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75 Apnea del sueño y enfermedades cardiovasculares Virend K. Somers Fisiología del sueño normal, 1703 Trastornos del sueño, 1703 Cribado y diagnóstico de los trastornos del sueño, 1706 Tratamiento de la apnea del sueño, 1707 Perspectivas futuras, 1708 Bibliografía, 1708 F ISIO LO G IA DEL SU ENO N O R M A L El sueño, que habitualmente representa un tercio de nuestra vida, es un proceso fisiológico complejo y dinámico.1 El sueño de movimientos oculares rápidos (REM) comprende aproximadamente el 25% del sueño nocturno. Es un estado tónico jalonado de períodos de actividad fásica, durante los cuales las funciones cardíaca y autónoma son irregulares.2 La termorregulación se ve disminuida y aumentan la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el impulso nervioso simpático. El sueño de movimientos oculares no rápidos (NREM) supone aproximadamente el 75% del sueño. Durante el sueño NREM, en contraste con lo que sucede en el REM, la regulación cardíaca y autónoma es estable. La actividad nerviosa simpática disminuye y predomina el tono para- simpático, lo que reduce el punto de ajuste de los barorreceptores arteriales, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el gasto cardíaco y las resistencias vasculares sistém icas. Debido al predominio del tono nervioso parasimpático, no es infrecuente que individuos sanos presenten bradicardia sinusal, arritmia sinusal intensa, pausas sinusales o bloqueo auriculoventricular de primer y segundo grado de tipo I. Así, con respecto a la función cardíaca, la mayor parte del sueño resulta tranquila, siendo la excepción los cambios dinámicos del sueño fásico REM. TRASTO RNO S DEL SU EÑO Los dos principales trastornos del sueño con un efecto reconocido en las funciones y enfermedades cardiovasculares son la apnea obstructiva del sueño (AOS) y la apnea central del sueño (ACS). A pnea obstructiva del sueño Definición y fisio logía La AOS es un trastorno respiratorio que ocurre durante el sueño. Su rasgo principal es la oclusión de las vías respiratorias superiores, que produce el cese parcial o completo del flujo aéreo. Esto provoca hipoxia y esfuerzos ventilatorios enérgicos, seguidos de un despertar transitorio y la restauración de la permeabilidad de las vías respiratorias y el flujo aéreo. Esta secuencia de acontecimientos puede repetirse cientos de veces cada noche. En los individuos sintomáticos esta afección se llama síndrome de apnea obstructiva del sueño. Una apnea obstructiva se define como la ausencia de flujo aéreo al m enos durante 10 s en presencia de esfuerzos ventilatorios activos, reflejados en movimientos toracoabdominales. La hipopnea obstructiva se define como una disminución de más del 50% de los movimientos toracoabdominales, durante al menos 10 s, asociada a una disminución de más del 4% en la saturación de oxígeno. El índice de apnea-hipopnea (IAH) es el promedio de episodios de apnea e hipopnea por hora de sueño, y es el parámetro más utilizado para describir la gravedad de la AOS, que se diagnostica cuando el IAH es igual o mayor a 5 y se considera grave cuando este índice es igual o mayor a 30. Sin embargo, estos son umbrales arbitrarios creados por el consenso de expertos. En el contexto de las enfermedades cardiovasculares y la estimación de sus riesgos,3,4 es razonable mantener umbrales de IAH bajos, puesto que los resultados cardiovasculares con importancia clínica se asocian con un IAH de solo 5 acontecimientos por hora.2 Los mecanismos de la AOS se relacionan con la estructura y función de la musculatura faríngea y el estado del sistema nervioso central durante el sueño.3,5 La permeabilidad de la vías respiratorias superiores viene deter minada por el tono de los músculos dilatador y abductor de la faringe, que compiten contra las presiones negativas faríngeas transmurales que se generan durante la inspiración. La posición de decúbito supino favorece la obstrucción de las vías respiratorias debido al desplazamiento posterior de lengua, paladar blando y mandíbula. Las personas con micrognatia, retrognatia, hipertrofia amigdalina, macroglosia o acromegalia presentan una predisposición especial a la AOS. Del mismo modo, los cambios en la actividad del sistema nervioso central durante el sueño, en particular durante el sueño REM, disminuyen la actividad diafragmática (es decir, el estímulo ventilatorio) y el tono muscular faríngeo, desestabilizando las vías respira torias y favoreciendo el colapso de las mismas. Los medicamentos sedantes e hipnóticos o el alcohol exacerban estos efectos y aumentan el riesgo de apnea obstructiva. Las apneas terminan con un despertar transitorio a un estado de sueño más ligero, que puede demostrarse mediante registros electroencefalográficos pero que es posible que no provoquen un despertar subjetivo o una situación consciente. Los quimiorreceptores, activados por la hipoxemia y la hipercapnia producidas por la apnea, desencadenan una hiperventilación postapneica, que contribuye al despertar. M ecan ism os fisiopato lógicos que vinculan la apnea obstructiva del sueño con la enferm edad cardiovascular Los sujetos con AOS presentan una sensibilidad aumentada de los quimiorreceptores periféricos, lo que produce una respuesta ventilatoria aumentada a la hipoxemia durante el sueño y la vigilia.3 La activación de los quimiorreceptores estimula también los estímulos simpáticos a los vasos de los músculos esqueléticos, lo que produce una vasocons tricción