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327 MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL APARATO URINARIO SUPERIOR Constituye la forma más frecuente de dilata- ción del sistema colector en el riñón fetal. Cada vez es más frecuente su hallazgo prenatal a través de las ecografías maternas (1/ 500 fetos presenta dilatación significativa). Más frecuente en los va- rones y en el lado izquierdo. Un 10% pueden ser bilaterales [5]. El obstáculo condiciona en las fases iniciales la hipertrofia de las fibras musculares a lo que sigue la atonía con grandes dilataciones. El aumento de presiones puede compensarse inicialmente por los mecanismos adaptativos (reflujo pielove- noso, pielolinfático y pielotubular) manteniendo la normal función renal temporalmente. Sin em- bargo, la evolución es hacia la atrofia renal en más o menos tiempo si no se corrige el obstáculo de la unión pieloureteral [5]. La etiología de la obstrucción de la unión pie- loureteral son varias y por ello se denomina como «síndrome de la unión pieloureteral». Como factores etiológicos podemos citar [17]: • Factores intrínsecos. Fundamentalmente cuando las fibras musculares se encuentran sus- tituidas por colágeno, bien por una ausencia de recanalización del uréter, bien por incompleta maduración en una zona localizada del sistema excretor. Otros factores implicados serían la per- sistencia de pliegues valvulares. • Factores extrínsecos. Especialmente en los casos de la presencia de un vaso polar anómalo en contacto con la unión pieloureteral (30% de las ocasiones). Existe duda sobre si la causa es au- ténticamente la presencia del vaso polar o por el contrario lo inicial es la estenosis intrínseca. • Factores funcionales, como la desorganiza- ción de la onda peristáltica que transporta la ori- na desde la pelvis al uréter. • El reflujo vésicoureteral, presente en el 10% de las obstrucciones de la unión pieloureteral, puede provocar acodaduras ureterales y secun- dariamente alterar la evacuación correcta de la pelvis renal. La obstrucción de la UPU puede asociarse hasta en la mitad de los casos con otras malfor- maciones como la displasia renal y la displasia multiquística, agenesia renal (5% de los casos), riñones ectópicos y riñones en herradura. En un 20% existen defectos vertebrales, ano imperfora- do, fístula traqueoesofágica). Reflujo vésicourete- ral leve en el 40% de los casos y solo significativo en el 10% [17]. Clínicamente se manifiesta por dolor abdomi- nal acompañado de náuseas y vómitos y episodios de infección urinaria recurrente (edad pediátri- ca). En el adulto lo más habitual es el dolor lum- boabdominal y las complicaciones infecciosas. La crisis de Dietl consiste en el desencadenamiento del dolor tras la ingesta líquida [17]. El diagnóstico se hace a través de la ecografía a cualquier edad. En el período neonatal la ecogra- fía debe repetirse en la primera semana de vida ya que las imágenes ecográficas del riñón fetal inma- duro pueden posteriormente no ser significativas [17]. Se realiza cistografía miccional seriada (CUMS) para descartar reflujo vésico ureteral (RVU) que representa 33% de los casos de di- latación pielocalicial. La urografía intravenosa puede mostrar la dilatación pielocalicial con re- traso funcional, ausencia de dilatación ureteral. Las imágenes son muy características en forma de «pelvis suspendida» [17]. El renograma isotópico confirma la obstruc- ción y es un buen indicador de la función renal por separado y posee un valor pronóstico en el seguimiento de estos pacientes. El renograma diurético permite el diagnóstico diferencial entre una auténtica obstrucción y una dilatación sin obstrucción [4]. El tratamiento quirúrgico suele ser considera- do ante la sintomatología importante, deterioro progresivo de la función renal y sobre todo en pacientes monorrenos. El tratamiento quirúrgico puede realizarse de forma abierta, endoscópica o laparoscópica. La técnica más extendida es la pie- loplastia de Hynes-Anderson por la que la zona estenótica de la unión pieloureteral es resecada y el uréter se reimplanta en la parte más declive de la pelvis renal. Las técnicas endoscópicas estarían especialmente indicadas en aquellos pacientes en los que ha fracasado la cirugía abierta [4, 17]. 4.4. Uréter Desembocadura Uréter ectópico: Rara malformación más fre- cuente en el sexo femenino y que se define por la desembocadura ureteral no en el ángulo lateral del trígono vesical sino en una parte más distal del aparato urinario (cuello vesical, uretra) o en el aparato genital (deferente, vesícula seminal,
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