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2 3 12. El caso JC. Un acercamiento original a la figura de Jesús. AA.VV. 13. Hablar de Dios con el cuerpo. Equipos de Pastoral HH. de San Juan de Dios. 14. Religión, religiosidad alternativa y sectas. José Luis Sánchez Nogales. 15. Jornadas de convivencia y reflexión con jóvenes. Alfonso Francia. 16. La orientación vocacional. José Sorando. 17. La Biblia en las manos del pueblo. Lourenço Gauci. 18. Catequesis Prebautismal. Emeterio Sorazu. 19. Materiales para la clase de Religión en Primaria/1. Miguel Ángel Torres / Gemma Villar. 20. Materiales para la clase de Religión en Primaria/2. Miguel Ángel Torres. 21. Materiales para la clase de Religión en Primaria/3. Miguel Ángel Torres. 22. Formación de jóvenes para la vida/1. AA.VV. 23. Formación de jóvenes para la vida/2. AA.VV. 24. Cristiano vivo. Cesáreo Fernández de las Cuevas. 25. Hasta dar la vida. José Miguel Núñez. 26. Ejercicios Espirituales. José María Rueda, S. J. 27. Encuentros vocacionales con jóvenes. Secundino Movilla. 28. Materiales para la clase de Religión en Bachillerato. M. A. Torres / J. L. Méndez. 29. Catequesis del matrimonio. Eugenio Alburquerque. 30. Convivencias para Adviento y Cuaresma. Álvaro Ginel. 31. Hacia la Pascua. José Real Navarro. 32. De Getsemaní a Pascua. Equipo Pasionista. 33. ¿Quién decís que soy yo? José Miguel Núñez. 34. Preparad el camino. José Real Navarro. 35. Convivencias con mujeres. María del Carmen Cirujano. 36. Encuentros sobre la Eucaristía. José Antonio Rivera. 37. Convivencias con grupos. Miguel Ángel Lucea. 38. Los cristianos en la Historia/1. Miguel Ángel Torres Merchán. 39. Mejoremos nuestras reuniones. Enzo Bianco. 40. Los cristianos en la Historia/2. Miguel Ángel Torres Merchán. 41. ¡La vida de Jesús en juegos! José María Escudero. Colección RECURSOS DE PASTORAL ÚLTIMOS TÍTULOS PUBLICADOS 4 42. Claves de acción pastoral con los excluidos. Julio César Rioja. 43. Apuntes de Pastoral Gitana. Sergio Rodríguez. 44. Talleres de formación de evangelizadores jóvenes. Secundino Movilla. 45. Educar: un compromiso cristiano. José María Escudero. 46. Días mundiales. Almudena Colorado. 47. Descubrir el templo cristiano. Miguel Ángel Torres. 48. Un curso a ritmo de juego. José María Escudero. 49. La Educación de la Interioridad. Elena Andrés. 50. La Palabra de Dios, fuente de oración. Álvaro Ginel. 51. Catequesis con dibujos. Álvaro Ginel. 5 6 7 Segunda edición: enero 2002. Página web de EDITORIAL CCS: www.editorialccs.com © 2001. José Miguel Núñez © 2001. EDITORIAL CCS, Alcalá, 166 / 28028 MADRID Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pú bli ca o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográ - fi cos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Diseño de portada: Olga R. Gambarte Dibujos interiores: Domingo Sánchez ISBN (pdf): 978-84-9023-546-1 8 http://www.editorialccs.com http://www.cedro.org MANUAL DE INSTRUCCIONES Seguro que te has preguntado alguna vez cómo vivir con más autenticidad tu seguimiento de Jesús. Aunque ya estás en camino, sin embargo echas en falta mayores dosis de entrega y te gustaría responder mejor a la iniciativa de Dios en tu historia personal. La cosa no es nada fácil, claro. Es más, probablemente esta preocupación nos acompañará siempre. Tampoco pretenden estas páginas ofrecerte una «solución mágica». ¿Sabes? El esfuerzo por crecer «hasta la estatura de Jesús» es un compromiso que dura toda nuestra vida. Y me temo que no hay atajos. Lo que sí es cierto es que podemos «hacer camino al andar». Este «tiempo fuerte» puede ser una buena oportunidad para dar algunos pasos decididos o darle un golpe de timón a nuestro vivir rutinario. ¿Te animas? Aquí tienes un itinerario de Cuaresma para jóvenes creyentes con corazón inquieto. Una «propuesta» para ti. No es un «itinerario al uso». No se trata de un simple comentario o de una introducción a cada semana de este tiempo fuerte. Ni siquiera quiere ser una «receta fácil» para preparar la Pascua. No se trata de leer o meditar, no. Se trata de caminar. ¿Quieres venir? No es un sendero fácil. Hay quienes se las prometen bien felices pero… la tentación del «abandono» la experimentarán a la vuelta de la esquina. Tendrás que entrenarte un poco porque se necesita «mucho fondo» y buen ritmo. Calcula tus posibilidades pero, ¡no te preocupes! No hay que ser un superman. Basta con que quieras «ponerte en forma», seas constante y descubras dónde queda el punto de llegada. ¡Ah! Es verdad. Perdona. No te lo había dicho. ¡Qué despiste! Se trata de caminar, pero ¿hacia dónde? Tendrás que descubrirlo tú mismo. No, no es una broma. Vas a seguir las huellas de Jesús y a medida que avances, te darás cuenta de que cada vez se 9 perfila de forma diferente el horizonte. No pierdas de vista su figura ni te alejes de los trazos dejados en el sendero porque serán tu única referencia en el camino. Allá a lo lejos, recortada al atardecer, aparece la silueta de la cruz. ¿Comprendes ahora? ¡Hasta dar la vida…! Si te decides a empezar, aquí tienes un «manual de instrucciones». Antes que nada, lee con detención estas líneas. En ellas encontrarás indicaciones precisas sobre cómo proceder, sobre todo al principio. El «mapa de ruta» es el que tienes en las manos. Te debe acompañar todo este tiempo. Vuelve a él cada día, a ser posible siempre a la misma hora. Es importante marcar el ritmo cotidiano en medio de las mil ocupaciones que tienes. Dos indicaciones importantes: intenta ser constante y esfuérzate por acoger las sugerencias de cada momento. Te hará falta, quizás, un poco de voluntad y una chispa de creatividad personal. Haz buen acopio de todo esto en tu mochila antes de partir. En tu equipaje, sólo dos cosas serán imprescindibles: la Palabra de Dios será tu compañera de viaje más fiel. Tu vida «a flor de piel» será el ámbito donde confrontarla en toda ocasión. Después del trecho cotidiano, siéntate a la vera del camino y haz un hueco para la escucha de la Palabra y el encuentro con Jesús. Será la brisa fresca que aliviará tus pies cansados y el bálsamo que cicatrizará alguna que otra herida de la batalla de la vida diaria. La oración, la escucha, el encuentro… te ayudarán a iluminar cada jornada. Quizás descubras una luz nueva y un amanecer novedoso desde los que afrontar cuanto acontece. El itinerario dura cinco semanas. Allá, al fondo, se perfila la Pascua. Caminar con Jesús es poner los pies allí donde él pisó, hacer nuestro su mensaje, captar su mirada y abrir nuestras manos (acaso atravesadas en el madero) para dar vida a nuestro alrededor. Estas páginas quieren ayudarte al encuentro con el Maestro y a responder desde la vida a su propuesta liberadora. ¡Buena andadura! Sevilla Solemnidad de la Madre de Dios 10 La Cuaresma es el tiempo de la «escucha» y la acogida de la Palabra que ilumina nuestra vida y nos invita a la transformación, al cambio, a la conversión… Se trata de rehacer el camino andado cuando hemos equivocado las veredas… Por eso, haz un «hueco» (15 o 20 minutos) en cada jornada para acercarte a la Palabra y dejarte susurrar al oído cuanto el Señor tenga que decirte. Afina el oído para percibir su presencia en la «historia salvadora» que narra cada día la Escritura y «agudiza tus sentidos» para saber leer los signos de su cercanía en los acontecimientos que vives y en cada persona con la que compartes el camino. LA PALABRA DE DIOS EN MI VIDA 11 No olvides que Dios habla al corazón y que sólo descubrirás su presencia en la «brisa suave» de tu vida… No valen las «prisas», el mucho hacer y el «no tengo tiempo». Será importante, por el contrario, encontrar el momento y la sintonía adecuados para «escuchar» su voz y poder iluminar la vida. Encuentra un LUGAR en tu habitación en el que colocar, bien visible y con particular cuidado, la Escritura... quizás con la «luz» (una pequeña vela) del compromiso delante. Proponteun momento cotidiano en tu horario y trata de ser muy fiel a él. Remueve la buena tierra de tu vida para acoger el agua fresca de la Palabra que en estos días lloverá abundantemente sobre ti… ¡Buena andadura! 12 13 14 • Antes de celebrar la Eucaristía en este domingo, dedica 20 minutos a confrontarte con la Palabra. • Busca el lugar adecuado, escoge la mejor postura posible y serénate. Haz un momento de silencio. Cierra los ojos e invoca al Espíritu: ¡Espíritu Santo, ven! • Haz un momento de oración antes de continuar: DOMINGO I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor, ilumina mi corazón con tu Palabra, abre mis oídos y mi corazón a cuanto tienes que sugerirme y dame la audacia necesaria para hacerlo realidad en mi vida... a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos». 