periférica. Durante las apneas, conforme empeora la hipoxemia, aumenta de forma marcada la actividad simpática periférica y la presión arterial sube de forma brusca.2 Las extrasístoles ventriculares se pueden asociar a desaturaciones graves de oxígeno. En algunos sujetos, el exceso de actividad simpática periférica puede acompañarse de activación parasimpática cardíaca, ocasionándose vasoconstricción periférica y bradicardia (es decir, el «reflejo de inmersión» homeostático que dis minuye de forma sim ultánea la demanda m iocárdica de oxígeno y aumenta la perfusión cerebral y cardíaca).2,3 Incluso durante los períodos de vigilia diurna, los individuos con AOS presentan de forma persis tente una actividad simpática elevada, en parte debido a la activación quimiorrefleja tónica. Estos mecanismos pueden manifestarse clínicamente por la ausencia del descenso normal nocturno de la presión arterial, la hipertensión resistente a fármacos (v. capítulos 43 y 44), las taquicardias automáticas producidas por la actividad simpática y las bradicardias nocturnas intensas producidas por la actividad vagal sobre el corazón. Aumen tan algunas arritmias nocturnas frecuentes, tales como una arritmia sinusal pronunciada y bloqueo auriculoventricular de segundo grado (tipo Mobitz I), y pueden aparecer de forma transitoria anomalías de conducción de mayor grado, como pausas sinusales largas y bloqueo auriculoventricular avanzado (v. capítulos 34 y 37).2-4 La actividad sim pática elevada de forma crónica produce frecuencias cardíacas elevadas en reposo, disminución de la variabilidad de la frecuencia cardíaca y aumento en la variabilidad de la presión arterial. Cuando se combina con una cardiopatía estructural o insuficiencia cardíaca, puede tener implicaciones pronosticas. Los esfuerzos inspiratorios contra unas vías respiratorias colapsadas duran te una apnea obstructiva generan presiones intratorácicas negativas eleva das, que implican por sí mismas efectos cardíacos estructurales y hemodi námicos agudos.3 4,6 Mientras que las presiones inspiratorias normales son aproximadamente de -8 cmH20 , los individuos con AOS generan presiones intratorácicas de -3 0 cmH20 o menores. Esto aumenta el retorno venoso 2016. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos E n fe r m e d a d e s de l c o r a z ó n , el pe r ic a r d io y el le ch o v a sc u la r p u l m o n a r hacia el lado derecho del corazón, produceinterdependencia ventricular y disminuye la distensibilidad y el llenado del ventrículo izquierdo, con la consiguiente disminución del gasto cardíaco. Junto con la actividad simpática periférica aumentada, estos cambios incrementan de forma directa la poscarga cardíaca y afectan negativamente a la función sistóli ca del ventrículo izquierdo. Asimismo, se produce una disfunción diastólica aguda y un aum ento de la presión transmural de la aurícula izquierda, que puede causar la distensión de la aurícula o de las venas pulmonares. Esto se refleja en el aum ento del volumen auricular, aumentos en los niveles del péptido natriurético auricular y en la aparición de nicturia, un síntoma frecuente en sujetos con AOS. Las fluctuaciones en la presión intratorácica causan una disfunción diastólica crónica y dilatación de la aurícula,7 ambas asociadas a la AOS con independencia de la obesidad y la hipertensión. Estos cambios, ju n to con las oscilaciones en el tono simpático y parasimpático, promueven la aparición de fibrilación auricular durante el sueño.8 La AOS tam bién se acompaña de la liberación de mediadores neurohormonales cruciales en la patología cardíaca y vascular.3 Los sujetos con AOS presentan una producción elevada de endotelina, un vasoconstrictor potente, así como una función endotelial alterada, y todo ello afecta al tono vascular. La AOS también se asocia con inflamación sistémica y vascular,9 lo que produce la progresión de la ateroesclerosis. Quizá por su acción sobre la actividad simpática o por la falta de sueño, la AOS puede aumentar la resistencia a la insulina y, en consecuencia, elevar el riesgo cardiovascular por efecto del síndrome metabólico10 y mediante múltiples mecanismos. Por último, la AOS se asocia con niveles elevados de leptina, una hormona segregada por los adipocitos que tam bién se asocia a episodios cardiovasculares.9 extensa, el IAH se correlacionó de forma independiente y directa con el desarrollo de hipertensión a lo largo de un período de 4 años.3 Recientes datos de observación registrados en España confirmaron que el incre mento de la gravedad de la AOS va acompañado de mayor desarrollo de hipertensión de nuevo desarrollo e indican que la CPAP disminuye el riesgo de hipertensión.12 Sin embargo, un ensayo aleatorizado multicén- trico español sobre CPAP en pacientes no soñolientos solo mostró cierta tendencia a la reducción de la hipertensión de nuevo desarrollo o episodios cardiovasculares en el grupo tra tado con CPAP.13 Destaca el hecho de que los análisis a poste rio ri de estos datos indican que la CPAP puede reducir la hipertensión o los episodios cardiovasculares en personas que la utilizan durante 4 h por noche o más. La AOS también puede ser un factor de riesgo para la fibrilación auricular de nuevo comienzo. En 3.542 personas observadas durante una media de aproximadamente 5 años tras una polisomnografía diagnóstica, los adultos no ancianos (menores de 65 años) con AOS (IAH = 5) tenían mayor probabilidad de presentar fibrilación auricular que los que no padecían AOS (fig . 