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SINTOMAS DE LOS METOZOARIOS Y RICKETSIOS

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SINTOMAS DE LOS METAZOARIOS
Los metazoarios ocasionan: diarrea, distensión y dolor abdominal y pueden presentar molestias generales en otros órganos y sistemas como debilidad, palidez, pérdida de peso, falta de apetito, deficiencias nutricionales, anemia, tos crónica, comezón anal, mareos, náuseas y hasta vómitos.
Los síntomas de parásitos intestinales surgen debido a la ingestión de los huevos y de los quistes de estos microorganismos, los cuales están presentes en la tierra, carnes crudas o superficies sucias y que se desarrollan en el intestino, provocando síntomas como distensión y dolor abdominal o picazón en el ano. La presencia de parásitos es más común en los niños, debido a que tienen el sistema inmune en fase de desarrollo y mayor contacto con el piso y la suciedad, metiéndose las manos en la boca pudiendo ingerir los microorganismos. A pesar de que es más común que surjan síntomas intestinales, también es posible que los parásitos se desarrollen en otros sitios fuera del intestino, como en el estómago, pulmones o cerebro, por ejemplo, pudiendo causar otros síntomas como náuseas, vómitos, acidez, tos, fiebre, dificultad para respirar y alteraciones neurológicas. Existen casos en que la presencia de parásitos en el intestino provocan distensión abdominal, causando un ligero malestar alrededor del ombligo.
Síntomas de la rickettsiosis
Las distintas infecciones por rickettsias tienden a producir síntomas similares:
Fiebre - Cefalea intensa - Erupción cutánea característica - Sensación general de enfermedad (malestar)
En el lugar de la mordedura, puede formarse una llaga cubierta por una costra negra (escara). Dado que por lo general la erupción tarda varios días en aparecer, la infección temprana por rickettsias suele confundirse a menudo con una infección vírica corriente, como la gripe. Los ganglios linfáticos pueden estar inflamados.
A medida que la infección avanza, suelen presentarse confusión y debilidad grave, acompañadas por lo general de tos, dificultad para respirar y, en algunas ocasiones, vómitos.
Cuando la infección se encuentra en estado avanzado, es posible que se desarrolle gangrena, el hígado o el bazo aumenten de tamaño, los riñones funcionen de forma inadecuada y la presión arterial caiga a niveles peligrosamente bajos (produciendo un choque ). Puede sobrevenir la muerte.

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