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CAPITULO 22 Nutrición y equilibrio energéticoMarek H. Dominiczak y Jennifer Logue OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Tras leer este capítulo, el lector debe ser capaz de: ■ Describir los mecanismos que controlan la ingesta de alimentos. ■ Describir el papel de la cinasa activada por AMP en el mantenimiento del equilibrio energético celular. ■ Identificar las principales categorías de nutrientes y los nutrientes esenciales dentro de estas categorías. ■ Relacionar su conocimiento del metabolismo energético con las recomendaciones nutricionales vigentes. ■ Enumerar las características de la malnutrición y la obesidad. ■ Detallar los componentes de la valoración nutricional. INTRODUCCIÓN Desde el punto de vista de la bioquímica, la nutrición es una inte racción esencial del organismo con el entorno. La nutrición sos tiene la salud y afecta a la susceptibilidad a la enfermedad. Tanto la malnutrición como la obesidad ponen al organismo en peligro. El estado nutricional está determinado por factores biológicos, psicológicos y sociales Los factores que determinan el estado nutricional de un individuo son la base genética, el entorno, la fase del ciclo vital, el nivel de actividad física y la presencia o ausencia de enfermedad (ñg. 2 2 .1 ). El estado nutricional está influido también por la disponibilidad de alimentos, su sabor y variedad. Las deficiencias nutricionales pueden estar originadas por dietas inadecuadas o por errores metabólicos determinados genéticamente. REGULACIÓN DE LA INGESTA DE ALIMENTOS La ingesta de alimentos está controlada por el ham bre (deseo de comer) y el apetito (deseo de un alimento en particular) Los principales centros que regulan el apetito se encuentran en los núcleos arqueado y paraventricular hipotalámicos en el sis tema nervioso central (SNC). En los seres humanos, el núcleo arqueado se conoce como núcleo infundibular. El cerebro regula la homeostasis de energía y también es el principal regulador del peso corporal (fig. 22.2). Las señales que controlan la ingesta de energía se originan en el tejido adiposo y son enviadas al sistema nervioso central. Estas señales están mediadas por la adipocina leptina y por la insulina. Como respuesta, el cerebro envía señales eferentes a través de una red compleja de neuropéptidos. Estas señales regulan el apetito y el hambre. Las neuronas en el núcleo arqueado hipo- talámico expresan dos neuropéptidos: la proopiomelanocorti- na (POMC), que es catabólica, y el neuropéptido anabólico Y (NPY). La POMC se escinde y produce melanocortinas (como MSH-a), que reducen la ingesta de alimentos. Por otra parte, la expresión del NPY aumenta cuando se agota el tejido adiposo y cuando desciende la leptina. El NPY se une a las neuronas que expresan la hormona concentradora de melanina (MCH) y las orexinas A y B. Éstas, a su vez, por acción sobre las neuronas del tronco del encéfalo, intervienen en el control de la ingesta de alimentos. Estas neuronas se conectan con la corteza cerebral (centro de la saciedad) para despertar el hambre y estimular aún otro conjunto de hormonas como la tireoliberina (TRH), la corticoliberina (CRH) y la oxitocina. La tireoliberina aumenta la termogénesis y la ingesta de alimento, mientras que la corticoliberina disminuye la ingesta de alimento y aumenta el gasto de energía por medio de la actividad simpática. Otras señales implicadas en el control de la ingesta de alimentos están mediadas por péptidos gastrointestinales como el glucagón, la colecistocinina, el péptido semejante al glucagón, la amilina y el péptido YY. La ghrelina, que es segregada por el estómago, estimula las neuronas que expresan NPY. Es el único péptido estimulante del apetito conocido. La propia distensión gástrica afecta también a la ingesta de alimento. Por último, la hipoglucemia disminuye la actividad del centro de la saciedad. Fig. 1 Factores que determinan el estado nutricional. El sistema cannabinoide endógeno El hipotálamo y el tronco del encéfalo traducen la información sobre el equilibrio energético en comportamiento a la hora de comer. Esto implica a un sistema cannabinoide endógeno. Los endocannabinoides son compuestos sintetizados a partir de fos folípidos de membrana. Comprenden el A9-tetrahidrocannabinol y la anandamida, que se forman como resultado de la hidrólisis de la N-araquidonil fosfatidil etanolamina por la fosfolipasa D. Los endocannabinoides se liberan en las sinapsis y se unen a receptores sinápticos llamados CB1. Los receptores están presentes en el sis tema nervioso central y también en el intestino, el tejido adiposo, el hígado, el músculo y el páncreas. Están acoplados a proteínas G y adenilato ciclasa y también regulan los canales de potasio y de calcio. La unión de endocannabinoides a los receptores modula la liberación de neurotransmisores como el GABA, la noradrenalina, el glutamato y la serotonina. Las concentraciones hipotalámicas de endocannabinoides aumentan durante la falta de alimentos. REGULACIÓN DEL EQUILIBRIO ENERGÉTICO El tejido adiposo es un órgano endocrino activo El tejido adiposo, lejos de ser un depósito inerte de almacenamiento de energía, es un órgano endocrino activo (fig. 22.3). Sus produc tos se conocen como adipocinas. Esta actividad endocrina influye en el desarrollo de la obesidad y de afecciones como la resistencia a la insulina. Las dos adipocinas principales segregadas por el tejido adiposo son la leptina y la adiponectina. La leptina regula la masa de tejido adiposo y responde al estado energético La leptina es una proteína de 16 kDa. Su secreción está ligada a la masa de tejido adiposo y al tamaño de los adipocitos. En el sistema nervioso central disminuye la ingesta de alimentos. También actúa sobre el músculo esquelético, el hígado, el tejido adiposo y el páncreas. La expresión génica de la leptina está regulada por la ingesta de alimentos, el estado energético, hormonas y el estado inflamatorio. Afecta al metabolismo estimulando la oxidación de los ácidos grasos y disminuyendo la lipogénesis. También dis minuye el depósito ectópico de grasa en el hígado o en el músculo. La leptina señaliza a través de un receptor de membrana que tiene un dominio de unión extracelular y una cola intracelular. Sus vías de señalización implican a la Janus cinasa y al transduc tor de señales y activador de transcripción (JAK/STAT; cap. 40). También implica a la proteína cinasa activada por mitógeno y a la fosfatidilinositol-3’-cinasa, así como a la cinasa activada por el AMP (AMPK). CONCEPTOS CLÍNICOS ABC DEL TRATAMIENTO DE URGENCIA Comer y beber, como respirar, conecta a los organismos vivos con el entorno. Para sobrevivir necesitamos oxígeno, agua y nutrientes. Sólo se puede vivir sin oxígeno durante unos minutos. Sin agua, el tiempo de supervivencia es de días. Con oxígeno y agua, un ser humano puede sobrevivir sin alimento entre 60 y 90 días. Estas consideraciones determinan también la urgencia del trata miento en las situaciones críticas. Por tanto, el restablecimiento del aporte de oxígeno y del volumen circulante se convierte en prioritario (el ABC de la reanimación: vías respiratorias [Airway], respira ción [Breathing], circulación [Circulation]). También es necesaria, en horas/días, la reposición de líquido y electrolitos perdidos, según el estado del paciente. Una vez adoptadas las medidas que salvan la vida, es importante aportar otros nutrientes. La regla general es que los pacientes que no pueden comer necesitan soporte nutricional si han estado o estarán sin poder comer durante 7 días. Este período es más breve en personas hipercatabólicas. Fig. 2 Regulación de la ingesta de alimentos. La regulación de la ingesta de alimentos se lleva a cabo por señales generadas en el tejido adiposo, el páncreas, el estómago y el cerebro. El hipotálamo traduce señales relacionadas con el equilibrio energético en una conducta alimenticia a través de la secreción de diversos neuropéptidos.El signo (+) significa una acción que lleva a un aumento del apetito e ingesta de alimento, y el signo (- ) , a una disminución. CRH, corticoliberina; MSH, hormona estimulante de los melanocitos; TRH, tireoliberina. (Adiponectina) ■( Hígado ) í TNF-a 1T { t NIFkB ] m f \ TNF-a t AMPK fAMPK * IL-6 t Utilización de glucosa \ Glucogénesis | IL-8 t Oxidación de AGL t Oxidación de AGL \ MCP-1 J í ) Músculo* Hígado SNC w t AMPK t Oxidación de AGL i Lipogénesis \ AMPK i Ingesta de alimentos Fig. 3 Actividad endocrina del tejido adiposo. El tejido adiposo produce adipocinas. La leptina y la adiponectina tienen una función importante en el ajuste del metabolismo a las necesidades energéticas del organismo. Activan la enzima detectora de energía, la cinasa activada por el AMP (AMPK). Los adipocitos también segregan diferentes citocinas proinflamatorias, como TNF-a o IL-6 . Parece que el TNF-a estimula el factor de transcripción NFkB, un factor fundamental en la inducción de los genes relacionados con la respuesta inflamatoria. AGL, ácidos grasos libres; AMPK, cinasa activada por AMP; IL, interleucina; SNC, sistema nervioso central; TNF-a, factor de necrosis tumoral a. La adiponectina aumenta la sensibilidad a la insulina y su falta lleva a una resistencia a la insulina La adiponectina es una proteína de 244 aminoácidos con una homología estructural con el colágeno tipo Vm y X y con el factor de complemento Clq. En la circulación existen varias formas: glo bular, trimérica y de alto peso molecular. La adiponectina estimula la utilización de glucosa en el músculo e incrementa la oxidación de los ácidos grasos en el músculo y el hígado, aumentando así la sensibilidad a la insulina. También disminuye la producción hepática de glucosa. Las concentraciones bajas de adiponectina se relacionan con resistencia a la insulina y esteatosis hepática. La adiponectina regula a la baja la secreción