesgo y menos en la cartera P óptima que un cliente con menor aversión al riesgo. Sin embargo, ambos utilizarán a P como su vehículo de inversión de riesgo óptimo. Propiedad de Separación Este resultado se llama Propiedad de Separación y fue señalada por primera vez en 1958 por James Tobin. Nos dice que el problema de elección de cartera puede estar separado en dos tareas independientes: a) La primera, puramente técnica, es la determinación de la cartera de riesgo óptima. Dada una lista de entradas común (retornos, varianzas y covarianzas) la mejor cartera de riesgo es la misma para todos los individuos, independientemente de su grado de aversión al riesgo. b) La segunda tarea, la asignación de capital, depende de la preferencia personal. Aquí el inversor es el que toma las decisiones. Dicho de otra manera, los inversores con diferentes grados de aversión al riesgo se verían satisfechos con un universo de solo dos fondos mutuos: - Uno del mercado monetario para inversiones libres de riesgo. - Otro constituido por la cartera de riesgos óptima P, determinada por el punto de tangencia de la CAL y la frontera eficiente. Capital Asset Pricing Model Harry Markowitz sentó las bases de la gestión moderna de portafolios en 1952. El CAPM se publicó doce años después en artículos de William Sharpe (1964), John Lintner (1965), Jan Mossin (1966) y Fisher Black (1972). El tiempo para esta gestación indica que el salto de la Teoría de Selección de Carteras alCAPM no es trivial. El modelo brinda una relación precisa entre el riesgo de un activo y su rendimiento esperado. Esta relación cumple dos funciones vitales. Primero, proporciona una tasa de referencia para evaluar posibles inversiones. En segundo lugar, permite efectuar una estimación sobre el retorno esperado de los activos que aún no se han comercializado. Aunque el CAPM ha presentado importantes contradicciones empíricas, es utilizado ampliamente debido a la información que ofrece y a que su precisión se considera aceptable para algunas aplicaciones. Supuestos del Modelo Comportamiento de los Individuos 1) Los inversores son racionales, optimizadores de media- varianza. Son aversos al riesgo y eligen carteras que maximizan su utilidad esperada de la riqueza. 2) Su horizonte de planificación es un solo período. 3) Tienen expectativas homogéneas (idénticos datos de entrada). Sus opiniones coinciden acerca de los valores de los activos al final del período. Presentan una distribución de probabilidad común para los rendimientos esperados de los mismos. Estructura del Mercado 4) Todos los activos se mantienen en poder de los individuos y se negocian en bolsas públicas. 5) Un inversionista puede tomar una posición larga o corta de cualquier tamaño en cualquier activo, incluido el libre de riesgo. 6) Todo individuo puede pedir prestado o prestar la cantidad que desee a la tasa de interés libre de riesgo. 7) La información del mercado se encuentra disponible públicamente. 8) No existen impuestos ni costos de transacción. 29 En CAPM los retornos esperados no son independientes de las varianzas y covarianzas, ya que todos los agentes saben que la diversificación tiene valor. Se puede probar que: 𝑬 𝒓𝒊 = 𝒓𝒇 + 𝜷𝒊 [𝑬(𝒓𝒎) − 𝒓𝒇] Donde: E(ri): valor esperado del retorno del activo i. rf: retorno del activo libre de riesgo (risk free). E(rm): valor esperado del retorno del mercado. [E(rm) – rf]: prima de riesgo de mercado (equity risk premium) Βi: beta del activo i. 29 Fórmula CAPM 30 La beta de un activo se calcula como: 𝛽𝑖 = 𝐶𝑜𝑣 (𝑟𝑖 , 𝑟𝑚) 𝜎𝑚 2 De esta manera, la interpretación de la fórmula de CAPM es la siguiente: El retorno esperado de un activo depende de su contribución al riesgo de mercado. Notar que: 𝛽𝑚 = 𝐶𝑜𝑣 (𝑟𝑚, 𝑟𝑚) 𝜎𝑚 2 = 𝜎𝑚 2 𝜎𝑚 2 = 1 30 3131 β > 0 (La Mayoría de los Stocks) Si β > 0, dado que: 𝐸 𝑟𝑖 = 𝑟𝑓 + 𝛽𝑖 [𝐸(𝑟𝑚) − 𝑟𝑓] Entonces: 𝐸 𝑟𝑖 > 𝑟𝑓 - Un activo riesgoso con beta positivo (covarianza positiva con el mercado) tiene retorno adicional al activo libre de riesgo. - Un inversor demanda esta compensación (retorno adicional) para aceptar activos que son poco eficientes como diversificación. 3232 β = 0 Si β = 0, dado que: 𝐸 𝑟𝑖 = 𝑟𝑓 + 𝛽𝑖 [𝐸(𝑟𝑚) − 𝑟𝑓] Entonces: 𝐸 𝑟𝑖 = 𝑟𝑓 - Un activo riesgoso con cero covarianza con el mercado debe tener el mismo retorno que el activo libre de riesgo. - No hay compensación (retorno adicional) por riesgo que pueda ser diversificado. 3333 β < 0 Si β < 0, dado que: 𝐸 𝑟𝑖 = 𝑟𝑓 + 𝛽𝑖 [𝐸(𝑟𝑚) − 𝑟𝑓] Entonces: 𝐸 𝑟𝑖 < 𝑟𝑓 - Un activo riesgoso con beta negativo (covarianza negativa con el mercado) es muy útil como diversificación. - Los inversores están dispuestos a pagar un alto precio inicial ( aceptando menor retorno). Podemos ver la relación de retorno esperado-beta como una ecuación de recompensa-riesgo. Los inversores aversos al riesgo miden el riesgo de la cartera óptima por su varianza. Por lo tanto, esperaríamos que la prima de riesgo de los activos individuales dependiera de la contribución de dicho activo al riesgo del portafolio. La beta mide esa contribución y, por lo tanto, la prima de riesgo requerida es una función de la misma. Fuente : Bodie, Kane and Marcus . Investments Tenth Edition. McGraw-Hill. E(rM) - rf = Slope of SML E(rM) r SML 𝛽 =1.0 𝜷 E(r) Figura CAPM I - The Security Market Line 36 Dos rectas: Security Market Line (SML) y Capital Market Line (CML). - Ambas miden retorno esperado como función del riesgo. - Security Market Line: el riesgo lo mide la covarianza (porque medimos riesgo de activos que aún vamos a mezclar con otros). - Capital Market Line: el riesgo lo mide varianza, porque medimos riesgo del portfolio final, que ya no vamos a mezclar. 36
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