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1 Nefrología y urología (308)

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BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ
Exploración de la próstata
Tacto rectal
El paciente se debe colocar en posición de 
plegaria mahometana o en decúbito supino con 
los miembros inferiores flexionados sobre el ab-
domen. Con la mano enguantada se introduce el 
dedo índice lubricado en el recto de forma suave 
con el cual habrá de determinarse: límites de la 
glándula, características de la superficie, consis-
tencia, tamaño, movilidad, síntomas [3].
Límites: normalmente está bien delimitada 
en los bordes externos por dos surcos laterales 
discretos, presenta un surco medio longitudinal. 
En la hiperplasia prostática benigna (HPB) los 
surcos laterales son más nítidos y el surco medio 
desaparece a consecuencia del crecimiento de la 
glándula. En el cáncer de próstata los bordes son 
difusos y la glándula está mal limitada [3].
Superficie: lo normal es que sea lisa, algo con-
vexa. También lo es en situaciones de prostatitis 
o HPB más si la superficie es nodular o multino-
dular sospecharemos de cáncer de próstata [3].
Consistencia: si es normal será blanda y fir-
me, similar a la consistencia de la eminencia te-
nar con aposición del pulgar. En la prostatitis es 
blanda, poco firme y sin tono (similar a la de los 
labios abiertos). En la HPB es elástica como la de 
la punta de la nariz. En el cáncer se palpa dura 
similar al tacto de los arcos supraciliares [3].
Tamaño: la normal no sobrepasa los 4,5cm. 
El aumento de volumen puede clasificarse en 
grados: I donde está discretamente aumentada 
la convexidad de los lóbulos con surco medio 
mantenido con volumen estimado de 30 gramos; 
II: próstata aumentada de tamaño convexidad, y 
surcos laterales definidos, surco medio manteni-
do con peso estimado de entre 30 y 50 gramos; 
III: glándula grande, cara posterior totalmente 
convexa sin surco medio y surcos laterales pro-
fundos entre 50 y 80 gramos; IV: próstata muy 
grande, muy prominente en ampolla rectal, sin 
surco medio y surcos laterales profundos con un 
peso estimado de más de 80 gramos [3].
Movilidad: para estudiar la movilidad se des-
plaza la glándula con la punta del índice en sen-
tido craneocaudal y anteroposterior. La normal, 
infecciosa e hiperplásica son móviles, mientras 
que en el cáncer infiltrante es lo contrario [3].
Síntomas: sólo es dolorosa en los procesos in-
fecciosos e inflamatorios [3].
2.6. Exploraciones complementarias más 
frecuentes en urología
Laboratorio
PSA
El antígeno prostático específico (PSA por sus 
siglas en inglés), su determinación en suero se 
utiliza para detectar el cáncer de próstata en una 
etapa temprana e intervenible. Aproximadamen-
te dos tercios de los hombres con un nivel eleva-
do de PSA pueden esperar un resultado positivo 
falso, lo que significa que no serán diagnosticados 
con cáncer de próstata.16 El 15% de los hombres 
con un nivel de PSA <4 ng/ml tienen cáncer de 
próstata de cualquier grado (falso negativo) [23].
El punto de corte en las cifras de PSA total es 
de 4 ng/ml en la población normal, y de 3 ng/ml 
en personas con antecedentes familiares de cán-
cer prostático. Para la detección precoz del cáncer 
prostático en la población normal se solicita el 
PSA a partir de los 50 años y a partir de los 40 en 
personas con antecedentes familiares de cáncer 
de próstata. La densidad del PSA (PSAD) es el 
resultado de dividir la cifra de PSA en sangre por 
el peso de la próstata expresado en gramos lo cual 
aumenta la especificidad del PSA. Pacientes con 
PSAD > 0,15, tienen más posibilidades de cáncer 
de próstata y con PSAD < 0,15 menos posibilida-
des de cáncer de próstata [3].
Aunque el PSA es uno de los más valiosos mar-
cadores de cáncer, está lejos de ser perfecto. Esta 
prueba puede conducir a biopsias innecesarias y 
sobrediagnóstico y sobretratamiento de próstata 
clínicamente insignificante cáncer [23, 24].
Marcadores tumorales testiculares
LDH, alfa-fetoproteína y β-hCG, proteínas 
producidas por las células del tumor y que son 
utilizadas en el diagnóstico y/o el seguimiento de 
la enfermedad. La β-HCG puede estar elevada en 
cualquier tipo de tumor de testículo (> 2UI/L), 
mientras que la alfa-fetoproteína (>10 ug/L) solo 
aumenta en los tumores no seminomatosos. La 
LDH se eleva (>480UI/L) en algunos pacientes 
con tumores de testículo, y deberá vigilarse su 
evolución durante el tratamiento. Estos marca-
dores tumorales no aumentan en todos los pa-
cientes con cáncer de testículo; ni tampoco cual-
quier elevación de estas proteínas se corresponde 
inequívocamente con el hecho de tener un tumor 
germinal [3].

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