de las citocinas proinfla matorias, interleucinas 6 y 8 (EL- 6 e IL-8) y la proteína de atracción quimiotáctica de monocitos-1 (MCP-1). El entrenamiento físico aumenta la expresión de adiponectina y regula al alza sus receptores en el músculo esquelético. Por otro lado, su concentración disminuye en la obesidad y la diabetes tipo 2. Las concentraciones bajas de adiponectina también se asocian con una inflamación de bajo grado, estrés oxidativo y disfunción endotelial. Los receptores de adiponectina activan la AMPK, la proteína cinasa activada por mitógeno p38 y los PPARa, que a su vez regulan el metabolismo de los ácidos grasos (cap. 2 1 ). El tejido adiposo segrega citocinas proinflamatorias El tejido adiposo segrega citocinas proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral a (TNF-a) y la IL-6. El TNF-a está altamente expresado en animales y seres humanos obesos, y también induce resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. El TNF-a activa la vía proinflamatoria del NFkB. La cinasa estimulada por el AMP (AMPK) responde a los niveles celulares de energía La AMPK es una serina-treonina cinasa. Es un heterotrímero codificado por tres genes: tiene una subunidad catalítica a y dos subunidades reguladoras, (3 y 7 . Se activa mediante fos forilación por una cinasa conocida como LKB1, que es una molécula supresora de tumores. El activador clave de la AMPK es la acumulación celular de 5’-AMP y el aumento del cociente 5 ’-AMP/ATP. Un valor bajo de la relación creatina/fosfocreatina también activa esta enzima. Concentraciones altas de 5 ’-AMP inducen cambios alostéricos y la fosforilación de las subunidades catalíticas AMPK. El AMP se genera en la reacción de la mioci- nasa (adenilato cinasa): ADP + ADP ̂ ATP+ AMP La AMPK estimula las vías productoras de energía e inhibe las que utilizan energía En el músculo esquelético, la activación de la AMPK promueve el transporte de glucosa, la glucólisis y la oxidación de los ácidos grasos. Por otra parte, inhibe la síntesis de ácidos grasos mediante fosforilación (e inactivación) de la acetil-CoA carboxilasa. Esto con diciona un descenso de malonil-CoA y la desinhibición de la carni tina palmitoil transferasa 1 y la facilitación consiguiente del trans porte de ácidos grasos a la mitocondria. Una mayor oxidación de ácidos grasos previene la acumulación de lípidos en los tejidos. En el hígado, la AMPK inhibe la lipogénesis y la síntesis de colesterol (esta última mediante fosforilación e inactivación de la HMG-CoA reductasa); su activación inhibe la pro teína le de unión del ele mento regulador del esterol (SREBPlc; v. caps. 16 y 18). En el músculo esquelético, la AMPK se activa durante el ejer cicio y está implicada en el transporte de glucosa y la oxidación de los ácidos grasos estimulados por la contracción (el ejercicio aumenta la sensibilidad a la insulina). En el corazón se activa por la isquemia. La AMPK también actúa en el hipotálamo. La expresión de la AMPK en el hipotálamo reduce la ingesta de alimentos. La leptina y la adiponectina estimulan la AMPK en el músculo esquelético, en el hígado y en el tejido adiposo. La insulina y la leptina la inhiben en el hipotálamo. Los antidiabéticos, como las tiazolidinedionas y las biguanidas, actúan en parte a través de la AMPK (cap. 21). Los efectos de la activación de la AMPK se resumen en la figura 22 .4 (v. también el cuadro “Conceptos avanzados: Ejercicio físico y biogénesis mitocondrial”, pág. 98). Gasto energético El gasto diario total de energía es la suma de la tasa metabólica basal, el efecto térmico de la comida y la energía usada en la ac tividad física. El gasto energético puede medirse mediante calorimetría direc ta, que se basa en mediciones de producción de calor. La calorime tría indirecta se basa en mediciones de la tasa de consumo de oxígeno (V02). La proporción de VC02 con respecto a V02 se conoce como tasa de intercambio respiratorio (respiratory exchange rate, RER) o coeficiente respiratorio. Para los carbohidratos, RER=1; para la grasa, RER=0,7. (T * >\t 5-AMP t 5-AMP ATP I ___Creatina____ Fosfocreatina V _ y ( '0 AMPK ] Músculo fi Hígado Hipotálamo I r w T B p , t Transporte de glucosa \ Lipogénesis i Ingesta t Glucólisis i Síntesis de colesterol de alimentos t Oxidación de AGL 1 Lipogénesis t Oxidación de AGL Fig.4 Cinasa activada por el AMP (AM PK). La AMPK cumple la función de sensor de los niveles energéticos celulares. Su mayor es timulador es el aumento del 5'-AMP. Un aumento del cociente 5'-AMP/ ATP indica un nivel energético celular bajo. Una vez activada, la AMPK fosforila las enzimas limitantes de la velocidad de la vías de producción de energía y de las vías que utilizan energía. El efecto final es la inhibición de las vías que utilizan energía como la lipogénesis o la síntesis de coles terol y la estimulación de vías que generan energía: glucólisis y oxidación de ácidos grasos. AGL, ácidos grasos libres. El gasto energético requerido para mantener el cuerpo funcionando en reposo total se denomina tasa metabólica basal (basal metabolic rate, BMR) La BMR depende del sexo, la edad y el peso corporal. En reposo se requiere energía para el transporte a través de las membranas (30% del total), para la síntesis y degradación proteica (30%), además de para mantener la temperatura, la actividad física y el crecimiento. Algunos órganos emplean una cantidad particular mente alta de energía: en una persona de 70 kg, el metabolismo del cerebro constituye aproximadamente un 20 % de la demanda metabólica basal; el hígado, un 25%, y el músculo, un 25%. Por otro lado, en niños de peso muy bajo al nacer, el cerebro es res ponsable de hasta un 60% de la BMR, el hígado, de un 20%, y el músculo, sólo de un 5%. En estado de salud, la actividad física es el componente variable más importante del gasto energético El grado de actividad se expresa normalmente en equivalentes metabólicos de tareas (MET). Los MET usan un valor de referencia para el metabolismo en reposo de 1 kcal/kg/hy cada actividad consume múltiplos del MET. Tanto en reposo como durante la actividad, el metabolismo depende de la masa del individuo, lo cual permite comparar la intensidad y el gasto energético entre perso nas de pesos distintos (el cociente del gasto energético durante la actividad relacionado con el metabolismo en reposo permanecerá invariable). En la tabla 22.1 se dan ejemplos de gasto energético asociados a diferentes actividades. Las necesidades energéticas también dependen del sexo y la edad (tabla 2 2 .2 ). NU TRIGENÓM ICA La respuesta individual variable a los nutrientes está determinada en gran medida por la genética. Los genes influyen sobre la diges tión y absorción de nutrientes, su metabolismo y su excreción. Las percepciones, como el gusto o la saciedad, también están, hasta cierto punto, determinadas genéticamente. Esto tiene implicacio nes para pautas nutricionales: dado que el conjunto de genes varía Tabla 22.1 Gasto energético índice de actividad física Ejemplo de actividad 1.3 Ver la televisión, leer, escribir 2.0 Vestirse y desvestirse, hacer la cama, caminar lentamente 2.3 Fregar los platos, planchar 2.5 Quitar el polvo y limpiar, cocinar 4.5 Limpiar ventanas, golf, carpintería 6.5 Caminar con rapidez, cavar y palear 8.0 Subir escaleras, ciclismo, fútbol, esquiar El gasto energético se expresa en equivalentes metabólicos de tareas (MET, un múltiplo del gasto en reposo completo). Tabla 2 Requerimientos diarios de energía EAR kcal/día (mJ) Edad Varones Mujeres 0-3 meses 545 (2,28) 515(2,16) 4-6 meses 690 (2,89) 645 (2,69) 4-6 años 1.715(7,16) 1.545 (6,46) 15-18 años 2.755 (11,51) 2.110(8,83) 19-50 años 2.550(10,60) 1.940 (8,10) >75 años 2.100 (8,77) 1.810(7,61) Requerimientos promedio estimados (EAR) de energía en grupos de edad y sexo seleccionados. Datos de los Dietary Reference Values for Food Energy and Nutrients for the United Kingdom; Report of the Panel on Dietary Reference Values of the Committee on Medical Aspects of Food Policy, Londres: T50 2003. entre las poblaciones, las pautas nutricionales óptimas deben ser específicas de la población, más que generales. La nutrigenómica tiene implicaciones potenciales importantes en relación con las intervenciones nutricionales futuras. Es análoga a la farmacogenó- mica: intenta explotar el conocimiento acumulado por el Proyecto del Genoma Humano, y la capacidad para monitorizar la expresión de un gran número de genes, para idear tratamientos dietéticos individuales confeccionados a la medida de una base genética. La metabolómica, o monitorización de los patrones de respuesta metabólica a los nutrientes, ofrece nuevas oportunidades para determinar perfiles nutricionales personalizados (cap. 36). El genotipo influye sobre las concentraciones plasmáticas de los nutrientes Un ejemplo del efecto del genotipo sobre la ingesta de nutrientes es la respuesta de la concentración plasmática del colesterol a su contenido dietético. Aproximadamente el 50% de la variación individual del colesterol plasmático está determinada genética mente. La respuesta a una dieta que contiene colesterol se asocia con el genotipo de la apolipoproteína E (apoE). La apoE es una proteína sintetizada en el hígado y el principal impulsor metabólico de las partículas remanentes de lipoproteínas (cap. 18). Existe en varias isoformas codificadas por alelos denominados e2, e3 y e4. Se ha observado que la concentración plasmática de colesterol au menta con una dieta baja en grasa/alta en colesterol en personas con el fenotipo E4/4, pero no con el fenotipo E2/2. Hay numerosos ejemplos de nutrientes que afectan a la expre sión génica. Por ejemplo, las actividades de las enzimas hepáticas fundamentales difieren en las personas con una dieta prolongada rica en grasas en comparación con las que siguen una dieta ri ca en hidratos de carbono. La cantidad de colesterol en la dieta afecta a la