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OLIGOHIDRAMNIOS

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O l ig o h id r a m n io s . M a n e jo
47 Ana Isabel Bravo C. • Julio César Posso A.
Es la disminución del líquido amniótico en cantidad inferior 
a 500 mi. Moderado cuando se encuentra entre 100 y 500 mi y 
severo cuando es menor de 100 ml. Phelan, en 1987, describió 
una técnica de medición del líquido amniótico, por medio de 
ecografía, dividiendo el útero en cuatro cuadrantes. Se mide 
verticalmente el mayor cúmulo de líquido amniótico sin ob­
servación del cordón umbilical o partes fetales en cada cua­
drante del abdomen. La suma de las cuatro mediciones en 
centímetros es el índice de líquido amniótico (ILA).
Entre las 36 y 42 semanas de gestación, Phelan y col (1) de­
finieron al oligohidramnios como un ILA menor de 5 cm, en 
tanto que el mayor de 20 cm se consideraba polihidramnios.
En un estudio horizontal de 791 embarazos normales, 
Moore y Cayle definieron la variación de cifras de ILA por 
edad gestacional (figura 1).
Figura 1. Nomograma que muestra el volumen de líquido amniótico 
como función de la edad gestacional. Los puntos indican promedios 
para cada intervalo de dos semanas. Los porcentiles se calcularon 
por ecuación de regresión de polinomios y desviación estándar de 
los residuos.
Estos autores recomiendan tomar tres veces el ILA y pro­
mediar los resultados para volúmenes de líquidos menores 
a 8 cm (tabla 1).
Tabla 1. Categorías diagnósticas del índice de líquido amniótico.
Volumen de Porcentaje de
líquido amniótico pacientes Cifra de ILA
Oligohidramnios 8% 5 cm
Limítrofe 20% 5,1 a 8,0 cm
Normal 66% 8,1 a 18,0 cm
Polihidramnios 6% >18 cm
ILA = índice de líquido amniótico.
Por su parte Manning y cois definen oligohidramnios 
cuando la bolsa de líquido amniótico mayor es menor o 
igual a 1 cm, en su diámetro mayor.
In c id e n c ia
Tiene una incidencia de 1:750 ó de 0,5 a 5,5%. Una disminu­
ción moderada de líquido amniótico, se asocia con una morta­
lidad perinatal de 10 a 15 veces mayor y si la disminución del 
líquido amniótico es severa, la mortalidad perinatal aumenta 
en 40 a 50 veces sobre lo normal. En el segundo trimestre, el 
oligohidramnios se asocia a un pronóstico muy pobre.
E t io l o g ía 
C a u s a s m a tern a s
• Anticuerpos antifosfolípidos
• Hipertensión crónica
• Vasculopatía diabética
• Hipovolemia materna
• Preeclampsia
D rog as
• Inhibidores de prostaglandinas
• Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADA EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
T
C ausas placentarias
• Desprendimiento prematuro de placenta
• Síndrome de feto transfundido-transfusor
C ausas fetales
• Anormalidades cromosómicas
• Anormalidades congénitas
• Restricción del crecimiento intrauterino
• Óbito
• Posmadurez
• Ruptura prematura de membranas
• Causas idiopáticas.
El enfoque clínico dependerá del trimestre en que esté el 
embarazo. Por ejemplo, encontrar oligohidramnios en el se­
gundo trimestre nos debe llevar a pensar en la posibilidad de 
una malformación en el tracto urinario o ruptura prematura 
de membranas y en el tercer trimestre, en un probable caso de 
restricción intrauterino o embarazo prolongado. En esta última 
la incidencia estimada de oligohidramnios es del 20% (2).
A n o r m a l i d a d e s c o n g é n i t a s y 
OLIGOHIDRAMNIOS
Diversas anormalidades congénitas se han asociado con 
oligohidramnios, la mayoría de ellas del tracto genitourina­
rio debido a la producción o excreción de la orina fetal que 
acompaña a estas lesiones.
Las anomalías renales mencionadas más a menudo vincu­
ladas con oligohidramnios incluyen agenesia bilateral, dis- 
plasia renal multiquística, obstrucción en la salida de la veji­
ga y enfermedad renal poliquística infantil. La incidencia de 
malformaciones estructurales y aneuploidia en presencia de 
oligohidramnios va de 7-37% y 4,4 a 30,7% respectivamente.
