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Introd ucción El ADN de todas las especies de organismos conocidas tie- ne la misma estructura química; sin embargo, cada organis- mo es completamente diferente a otro; la diferencia se debe al orden de las bases nitrogenadas en la molécula de ADN. Los organismos de una misma especie comparten secuen- cias en su molécula de ADN, pero aún dentro de la misma especie existen variaciones entre individuos. Organismos de una misma especie compartirán regiones de su secuen- cia hasta en más de 99%, lo que les confi ere características similares; más aún, los familiares cercanos tendrán secuen- cias con mayor parecido entre ellos, pero nunca serán igua- les, lo que defi ne la variabilidad genética intra e interespecies. En el caso del ADN humano, las secuencias que contie- nen a los genes son poco variables dentro de la especie; no obstante, el resto de la secuencia es muy propenso a la variabilidad y, debido a que hay millones de pares de bases por molécula de ADN y un alto porcentaje de ésta no codi- fi ca para una proteína, cada persona tiene una secuencia de ADN única, lo que permite identifi carlo tan sólo por el orden de sus pares de bases. Estas secuencias variables se denominan polimorfi smos. Existen dos tipos de polimorfi smos genéticos: los que muestran cambio de un solo nucleótido por sustitución de bases y los que implican cambios en el tamaño de la secuencia; esto puede deberse a inserciones o deleciones de secuen- cias de ADN, o bien a la repetición de bases (o combinación de bases) de manera continua en un segmento del ADN. Esta variabilidad es un proceso biológico común, ya que 30% de la secuencia de ADN es altamente repetitivo, lo que permite establecer patrones genéticos específi cos para identifi car individuos, es decir, para establecer una huella genética o huella de ADN (ADN fi ngerprinting). Por ello, los científi cos han desarrollado estrategias para poder identifi car individuos al analizar patrones repetitivos de ADN, los cuales no son un sello exacto, pero sí permiten relacionar muestras de un mismo origen o de personas emparentadas (familiares, ancestros comunes). Estas secuen- cias se eligieron porque se conoce que varían entre indivi- duos no relacionados, de tal manera que el análisis de un grupo de ellas para encontrar concordancias permite inferir asociaciones con probabilidades altas de que tener un mismo origen o ser de la misma persona. Un gen está representado como una sección de cromoso- ma, que equivale a un segmento de ADN con una secuencia determinada, con la información necesaria para crear una proteína específi ca. Los genes de un organismo contienen toda la información de manera precisa acerca de cada aspec- to y proceso de la formación y desarrollo de un individuo; si bien, los genes no pueden dictar su comportamiento, por lo que hay que considerar que el ambiente desempeña un papel muy importante en cómo estos genes se expresan a lo largo de la vida del organismo. Un gen se presenta en doble dosis, uno que aporta el padre y otro la madre; a estas copias se les llama alelos, por lo que hay dos alelos por cada gen, uno de origen materno y otro paterno. Estas formas alélicas de un mismo gen existen porque la secuencia del ADN está sometida a cambios, en ocasiones debido a mutaciones que suceden al azar pero que originan formas alternas de un gen, estables y hereda- bles, a veces con una función diferente al alelo original o silvestre. La mutación es la base de la variación gradual de la estructura genética de las poblaciones; esto es, la base de la evolución. La posición f ísica donde se ubica un gen en el genoma se denomina locus (loci en plural), por tanto los alelos sil- vestres o modifi cados de un mismo gen residen en un mis- mo locus. Cuando un individuo tiene diferentes formas alélicas en el locus se dice que es heterocigoto, ya que la secuencia de cada alelo puede generar variantes de la mis- ma proteína. Por el contrario, un homocigoto sería identifi - Polimorfi smos de ADN y huella genética 172 PARTE II • Metodología del ADN recombinante cado cuando el individuo presente la misma forma alélica (de origen paterno y materno) en el locus, el resultado de la expresión génica será un mismo producto proteico, ya sea a partir del alelo silvestre o del modifi cado. Polimorfi smos Las secuencias variables son múltiples en los organismos, los análisis de genética poblacional han permitido detectar dos o más alelos por cada una, y cuantos más alelos diferen- tes hay es más polimórfi co; es decir, hay mayor poder de identifi cación, ya que como existe mayor variabilidad en las secuencias, será menos probable que dos individuos com- partan las mismas regiones polimórfi cas. Se considera que hay un polimorfi smo genético cuando existen múltiples alelos de un gen en una población defi nida o, de manera más específi ca, cuando la secuencia de bases nitrogenadas de la molécula de ADN de un locus en particu- lar es variable entre los organismos de una población. La palabra polimorfi smo está compuesta por poli (muchos), morfo (forma) e ismo (proceso o estado); es decir, “de muchas formas”. Los ácidos nucleicos y las proteínas tie- nen la propiedad de presentarse en diferentes formas molecu- lares o en múltiples alelos, lo que puede tener implicaciones en las patologías moleculares. Un polimorfi smo puede observarse en un individuo completo (polimorfi smo fenotí- pico), en formas variables de proteínas o grupos sanguíneos (polimorfi smo bioquímico), en