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68 Miocardiopatías químicas Richard A. Lange y L. David Hillis Etanol, 1603 Cocaína, 1606 Anfetam inas, 1608 Catinonas, 1609 Cannabinoides sintéticos, 1609 Ma huang (efedra), 1609 Catecolam inas y agonistas de los receptores adrenérgicos p, 1609 Inhalantes, 1609 Fármacos antirretrovíricos, 1609 Agonistas de la serotonina, 1609 Quimioterapéuticos, 1610 Exposiciones ambientales, 1610 Direcciones futuras, 1611 Bibliografía, 1611 Muchas toxinas, algunas utilizadas por una parte importante de la pobla ción, pueden afectar al corazón de forma negativa, por lo que es impor tante entender las múltiples formas en que estas sustancias pueden influir en el sistema cardiovascular. Este capítulo se centra en las exposiciones ambientales y en los fármacos que se prescriben habitualmente, así como en las drogas que más se consumen, como la cocaína y las anfetaminas. En el capítulo 69 se analizan con detalle los efectos tóxicos de varios fármacos que se utilizan en la quimioterapia. ETANOL Se estima que dos tercios de los estadounidenses consumen alcohol de vez en cuando, y que alrededor del 10% lo consumen en grandes cantidades. A pesar de que la ingesta de una cantidad moderada de etanol (que generalmente se define como el consumo de entre tres y nueve copas a la semana) se ha asociado a una disminución del ries go de enfermedades cardiovasculares, la embriaguez y el consumo de cantidades excesivas tienen el efecto contrario. Cuando se ingiere en grandes cantidades, el etanol puede causar disfunción ventricular sistólica y/o diastólica, hipertensión arterial sistémica, angina de pecho, arritmias e incluso muerte súbita cardíaca. Efectos del etanol sobre la estructura y la función de lo s m ioc itos cardíacos El etanol puede causar lesiones en el miocardio a través de varios m ecanismos (tabla 68-1)-1 Primero, el etanol y sus metabolitos ace- taldehído y acetato pueden e jercer un efecto tóxico directo sobre el miocardio. Segundo, las deficiencias de ciertas vitam inas (p. ej., tiamina), minerales (p. ej., selenio) o electrólitos (p. ej., magnesio, fós foro o potasio), que a veces se observan en los grandes consumidores de alcohol, pueden afectar negativamente a la función miocárdica. En tercer lugar, algunas sustancias que a veces contaminan las bebidas alcohólicas, como el plomo (que se encuentran con frecuencia en el alcohol destilado domésticamente o «luz de luna») o el cobalto, pueden dañar el miocardio. El etanol altera la relación excitación-contracción, la fosforilación oxi- dativa mitocondrial y la contractilidad cardíaca, al afectar negativamente a la función de la membrana del sarcolema, el retículo sarcoplásmico, las mitocondrias y las proteínas contráctiles. En los estudios con el micros copio electrónico de los corazones de los animales de laboratorio poco después de haber ingerido mucho etanol, se observa dilatación del retículo sarcoplásmico y las mitocondrias hinchadas, las crestas fragmentadas y las vacuolas llenas de glucógeno. Tras la exposición prolongada al etanol, aparecen degeneración miofibrilar y fibrosis de sustitución. Además de los efectos del etanol sobre el aparato contráctil del miocardio, el consumo agudo o crónico puede influir negativamente en la síntesis de las proteínas miofibrilares. Microscópicamente, en los corazones de los consumidores crónicos de etanol se observa un aumento de la acumulación de colágeno en la matriz extracelular, así como aumento de los enlaces cruzados intermoleculares. Efectos del etano l sobre la función de los ó rga no s La ingestión crónica de grandes cantidades de etanol puede provocar disfunción ventricular izquierda diastólica y/o sistólica. En los grandes consumidores de etanol suele producirse disfunción diastólica, que está causada, al m enos en parte, por la fibrosis intersticial del miocardio, incluso en ausencia de síntomas o signos evidentes. En alrededor de la mitad de los alcohólicos crónicos asintomáticos se observan evidencias ecocardiográficas de hipertrofia ventricular izquierda con conserva ción de la función sistólica. En la ecocardiografía Doppler (v. también capítulo 14) suele prolongarse el tiempo de relajación del ventrículo izquierdo, se reduce el pico temprano de la velocidad diastólica y se hace más lenta la aceleración del flujo diastólico precoz, todas manifes taciones de la disfunción diastólica ventricular izquierda. Incluso peque ñas cantidades de alcohol se asocian a un empeoramiento agudo de la función diastólica, como se evalúa por la velocidad diastólica temprana (E'), su relación con la velocidad diastólica tardía (E'/A') y la relación entre la velocidad diastólica temprana mitral y miocárdica (E/E').2 Puede observarse el aumento anormal de la presión de llenado del ventrículo izquierdo durante la carga de volumen o de presión. El etanol puede provocar disfunción ventricular izquierda sistóli ca asintomática, incluso cuando es ingerido por individuos sanos en cantidades relativamente pequeñas, como ocurre en los sujetos que se consideran bebedores «sociales». Hasta en el 30% de los alcohólicos crónicos asintomáticos se observan pruebas ecocardiográficas de dis- función ventricular izquierda sistólica. Con el consumo continuado de grandes cantidades de etanol suelen desarrollarse síntomas y signos de insuficiencia cardíaca (v. también capítulos 23 y 25) como resultado de la miocardiopatía dilatada. De hecho, el consumo abusivo de etanol es la causa principal de la miocardiopatía dilatada no isquémica en los países industrializados, y representa aproximadamente la mitad de las personas con este diagnóstico. La probabilidad de que se desarrolle miocardiopatía dilatada inducida por etanol se relaciona con la cantidad de etanol que se consume a lo largo de toda la vida: la mayoría de los hombres en los que se desarrolla ha consumido más de 80 g de etanol al día (es decir, 11 de vino, ocho cervezas de tamaño estándar o 250 mi de licor fuerte) durante al menos 5 años. Al parecer, las mujeres son más sensibles que los hombres a los efectos cardiotóxicos del etanol, en las mujeres puede desarrollarse miocardiopatía dilatada después del consumo de cantidades más pequeñas de etanol al día y durante toda la vida. Aunque la ingestión de grandes cantidades de etanol se asocia a mio cardiopatía dilatada no isquémica, en las personas que consumen alcohol de forma leve a moderada (5-25 g/día), la incidencia de insuficiencia cardíaca congestiva es menor que en las que no beben nada.1 En los pacientes con disfunción ventricular izquierda, el consumo de leve a moderado de etanol no exacerba la insuficiencia cardíaca. En los sujetos con miocardiopatía isquémica, el consumo de etanol de leve a moderado puede reducir la mortalidad.1’3,4 Las personas con miocardiopatía dilatada inducida por etanol muy sintomática pueden manifestar una mejoría sustancial de la función sistólica del ventrículo izquierdo y de los síntomas de la insuficiencia cardíaca tras la abstinencia completa o si disminuye mucho su consumo de etanol (es decir, a menos de 60 g de etanol al día o el equivalente a cuatro copas estándar). Aunque la mayor parte de esta mejoría se produce en los primeros 6 meses de abstinencia, suele prolongarse durante hasta 2 años de observación. Etanol e h ipertensión arteria l sistém ica Los expertos estiman que el etanol tiene importancia causal hasta en el 11% de los hombres con hipertensión (v. capítulo 43). Las personas que consumen más de dos copas al día son 1 ,5-2 veces más propensas a tener hipertensión que los no bebedores de la misma edad y el mismo sexo. Este efecto se relaciona con la dosis y es más prominente cuando la ingesta diaria de etanol es superior a cinco copas (es decir, 30 g de 2016. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos E n f e r m e d a d e s de l c o r a z ó n , el p e r ic a r d io y el le c ho v a s c u l a r pu l m o n a r Vllll 1604 TABLA 68-1 Mecanismos de las lesiones cardíacas inducidas por etanol Efectos tóxicos directos Desacoplamiento de los sistemas de excitación/contracción Reducción del secuestro de calcio en el retículo sarcoplásmico Inhibición de la bom ba de Na+/K+ dependiente de trifos fa to de adenosina del sarcolema Reducción de la tasa respiratoria m itocondrial Alteración de la captación del sustrato Aum ento de la síntesis de proteínas intersticial/extracelular Efecto tóxico de los metabolitos Acetaldehído Etil ásteres Deficiencias nutricionales o de metales traza Tiamina Selenio Trastornos electrolíticos Hipomagnesemia Hipopotasemia Hipofosfatem ia Aditivos tóxicos Cobalto Plomo Arsénico etanol).5 El consumo «social» de etanol se asocia a un aumento modes to de la presión arterial sistólica, mientras que el consumo excesivo y prolongado de alcohol puede producir un aumento sustancial. Aun que no se conoce bien el mecanismo por el que el etanol produce un aumento de la presión arterial sistémica, los estudios han demostrado que el consumo de etanol aumenta las concentraciones plasmáticas de catecolaminas, renina, cortisol y aldosterona, que pueden causar vasoconstricción arterial sistémica. En los individuos con hipertensión inducida por el etanol, la abstinencia suele normalizar la presión arterial sistémica. Etanol y m etab o lism o de los líp idos El consumo de etanol inhibe la oxidación de los ácidos grasos libres en el hígado, que estimula la síntesis hepática de triglicéridos y la secreción de colesterol de lipoproteínas de muy baja densidad. Por tanto, el consumo de etanol suele causar hipertrigliceridemia. Además, la ingestión de grandes cantidades puede causar un aumento de las concentraciones séricas de colesterol total y de colesterol de lipoproteínas de baja den sidad (LDL). El consumo regular de etanol aumenta la concentración sérica de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL).6 Hay que animar a las personas con hiperlipidemia a que limiten su consumo de etanol. Enferm edad arteria l coronaria El consumo excesivo de etanol se asocia a una mayor incidencia de enfermedad arterial coronaria ateroesclerótica, y a morbilidad y mor talidad cardiovasculares resultantes (v. tam bién cap ítu lo 54). Este aumento puede ser el resultado, al menos en parte, del aumento de la probabilidad de que los consumidores de grandes cantidades de etanol (en comparación con los no bebedores) tengan hipertensión arterial sistémica, aumento de la masa muscular del ventrículo izquierdo (con disfunción diastólica y/o sistólica concomitante) e hipertrigliceridemia (tabla 68-2). Por el contrario, la ingesta de etanol de leve a moderada (de dos a siete copas a la semana) se ha asociado a una disminución del riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovasculares en los hombres y en las mujeres.7'12 Incluso en los hombres que ya tienen un riesgo bajo de enfermedad cardiovascular basado en el índice de masa corpo ral, la actividad física, el tabaquismo y la dieta, el consumo moderado de alcohol se asocia a un menor riesgo de infarto de miocardio (IM) (fig. 68-1).13 Este riesgo menor de morbilidad y mortalidad cardiovas culares en los consumidores de cantidades moderadas de etanol que en los no bebedores o en los que consumen grandes cantidades de etanol se TABLA 68-2 Efectos cualitativos del consumo de alcohol de leve a moderado y excesivo sobre los factores de riesgo cardiovascular y los resultados FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR Y RESULTADOS CONSUMO DE ALCOHOL DE LEVE A M ODERADO (<2 COPAS A L DÍA) CONSUMO DE ALCOHOL EXCESIVO (>2 COPAS A L DÍA) Presión arterial <-> tt Colesterol HDL TT ttt Triglicéridos t tt Colesterol LDL 0 i t Agregación plaquetaria/ coagulación 1 II Inflamación sistémica 1 t Insuficiencia cardíaca congestiva 1 tt Enfermedad arterial coronaria (angina, IM no mortal) II 1 Fibrilación auricular *-> tt Accidente cerebrovascular 1 tt M uerte súbita cardíaca II t apoya en numerosos estudios retrospectivos y prospectivos. Se observó que los franceses tienen una incidencia menor de enfermedad arterial coronaria que los habitantes de otros países a pesar de los altos índices de tabaquismo y de una dieta rica en grasas (la llamada paradoja francesa). Aunque esta disminución de la incidencia se atribuyó inicialmente a las propiedades antioxidantes y hemostáticas del vino tinto, posteriormente se registraron hallazgos similares en personas con un consumo de leve a moderado de otras bebidas alcohólicas y en otras poblaciones de estu dio.7'12 Varios estudios de cohorte prospectivos han demostrado que los bebedores de cantidades moderadas de etanol tienen una proba bilidad un 30-70% menor de manifestar enfermedad arterial coronaria o accidente cerebrovascular que los no bebedores o los que consumen cantidades excesivas de etanol.14 Algunos estudios han indicado que el consumo de cualquier bebida alcohólica ejerce este efecto, mientras que otros indican que este efecto llamado cardioprotector es más intenso con el consumo de vino.15 Al parecer, el mecanismo o mecanismos por los que el consumo de cantidades moderadas de etanol reduce el ries go cardiovascular son multifactoriales, y el consumo moderado ejerce varios efectos beneficiosos: 1) aumento de las concentraciones séricas de colesterol HDL, apolipoproteína A -I y adiponectina; 2) inhibición de la agregación plaquetaria; 3) disminución de la concentración sérica FIGURA 68-1 Riesgo relativo de infarto de miocardio (IM) según el consumo diario de alcohol en los hombres con bajo riesgo de enfermedad cardiovascular, basado en el índice de masa corporal, la actividad física, el tabaquismo y la dieta. El consumo moderado de alcohol se asocia a un menor riesgo de IM. El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. 20 3 M 5 25 TT 1 n -----------1-----------1-----------1-----------1-----------1-----------1— Antígeno t-PA| Apo A-I |Plasminógeno| Lp(a) HDL Trig licéridos Fibrinógeno FIGURA 68-2 Porcentaje de cambio de diversas variables serológicas debido a la ingestión de etanol.5 El consumo de etanol, 30 g al día durante 1 a 9 semanas, se asoció a un aumento de las concentraciones séricas del antígeno del activador del plasminógeno tisular (t-PA), el colesterol HDL, la apolipoproteína A-l (Apo A-I), los triglicéridos séricos y el plasminógeno sérico, así como a la disminución de las concentraciones séricas de fibrinógeno y lipoproteína(a) [Lp(a)]. La reducción del riesgo de episodios cardiovasculares que se observa en los sujetos que consumen cantidades moderadas de etanol puede estar causada, al menos en parte, por estos cambios beneficiosos en las variables serológicas. de fibrinógeno; 4) aumento de la actividad antioxidante (debido a los compuestos fenólicosy flavonoides que contiene el vino tinto); 5) efectos antiinflamatorios (con concentraciones más bajas de linfocitos y de la proteína C reactiva); 6) mejora de la fibrinólisis (debido al aumento de las concentraciones del activador del plasminógeno tisular endógeno y a la disminución concomitante de la actividad del inhibidor del activador del plasminógeno endógeno), y 7) mejora de la sensibilidad a la insulina (fig. 68-2).6,12,16 El efecto cardioprotector del alcohol es diferente en los hombres y en las mujeres (fig. 68-3). El efecto beneficioso máximo del etanol se produce en dosis más bajas en las mujeres que en los hombres, y el rango de consumo de alcohol en el que es protector es más amplio en los hombres que en las