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394 ANA GÓMEZ GARCÍA El sistema clásico de gradación se basa en el grado de diferenciación de las células tumorales. Agrupa a los carcinomas en tres grados: Bien, mo- derada y pobremente diferenciados, correspon- diendo a grados 1, 2 y 3 respectivamente [15]. Sin embargo, el estudio al microscopio convencional está limitado por la apariencia citológica normal de los tumores bien diferenciados. Además, las células de estos cánceres son más cohesivas y no se desprenden a la orina, lo cual explica la mayor sensibilidad de la citología para los tumores de alto grado y el carcinoma in situ (CIS)aunque en estos últimos la sensibilidad puedes variar entre el 28-100%, en los tumores de bajo grado o G1 la sensibilidad no es mayor el 16% [16]. Parece que el hallazgo de una citología posi- tiva de orina podría indicar la presencia de un tumor en cualquier parte del aparato urinario sin embargo una negativa no excluiría el diagnóstico [2]. Pruebas de imagen • ECO. La ecografía transabdominal permite detectar masas renales voluminosas, la detección de hidronefrosis y la visualización de defectos de llenado intraluminales de vejiga [13, 14]. • TAC. La urografía con tomografía es la mo- dalidad de imagen de elección para el diagnós- tico y la estadificación del cáncer de vías urina- rias superiores y de la vejiga. Además de aportar información sobre el tracto urinario superior, en caso de tumores musculoinfiltrantes nos permite estudiar la presencia de afectación ganglionar o de órganos vecinos. La realización de TAC-uro- grafía o UIV en pacientes con tumores vesicales es controvertida, ya que la presencia sincrónica de tumores de tracto urinario superior es baja (1,8%), aunque aumenta en caso de afectación del trígono vesical (7,5%) [11]. • Urografía intravenosa. Esta técnica se uti- liza para detectar defectos de llenado de cálices, pelvis renal y los uréteres así como hidronefrosis, también puede detectar tumores grandes, que se pueden ver como defectos de llenado en la vejiga (figura 1). Actualmente se pone en duda el reali- zar esta técnica sistemáticamente por la baja inci- dencia de hallazgos importantes. Se utiliza como alternativa cuando TAC no es posible [11]. Figura 1. Urografía endovenosa: tumor vesical en varón de 60 años. (Fuente: archivo personal de la Dra. María Fernanda Lorenzo Gómez. Uróloga en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Salamanca 37007, España).
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