2. ATENTOS A LA PALABRA 15 • Gn 2,7-9;3,1-7; Rm 5,12-19; Mt 4,1-11. • Dios tiene grandes proyectos sobre el hombre: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza» (Gn 1,26); pero desde los primeros pasos del camino, la realidad del pecado rompe el plano de Dios. Cuando el hombre en su libertad recorre caminos que no son los de Yahveh (Gn 2,7-9;3,1-7), equivoca la estrategia y se descubre perdido y solo. Toda la historia de la salvación no es más que el entretejerse de la iniciativa de Dios que tiende la mano al hombre y la tozudez de éste que se empeña en darle la espalda. • Y así como «por un hombre entró el pecado en el mundo (…), cuánto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación» (Rm 5,12-19). La Buena Noticia de Jesucristo es, pues, el hombre nuevo según Dios. Todos estamos llamados a «reproducir» en nosotros los rasgos de Cristo, acogiendo el derroche de Gracia que brota de su costado atravesado y experimentando la cercanía de Dios que en su Hijo ha abrazado a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos. • Gn 9,8-15; 1Pe 3,18-22; Mc 1,12-15. • Un momento importante de esta historia salvadora, es narrada también en el primer domingo de Cuaresma: se trata del pacto que Dios establece con Noé (Gn 9,8-15) y con él, la intención de recomenzar, de hacer nuevas todas las cosas. Con el relato del diluvio, con matices ciertamente míticos, el autor sagrado nos quiere hacer comprender la necesidad de volver a Dios, de no alejarnos de él, de renovar al hombre para que éste pueda recuperar la armonía de los orígenes. Es la propuesta que el tiempo de Cuaresma nos hace a los cristianos: cambiar de mentalidad, cambiar de vida… para volver el rostro a nuestro Dios. • Así nos lo recuerda Pedro en su carta: «Cristo murió por nuestros pecados... para conducirnos a Dios» (1 Pe 3,18). Nos insiste el Apóstol que pidamos a Dios un corazón y una conciencia puras, el corazón y la conciencia del hombre nuevo en Cristo. Jesús nos llama a la libertad de Dios y de su Reino, que es servicio (voluntad del Padre), donación (no bastan un poco de tu tiempo o de tus cosas) y amor (sin él, CICLO B 16 lo demás de nada sirve). ¿Recuerdas aquello de 1Cor 13,1-13? • Dt 26,4-10; Rm 10,8-13; Lc 4,1-13. • «Mi padre fue un arameo errante…» (Dt 26,4-10), leemos en el libro del Deuteronomio. Es la historia siempre recordada y actualizada en el «hoy» del pueblo de Israel. Es la memoria que no olvida cómo Yahveh ha liberado a los antepasados de la esclavitud de Egipto abriendo las aguas del Mar con brazo poderoso y conduciéndolo a una nueva tierra que mana leche y miel. Es el «éxodo» que el hombre debe recorrer continuamente cuando se descubre «esclavo» y en tierra extranjera, alejado de Dios. El texto, en la liturgia de la Palabra de este domingo, es una invitación a renovar la esperanza y a ofrecer al Señor las «primicias» de una vida más acorde con su proyecto. • La historia de la salvación encuentra su punto culmen en Jesucristo, el Señor. Pablo, en su carta a la comunidad de Roma (Rm 10,8-13), invita a los cristianos a vivir desde la fe, es decir, confesando con el corazón el señorío de Jesús en la propia vida y adhiriendo la propia existencia al Dios de la vida que ha resucitado a Jesús de entre los muertos. La Cuaresma, apenas iniciada, no puede hacernos perder de vista el horizonte de la Pascua hacia el que caminamos para poder descubrir que nuestra salvación está en el nombre de Jesucristo y nuestro camino liberador en la entrega de la propia vida. • Los tres ciclos nos ofrecen los relatos, en las versiones de los Sinópticos, de las tentaciones de Jesús en el desierto tras ser bautizados y justo antes de comenzar su misión. • Jesús, movido por el Espíritu, vive un período de desierto antes de lanzarse a su misión (Mc 1,12-15 y paralelos). Abandona sus seguridades superando la prueba de CICLO C CICLO A, B Y C 17 la tentación con la obediencia fiel a la palabra, renunciando a la búsqueda de seguridades, a las pruebas convincentes y rechazando el culto a otros dioses que no sean el Dios-Amor. Jesús va por delante de nosotros en su «Cuaresma» fortaleciendo su espíritu, porque el momento está por llegar, la urgencia del Reino es proclamada con la insistencia de la conversión. Esta es la Buena Noticia, que Dios nos ama y nos propone un nuevo camino de plenitud: el dar la vida y darla toda. Así lo entendió Jesús cuando aceptó la cruz… sólo así surgirá el hombre nuevo, el hombre resucitado. Al inicio de la Cuaresma, levanta la mirada y otea el horizonte… no pierdas de vista dónde terminan las pisadas del Maestro… no pierdas de vista la Pascua. • Sabes bien que la historia de Israel es la reflexión del Pueblo sobre la realidad del hombre que, a pesar de llevar en su corazón las huellas del creador ha preferido «montárselo» al margen de aquel de quien viene la vida. Es sugerente la imagen del «camino equivocado» del que aleja sus pasos de Dios «frustrando» su «sueño». Parece que está claro, vivir al margen de Dios lleva al hombre a precipitarse en el vacío del sin-sentido… Pregúntate un momento… ¿Qué caminos equivocados estás recorriendo en tu historia personal? Tus pasos ¿se han alejado de Dios? Quizás en la respuesta sincera a estas preguntas encuentres algunas claves en las que empeñarte en esta Cuaresma. 3. CONECTANDO CON LA VIDA 18 • Jesús te propone hoy caminos nuevos en tu vida. Pero, atento a los «atajos». Las tentaciones no son más que eso, atajos. Hay un camino por delante que lleva la impronta de la entrega de la propia vida... pero hay otros atajos que el «tentador» quiere apuntar: el atajo del éxito, del poder, de la huida fácil por la puerta de atrás. Como alguien dijo alguna vez, mejor una vida larga y tranquila de «león» que la precipitada vereda de «cordero de Dios». • Piensa un momento en tus ATAJOS, en todo aquello que te lleva a vivir «lo fácil», a lo que sale, sin demasiados esfuerzos… • Algunas tentaciones para nuestros días: 19 • Pon una «cruz» en aquella tentación que se da también en ti y frente a la que sucumbes alguna vez... Aunque pensándolo bien es mejor que además de la cruz pongas también una raya para que no se vuelva a dar nunca más tu vida. • Si has llegado hasta aquí y te has puesto sin tapujos delante del espejo de tu realidad quizás veas ahora, con más claridad, la necesidad de hacer también «cuarenta pasos» en el desierto fuertemente unido a Jesús para superar la tentación de recorrer atajos y veredas que no te conducen a ningún sitio. ¿Por qué no intentas tomar un COMPROMISO pequeño-práctico que te pueda ayudar a dar pasos en tu camino de conversión en esta Cuaresma? 1. PRIMERA TENTACIÓN: Andar demasiado «cogidos» con «nuestras cosas», nuestros «rollos» cotidianos que, bien pensado, son poco importantes. Preocupaciones que nos roban demasiado tiempo y nos hacen gastar energías que bien podríamos emplear en cosas que realmente merezcan la pena. 2. SEGUNDA TENTACIÓN: La tentación de aparecer ante los demás como gente «superguai» que busca a menudo el «placer» de los demás y necesita ser «reconocido» por cuanto hace porque, de otra manera, le asalta una terriblefrustración. 3. TERCERA TENTACIÓN: Vivir pendiente de la vida de los demás, dispuestos en todo momento a «referir» (que no a criticar, por supuesto) cuanto nos fastidia de los demás porque en el fondo no acabamos de aceptarnos a nosotros mismos. De aquí a «rajar» por la espalda con manifiesta sangre fría y ningún escrúpulo no hay más que un paso. Lo peor es el consuelo... ¡es que todo el mundo lo hace! En esta Cuaresma quiero dar pasos en… 20 • Es el momento de transformar en oración el camino recorrido, momento de dar gracias a Dios por todo aquello que he comprendido en mi vida y en/con su Palabra. Es el momento de pedir luz y fuerza para seguir con fidelidad el camino del seguimiento de Jesús con mayor radicalidad. La oración de uno que quiere caminar en autenticidad 21 22 • Busca un lugar tranquilo, serena el corazón y haz un momento de oración: • Lv 19,1-2.11-18; Mt 25,31-46. • Lee con detención la Palabra de Dios de hoy. Hazlo sin prisas; no corras por el texto... Abre tus oídos y tu corazón y escucha la voz del Señor susurrada en tu vida. • «Sed santos... como yo soy santo». Dios te invita en este día a mirar lejos, más allá de tu medianía y tu mediocridad, más LUNES I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor Dios, acompaña mi camino de este día, dame la luz necesaria para ver las huellas de tu presencia en mi historia, dame la fuerza para caminar en fidelidad y ayúdame a vivir con ojos limpios y corazón íntegro, a ti que vives y reinas…». 2. ATENTOS A LA PALABRA 23 • Deja que la brisa del Espíritu te despabile. No hace falta que te diga en qué consiste «ser santos». La santidad no es otra cosa que el esfuerzo cotidiano por vivir a pleno pulmón el Evangelio de Jesús. Eres tú quien tiene que descubrir por dónde caminar y recorrer las sendas preparadas para ti en este día... ¿Coges la onda? • Cierra un momento los ojos y proyecta tu jornada poniéndole alas. Antes de leer el Evangelio, déjate sugerir por la siguiente viñeta: • Y por si fuera poco, el Evangelio nos plantea la única clave desde la que hacer realidad el proyecto de Jesús: la clave del «estoy contigo», «aquí me tienes», «cuenta conmigo», «no te preocupes» (Mt 25,31-46). Una propuesta difícil ¿verdad? Pero es que el Evangelio no admite «rebajas»... 24 • Se trata de ver a Jesús en cada persona que camina a tu lado, en cada persona que te tiende su mano, en los más pequeños, en los más alejados, en aquellos que habitualmente no entran en tu mundo, en cada persona que necesita de tu sonrisa, de tu silencio, de tu esperanza, de tu empuje... • «A mí me lo hicisteis...». Descéntrate de ti mismo y deja de girar en torno a tus preocupaciones. No esperes a las grandes ocasiones... • Haz un poco de silencio en ti... no tengas prisa. • Después de haber reflexionado la Palabra, escoge la expresión, la palabra clave que quieres que te acompañe durante toda la jornada: • Piensa en gestos concretos que en este día pueden ayudarte en tu camino de conversión ¡Buena jornada! 3. CONECTANDO CON LA VIDA Hoy la «palabra clave» será 25 26 • Haz un momento de oración, pon delante de Dios tu jornada y pide la luz y la fuerza del Espíritu para vivir con entusiasmo este día. • Is 55,10-11; Mt 6,7-15. • Lee con detención el texto de Isaías que se nos propone. Prepara tu tierra como el campesino prepara su parcela esperando que la lluvia fecunde la semilla. Tú eres la tierra, deja al Espíritu hacer de campesino. La Palabra de Dios no quedará estéril si encuentra en ti bien roturado el corazón. También para ti, Dios habla en este día y te propone nuevos MARTES I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor, la buena tierra de mi vida está bien dispuesta, hazla fecunda con la frescura de tu Palabra y cuida con esmero mi corazón para poder crecer según tu proyecto, amén». 