actividad de la HMG-CoA reductasa. Los ácidos grasos poliinsaturados inhiben la expresión de la ácido graso sintasa, y los ácidos grasos co-3 (v. más adelante) reducen la síntesis del ARN mensajero que codifica para el factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF) y la citocina inflamatoria interleucina 1 (IL-1). En la hipertensión esencial, la sensibilidad a la sal dietética está controlada, al menos en parte, por las variantes del gen del angiotensinógeno. Sólo el 50% de los pacientes son sensibles a la ingesta de sal: un 30-60% de la variación de presión arterial está relacionado con el genotipo. Regulación genética de la ingesta alimentaria y del gasto energético La obesidad es concordante en el 74% entre los gemelos monocigó- ticos y en el 32% entre los gemelos dicigóticos. La epidemia actual de obesidad ha suscitado la investigación de genes que controlen el gasto energético y la ingesta alimentaria. Se han usado estudios de poblaciones a gran escala para buscar una relación entre cambios en los genes y el peso corporal. Como hay una correlación entre la masa corporal de miembros de la misma familia, y en especial de gemelos idénticos, se calcula que el 40-70% de las diferencias en la predisposición a la obesidad pueden explicarse mediante la genética. Se ha observado que los cambios en dos genes se asocian a obesi dad: la proteína asociada a la masa grasa y a la obesidad (FTO) y el receptor de melanocortina-4 (MC4R). La FTO se expresa en el nú cleo arqueado en respuesta al hambre, por lo que parece que tiene cierta influencia sobre la masa corporal a través del control de la ingesta alimentaria. El MC4R es un ligando para las melanocortinas en el núcleo arqueado que controla la ingesta de alimentos. Estos efectos se han demostrado en un estudio en los que integrantes que habían tenido variaciones en su gen FTO que se asociaban a obesidad consumían alimentos con mayor contenido energético en un almuerzo de tipo bufé, en comparación con aquellos partici pantes que no tenían dichas variantes genéticas. Sin embargo, en la población general, las variaciones en la FTO y en regiones cercanas a los genes MC4R solamente son responsables de un incremento de la masa corporal de 0,39 kg/m2 y de 0,23 kg/m2, respectivamente, de manera que no explica la actual epidemia de obesidad. Hasta la fecha no se han detectado genes asociados al gasto energético. Nutrición, ciclo vital y adaptación metabólica La necesidad de nutrientes está influenciada tanto por los estados fisiológicos como por la enfermedad. El embarazo, la lactancia y el crecimiento (en particular el intenso crecimiento intrauterino, el crecimiento durante la lactancia y el brote de crecimiento del adolescente) son los tres estados fisiológicos más importantes asociados a unas demandas de nutrientes mayores. El embarazo es un ejemplo de adaptación metabólica denominada adaptación expansiva Aquí el cuerpo de la madre se adapta para ser portador del feto y suministrarle los nutrientes. Alrededor del momento de la concepción, el cuerpo de la madre se prepara para las demandas metabólicas del feto. En la fase inicial del embarazo, la madre es tablece la «capacidad de aporte», y más adelante en el embarazo tiene lugar este aporte real. El 90% del peso fetal se consigue entre las semanas 20 a 40 del embarazo y el crecimiento más notorio se establece entre las semanas 24 y 36. La cantidad total de energía almacenada durante el embarazo es de aproxima damente 70 .0 0 0 kcal (2 9 3 .0 9 0 kj), lo que viene a significar aproximadamente 10 kg de peso. La ingesta de nutrientes cambia durante el ciclo vital Después del p arto hay una transición de la alimentación a través de la placenta a la alimentación basada en la lactancia materna y, a continuación, de modo gradual, el niño se adapta a la alimentación libre. Hasta el estado de alimentación mediante lactancia m aterna, la nutrición está controlada por sustratos, y el niño depende por completo de la madre para su nutrición. Posteriormente,la hormona del crecimiento asume un papel prin cipal en la dirección del desarrollo. En la edad escolar aparecen nuevos patrones de comida y de actividad a medida que el niño aprende a independizarse de sus padres. Continúa así durante la adolescencia. En este estadio, las hormonas sexuales comienzan a desempeñar un papel importante en el desarrollo. En la edad adulta, la masa muscular aumenta entre los 20 y los 30 años de edad y en ese momento se estabiliza el nivel de actividad física. A continuación, la masa muscular comienza a reducirse y la masa grasa comienza a aumentar. Esto se acelera después de los 60 años de edad. La masa ósea también se reduce con la edad. Cuando el aporte de nutrientes es escaso, tanto en los casos de au mento de las necesidades nutricionales como de disminución de los alimentos disponibles, tiene lugar la denominada adaptación reductora: el metabolismo disminuye y se reduce el deseo de comer. Se limita así la pérdida de peso. PRINCIPALES CLASES DE NUTRIENTES Las principales clases de nutrientes son los hidratos de carbono (incluida la fibra), las grasas, las proteínas, los minerales y las vitaminas. Los hidratos de carbono, las proteínas, la grasa, la fibra y algunos minerales son macronutrientes. Las vitaminas y los oligoelementos son m icronutrientes (cap. 1 1). El valor calórico de los nutrientes principales puede verse en la tabla 2 2 .3 . Las funciones de los nutrientes se resumen en la figura 22.5. Hidratos de carbono Los hidratos de carbono y las grasas son las fuentes de energía más importantes. Son también precursores de las glucoproteínas, los glucolípidos y los mucopolisacáridos. Los hidratos de carbono de Tabla 3 Contenido calórico de los nutrientes Energía Nutriente kJ/g kcal/g Almidón 17 4 Glucosa 17 4 Grasa 37 9 Proteína 17 4 Alcohol 30 7 Contenido calórico de nutrientes (1 kJ=239 cal; 1 kcal=4,184 kJ). la dieta comprenden hidratos de carbono refinados, como la saca rosa contenida en los dulces, bebidas y zumos de frutas, e hidratos de carbono complejos, como el almidón, presente en los cereales y las patatas. La fibra consta de hidratos de carbono no digeribles por el intestino humano, como la celulosa, la hemicelulosa, la lignina, la pectina y el (3-glucano. La fibra se encuentra presente en cereales no elaborados, las legumbres, las verduras y las frutas. Su principal papel es regular el tránsito y la motilidad intestinales. El índice glucémico y la carga glucémica proporcionan una visión cuantitativa y cualitativa de la gestión de los alimentos que contienen hidratos de carbono El índice glucémico (IG) es el sistema de clasificación de los alimen tos que contienen hidratos de carbono en función del grado de incremento de glucemia que tiene lugar después de su ingesta. El procedimiento en que se basa la clasificación es parecido a la prueba de tolerancia oral a la glucosa. Se comprueba el efecto de una dosis estándar (2 5 o 50 g) de un alimento concreto sobre la concentración plasmática de glucosa y se compara con el nutriente de referencia (p. ej., glucosa). La comparación se basa en el cociente del área bajo la curva (AUC) para el nutriente examinado y para la glucosa. IG= (AUCnutriente estudiado / AUCglucosa) x 100 (1) El IG se expresa en una escala de 1 a 100 (un IG es bajo si es de 0-55, moderado si es de 56-69 y alto si es > 69). Los alimentos que se ab sorben y se digieren rápidamente tienen un IG alto, mientras que los retrasos en la absorción y la digestión dan un IG bajo. El IG está influenciado por la naturaleza del alimento y por el tipo de almidón, pero también por el método de cocinado (es decir, el IG de los espague- tis poco cocidos será menor que el de los cocidos más tiempo). Los alimentos con un IG bajo controlan la glucemia y la insulinemia posprandial y son beneficiosos para las personas con diabetes, y son mejores para controlar el peso. Obsérvese que estos alimentos con IG bajo suelen ser ricos en grasa y pobres en hidratos de carbono y fibra. El derivado del IG es la carg a glucém ica (CG). Traduce la información cualitativa contenida en el IG en información ■^Glucolípidos] ( Energía ] Fig. 5 Funciones de los nutrientes. Las principales clases de nu trientes pueden emplearse para producir energía y todas contribuyen a la síntesis de compuestos más complejos. La principal función de las vitami nas y minerales es la participación en reacciones enzimáticas, bien como cofactores o bien como componentes de grupos prostéticos enzimáticos. cuantitativa, que puede usarse para calcular el contenido de hidratos de carbono de una porción concreta de alimento. CG = IG /100 x CHO (gramos por porción) (2) Proteínas Las proteínas de la dieta son digeridas hasta sus componentes, los aminoácidos. Los aminoácidos se emplean después como m a terial para construir las proteínas propias. También sirven como sustrato energético de «último recurso»: el estado catabólico se asocia típicamente a liberación de aminoácidos desde el músculo y, por tanto, a atrofia muscular. Debido a la diferente composi ción de las proteínas animales y vegetales, no comer productos animales puede llevar a deficiencias en nutrientes, como vitami na B12, calcio, hierro y zinc. De modo similar a los requerimientos de energía, los requerimientos de proteínas cambian durante el ciclo vital (tabla 22.4). Durante el embarazo aumenta la demanda de proteínas en la dieta, así como en la lactancia y en el brote de cre cimiento de la adolescencia. Grasas Las grasas son el principal nutriente empleado para el alm a cenam iento de energía. Los lípidos también proporcionan al organismo un aislamiento térmico. Además, son componentes esenciales de las membranas biológicas y sirven como sustratos para la síntesis de los glucolípidos y las glucoproteínas, y también de los fosfolípidos, las prostaglandinas, los leucotrienos y los trom- boxanos. Son particularmente