mujeres. Además, el efecto cardioprotector relativo del etanol es mayor en las personas de mediana edad y en las de edad avanzada que en los adultos jóvenes.17 El consumo de leve a moderado de etanol se asocia a una disminución similar del riesgo de enferm edad arterial coronaria en los hombres y en las mujeres diabéticos y no diabéticos.18 En los pacientes que sobrevivena un IM, el consumo moderado de etanol parece reducir la mortalidad posterior.3,4 En los pacientes que sufren un infarto de miocardio agudo, el pronós tico es mejor en los que consumen alcohol de forma leve a moderada que en los abstemios o en los que consumen demasiado alcohol,3,19 aunque parece que la ingestión reciente de etanol no reduce el tamaño del infarto o la propensión a la aparición posterior de arritmias o de insuficiencia cardíaca. A rritm ias El consumo de etanol se asocia a una variedad de arritmias auriculares y ventriculares, con más frecuencia: 1) extrasístoles auriculares o ven triculares; 2) taquicardia supraventricular; 3) aleteo auricular; 4) fibri lación auricular; 5) taquicardia ventricular, o 6) fibrilación ventricular (v. tam bién capítulos 34 ,37 y 38). La arritmia más frecuente producida por el etanol es la fibrilación auricular. El etanol tiene importancia causal en cerca de un tercio de los sujetos con fibrilación auricular de nueva aparición; en los menores de 65 años, puede ser responsable de hasta dos terceras partes. La mayoría de los episodios se producen después de beber en exceso, por lo general los fines de semana o los días festivos -d e ahí el término «corazón de fiesta»-. Las pruebas elec- trofisiológicas en personas sin enfermedad cardíaca han demostrado que el etanol aumenta la vulnerabilidad a la inducción de aleteo y fibrilación auriculares. El tratamiento de estas arritmias provocadas por el etanol es la abstinencia. El etanol puede ser arritmógeno a través de varios mecanismos. En muchos consumidores de etanol, pueden existir factores concomitantes que predisponen a las arritmias, como el tabaquismo, los trastornos Otros países (n = 4) “ I— I— I— l— I— I— I— I— I— I— I— I— I— I 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 g/día CONSUMO DE ALCOHOL EN MUJERES EN COPAS AL DÍA i — i— i— i— i— i— i— i— i— i— i— i— i— i 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 g/día B CONSUMO DE ALCOHOL EN HOMBRES EN COPAS AL DÍA FIGURA 68-3 Riesgo relativo de mortalidad total e ingestión de alcohol en mujeres (A) y hombres (B) en EE. UU., Europa y otros países (Australia, Japón y/o China). Se observa una relación en forma de J entre el consumo de alcohol y la mortalidad total tanto en los hombres como en las mujeres. El consumo de alcohol, hasta un máximo de cuatro copas al día en los hombres y de dos copas al día en las mujeres, se ha asociado inversamente con la mortalidad total. Dosis más altas de alcohol se asocian a una mortalidad mayor. En las mujeres, la asociación inversa desaparece con dosis más bajas que en los hombres. electrolíticos, las alteraciones metabólicas, la hipertensión y la apnea del sueño. La ingestión aguda de etanol produce diuresis, que se acompaña de la pérdida urinaria concomitante de sodio, potasio y magnesio. La presencia de fibrosis miocárdica intersticial, hipertrofia ventricular, miocardiopatía o disfunción autónoma también puede aumentar la probabilidad de arritmias. En los pacientes que consum en alcohol o que tienen el síndrome de abstinencia también se han observado prolongación del intervalo QT, disminución de la variabilidad de la frecuencia cardíaca, disminución de la modulación vagal y disminución de la sensibilidad barorrefleja.211 M uerte súbita En los sujetos sin enfermedad cardíaca conocida, la disminución de la mortalidad cardiovascular que se asocia al consumo moderado de etanol se asocia, en gran medida, a una reducción de la incidencia de muerte súbita (fig. 68-4) (v. tam bién capítulo 39). De los más de 21.000 hom bres que participaron en el Physicians Health Study,21 los que consumían de dos a cuatro o de cinco a seis copas a la semana tenían un riesgo de muerte súbita significativamente menor (riesgo relativo, 0,4 y 0,21, res pectivamente) en comparación con los que no bebían nunca o rara vez. En contraste, el consumo excesivo de etanol (es decir, seis o más copas al 1605 E n f e r m e d a d e s de l c o r a z ó n , el p e r ic a r d io y el le c ho v a s c u l a r p u l m o n a r Vllll 1606 1’2 n iu cq 0 ,8 -| Ü Q o w p 2 < < QJ g * < 0,4 o O o m 0,2 <1/ 1-3/ 11 2-4/ 5-6/ Diariamente >21 mes mes semana semana semana día FRECUENCIA DE CONSUMO DE ALCOHOL F I G U R A 6 8 - 4 Consumo de etanol y riesgo de muerte súbita cardíaca en los médicos hombres en EE. UU. En comparación con los que habían tomado menos de una copa al mes (barra del extremo izquierdo), los que consumían cantidades pequeñas o moderadas de etanol (barras del centro) tenían un menor riesgo de muerte súbita cardíaca. Por el contrario, el riesgo era mayor en los que consumían al menos dos copas al día (barra del extremo derecho). F I G U R A 6 8 - 5 Mecanismo por el que la cocaína altera el tono simpático. La cocaína bloquea la recaptación de noradrenalina por las neuronas preganglionares (X), por lo que hay una cantidad excesiva de este neurotransmisor en los sitios de los receptores posganglionares. día) o la embriaguez se asociaron a un riesgo mayor de muerte súbita. El consumo excesivo de etanol se asocia a una mayor incidencia de muerte súbita independiente de la presencia de enfermedad arterial coronaria. La incidencia de muerte súbita inducida por etanol aumenta con la edad y con la cantidad de etanol que se ingiere. Por ejemplo, la ingestión diaria de más de 80 g de etanol se asocia a un aumento de la incidencia de la mortalidad del triple en comparación con el consumo diario de una cantidad menor. C O C A ÍN A Actualmente, la cocaína es la droga que más se consume entre los sujetos que buscan asistencia médica en los servicios de urgencias de los hos pitales, y es la causa más frecuente de mortalidad relacionada con las drogas, según han informado los médicos forenses, en EE. UU. Su uso generalizado se atribuye a: 1) su facilidad de administración; 2) la fácil disponibilidad de una droga relativamente pura; 3) su coste relativamente bajo, y 4) la percepción errónea de que su uso recreativo es seguro. Como la frecuencia del consumo de cocaína ha aumentado, también ha aumen tado el número de complicaciones cardiovasculares relacionadas con la cocaína, como la angina de pecho, el IM, las miocardiopatías, la disección aórtica y la muerte súbita (tabla 68-3). Farm aco logía y m ecan ism os de acción La cocaína (benzoilmetilecgonina) es un alcaloide que se extrae de la hoja del arbusto Erythroxylon coca, que crece principalmente en América del Sur. Está disponible en dos formas: la sal de clorhidrato y la «base». El clorhidrato de cocaína se preparan disolviendo el alcaloide en ácido clorhídrico para formar un polvo o un granulado soluble en agua, que se puede ingerir por vía oral, intravenosa o intranasal (lo que se denomina mascar, chutarse o esnifar, respectivamente). La base se fabrica procesando la cocaína con amoníaco o bicarbonato sódico. A diferencia de la forma de clorhidrato, la «base» de cocaína es estable al calor, por lo que puede fumarse. Se conoce como «crack», por el sonido de chasquido que hace cuando se calienta. El clorhidrato de cocaína se absorbe bien a través de todas las muco sas, por lo que los consumidores pueden conseguir una alta concen tración en sangre tras la administración intranasal, sublingual, vaginal o rectal. La vía de administración determina la rapidez de aparición y la duración de la acción. La euforia asociada a fumar