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404 BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y MARÍA FERNANDA LORENZO GÓMEZ Como decimos, no se trata exclusivamente de un marcador tumoral, sino que podemos ver in- crementados sus niveles séricos en casos de prosta- titis, HBP y carcinoma (en este último, los niveles son generalmente más altos). También encontra- mos casos excepcionales de carcinomas diagnosti- cados con cifras inferiores a los 4 ng/ml [9]. Se considera que el PSA es muy útil en los siguientes casos [9, 11]: • Detección de enfermedad residual tras prosta- tectomía. • Seguimiento de la respuesta a tratamiento hormonal. • Detección de recidivas. • Factor pronóstico de supervivencia pre-trata- miento. • El grado de elevación se suele correlacionar con el estadio. Para aumentar la especificidad del marcador, suele analizarse y cuantificarse también la frac- ción libre del PSA, representándose normalmen- te en un cociente con el PSA como denominador (PSA libre/PSA total). Si este cociente es superior al 25%, es sugestivo de HPB. Cifras inferiores al 15% hacen sospechar cáncer de próstata [9]. El tacto rectal se considera fundamental en el diagnóstico del cáncer de próstata. La palpación de un nódulo, induración o asimetría de la prós- tata hace sospechar cáncer hasta que se demuestre lo contrario [9]. La combinación de tacto rectal + PSA ha de- mostrado ser útil como screening en varones mayo- res de 55 años, aunque este cribado no ha de abrirse a grandes poblaciones. No serían necesarios nuevos análisis de PSA en los varones mayores de 75 años con un PSA basal ≤ 3 ng/ml debido a su riesgo muy bajo de fallecer por cáncer de próstata [9]. Para el diagnóstico de extensión del cáncer de próstata contamos con varias técnicas de imagen [9]: – Ecografía transrectal: Útil para evaluar la extensión locorregional extracapsular y la afecta- ción de las vesículas seminales. – RMN: Es superior al TC para determinar la extensión extracapsular del tumor prostático, al igual que para delimitar nódulos tumorales intraglandulares. – TC: Útil para detectar extensión a distancia en órganos blandos. – Gammagrafía ósea: Es la prueba con ma- yor sensibilidad diagnóstica para la evaluación de lesiones en el esqueleto, y suele solicitarse cuando el PSA es superior a 20 ng/ml. Resonancia magnética y sistema PI-RADS La RMN morfológica (con imágenes en T1 y T2) permite la observar la invasión de cápsula y de las vesículas seminales (Figura 2) [11]. Figura 2. Resonancia magnética nuclear de próstata con carcinoma PIRADS 4. (Fuente: archivo personal de la Dra. María Fernanda Lorenzo Gómez. Uróloga en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Salaman- ca 37007, España).
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