2. ATENTOS A LA PALABRA 27 las sugerencias que vienen a continuación. Se trata de rezar a partir de las palabras de Jesús: • Padre, somos tus hijos. • Nuestro, hermanos de los hombres. • Que estás en el cielo, caminamos esperanzados. • Santificado sea tu nombre, en fidelidad y alabanza. • Venga a nosotros tu Reino, llamados y escogidos para seguir a Jesús. • Hágase tu voluntad, la escucha incondicional de tu Palabra. • Danos hoy nuestro pan de cada día, pobres y solidarios. • Perdona nuestras ofensas, construimos el Reino desde la sencillez y la responsabilidad. • Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, con corazón grande. • No nos dejes caer en la tentación, con las lámparas encendidas. • Líbranos del mal, en tus manos de Padre. 28 29 • La Palabra es lluvia fresca en tu vida que quiere hacer fructificar tu sequedad… La has acogido con corazón abierto. Llega el tiempo de las opciones claras. • ¿Has pensado por dónde caminar este día? Toma un compromiso pequeño (o grande) —práctico— concreto que pueda ayudarte a seguir caminando en radicalidad. 3. CONECTANDO CON LA VIDA Hoy quiero comprometerme... 30 31 • Antes de orar, párate un momento y busca serenarte del ajetreo y las prisas. Cierra los ojos y repite despacio: «nada te turbe, sólo Dios basta». • Proclama con calma las palabras del salmo y dispón tu corazón al encuentro con la Palabra: MIERCOLES I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Tú me sondeas y me conoces; sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi caminar y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. Aún no está la palabra en mi lengua y ya, Señor, la conoces por entero; me estrechas por detrás y por delante, me cubres con tu mano. Todo este saber me desborda, es tan sublime que no puedo abarcarlo. ¿A dónde iré yo lejos de tu aliento, a dónde huiré de tu mirada?» (Ps 138). 2. ATENTOS A LA PALABRA 32 • Jon 3,1-10; Lc 11,29-32. • Los habitantes de Nínive, la gran ciudad, se habían alejado del Señor rompiendo su alianza con él. El profeta Jonás alza, poderosa, su voz en nombre de Dios invitando a la conversión... ¿conversión? Sí, transformación del corazón, enderezar los propios pasos cuando hemos perdido el sendero; volver al Señor cuando le hemos dado la espalda, cambiar de vida si hemos equivocado la estrategia... En definitiva, vivir con más autenticidad nuestro seguimiento de Jesús... ¿Y tú? ¿Qué caminos tienes que enderezar? ¿En qué tienes que cambiar? • Trata de pensar qué «trono» y qué «manto» tienes que dejar..., con qué «sayal» debes vestirte en estos días. Intenta ser muy concreto. Quizás te ayuden las siguientes viñetas: 33 • Lee con detención el Evangelio de hoy. Vuelve a surgir la temática del profeta Jonás y la conversión de la ciudad de Nínive. Jesús compara su generación —también hoy podemos hacerlo con la nuestra, con nosotros— con la del tiempo de Jonás. Jonás fue un signo para los ninivitas... Muchos contemporáneos de Jesús no reconocieron al Mesias como «signo» de parte de Dios. Párate un momento y pregúntate si Jesús es para ti el «gran signo» que sostiene y alienta tu vida. Quizás descubras que, en 34 ocasiones, te pasa desapercibida su presencia o que su propuesta no acaba de calar en tu vida. Quizás Jesús no acaba de ser auténticamente «significativo» para ti. Puede que andes un poco «despistado» buscando «otros signos» ¿No será que hay que abrir algo más los ojos y disponer mejor el corazón para el encuentro cotidiano con el Maestro? Hoy puede ser un buen día para «agudizar» la mirada. • ¿Por qué no pruebas a descubrir a Jesús en los rostros de personas con las que te vas a encontrar hoy? Aquellos que te necesitan, que reclaman de ti una mano, aquellos que te pasan desapercibidos cada día, los que te acogen con una sonrisa y aquellos con los que quizás no simpatices tanto... • Intenta retener alguna expresión de la Escritura que puedas recordar durante el día y te resulte particularmente iluminadora. • ¿Por qué no pruebas a celebrar hoy la Eucaristía? ¿Miércoles...? ¡Claro! Basta con que encuentres el hueco en la jornada y prepares tu corazón para el encuentro con los hermanos y con Jesús. 3. CONECTANDOCON LA VIDA Hoy, de parte de Dios... 35 • ¿Has caído en la cuenta de que también tú puedes ser un «signo» para los demás de parte de Dios? Trata de concretar algún pequeño compromiso para el día de hoy. Hoy quisiera comprometerme... 36 • Haz un poco de silencio en ti..., no tengas prisa. Dios no está en las prisas, ni el huracán, ni en el terremoto, ni el fuego... tan sólo en la brisa suave. • Est 14,1.3-5.12-14; Mt 7,7-12. • La reina Ester eleva su oración al Señor en momentos de dificultad: «Líbranos con tu mano y a mí, que no tengo otro auxilio, protégeme tú, Señor...». Es la expresión de confianza de quien se apoya sólo en Dios. Pregúntate: ¿cómo ando yo de confianza en el Señor? ¿Es mi fuerza en toda ocasión? JUEVES I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre bueno, envíame tu Santo Espíritu, ilumina mi corazón y abre mis oídos para que, atento a tu Palabra pueda hacer realidad tu proyecto sobre mí: seguir más de cerca a tu Hijo Jesús que vive y reina contigo y con el Espíritu, amén». 2. ATENTOS A LA PALABRA 37 • Puedes rezar con el Salmo responsorial de hoy: • Lee con atención el Evangelio y acoge con corazón bien dispuesto la invitación de Jesús a orar sin descanso: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá...». De nuevo, una llamada a cultivar la confianza en el Padre, que siempre dará cosas buenas a aquellos que se lo pidan. Pero no te olvides: «A Dios rogando y con el mazo dando», dice el refrán castellano... ¿Te has dado cuenta cómo acaba el texto de hoy? «Tratad a los demás como queráis que ellos os traten». ¿Te había pasado desapercibido? Porque quien dice que confía en Dios y no se preocupa por su hermano es un mentiroso... Quizá puedas proponerte «agrandar» tu corazón para que se parezca más al de tu Padre. • Piensa un poco en la situación que estás viviendo y en las dificultades que viven los que están a tu lado. Cierra un momento los ojos y «ora a tu Padre que está en lo secreto» por todas las personas y situaciones que necesiten de tu intercesión. • Puede que haya alguna persona que esté esperando algo de ti... ¿Una respuesta? ¿Un cambio de actitud? ¿Una palabra de reconciliación? ¿Un detalle? ¿Por qué no das el paso? Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor. Te doy gracias de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti. Me postraré hacia tu santuario. Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor de mi alma. Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. 3. CONECTANDO CON LA VIDA 38 Hoy quisiera... 39 • Busca la serenidad necesaria y reza así: • Ez 18,21-28; Mt 5,20-26. • El viernes es un día con tonalidad «penitencial» para la comunidad cristiana. Así, la Palabra que se ha escogido para hoy gira en torno a la idea de la conversión y la transformación del corazón. • ¡Bonito texto del profeta Ezequiel! No tengas prisa al leer y esfuérzate por gustar las palabras que Dios pone en boca de su enviado: «Si el malvado se convierte de la maldad que hizo, ciertamente vivirá». No se trata de que te des golpes de pecho, no, pero sería bueno que fueras capaz de caer en la cuenta de que no todo en tu vida VIERNES I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Concédeme, Señor, oídos atentos para escuchar tu Palabra, docilidad para dejarme transformar por ella y valentía para hacer concreta tu propuesta en mi vida. AMÉN». 2. ATENTOS A LA PALABRA 40 cotidiana es como debiera. ¿Hay actitudes de las que arrepentirte? ¿Situaciones que cambiar? Vale la pena que, sin estridencias, seas exigente contigo mismo para no «perdonarte la vida» constantemente. Hoy puede ser un buen momento para afrontar con decisión el cambio necesario. • Palabras exigentes de parte de Jesús en el día de hoy. Puede que pienses que es el «más difícil todavía», pero es que hay una carga de radicalidad en el evangelio que no podemos «obviar» saltándanos aprisa las páginas. «Si cuando vas a poner la ofrenda en el altar te das cuenta de que tienes algo contra tu hermano...». ¿Cómo son las relaciones con las personas que están a tu lado? ¿Tu familia? ¿Tus compañeros? ¿Tus amigos? ¿Aquellos que no te quieren tan bien? La Palabra te ofrece una buena oportunidad para dar un «salto de cualidad» en tus relaciones con las personas, particularmente con las que las cosas no van del todo bien. 3. CONECTANDO CON LA VIDA Quizá deba dar pasos decididos en algunos aspectos de mi vida... 41 42 Hoy tengo que pensar más en... 43 • Un nuevo día... pon tu jornada en manos del Padre, invoca el don del Espíritu para que guíe con acierto tus pasos. • Párate y busca la serenidad adecuada para acoger la Palabra que hoy se te regala. • Dt 26,16-19; Mt 5,43-48. • ¡Tiene tela la Palabra de hoy! Detente con atención en el texto del Deuteronomio. Cierra los ojos y repite varias veces: «Hoy me he comprometido con el Señor, mi Dios, a ir por sus caminos y a escuchar su voz». ¿Cuáles son los caminos de Dios para ti en la jornada que tienes por delante? • Toda la semana la Palabra nos ha insistido en la fuerza del amor, la única clave justa para acoger el Reino que viene. Amar a las personas que nos caen bien, que nos quieren, que son nuestros amigos... no deja de ser fácil. La lógica del Evangelio va mucho más allá. Sólo un corazón universal que no vive «estrechamente», que disculpa siempre, que acepta siempre, que va siempre al encuentro del otro, es llamado por Jesús «Hijo de Dios». Pero... lee con atención el texto del Evangelio. ¿Te has preguntado si «evangélicamente» también tú eres un «pagano»? SABADO I 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN 2. ATENTOS A LA PALABRA 44 • Apunta alto... «Sed perfectos, como vuestro Padre es perfecto». • Trata de revisar esta primera semana de «andadura» Cuaresmal. 