las características morfoló- gicas de los cromosomas (polimorfi smo cromosómico) o en el ADN, por diferencias en la secuencia nucleotídica (polimorfi smos del ADN). Las variantes alélicas de las secuencias codifi cantes de genes en el ADN, debidas a procesos normales de la función celular, propician la producción de codones polimórfi cos y, con ello, de formas alternas de las proteínas, aunque gene- ralmente sin que se altere la función del producto sintetiza- do, lo que permite diferenciar un polimorfi smo de una mutación, lo que se da generalmente al azar. El polimorfi smo puede presentarse en la región promo- tora del gen, lo cual infl uye en la expresión génica del ARN mensajero y, por ello, en la proteína que codifi ca (diferentes fenotipos) o inclusive identifi carse en regiones no traduci- das (intrones), de tal forma que no se tiene una interpreta- ción de su función, al menos conocida hasta ahora, pero siguen siendo secuencias que permiten diferenciar indivi- duos y especies. Los polimorfi smos, como las mutaciones, pueden clasi- fi carse, de acuerdo con su efecto, como polimorfi smos sinónimos o silentes (los que no cambian la traducción del producto proteico en la variación de la secuencia; esto es, los que, cuando la secuencia nucleotídica cambia, el co- dón que codifi caba al aminoácido original se cambia por otro que codifi ca para el mismo aminoácido o por otro con características químicas similares), y polimorfi smos no sinónimos (los que sí producen variación en la lectura del código genético, por alterar codones que cambian el senti- do de la traducción de un aminoácido por otro. Además, se considera que los polimorfi smos neutros, que son los que varían en su secuencia en regiones no codifi cables del ADN también son silentes. Un polimorfi smo se considera neutro si la presencia o ausencia del alelo no confi ere ninguna ven- taja o desventaja al individuo. Además, un polimorfi smo puede representar ventajas evolutivas para una determina- da población, como conferirle resistencia a condiciones medioambientales, de acuerdo con la zona geográfi ca en la que habita. El término polimórfi co es útil para defi nir genes o alelos, e incluso se observan secuencias que varían mucho, como en los alelos que defi nen los grupos sanguíneos y las molécu- las de los antígenos leucocitarios humanos (HLA, human leukocyte antigen, que constituye el complejo mayor de his- tocompatibilidad), a los que se consideraaltamente poli- mórfi cos. En genética, el concepto básico de polimorfi smo mencio- na que cuando un alelo en un locus en la población presenta una frecuencia de más de 1% se denomina polimórfi co. Este porcentaje indica que la presencia de estas variantes es común y no se da por azar, es decir, que el alelo menos común no puede mantener su frecuencia simplemente por muta- ción. Los polimorfi smos se acumulan en las poblaciones hasta que se tornan comunes entre las especies; entonces se deno- minan divergencia genética. Así, con el paso del tiempo, un polimorfi smo podría llegar a presentarse en un alto porcen- taje de una población e incluso ser tan común como un alelo silvestre. Por tanto, un alelo que originalmente pudo consi- derarse polimórfi co puede llegar a ser el alelo más común en una población. La combinación de secuencias en los alelos que se here- dan es única para cada descendiente; así, el análisis de sus polimorfi smos permite obtener un patrón o perfi l defi nido único para cada organismo, semejante al código de barras de los productos de los supermercados. A esto se le denomina huella genética individual, por su semejanza a las huellas dactilares, también únicas y características de cada persona. Los polimorfi smos se utilizan como marcadores genéti- cos para identifi car o relacionar a personas, ya que al ser heredables, generalmente sin cambios de padres a hijos, permiten establecer parentescos biológicos directos, ya que comparten los mismos marcadores. Para poder llevar a cabo estos estudios de marcadores, en primer lugar hay que defi nir los tipos de polimorfi smos genéticos, ya que pueden clasifi carse de acuerdo con dife- rencias de estructura, forma de transmisión, distribución, estabilidad, tamaño. Dado a que los métodos de estudio e identifi cación de polimorfi smos son diversos y cada opción tiene ventajas y desventajas, la utilización de varios tipos de polimorfi smos que aporten diferente información sobre su herencia e individualidad permite obtener resultados más amplios y útiles para una interpretación adecuada. CAPÍTULO 18 • Polimorfi smos de ADN y huella genética 173 Tipos de polimorfi smos Las características de las secuencias que permiten detectar sitios polimórfi cos son muy variables. Así, pueden diferen- ciarse dos tipos de polimorfi smos: los que involucran cam- bios en un solo nucleótido y en los que intervienen deleciones o inserciones de pocos o muchos pares de bases. De acuerdo con esta clasifi cación, los marcadores poli- mórfi cos más utilizados para realizar un perfi l genético son: • Polimorfi smos de un solo nucleótido o nucleótido único (single nucleotide polymorphism, SNP). • Polimorfi smos de longitud de fragmentos de restricción (restriction fragments length polymorphism, RFLP). • Número variable de repeticiones continuas o en tán- dem (variable numbers of tandem repeats, VNTR). De estos polimorfi smos se diferencian dos tipos: minisaté- lites y microsatélites. • Repeticiones cortas y continuas (short tandem repeats, STR). • Polimorfi smos del cromosoma Y. • Marcadores