75-1). La gravedad de la desaturación nocturna de oxígeno se asoció a la magnitud de este riesgo, independientem ente de otros factores de riesgo de fib rilación auricular, como obesidad, hipertensión e insuficiencia cardíaca.14 La AOS afecta hasta al 50% de los pacientes que necesitan cardioversión por fibrilación auricular, y los casos no tratados presentan mayor probabilidad de recidiva de la fibrilación tras cardioversión,3 e incluso tras ablación con catéter.15 Hay una evidencia creciente que implica a la apnea obstructiva en el proceso fis iopatológ ico y las complicaciones de la m iocardiopa tía h ipertró fica .16 Los pacientes con esta afectación y apnea del sueño Asociaciones e indicadores de la apnea obstructiva del sueño y la enferm edad cardiovascular Desconocem os la prevalencia real de AOS en la p ob lac ión puesto que en la m ayoría de personas con AOS no se rea liza p o lisom no gra fía y permanecen s in d iagnosticar. Estudios poblacionales calculan que 1 de cada 5 adu ltos de m ed iana edad de países occidentales con u n índice de masa corpora l (IMC) de 25 a 28 k g /m 2 sufren AOS, y que 1 de cada 20 presentan síntomas de AOS. La AOS presenta una estrecha asociación con la obesidad, y existe u na relación directa entre el IMC y e l IAH.3 La AOS se halla presente en más del 40% de las personas con un IMC de 30 y resulta especialmente frecuente en sujetos con u n EMC de 40. También se asocia a m ú ltip le s trasto rnos m etabólicos, in c lu yen d o la obesidad a bdom ina l, la d iabetes y la d is lip id em ia , y t iene una a lta prevalencia en pacientes afectados p o r s índrom e m e tab ó lico .10 D ada su supues ta in flue n c ia en la p red isposic ión y exacerbación de la resistencia a la in su lin a ,10,11 cabe la p o s ib ilid a d de que la AOS co n tribu ya a l proceso fis iopatológ ico que subyace al sín d rom e metabólico. En realidad, u n reciente ensayo cruzado a lea to r i zado dob le ciego, con tro lado con placebo, comparó los resultados de 3 meses de tra tam iento con presión positiva continua en las vías resp i ratorias (CPAP) y 3 meses de CPAP s im ulada. La CPAP redu jo la p re s ió n a rte r ia l, lo s tr ig lic é r id o s , la g luco h em og lo b in a y el co lestero l to ta l y de lip o p ro te ín a s de ba ja densidad, además de la frecuencia del síndrom e m etabólico.10 TABLA 75-1 Prevalencia estimada de la apnea obstructiva del sueño en pacientes con enfermedades cardiovasculares I ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES PREVALENCIA (% ) I Hipertensión 50 Enfermedad arterial coronaria 33 Síndrome coronario agudo 50 Infarto de miocardio 60 Insuficiencia cardíaca con disfunción sistólica 30-40 Accidente cerebrovascular agudo 50 Fibrilación auricular con necesidad de cardioversión 50 Fibrilación auricular solitaria 33 La AOS presenta una prevalencia a lta en pacientes con en fe rm e dad cardiovascular (ta b la 75-1). Los cálculos de esta prevalencia difieren geográficamente según el IMC de los grupos de pacientes. M uchas de estas asoc iaciones con enferm edad cardiovascular ocurren deb ido a las patologías concomitantes asociadas a la AOS, es decir, la obesidad y sus conse cuencias metabólicas, todo lo cual aumenta el riesgo de cardiopatía orgánica. Sin em bargo, estudios observacionales han sugerido que la AOS por sí misma conduce a patología cardiovascular sobreve nida. En una muestra poblacional 2 D < < O z UJ D O A N O S Número en riesgo --------- 844 709 569 478 397 333 273 214 173 134 110 94 70 46 ---------- 2.209 1.902 1.616 1.317 1.037 848 641 502 393 296 217 195 130 94 FIGURA 75-1 Frecuencia acumulada de fibrilación auricular (FA) de nuevo inicio en 3.542 adultos menores de 65 años, después de un seguimiento medio de 4,6 años tras una polisomnografía diagnóstica. Los sujetos con AOS se representan con una línea azul, y los sujetos sin AOS, con una línea naranja. (Modificado de Gami AS, Hodge DO, Herges RM, etal: Obstructive sleep apnea, obesity, and the risk o f incident atrial fibrillation. J Am Coll Cardiol 49:565, 2007.) 69 28 El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. o < o 3 UJ 3 o ir 5? 9 s ¡n o ~ ? y uj o ' UJ Z 1 4 4 SAHOS grave SAHOS con CPAP Número en riesgo Controles 264 262 259 258 Roncadores 377 372 361 232 SAHOS leve 403 401 392 264 SAHOS grave 235 229 221 167 SAHOS con CPAP 372 364 361 229 FIG URA 75-2 Frecuencia acumulada de episodios cardiovasculares (CV) mortales (arriba) y no mortales (abajo) en 1.651 hombres con un seguimiento medio de 10,1 años. CPAP, presión continua positiva en las vfas respiratorias; SAHOS, síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño. (Modificado de Marín JM, Carrizo SJ, Vicente E, et al: Longterm cardiovascular outcomes in men with obstructivesleep apnoea- hypopnoea with or without treatment with continuous positive airway pressure: An observational study. Lancet 365:1046, 2005.) concom itante están expuestos a mayor riesgo de fibrilación auricular.17 También existe evidencia fiable de los efectos directos de la AOS en la insuficiencia cardíaca.18 ' 9 Estudios de intervención con CPAP, que corrigió de forma eficaz las apneas obstructivas y las hípopneas (v. más adelante), mostraron aumentos en la fracción de eyección del ventrículo izquierdo.4 La AOS también aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, infarto de miocardio y muerte (fig. 75.2). Datos del Sleep Heart Health Study, con más de 6.000 sujetos, indican que desaturaciones nocturnas del 4% o más se asocian de forma independiente a enfermedad cardiovascular.20 Una cohorte de 6.441 hombres y mujeres de ese mismo estudio, seguida de forma prospectiva, demostró que la respiración alterada durante el sueño iba acompañada de aum ento de mortalidad por cualquier causa y de mortalidad relacionada con enfermedad coronaria en hombres de 40 a 70 años (fig . 