3. CONECTANDO CON LA VIDA 45 46 • Ya has recorrido un pequeño tramo del camino… Comienzas ahora esta segunda semana dispuesto a dar algunos pasos más hacia la «estatura» de Jesucristo, tu horizonte. Si no lo has hecho ya, revisa un poco la experiencia: ¿Has encontrado la sintonía adecuada para dejarte «iluminar» por la Palabra cada día? ¿Qué tal tu constancia? Tienes una nueva semana por delante… ¡Valor y al toro! • Reza a tu Padre que «está en lo escondido»: • Hoy es domingo. Antes de celebrar la Eucaristía con la comunidad cristiana, prepara un momento la Liturgia de la Palabra. Te ayudarán las siguientes pautas. DOMINGO II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre bueno, ilumina mi corazón y abre mis oídos a tu Palabra; dame tu Espíritu Santo para que pueda caminar siempre a tu lado y lleve adelante tu proyecto sobre mí con fidelidad… por Jesucristo, tu Hijo y mi hermano, AMÉN. 47 • Gn 12,1-4a; Tim 1,8b-10; Mt 17,19. • En este segundo domingo de Cuaresma, el protagonista de la Liturgia de la Palabra es Abraham, el padre de los creyentes. En el texto del libro del Génesis se nos narra la vocación de aquel pastor con quien Dios entabla «amistad» y a quien invita a abandonar su tierra prometiéndole su bendición. La respuesta de Abraham es expresión de la confianza en el Señor y acogida de su propuesta. En este tiempo, la Palabra nos recuerda también a nosotros que la experiencia religiosa, para ser auténtica, debe configurarse como «relación personal» con Dios en clave de acogida y respuesta a su iniciativa en nuestra vida cotidiana. Hoy, el Señor te propone: «¡Sal de tu tierra!». • El inicio de aquella «alianza» que Yahveh estableció con Abraham, encuentra su punto culminante con la muerte y resurrección de Jesucristo en quien Dios ha derramado su gracia en la vida de los hombres. Pablo lo recuerda así a la comunidad que preside Timoteo e invita a los cristianos a tomar parte en los trabajos de anuncio del Evangelio. No cabe duda de que la mejor «buena noticia» que podemos ofrecer a cuantos caminan junto a nosotros es, precisamente, la vida coherente y auténtica de cada seguidor de Jesús. Acoge hoy lainvitación del Señor a «tomar parte en los trabajos del Evangelio» y empéñate en ser «buena noticia» para todos anunciando con tu vida a Jesucristo. • Gn 22,1-2.9-13.15-18; Rm 8,31b-34; Mc 9,2-10. • La respuesta de Abraham se pone a prueba cuando el Señor pide a su siervo que le entregue la vida de su hijo. La fe se «acrisola» en la prueba y Abraham será llamado «padre de los creyentes» porque se fió de Dios. Así será como se establezca un «pacto de eternidad» por el que Yahveh se compromete a caminar junto a su siervo, sostenerlo en la palma de su mano y derramar sobre él y sus descendientes sus bendiciones. CICLO A CICLO B 48 En el contexto cuaresmal, el texto te invita a hacer más recia tu experiencia de fe, respondiendo con generosidad al Señor y confiando en su cercanía y su bondad aun en los momentos de mayor dificultad… ¿Quién no los tiene? La figura de Abraham, el padre de los creyentes, es una «palabra de aliento» para todos los que buscan y anhelan la cercanía de Dios aun en los momentos más complicados. • En esta misma dirección se encamina la reflexión de Pablo a la comunidad de Roma: ¿Quién podrá separarnos del amor de Dios? Si Dios está con nosotros… ¿Quién contra nosotros? Dios nos ha amado entrañablemente en Jesucristo y nos ha «rescatado» por la fuerza de su muerte y resurrección del sin sentido, de la oscuridad, del abandono… para hacernos experimentar la luz y la vida plena en su Hijo. Las palabras de Pablo alientan la esperanza y nos dan la fuerza para perseverar en el compromiso cotidiano de responder a la llamada del Señor. • Gn 15,5-12.17-18; Flp 3,17-4, 1; Lc 9,28b-36. • El ciclo de Abraham en este segundo domingo de Cuaresma se completa con este texto del Libro del Génesis en el que Yavheh promete a su siervo una descendencia numerosa (signo de la bendición de Dios) y una tierra ancha y fecunda. Aún consciente de la esterilidad de su mujer Sara, Abraham «creyó» en la palabra de Yahveh y acogió, esperanzado, el signo que sellaba el pacto con su Señor. • Caminar en la fe acogiendo el don de Dios. He aquí la propuesta de este segundo domingo de Cuaresma. Caminar de la mano de tu Dios, experimentando su misericordia y mirando con esperanza lo que está por venir, porque el futuro es de Dios. • Y el futuro es Jesucristo muerto y resucitado. Nos lo recuerda Pablo: «aguardamos un salvador que transformará nuestra condición humilde y nos hará semejantes a él». La mirada está puesta en la Pascua. La experiencia de la «transfiguración», como experiencia central de este segundo domingo de Cuaresma, nos «anticipa» ese horizonte en el que seremos criaturas nuevas, vencidas las barreras de la oscuridad y de la muerte. ¡Qué bien se está aquí! Pero, como aquellos discípulos, habrá que caer en la cuenta de que no hay vida sin entregar la vida. CICLO C 49 • Jesús, en el texto de los sinópticos que nos ofrece la liturgia de la Palabra, revela su naturaleza divina: Él es el Hijo predilecto de Dios (Mc 9,2-10 y paralelos). • Su rostro resplandeciente y la blancura de sus vestidos son dos signos externos de la gloria pascual, signos que sus discípulos revivirán después de la resurrección… A decir verdad, les costará bastante abrir los ojos y el corazón, pero será una gran alegría. • Esto es sólo una anticipación, porque el camino hacia Jerusalén es todavía muy largo: Jerusalén significa pasión y muerte en la cruz… será un momento complicado… VER EN EL FRACASO EL ÉXITO, LA GLORIA… será difícil. • Los dos discípulos que están con Él en el monte, y los otros, necesitan ESCUCHARLO y aprender de Él… • La fe de los discípulos es muy pobre (por no decir que son auténticamente «descreídos») y no les permite imitar al Maestro… todavía no han comprendido que es necesario aceptar el mensaje de Jesús en la pasión, que es necesario pasar a través de la cruz… ¡Queda mucho camino por recorrer y no hay atajos! • En el bautismo, Jesús es proclamado Hijo de Dios. Venciendo las tentaciones (domingo pasado), Jesús actúa como auténtico hombre: es la humildad del Hijo. En la transfiguración, haciendo la voluntad del Padre, acepta en libertad la cruz… Y la cruz significa la «fuerza» de Dios que sostiene a su siervo. • Déjate sugerir por la siguiente viñeta: 50 1. Camino por la vida convencido de que... Soy el más «guai». 3. CONECTANDO CON LA VIDA Test de la transfiguración Comprueba por ti mismo tu madurez evangélica. 51 Tengo que ser el mejor. Vale la pena vivir desde la sencillez. 2. Cuando me siento débil... Entonces soy fuerte. Voy al gimnasio. Nunca me siento débil. 3. Para mí servir… Es cosa de «débiles». Es una oportunidad para crecer. No está de moda. • Reflexiona durante un tiempo adecuado, sin prisas, la propuesta que Dios te hace en la Palabra de hoy. ¿Puedes tomar algún compromiso concreto en orden a tu crecimiento personal en este día? 52 Hoy quiero comprometerme... 53 • Celebra la Eucaristía con toda la comunidad cristiana en este día y agradece a Dios el camino recorrido y su presencia siempre cercana y alentadora. Algunas sugerencias 54 • Busca un lugar y un momento tranquilos. Cierra los ojos y repite varias veces, sin prisas: «Tu Palabra, Señor, me da la vida… dispón mi corazón para acogerla con gozo». • Puedes leer, si no lo has hecho todavía, las pistas de trabajo de esta segunda semana. ¿Te das cuenta? En Jesús, Dios nos llama a salir de nuestras seguridades y recorrer el camino que pasa por la cruz para que nazca en nosotros el hombre nuevo (puedes volver a leer el evangelio del domingo). La semana recién estrenada es una «provocación» para dar pasos decisivos hacia el horizonte de la Pascua… ¿Te has cansado ya de caminar? Seguro que no. ¡Adelante! • Dn 9,4-10; Lc 6,36-38. • Lee con atención el texto del profeta Daniel. «Derrama» también tú, como el profeta, tu oración ante el Señor. El camino hacia la «santidad» encuentra obstáculos en nuestra medianía, en nuestra cerrazón, en nuestra superficialidad… LUNES II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN 2. ATENTOS A LA PALABRA 55 A veces somos muy exigentes con los otros, no dejando a nuestro alrededor «títere con cabeza», y sin embargo con nosotros somos mucho más «tolerantes»… Déjame que te sugiera: 3. CONECTANDO CON LA VIDA 56 • Puedes aplicar cada una de las notas anteriores a tu situación concreta, cotidiana… Es posible que quedes «desenmascarado». Sólo así te darás cuenta de que tu corazón no se parece al de Dios. Su medida, todavía, no es la tuya. Aquí está la clave. Lo demás son «cuentos chinos» ¿no te parece? • Date algunas sugerencias para vivir hoy «evangélicamente». Sugerencias 57 • Busca un momento sereno y deja a un lado las prisas. Abandona todo lo que pueda estorbarte y colócate en la sintonía adecuada para encontrate con el Señor. Recuerda que Dios no está en el terremoto, ni en el fuego, ni en el vendaval, sino más bien en la brisa suave… • Haz un momento de oración invocando la luz y la fuerza del Espíritu. • Is 1,10.16-20; Mt 23,1-12. • Dios llama continuamente a la conversión. La Palabra del profeta Isaías se alza poderosa, acusando al pueblo de la promesa de haber desvirtuado el pacto con Yahveh. Sodoma y Gomorra son dos nombres que simbolizan el mal, la MARTES II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor, envíanos tu Espíritu para que con su luz y su fuerza podamos acoger tu Palabra y hacerla realidad en nuestra vida, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor». 2. ATENTOS A LA PALABRA 58 degeneración, lo perverso. • La Palabra de Dios es llamada urgente a volver atrás y des-andar los caminos equivocados: «cesad de obrar mal, aprended a obrar bien…». Yahveh Dios tiende la mano a su pueblo con generosidad… También a ti. Que no falte, por tu parte, el esfuerzo cotidiano en tu camino de crecimiento y conversión. • Aquí tienes una buena pista: alejar de ti las actitudes farisaicas (Mt 23,1-12). ¿Cuáles son las «filacterias» que alargo habitualmente en mi vida? ¿Ensancho las franjas de mi manto esperando reconocimiento por parte de losdemás? • Como Jesús en la transfiguración, la Palabra te invita a ALEJAR de ti la seguridad del que ya se siente «cómodo», «justificado» y «logrado», el cinismo de los que exigen a los otros sin el esfuerzo personal cotidiano y coherente. Como Jesús, necesitamos entender que el único camino evangélico es el servicio y la sencillez: «el primero entre vosotros será vuestro servidor». • Busca alguna frase que puedas tener presente durante todo el día y proponte realizar algún signo concreto de conversión en tu camino personal de esta jornada. 