mitocondriales. • Insertion-deletion (InDel). Polimorfi smos de un solo nucleótido o nucleótido único Como su nombre lo indica, los SNP son variaciones en un solo nucleótido o par de bases en una secuencia dada (fi gu- ra 18-1). Estos polimorfi smos pueden estar representados por la deleción, inserción o sustitución de una base nitroge- nada en la secuencia nucleotídica normal. Este tipo de poli- morfi smo es muy frecuente, y se ha descrito que es posible encontrar un SNP en el ADN humano cada 1000 a 3000 pb, en secuencias codifi cantes de proteínas. Además, es posible que estén presentes de manera más cercana en el ADN no codifi cante, inclusive entre 500 a 1000 pb en promedio. Las ventajas de los SNP como biomarcadores son bási- camente su amplia distribución a través de todo el genoma humano, su frecuencia y su estabilidad; además, debido a su alta frecuencia, muchas enfermedades genéticas están cau- sadas por un SNP o se relacionan con la identifi cación de un SNP específi co. Polimorfi smos de longitud de fragmentos de restricción Este tipo de polimorfi smos se evidencian mediante el uso de enzimas de restricción, que cortarán determinadas secuencias de ADN. De este modo se generan fragmentos (de restricción), que pueden hibridar con sondas específi - cas para poder reconocerlos. Si un SNP afecta el sitio de restricción de una enzima, se evidenciará un polimorfi smo de restricción o RFLP. Cuando el cambio de un nucleótido altera la secuencia diana para una determinada enzima de restricción puede detectarse el polimorfi smo en función de la variación que éste genera en el patrón de restricción. En los casos en que el sitio de restricción se reconozca en ambas cadenas de ADN, se considerará un homocigoto, y al resolver los fragmentos en un corrimiento electroforético se obtendrá como resultado una sola banda en el gel, a una distancia determinada (fi gura 18-2). El hecho de que un individuo sea heterocigoto signifi ca que tiene alelos diferentes en un determinado locus, por lo que al identifi car su secuencia en un gel se observará más de una banda: una para el fragmento sin corte de restricción y otras con el corte. En este caso, el número de variantes alé- licas es siempre dos (C: corta/NC: no corta) y se maneja en función de la identifi cación del sitio de restricción por la enzima utilizada en la digestión, es decir, si corta o no corta en la secuencia analizada. En cambio, pueden identifi carse tres genotipos: homocigoto para corte C/C, heterocigoto C/NC y homocigoto para no corte NC/NC (fi gura 18-3). De esta manera se identifi ca a los individuos con reconoci- Gen EXÓN 2 Alelo 1 Alelo 2 Codón polimórfico C>A Segmento exón/intrón Polimorfismos genéticos CODONES POLIMÓRFICOS G G GC C C C CCT T TT A A G G G NC C A C CCT T TT A A Figura 18-1. Polimorfi smo SNP. Representado por el cambio de una base por otra. Figura 18-2. Polimorfi smos genéticos RFLP. Sitio de reconocimiento de la enzima de restricción en un fragmento de ADN, me- diante el cual se pueden evidenciar segmentos de diferente longitud de acuerdo con el fragmento de restricción generado. Resultado de la digestión. Alelo 1. Bandas variables (hay reconocimiento del sitio de restricción y hay corte enzimático; se evidencian dos fragmentos de 400 y 160 pb). Alelo 2. Banda única (no hay reconocimiento del sitio de restricción por la enzima, y por lo tanto no hay corte observando sólo una banda de 560 pb). Alelo 1 560 pb 400 pb Sonda Sitio de reconocimiento y corte 160 pb Alelo 2 174 PARTE II • Metodología del ADN recombinante miento de la enzima de restricción en ambos alelos, en uno solo o en ninguno de ellos (fi gura 18-3). El hecho de poder diferenciar homocigotos de heteroci- gotos mediante este tipo de polimorfi smos permite defi nir a los RFLP como codominantes; es decir, que ambos alelos se manifi estan sin dominar la expresión de uno sobre el otro. Sin embargo, a pesar de que los RFLP son prueba de que existe variación heredable en el ADN, este tipo de poli- morfi smos suele ser dif ícil de encontrar, y en todo caso, sólo permite determinar si se presenta o no un sitio poli- mórfi co en una secuencia específi ca. Por ello, su utilización en el diagnóstico indirecto es limitada, ya que normalmente presentan un número de alelos bajo. Satélites, microsatélites y minisatélites El ADN satélite se defi ne como secuencias repetitivas de tamaño variable, que pueden ir desde los 100 a los 200 nucleótidos repetidos en bloque uno tras otro (en tándem), cientos o miles de veces a lo largo del genoma. Estas secuen- cias están localizadas en la heterocromatina constitutiva (por ejemplo, en los centrómeros o en regiones cercanas a los telómeros), aunque en ocasiones están presentes en algunas regiones intracromosómicas. Asimismo, a lo largo de la secuencia de ADN es posible encontrar secuenciasen las que se repiten de 2 a 9 pb, deno- minados microsatélites, o repeticiones de 10 a 60 pb, llama- dos minisatélites, que son más útiles para estudios de identifi cación que los satélites. Su identifi cación se lleva a cabo mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR) con iniciadores específi cos que fl anquean el sitio de la secuencia donde están localizados los mini o microsatélites, y su variación se identifi ca de acuerdo con el número de secuencias repetidas presentes, que puede ir desde dos repeticiones hasta cientos. Los mini o microsatélites se encuentran muy distribuidos a lo largo del genoma, aunque los minisatélites, en particular, se localizan con frecuencia