75-3).21 Por ú ltim o, la peculiar fisiopatología nocturna de la AOS puede asociarse a aumento del riesgo de episodios cardíacos nocturnos. Un estudio retrospectivo de 112 personas sometidas a polisom- nografía, y que después sufrieron muerte súbita cardíaca, determinó que los afectados de AOS presentaban un pico de muerte súbita cardíaca durante las horas de sueño, mientras que, durante ese mismo período, se registraba un valle de muerte súbita cardíaca en personas sin AOS y en la población general (fig. 75-4).22 Estudios posteriores en pacientes con desfibriladores automáticos implantados confirmaron la pro pensión nocturna a los episodios de arritmia en pacientes con apnea del sueño,23 e indicaron que la AOS y la ACS aumentan el riesgo global inherente a la retirada del dispositivo.24 En un estudio prospectivo de pacientes ingresados por in farto de miocardio, los que registraron inicio de los síntomas nocturno presentaban mayor probabilidad de padecer AOS, apuntando que esta podría haber desencadenado el infarto. En conjunto, los pacientes con in farto presentaban una elevada inciden cia de AOS, a menudo infradiagnosticada (fig. 75-5).25 Sin embargo, en la actualidad, la evidencia disponible no confir ma concluyentemente a la AOS como causa independiente de episodios cardiovasculares. Datos recientes indican que una enfermedad cardiovascular de nuevo desarrollo puede contribu ir al empeoramiento de los trastornos respiratorios durante el sueño.26 La figura 75-6 resume la fisiopatología de la AOS, sus posibles mecanismos de intermediación en la enfermedad cardiovascular y sus asociaciones a riesgo y patología cardiovascular. A pnea central del sueño (respiración de Cheyne-Stokes) Definición y fisio logía La ACS se refiere a múltiples formas de respiración periódica en las que la ventilación aparece y desaparece, alternando de forma gradual entre la hiperpnea y la apnea. La ACS puede afectar a bebés y personas que viajan a grandes altitudes. La ACS, algunas veces en forma de respira ción de Cheyne- Stokes, se asocia asimismo con la insuficiencia cardíaca (v. capítulo 25).27,28 La ACS, como la AOS, se considera un trastorno respiratorio relacionado con el sueño, aunque sus patrones ventilatorios característicos también se presentan de forma sutil durante la vigilia. Su principal defecto es una inestabilidad del control ventilatorio, que produce oscilaciones en la presión parcial arterial de dióxido de carbono (Paco2) por encima y por debajo del umbral de apnea, produciendo de forma periódica hiperpnea y apnea. La ventilación está controlada por arcos de retroalimentación que integran información de múltiples fuentes (es decir, quim iorreceptores centrales y periféricos, receptores in trapulmonares, aferentes ventila torios mus culares) cuyo objetivo es lim itar las fluctuaciones en la Paco2 y la presión parcial arterial de oxígeno (Pao2). El control de la ventilación se convierte en inestable cuando existe un desfase en estos arcos de retroalimentación entre la información que llega (quimiosensores) y las respuestas (músculos ventilatorios), y también cuando aumenta la eficiencia de estos arcos, de modo que pequeños estímulos producen respuestas exageradas. Los pacientes con insuficiencia cardíaca (v. capítulo 25) presentan ines tabilidad ventilatoria y ACS debido a su quimiosensibilidad aumentada a la Paco2 (mayor activación del arco) y un tiempo de circulación largo (desfase). Una quimiosensibilidad aumentada de forma crónica reduce la Paco2 hasta niveles cercanos al umbral de apnea. Del mismo modo, el estímulo irritativo de los receptores mecánicos pulmonares por las presiones de llenado ventri cular izquierdo aumentadas y el edema pulmonar causa hiperventilación más allá de lo que es necesario para normalizar la Paco2. Esta hiperpnea conduce a la hipocapnia más allá del umbral apneico, suprimiendo así los eferentes centrales a los músculos ventilatorios, provocando apnea. En la insuficiencia cardíaca esta situación puede exacerbarse por el tiem po de circulación prolongado entre el pulmón y la periferia, que es inversamente proporcional al gasto cardíaco. Durante la apnea, la disminución de la Paco2 y el aumento de la Paco2 provocan en último término el inicio de la respiración, que puede seguirse o no de un despertar. Estos despertares conducen directamente a la hiperpnea y favorecen la respiración periódica de la ACS, debido a que la misma Paco2 presente durante el sueño es relativamente hipercápnica durante la vigilia. Es importante notar las diferencias fisiológicas fundamentales entre la AOS y la ACS. En la AOS el principal inconveniente radica en la estructura y la función faríngeas, los esfuerzos ventilatorios continúan durante la apnea y los despertares provocan la permeabilidad de las vías A N O S En riesgo: 6.294 6.205 6.110 6.001 5.868 5.732 5.566 5.144 4.756 2.357 300 Muertes: 0 59 143 241 359 478 616 757 875 989 1.046 FIGURA 75-3 Curvas de supervivencia de Kaplan-Meier según las categorías del índice de apnea- hipopnea. (Modificado de Punjabi NM, Caffo BS, Goodwin JL, et al: Sleep-disordered breathing and mortality: A prospective cohort study. PLoS