3. CONECTANDO CON LA VIDA De parte de Dios, hoy quisiera... 59 • Busca un momento tranquilo en el día en el que poder retomar, durante un momento sencillo de oración, la frase escogida en la mañana de manera que puedas iluminar la realidad que vives desde la Palabra que has recibido de parte de Dios. 60 • Haz un momento de oración: • Jr 18,18-20; Mt 20,17-28. • ¿Recuerdas el texto de la transfiguración que reflexionamos y compartimos el domingo pasado? Pues bien, la invitación de Dios a ESCUCHAR a Jesús nos pone, una vez más, «entre la espada y la pared». En efecto, aceptar con coherencia la palabra de Jesús significa seguirlo hasta dar la vida… estar dispuesto «a las duras y a las maduras». Detente con atención sobre el texto del profeta Jeremías. MIERCOLES II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor, que tu luz y tu fuerza no nos abandonen, para que, entregados con generosidad al servicio de los demás, experimentemos tu presencia cercana y alentadora en nuestra vida, a ti que vives y reinas…». 2. ATENTOS A LA PALABRA 61 se pondrán feas ¿estás dispuesto a dar la vida con generosidad? A veces nos ocurre como a la madre de los Zebedeo y tenemos la tentación de creer que ya hemos acumulado demasiados méritos… soy cristiano, estoy en grupos de fe, soy animador… Jesús rompe de nuevo tus esquemas, ¡Es otra cosa! No olvides que el Hijo del Hombre no ha venido «para que le sirvan, sino para dar la vida en rescate por muchos». • Pon una cruz en las situaciones cotidianas en las que crees que podrías comprometerte más: En mis responsabilidades personales (estudio). En las relaciones con mi familia. En el servicio en casa. En la amabilidad y el buen humor con las personas que están a mi lado. En el diálogo con las personas que más me cuesta aceptar. En el compromiso pastoral que he asumido. 3. CONECTANDO CON LA VIDA Señor, hoy quiero... 62 63 64 • Haz un momento de oración invocando al Espíritu Santo. • Hacemos un alto en el camino a mitad de semana. Puede que el cansancio o la monotonía estén haciendo mella en ti. Hay que reaccionar. Reflexiona un momento con la ayuda de algunas preguntas. ¿Cómo estoy caminando estos días? ¿Qué opciones concretas he hecho en esta segunda semana de Cuaresma? ¿Hago un paralelo entre mi vida y las sugerencias de las páginas referidas al Evangelio del domingo (transfiguración)? ¿Qué contradicciones encuentro? • Da gracias a Dios por el trecho de camino recorrido. • Jr 17,5-10; Lc 16,19-31. • Esfuérzate por vivir hoy como «un árbol plantado junto al JUEVES II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN 2. ATENTOS A LA PALABRA 65 relaciones, tu compromiso, tu actitud de servicio con suficiente profundidad? • En el abandono de nuestras seguridades y acogiendo la invitación de Jesús a recorrer el camino que pasa por la cruz y la resurrección, se nos pide «afinar la puntería» y aclarar motivaciones. Lee con atención el Evangelio. • ATENTO a la propuesta de Jesús: es necesario optar por los valores auténticamente evangélicos, creciendo en solidaridad con cuantos nos rodean: la justicia, el amor, la liberación… son signos de salvación para ti, una PALABRA de parte de Dios para nosotros en este día…¿Cómo vivir esta propuesta de Dios de forma concreta en tu vida? • Piensa en algunos valores evangélicos en los que quisieras insistir particularmente hoy: • Proponte algún momento de oración durante el día… • No te olvides de una «palabra clave» para la jornada: 3. CONECTANDO CON LA VIDA Valores evangélicos a insistir La palabra clave de hoy... 66 67 • Pide luz y fuerza al Padre en esta mañana. • Reza así: • Gn 37,3-4.12-12ª.17b-28; Mt 21,33-43. • Lee con atención la historia de José en el libro del Génesis. ¿Sabes aquello de «Dios escribe torcido en renglones…»? No, ¡Al revés! «Dios escribe derecho en renglones torcidos». Así está mejor. En los «aparentes» momentos contradictorios de nuestra VIERNES II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu Santo Espíritu. Devuélveme la alegría de la salvación, afiánzame con Espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza» (Salmo 50). 2. ATENTOS A LA PALABRA 68 vida, como en la de José, hay mucha historia de salvación de Dios para nosotros. • Jesús propone a sus discípulos una parábola: «Había un propietario que plantó una viña…». Se refiere el evangelista, sin duda, a la historia de Israel. ¿La conoces bien, verdad? El pueblo de «dura cerviz» ha rechazado una y otra vez la intervención de Dios en los entresijos de los acontecimientos. Jesús les echa en cara su tozudez y lo enturbiado de su mirada, incapaz de reconocer la cercanía de Dios. No estaría mal que hoy, echases un vistazo a tu historia personal y trataras de identificar todos los «signos» a través de los cuales Dios te ha susurrado al oído su proyecto y te ha hecho experimentar su cercanía. Intenta dar gracias por tanto don y agudiza tu mirada para que en el día de hoy no te pase desapercibida su presencia. • Párate un poco y piensa: ¿Cómo andas de «lectura entre líneas»? Echa un vistazo a tu vida en estos últimos meses y trata de descubrir la mano de Dios sosteniendo tus pasos y su aliento en tu caminar. • En todo este camino de salvación, la invitación de Jesús a seguirlo se hace dura y exigente ¿Te has planteado alguna vez si eres «piedra viva» en la construcción del Reino? ¿Cómo estás contribuyendo con tu vida y tu compromiso a «adelantar» el Reino de Dios entre nosotros? • ¡Ah! Y otra cosa… ¿Te has sentido alguna vez «signo de contradicción» a causa del Evangelio? ¿En casa? ¿En la facultad, quizá? ¿Con tus amigos? No dejes la respuesta para mañana… • O si prefieres, pregúntate: ¿Cómo ando de frutos evangélicos? • No te olvides… hoy es viernes. Te ofrezco algunas sugerencias: Haz una lista de lo que «anda mal» a tu alrededor… Plántale cara la realidad. 3. CONECTANDO CON LA VIDA Sugerencias 69 Ten paciencia contigo. Las dificultades no se superan en un momento. No te «perdones» demasiado la vida justificándote inútilmente… Haz que tu esfuerzo vaya acompañado de buenas dosis de confianza en el Señor. • Toma un compromiso pequeño-práctico-preciso que te haga descubrir la alegría que contienen las cosas pequeñas, escondidas, las que requieren esfuerzo… Hoy mi ayuno va a ser... 70 71 • Pide luz y fuerza a Dios Padre esta mañana: • Mi 7,14-15.18-20; Lc 15,1-3.11-32. • Transformo en oración el camino recorrido: es el momento de pedir al Señor fuerza y luz para ser fiel al compromiso contraído. SABADO II 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre, ayúdame a caminar con talante evangélico. Renueva mi esfuerzo y hazme experimentar tu gracia para seguir avanzando hacia la identificación con Jesús, mi Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos». 2. ATENTOS A LA PALABRA 3. CONECTANDO CON LA VIDA 72 • Da gracias a Dios por toda la semana transcurrida, por cada regalo, por cada esfuerzo, por cada dificultad, por cada paso dado… Hazlo desde el corazón, el único «centro de datos» fiable y creíble… ¡Ah! Y no tengas prisa ¿vale? • Si tienes tiempo, revisa la semana y tu camino de «tranfiguración». 73 74 • Antes de participar en la Eucaristía con la comunidad cristiana, concédete un momento para preparar bien la Palabra que hoy será proclamada en la celebración. • Rezaun momento: • Ex 17,3-7; Rm 5,1-2.5-8; Jn 4,5-42. DOMINGO III 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre bueno, dame ojos nuevos para descubrir la novedad que nos trae tu Hijo Jesús, la única ley, para poder vivir desde la entrega sin límites a todos mis hermanos, a ti que vives y reinas…» 2. ATENTOS A LA PALABRA CICLO A 75 de Israel en el desierto está siendo muy difícil y a pesar de caminar hacia la tierra de la promesa, el pueblo mira con nostalgia hacia atrás ante la dureza del camino. ¿No es esta también la historia de nuestra vida? Cuando las cosas se ponen «cuesta arriba», anhelamos otros «paraísos» aunque hayan supuesto para nosotros experiencia de «muerte» y esclavitud. Y tú… ¿echas de menos «los ajos y las cebollas de Egipto» cuando te das cuenta de que avanzar en el «desierto» no es nada fácil? • Moisés, siempre «mediador», hará brotar —en nombre del Señor— el agua de la roca para que beban todos. Es el agua de la vida que reconforta y alienta para seguir adelante. Es, desde luego, el signo de la presencia de Yahveh que conduce y acompaña a Israel en cada tramo del camino. «Ojalá escuches —también tú— hoy su voz» (Ps 94) y descubras la brisa fresca de tu Dios que sostiene tus pasos y el agua fresca del encuentro con Él que alivia tus pies cansados. • Cuando hoy celebres la Eucaristía, caerás de nuevo en la cuenta —como tantas otras veces— que el amor de Dios ha sido derramado en tu corazón con el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Así nos lo recuerda Pablo en su carta a la comunidad de Roma. Cristo, muerto y resucitado, es el agua viva. Quien bebe de esta agua, no vuelve a tener sed… • Es hermoso el texto de Juan en el que se nos narra el encuentro de Jesús con la mujer samaritana. Lo conoces de sobra, ¿verdad? Párate un poco y, en el contexto de este domingo, seguro que descubres muchos «registros» en el diálogo. ¿Te das cuenta? Aquella mujer parece no entender bien a Jesús porque sus «discursos» están en un nivel diferente. La mujer se queda demasiado en la superficie y Jesús quiere ir cada vez más al fondo. El agua del pozo… el vivir cotidiano, nuestras actitudes de cada día, ¿no te parece que se mueven entre motivaciones bastante «tierra-tierra»? ¿No será que tampoco nosotros «entendemos» a Jesús porque estamos demasiado centrados en el cubo, el brocal y el agua? Quizás necesitemos de un agua diferente, pero ¡qué lástima! Nuestro corazón está demasiado «atareado» en mil cosas y no somos capaces de acoger el don de Dios. • Ex 20,1-17; 1Co 1,22-25; Jn 2,13-25. CICLO B 76 • La ley de Dios era la gloria del pueblo escogido. El decálogo recoge los grandes imperativos éticos impresos en el corazón del hombre. Esta ley se fue complicando pesadamente hasta hacerse insoportable. Cristo nos ofrece su nueva ley «yugo suave y carga ligera». Es el yugo del Evangelio, su palabra viva. Es el mandamiento del amor, que plenifica todos los mandamientos. El amor apunta a horizontes más altos, sin límites. En resumen, NUESTRA VERDADERA LEY ES JESUCRISTO. • Algo parecido hay que decir del templo de Dios. Lo que fue lugar de encuentro con Dios se pervirtió, no sólo en el culto mercantilizado, sino en la idea misma del templo. • Cristo expulsa a los mercaderes con el látigo de la verdad y del amor y anuncia un templo vivo, su propio cuerpo. Todo cristiano, todo hombre es templo vivo de Dios, mejor que cualquier basílica o catedral. • Pare defender estos templos —los hombres, profanados millones de veces y de mil maneras— tenemos que levantar también nosotros el látigo de la justicia y la caridad. • Déjate sugerir por la siguiente viñeta… 77 • Ex 3,1-8ª.13-15; 1Cor 10,1-6.10-12; Lc 13,1-9. CICLO B 78 • «Descálzate porque el sitio que pisas es terreno sagrado». La experiencia de Moisés es enormemente significativa para nosotros. Más allá de lo espectacular de la escena de la zarza ardiendo que ha quedado en nuestra retina después de haber visto algunas películas en torno a la experiencia del Exodo, es necesario que seamos capaces de percibir en esta cercanía de Dios a Moisés, una auténtica experiencia religiosa. Moisés responde a la iniciativa de Dios que se acerca hasta él para encomendarle una misión. Aquel pastor desconcertado percibe a Dios como un «fuego» que no se consume. «¿Quién eres?», le pregunta. Dios le responde: «Yo soy el que está aquí, contigo, con mi pueblo». Es una traducción algo «libre», pero es — sin duda— el sentido que le dará Israel cuando perciba a Yahveh «tenazmente» empeñado en su liberación. Más allá del mar, hay una tierra que mana leche y miel. Ese es nuestro horizonte. • La experiencia bíblica que acabamos de comentar es «signo» de nuestra propia historia. Como Pablo recuerda a los cristianos de Corinto, aquello fue solo una «figura» de cuanto debía acontecer. Para los seguidores de Jesús, su propuesta liberadora es la realización definitiva de cuanto Dios había prometido a Israel. En Jesús, Dios realiza un nuevo éxodo, la alianza definitiva. En este tiempo de Cuaresma, preparando la Pascua, estamos invitados a atravesar el mar Rojo hacia la tierra que mana leche y miel, el hombre nuevo según Cristo, horizonte de plenitud hacia el que hoy levantamos nuestra mirada y hacia el que dirigimos nuestros pasos en el esfuerzo cotidiano por dejar atrás todo aquello que nos ata a los pesados muros de nuestro particular Egipto. • Deja que el Señor cave bien tu viña y la abone adecuadamente. La parábola de Jesús nos ayuda hoy a comprender que nosotros somos la higuera «protagonista» del relato y que el viñador busca fruto en ella. Son los frutos de conversión que nuestra vida debe dar. • En este tiempo de gracia, pídele al «viñador» que te abra los oídos a su Palabra y te de la capacidad de hacerla realidad en el día a día. Sólo quien permanece bien unido a la Palabra puede dar fruto. Y tú ¿cómo andas de buenos frutos? • Siéntate junto a Jesús un momento… mira sus ojos y está pendiente de sus manos. Déjale decir todo sobre ti… como aquella mujer. Prueba de su agua. Sentirás dentro 3. CONECTANDO CON LA VIDA 79 de ti «un manantial de agua que salta hasta la vida eterna». Y entonces no «creerás» porque otros te lo hayan dicho sino porque has experimentado en tu corazón que Jesús es la Vida. ¡Buen domingo! • Intenta celebrar bien hoy la Eucaristía con toda la comunidad cristiana. Tratar de encontrar las coordenadas desde las que vivir toda la semana. Para mí, que Jesús sea mi única ley significa... 80 • «Ojalá escuchéis hoy su voz». Prepara tu corazón para acoger con buena disposición la Palabra que hoy se derrama, como lluvia fresca, sobre la tierra buena de tu vida. Haz un momento de silencio, sin prisas, y repite pausadamente con el corazón: AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD. • Haz un momento de oración con el Salmo 22: LUNES III 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes prados me apaciente, Me conduce hacia fuentes de descanso Y repara mis fuerzas. Aunque pase por cañadas oscuras, no tengo miedo a nada, Pues tú estás junto a mí, Tu vara y tu cayado me dan seguridad». 2. ATENTOS A LA PALABRA 81 • Esta tercera semana de Cuaresma está profundamente marcada por el signo del agua. Símbolo que, como bien sabes, hace referencia a nuestro bautismo. El texto de la primera lectura de hoy pone de relieve, precisamente, cómo en el bautismo renacemos a la vida nueva en Cristo, de forma que la historia del creyente se ve absolutamente transformada por la fuerza del Espíritu. • Naamán, el protagonista del texto del libro de los Reyes, experimenta en su vida que Dios «salva». Eso significa, precisamente, su nombre. En él, Dios nos da a entender que la salvación salta las fronteras del pueblo que se siente elegido. Naamán «renace» y cura su enfermedad, descubriéndose a sí mismo una criatura nueva: «su carne quedó límpia como la de un niño». El gesto de Dios da un vuelco al corazón de Naamán: «ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra más que el Dios de Israel». • Pero para acoger la salvaciónde Dios son necesarios ojos nuevos y un corazón bien dispuesto. Los paisanos de Jesús no son capaces de descubrir el rostro de Dios en Jesús de Nazaret. La salvación de Dios pasa a su lado pero «un profeta no es bien mirado en su tierra» (Lc 4,24-30). ¿Descubres en ti esos ojos nuevos? ¿Hay en ti una mirada transparente que busca las huellas de Dios a su alrededor? Mira con ojos nuevos y dale un latido diferente a tu corazón. Descubrirás con sorpresa que la realidad se transforma. • Podrías esforzarte en el día de hoy en descubrir la salvación de Dios que pasa a nuestro lado, también en las personas que están más cerca de nosotros. No vale exclamar: «A este ya lo conozco…»; «Hay que dejarlo por imposible…». Es la actitud de los paisanos de Jesús ¿no? • Quizás puedas caer en la cuenta de que también tú eres una «palabra de salvación» de parte de Dios para las personas que se cruzan en tu camino, especialmente aquellos más cercanos. No dejes pasar la oportunidad de ser «buena noticia» para tu familia, tus amigos, tus compañeros… • Haz un momento de oración serena y memoriza alguna frase que puedas tener presente y repetirte durante el día. ¡Buena jornada! 3. CONECTANDO CON LA VIDA 82 Hoy, de parte de Dios, quiero tener en cuenta... 83 84 85 • Haz un momento de oración: • En el bautismo somos «sumergidos» en Cristo por la fuerza del Espíritu Santo y renacemos a vida nueva. La experiencia de nuestro día a día es que, sin embargo, en tantos momentos no vivimos la fidelidad al proyecto de felicidad que Dios nos propone; como Daniel, queremos reconocer con corazón sencillo que necesitamos el perdón de Dios y su mano fuerte que nos sostenga (Dn 3,25.34-43). • Quizás pueda ayudarte la oración de Daniel: MARTES III 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor, que tu luz y tu fuerza no nos abandonen para que, entregados con generosidad al servicio de los demás, experimentemos tu presencia cercana y alentadora en nuestra vida, te lo pedimos a ti, que vives y reinas…». 2. ATENTOS A LA PALABRA 86 • Por otra parte, la vida nueva en el Espíritu que nos propone Jesús nos impulsa a «esculpir» en nuestro corazón un corazón como el de Dios. Nuestro Dios es un Dios con entrañas de misericordia, capaz de perdonar siempre y de tender su mano al hombre una y otra vez. Hoy la Palabra nos estimula, precisamente, a potenciar en nuestra vida la «ancha sonrisa» de Dios. El hombre nuevo es aquel capaz de perdonar siempre, disculpar siempre, sonreír siempre, amar siempre… (Mt 18,21- 35). • No pases aprisa por estas líneas, vence la tentación del «ya lo sé» o del «acabar pronto». Intenta darle una «frescura nueva» a tu jornada, pidiendo a Dios y esforzándote tú, en ser un signo más claro de la bondad del Padre. ¿No te parece que tienes una buena oportunidad de serlo con cuantas personas se acercarán a ti este día? • Párate y tómale el pulso a tu fidelidad al proyecto personal. Pon tu mirada en algún aspecto que potenciar en particular en este día. «Ahora te seguimos con todo el corazón, te respetamos y buscamos tu rostro: no nos dejes defraudados; trátanos según tu clemencia y tu abundante misericordia; líbranos con tu obrar admirable y da gloria a tu nombre, Señor». 3. CONECTANDO CON LA VIDA De mi proyecto personal, quisiera tener en cuenta hoy... 87 88 89 • Busca, como cada día, un momento de serenidad interior y exterior. • Puedas orar así: MIERCOLES III 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre, haz que mis ojos vean lo que Tú ves. Haz que mis oídos oigan el estruendo de tu voz en las ondas de lo creado. Haz que mi hablar sea un baño de palabras de néctar que se viertan sobre hombros de amargura. Haz que mis labios sólo canten los cantos de tu amor y tu alegría. Padre amado, realiza por medio de mí la obra de la verdad. Ten mis manos ocupadas en servir a todos los hombres. Haz que mi voz esparza de continuo semillas de amor para Ti en el terreno de los hombres que te buscan. Haz que mis pies avancen siempre por el camino de la justicia. Guíame de mi ignorancia a tu luz». 