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15Programa ACTION • Patologías y problemas prevalentes en el niño es muy inconstante, es muy sugerente de haber completado con éxito la maniobra. Ocasionalmente es preciso volver a pronar completamente y repetir la maniobra, especialmente en casos retrasados en su atención o que dicho chasquido no sea percibido con nitidez. Tras unos minutos, el niño debe co- menzar a movilizar la extremidad y, si no fuese el caso, en este momento sí están indicadas radiografías en busca de fracturas ocultas. Son infrecuentes las recurrencias y el crecimiento hace disminuir la frecuencia de presentación. La reducción produce la curación ad integrum, ya que no se ha publicado ningún caso de secuelas a largo plazo. lESiOnES DE FalanGES DE lOS DEDOS Las fracturas de la mano ocupan el segundo lugar en frecuencia de las fracturas infantiles tras las fracturas de la extremidad distal del radio. Constituyen una pro- blemática distinta a la del adulto, debido a unas claras diferencias anatómicas, dentro de las que cabe destacar la presencia de abundante cartílago en las epífisis y, fundamentalmente, la presencia de la placa fisaria. Lesiones por aplastamiento En los niños son frecuentes las lesiones por aplastamiento del pulpejo, algunas con pérdida de la uña. Si bien puede producirse una fractura de la falange distal, el problema fundamental suele ser cutáneo por pérdida de sustancia. Siempre que se pueda se debe evitar la avulsión inicial de la uña, que actúa como férula; para evitar la acumulación de hematoma, doloroso, se pueden perforar unos orificios en la uña como drenaje. La lesión ósea suele ser una fractura conminuta del penacho distal de la última falange, pero puede darse una fractura longitudinal, que no se observa en los adultos. Especial mención tiene el dedo en martillo con hiperflexión de la falange distal, que en los niños es excepcional que se deba a un arrancamiento del tendón extensor y habitualmente es debido a una epifisiólisis de la base de la falange, que hay que reducir usando después la uña como férula e inmovilizando el dedo con hiperextensión de la articulación interfalángica distal. En caso de amputación del extremo del pulpejo, y hasta los 10 años de edad, se hace un tratamiento conservador mediante lavado de la herida, regularización del extremo distal del hueso para que no sobresalga y curas locales de la herida con simple tul graso que se cambia cada 8 a 10 días.
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