En 1988 Gembruch y Hansman reportaron su experiencia 
en la instalación artificial de líquido amniótico en los casos 
de oligohidramnios severo, para aumentar la capacidad de 
resolución del ultrasonido. Instalaron una solución isotónica 
en 74 procedimientos de 50 embarazos y en todos los casos 
tuvieron un más alto poder de resolución y detectaron 9 casos 
de malformaciones fetales, que no se habían identificado.
O l i g o h i d r a m n i o s y r e s t r i c c i ó n d e l 
CRECIMIENTO INTRAUTERINO
El oligohidramnios se ha reconocido como una entidad liga­
da estrechamente a restricción del crecimiento intrauterino. 
Manning y cois señalaron que el oligohidramnios resulta de 
un decremento en la producción urinaria fetal y pulmonar 
como resultado de estados de hipoxia que producen redis­
tribución refleja del gasto cardíaco.
Deutinger y colaboradores demostraron que la produc­
ción urinaria fetal por hora, normalmente aumenta de 5,9 mi 
en la semana 28 a 26,8 mi en la 40. Sin embargo, con RCIU en 
edades gestacionales comparables, ellos registraron tasas de 
producción urinaria fetal por hora de 4,7 y 15,4 mi, respecti­
vamente (p <0,001).
El oligohidramnios puede estar relacionado con enfer­
medades maternas vasculares como la hipertensión arterial 
crónica; cuando la hipertensión está presente como compo­
nente de la preeclampsia, la vasoconstricción útero placen­
taria ocasiona reducción del volumen circulante fetal, que a 
su vez ocasiona oligohidramnios y oliguria fetal.
La hipovolemia dependiente de diversas causas también 
puede ocasionar oligohidramnios. Sheker reportó un caso de 
oligohidramnios severo secundario a hipovolemia materna.
Estudios sonográficos han demostrado reacum ulación 
de líquido amniótico después de la adm inistración paren­
teral de líquidos.
El desarrollo de oligohidramnios en el embarazo gemelar 
o la combinación de polihidramnios resultan de la presen­
cia de anastomosis vasculares en el síndrome de feto trans- 
fundido-transfusor; en este síndrome el feto donador se 
encuentra anémico y con RCIU, así como oligohidramnios, 
mientras que el feto receptor esta pletórico e hidrópico.
O l ig o h id r a m n io s y r u p t u r a p r e m a t u r a d e 
MEMBRANAS
Se debe hacer siempre el diagnóstico diferencial entre rup­
tura prematura de membranas y oligohidramnios, esta va­
loración debe incluir especuloscopia para valorar el PH, el 
cual tendrá alcalinidad en caso de haber ruptura de mem­
branas y morfología de helecho en el examen microscópico 
de secreciones vaginales.
El oligohidramnios en el segundo trimestre está asocia­
do con un pobre pronóstico para el feto. Por ejemplo de 34 
embarazos con RPM, 9 (27%) de los fetos tenían malforma­
ciones congénitas, 11 (32%) murieron en el útero, y 6 (18%) 
tuvieron un resultado normal. La edad gestacional en el 
momento de la RPMO es el predictor más significativo de 
hipoplasia pulmonar. El efecto máximo del oligohidram­
nios sobre el desarrollo pulmonar ocurre entre las 16 y 28 
semanas de gestación.
Rotschild y colaboradores calcularon que cuando ocurre 
RPMO a las 19, 24,8 y 31,1 semanas de gestación, la proba­
bilidad de hipoplasia pulmonar es del 50 ,1 0 y 1% respecti­
vamente (figura 2).
M oberg y cois señalan que el incremento en la inciden­
cia de sufrim iento fetal, en pacientes con RPMO es debida 
a compresiones del cordón, que representan una pérdida 
de la protección que el líquido am niótico provee. Se ha 
visto una relación directa en el grado de oligohidram nios 
e infección en pacientes con RPMO que se maneja en for­
ma conservadora.