cerca de la región telomérica. Se consideran polimorfi smos codominantes, de tal forma que un heterocigoto generará dos bandas en un corrimiento electroforético, mientras que los homocigotos generarán sólo una banda con tamaño variable, de acuerdo con el número de repeticiones existen- tes en el individuo (fi gura 18-4). Estas regiones de ADN repetidas en bloque o en tán- dem están sujetas a procesos como duplicación o recombi- nación, por lo que pueden ser altamente variables y diferir mucho entre individuos, lo que las convierte en marcadores genéticos muy informativos. Polimorfi smos con número variable de repeticiones con- tinuas o en tándem, y con repeticiones cortas y continuas Los VNTR y STR se consideran microsatélites o minisatéli- tes, es decir, loci que corresponden a secuencias cortas de ADN (un par o trío de bases), repetidas en bloque o tándem un número específi co de veces. La longitud de estas secuen- cias puede ser de pocas bases hasta algunas decenas de Figura 18-3. SNP TNFR1-383 A>C, identifi cado por PCR-RFLP. Frag- mentos de digestión esperados para el polimorfi smo TNFR1 -383 A>C. Se muestra el patrón de bandeo obtenido de un gel de electroforesis donde se evidencia la digestión con la enzima Bgl II para el polimorfi smo TNFR1-383 A>C y se identifi can diferentes genotipos: AA (135 y 64 pb), que identifi ca el homo- cigoto para corte de la enzima de restricción; AC (199, 135 y 64 pb), donde se observa un heterocigoto, el cual muestra una banda sin corte debido a que no hubo reconocimiento por la enzima, y otro par de bandas que muestran el corte enzimático por el reconocimiento del sitio de restricción, y CC (199 pb), que muestra al homocigoto sin corte, es decir, que no presenta el sitio de reconocimiento para el corte por la enzima, y por lo tanto, ambos alelos se evidencian con una sola banda. Figura 18-4. Detección de microsatélites. La detección de micro- satélites se realiza en regiones no codifi cantes del ADN, en el cual se muestran alelos con diferencia en la repetición de nucleótidos de una secuencia analizada. Marcador 25 pb 300 pb 199 pb 135 pb 64 pb 275 pb 250 pb 225 pb 200 pb 175 pb 150 pb 125 pb 100 pb 75 pb 50 pb AA CC AC Gen INTRÓN 4 (GC)5 (GC)8 Alelo 1 Alelo 2 Segmento exón/intrón Polimorfismos genéticos MICROSATÉLITES Nucleótidos polimórficos N G G G GG G G GC C CC C CC C N NNNG C G C G CCCG G CAPÍTULO 18 • Polimorfi smos de ADN y huella genética 175 nucleótidos, y la cantidad de repeticiones determinará la variabilidad de alelos distintos en un mismo locus. Así, en un mismo cromosoma pueden existir regiones con diferen- te número de repeticiones en la población (fi gura 18-5). Estos polimorfi smos se localizan con frecuencia en regiones intrónicas o no codifi cantes, su longitud es varia- ble, de entre 20 y 100 pb repetidas y su variabilidad es alta dentro de las poblaciones, lo que permite su uso confi able en la identifi cación de individuos. Debido a que los polimorfi smos son heredables, una persona podrá presentar VNTR heredados de su madre y padre, pero no podría presentar VNTR que sus padres no tengan. De esta manera, las secuencias repetidas de un indi- viduo presentan un patrón único, y mientras más VNTR sean analizados más distintivo e individualizado será el per- fi l o patrón polimórfi co obtenido, tal como las huellas dac- tilares, sólo que a escala molecular (fi gura 18-6). El análisis con STR se basa en los microsatélites y se diferencian en motivos repetidos, denominados perfectos cuando se presentan sin interrupción y de forma ordenada (por ejemplo, TATATATATATATA); en caso contrario, se trata de repeticiones interrumpidas (TATATAGCTATAT) o combinadas (TATATAGCGCGCGCGCTATATA). La desventaja principal de este tipo de polimorfi smos es que no están distribuidos por todo el genoma, lo que limita su uso para determinadas condiciones o enfermedades; sin embargo, su aplicación ha sido amplia en pruebas de pater- nidad y en genética forense. Polimorfi smos del cromosoma Y El cromosoma Y tiene recombinación genética con su homó- logo (cromosoma X) sólo en aproximadamente 1% de su secuencia; por ello, la porción no recombinante es de espe- cial interés, ya que contiene secuencias que no se encuentran en otras regiones del ADN nuclear, además de que son pura- mente de herencia paterna a hijos varones. Si el interés es determinar relaciones familiares de heren- cia paterna, comparar familiares o descendientes varones, los polimorfi smos de utilidad serían secuencias específi cas del cromosoma Y, las cuales se identifi can mediante amplifi ca- ción de regiones determinadas, utilizando iniciadores espe- cífi cos. La secuencia de la heterocromatina del cromosoma Y es variable y a lo largo de la molécula se han identifi cado secuen- cias repetitivas tipo microsatélites, como repeticiones AC. Además, hay que considerar que el índice de mutación para el cromosoma Y es muy bajo y no tiene implicaciones nega- tivas para la reproducción, de manera que son variaciones muy útiles para identifi car parentescos o rastrear descen- dientes por línea paterna. Esto también ha servido, en los estudios evolutivos de la especie humana, para la determina- ción de un origen común, producto de una sola migración procedente de África. Marcadores polimórfi cos mitocondriales La mitocondria es un organelo celular que existe en múlti- ples copias según el tipo de célula. Las mitocondrias son exclusivamente de herencia materna, es decir, todos los des- cendientes tendrán en sus células mitocondrias de su