importantes para el desarrollo del cerebro y de la retina (v. también tabla 3.2). Los ácidos grasos son moléculas de señalización y son ligan- dos activadores de los factores de transcripción. Por ejemplo, los ácidos grasos estimulan la acumulación de diacilglicerol (DAG), activan la isoforma 8 de la proteína cinasa C (PKC) en el hígado Tabla 4 Requerimientos diarios de proteínas Edad g/día (varones) g/día (mujeres) 0-3 meses 12,5 12,5 10-12 meses 14,9 14,9 4-6 años 19,7 19,7 15-18 años 55,2 45 19-50 años 55,5 45 >50 años 53,3 46,5 Los requerimientos de proteínas dependen de la edad y el sexo. Mostramos aquí las ingestas de referencia del nutriente (RNI) en relación con grupos de edad seleccionados. Datos de los Dietary Reference Values for Food Energy and Nutrients for the United Kingdom; Report of the Panel on Dietary Reference Values of the Committee on Medical Aspects of Food Policy, Londres: TSO 2003. y disminuyen la fosforilación de tirosina de proteínas sustrato de receptores de insulina, concretamente las proteínas 1 y 2 (IRS-1 y 2). Los ácidos grasos libres (AGL) también estimulan la vía NFkB. Los ácidos grasos de cadena larga no son solubles en agua, pero sí lo son los ácidos grasos de cadena corta (C4-6) y media (C8-10). Los ácidos grasos saturados de cadena media y corta son transportados en el plasma unidos a la albúmina en lugar de en quilomicrones. Las grasas se clasifican en saturadas e insaturadas (estas últimas se subdividen en monoinsaturadas o poliinsaturadas). El ácido graso más común es el ácido palmítico (C16) Otros son el ácido esteárico (C18), el ácido mirístico (C14) y el ácido láurico (12). Todas las grasas animales (grasa de carne de vaca, crema de leche, manteca) son muy saturadas. También contienen grasas saturadas el aceite de palma, la manteca de cacao y el aceite de coco. El ácido oleico (o>9) es el único ácido graso monoinsaturado de la dieta importante Los ácidos grasos monoinsaturados se hallan presentes en todas las grasas animales y vegetales. Elaceite de oliva es una fuente particularmente rica de grasas monoinsaturadas. Los ácidos grasos monoinsaturados de configuración trans (fig. 2 2 .6), los isómeros del ácido oleico de configuración cis, son subproductos del proceso de hidrogenación de los aceites vegetales líquidos. Los ácidos grasos trans, procedentes de la hidrogenación de grasas, se asocian con un aumento del riesgo de enfermedad coronaria. Los ácidos grasos poliinsaturados comprenden los ácidos co-3 y to-6 Los ácidos grasos co-3 son los ácidos a-linolénico (co-3, C-18:3, A9,12,15), eicosapentaenoico (co-3, C-20:5, a 5’8,11,14,17) y docosahe- xaenoico (co-3, C-22:6, a 4,7,10,13’16,19). Se encuentran presentes principalmente en el pescado, los mariscos y el fitoplancton, y también en algunos aceites vegetales como el de oliva, de cártama, de maíz, de girasol y de semilla de soja y vegetales foliáceos. Los ácidos grasos co-6 son el ácido araquidónico (co-6, C-20:4, A5,8,11,14) y su precursor, el ácido linoleico (co-6 , C-18:2, A9,12). Los ácidos grasos co-6 se localizan en los aceites de soja y de cañóla y en aceites de pescado (particularmente en los pescados grasos como el salmón, los arenques y las sardinas). Forma cis del ácido graso monoinsaturado de 18C H Forma trans del ácido graso monoinsaturado de 18C Fig. 6 Ejemplo de la configuración cis y trans de un ácido graso monoinsaturado (ácido oleico de 18 átomos de carbono). Los ácidos grasos trans son producidos durante el proceso de hidrogenación de aceites vegetales líquidos. DEFINICIONES EN LA CIENCIA DE LA NUTRICIÓN La dieta es el total de todas las comidas y bebidas ingeridas por un individuo. El alimento o producto alimenticio es la comida en particular que se ingiere. Los nutrientes son los componentes químicamente definidos del alimento requerido por el organismo. La ingesta dietética no es fácil de calcular Los datos existentes se basan en estudios de poblaciones, a veces incompletos. Los conjuntos de valores derivados de estos estudios describen ingestas sugeridas mínimas, medias y adecuadas de nu trientes particulares. Se usan valores diferentes en países diferentes y ha habido cierto grado de confusión y solapamiento entre varias definiciones (v. cuadro “Conceptos avanzados: Definiciones en la ciencia de la nutrición”, pág. 305). Actualmente, las estimaciones de ingestas de nutrientes se basan en ingestas dietéticas de referen cia (DRI), elaboradas por la Food and Nutrition Board (FNB) y el Institute of Medicine (IOM) of the National Academies en Estados Unidos. Constituyen el conjunto de valores que describe la ingesta de un nutriente determinado en una población (fig. 22.7). NUTRIENTES ESENCIALES (LIMITANTES) Los nutrientes esenciales son aquellos que no pueden sintetizarse en el organismo humano y, por tanto, es preciso que sean aporta dos desde el exterior. Comprenden: CONCEPTOS CLÍNICOS MUJER CON INSUFICIENCIA RENAL Y PÉRDIDA DE PESO Una mujer de 59 años de edad ingresó en la unidad renal con infec ciones y endocarditis recurrentes. Había sido tratada con hemodiálisís durante 5 años y en 2 años había perdido el 33% de su peso corporal. Mostraba muy poco apetito y había estado tomando dos envases (1,5 kcal/ml y 6,2 kJ/ml) de batidos de leche diariamente. Estaba en anuria y su ingesta de líquidos estaba restringida a 1.000 mi diarios. Medía 1,68 m y pesaba 52,7 kg; el IMC era de 18. Los resultados de los análisis bioquímicos más recientes ponían de manifiesto una hiperpotasemia persistente que oscilaba entre 5,7 y 6,2 mmol/l. Comentario. Debido a su mal estado nutricional y a la continua pérdida de peso, la paciente necesita seguir tomando suplementos nutricionales para reducir al mínimo nuevas pérdidas de peso. Sin em bargo, debido a la hiperpotasemia, se debe considerar una solución oral baja en electrolitos. Inicialmente tomaba 22 mmol de potasio del batido de leche de 1,5 kcal/ml. Posteriormente se cambió a una solución oral con un bajo contenido en electrolitos, que proporcio naba sólo 12 mmol en total. Los Renal Nutrition Group Standards de Reino Unido recomiendan una ingesta diaria de potasio en este tipo de pacientes inferior a 1 mmol/kg de peso corporal. Siempre se deben plantear las soluciones orales con bajo contenido de electrolitos en los pacientes con nefropatías, y es preciso monitorizar cuidadosamente la concentración sérica de dichos electrolitos. ■ Aminoácidos esenciales. ■ Ácidos grasos esenciales (EFA). ■ Algunas vitaminas y oligoelementos. Los hidratos de carbono no son nutrientes esenciales. Algunas proteínas vegetales son relativamente deficientes en aminoácidos esenciales, mientras que las proteínas animales suelen contener una mezcla equilibrada Los aminoácidos esenciales son la fenilalanina (la tirosina puede sintetizarse a partir de la fenilalanina), los aminoácidos de cadena ramificada valina, leucina, isoleucina, treonina y metionina y la lisina (cap. 19). Los ácidos grasos esenciales (EFA) son el ácido linoleico y el ácido a-linolénico El ácido araquidónico, el ácido eicosapentaenoico y el ácido doco- sahexaenoico pueden sintetizarse en cantidades limitadas a partir de los EFA; sin embargo, se convierten en nutrientes esenciales cuando hay deficiencia de EFA. Las vitaminas y los oligoelementos son importantes para la catálisis de las reacciones químicas Actúan como coenzimas y forman grupos prostéticos de las en zimas funcionalmente importantes. Se comentan con detalle en el capítulo 1 1 . VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL La valoración del estado nutricional comprende los hábitos alimen tarios y los antecedentes dietéticos, una serie de determinaciones corporales (antropométricas) y pruebas de laboratorio bioquímicas o; Fig. 7 Ingesta diaria recomendada (RDA): valores de los compo nentes. Mientras que el requerimiento promedio estimado (EAR) refleja la ingesta adecuada para la mitad de una población, la RNI o la RDA son valores que representan la ingesta adecuada para la gran mayoría de individuos. DE, desviación estándar. -----------1------------------ r~ -2DE EAR Valor inferior de la ingesta de referencia del nutriente (LNRI) ---------- 1------------ +2DE \ Ingesta de referencia del nutriente (RNI) (ingesta diaria recomendada, RDA) y hematológicas. Ya que no hay un marcador definitivo único del estado nutricional, la valoración nutricional se fundamenta en la interpretación de una serie de variables. Los antecedentes dietéticos no deben referir únicamente los detalles de la ingesta alimentaria Los hábitos dietéticos constan de los patrones de comida y de la cantidad y composición de los alimentos. La dieta de cada indivi duo está determinada por factores biológicos, psicológicos, socioló gicos y culturales. Los factores biológicos implicados comprenden el estado de los sistemas responsables de la ingesta, la digestión, la absorción y el metabolismo de los nutrientes. Algunas carencias enzimáticas, como, por ejemplo, la de lactasa (cap. 10 ), alteran la absorción de los alimentos (en este caso, de la leche). Anamnesis dietética Los factores psicológicos desempeñan un papel importante en la determinación de la ingesta alimentaria; trastornos de la alimen tación, como la anorexia nerviosa y la bulimia, pueden dar lugar a una malnutrición grave. Entre los factores sociológicos están la disponibilidad de los alimentos y su precio y medidas adoptadas por la sociedad para mejorar la dieta, como, por ejemplo, comidas escolares o comidas subvencionadas para los ancianos y las per sonas discapacitadas. Los factores culturales también determinan los patrones de alimentación y el tipo de alimentos preferidos. Todos estos aspectos son importantes durante la obtención de la anamnesis dietética y nutricional. La ingesta alimentaria de un individuo puede valorarse mediante cuestionarios sobre frecuen cias de comidas, descripción del alimento ingerido en 24 