Med 6:e1000132, 2009.) A p nea del sueño y e n fe rm e d a d e s ca rd io va sc u la re s E n fe r m e d a d e s de l c o r a z ó n , el pe r ic a r d io y el le ch o v a sc u la r p u l m o n a r </> É m o c? </> Í3 í ¡3 Ir < W P IP 2 Q O OC OC < o o CL o OC 60 n 50 40 - 30 - 20 10 P = 0,004 I--------- 1 P = 0,02 I--------- 1 □ AOS (n = 78) □ Sin AOS (n = 34) 22:00-05:59 06:00-13:59 14:00-21:59 MOMENTO DEL DÍA FIGURA 7 5-4 Patrón día-noche de muerte súbita cardíaca en sujetos con y sin AOS confirmada mediante polisomnografía. (Modificado de Punjabi NM, Caffo BS, Goodwin JL, et al: Sleep-disordered breathing and mortality: A prospective cohort study. PLoS Med 6:el000132, 2009.) O < AOS PREVALENCIA PREVALENCIA RECONOCIDA DE AOS DE AOS EN PACIENTES EN PACIENTES EN PACIENTES CON IM CON IM CON SCA FIG URA 7 5-5 Alta prevalencia y baja documentación de AOS tras un infarto de miocardio (IM). La AOS (sospechada, diagnosticada o tratada) se identificó en apenas el 14% de los ingresados por IM agudo, aunque, según estudios previos, su prevalencia en el IM agudo alcanza el 68% y en el síndrome coronario agudo (SCA) promedia un 60%. (Modificado con autorización a partir de Konecny TK, Kuniyoshi FH, Orban M, et al: Under-diagnosis o f sleep apnea in patients after acute myocardial infarction. J Am Coll Cardiol 56:742, 2010). respiratorias y el reinicio de la respiración. En la ACS, el defecto principal se halla en el control central de la ventilación, no hay esfuerzos ventilato- rios durante la apnea y la respiración se reinicia antes de los despertares. A pesar de lasimportantes diferencias fisiológicas entre ambas, la AOS y la ACS a menudo coexisten, en particular en pacientes con insuficiencia cardíaca.3'27'28 Mecanismos fisiopatológicos que vinculan la apnea central del sueño con la enfermedad cardiovascular La ACS tiene importantes implicaciones clínicas en la insuficiencia cardíaca. La carencia de sueño y la somnolencia diurna son secuelas especialmente problemáticas en pacientes con insuficiencia cardíaca, que ya presentan cansancio y limitación funcional. Los episodios repetitivos de hipoxemia pueden tener efectos deletéreos sobre el suministro de oxígeno al miocardio, el funcionamiento ventricular y la estabilidad eléctrica. Los 1706 sujetos con ACS tienen una actividad del sistema nervioso simpático sobre los músculos periféricos elevada, y asimismo niveles elevados de catecolaminas circulantes, que pueden estar relacionadas con la grave dad de la ACS.3 La elevación inducida por la apnea de eritropoyetina,29 péptidos natriuréticos30 y sustancias vasoactivas relacionadas también contribuye a la fisiopatología cardiovascular en la ACS. La frecuencia car díaca y la presión arterial aumentan de forma gradual con la frecuencia de la ventilación y llegan a su cénit en la hiperpnea. Los mecanismos de la frecuencia cardíaca y presión arterial elevadas no están en relación directa con la hipoxemia o la actividad simpática, sino con la respira ción periódica en sí misma, y se manifiestan incluso durante la respiración periódica en estado de vigilia. Evidencias crecientes sugieren que la res piración periódica diurna se asocia por sí misma a un mal pronóstico en pacientes con insuficiencia cardíaca.31 Aunque la ACS se asocia a sueño fragmentado, hipoxemia cíclica, hiperactividad simpática y periodicidad del aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial, sus consecuencias directas sobre el aparato cardiovascular son todavía poco claras (v. más adelante). Asociaciones e indicadores de la apnea central del sueño y enfermedad cardiovascular Se ha debatido la influencia pronostica de la ACS, los mecanismos por los que podría aumentar el riesgo cardíaco y la utilidad de intervenir sobre estos mecanismos. La ACS se asocia con las formas más graves de insuficiencia cardíaca.27,28 Los sujetos con ACS tienen la presión enclavada capilar pulmonar elevada en comparación con los pacien tes con insuficiencia cardíaca que no tienen ACS. Asimismo, el grado de hipocapnia en pacientes con ACS e insuficiencia cardíaca se asocia de forma directa a las presiones de llenado del ventrículo izquierdo. Sin embargo, no todos los pacientes con insuficiencia cardíaca grave sufren ACS porque no siempre están presentes los elementos fisiopatológicos clave que producen un control inestable de la ventilación. Se ha calculado que la prevalencia de ACS en pacientes con insuficiencia cardíaca es del 30-40% .32 Algunos estudios prospectivos reducidos que han valorado su valor pronóstico han sugerido que el riesgo de trasplante cardía co y muerte se relaciona de forma directa con la gravedad de la ACS, reflejada en el índice de apnea-hipopnea central. Es posible que este hecho se deba en parte al aumento asociado en la actividad simpática, que es un factor pronóstico conocido en la insuficiencia cardíaca. Del mismo modo, los pacientes con insuficiencia cardíaca y ACS son más propensos a presentar extrasístoles ventriculares, que pueden reflejar la inestabilidad eléctrica ventricular y un riesgo aumentado de muerte súbita cardíaca. Esta pauta no se sigue necesariamente en pacientes con ACS sin insuficiencia cardíaca. En un seguimiento de 10 años de 130 pacientes con accidente cerebrovascular, la AOS, pero no la ACS, se asoció con un riesgo aumentado de morir de forma prematura.33 Sin embargo, hay una carencia de análisis sistemáticos prospectivos amplios de la relación entre ACS y consecuencias relevantes en insuficiencia cardíaca o muerte