crack aparece en cuestión de segundos y es de corta duración. El crack se considera la forma más potente y adictiva de la droga. La cocaína es metabolizada por las colinesterasas séricas y hepáticas a metabolitos hidrosolubles (principalmente benzoilecgonina y ecgonina metil éster), que se excre tan en la orina. Debido a que la semivida de la cocaína en el suero es de 45-90 min, solo puede detectarse en la sangre o en la orina durante varias horas después de su consumo. Sin embargo, sus metabolitos persisten en lasangre o en la orina durante 24-36 h después de su administración. Cuando se aplica localmente, la cocaína actúa como un anestési co porque inhibe la permeabilidad de la membrana al sodio durante la despolarización, bloqueando así el inicio y la transm isión de las señales eléctricas. Cuando se administra por vía sistémica, bloquea la recaptación presináptica de noradrenalina y dopamina, produciendo un exceso de estos neurotransmisores en el sitio del receptor post- sináptico (fig. 68-5). En resumen, la cocaína actúa como un potente simpaticomimético. Isquem ia e in farto de m iocard io relacionados con la cocaína Desde 1982, en numerosos informes se ha asociado el consumo de cocaína con la isquemia y el infarto de miocardio (v. tam bién capítulos 49, 52 y 53). En un estudio de 10.085 adultos de 18 a 45 años de edad, el 25% de los infartos de miocardio no mortales se atribuyó al consumo de cocaína.22 La isquemia o el infarto de miocardio relacionados con la cocaína pueden estar causados por: 1) aumento de la demanda de oxígeno del miocardio en el entorno de un aporte de oxígeno limitado o fijo; 2) vasoconstricción arterial coronaria notable, y 3) aumento de la agregación plaquetaria y formación de trombos (fig. 68-6). Por sus efectos simpaticomiméticos, la cocaína aumenta los tres factores principales determinantes de la demanda de oxígeno en el miocardio: la frecuencia cardíaca, la tensión de la pared ventricular izquierda y la con tractilidad del ventrículo izquierdo. Al mismo tiempo, incluso la ingestión de pequeñas cantidades de la droga causa vasoconstricción de las arterias coronarias epicárdicas (que se denomina vasoconstricción inadecuada), por lo que disminuye el aporte de oxígeno al miocardio cuando aumenta la demanda. La cocaína produce vasoconstricción en las arterias coronarias normales, pero ejerce un efecto vasoconstrictor especialmente notable TA B L A 6 8 -3 Complicaciones cardiovasculares del consumo de cocaína Isquemia del miocardio Angina de pecho Infarto de miocardio Muerte súbita Arritmias Edema pulmonar Miocarditis Endocarditis Disección aórtica El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. Placa ateroesclerótica Plaquetas Fibrina Placa ateroesclerótica Aumento de la demanda de oxígeno del miocardio con aporte de oxígeno limitado Aumento de la frecuencia cardíaca Aumento de la presión arterial Aumento de la contractilidad del miocardio Vasoconstricción Aumento de la estimulación adrenérgica a Aumento de la producción de endotelina Disminución de la producción de óxido nítrico Ateroesclerosis acelerada y trombosis Aumento del inhibidor del activador del plasminógeno Aumento de la activación y la agregación plaquetarias Aumento de la permeabilidad endotelial F I G U R A 6 8 - 6 Mecanismos por los que la cocaína puede inducir isquemia o infarto de miocardio. La cocaína puede producir isquemia o infarto de miocardio al aumentar los determinantes de la demanda de oxígeno del miocardio en el entorno de un suministro de oxígeno limitado (a rrib a ), lo que produce vaso constricción arterial coronaria intensa (ce n tro ) o induce ateroesclerosis acelerada y trombosis (a b a jo ). se exacerban sustancialmente por el consumo concomi tante de cigarrillos, que por sí mismo produce vasocons tricción arterial coronaria a través de un m ecanism o adrenérgico a . Cuando se consume cocaína y se fuma a la vez, la frecuencia cardíaca y la presión arterial sis témica aumentan mucho, y la vasoconstricción arterial coronaria es más intensa que cuando se consume cual quiera de ellos solo. En los sujetos que se considera que, por otra parte, tienen un riesgo bajo de IM, el riesgo de infarto aumen ta 24 veces durante los 60 min posteriores al consumo de cocaína. Al parecer, el que se produzca un IM después de consumir cocaína no se relaciona con la cantidad ingerida, la vía de administración y la frecuencia de su uso: se ha informado de que se han producido infartos relacionados con la cocaína con dosis de 200 a 2.000 mg, tras la inges tión por todas las vías, y en los usuarios habituales y en los que consumían por primera vez. Aproximadamente, la mitad de los pacientes con IM relacionado con la cocaína no tienen evidencias angiográficas de enfermedad arterial coronaria ateroesclerótica. Por tanto, cuando los sujetos sin o con pocos factores de riesgo para la ateroesclerosis, en especial los que son jóvenes o tienen antecedentes de consumo de drogas, se presentan con un IM agudo, deben analizarse muestras de sangre y de orina buscando cocaína y sus metabolitos. Las complicaciones cardiovasculares de los IM relacio nados con la cocaína son relativamente poco frecuentes. Se producen arritmias ventriculares en el 4-17% , insu ficiencia cardíaca congestiva en el 5-7% y la muerte en menos del 2%. Esta baja incidencia de complicaciones se debe, al menos en parte, a la edad joven y a la ausencia de enfermedad arterial coronaria multivaso extensa en la mayoría de los pacientes con infarto relacionado con la cocaína. Si se presentan complicaciones, la mayoría se produce en las 12 h siguientes al ingreso hospitalario. Tras el alta hospitalaria, el consumo de cocaína conti nuado y el dolor torácico recurrente son frecuentes. En ocasiones, un paciente tiene un IM recurrente no mortal o mortal. I en los segmentos enfermos. Como resultado, los consumidores de cocaí na con enfermedad arterial coronaria ateroesclerótica probablemente tienen un riesgo especialmente alto de que se produzca un episodio isquémico después del consumo de cocaína. La vasoconstricción arterial coronaria producida por la cocaína es el resultado, principalmente, de la estimulación de los receptores adrenérgicos a de las arterias coronarias, debido a que la fentolamina (un antagonista adrenérgico a) la invierte y el propranolol (un antagonista adrenérgico p) la exacerba. Además, la cocaína hace que aumente la producción endotelial de endotelina (un potente vasoconstrictor) y que disminuya la producción de óxido nítrico (un vasodilatador potente), lo que también puede fomentar la vasoconstricción. El consumo de cocaína puede aumentar la activación y la agregación plaquetarias, así como aumentar las concentraciones del inhibidor del activador del plasminógeno, que puede promover la acumulación de trombos. La presencia de enfermedad arterial coronaria ateroesclerótica prematura, que se ha observado en estudios post mortem de consumidores de cocaína a largo plazo, puede proporcionar un nido para la trombosis. En estudios in vitro se ha demostrado que la cocaína provoca anoma lías estructurales en la barrera de células endoteliales -esto aumenta su permeabilidad al LDL y la expresión de las moléculas de adherencia endotelial (favoreciendo así la migración de leucocitos), y todo ello se asocia a aterogenia-. El dolor torácico es la queja cardiovascular más frecuente de los pacientes que buscan asistencia médica tras el consumo de cocaína. Aproximadamente, el 6% de los que llegan al servicio de urgencias con dolor torácico asociado a la cocaína tienen pruebas enzimáticas de necrosis del miocardio. La mayoría de los sujetos con IM relacionado con la cocaína son hombres, jóvenes, no caucásicos, fumadores, sin