La RPMO es un problem a obstétrico que afecta 5-7% 
de todas las gestaciones, se pensaba anteriorm ente que 
el principal problem a era la infección, hoy se sabe que la 
edad gestacional es de m áxima im portancia en la RPMO. 
Hasta el m omento, las investigaciones realizadas refuer­
zan la suposición de que el sufrim iento fetal intraparto 
en embarazos complicados por RPMO y oligohidram nios 
es consecuencia de la com presión fetal. La am nioinfusión 
durante el parto parece ser de beneficio en la atención de 
esta com plicación (figura 3).
310 PARTE III
4 7 / OLIGOHIDRAMNIOS.MANEJO
T
-2 3
B §
3 I 
5 H
T3 .<0'S t3 je
3 "P-, ^ o nS Cl 
'P1 O ^
Edad gestacional en el 
momento de la ruptura
Figura 2. Curva que relaciona la probabilidad de hipoplasia pulmo­
nar con la edad gestacional en el momento de la rotura de membra­
nas obtenida por una ecuación logística calculada: probabilidad de 
hipoplasia pulmonar=!/(+ e -7,27+a38GAR).
Figura 3. Talla del bolsillo de líquido amniótico siguiendo a la am­
nioinfusión salina. Imanaka M, Ogita S, Sugawa T. Amnioinfusión de 
solución salina para oligohidramnios después de ruptura prematura 
de membranas. Am J Obstet Gynecol 1989; 161:102, con permiso.
de embarazo, se calcula que declina aproximadamente un 
33% por semana, para lo cual se requiere ILA con el méto­
do de Phelan. El oligohidramnios en el tercer trimestre está 
asociado con incremento en la incidencia de compresión de 
cordón desaceleración en la FCF, meconio en LA.
Es de trascendental importancia la disminución de éste, 
ya que de ello depende la motilidad fetal; Clement y cois 
describieron seis embarazos prolongados, en los cuales 
hubo disminución del líquido amniótico en forma súbita en 
24 horas, de ahí la importancia de realizar un estudio ultra- 
sonográfico 2 veces por semana como una imperiosa necesi­
dad en los embarazos prolongados.
Phelan y cois encontraron que un adecuado cálculo de 
líquido amniótico en embarazos prolongados era un buen 
productor del bienestar fetal; esto, basados en un trabajo de 
234 embarazos prolongados y encontraron un incremento 
del número de cesáreas por sufrimiento fetal y hallazgo de 
meconio en este tipo de embarazos en los cuales hubo dis­
minución del líquido amniótico, así como mayor frecuencia 
de trazos electrocardiográficos anormales, con desacelera­
ciones y/o bradicardia, situación que estuvo inmensamente 
relacionada con el índice de líquido amniótico.
D r o g a s q u e in d u c e n o l ig o h id r a m n io s
Son varios los medicamentos que han sido implicados en 
la disminución del volumen del líquido amniótico; el más 
común de éstos es la indometacina.
La fisiopatología de ello es que ocurre una disminución 
de la circulación útero placentaria, disminución de la filtra­
ción glomerular y por lo tanto de la producción urinaria. 
Estos efectos han sido reportados y se presentan desde las 
21 semanas de gestación cuyo efecto va en relación con la 
dosis y es reversible en la mayoría de los casos.
O l ig o h id r a m n io s e n e l s e g u n d o t r i m e s t r e
El hallazgo de oligohidramnios en el segundo trimestre es 
poco frecuente, y puede ocurrir sin malformaciones feta­
les. La asociación entre oligohidramnios y elevación de alfa 
fetoproteína es un hecho ya conocido.
Si ocurre oligihidramnios en el segundo trimestre por 
una amniocentesis genética o una biopsia de vellosidades 
coriónicas, el líquido amniótico puede reacumularse y el 
embarazo concluir con un parto a término normal.
De las investigaciones hasta ahora realizadas, los autores 
concluyen que el pronóstico perinatal para estos productos 
es muy pobre, la morbimortalidad fetal es alta.