90 • Dt 4,1.5-9; Mt 5,20-48. • El pacto que Dios establece con Israel es un pacto de amor que encierra exigencias para el pueblo y que se resumen en el decálogo. La fidelidad a la alianza, pasa, necesariamente, por la fidelidad a Dios. • La ley en el Antiguo Testamento es llevada a cumplimiento por Jesús que le da todo su sentido y la reviste de plenitud (Mt 5,20-48). ¿Te has dado cuenta? ¡Los tiempos viejos han pasado, «colega»! Puede ser, sin embargo, que nosotros sigamos revestidos de ropajes «demasiado gastados» y ni nos enteremos, tan habituados como estamos a «perdonarnos la vida» a nosotros mismos. • El Maestro nos recuerda hoy que el Reino es esfuerzo cotidiano de fidelidad al Evangelio. Sólo es «grande» el que, desnudo, renueva cada día su entusiasmo recomenzando en cada «naufragio» y alejando la fácil tentación del «como ayer», de la comodidad, del «yo soy así» que decimos de vez en cuando, resignados. • Está atento al texto que te propongo, conéctalo con tu vida y escribe lo que te sugiere. 2. ATENTOS A LA PALABRA 3. CONECTANDO CON LA VIDA Véase algo nuevo en Jn 8,1-11 91 • Escribe una oración (no tengas miedo). Podría titularse: «Quiero apuntarme a lo nuevo…». Esta vez… sin «renglones» ¡a corazón descubierto! Quizás al final del día, antes de dormir, te ayude a decirle a Dios ¡Buenas noches! ¡Quiero apuntarme a lo nuevo! 92 93 • Pide luz y fuerza a Dios Padre en este día. Ora en silencio durante unos minutos. • Jr 7,23-28; Lc 11,14-23. • «Esto dice el Señor…». Pues está clarísimo. Si esto es lo que dice el Señor, que callen otras voces; sobran otras palabras. Lee despacio Jr 7,23-28. Incluso puedes hacerlo varias veces, tratando de no «sobrevolar» la lectura sino sintiéndote destinatario de ella ¿Qué crees que Dios te está diciendo concretamente a ti con estas palabras? JUEVES III 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor, abre mi corazón a tu Palabra, dispón mis oídos para escucharte y dame la valentía necesaria para llevar a mi vida cuanto me propones. ¡Que yo pueda caminar a tu luz durante toda la jornada y sea un fiel reflejo de tu presencia para cuantos están a mi lado! A ti que vives y reinas…». 2. ATENTOS A LA PALABRA 94 • Llevamos todos estos días reflexionando sobre el «agua viva» que el Señor Jesús nos ofrece. ¿Estas bebiendo de este agua? El Reino ya está aquí y el que no recoge con Jesús «desparrama» (Lc 11,23-28). ¿Estás fuertemente unido al Señor? ¿Es el Evangelio el auténtico criterio de tu actuar? • Vamos avanzando en el camino de Cuaresma, ¿te sientes cansado? Quizás pueda servirte el recordar que: Que la Cuaresma son cuarenta días… Que el «Espíritu es fuerte pero…». Que para caminar en el desierto es necesario borrar de la arena la tentación de los caminos fáciles y rutinarios. Que es necesario no «bajar la guardia» y renovar cada día nuestro entusiasmo… (Puedes añadir tú algunos otros «recuerdos»). • Déjate sugerir por la siguiente viñeta. 3. CONECTANDO CON LA VIDA Tengo que recordar… 95 96 97 • Hoy es un día con acento penitencial… Párate un momento y al revisarte en tu camino de esta semana, pide perdón al Señor con corazón sincero. Hazlo sin prisas, con tranquilidad, tómate tu tiempo… • Os 14,2-10; Mc 12,28-34. • Hoy la Palabra nos invita a la esperanza. El pueblo de Israel ha experimentado la dureza del camino equivocado y quiere enderezar sus pasos hacia el Dios de la vida (Os 14,2-10). En el retorno, Dios le sale a su encuentro y les ofrece el perdón y el cariño de un padre. Todos los verbos están en futuro: «curaré», «amaré», «seré rocío», «florecerá»… y muchos más. Detente un momento en ellos y cae en la VIERNES III 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre, concédenos el don de tu Espíritu para que, dóciles a sus inspiraciones, vivamos en fidelidad el Evangelio de Jesús, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos». 2. ATENTOS A LA PALABRA 98 cuenta de que el sujetoes siempre Dios. El verdadero protagonista de nuestro camino de conversión es el mismo Dios. Aquel que sostiene nuestra mirada esperanzada. ¿Quién será el sabio que comprenda? ¿Quién será el prudente que lo entienda? • Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón…» y «amarás a tu prójimo como a ti mismo»… Esta es la única ley (Mc 12,28-34). Pregúntate como anda tu relación con el Señor, tu Dios. ¿Ocupa el centro de tu vida? ¿Motiva tus acciones? ¿Cuántos «otros dioses» te has creado en tu caminar diario? ¡Atrévete a desenmascararlos! • El paso siguiente es inevitable… ¿Quién es, en concreto tu prójimo? Sin olvidar que el «prójimo» es también aquel que está lejos, necesitado de ti y que, con su silencio, llama a tu puerta. • Si tratas de responderte con integridad y profundidad a esta pregunta, probablemente tampoco a ti, como al personaje del Evangelio, te queden muchas ganas de hacer más preguntas al Maestro. 3. CONECTANDO CON LA VIDA COMPLETA EL SIGUIENTE TEST 99 100 • Casi mitad de Cuaresma… • Tiempo oportuno para revisar el camino andado. Haz un momento de oración y revisa los compromisos con los que comenzaste al inicio de este tiempo. SABADO III 101 102 • Encuentra un momento de silencio y tranquilidad. Dispón el corazón y reza despacio con el siguiente salmo de alabanza muy apropiado en este domingo Cuaresmal: DOMINGO IV 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN Que no me olvide de ti, Jerusalén (Ps 136) Jerusalén, ciudad de paz, Jerusalén, ciudad de Dios. Trabajas por la paz y te acercas a Jerusalén. Buscas a Dios y peregrinas a Jerusalén. Jerusalén, ciudad de paz: las experiencias familiares, los encuentros amistosos, los hermanos reconciliados, la comunidad auténtica, la asociación solidaria, la vuelta a casa… 103 y la alegría o el dolor en comunión. Todo es Jerusalén. No me olvidaré de Jerusalén. De vosotros, familiares y amigos. Aunque viva en Babilonia, en el destierro y la rivalidad, en el estres y la diversión. No me olvidaré. Añoro vuestro encuentro. Jerusalén, ciudad de Dios: el silencio y la palabra, el canto y el pan partido, el amor samaritano, el encuentro en torno a Cristo, la lucha por la justicia, la común-unión frecuente, la alegría del Espíritu… Todo es Jerusalén. No me olvidaré, son experiencias que perduran. Y aunque viva en Babilonia, la ciudad de las grandes torres y rascacielos, la ciudad del orgullo y de la técnica, de los mercados y ordenadores, ciudad de la que Dios está ausente, no me olvidaré de Jerusalén, todos mis deseos para ti, oh Dios. Y te buscaré en las avenidas y jardines, en los teatros y las bibliotecas, en las residencias y hospitales, y me saciaré de tu presencia. Pero Jerusalén está aún en construcción, algún día la veremos perfecta, y bajará del cielo 104 • 1Sam 16,1b.6-7.10-13a; Ef 5,8-14; Jn 9,1-41. • ¡Precioso el texto del Libro de Samuel que narra la elección de David como rey de Israel! Samuel es enviado a la casa de Jesé, en Belén, para «ungir» al que habría de ser rey del Pueblo. El texto está lleno de imágenes sugerentes: es Dios quien escoge para la misión, quien envía a su profeta… Dios que no mira las apariencias, como frecuentemente hacemos las personas, sino que mira el corazón. El más pequeño, el más débil, el último… ése es «ungido» para ser puesto al frente del pueblo de la promesa. La mirada de Dios va más allá. ¿Y tu mirada? • El tema de la elección está muy presente en este texto escogido para el cuarto domingo de Cuaresma. El Mesías, «ungido de Dios», se proyecta en el tiempo en aquel liberador anunciado por los profetas que haría definitivamente realidad las promesas de Dios. David es la imagen del cumplimiento que se alcanzará definitivamente en Jesucristo. El es la «luz del mundo», aquel que libera de las tinieblas y devuelve la vista a los que la han perdido. • Si el domingo pasado la idea central de la Liturgia de la Palabra giraba alrededor del agua, este cuarto domingo está centrado en torno a la idea de la luz. El texto del Evangelio nos narra la curación del ciego de nacimiento. Más allá de lo meramente externo y ritual: «¿Quién pecó éste o sus padres?» (es la pregunta de los fariseos), la mirada de Jesús va más allá. Es una mirada liberadora, que no se queda en la superficie y que alcanza el corazón. Aquel ciego descubre un horizonte nuevo. El encuentro con Jesús lo transforma y le hace descubrir una realidad diferente. • ¿Crees en el Hijo del Hombre? ¿Y quién es para que crea en él? ¡Creo, Señor! Creo «engalanada como una novia» (Cáritas. Dossier Cuaresma 2000) 2. ATENTOS A LA PALABRA CICLO A 105 en ti, en tu palabra liberadora, en tu mirada limpia y transparente, en tu presencia alentadora… porque tú eres la luz. ¡Tú eres el Señor! Y para ti… ¿El Señor es la luz? • Pablo invita a la comunidad de Efeso a vivir como «hijos de la luz», es decir, a vivir desde las claves de la bondad, de la justicia y de la verdad. El que se ha encontrado con Jesús, está en la luz. Acoge las palabras del Apóstol como si estuvieran dichas para ti en este día: «¡Despierta, tú que duermes! ¡Levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz!». • 1Cro 36,14-16,19-23; Ef 2,4-10; Jn 3,14-21. • En la primera lectura, descubrimos cómo los cronistas de Israel contemplan todos los acontecimientos del pueblo con mirada de fe y tejen con ellos una verdadera «historia sagrada». Es una invitación a descubrir el proyecto de Dios en nuestra historia personal tratando de leer los acontecimientos cotidianos desde la hondura de la mirada del que se sabe alentado y sostenido por su Dios. • En el texto de Pablo a la comunidad de Efeso percibimos una gran fuerza y mucha riqueza espiritual. Es un canto al amor infinito y misericordioso de Dios. Este amor se prueba sobre todo en Jesucristo en quien Dios ha manifestado su cercanía y su cariño para con el hombre. Este derroche de gracia es salvación para nosotros. Queda nuestra respuesta: la fe, esto es, vivir de cara a Dios entregando la propia vida desde la única clave posible que Jesús nos ofrece: el amor. • En el texto del evangelio de Juan, verdaderamente nuclear, se nos ofrece el