súbita cardíaca. CR IB A D O Y D IA G N Ó ST ICO DE LOS TRASTO RNOS DEL SU EÑO A n am n esis y exploración física Después del ronquido, que está presente en todas las personas con AOS, el síntoma más frecuente es la somnolencia diurna excesiva, que se define como quedarse dormido durante actividades diurnas como leer, conversar, comer y conducir. Sin embargo, por razones que no están claras, la somnolencia diurna puede no ser tan frecuente en los pacientes con AOS que presentan enfermedad cardiovascular acompañante, como insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular.34 Otro síntoma distinto, pero relacionado, es el cansancio al despertar del sueño. Un síntoma importan te de la AOS es la apnea nocturna con testigos, que suele ser apreciada por el compañero de cama del paciente. Otros síntomas son episodios de jadeo o atragantamiento nocturnos, cefalea nocturna o matutina, boca seca por la mañana o dolor de garganta, reflujo gastroesofágico ácido y nicturia. Algunos casos de AOS grave pueden presentar dificultades cognitivas35 y de memoria, así como cambios de comportam iento o psicológicos.1 Los hallazgos de la exploración física en pacientes con AOS a veces son normales, pero por lo común hay un hábito corporal obeso o con sobrepeso importante. Sin embargo, aproximadamente el 40% de los obesos no tienen AOS (y =30% de las personas con AOS no son obesas). El aumento de la circunferencia del cuello, sobre todo si supera los 43 cm, El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. Consecuencias fisiopatológicas de la apnea obstructiva del sueño Hipoxemia Hipercapnia Fluctuaciones de la presión intratorácica Reoxigenación Despertares Posibles mecanismos intermediadores de enfermedad CV Activación simpática Vasoconstricción Taquicardia aguda Elevaciones agudas de la PA -l Variabilidad CV t Tensión parietal del VI T Poscarga Disfunción diastólica aguda Estiramiento de la aurícula izquierda Dilatación de la aurícula izquierda Resistencia a la insulina Hiperleptinemia Hipercoagulabilidad Inflamación sistémica Estrés oxidativo Disfunción endotelial FIGURA 75-6 Las consecuencias fisiopatológicas de la AOS pueden activar de forma aguda y crónica múltiples mecanismos intermedios de patología cardiovascular (CV), lo que favorece la asociación de AOS con distintos trastornos y enfermedades cardiovasculares. PA, presión arterial; VI, ventrículo izquierdo. Asociaciones y riesgo de enfermedad CV Hipertensión Disfunción diastólica Disfunción sistólica Pausa o parada sinusal Bloqueo auriculoventricular Fibrilación auricular Ectopia ventricular Angina nocturna Enfermedad arterial coronaria Enfermedad cerebrovascular Muerte súbita cardíaca es más específico para predecir AOS que el IMC. Algunos rasgos craneales como un paladar blando bajo, úvula grande, micrognatia y retrognatia, también predisponen a la AOS. Los síntomas de la ACS no son muy específicos, sobre todo en pacientes con insuficiencia cardíaca sintomática. Es posible que las personas con ACS no ronquen. Pueden ser útiles las observaciones del patrón venti- latorio creciente-decreciente típico por el compañero de cama, aunque le puede resultar difícil identificarlas. La exploración física es inespecífica de ACS aparte de los hallazgos de la insuficiencia cardíaca en sí, aunque la ACS es más frecuente en hombres o pacientes delgados con insufi ciencia cardíaca. M é to d o s de cribado para la apnea obstructiva del sueño La predicción subjetiva de un experto, basándose solamente en la anam nesis y la exploración física, tiene en el caso de la AOS una precisión diagnóstica de tan solo el 50% aproximadamente. Los investigadores han diseñado modelos de predicción múltiple y cuestionarios para evaluar la probabilidad de AOS. La mayoría coincide en que la edad, el IMC, la circunferencia del cuello, la hipertensión, el ronquido alto y habitual, junto con las apneas con testigos, son las característicasmás sensibles y específicas de AOS. Sin embargo, la capacidad predictiva de cualquier modelo viene determinada por la prevalencia de AOS en la población en la cual se aplica. En pacientes con enfermedad cardiovascular, en los que la prevalencia de AOS es alta, es especialmente importante utilizar variables con una alta especificidad para AOS, tales como las apneas con testigos. Se ha utilizado la pulsioximetría nocturna como herramienta de cribado de la AOS; sin embargo, su uso presenta varias limitaciones y es necesario ampliar la investigación para identificar su uso apropiado. P o liso m n o gra fía La polisomnografía es en la actualidad la «técnica de referencia» para el diagnóstico de los trastornos respiratorios durante el sueño, como la AOS y la ACS.1 Clásicamente se realiza durante una noche entera y, si está indicado, se repite durante otra noche para aplicar y ajustar el tratamiento con presión positiva continua en la vías respiratorias (CPAP). Cada vez son más los estudios que dividen la noche en dos, durante la primera mitad se realiza el estudio diagnóstico y durante la segunda se ajusta la CPAP, ya que supone una estrategia diagnóstica y terapéutica que resulta rentable.36 La polisomnografía proporciona una información exhaustiva sobre la eficacia del sueño, la estructura del mismo, despertares © y sus causas, los momentos en que ocurren los trastornos respiratorios, las oscilaciones en la saturación de oxígeno y las arritmias cardíacas durante fases del sueño o incidentes específicos durante el mismo. Las limitaciones principales para practicar