madre. Esto se debe a que en el momento de la fecundación el óvulo conserva las mitocondrias en el citoplasma, mientras que las mitocondrias de espermatozoide, que se encuentran en el cuello, entre la cabeza y la cola, se eliminan y no se integran al interior del óvulo para la formación del embrión. Este método permite identifi car a individuos de acuerdo con parentescos por línea materna, ya que todos los hermanos, hombres y mujeres, compartirán la misma información en su ADN mitocondrial (ADNm).Las ventajas del análisis del Figura 18-5. Análisis de VNTR. Se muestra el análisis de VNTR en alelos de diferentes individuos, en el cual se observa la variación en el número de secuencias repetidas en bloque o tándem, que será distintivo para cada individuo, de acuerdo con el marcador evaluado. Figura 18-6. Identifi cación de parentesco. De acuerdo con el patrón de bandeo de un análisis de marcadores heredados de padres a hijos se realiza la identifi cación del parentesco. Polimorfismos genéticos 3 repeticiones Sonda (southern blot) Unidad repetida en tándem Alelo 1 Alelo 2 Alelo 3 6 repeticiones 10 repeticiones VNTR Abuelos Padres Hijos E,H C,H B,CD,GA,F F1 F2 F,G F,C C,F F,H F,3 A B C D E F G H 176 PARTE II • Metodología del ADN recombinante ADNm es que existen múltiples mitocondrias (1 × 103-1 × 104 copias) por célula, cada una con varias moléculas de ADNm, caracterizado por ser una doble hebra circular y tener un genoma pequeño (16569 pb, que codifi ca para 37 genes). Además, este genoma presenta una alta tasa de mutación (5 a 10 veces más que el ADN nuclear), lo que le confi ere hipervariabilidad. Este tipo de análisis es útil, sobre todo para análisisevolutivos, antropológicos o forenses, o cuando no se tiene fácil acceso al ADN nuclear, éste está deteriorado o existe en ínfi mas cantidades. Para llevar a cabo este tipo de análisis, es necesario extraer el ADNm. Para ello, se requiere amplifi car regiones determinadas del ADNm, en particular las regiones hiper- variables HV1 (16024-16035, 342 pb) y HV2 (73-340, 267 pb), localizadas en la región control, que es la zona que regula la transcripción de la molécula. Estos segmentos de ADNm son luego secuenciados y comparados con mues- tras de familiares provenientes por línea materna, por el tipo de herencia mitocondrial, para detectar diferencias en la secuencia génica. Insertion-deletion Se han descrito polimorfi smos que consisten en bases inser- tadas o suprimidas. Las secuencias involucradas son peque- ñas, en general de hasta 10 pb; sin embargo, es posible que se presenten secuencias de hasta 1000 a 1500 pb, como en el caso de la inserción de elementos transponibles o transposo- nes (fenómeno de transposición, presente en algunos genes que pueden moverse a través del genoma y reinsertarse en lugares defi nidos en otra región cromosómica). Polimorfi smos de secuencias aleatorias Es posible analizar polimorfi smos de fragmentos o secuen- cias de ADN amplifi cado de forma aleatoria (Random Amplifi ed Polymorphic ADN, RAPD). La ventaja de esta técnica es que no se requiere conocimiento previo de la secuencia ni sondas homólogas, como en los RFLP, lo que la convierte en una opción como prueba tamiz. En este caso, para la amplifi cación se utilizan iniciado- res de 8 a 10 pb con secuencia aleatoria, de manera que, de encontrarse las secuencias de complementariedad entre el iniciador y la muestra de estudio, puede amplifi carse una muestra representativa del genoma. Al realizar análisis por electroforesis se evidenciarán múltiples bandas que muestran fragmentos de ADN; es decir, si existiera homología en las secuencias éstas serían amplifi cadas y evidenciadas como una sola banda, mientras que si no existiera homología entre el iniciador y la muestra, debido a algún cambio en la secuencia que hiciera perder la región de acoplamiento del iniciador, entonces el fragmento no amplifi caría y no habría banda. Con este método no es posible diferenciar heterocigotos de homocigotos que pre- senten la secuencia, ya que en ambos se presentaría la ban- da en el gel, por eso se dice que es una prueba tamiz, ya que sólo identifi ca si se encuentra la secuencia en la muestra, pero no si esta secuencia se presenta en múltiples alelos o sólo en uno. Polimorfi smos de proteínas Pueden realizarse estudios de polimorfi smos de proteínas, mediante la identifi cación de la secuencia de aminoácidos. Esto es especialmente útil para la diferenciación de isoenzi- mas en el citoplasma celular, mediante la detección de mutaciones no sinónimas en el ADN, que ocasionarían que la estructura primaria de la proteína tuviera variaciones, aunque sin alterar su acción sobre un mismo sustrato, sino que sólo afectaría su afi nidad por el mismo. Este análisis se lleva a cabo mediante electroforesis, basado en que, al cambiar en la secuencia un aminoácido por otro con propiedades fi sicoquímicas diferentes (por ejemplo, un aminoácido por uno básico, o uno polar por uno no polar), la estructura fi nal de la proteína sería diferente y sus patrones de migración en la electroforesis se verían afectadas, ya que las cargas e interacciones entre aminoáci- dos tendrían variaciones. Estas variantes se consideran polimorfi smos codominantes, ya que pueden tener función proteica a la par de su homólogo silvestre. Este análisis es útil para identifi car polimorfi smos en pro- teínas que tienen función enzimática. Las variantes pue- den dar diferente respuesta metabólica y ocasionar que la homeostasis se altere. Hay que considerar, sin