mismo mensaje de la segunda lectura pero en estilo positivo y sugestivo. El infinito amor de Dios se manifiesta en Jesucristo, especialmente en su cruz, para nuestra salvación. Cristo elevado en el madero es un sacramento de gracia, como fue la serpiente de bronce para los israelitas. Sólo una condición: mirar con fe. ¿Cómo es tu mirada? CICLO B CICLO C 106 • Jos 5,9a.10-12; 2Cor 5,17-21; Lc 15,1-3.11-32. • ¡La promesa se ha hecho realidad! El pueblo de Israel ha alcanzado, por fin, la tierra de Canaán que Dios había prometido a sus antepasados. La travesía ha sido larga y penosa. Pero aquel atardecer fue diferente. Celebraron la Pascua y experimentaron la liberación de Dios, siempre fiel, en un nuevo horizonte. Yahveh ha perdonado la culpa de su pueblo y ha abierto de nuevo el mar haciendo nuevas todas las cosas. • ¡Es la novedad de Dios! Y es que el que está en Cristo es una criatura nueva porque lo viejo ha quedado definitivamente atrás. El paso del mar Rojo, el desierto, son las imágenes del hombre viejo que es destruido para siempre en la tierra nueva de Jesucristo. Él es nuestro definitivo «éxodo». Con su muerte y resurrección, nos ha abierto un paso por las aguas caudalosas conduciendo al hombre hacia un nuevo horizonte. ¡Lo nuevo ha comenzado! • Así nos lo recuerda Pablo cuando nos hace caer en la cuenta de que en Cristo hemos sido reconciliados con Dios que ha olvidado, para siempre, el pecado de su pueblo «sin pedir cuentas». Y ahora, los cristianos estamos llamados a ser también «signos de reconciliación». Revisa un poco tu vida. ¿Te sientes «reconciliado» con Dios? Y tú ¿eres signo de reconciliación? Tus «entrañas» ¿son de misericordia para con los demás? • Conoces bien el evangelio de hoy ¿verdad? No pases deprisa por estas líneas, por favor. Detente un momento y disfruta de esta hermosa parábola siempre «novedosa» y actual en nuestra vida. Más que la parábola «del hijopródigo» debería llamarse la parábola «del padre bueno» ¿no es verdad? El texto pone de relieve, sobre todo, la actitud de padre, siempre dispuesto a perdonar y que abraza, sin pedir cuentas, al hijo que vuelve a casa. Nuestro Dios es un padre bueno, con entrañas de misericordia, que cada día otea el horizonte desde la terraza de casa para ver si vuelve su hijo. Y cuando lo ve venir a lo lejos, sale corriendo y lo come a besos sin dejar que termine sus disculpas. Y en seguida ¡hagamos fiesta! El mejor manto, sandalias nuevas y un buen anillo. ¡Estás en casa, hijo! Comienza a caminar de nuevo y no te olvides de mi alianza contigo. ¡Te quiero mucho! • Quizás sea un buen momento para «levantarte» y volver a casa de tu Padre. Sus manos de madre/padre acariciarán tu mejilla y su mirada entrañable te hablará del calor del hogar. • El valor de una mano amiga, signo de la ternura y el amor de Dios 107 «El Día de Acción de Gracias en EEUU, una maestra de un barrio de marginados pidió a sus alumnos que dibujaran algo por lo que estaban agradecidos. Como era de esperar, la mayoría pintó pavos o mesas con comida o adornos. Un niño, Douglas, dibujó una mano. Todos sus compañeros y la maestra querían saber a quién representaba aquella mano: ¿será la de Dios?, ¿la de sus padres?, ¿la de alguien poderoso…? El niño, Douglas, desveló el secreto: “Es su mano, maestra. Muchas veces en los recreos la he sentido acariciándome. Ha sido una forma de sentir que alguien me quería de verdad”. Fue el mejor regalo que recibió aquella maestra en un Día de Acción de Gracias». • Déjate sugerir por las siguientes viñetas. (ANÓNIMO, en Misión Joven, mayo 1999) 3. CONECTANDO CON LA VIDA 108 109 • Busca el mejor momento y el mejor lugar posibles… Ponte un poco de música de fondo, tranquila, relajante… Cierras los ojos y ora a tu Padre, que está en la brisa suave y en el silencio, en lo escondido de tu corazón bien dispuesto. • Puedes orar así: • Is 65,17-21; Jn 4,43-54. • Con la luz del Señor vemos la realidad con ojos nuevos. Hoy, la profecía de Isaías nos habla de novedad: los cielos nuevos y la tierra nueva que quiere inaugurar entre nosotros el Dios de la vida. Y es que Dios es más futuro que pasado, es el Dios de la LUNES IV 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Señor Dios, acompaña mi camino de este día, dame la luz necesaria para ver tus huellas en mi historia, dame la fuerza para seguir adelante y ayúdame a vivir con ojos limpios y corazón íntegro, a ti que vives y reinas…». 2. ATENTOS A LA PALABRA 110 novedad constante, de la transformación, de la sorpresa… ¿Por qué no lees con atención la lectura del profeta Isaías? Detente en cada verbo… procura pensar durante unos instantes que el sujeto que es transformado eres tú mismo… ¡sueña por un momento! Descubrirás con alegría que el auténtico protagonista del cambio en tu vida es el mismo Dios. • Con la luz, proclamamos también nuestra fe en Jesús, salvación, curación… (Jn 4,45-54). El funcionario real, un pagano para más señas, sabe reconocer con ojos nuevos a Jesús que pasa por su vida… «El hombre creyó en la Palabra de Jesús y se puso en camino». La fe auténtica provoca el verdadero «milagro», el cambio total en nuestra vida, aleja de nosotros la «fiebre»… «Y creyó él con toda su familia». • Déjate inspirar con la siguiente viñeta: 3. CONECTANDO CON LA VIDA 111 • Trata de memorizar alguna frase que puedas recordar durante todo el día y que te evoque tu reflexión en torno a la Palabra. Procura darle unidad a tu jornada haciendo vida la propuesta de Jesús: • Piensa algún gesto concreto que en este día pueda ayudarte a dar pasos en tu camino de conversión: Palabra de Dios para mí en este día... Hoy quiero... 112 • «Sedientos, acudid por agua —dice el Señor—, venid los que no tenéis dinero y bebed con alegría» (Is 55,1). MARTES IV 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Padre, dispón nuestro corazón a tu Palabra, reaviva la fuerza de tu Espíritu en nosotros para que podamos seguir con coherencia y novedad de vida las huellas de tu Hijo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos». 113 • Ez 47,1-9.12; Jn 5,1-3ª. • Con el agua del Bautismo, que es salvación, sanamos, nos revitalizamos. El templo de la visión de Ezequiel es manantial de vida. ¿Qué quiere decirnos el profeta con esta visión? Que el mismo Dios es la fuente de la vida. El río de Dios anima la vegetación a su paso, produce vida y hace crecer los frutos… No estaría mal que, en este día, nos dejásemos «empapar» de la cercanía de Dios que produce «frescura» en nuestra vida, revitaliza nuestros esfuerzos y regenera nuestras fuerzas. • La salvación se hace también presente en el tullido del Evangelio (Jn 5,1-3a). Jesús se solidariza con el sufrimiento de las personas y saca al hombre de sus propias oscuridades. 2. ATENTOS A LA PALABRA 3. CONECTANDO CON LA VIDA 114 • Es importante revitalizar en nuestra vida, cada día, el dinamismo bautismal en el que todos los creyentes estamos inmersos. El bautismo, particularmente para los cristianos de los primeros siglos, significaba un camino de muerte y resurrección. Por eso, el bautismo estaba íntimamente unido a la Pascua: en el Bautismo, el creyente se sumerge en la pasión de Cristo y resucita con El a una vida nueva, por la fuerza del Espíritu. Vivir el dinamismo de nuestro Bautismo no significa otra cosa que revitalizar la fuerza y la luz del Espíritu en nosotros, que nos impulsa a seguir cada día más de cerca los pasos del Señor Jesús que terminan en el calvario. No hay, pues, seguimiento de Cristo sin entrega total de sí mismo; como no hay camino cuaresmal sin esfuerzo serio de transformación y de sintonía con el Espíritu. • Podríamos preguntarnos este día ¿de qué parálisis quisiera que Jesús me liberase? (no te esquives a ti mismo, colega…; la superficialidad, además de parálisis, provoca «cáncer»). • Un paso más en nuestro camino de Cuaresma… es necesario seguir intentándolo y no dejarnos arrebatar el tiempo consumidos por la rutina o el cansancio momentáneo. No busquemos más justificaciones… Dios nos ha puesto alas. ¡Los que se apunten a lo nuevo que se tiren al agua! 115 116 • Haz un momento de oración… pon delante de Dios todo lo que está siendo, ha sido o va a ser tu jornada. Pide su luz y su fuerza para seguir caminando en fidelidad. • Is 49,8-15; Jn 5,17-30. • De nuevo la temática de la luz aparece en la Palabra que se nos regala hoy. A los que están en tinieblas, Dios los invita a MIERCOLES IV 1. DISPONIENDO EL CORAZÓN «Vuelve a mí. No vayas tras los dioses extraños, engañosos. Vuelve a mí. No tienes que hacer mucho camino. Solamente el trayecto que va de tu mente a tu corazón. Volver a mí es entrar en ti. Vives hacia fuera, corres muy deprisa y te fatigas. Vuelve a mí, entra en ti, y encontrarás descanso. Vives hacia fuera, quieres gozar todo, comprar todo, pero estás insatisfecho. Vuelve a mí, entra en ti y te sentirás saciado». 2. ATENTOS A LA PALABRA 117 acompañando nuestros pasos. Porque… ¿puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? • El verdadero rostro de Dios se nos ha dado a conocer en Jesucristo; El es el rostro humano de Dios, es su manera humana de darse a conocer (Jn 5,17-30): un Dios que es auténticamente PADRE. Cierra los ojos e intenta hacer una «lluvia de ideas mental» con todas las connotaciones que te sugiere la palabra «padre» (no, no creas… no es ninguna tontería). • Quizás pueda ayudarte la siguiente historieta (instrucciones: no querer llegar aprisa al final; tomarlo con calma, en dosis apropiadas y reflexionando para iluminar la propia vida. De no ser así, no surtirá efecto): 3. CONECTANDO CON LA VIDA 118 119 • Haz un momento breve de oración invocando la luz del Espíritu. • Ex 32,7-14; Jn 5,31-47. • Lee con atención la lectura del libro del Éxodo. El pueblo de Israel se ha hecho un «toro de metal» al que adorar, alejándose de Dios y rompiendo su alianza. De nuevo la infidelidad del hombre que no actúa con «lealtad»
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