S e c u e l a s f e t a l e s d e l o l ig o h id r a m n io s
O l ig o h id r a m n io s y s í n d r o m e d e p o s m a d u r e z
El oligohidramnios, en el tercer trimestre, debe hacer pen­
sar al médico en un probable caso de restricción de creci­
miento o en un embarazo prolongado. El líquido amniótico 
disminuye progresivamente durante las últimas semanas
Cuando el embarazo se complica con oligohidramnios a eda­
des gestacionales tempranas, la morbilidad perinatal es rela­
tivamente alta debido al desarrollo de la hipoplasia pulmonar 
y compresión fetal. La mortalidad asociada a hipoplasia pul­
monar va del 52,4 al 82,5%. El crecimiento pulmonar requiere 
de un espacio intrauterino adecuado, líquido amniótico sufi­
ciente, movimientos respiratorios fetales presentes.
OBSTETRICIA DE ALTO RIESG O 311
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADA EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
T
La caja torácica desempeña un factor compresivo, uni­
do a la falta de m ovilización del líquido am niótico a tra­
vés del pulm ón fetal. N icolini y col (4) em itieron la hipó­
tesis de que la hipoplasia pulm onar se debía a una baja 
presión de líquido amniótico.
La presión intraamniótica normal varía de 1 a 14 mmHg. No 
obstante, en presencia de oligohidramnios y membranas ínte­
gras, la presión intraamniótica es de 1 mmHg o menor. Este 
aumento en el gradiente de líquido intraalveolar-amniótico 
produce una mayor salida de líquido pulmonar. Cuando hay 
una pérdida suficiente de líquido intraalveolar, el crecimiento 
pulmonar se altera. En un caso de oligohidramnios, la inyec­
ción intraamniótica semanal desde las 18 a 26 semanas de ges­
tación evitó la aparición de hipoplasia pulmonar (tabla 2).
La compresión constante del feto puede ocasionar una 
serie de anomalías que juntas conforman el síndrome de 
Potter, que se define como una serie de cambios produci­
dos por oligohidramnios prolongado, que puede estar oca­
sionado por agenesia renal bilateral o por oligohidramnios 
de otra causa. Estos fetos presentan fases típicas: hiperte- 
lorismo, depresión del puente nasal, epicanto prominente, 
piel arrugada, contracturas musculares, profundos pliegues 
bajo los ojos, agenesia renal bilateral e hipoplasia pulmonar. 
Mueren por insuficiencia respiratoria, debido a lo anterior.
M a n e jo d e l o l ig o h id r a m n io s 
Inyección am niótica e hidratación m aterna
El líquido amniótico es indispensable durante el embarazo, 
ya que permite que el feto tenga un crecimiento, desarrollo 
y funcionamiento normal. El oligohidramnios se relaciona 
con restricción del crecimiento intrauterino, síndrome de 
posmadurez, anomalías fetales y sufrimiento fetal durante 
el trabajo de parto. En el embarazo a término, la cantidad 
normal de líquido previene la severidad de las compresio­
nes del cordón umbilical, generadas por contracciones ute­
rinas y movimientos fetales (3).
Debido a lo anteriormente descrito se han valorado diver­
sas modalidades de tratamiento, cuyo resultado depende de 
la causa y de la edad gestacional en que se diagnostica.
Amnioinfusion
Se ha demostrado que la amnioinfusion mejora los resulta­
dos perinatales en desaceleraciones variables, ocasionadas 
por oligohidramnios en líquido amniótico meconial diag­
nosticado al momento de la RPM así como en infecciones 
intraamnióticas (5) (tablas 3 y 4).
Tabla 2. Nueve embarazos en los cuales se realizó amnioinfusion seriada para prevenir hipoplasia pulmonar.
Paciente No. de infusiones
Infusión a la semana 
de gestación Comentarios Resultado
Corioamnionitis, cesárea a las 30
A 6 22-29 semanas, paro respiratorio 8 h, 
hipoplasia pulmonar.
B 18-24 Anomalías cardíacas Terminación del embarazo, 26
diagnosticadas 24 sem. semanas.
C 5 23-27
Abrupto, parto vaginal 31 sem, SDR 
neumotorax fallece 2 días.
descontinuado después Parto pretérmino, parto vaginal
D 2 del escape de la segunda 
infusión
20-22 espontáneo 34 semanas, ventilado 
un día, sobrevive.
23-27
Cesárea electiva 32 sem, no SDR
ventilado 2 días sobrevivió.