embargo, la infl uencia ambiental, ya que si ésta es mínima es más sencillo analizar las consecuencias de un polimorfi smo en la activi- dad de la enzima. Como ejemplo cabe mencionar las enzi- mas metabólicas de la familia citocromo P-450 (CYP450), que intervienen en la transformación, neutralización y elimi- nación de compuestos, por ejemplo, de los medicamentos. Utilidad del análisis de patrones polimórfi cos o huella genética de ADN Los métodos de estudio, cada vez más precisos, permiten llevar a cabo los análisis de marcadores genéticos casi con certeza absoluta. Sin embargo, el estudio de polimorfi smos requiere de conocimientos técnicos y científi cos adecuados, además de una gran experiencia en la interpretación de los resultados, a fi n de que éstos sean confi ables. La creación de perfi les genéticos por medio de polimor- fi smos se realiza con marcadores o regiones con patrones de repetición defi nidas (micro o minisatélites). El perfi l genético, o huella de ADN, determinará el genotipo de un individuo de acuerdo con los marcadores genéticos analizados. Cuanto mayor sea el número de marcadores analizados, mayor será la certeza para la identifi cación del individuo o para la confi r- mación de la relación fi lial, lo que permite realizar estudios de paternidad, fi logenéticos, o de genética forense o criminalísti- ca, para la identifi cación molecular de individuos. Los polimorfi smos pueden asociarse directa o indirec- tamente a patologías o procesos de enfermedad específi cos, CAPÍTULO 18 • Polimorfi smos de ADN y huella genética 177 o incluso servir para establecer asociaciones entre la pre- sencia del polimorfi smo con un gen defectuoso cercano a él, por estudios de desequilibrio de ligamiento o solamente como marcadores de susceptibilidad, en los que su identifi - cación permite establecer riesgos para el desarrollo de enfermedades multifactoriales. Los polimorfi smos conocidos y más útiles son general- mente modifi caciones puntuales de la secuencia de ADN. Estas modifi caciones se estudian principalmente para estu- dios de riesgo genético para diversas enfermedades, aunque también se consideran las variaciones de secuencia de frag- mentos de cromosomas, como las alteraciones cromosómi- cas estudiadas en el cariotipo, los segmentos polimórfi cos en la heterocromatina del cromosoma Y, o las secuencias repetitivas, inserciones o deleciones, entre otras. Estas últi- mas, si bien también sirven para el diagnóstico genético, son más útiles para estudios de identifi cación familiar, fi lia- ción, identifi cación de individuos en accidentes, criminalís- tica y ciencia forense, entre otros. La identifi cación de SNP tiene una gran importancia en la investigación biomédica, ya que ha permitido conocer y entender el proceso de enfermedad, así como poder esta- blecer estrategias de tratamiento, control y prevención. Su aplicación clínica incluye, por ejemplo, la identifi ca- ción de genotipo E4 del gen de apolipoproteína E humano (APOE), que se ha asociado con enfermedades del metabo- lismo de lípidos y con susceptibilidad a desarrollar la enfer- medad de Alzheimer. En el gen del metil-tetrahidrofolato reductasa (MTHRF), involucrado en el metabolismo de folatos, se reconoce como distintivo el polimorfi smo Cis677Tre, que genera una enzi- ma termolábil menos activa. Esto produce niveles bajos de folato en plasma y niveles elevados de homocisteína, lo que está ligado a enfermedad cardiovascular. Los polimorfi smos en enzimas metabolizadoras de fár- macos ocasionan diferencias en la respuesta al tratamiento y en efectos de éste entre pacientes, ya que la biotransfor- mación de cada compuesto puede variar, según el genotipo del individuo. Los SNP en estas enzimas han servido para identifi car de forma temprana efectos secundarios a fárma- cos, incompatibilidad o resistencia a terapias y variación en la efi cacia de medicamentos. Todo esto ayuda al médico en la toma de decisiones de la terapéutica adecuada para cada paciente. A este proceso se le conoce como medicina perso- nalizada. Para la farmacogenética es degran utilidad el estudio de los genes CYP450, entre ellos el CYP2D6, que metaboliza una gran cantidad de fármacos y presenta múltiples varian- tes alélicas. Se defi nen cuatro fenotipos, de acuerdo con la actividad que presente su producto génico, es decir, si serán metabolizadores rápidos, funcionales, lentos o pobres (sin función enzimática). Todo ello conlleva implicaciones clíni- cas importantes. Por un lado, en un metabolizador lento o pobre la permanencia en la célula de los compuestos o sus formas reactivas más tiempo del necesario podría ocasio- nar toxicidad, debido a la falta de uno de los alelos funcio- nales (lento) o por tener alelos que producen variantes poco funcionales de la enzima (isoenzimas) o carecer de la enzi- ma (pobre). Por otro lado, un metabolizador rápido (o ultrarrápido) puede tener más de dos copias del alelo activo, lo que produce enzimas altamente funcionales con activi- dad enzimática acelerada, de manera que el compuesto se metaboliza tan rápido que posiblemente pierda efi cacia. También son importantes los polimorfi smos de acetila- ción de genes involucrados en el metabolismo de una gran variedad de compuestos con arilaminas e hidracinas, ade- más de carcinógenos. Estos compuestos son metabolizados por la enzima citosólica N-acetiltransferasa (NAT2), donde la identifi cación de polimorfi smos se ha asociado con una función disminuida de la enzima. A esto se le conoce como fenotipo acetilador