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326 BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ 3.6. Vascularización Presencia de vasos aberrantes, accesorios o múltiples. Aneurisma de la arteria renal en 0.1- 0.3 % de la población general (17), el 93% de tipo sacular lo que incluye todas las capas de la pared (aneurisma verdadero). La clínica viene dominada por la presencia de dolor, hematuria e hipertensión arterial. Se presume el diagnóstico cuando se palpa una masa pulsátil en la región del hilio renal o cuando se detecta un soplo en la auscultación abdominal. La ecografía Doppler color, angiografía renal y angioresonancia mag- nética confirman el diagnóstico [1]. 4. VÍA URINARIA SUPERIOR 4.1. Cálices Hidrocáliz o megacáliz, consiste en la dilata- ción aislada de un grupo calicial mayor. Puede ser debida a causas congénitas o adquiridas. La obs- trucción extrínseca se debe al cruce vascular en el infundíbulo calicial (síndrome de Fraley) o existir una estenosis intrínseca del cuello calicial [16]. El cáliz más frecuentemente afectado es el su- perior y habitualmente se trata de un descubri- miento casual que no precisa tratamiento. Debe realizarse el diagnóstico diferencial con los diver- tículos caliciales grandes. En caso de síntomas dolorosos puede tratarse quirúrgicamente a tra- vés de una infundibuloplastia transinusal. Puede complicarse con la aparición de litiasis [1]. Divertículo calicial: Están constituidos por la presencia de una cavidad quística recubierta por epitelio transicional e incluida dentro del parén- quima renal, comunicada con un cáliz a través de un estrecho conducto. Generalmente se localizan en los polos renales drenando en la copa calicial (divertículo tipo I) o directamente en la pelvis re- nal (divertículo tipo II). La permanencia de orina en los divertículos puede dar lugar a litiasis [1]. El divertículo calicial congénito tiene una in- cidencia de 4,5 por 1 000 y se atribuye a la per- sistencia de pequeñas divisiones del brote ureteral de tercera o cuarta generación que no involucio- nan [1]. Debe hacerse el diagnóstico diferencial con divertículos caliciales adquiridos y secundarios a abscesos corticales antiguos y drenados a través de un cáliz. La ecografía sugiere el diagnóstico, pero se confirma por ecografía Doppler color, TC y urografía por RM. Habitualmente no precisan tratamiento [1]. Megacaliosis: Agrandamiento no obstructivo de los cálices por malformación de las papilas re- nales. Los cálices renales aparecen dilatados y en mayor número con una configuración afacetada y de mayor tamaño que en condiciones norma- les. El cáliz adquiere esta morfología adaptativa al espacio vacío que ha dejado la falta de desarrollo de las pirámides renales. Predomina en varones con una relación 6:1 y sólo se ha observado en in- dividuos de raza blanca. El compromiso unilate- ral segmentario afecta únicamente a mujeres [1]. La pelvis renal es normal sin obstrucción y la función renal se encuentra conservada. Debe rea- lizarse diagnóstico diferencial con los fenómenos obstructivos de la unión pieloureteral. Lo funda- mental es que en esta circunstancia existe dilata- ción sin obstrucción. Habitualmente no precisa tratamiento, sólo el de las complicaciones como la litiasis [1]. 4.2. Pelvis renal En condiciones normales la pelvis renal tiene forma ampular, en el 85% de las ocasiones. Se ramifica en los cálices mayores superior, medio e inferior, los cuales se subdividen a su vez en cá- lices menores. Puede faltar la ramificación media o pueden llegar a observarse hasta seis ramifica- ciones. Como variedades morfológicas normales podemos considerar a las pelvis bífidas (la pel- vis aparece dividida en dos partes, con una sola unión pieloureteral y un solo uréter) o las pel- vis extrarrenales con frecuencia asociadas a otras malformaciones renales como las malrotaciones y las ectopias las cuales sólo son de importancia clínica cuando hay alteración del drenaje [1]. 4.3. Síndrome de la unión pieloureteral (SUPU) Se define como la dilatación de la pelvis re- nal y de los cálices, secundaria a un proceso obs- tructivo funcional o anatómico congénito de la unión pieloureteral que impide parcialmente el paso de la orina [16]. UROLOGÍA CAPÍTULO 03. MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL APARATO URINARIO SUPERIOR 4. VÍA URINARIA SUPERIOR
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