una polisomnografía en la extensa población de pacientes con enfermedad cardiovascular que pueden presentar AOS o ACS son el coste y el acceso a unidades de sueño. De hecho, se ha calculado que más del 60% de los adultos estadounidenses con AOS permanecen sin diagnosticar. Por este motivo, el uso del m onitor portátil del sueño para la evaluación de la AOS ha recibido recientemente el visto bueno para su reembolso, siempre que se satis fagan unos criterios de monitorización muy específicos.3 TRATAM IENTO DE LA A P N E A DEL SUEÑO A pnea obstructiva del sueño Tratamiento con presión positiva en las vías respiratorias El tratamiento con presión positiva en las vías respiratorias (PAP) resulta eficaz para mantener permeable las vías respiratorias, impidiendo su colapso y las apneas resul tantes.1 Se aplica mediante m ascarillas nasoorales, nasales o almohadilla nasal. Una tarjeta de memoria graba el tiempo de uso en orden a valorar el cumplimiento. La CPAP es el principal tratamiento utilizado. En pacientes que no toleran la CPAP estándar a veces se emplean máquinas de PAP con autoajuste, PAP doble o servoventiladón adaptativa.37 El tratamiento con PAP presenta un cierto número de inconvenientes potenciales que limitan la aceptación generalizada por los pacientes, tales como la sensación de claustrofobia, rinitis o congestión nasal, hemorragia nasal, abrasiones del puente de la nariz y fugas de aire por acoplamiento inadecuado. Por lo general, todos ellos pueden solucionarse con una atención concienzuda de las necesidades específicas del paciente y un seguimiento regular. Se han demostrado múltiples beneficios cardiovasculares mediante el tratamiento con PAP en sujetos con AOS. Mejora la hipoxemia nocturna y disminuye la actividad simpática, no solamente durante el sueño, sino también en la vigilia diurna. Del mismo modo, la PAP puede conseguir una disminución de la presión arterial durante el sueño y la vigilia, en particu lar en pacientes con hipertensión mal controlada. El tratamiento con PAP es eficaz en aliviar los síntomas en algunos pacientes con AOS con isque mia miocárdica o angina nocturnas. En pacientes con insuficiencia cardíaca y AOS, la PAP logra mejoras directas en la función sistólica del ventrículo izquierdo, y tras varios meses de tratamiento, mejora la fracción de eyección del ventrículo izquierdo y el estado funcional.3'4 Estudios de observación a largo plazo señalan que los pacientes con AOS que utilizan PAP tienen un menor riesgo de episodios cardiovasculares adversos graves, tales como infarto de miocardio, revascularización coronaria, accidente cerebrovascular y muerte.3,4 Sin embargo, no se han publicado ensayos aleatorizados controlados amplios que valoren los efectos de la PAP en el pronóstico cardiovascular a largo plazo, por lo que se desconoce si la PAP de veras reducirá los episodios cardiovasculares o la muerte.3 Las indicaciones actuales del tratamiento con CPAP en los pacientes con AOS figuran en la tabla 75-2. Otros tratamientos. El tratamiento de la obesidad mediante modifica ción del estilo de vida es eficaz, mejorando la AOS.38 Entre los dispositivos mecánicos diferentes a la PAP se incluyen dispositivos orales que mantienen la posición anterior de la lengua o de toda la mandíbula. Estos pueden ser eficaces en pacientes con AOS leve o solo presente en posición supina. Para los pacientes con AOS postural (supina), utilizar una camiseta bien ajus tada con una pelota de tenis cosida con firmeza en la zona media de la espal da debería ser suficiente para mantener una posición diferente a la supina durante el sueño, aunque los datos para demostrar su eficacia son insuficien tes. En pacientes con AOS que viajan a lugares de altitud moderadamente elevada, una combinación de acetazolamida y auto-CPAP, en comparación con auto-CPAP sola, mejora la saturación de oxígeno y atenúa el IAH.39 1707 Apnea del sueño y enferm edades cardiovasculares E n f e r m e d a d e s d el c o r a z ó n , el p e r ic a r d io y el le c h o v a s c u la r p u l m o n a r Vllll 1708 TABLA 75-2 Indicaciones de la presión positiva continua en las vías respiratorias para el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño Existen también opciones quirúrgicas para tratar la AOS.31 La cirugía bariá- trica aporta un beneficio limitado en la reducción de la AOS en pacientes con obesidad mórbida;40 sin embargo, el cuadro recidiva si vuelven a recuperar peso. Algunos procedimientos quirúrgicos modifican la bucofaringe y deben considerarse tratamientos de segunda línea, tras la pérdida de peso y la PAP. Son idóneos en pacientes con características craneofaciales específicas sus ceptibles de abordajes quirúrgicos también específicos. Estudios piloto de provocación han establecido que, posiblemente, la denervación simpática renal atenúa la apnea del sueño, aunque se requieren más investigaciones al respecto.41 La amigdalectomía puede ser más eficaz en niños o adultos delgados. La traqueostomía, el primer tratamiento eficaz que se aplicó en la AOS, corrige por completo las apneas obstructivas, pero debe reservarse para pacientes que posean la motivación y el apoyo necesario para el man tenim iento y conservación del dispositivo. A pnea central del sueño Tratam iento con presión positiva en las vías respiratorias El fundamento para usar ventilación con presión positiva en pacientes con ACS no radica en tratar la ACS en sí, sino más bien en tratar la insu ficiencia cardíaca. Los mismos beneficios hemodinámicos