otros factores de riesgo para la ateroesclerosis, con antecedentes de consumo repetido de cocaína (tabla 68-4). Los efectos perjudiciales © de la cocaína sobre el aporte y la demanda de oxígeno del miocardio Cocaetileno En los individuos que consumen cocaína junto con etanol, la transes- terificación hepática da lugar a la producción de un metabolito único, el cocaetileno. Este m etabolito suele detectarse post mortem en los sujetos que se cree que han fallecido por intoxicación con cocaína y T ABLA 68-4 Características de los pacientes con infarto de miocardio provocado por la cocaína D o s is d e c o c a ín a Desde5-6 rayas (150 mg) hasta 2 g Concentración sérica, 0,01-1,02 mg/l F r e c u e n c ia d e c o n s u m o Se ha observado en consumidores crónicos, por ocio y en los que consumían por primera vez. V ía d e a d m in is t r a c ió n Se produce con todas las vías de administración. El 75% de los IM registrados se produjeron después del consumo intranasal. E d a d Promedio, 34 años (rango, 17-71) El 20% son menores de 25 años. S e x o El 80-90% son hombres. M o m e n t o e n q u e se p ro d u c e Suele ocurrir unos minutos después del consumo de cocaína. Se han observado casos que se han producido 5-15 h después del consumo. E n f e r m e d a d e s de l c o r a z ó n , el p e r ic a r d io y el le c ho v a s c u l a r p u l m o n a r Vllll 1608 etanol. Al igual que la cocaína, el cocaetileno bloquea la recaptación de dopamina en la hendidura sináptica, lo que posiblemente potencia los efectos tóxicos sistémicos de la cocaína. De hecho, en los animales de laboratorio, el cocaetileno es más letal que la cocaína. En los seres humanos, la com binación de cocaína y etanol produce un aum en to sustancial de la demanda de oxígeno del miocardio. El consumo concom itante de cocaína y etanol se asocia a una mayor incidencia de discapacidad y mortalidad que el consumo de cualquiera de estas sustancias sola. Los individuos que se cree que han fallecido por una sobredosis de cocaína y etanol combinados tienen concentraciones mucho más bajas de cocaína en la sangre que los que se cree que han fallecido por una sobredosis de cocaína sola, lo que indica un efecto aditivo o sinérgico del etanol sobre los episodios cardiovasculares catastróficos que produce la cocaína. D isfunción del m iocard io inducida por cocaína El consum o de cocaína a largo plazo se ha asociado a hipertrofia ventricular izquierda, así como a disfunción ventricular izquierda diastólica y/o sistólica. Aproximadamente, el 7% de los consumidores crónicos a largo plazo sin síntomas cardíacos tienen evidencias en la ventriculografía con radionúclidos de disfunción ventricular izquierda sistólica. Además de los efectos sobre el rendimiento del miocardio, el consumo de cocaína a largo plazo puede causar un deterioro agudo de la función ventricular izquierda sistólica y/o diastólica o discinesia apical transitoria (también llamada miocardiopatía de tákotsubo o «sín drome del corazón roto») (v. tam bién capítulo 25). La cocaína puede afectar negativamente a la función sistólica del ventrículo izquier do por varios m ecanism os. Prim ero, com o se m encionó antes, la cocaína puede producir isquemia o infarto de miocardio. Segundo, la estimulación simpática repetitiva profunda que produce la cocaína es similar a la que se observa en los pacientes con feocromocitoma; puede causar miocardiopatía y los cambios microscópicos caracterís ticos de la necrosis en bandas de contracción subendocárdica. Tercero, la administración concomitante de adulterantes o los microorganis mos infecciosos pueden causar miocarditis, que se ha observado en alguna ocasión en los consumidores de cocaína por vía intravenosa cuando se ha hecho un estudio post mortem. Cuarto, los estudios en animales de laboratorio han demostrado que la cocaína aumenta la producción de especies reactivas de oxígeno, altera la producción de citocinas en el endotelio y en los leucocitos circulantes, estimula la transcripción de los genes responsables de los cambios en la com po sición del colágeno del miocardio y la miosina, y produce apoptosis de los miocitos. A rritm ias Aunque la cocaína puede producir arritmias cardíacas (tabla 68-5), no está bien definido su potencial arritmógeno preciso. En muchos casos, las arritmias que se atribuyen a la cocaína se producen en el contexto de profundas alteraciones hemodinámicas o m etabólicas, como hipotensión, hipoxemia, convulsiones o IM. Sin embargo, debido a la capacidad de la cocaína para bloquear los canales del sodio y el potasio, y para aumentar la activación simpática, se considera una causa probable de arritmias cardíacas.23 Para que se desarrollen arritmias letales tras el consumo de cocaína puede ser necesario un sustrato subyacente de anomalías del miocardio. Las arritmias potencialmente m ortales y la m uerte súbita asociadas al consum o de cocaína son m ás frecuentes en personas con isquemia o infarto de miocardio o en aquellos con lesiones miocelulares no isquémicas. El consumo de cocaína a largo plazo se asocia a aum ento de la m asa y el grosor de la pared del ventrículo izquierdo, que es un factor de riesgo de las arritmias ventriculares. La cocaína puede afectar a la generación y la conducción de los im pulsos cardíacos por varios m ecanism os. En prim er lugar, sus propiedades simpaticom im éticas pueden aum entar la irritabilidad ventricular y reducir el umbral para la fibrilación. En segundo lugar, inhibe la generación y la conducción del potencial de acción (es decir, prolonga los intervalos QT y QRS) como resultado de sus efectos bloqueantes del canal del sodio. Al hacerlo, actúa de manera simi lar a la de un fármaco antiarrítmico de clase I. En consecuencia, se han observado características electrocardiográficas de tipo Brugada y torsades de pointes tras el consumo de cocaína. En tercer lugar, la cocaína aumenta la concentración intracelular de calcio, que puede causar posdespolarizaciones y arritmias ventriculares disparadas. En cuarto lugar, reduce la actividad vagal, potenciando así sus efectos simpaticomiméticos. Endocard itis Parece que el consumo intravenoso de cocaína conlleva un riesgo mayor de endocarditis que la administración intravenosa de otros fármacos (v. tam bién capítulo 64). No se conoce la razón de este aumento del riesgo de endocarditis en los consumidores de cocaína por vía intravenosa, pero se han propuesto varias hipótesis, como una lesión valvular primaria debido al aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial sis témica, los efectos inmunodepresores de la droga, y el efecto directo de los adulterantes sobre la integridad valvular. En contraposición a la endocarditis que se asocia a otros fármacos, la endocarditis de los consumidores de cocaína suele afectar más a las válvulas cardíacas del lado izquierdo. Disección de aorta Debido a que la rotura o la disección de aorta se han relacionado tem poralmente con el consumo de cocaína, deben considerarse una posible causa de dolor torácico en los consumidores de cocaína (v. tam bién capítulo 57). La cocaína se ha considerado un factor causal en el 0,5 al 37% de los casos de disección de aorta, con un intervalo promedio desde el consumo de cocaína a la aparición de los síntomas de 12 h (rango, 0-24).24 Probablemente, la disección es el resultado del aumento de la presión arterial sistémica inducido por la cocaína. Además de la rotura de aorta, se ha observado la rotura de aneurismas micóticos e intracerebrales relacionada con la cocaína. A N F ET A M IN A S Las anfetaminas se prescribían antes para el tratamiento de la obe sidad, el trastorno por déficit de atención y la narcolepsia; ahora, su uso está estrictam ente limitado. Las