Trabajo pretérmino, parto vaginal
F 6 20-26 semana 30 SDR moderada, 
ventilado 4 días sobrevivió.
G 4 18-21 Hemorragia vaginal desde 
la semana 17
Aborto espontáneo, 21 semana.
H
descontinuado después 
3 del escape de la 24-26 Hemorragia vaginal desde 
la semana 20
Muerte intrauterina 29 semanas.
tercera infusión
I 5 20-27 Hemorragia vaginal desde 
la semana 20
Trabajo de parto, parto vaginal 
30 semanas, muerte respiratoria 
3 h.
312 PARTE III
4 7 / OLIGOHIDRAMNIOS. MANEJO
T
Tabla 3. Eficacia del tratamiento o prevención de las desaceleraciones variables durante el trabajo de parto por amnioinfusión.
Estudio Trabajo parto Infusión Control Valor de la P
Miyazaki y Nevarez 25/49 (51%)* 2/47 (4,2%) 0,001
Negeotte Grado I 2,4 +- 2,4 + 7,9 +-5,6 <0,005
Grado II 7,2 +- 7 18,0 +- 6 <0,001
Strong 2/30 (7%)++ 8/30 (27%) 0,04
* % Resolución de las desaceleraciones variables+ número de desaceleraciones variables / Hr (Media + - Ds) 
++ número de casos con desaceleraciones variables severas
Tabla 4.
Estudio Infusión % Control
n
% (95% CI) RR
0-1 0-5 1 2 10
Nageotte (1985) 2/29 (6-90) 7/32 (21-88) 0,31 (0,8-1,26)
MacGregor (1991) 10/19 (52-63) 7/19 (43-75) 1,41 (0,38-5,24)
Nageotte (1991) 7/50 (14-00) 7/26 (43-75) 0,43 (0,13-1,44)
Wu (1989) 4/60 (6-67) 14/58 (24-14) 0,26 (0,10-0,71)
Strong (1990) 4/30 (13-33) 6/30 (20-00) 0,62 (0,16-2,40)
Owen (1990) 8/43 (18-60) 17/57 (29-82) 0,55 (0,22-1,37)
Además se ha publicado que reduce el número de cesáreas.
Según la vía de administración, la amnioinfusión es de 
dos tipos: transabdominal y transcervical. En la primera se 
introduce solución fisiológica por punción transabdominal 
y en la segunda a través del cérvix. Según su utilidad, exis­
ten dos tipos de amnioinfusión:
• Profilácticas, las cuales se realizan con el objeto de pre­
venir durante el curso de trabajo de parto, la posibili­
dad de una compresión intrínseca del cordón umbilical, 
o bien, para acortar los períodos de lactancia. Este tipo 
de amnioinfusión se realiza cuando no existe evidencia 
de líquido amniótico meconial, y/o sospecha de infec­
ción intraamniótica.
• Las terapéuticas, que se realizan con el fin de aliviar la 
compresión intrínseca del cordón umbilical, reducir el 
inoculo bacteriano intraamniótico, extraer de la cavidad 
uterina líquido amniótico meconial espeso o teñido de 
meconio, e inducir la actividad uterina efectiva (figura 4).
Figura 4. Diagrama mostrando el equipamiento de la amnioinfusión.
Con datos desde octubre de 1997 en estudios ramdomiza- 
dos comparando la amnioinfusión profiláctica con la terapéu­
tica en mujeres con oligohidramnios sin desaceleraciones en 
el trabajo de parto, 2 estudios con 285 mujeres fueron inclui­
dos y encontraron que no hubo diferencias en el porcentaje 
de cesáreas (RR 0,98, IC 95% 0,58 -1,66) y el parto instrumen­
tado. Así como tampoco se encontró diferencia en el Apgar, 
pH del cordón, aumento de oxiticina, aspiración de meconio, 
neumonía neonatal o endometritis posparto. La amnioinfu­
sión profiláctica se asocia con un incremento de fiebre intra­
parto (RR 3,48, IC 95% 1,21 -10,05) con lo anterior concluyen 
que no parece haber ventajas de la amnioinfusión profiláctica 
sobre la terapéutica; que se debe realizar sólo cuando se en­
cuentran desaceleraciones en la FCF o hay líquido amniótico 
con meconio (6) (tablas 5 -9 ) .