horas, registros de alimentos y también medianteanálisis directo de los alimentos y mediante estudios de equilibrio metabólico. El método de investigación dietética más novedoso es la denominada valoración estructurada de los patrones dietéticos. Peso corporal e índice de masa corporal El peso corporal en relación con la altura es la determinación empleada más habitualmente en la valoración nutricional. La relación entre ellos se expresa como el índice de masa corpo ral (IMC), calculado de acuerdo con la siguiente fórmula: IMC = peso (kg) / altura (cm)2 (3) El IMC se utiliza para clasificar el estado nutricional, como se muestra en la tabla 22.5. Como se ha mencionado antes, el IMC no se debe emplear como indicación única y definitiva del estado nutricional. Otras determinaciones empleadas son el cociente cin tu ra/ cadera, la circunferencia en la parte media del brazo y el grosor de los pliegues cutáneos medidos con instrumentos cui dadosamente calibrados. La simple medida de la circunferencia de la cintura se relaciona con la cantidad de grasa visceral y se usa en el diagnóstico del síndrome metabólico (cap. 21). Un análisis más detallado incluye las valoraciones del agua corporal total, el aná lisis de la impedancia bioeléctrica corporal y las determinaciones de la masa corporal magra empleando la absorciometría fotónica dual por rayos X (DEXA). Algunas de estas mediciones permiten Tabla 5 Clasificación del estado nutricional según el índice de masa corporal (IMC) IMC (kg/m2) Interpretación <18,5 Malnutrido 18,5-20 Falto de peso 21-25 Deseable 26-30 Sobrepeso >30 Obeso calcular variables como el contenido y la composición de la grasa corporal. Igualmente, las determinaciones funcionales como la fuerza de agarre o el flujo espiratorio máximo son importantes en relación con el estado nutricional. Marcadores bioquímicos del estado nutricional La excreción urinaria de nitrógeno ayuda en la valoración del balance de nitrógeno El balance de nitrógeno está relacionado con los requerimientos proteicos del cuerpo. Es la diferencia entre la ingesta y la excreción de nitrógeno. Un balance de nitrógeno positivo significa que la ingesta es superior a la pérdida. Un balance de nitrógeno negativo significa que la pérdida es superior a la ingesta. La excreción de ni trógeno por la orina durante 24 horas permite estimar la cantidad de proteínas metabolizadas por el cuerpo. El 90% del nitrógeno excretado aparece en la orina (y el 80% está en forma de urea). El resto es excretado por las heces, el pelo y el sudor. La excreción de nitrógeno se ajusta a la ingesta de proteínas durante 2-4 días. La determinación de la excreción de nitrógeno urinario (o urea) es el modo más fiable para valorar los requerimientos proteicos diarios. En la actualidad se usa poco fuera del ámbito de la inves tigación. Como guía, la mayoría de las personas requieren 1-1,2 g de proteínas/kg de peso corporal/día. En la tabla 22 .4 figuran los requerimientos de proteínas según la edad. Se han empleado proteínas plasmáticas específicas como marcadores del estado nutricional La concentración de una proteína en plasma puede reflejar el es tado nutricional durante un período de tiempo relacionado con su vida media. Las proteínas que se han empleado más frecuentemen te para esta finalidad son la albúmina y la transtiretina (preal- búmina). Numerosos estudios han confirmado la conexión entre la síntesis hepática de albúmina (la vida media de la albúmina es de aproximadamente 20 días; v. cap. 4) y el estado nutricional. La transtiretina, que tiene una vida media de 2 días, se ha empleado también en la valoración nutricional. Es sintetizada en el hígado y forma un complejo con la proteína fijadora del retinal en plasma. Por desgracia, con frecuencia es difícil la interpretación de las concentraciones plasmáticas de las proteínas nutricionalmente relevantes, porque su concentración no está determinada exclu sivamente por el estado nutricional. Por ejemplo, la concentración plasmática de albúmina también depende del estado de hidra tación; la concentración de albúmina es baja en los pacientes sobrehidratados (cap. 24). Además, la albúmina y la transtiretina se ven afectadas por la respuesta de fase aguda (las concen traciones de transtiretina aumentan durante la reacción de fase aguda y la concentración de albúmina disminuye). Así pues, en los pacientes en estado crítico, la albúmina no es un marcador útil del estado nutricional. Las pruebas de laboratorio generales proporcionan una información suplementaria en relación con el estado nutricional La determinación de la hemoglobina puede permitir identificar una ferropenia. Las pruebas de función hepática (cap. 30) y renal (cap. 23), las determinaciones de sodio, potasio, cloruro, bicar bonato, calcio, fosfato y magnesio en suero, y la valoración del metabolismo del hierro proporcionan una información adicional útil. La valoración de la ingesta y pérdida hídricas diarias (cap. 24) es esencial en los pacientes candidatos a soporte nutricional. Una valoración completa consta de determinaciones de vitaminas y oligoelementos Esto es particularmente importante en los pacientes sometidos a nutrición parenteral de larga evolución. Valoración simplificada del estado nutricional La Malnutrition Universal Screening Tool (MUST) ha sido introdu cida por la British Association for Parenteral and Enteral Nutrition (BAPEN) para poder realizar una valoración rápida del estado nutricional en los adultos. Es un método que consta de cinco pasos mediante el cual se identifica a los individuos de riesgo (fig. 2 2 .8). M ALNUTRICIÓN La malnutrición es un declive gradual en el estado nutricional que en sus estadios más avanzados lleva a una disminución de la capacidad funcional y a otras complicaciones La malnutrición proteico-calórica se define como un estado nutricional deficiente secundario a una ingesta de nutrientes inadecuada. Una ingesta reducida de alimentos conduce a una adaptación reductora, que incluye la disminución de los depósitos de nutrien tes, cambios en la composición corporal y empleo más eficiente de los combustibles, como el uso de cuerpos cetónicos por el cerebro (los cambios metabólicos en la inanición se describen en el cap. 2 1 ). La malnutrición es uno de los problemas fundamentales a los que tiene que hacer frente la sanidad pública en los países en vías de desarrollo. Es preciso que el problema se considere no sólo desde la perspectiva médica, sino también social y económica. La mortalidad en los pacientes malnutridos (IMC, 10-13) es cuatro veces mayor que en las personas bien nutridas. Los efectos de la malnutrición se resumen en la tabla 22 .6 . En todo el mundo, la malnutrición contribuye al 54% de los 11,6 millones de muertes anuales en los niños menores de 5 años de edad. En el mundo desarrollado, la malnutrición es un problema en los pacientes hospitalizados que son incapaces de comer debido a su problema principal, como, por ejemplo, accidente cerebrovas cular o cáncer. Los problemas gastrointestinales, en especial la patología del colon y la enfermedad celíaca (v. caso, cap. 10 ) o si tuaciones postoperatorias, se asocian con problemas nutricionales específicos. La malnutrición afecta también a un grupo grande de individuos de edad avanzada. En Reino Unido, el 24-34% de los pacientes ingresados en los hospitales están en riesgo de malnutrición y el 20-40% de los pa cientes en estado crítico tienen signos de malnutrición proteico- calórica. La malnutrición se asocia a un aumento de la morbi- mortalidad, estancias hospitalarias más largas y una mayor tasa de complicaciones. Además de la malnutrición, pueden darse de ficiencias específicas, como las de vitamina D, hierro y vitamina C. Marcadores del riesgo de malnutrición Un IMC menor de 18,5 kg/m2 sugiere un riesgo significativo de malnutrición, al igual que la pérdida involuntaria del 1 0 % del peso corporal en los 3-6 meses previos. En eltranscurso de una enfermedad aguda, el riesgo aumenta ante la incapacidad para comer durante más de 5 días. Hay dos tipos de malnutrición proteico-calórica: marasmo y kwashiorkor El marasmo es consecuencia de una ingesta inadecuada prolonga da de calorías y proteínas. Es una afección crónica que se desarrolla durante meses o años. Se caracteriza por pérdida del tejido muscular y de la grasa subcutánea, con preservación de la síntesis de proteí nas viscerales, como la albúmina. Hay una pérdida de peso clara. El kwashiorkor es una forma más aguda de infranutrición que puede producirse asimismo en una base de marasmo. Se desarrolla también debido a una ingesta inadecuada de nutrientes después de un traumatismo o infección. A diferencia del marasmo, en el kwashiorkor los tejidos viscerales no están preservados: el sello distintivo del kwashiorkor es el edema secundario a una concen tración baja de albúmina plasmática y a la pérdida de la presión oncótica (cap. 24). Este edema puede enmascarar la pérdida de peso. Las complicaciones del kwashiorkor son deshidratación, hipoglucemia, hipotermia, trastornos electrolíticos y septicemia. Estos pacientes tienen trastornos inmunitarios y de la cicatrización de las heridas y son proclives a la infección. La clasificación de la OMS de la malnutrición se basa en la an tropometría y en la presencia de edema con fóvea bilateral. Se ha propuesto otra clasificación que distingue la malnutrición compli cada de la no complicada (tabla 22 .7). El marasmo y el kwashiorkor son términos empleados con escasa frecuencia en la práctica hos pitalaria de los países desarrollados: probablemente sean términos más apropiados la malnutrición y la malnutrición complicada. El síndrome de realimentación aparece como consecuencia de la alimentación inadecuada de una persona malnutrida El tratamiento hospitalario de la malnutrición en las áreas de hambruna incluye preparaciones estándar como la leche tera péutica