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Reporte de lectura Dialecto y lengua

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Reporte de lectura de
“Dialecto y lengua” en Dialectología de Chambers, J. y Trudgill, P.[footnoteRef:1] [1: Chambers, J. & P. Trudgill (1980). Dialectology. Cambridge: Cambridge University Press. En adelante, tras las citas textuales solo se indica la página correspondiente.] 
Betsy Fabiola Castillo Ríos MLH
En este capítulo, Chambers y Trudgill nos introducen al problema de definir términos como dialecto, lengua y acento. Se preocupa por reflexionar acerca de cómo interactúan estos términos con otros relacionados con inteligibilidad, ajuste, autonomía y heteronimia, entre otras.
De manera inicial mencionan que la “dialectología es el estudio del dialecto y los dialectos” (3). Sin embargo, hablar de dialecto ha traído problemas, ya que se ha entendido bien como un habla subestándar, de bajo estatus, carente de prestigio, o bien, como el habla de las comunidades aisladas, que en muchas ocasionas carece de escritura.
Sin embargo, Trudgill acepta la noción de que “todos los hablantes son hablantes de al menos un dialecto” y que “no hay dialecto superior a otro”, lo que proporciona una mayor objetividad al estudio lingüístico-social.
Cuando se entiende que un dialecto es una subdivisión de una lengua es seguro meterse en problemas, pues resulta complicado diferenciar lengua y dialecto, ¿cuál español (mexicano, colombiano, argentino, etc.) debe considerarse el dialecto y cuál la lengua? La cuestión se dificulta más cuando se entiende lengua como “una colección de dialectos inteligibles” (3), que si bien sirve para diferenciar y resaltar el carácter de subpartes y de distinción entre uno y otro, encuentra problemas cuando se encuentra con casos como el de las lenguas escandinavas, que si bien presentan inteligibilidad mutua, suelen ser consideras lenguas diferentes. En el caso alemán encontramos la inversa: hay dialectos que resultan ininteligibles. 
¿De qué depende la inteligibilidad? Bien podrían considerarse factores lingüísticos como las relaciones filogenéticas y grados de parentesco, pero es indudable que el papel del hablante en cuanto a factores externos, como el interés, la educación y la necesidad, tienen un papel fundamental. Es decir, para el estudio de los dialectos es muy importante tener en cuenta que la lengua, sus cambios y demás tienen relación con cuestiones políticas, geográficas, históricas y sociales. 
De esta manera, es preciso para los autores introducir y definir los siguientes términos:
1. Variedad: “termino neutral para referir cualquier tipo de lengua que nosotros deseemos, para considerarla como una entidad particular” (5). 
2. Acento: “manera en la que un hablante pronuncia. Además refiere la variedad fonética y/o fonológica entre una variedad y otra” (5).
3. Dialecto: “variedad que es gramatical y fonológicamente diferente de otra (s)”.
El factor geográfico es considerado primordial en el estudio de los dialectos, a tal grado que se habla del continuum geolectal: un conjunto de variedades lingüísticas habladas en territorios colindantes, con diferencias ligeras en las zonas contiguas y con inteligibilidad mutua que decrece a medida que aumenta la distancia, llegando incluso a desaparecer. 
El factor social da lugar al continuum socioléctico. Tiene que ver con el contacto entre estratos sociales, así, por ejemplo, puede crearse una variedad entre la lengua “pura” de los estratos altos y la lengua “pura” de los estratos bajos, ¿qué variedad se obtendría? Entre los factores no lingüísticos que tienen lugar para responder esta cuestión está la identificación del hablante, al grado de que se pueda hablar de lenguas semiextranjeras (9).
Heteronomía y autonomía refieren dos conceptos clave para el estudio dialectal. El primero “refiere la oposición de la segunda, es decir, adjudica dependencia más que independencia” (9). Ambos son resultado de relaciones extralingüísticas de los dialectos, como cambios políticos, sociales y culturales. Siguiendo este sendero, se entiende lengua como una “variedad autónoma de las variedades que dependen de ella”.
De esta manera, es posible observar que el estudio dialectal conlleva relaciones con elementos extralingüísticos y que los primeros prejuicios tienen relación con prejuicios culturales, tales como la supremacía de una cultura sobre otra, y de una lengua sobre otra. Finalmente, es importante recalcar la relación entre la diacronía y la sincronía para comprender de mejor manera el estudio dialectal.