del tratamiento con CPAP que se demostraron en la AOS tienen lugar en pacientes con insuficiencia cardíaca y ACS, tales como disminución en la actividad simpática, descenso en la poscarga ventricular y aumento de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo. De forma concomitante con estos cambios, disminuye la gravedad de la ACS. En el ensayo controlado más amplio que se ha realizado para aclarar los beneficios potenciales de la CPAP en esta población, 258 pacientes con insuficiencia cardíaca de las clases I I a IV de la New York Heart Association y ACS fueron asignados aleatoriamente a recibir tratamiento con CPAP o a no tratamiento. El ensayo se detuvo prematuramente, en parte debido a la preocupación con respecto a la temprana divergencia en supervivencialibre de tras plante a favor del grupo control, sin que se hubiese observado beneficio en la supervivencia en el grupo tratado con CPAP. Un análisis ulterior post hoc propuso que la supervivencia podría haber mejorado en aque llos pacientes en los que la CPAP hubiese suprimido de forma eficaz la ACS, sugiriendo así qué tratam ientos alternativos podrían mejorar la supervivencia en estos pacientes.42 La servoventilación de soporte con presión adaptativa, otro tipo de PAP, ha demostrado en ensayos con trolados de corta duración que mejora la ACS. El SERVE-HF es un ensayo aleatorizado multicéntrico en curso que compara dicha servoventilación con el tratamiento habitual de la ACS en pacientes con insuficiencia cardíaca. Sin embargo, todavía no se han comunicado estudios con resultados a largo plazo. O tros tra ta m ien tos . La administración de oxígeno a bajo flu jo puede elim inar la ACS en algunos pacientes.24 Dos ensayos aleatorizados con trolados con placebo en pacientes con insuficiencia cardíaca demostraron que la administración nocturna de oxígeno a bajo flu jo mediante gafas nasales mejora de forma inmediata el IAH, la saturación de oxígeno y la estructura del sueño, y que el aporte de oxígeno nocturno durante 1 semana mejoró la capacidad funcional.A lgunos estudios reducidos han demos trado mejoras en la ACS tras la administración de teofilina; sin embargo, no hay estudios amplios a largo plazo que evalúen la seguridad de este medicamento, una metilxantina, en pacientes con insuficiencia cardíaca. Otra intervención experimental que ha resultado eficaz para corregir la ACS es la inhalación de una mezcla de gas que tiene una tensión de dióxido de carbono tan baja como 1-3 mmHg más que el aire ambiente. Esto reajusta el estado hipocápnico en reposo de la insuficiencia cardíaca a un nivel lejano del umbral apneico.24 No se ha evaluado la seguridad de administrar aire enriquecido en dióxido de carbono a pacientes con insuficiencia cardíaca, y por ahora no se ha aplicado en la clínica. PERSPECTIVAS FUTURAS Mientras que la AOS se ha implicado en la enfermedad cardiovascular en general y en la hipertensión en particular, no se ha establecido de forma definitiva si es un factor de riesgo independiente para enfermeda des tales como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular y la fibrilación auricular. Todavía más importante, son necesarios ensayos de intervención longitudinales controlados que verifiquen si el tratamiento de la AOS reduce los episodios cardiovasculares y la mortalidad. Mientras tanto, el tratamiento de los pacientes con AOS y patología cardiovascular coexistente se debería individualizar teniendo en cuenta el contexto clínico global. Si la ACS es un marcador de gravedad de la cardiopatía subyacente o un mediador de riesgo y si merece la pena tomarlo como objetivo de una intervención que mejore el pronóstico cardiovascular debe asimismo determinarse. En general, los tratamientos que mejoran la insuficiencia cardíaca también mejoran la ACS. La conclusión de los ensayos aleato rizados en curso aportará nuevas perspectivas sobre los beneficios del tratamiento eficaz de la ACS en casos de insuficiencia cardíaca. Entre tanto, la optimización del abordaje de dicha insuficiencia se mantiene como principal objetivo. A G R A D E C IM IE N T O S El autor expresa su agradecimiento a Apoor Gami, MD, por sus con tribuciones a una edición anterior de este capítulo. B ib lio g ra f ía Apnea obstructiva del sueño 1. Kryger MH, Roth T, Dement WC, editors: Principies and Practice o f Sleep Medicine, 5th ed, Philadelphia, 2011, Elsevier Saunders. 2. 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Adultos para los que la cirugía es una alternativa probable a la CPAP, con: Un índice de apnea-hipopnea > 15 o Un índice de apnea-hipopnea > 5 en un paciente sintomático (es decir, somnolencia diurna excesiva, alteraciones cognitivas, trastornos del estado de ánimo, insomnio), hipertensión, cardiopatía isquémica o antecedentes de accidente cerebrovascular Basado en Centers for Medicare and Medicaid Services, U.S. Department o f Health and Human Services: Medicare Coverage Database, National Coverage, Continuous Positive Airway Pressure (CPAP) Therapy for Obstructive Sleep Apnea (OSA) (http:// www. cms. hhs.gov/mcd). 29. Calvin AD, Somers VK, Steensma DD, et al: Advanced heart failure and nocturnal hypoxemia due to central sleep apnea are associated with increased serum erythropoietin, Eur J Heart Fail 12:354,2010. 30. Calvin AD, Somers VK, van der Walt C, et al: Relation of natriuretic peptide concentrations to central sleep apnea in heart failure patients, Chest 140:1517,2011. 31. 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