Fórmula 100 (F100). La F100 es una dieta líquida con un contenido energético de 100 kcal/100 mL. Consta de leche en polvo descremada, aceite, azúcar y una mezcla de vitaminas y minerales (sin hierro). En las áreas de hambruna, los programas de alimentación comunitarios emplean las denominadas raciones generales de mantenimiento de la vida (al menos 2 .10 0 kcal; Paso 1 Puntuación de IMC Paso 2 + Puntuación de la pérdida de peso Paso 3 Puntuación del efecto de la enfermedad aguda Riesgo global de malnutrición Sumar las puntuaciones para calcular el riesgo global de malnutrición Puntuación 0, riesgo bajo Puntuación 1, riesgo medio Puntuación 2 o más, riesgo alto Riesgo bajo Tratamiento clínico rutinario • Repetir el cribado Hospital: semanalmente Residencias: mensualmente Domicilio: anualmente en grupos especiales (p. ej., >75 años) Paso 5 Normas de actuación 1 Riesgo medio Observación • Documentar la ingesta dietética durante 3 días • Si es adecuada, poca preocupación y repetir el cribado Hospital: semanalmente Residencias: al menos mensualmente Domicilio: al menos cada 2-3 meses • Si es inadecuada, preocupación clínica: seguir las normas locales, fijar objetivos, mejorar y aumentar la ingesta nutricional global, monitorizar y revisar con regularidad 2 o más Riesgo alto Tratamiento* » Remitir a un dietista, equipo de apoyo nutricional o poner en práctica las normas locales » Fijar objetivos, mejorar y aumentar la ingesta nutricional global » Monitorizar y revisar el plan asistencial Hospital: semanalmente Residencias: mensualmente Domicilio: mensualmente *A menos que sea nocivo o no se esperen beneficios del apoyo nutricional (p. e j., muerte inminente). Todas las categorías de riesgo: • Tratar el cuadro de base y prestar ayuda y consejo sobre elecciones de alimentos, comer y beber cuando sea necesario. • Registrar la categoría del riesgo nutricional. • Registrar la necesidad de dietas especiales y seguir las normas locales. Obesidad: • Registrar la presencia de obesidad. En pacientes con cuadros de base, suelen controlarse antes de tratar la obesidad. Reevaluar los problemas identificados en el riesgo al pasar de una categoría a otra Véanse más detalles en el folleto explicativo MUST y pruebas de respaldo en el Informe MUST. Fig. 8 Malnutrition Universal Screening Tool (MUST) elaborada por la British Association for Enteral and Parenteral Nutrition. Pasos implicados en la valoración nutricional. (Reproducido con autorización de www.Bapen.org.uk.) Co nsultar más información en la página web BAPEN. Tabla 6 Consecuencias de la malnutrición proteico-calórica Disminución de la síntesis de proteínas Disminución de la actividad de la Na+/K+-ATPasa Disminución del transporte de glucosa Hígado graso, necrosis hepática, fibrosis hepática Depresión, apatía, cambios del estado de ánimo Hipotermia Compromiso de la ventilación Compromiso del sistema inmunitario: trastornos de la cicatrización de las heridas Riesgo de ausencia de cicatrización de heridas Disminución del gasto cardíaco Disminución de la función renal Pérdida de la fuerza muscular Anorexia Disminución de la movilidad Tabla 7 Clasificación de la malnutrición Moderada Grave Complicada Peso para la altura (% 70-80 de la mediana) <70 <80 - o edema con fóvea No Si Sí - o circunferencia de la 110-125 mm parte superior del brazo <110 mm <110 mm Apetito, clínicamente Sí bien, alerta Si No* Obsérvese que, en la clasificación clásica de la malnutrición, la presencia de edema es también la principal característica distintiva entre el marasmo y el kwashiorkor. *Los pacientes con malnutrición complicada pueden padecer anorexia, fiebre elevada, anemia y deshidratación. Según Collins S, Yates R. The need to update the classification of acute malnutrition. Lancet 2003;362:249. 8.786 kj/día) que contienen cereales, legumbres y aceite vegetal. Durante el tratamiento de la malnutrición es preciso combinar esta ración con un aporte adecuado de agua, condiciones sanitarias adecuadas y cuidados de salud básicos. Es importante tomarse el tiempo necesario para reponer nu- tricionalmente a una persona con inanición. Una reposición demasiado rápida puede ser peligrosa debido a la posibilidad de que se produzcan desplazamientos importantes entre el líquido intracelular y el extracelular. Esto se conoce como síndrome de realimentación y se caracteriza por una bajada importante de las concentraciones séricas de magnesio, fosfato y potasio (de este último debido a la estimulación de la secreción de insulina). CONCEPTOS CLÍNICOS VARÓN OBESO CON DIABETES TIPO 2, CARDIOPATÍA CORONARIA Y ARTRITIS El Sr. K es un varón de 55 años de edad con diabetes tipo 2 y cardio patía coronaria. Presenta angina de esfuerzo y sufre también dolor artrítico intenso en la rodilla. Cuando acudió por vez primera a la clínica ambulatoria pesaba 140 kg y medía 1,80 m (IMC, 43). En el transcurso de 1 año, el paciente logró adelgazar 12 kg por medio de la dieta. Posteriormente se le prescribió un inhibidor de la lipasa, que toleró bien. No obstante, su artritis empeoró y cada vez tenía más dificultades para realizar actividad física. Como consecuencia, au mentó de peso hasta los 137 kg. Fue derivado a consulta de cirugía y en la actualidad se le está considerando como candidato a cirugía de banda gástrica. Comentario.t Este paciente presenta los múltiples problemas aso ciados con la obesidad y, en particular, con el modo en que una enfermedad concomitante puede interferir en los programas de reducción de peso. La pérdida de peso depende en gran medida del grado de actividad física. Este paciente ha conseguido perder peso inicialmente, pero el mantenimiento de un menor peso corporal se vio afectado por una menor movilidad causada por la artritis. Tablat8 Modalidadestdetapoyotnutricional Dietastespeciales Ayudas en las comidas Nutrición enteral (alimentación a través de diferentes sondas de alimentación:nasogástrica, nasoduodenal; gastrostomía y yeyunostomía) Nutrición parenteral (intravenosa) Igualmente, en caso de deficiencia de tiamina, la alimentación con hidratos de carbono puede precipitar el síndrome de Wernicke- Korsakoff (cap. 11). Se recomiendan comidas sencillas frecuentes a intervalos cortos durante el alivio de la hambruna, y en el marco hospitalario se requiere una introducción gradual del soporte nutricional y una estrecha monitorización. Apoyo nutricional Un número importante de pacientes hospitalizados requiere apoyo nutricional, que va desde una simple asistencia en las comidas por medio de dietas de consistencia enriquecida o especial hasta la nutrición enteral y la nutrición parenteral total (tabla 2 2 .8). La nutrición enteral consiste en la alimentación a través de sondas especiales colocadas en el estómago o el yeyuno La nutrición enteral es apropiada cuando hay dificultades en la ingesta de alimentos por vía oral pero el tracto gastrointestinal funciona adecuadamente. La alimentación enteral estándar cons ta de hidratos de carbono, proteínas, grasas, agua, electrolitos, vitaminas, minerales y algunos oligoelementos. Los alimentos predigeridos contienen péptidos cortos o aminoácidos libres. Cuando el tracto gastrointestinal no funciona debido, por ejemplo, a obstrucción intestinal, o cuando grandes porciones de intestino se han extirpado quirúrgicamente, está indicada la nutrición parenteral total La nutrición parenteral significa nutrición intravenosa. Las soluciones de nutrición parenteral contienen líquidos, glucosa, aminoácidos y grasas que se administran en forma de emulsión lipídica (en EE.UU. procede del aceite de soja y en Europa también del aceite de pescado, el aceite de oliva y triglicéridos de cadena media). También se incluyen vitaminas, minerales y electrolitos. Aunque en muchos casos puede salvar la vida del paciente, la nutrición parenteral total es un tratamiento potencialmente aso ciado con complicaciones causadas por infecciones de la línea intravenosa (requiere procedimientos de una esterilidad estricta), así como con problemas metabólicos. Por esta razón, la nutrición parenteral en hospitales la llevan a cabo equipos multidiscipli nares formados por enfermeras especializadas, cirujanos, gas- troenterólogos, dietistas, farmacéuticos y médicos especializados en pruebas de laboratorio. OBESID AD La obesidad ha emergido como un problema de salud importante en todo el mundo En todo el mundo, la obesidad ha aumentado en más del 70% des de 1980. En Estados Unidos, el 35,7% de los adultos y el 16,9% de los niños son obesos (USA National Health and Nutrition Exami nation Survey 2009). Las principales causas de este hecho parecen ser la disponibilidad de alimentos con gran riqueza calórica y la disminución actual de la actividad física, tanto en el trabajo como durante el tiempo de ocio. La obesidad se asocia con un mayor riesgo de problemas médicos y quirúrgicos La obesidad se asocia con un mayor riesgo de varias enfermedades en todos los sistemas del cuerpo (tabla 9). En particular, es un factor de riesgo para diabetes mellitus tipo 2 (cap. 2 1 ); la creciente incidencia de diabetes en todo el mundo discurre paralela a la obesidad. La resistencia a la insulina, que se desarrolla en la obesidad, es un denominador común importante entre la obesidad y la diabetes. La obesidad y la resistencia a la insulina conllevan un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular. Intentos de adelgazamiento para invertir las consecuencias de la obesidad La pérdida de peso aumenta la esperanza de vida, disminuye la presión arterial y el depósito de grasa visceral, mejora las con centraciones plasmáticas de lípidos, aumenta la sensibilidad a la insulina y normaliza la glucemia, mejora la coagulación y la función plaquetaria, y mejora la calidad de vida. Para perder peso se necesita modificar el equilibrio entre la ingesta y el gasto de energía: es decir, entre la ingesta de alimento y la actividad