lento y conlleva riesgo o susceptibilidad aumentada a padecer cáncer colorrectal o de vejiga. Para el diagnóstico genético, el estudio de polimorfi s- mos tipo SNP permite identifi car variantes alélicas que se han asociado con riesgo de presentar enfermedades, sobre todo multifactoriales. Estas determinaciones ayudan a esta- blecer programas de prevención, ya que al ser multifacto- rial, el componente ambiental tiene una gran importancia. Así, si se sospecha o existe la certeza de tener variantes génicas de riesgo es posible hacer cambios en diversos fac- tores del estilo de vida que puedan desencadenar la enfer- medad. Por ejemplo, diversos SNP se han asociado con la predisposición a padecer diabetes tipo 2, entre ellos SNP en el gen PPARG (peroxisome proliferator-activated receptor gamma o receptor de glitazona NR1C3, rs1801282 Pro12Ala, C/G), receptor nuclear implicado en el metabolismo de glu- cosa y en el catabolismo y almacenamiento de los ácidos grasos. El gen ENPP1 (ecto-nucleótido pirofosfatasa/fosfo- diesterasa 1 o PC1, rs1044498 Lis121Gln, C/A), que codifi - ca para una glucoproteína de membrana clase 2, se ha asociado con resistencia a la insulina. Además, el gen IL6 (interleucina 6, rs1800795 -174, G/C) es citocina con fun- ciones biológicas diversas, incluida la respuesta inmune. Además, en muchos de los SNP asociados se han encontra- do variantes no sinónimas, de tal manera que el producto génico de la secuencia modifi cada tendría una alta probabi- lidad de conferir alteraciones funcionales. Por otro lado, la tipifi cación de genomas microbianos per- mite determinar la distribución de los tipos microbianos en determinada población, su patogenicidad y resistencia a trata- mientos o inmunogenicidad. Esto permite monitorizar pobla- ciones en riesgo de manera anticipada, identifi car patrones de transmisión y crear nuevos fármacos o vacunas. Métodos de detección de patrones polimórfi cos o huella de ADN A fi n de encontrar secuencias específi cas con un patrón determinado que permitan el corte con enzimas de restric- ción o que puedan hibridarse para su detección, se emplean 178 PARTE II • Metodología del ADN recombinante varios abordajes comunes, basados en la homología de las secuencias de ADN con sondas específi cas. Según las reglas de Chargaff , el grado en el cual dos secuencias de ADN se complementen o emparejan se le lla- ma homología. Una complementariedad total entre dos frag- mentos de ADN demuestra una alta homología, mientras que una complementariedad sólo en una pequeña porción de pares de bases pone de manifi esto una baja homología. Para detectar polimorfi smos se pueden emplear diversas técnicas el Southern blot es un método ideal para detectar polimorfi smos en el ADN, ya que mediante el uso de sondas específi cas para identifi car secuencias repetidas (VNTR o STR), localiza regiones de hibridación homólogas a una secuencia de interés. Asimismo, la PCR con enzimas de res- tricción y electroforesis permite localizar secuencias blanco (ver el capítulo 15, Técnicas de hibridación). Existe también una técnica en la cual, mediante PCR, se amplifi can regiones polimórfi cas que incluyen varios poli- morfi smos (AmpFLP). Esta técnica se ha automatizado y permite estudiar y crear árboles fi logenéticos, basados en análisis comparativo de muestras de ADN individuales. Así, pueden distinguirse VNTR de manera sencilla y a un costo relativamente bajo, lo que hace a este tipo de métodos populares aun en laboratorios o países con bajos recursos. Para el análisis de STR, los loci con STR, en primer lugar, se tratan con iniciadores específi cos para amplifi car fragmentos que contengan secuencias cortas (cuatro bases repetidas) con repeticiones continuas, para después ser separadas por electroforesis en gel o capilar, a fi n de docu- mentar el número de repeticiones y distinguir patrones de repetición que puedan compararse y asociarse con un estándar o blanco. Se debe contar con una secuencia de referencia para establecer o descartar asociaciones, por ejemplo, en una investigación criminal, contar con mues- tras de ADN obtenidas de una víctima, para que puedan compararse con la muestra del sospechoso. Los STR son comunes, los comparten 5 a 20% de las personas, lo que obliga a la búsqueda de combinaciones de loci en reacciones multiplex, para lograr un método ade- cuado de discriminación e identifi cación precisa, al consi- derar siempre una secuencia base o de referencia con la cual hacer la comparación. Controversias en el análisis de la huella genética La identifi cación de polimorfi smos para establecer un patrón genético o huella genética es útil en diversos campos de estudio. Por ejemplo, en ciencias forenses permite com- parar sospechosos mediante muestras de sangre, cabello, saliva o semen, a fi n de determinar responsabilidad o exone- ración en juicios criminales. También es útil en la identifi ca- ción de restos humanos, familiares extraviados, pruebas de paternidad, identifi cación de inmigrantes o personas indo- cumentadas, para establecer relaciones biológicas familiares para confi rmar, por ejemplo, la situación legal de un menor, su nacionalidad u origen, y también son útiles para determi- nar la compatibilidad de órganos en trasplantes, así como para defi nir el origen y/o la composición de alimentos; inclu- so puede usarse en estudios evolutivos de poblaciones ani- males salvajes o para postular hipótesis acerca de la genética poblacional y las migraciones humanas a través del tiempo. A pesar de que