anfetam inas que más se con sumen son la dextroanfetamina, la m etcatinona, la m etanfetamina, el m etilfenidato, la efedrina, la propilhexedrina, la fenm etracina y la 3,4-m etilenodioxim etanfetam ina (MDMA, tam bién conocido como éxtasis). El cristal es la pasta base de la metanfetamina, y puede inhalarse, fumarse o inyectarse. Puesto que las anfetaminas son sus tancias sim paticom im éticas, su uso se ha asociado a hipertensión arterial sistémica, enfermedad arterial coronaria prematura, síndromes coronarios agudos, IM, lesiones del miocardio consistentes con exceso de cate colaminas, disección de aorta y arritmias mortales.25 De forma similar a la cocaína, las anfetaminas pueden producir vasoconstricción arterial coronaria intensa con o sin formaciónde trombos. Por último, puede desarrollarse miocardiopatía dilatada después del consumo repetitivo de anfetam inas, pero se recupera la función cardiovas cular cuando se suspende el consumo. Aunque los informes de casos iniciales indicaban que los estimulantes recetados para el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) se rela cionaban con episodios cardiovasculares adversos (por lo que la Food and Drug Administration emitió una advertencia de recuadro negro en 2006), en estudios posteriores se ha demostrado que el uso de fármacos para el TDAH no se asocia a un riesgo mayor de episodios cardiovasculares graves en niños26 (fig. 68-7) o en adultos jóvenes o de mediana edad.27 TA B L A 6 8 -5 Arritm ias cardíacas y trastornos de la conducción observados con el consumo de cocaína Taquicardia sinusal Bradicardia sinusal Taquicardia supraventricular Bloqueo de rama Bloqueo cardíaco completo Ritmo idioventricular acelerado Taquicardia ventricular Fibrilación ventricular Asistolia Torsades de pointes Patrón de Brugada (bloqueo de la rama derecha del haz de His con elevación del segmento ST en las derivaciones V1( V2 y V3) El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. '< 6 < < 5 9 2 S o <n i ni « “ ■ 3 < § V) o í § 2 O 1 CL i NO EX CONSUMIDORES CONSUMIDORES CONSUMIDORES ACTUALES FIG URA 68-7 Tasas ajustadas de episodios cardiovasculares graves debido al uso de fármacos para el TDAH. El uso de fármacos para el TDAH no se asocia a un mayor riesgo de episodios cardiovasculares graves. (Tomado de Cooper WO, Habel LA, Sox CM, et al: ADHD drugs and serious cardiovascular events in children and young adults. N Engl J Med 365:1896,2011.) CA TEC O LA M IN A S Y A G O N IST A S DE LOS RECEPTORES A D R EN ÉRG ICO S (i Las catecolam inas, administradas exógenam ente o secretadas por un tumor neuroendocrino (p. ej., feocromocitoma o neuroblastoma), pueden producir miocarditis aguda (con necrosis focal del miocardio e inflamación), miocardiopatía, taquicardia y arritmias. Se han des crito anomalías similares con el uso excesivo de inhalantes agonistas adrenérgicos (3 y metilxantinas en pacientes con enfermedad pulmonar grave. La administración de agonistas de los receptores adrenérgicos (3 o de catecolaminas (es decir, dobutamina o adrenalina, respectiva mente) se ha asociado a la aparición de discinesia apical del ventrículo izquierdo transitoria e inversiones de la onda T en el electrocardio grama; esta entidad se conoce como m iocardiopatía de takotsubo o por estrés (v. tam bién cap ítu lo 25). Varios mecanism os pueden ser responsables de la lesión del miocardio aguda y crónica que se asocia a las catecolaminas. Pueden ejercer un efecto tóxico directo sobre el m iocardio a través de cambios del tono autónom o, aumento de la movilidad de los lípidos, sobrecarga de calcio, producción de radicales libres o aumento de la permeabilidad del sarcolema. Alternativamente, la lesión del miocardio puede ser secundaria a un aumento sostenido de la demanda de oxígeno del miocardio y/o una disminución del aporte de oxígeno al miocardio (esto último causado por vasocons tricción arterial coronaria inducida por catecolaminas o agregación plaquetaria). I CATINO N AS Las catinonas se unen a los transportadores monoamina de la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, lo que explica sus propiedades simpa- ticomiméticas. Al igual que la cocaína y las anfetaminas, estas sustancias producen efectos estimulantes y, por tanto, a veces se utilizan como sus titutos de las drogas tradicionales. Las hojas de khat (Catha edulis) se mastican para conseguir la acción estimulante central de la catinona que contienen. El uso de khat es muy prevalente en los países de Oriente Medio y de África del Este, en especial Somalia y Yemen, y es un problema emergente en Australia y en Europa. Mascar khat se ha relacionado con el IM, la miocardiopatía dilatada, enfer medades vasculares (como la hipertensión y el accidente cerebrovascular) y la tromboembolia. Mascar khat es un factor de riesgo independiente del infarto de miocardio agudo: se ha demostrado que los que consumen khat de forma moderada tienen un alto riesgo (razón de probabilidad, 7,6), y los que lo consumen en exceso tienen un riesgo aún mayor (razón de probabilidad, 22,3).28 Muchas catinonas sintéticas (mefedrona, metilenodioxipirovalerona [MDPV] y metilona), que se conocen en la calle como «miau miau», han vuelto a ganar popularidad como drogas de diseño, en particular entre los jóvenes.29 Estos compuestos se comercializan como «sales de baño» o «abono para plantas» y en la etiqueta aparece «no apto para el consumo humano» para eludir las restricciones legales sobre el consum o de drogas. Se utilizan por vía oral, insuflación nasal («esnifado»), inyección intramuscular o intravenosa, e inserción rectal, aunque lo m ás frecuente es la insuflación nasal o la ingestión oral (o ambos). Las catinonas sintéticas se han asociado a miocarditis y muerte súbita.30 C A N N A B IN O ID E S SINTÉTICOS Estas drogas consisten en material vegetal seco psicoactivamente inerte rociado con agonistas de los receptores de cannabinoides sintéticos. Se comercializan como incienso y en las calles son más conocidos como «spice» y «K2». Cuando se fuman producen un efecto como el de la marihuana; su uso se ha asociado a IM en adolescentes.31 M A HUANG (EFEDRA) El suplem ento dietético efedra, tam bién conocido como ma huang, contien e efedrina y su enantióm ero seudoefedrina. El m a huang aumenta las catecolam inas en las zonas sinápticas del cerebro y el corazón, así como estimula directamente los receptores adrenérgicos a y p. Como resultado, suele producir un aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el gasto cardíaco y la resistencia periférica. Su uso se ha asociada a accidente cerebrovascular, IM, muerte súbita © y miocardiopatía. INH ALANTES Los inhalantes se pueden clasificar como disolventes orgánicos, nitritos orgánicos (como el nitrito de amilo o el butilo de amilo) y el óxido nitroso. Los disolventes orgánicos comprenden el tolueno (pegamento de los aviones, cemento de caucho y disolventes de pintura), el freón, el queroseno, la gasolina, el tetracloruro de carbono, los aerosoles de pinturas acrílicas, el betún para zapatos, los desengrasantes, los quitaesmaltes, los líquidos de corrección tipográfica, los adhesivos, los rotuladores permanentes, los ambientadores, los desodorantes, los productos para limpieza en seco y el líquido de los mecheros. Estos disolventes suelen inhalarlos niños o adolescentes jóvenes (se deno m ina oler, esnifar o espolvorear). En ocasiones, el consumo agudo o crónico de inhalantes produce alteraciones cardíacas, sobre todo arritmias; con poca frecuencia, el uso de inhalantes se ha asociado a miocarditis, IM y muerte súbita. La inhalación de freón, por ejemplo, sensibiliza el miocardio frente a las catecolaminas; en estos sujetos se han descrito arritmias mortales