física Sin embargo, el proceso conlleva otros muchos factores, como motivación, tiempo disponible, coste y acceso a los programas CONCEPTOS CLÍNICOS VARÓN DE 46 AÑOS CON HIPERTRIGLICERIDEMIA E HÍGADO GRASO El Sr. A es un varón de 46 años originario del sudeste asiático. Re cientemente ha estado ganando peso; según él, «expansión de la mediana edad». Esta ganancia de peso se ha concentrado en el abdomen. Su mujer está preocupada, ya que su padre había padecido diabetes tipo 2 y falleció de una crisis cardíaca a los 60 años, e insiste en que acuda al médico para someterse a una revisión. El Sr. A acude al médico y se le extraen muestras sanguíneas, que demuestran una elevación moderada del colesterol total, una concentración de triglicéridos alta y una concentración de colesterol HDL baja. Los resultados de la prueba de glucosa en ayunas están alterados y sus pruebas funcionales hepáticas muestran una leve elevación de las transaminasas. La ecografía hepática es compatible con depósito de grasa intrahepática (hígado graso). Comentario. La combinación del sexo, la etnia y los antecedentes familiares del Sr. A le han predispuesto a ganar peso con distribución central, en lugar de hacerlo uniformemente por todo el cuerpo subcutáneamente. Esta obesidad central se debe a grasa en el interior de la cavidad abdominal, conocida como grasa visceral. Esta grasa está depositada alrededor del hígado y el páncreas, y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Sus cifras de glucemia estaban elevadas, si bien aún no llega a considerarse diabetes (cap. 21). Hay cierto grado de inflamación hepática secundario a la capa de grasa que lo cruza y, aunque infrecuentemente, esto último puede dar lugar más adelante a cirrosis en algunas personas. Su perfil de colesterol concuerda con un patrón de resistencia a la insulina; esto se debe sobre todo al depósito ectópico de triglicéridos en el mús culo y el hígado. apropiados de pérdida de peso. Las dietas con un bajo contenido calórico contienen aproximadamente 1 .200 -1 .3 0 0 kcal/día y las dietas con muy bajo contenido calórico, aproximadamen te 8 00 kcal/día. Generalmente, una combinación de dieta y actividad física, junto con intervenciones en el com por tam iento (p. ej., establecimiento de objetivos, evitación de recaídas), es más eficaz para lograr la pérdida de peso que la dieta sola. Sin embargo, actualmente no hay intervenciones basadas en pruebas que demuestren que se pueda inducir una pérdida de peso mayor del 5% del peso corporal y mantenerla a largo plazo, aparte de los tratam ientos quirúrgicos (cirugía bariátrica). Dietas pobres en hidratos de carbono para dism inuir peso Parece que las dietas pobres en hidratos de carbono y altas en gra sas son eficaces para reducir peso, al menos a corto plazo, y dismi nuyen consistentemente la concentración de glucosa plasmática. Al igual que otros muchos aspectos del tratamiento dietético, esto no se basa completamente en datos científicos. Actualmente sigue siendo motivo de preocupación el riesgo potencial de alteraciones de las funciones hepática y renal y los efectos a largo plazo de una dieta rica en grasas sobre el riesgo cardiovascular. La investigación en este campo continúa. Tabla 9 Riesgos para la salud asociados a la obesidad Sistema Cuadros asociados a la obesidad Cardiovascular Cardiopatía coronaria Flebitis/úlceras venosas Hipertensión Colesterol plasmático alto Endocrino Diabetes tipo 2 Síndrome del ovario poliquístico Infertilidad Gastrointestinal Hepatopatía grasa no alcohólica Reflujo esofágico Cáncer de esófago Litiasis biliar Cáncer hepatocelular Respiratorio Apnea obstructiva del sueño Asma Sistema nervioso central Hipertensión intracraneal idiopática Ictus Locomotor Artrosis Gota Genitourinario Cáncer de cuello uterino Cáncer endometrial Cáncer renal Cáncer de próstata Otros Cáncer de mama Cataratas Psoriasis Complicaciones del embarazo Eltratamiento quirúrgico de la obesidad consigue reducciones de peso importantes La cirugía bariátrica consiste en la cirugía de derivación gás trica (se reduce el tamaño del estómago y se evita la primera porción del intestino delgado) y la colocación de bandas gástricas (se infla una banda alrededor de parte del estómago). La cirugía puede lograr una pérdida de peso del 20 % y se ha demostrado que reduce el riesgo futuro de enfermedad cardiovascular y cánceres, aparte de mejorar la salud mental y el bienestar general. Puede tener un impacto tan notorio sobre el control de la glucemia que los pacientes con diabetes alcanzan concentraciones sanguíneas de glucosa por debajo del umbral al que se diagnostica la diabetes. ALIM ENTACIÓN SALUDABLE Y PREVENCIÓN DIETÉTICA DE LA ENFERM EDAD Las recomendaciones dietéticas actuales para la población general se centran en una dieta equilibrada Las recomendaciones vigentes hacen hincapié en una dieta equilibrada. Recomiendan inequívocamente una ingesta alta de frutas y verduras. Los alimentos que contienen almidón son CONCEPTOS CLÍNICOS VARÓN DE 46 AÑOS CON HIPERTRIGLICERIDEMIA E HÍGADO GRASO: BENEFICIOS DE LA PÉRDIDA DE PESO El Sr. A está preocupado por sus antecedentes paternos de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular. Decide intentar perder peso. Reflexiona cuidadosamente sobre lo que está mal en su dieta y piensa que su principal debilidad son los tentempiés vespertinos de galletas de chocolate y las bebidas azucaradas que consume. Decide que la mejor opción es no comprar nada de esto en el supermercado para así evitar caer en la tentación. También decide apuntarse a un gimnasio y seguir una clase dos veces por semana. A los 6 meses en este régimen consigue perder 7 kilos, se siente mejor y disfruta de su nuevo estilo de vida. Regresa a la consulta del médico para com probar su analítica. Sus pruebas funcionales hepáticas han vuelto a la normalidad. Sin embargo, aunque sus cifras de triglicéridos son ahora menores, siguen estando altas y su colesterol HDL sigue siendo bajo. Su glucemia es menor que antes, pero todavía se encuadra en la categoría de alteración de la glucosa en ayunas. El Sr. A está dis gustado porque no se han normalizado todos los resultados y siente que sus esfuerzos han sido en vano. Comentario. El Sr. A ha actuado muy bien para perder 7 kilos. Cuando una persona con exceso de grasa visceral pierde peso, es dicha grasa la que se pierde en primer lugar; éste es el motivo de que las pruebas funcionales hepáticas del Sr. A hayan mejorado, ya que el hígado ya no está «irritado» por los depósitos de grasa. Sin embargo, la obesidad sólo es uno de los componentes del riesgo: en el caso del Sr. A, su sexo, etnia y antecedentes familiares son factores de riesgo que no puede modificar. Esto no determina que las intervenciones sobre su estilo de vida sean en vano, ya que son buenas para su salud en general y para su bienestar. No obstante, el Sr. A todavía puede desarrollar diabetes tipo 2 en los 10 años siguientes. Sin embargo, al ser menos obeso y participar en un ejercicio regular puede retrasar el comienzo de la diabetes en comparación con lo que podría haber sucedido de todos modos. Además, si desarrolla diabetes, será más sencilla de tratar. otro de los componentes importantes de la dieta. En lo referente a los hidratos de carbono, los cereales enteros son probablemente el tipo de alimento más saludable (a diferencia, por ejemplo, del pan o el arroz blanco). La ingesta de productos lácteos debe ser mo derada. El pescado, las aves de corral, las judías y los frutos secos son fuentes saludables de proteínas y son preferibles a las carnes rojas. En lo relativo a las grasas, los aceites vegetales (de oliva y cañóla) se consideran grasas saludables, en oposición a las grasas saturadas y en particular a las grasas trans. La dieta debe ser pobre en hidratos de carbono no refinados, grasas saturadas y colesterol. Se recomienda restringir los azúcares y los edulcorantes calóricos, así como limitar el sodio y moderar el consumo de alcohol. Una dieta saludable debe combinarse con un estilo de vida activo. La figura 22.9 contiene viñetas relativas a las recomendaciones más importantes. My Plate contiene las recomendaciones del Department of Agriculture de Estados Unidos, que reemplazaron a la conocida pirámide alimentaria. La Harvard School of Public Health ha realizado una serie de críticas y ha recomendado la denominación alternativa Healthy Eating Plate. El Eatwell Plate CONCEPTOS AVANZADOS DEFINICIONES EN LA CIENCIA DE LA NUTRICIÓN A continuación se enumeran las definiciones empleadas por el Food and Nutrition Board, Institute of Medicine (IOM) de las National Academies de Estados Unidos. También se mencionan las definiciones empleadas en Reino Unido. Los requisitos se describen por las inges tas dietéticas de referencia (D ieta ry R eferen ce Intakes, DRI). Las DRI se describen por: ■ Requerimiento promedio estimado (Estim ated A v e ra g e Requirem ent, EAR): promedio diario de la ingesta de nutrientes estimado para satisfacer los requerimientos de la mitad de los individuos sanos en un grupo de sexo particular en un estadio de vida concreto. El EAR se complementa con otros dos valores: ■ La ingesta diaria recomendada (Recom m ended D ietary A llo w a n c e , RDA) (en Reino Unido, ingesta de referencia del nutriente, Reference Nutrient Intake, RNI). Describe el promedio diario de la ingesta de nutrientes suficiente para satisfacer los requerimientos de nutrientes de casi todos (97- 98%) los individuos sanos. El valor inferior de la ingesta de referencia del nutriente (Lower Reference Nutrient Intake, LNRI) empleado en Reino Unido: la ingesta diaria observada en el extremo más bajo de la distribución de la ingesta en una población (aproximadamente el 2%). Por debajo de esta ingesta puede haber una deficiencia. ■ Ingesta adecuada (Al): nivel promedio recomendado de ingesta de nutrientes diaria basado en estimaciones