este método de identifi cación mediante la huella de ADN se considera equivalente al código de barras de un producto comercial, ya que cada persona tiene un patrón genético específi co, hasta ahora los VNTR sólo dan evidencia de probabilidad (mayor o menor) de que el patrón genético analizado sea homólogo o concuerde con el de una persona en particular. Sin embargo, esta probabi- lidad estaría defi nida como de homología de 1 en 2 mil millones, lo que no descarta la posibilidad de que no lo sea o, lo que es más común, de que la técnica se haya llevado a cabo de manera poco confi able y haya error o falsos positi- vos. Esto se ha abordado con prontitud y actualmente exis- ten normas y reglamentaciones universales de seguridad y precisión en el análisis de huella de ADN, que permiten minimizar el error técnico. Para solventar estos problemas es útil la automatización de los procesos, así como el análisis de combinaciones de polimorfi smos raros (opoco comunes entre las personas). Éstos permiten crear patrones que incrementan la probabi- lidad de que las muestras en comparación efectivamente coincidan, en el caso de identifi car que provengan de la misma persona, o que correlacionen, en el caso de estable- cer relaciones biológicas familiares, considerando las varia- ciones debido a diferencias en raza o etnia. Todo ello involucra en gran medida a la genética de poblaciones para establecer relaciones entre líneas raciales. En un futuro la huella del ADN podría ser una herra- mienta útil de identifi cación para todas las personas al nacer, aunque sobre este tema todavía existe controversia respecto a asuntos bioéticos. Hasta el momento existen bases de datos, sobre todo de carácter judicial, que permi- ten identifi car a sospechosos en juicios criminales, lo que deja fuera a todas las personas que no hayan pasado por algún proceso de este tipo. Se plantea que solicitar la huella genética de cualquier persona sin alguna razón de carácter penal podría considerarse discriminatoria. Esto sería fácil- mente rebatible si la prueba se aplicase a toda persona al nacer, ya que sería una forma de identifi cación personal válida y confi able; sin embargo, los costos que implica llevar a cabo el análisis para cada persona aún son muy altos, lo que lo vuelve de momento una alternativa no práctica y poco viable. Otra implicación de carácter ético se refi ere al diagnós- tico genético, ya que realizar análisis de polimorfi smos aso- ciados a enfermedades produce resultados (positivos o negativos) que atañen a la familia por completo y no sólo al propositus o individuo en estudio. Ello, en ocasiones, ante enfermedades o situaciones delicadas, genera confl ictos CAPÍTULO 18 • Polimorfi smos de ADN y huella genética 179 entre lo que deben o no saber los demás miembros de la familia y/o cuánto poder tiene el propositus para evitar que dicha información pueda difundirse o utilizarse para otros fi nes, de carácter comercial o legal que pudieran afectarle en su vida laboral o personal. Éste sería el caso si las compa- ñías aseguradoras pudieran defi nir primas específi cas a personas con determinado patrón genético. Por otra parte, la identifi cación de factores de riesgo o predisposición a diversas enfermedades sería sumamente útil para la pre- vención y el tratamiento adecuados de las enfermedades y generaría benefi cios médicos y socioeconómicos evidentes, sin dejar de lado por supuesto el estudio y el control del factor ambiental, con grandes implicaciones en el desarro- llo y la expresión de cierto perfi l genético. I. Identifi cación de fragmentos de restricción para genotipifi - car de forma diferencial homocigotos de heterocigotos: 1. Indique en la línea inferior de cada carril los genotipos correspondientes a los siguientes fragmentos de diges- tión, para cada una de las muestras de los pacientes re- presentadas en el siguiente gel. Fragmentos de digestión esperados: GG (131, 103, 60 pb), GC (163, 131,103, 60 pb), CC (131 y 163 pb). Enzima de restricción utilizada: BglII Gel donde se muestra la digestión para el polimorfi smo TGFB1+915 C>G II. Identifi cación de parentesco a partir de la herencia de ale- los 1. De acuerdo con el siguiente patrón de bandeo, identifi - que en la línea el genotipo de cada uno de los hijos en esta genealogía. 2. Considere el siguiente análisis de marcadores de una fa- milia y, tomando como base los alelos distintivos de am- bos padres, identifi que y explique la fi liación de cada uno de los hijos. Ejercicios de repaso Marcador 25 pb 300 pb 275 pb 250 pb 225 pb 200 pb 175 pb 150 pb 125 pb 100 pb 75 pb 50 pb 25 pb 1 2 3 4 5 PACIENTES F1 1,2 3,4 1,4 F2 F3 5,6 7,8 5,7 Abuelos Padres Hijos Genotipos 1 2 3 4 5 6 7 8 Madre Padre Hijo 1 Hijo 2 Hijo 3 Hijo 4 180 PARTE II • Metodología del ADN recombinante Daniels M., Trowern A. Pharmacogenomics SNPing away. Bioche- mist. 2003:19-23. Hartl D. A primer of population genetics, 3ª ed. Boston: Sinauer Associates; 2000. Jeffreys A.J., Wilson V., Thein S.L. Hypervariable ‘minisatellite’ regions in human DNA. Nature, 1985;314:67-73. Jeffreys AJ, Wilson V, Thein S.L. Individual-specifi c ‘fi ngerprints’ of human DNA. Nature, 1985;316(6023):76-79. Passarge E. Color Atlas of Genetics. Nueva York: Th ieme Medical Publishers; 1995:411. Suzuki D.T., Griffi ths A.J.F., Miller J.H., Lewontin R.C., Introduc- ción al análisis genético. Madrid: McGraw-Hill Interamericana, 1992:800. Wang H., Kim R.A., Sun D., Gao Y., Wang H., Zhu J., et al. 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