cuando se sobresaltan durante la inhalación. F Á R M A C O S ANTI RRETROV í R I COS Se ha observado que las personas que se tratan con terapia antirretrovírica de gran actividad (TARGA) tienen hipertrigliceridemia grave (triglicé ridos séricos > 1.000 mg/dl), aumentos notables de la lipoproteína(a) e hipercolesterolemia, aumento de la concentración de colesterol LDL y disminución de la concentración de colesterol HDL, y resistencia a la insulina. Por tanto, no es de extrañar que estos pacientes tengan un riesgo mayor de ateroesclerosis (v. tam bién capítulo 70). En estudios epidemiológicos se han relacionado algunos fármacos antirretrovíricos (algunos inhibidores de la transcriptasa inversa de nucleósidos [es decir, regímenes que contienen didanosina o abacavir] e inhibidores de la proteasa [es decir, el indinavir y el lopinavir/ritonavir]) con un riesgo mayor de cardiopatía coronaria.Por el contrario, los inhibidores de la transcriptasa inversa de no nucleósidos, los inhibidores de la entrada y los inhibidores de la integrasa no parece que aumenten el riesgo de cardiopatía coronaria.32 A G O N IST A S DE LA SERO TO N IN A El uso farmacológico de los agonistas de la serotonina, como la ergo- tam ina y la m etisergida (tratam iento de las m igrañas), la brom o- criptina, la cabergolina y la pergolida (tratamiento de la enfermedad de Parkinson), y la fenfluramina y la dexfenfluramina (anorexígenos) se ha asociado a valvulopatía izquierda y derecha (tabla 68-6). El uso recreativo y regular de MDMA («éxtasis») también se ha asociado a valvulopatía.33,34 Los hallazgos ecocardiográficos e histopatológicos se parecen a los que se han descrito en los pacientes con síndrome carcinoide. Macroscópicamente, las valvas de la válvula y las cuerdas 1609 E n f e r m e d a d e s d el c o r a z ó n , el p e r ic a r d io y el le c h o v a s c u la r p u l m o n a r Vllll 1610 T A B L A 68 -6 Agon istas de la serotonina asociados a v a lv u lo p a tía FÁRMACOS VÁLVULAS AFECTADAS DEPENDENCIA DE LA DOSIS Ergotamina VA, VM y VT No observada Metisergida VA y VM No observada (Dex)fenfluramina VA, VM y VT Sí Pergolida VA, VM y VT Sí Cabergolina VA, VM y VT Sí Bromocriptina VA, VM y VT Sí MDMA (éxtasis) VA y VM No observada Benfluorex VA, VM y VT Sí VA, válvula aórtica; VM, válvula mitral; VT, válvula tricúspide. tendinosas se engrosan y tienen un aspecto blanco brillante. H is tológicamente, la estructura de las valvas está intacta, pero aparece un revestimiento de tipo placa en las valvas y las estructuras cordales, y se observan miofibroblastos proliferativos que rodean una matriz extracelular abundante. Dos fármacos que se utilizan para tratar las migrañas, la ergotamina y los triptanos, se han asociado a infarto de miocardio agudo. La ergota mina produce vasoconstricción de las arterias intracerebrales y extracra- neales; en raras ocasiones, su uso se ha asociado a vasoespasmo arterial coronario y a IM agudo. Sus efectos vasoconstrictores se exageran por la ingestión de cafeína concomitante o el uso de bloqueadores adrenérgicos (3. Los triptanos, agonistas selectivos de la 5-hidroxitriptamina, también ejercen sus efectos terapéuticos mediante la inducción de vasocons tricción arterial cerebral. Han aparecido varios informes de pacientes en los que se produjeron vasoespasmo coronario e IM agudo tras la adminis tración de dosis terapéuticas de sumatriptán o zolmitriptán; algunos de estos IM se complicaron por taquicardia/fibrilación ventricular y muerte súbita cardíaca. Q UIM IO TERAPÉU T ICAS Algunos quimioterapéuticos pueden afectar negativamente a la función cardíaca (v. tam bién capítulo 69). Se ha informado de que algunas de estas sustancias producen hipertensión, miocardiopatía aguda, isquemia o infarto de miocardio, arritmias, prolongación del intervalo QT y/o muerte súbita.35,36 Entre los fármacos que causan cardiotoxicidad, se sabe que las antraciclinas producen miocarditis aguda y miocardiopatía de larga duración. Los inhibidores de la tirosina cinasa pueden causar una disminución de la fracción de eyección ventricular izquierda, y es especialmente probable que se produzca si se administran junto con paclitaxel o antraciclinas. Sin embargo, al contrario que en la cardiotoxi cidad de la antraciclina, la cardiotoxicidad asociada a un inhibidor de la tirosina cinasa no es acumulativa o dependiente de la dosis, y la función cardíaca suele volver a la normalidad cuando se suspende la adminis tración, por lo que es aceptable repetir la administración una vez que se ha normalizado la función cardíaca. También se han observado isquemia e infarto de miocardio, episodios tromboembólicos y prolongación del intervalo QT cuando se han utilizado inhibidores de la tirosina cinasa. Se produce bradicardia asintomática transitoria hasta en el 31% de los pacientes tratados con paclitaxel como quimioterapéutico. Hasta en el 5% de los sujetos se producen trastornos cardíacos más importantes, como bloqueo auriculoventricular, bloqueo de la rama izquierda del haz de His, taquicardia ventricular o isquemia de miocardio. Los anti cuerpos monoclonales se han asociado a disfunción sistólica ventricular izquierda. Finalmente, el 5-fluorouradlo y la capecitabina pueden causar isquemia o infarto de miocardio mediante la inducción de vasoespasmo coronario. EXPO SIC IO N ES A M B IEN TA LES C obalto A mediados de la década de los sesenta, se describió una forma aguda y fulminante de miocardiopatía dilatada en los grandes bebedores de cerveza. Se propuso que el cloruro de cobalto, que se añadía a la cerveza como estabilizante de la espuma, era la causa, por lo que dejó de utili zarse, y esta forma aguda y grave de miocardiopatía desapareció. Más recientemente, han aparecido varios informes de miocardiopatía dilatada después de la exposición ocupacional al cobalto; en estos individuos, se demostraron altas concentraciones de cobalto en las muestras de biopsias endomiocárdicas. Plom o Los pacientes con una intoxicación por plomo suelen referir síntomas digestivos y del sistema nervioso central. En ocasiones, estos sujetos presentan alteraciones electrocardiográficas, defectos de la conducción auriculoventricular e insuficiencia cardíaca congestiva; en muy pocas ocasiones, la lesión del miocardio contribuye o es la causa principal de la muerte. Mercurio La exposición ocupacional a los vapores de mercurio metálicos puede producir hipertensión arterial sistémica e insuficiencia miocárdica. Aun que algunos estudios han indicado que un alto contenido de mercurio en el pescado podría contrarrestar los efectos beneficiosos de sus ácidos grasos cd-3, aumentando así el riesgo de enfermedad cardiovascular ateroesclerótica, las evaluaciones más recientes no han apoyado una asociación entre la exposición al mercurio total y el riesgo de enfermedad arterial coronaria. A n tim o n io Antes se utilizaban varios compuestos de antimonio para el tratamiento de pacientes con esquistosomiasis. Su uso solía asociarse a alteraciones electrocardiográficas, como prolongación del intervalo QT y aplana miento o inversión de la onda T. En raras ocasiones, se han descrito dolor torácico, bradicardia, hipotensión, arritmias ventriculares y muerte súbita. Arsénico Generalmente, la exposición al arsénico se produce debido a la into xicación por plaguicidas. Las manifestaciones cardíacas son derrame pericárdico, miocarditis y diversas anomalías electrocardiográficas, como prolongación del intervalo QT e inversión de la ondaT. Fosfuro de a lum in io El fosfuro de aluminio (FA) es un fosfuro inorgánico que se utiliza habi tualmente como insecticida y raticida en los almacenes y las instalaciones de procesamiento de cereales. Cuando se inhala o se ingiere FA se