de la ingesta de nu trientes por un grupo de personas sanas que se supone que son adecuadas (se emplea cuando no se puede determinar una RDA). ■ Nivel superior de ingesta tolerable (UL): el valor promedio de ingesta diaria más alto que no plantea riesgo de efectos adversos para la salud a casi todos los individuos en un grupo de sexo particular en un estadio de vida concreto. A medida que la ingesta aumenta por encima del UL, aumenta el riesgo de efectos adversos sobre la salud. Obsérvese que las DRI están destinadas a personas sanas, y una DRI establecida para cualquier nutriente presupone que se satisfacen los requerimientos para otros nutrientes. es la recomendación elaborada por el National Health Service de Reino Unido. La dieta es importante como medida preventiva de la enfermedad coronaria Los nutrientes que afectan a la ateroesclerosis son el colesterol de la dieta, las grasas saturadas y los ácidos grasos trans. Una ingesta calórica excesiva y la obesidad consiguiente facilitan también la ateroesclerosis. Una ingesta elevada de colesterol en la dieta y un contenido elevado en grasa saturada disminuyen la expresión del receptor de LDL mediada por un aumento del contenido de coles terol intracelular en los hepatocitos: esto lleva a un aumento de la concentración plasmática de colesterol (cap. 17). Los alimen tos que contienen ácidos grasos saturados (leche entera, queso, mantequilla y carnes rojas) son aterogénicos en exceso. La base teórica de las dietas con bajo contenido en colesterol es que puede aumentarse la expresión del receptor de LDL si el contenido de colesterol en la alimentación es suficientemente bajo. La dieta occidental típica contiene aproximadamente 4 0 0 -5 0 0 mg de CONCEPTOS AVANZADOS TEJIDO ADIPOSO Y ENFERMEDAD El tejido adiposo puede almacenarse en tres depósitos corporales diferentes: grasa subcutánea bajo la piel; grasa visceral dentro de la cavidad abdominal, ygrasa ectópica, como, por ejemplo, la almohadilla grasa cardíaca o el exceso de depósito en el hígado propiamente dicho y en los miocitos. La distribución de la grasa en una persona depende de su sexo y su etnia, en combinación con sus antecedentes familiares. Por ejemplo, la forma de las mujeres se ha considerado clásicamente con «forma de pera», con grandes reservas de tejido adiposo subcutáneas en las caderas y los muslos, mientras que los varones tienen «forma de manzana», con un abdomen redondeado por el exceso de grasa visceral en la cavidad abdominal. Las personas originarias del sudeste asiático, China y Japón por lo general también son propensas a un exceso de depósitos viscerales, más que a depósitos grasos subcutáneos. La grasa subcutánea por lo general es benigna; actúa como resen/a energética. Los problemas de salud relacionados con los depósitos de grasa subcutáneos son mecánicos, de modo que cuando son grandes impiden que la persona funcione con normalidad. La grasa visceral, sin embargo, es un órgano endocrino activo que produce una serie de mediadores, como la interleucina 6 , que condiciona una aceleración de la aterogénesis y prematuridad de enfermedades cardiovasculares, aparte de facilitar el desarrollo de diabetes tipo 2. También favorece un estado procoagulante (cap. 7) al secretar inhibidor 1 del activador del plasminógeno (PAI-1), que inhibe la degradación de la fibrina. Uno de los principales problemas asociados a la adiposidad visceral es la hepatopatía grasa no alcohólica (HGNA) (n o n a lco ho lic fatty liv e r d ise ase , N A FLD ). Se debe a un depósito excesivo de ácidos grasos en el hígado. Condiciona la aparición de resistencia hepática a la insulina y es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2; también puede dar lugar a hepatitis y cirrosis. Las almohadillas grasas hepáticas se conocen peor. Las almohadillas grasas más importantes asociadas a enfermedad son la almohadi lla grasa cardíaca y la almohadilla grasa faríngea. Parece que la cardía ca tiene varias características que pueden ser mediadoras de patología cardíaca. La primera es simplemente una obstrucción mecánica del corazón, que altera la función cardíaca. Asimismo existe la posibilidad de que estas células liberen también mediadores procoagulantes e inflamatorios con efectos locales sobre las células. También se produ cirá una acumulación de lípidos tóxica en los miocitos cardíacos. La almohadilla grasa faríngea se asocia a apnea obstructiva del sueño; en este cuadro, la faringe se obstruye durante el sueño, dando lugar a episodios de hipoxia y apneas (cese transitorio de la respiración). Las personas con este cuadro tienen un descanso nocturno de mala calidad y muestran un riesgo alto de desarrollar enfermedad cardio vascular, incluida la hipertensión. No se sabe si la almohadilla grasa faríngea tiene otros efectos, aparte de obstruir la faringe. La grasa visceral y ectópica se consume preferentemente du rante la pérdida de peso. Esto implica la posibilidad de que una persona no tenga que regresar a su peso «normal» para intentar disminuir sustancialmente su grasa visceral y ectópica y los riesgos de salud que conllevan. colesterol al día. La ingesta requerida para lograr reducir el coles terol plasmático es mucho menor: por debajo de 200 mg o incluso por debajo de 10 0 mg al día. Los nutrientes que parecen ser protectores frente a la ateroes clerosis son las grasas ricas en ácidos grasos poliinsaturados co-6 A Fig. 9 Alimentación sana. Las recomendaciones actuales hacen hincapié en una dieta equilibrada. (A) My Plate contiene las recomendaciones vigentes sobre una alimentación saludable elaboradas por el Department of Agriculture de Estados Unidos. Sustituyó a la pirámide alimentaria previa. Utilizar el eatwell plate para lograr el equilibrio correcto. Muestra qué cantidad de lo que se ingiere debe proceder de cada grupo de alimentos patatas, pasta y otros alimentos que contengan almidón huevos, judías y otras fuentes no lácteas de proteínas Alimentos y bebidas ricos en grasas y azúcares Leche y productos lácteos Fig. 9 (cont.) (B) Eatwell plate elaborado por la Food Standars Agency de Reino Unido (www.food.gov.uk). (contenidos en los aceites vegetales) y co-3 (contenidos en los pes cados y en los aceites de pescado), la grasa monoinsaturada (conte nida, por ejemplo, en el aceite de oliva) y la fibra soluble. Las grasas poliinsaturadas también reducen la concentración plasmática de colesterol. Los ácidos grasos co-3 reducen los triglicéridos al dis minuir la síntesis de VLDL y aumentar su catabolismo. También son antitrombóticos: el aceite de pescado porque inhibe la síntesis de tromboxano y la síntesis de PDGF, reduce la viscosidad de la sangre y favorece la fibrinólisis. Curiosamente, parece que es tabiliza eléctricamente el músculo cardíaco, previniendo arritmias y disminuyendo la incidencia de muerte súbita en personas que han sufrido infarto de miocardio. Las grasas monoinsaturadas aumentan la concentración de HDL, aumentan la sensibilidad a la insulina y disminuyen la concentración plasmática de triglicéridos. Las dietas pobres en grasa y colesterol normalmente dan lugar a una disminución aproximada del 10 % en el colesterol sérico si se aplican durante estudios clínicos y a una disminución inferior (por lo general menos del 5%) cuando se aplican a la población general. Parece que el alcohol es protector frente a la cardiopatía coronaria, pero, si se toma en exceso, comporta otros múltiples riesgos, entre ellos la obesidad. Lamentablemente, las dietas bajas en grasa parecen disminuir el colesterol HDL en un 10-20%. Además, las dietas pobres en grasa, si se mantiene constante el contenido de proteínas, suelen ser ricas en hidratos de carbono. A pesar de las recomendaciones de usar predominantemente hi dratos de carbono complejos, en muchas poblaciones los azúcares refinados constituyen una proporción demasiado alta de la ingesta de hidratos de carbono, lo cual favorece la obesidad. Las dietas ricas en hidratos de carbono también puedan dar lugar a hiper- trigliceridemia. Las dietas pobres en hidratos de carbono y la dieta mediterránea son alternativas a la dieta pobre en grasas en cuanto a prevención cardiovascular y pérdida de peso Durante muchos años, la dieta pobre en grasas y pobre en colesterol era el sello distintivo de la prevención cardiovascular. Sin embargo, la irrupción de las epidemias de obesidad y el mayor conocimiento del papel de los hidratos de carbono en el desarrollo de la resistencia a la insulina y del síndrome metabólico, centraron la atención en dietas con contenidos bajos de hidratos de carbono y que generalmente contienen alimentos con un índice glucémico bajo (v. más adelante). Parece haber dos dietas que proporcionan efectos beneficio sos para la salud. Las dietas pobres en hidratos de carbono (la dieta Atkins y sus derivados) hacen hincapié en un conteni do de hidratos de carbono bajo junto con una ingesta calórica sin restricciones y se usan fundamentalmente para lograr bajar peso y mantener dicha reducción. Esta dieta suele contener solamente 20 gramos de hidratos de carbono al día durante la fase de inducción de 2 meses. Posteriormente, el contenido de hidratos de carbono va aumentando gradualmente hasta los 120 gramos. La mayoría de los regímenes fomentan el consu mo de grasas y proteínas de origen vegetal, pero evitando las grasas trans. Las personas que consumen dietas pobres en hi dratos de carbono son particularmente propensas a desarrollar cetonuria. La dieta m editerránea contiene una cantidad moderada de grasas y una proporción alta de grasas monoinsaturadas. Es rica en verduras y pobre en carnes rojas y, en su lugar, contiene aves de corral y pescados, así como cereales pobres en grasas, frutas y legumbres. Para conseguir perder peso es preciso restringir el aporte calórico. Los estudios de investigación sugieren
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