produce gas fosfina, que causa intoxicación orgánica generalizada y mortalidad en un 37-100% de los sujetos. La toxicidad cardíaca por envenenamiento con FA se caracteriza por miocarditis, insuficiencia cardíaca resistente y arritmias cardíacas, como taquicardia ventricular.37 M o n ó x id o de carbono El monóxido de carbono tiene una mayor afinidad por la hem oglo bina que el oxígeno, por lo que el aumento de las concentraciones sanguíneas de monóxido de carbono hace que disminuya la liberación de oxígeno en los tejidos. Aunque los síntomas del sistema nervioso central son las manifestaciones predominantes de la intoxicación por monóxido de carbono, puede producirse toxicidad cardíaca debido a la hipoxia del miocardio o a un efecto tóxico directo del gas sobre las mitocondrias del miocardio. Esta afectación cardíaca puede aparecer inmediatamente después de la exposición al monóxido de carbono o varios días después. La taquicardia sinusal y diversas arritmias, como las extrasístoles ventriculares y la fibrilaciónauricular, son frecuentes; en los casos más graves pueden producirse bradicardia y bloqueo auri culoventricular. La exposición al monóxido de carbono puede precipitar la aparición de angina de pecho o infarto de miocardio en pacientes con o sin enfermedad arterial coronaria subyacente. Generalmente, se desarrollan anomalías electrocardiográficas del segmento ST y la onda T, y puede producirse disfunción ventricular transitoria. La adminis tración de oxígeno al 100% o el tratamiento en una cámara de oxígeno hiperbárica, por lo general, dan lugar a una resolución rápida de las anomalías cardíacas. Talio Las sales de talio son tóxicas si se inhalan, se ingieren o se absor ben a través de la piel. Se producen síntom as gastrointestinales y El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. neurológicos de intoxicación entre 12 y 24 h después de una dosis tóxica única (>1 g en adultos) .Varias semanas después de la exposición aguda, los individuos están predispuestos a las arritmias cardíacas y la muerte súbita. Cardenó lidos Los cardenólidos son toxinas vegetales que se producen de forma natural y que actúan principalmente en el corazón y causan arritmias graves -incluido el bloqueo cardíaco de segundo y de tercer grado- y parada cardíaca. El envenenamiento con cardenólidos digitálicos (digoxina y digitoxina) se produce en todo el mundo. La cardiotoxicidad por otros cardenólidos -co m o los de las adelfas amarillas, rosas o blancas, el árbol Cerbera manghas y el cangrejo de los cocoteros- es un problema importante en el sur de Asia. En la India y Sri Lanka, la adelfa amarilla se ha convertido en un medio popular de autolesionarse, es ingerida decenas de miles de veces al año y la mortalidad de los casos es del 5-10% . Se recomiendan la hospitalización prolongada y la observación, porque pueden producirse arritmias peligrosas hasta 72 h después de la ingestión. «M ie l loca» La miel que se produce a partir del néctar de rododendros que crecen en las m ontañas de la región del M ar Negro oriental de Turquía puede contener grayanotoxinas, que se unen a los canales del sodio dependientes del voltaje en el corazón y, por tanto, causan bradicar dia y bloqueo auriculoventricular. Los síntom as de la intoxicación por «miel loca» (es decir, náuseas, vómitos, hipotensión y síncope) aparecen de unos pocos m inutos hasta varias horas después de la ingestión de la miel, y la gravedad de la intoxicación depende de la cantidad ingerida. Las grayanotoxinas se metabolizan y se excretan rápidam ente, por lo que los efectos tóxicos del envenenam iento por la m iel no suelen ser m ortales y, por lo general, se resuelven en 2 -9 h. Acon itina (acónito) Las raíces de acónito, que proceden con más frecuencia de la planta Aconitum napellus, suelen utilizarse en los remedios naturales chinos y japoneses para el tratamiento del dolor musculoesquelético. La aconi tina bloquea la conducción de los canales del sodio dependientes del voltaje en los tejidos cardíaco y nervioso, dando lugar a la aparición rápida de diversos síntom as gastrointestinales, neurológicos y car díacos, como parestesias, debilidad muscular, vómitos, hipotensión, arritmias ventriculares y colapso cardiovascular resistente. El aumento de la corriente de entrada transmembrana de sodio durante la fase de m eseta del potencial de acción prolonga la repolarización en los miocitos cardíacos y produce posdespolarizaciones con automaticidad disparada, que subyace en las arritmias ventriculares. Aunque la arrit mia ventricular es el hallazgo electrocardiográfico más frecuente en la intoxicación aguda por aconitina, también se han observado latidos ectópicos ventriculares frecuentes, bloqueo de rama, taquicardia sinusal y bradicardia sinusal. Escóm bridos Se ha observado una disfunción aguda grave del miocardio secundaria a la intoxicación por histamina en la hora siguiente a la ingestión de peces escómbridos en mal estado, como el atún o el bonito. La carne de estos peces es rica en histidina, que se metaboliza por la flora gastrointestinal en histamina. El diagnóstico se basa principalmente en los hallazgos clínicos, pero puede documentarse determinando las concentraciones de histamina en el pescado ingerido o por el aumento de las concentraciones plasmáticas de histamina en el paciente en las 4 h siguientes a la inges tión del pescado. Envenenam ientos Los venenos de la viuda negra, las abejas, las avispas, las medusas, las cobras y los escorpiones se han asociado a complicaciones cardíacas, como IM, insuficiencia cardíaca aguda, miocarditis, bradiarritmias, bloqueo cardíaco, taquiarritmias ventriculares y muerte súbita. El mecanismo o mecanismos por los que se producen estos resultados adversos son la liberación sistémica de catecolaminas, la modulación del canal iónico cardíaco, la vasoconstricción arterial coronaria y los efectos miotóxicos © directos. D IRECC IO N ES FUTURAS IM Aunque varios fármacos, drogas y toxinas se han asociado a episodios K M cardiovasculares adversos, el mecanismo preciso de sus efectos suele ser desconocido, por lo que no se ha establecido un tratamiento eficaz. — Esta información es esencial para evitar las sustancias que interfieren n en las vías moleculares específicas que regulan la función cardíaca y -i para desarrollar un tratamiento que limite la cardiotoxicidad. Cuando —■ se aprueban nuevos fármacos para su uso, deberían realizarse estudios ~a después de su comercialización para identificar los efectos cardiotóxi- 2+ eos que pueden producirse con poca frecuencia -y que, por tanto, no son evidentes cuando el fármaco se estudia en un número limitado .q de sujetos- o solo cuando existen trastornos concomitantes. En el caso de E, fármacos específicos, como los quimioterapéuticos y los antirretrovíricos, deben definirse enfoques eficaces para la identificación de los efectos 2 cardiotóxicos tempranos (es decir, de días a semanas) y tardíos (de 1/1 meses a años). B ib lio g ra f ía Alcohol 1. George A, Figueredo VM: Alcoholic cardiomyopathy: A review, J Card Fail 17:844,2011. 2. Cameli M, Bailo P, Garzia A, et al: Acute effects of low doses of ethanol on left and right ventricular function in young healthy subjects, Alcohol Clin Exp Res 35:1860,2011. 3. Costanzo S, Di Castelnuovo A, Donati MB, et al: Alcohol consumption and mortality in patients with cardiovascular disease: A meta-analysis, J Am Coll Cardiol 55:1339,2010. 4. Pai JK, Mukamal KJ, Rimm EB: Long-term alcohol consumption in relation to all-cause and cardiovascular mortality among survivors of myocardial infarction: The Health Professionals Follow- up Study, Eur Heart J 33:1598,2012. 5. 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