Numerosos investigadores han encontrado que la amnio­
infusión presenta grandes beneficios para el feto. Mino y col, 
en un estudio randomizado con 200 embarazos de término 
con índice de LA bajo debido a RPMO, los dividieron en 2 
grupos: uno que recibió amnioinfusión intraparto y otro que 
recibió el manejo sin amnioinfusión. Se compara entre los dos 
el patrón de la FCF método del parto y el estado ácido-base 
neonatal. Y se encontró que en el grupo al cual se le realizó 
amnioinfusión presentó bajo porcentaje de desaceleraciones 
variables o tardías, más parto vaginal que cesárea (tabla 10).
El pH y la medida de la arteria umbilical fueron significa­
tivamente altos en los recién nacidos a cuyas madres se les 
realizó amnioinfusión y éstos tuvieron también bajo porcen­
taje en la acidemia neonatal (tabla 11).
Aunque no todos los autores coincidirían, estos investi­
gadores concluyen que la amnioinfusión mejora el patrón 
de la FCF, baja la incidencia de parto por cesárea, y m ejo­
ra el estado ácido base neonatal, en el trabajo de parto a 
término complicado por un líquido amniótico disminuido 
debido a una RPMO.
CAVIDAD
AMNIÓTICA
EQUIPO
DE VENOCLISISj
SONDA
DE NELATON N» 16
.ISIS i
OBSTETRICIA DE ALTO RIESG O 313
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADA EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
Tabla 5. Características de los pacientes.
i
Grupo infusión Grupo control Valor P
Edad 23,3 +- 3,9 23,0 +- 4,3 NS
Gravidez 1,7 +- 0,7 1,7 +- 0,8 NS
Paridad 05 +- 0,6 0,4 +- 0,7 NS
Mujer nulípara 104 (59,4%) 88 (67,7%) NS
Mujer multípara 71 (40,6%) 42 (32,3%) NS
Edad gestacional (días) 290 +- 7,7 291 +- 8,1 NS
Dilatación cervical inicial cm 2,9 +-10 3,1 +- 0,9 NS
ILA al ingreso 3,6 +- 0,7 3,4 +- 0,8 NS
N S, n o significativo.
Tabla 6. Métodos del parto.
Grupo infusión Grupo control Valor P
Parto vaginal normal espontáneo 122/175 (69,7%) 66/150 (50,8%) 0,001
Fórceps 17/175 (9,7%) 17/130 (13,0%) NS
Vacum 11/175 (6,3%) 11/130 (8,5%) NS
Cesárea 25/175 (14,3%) 36/130 (27,7%) 0,006
Total partos intervenidos 53/175 (30,3%) 64/130 (49,2%) 0,001
N S, n o significativo.
Tabla 7. Intervención operativa a causa de sufrimiento fetal.
Grupo infusión Grupo control Valor P
Fórceps 4/175 (2,3%) 5/130 (3,8%) NS
Vacum 3/175 (1,7%) 4/130 (3,1%) NS
Cesárea 7/175 (4,0%) 25/130 (19,2%) 0,0001
Sin sufrimiento 161/175 (92,0%) 46/130 (73,8%) 0,0001
Tabla 8. Resultado neonatal.
Grupo infusión Grupo control Valor P
Peso al nacimiento 3545 +- 350 3459 +-325 NS
PH arteria umbilical del cordón 7,27 +- 0,05 7,23 +- 0,09 0,0001*
No. con pH <7,20 puntaje apgar <7 14/175 (8,0%) 39/130 (20,0%) 0,0001
1 min 14/175 (8,0%) 45/130 (34,6%) 0,0001
5 min 6,175 (3,4%) 9/130 (6,9%) NS
N S, no significativo.
Tabla 9. Infección.
Grupo infusión Grupo control Valor P
Amnionitis 18/175 (10,3%) 9/130 (6,9%) NS
Endometritis 7/175 (4,0%) 10/130 (7,7%) NS
Duración estancia 2,5 +-1,1 3,0 +-1,5 >0,01*
hospitalaria materna (días)
No. con estancia >3días 23/175 (13,5%) 37/430 (29,5%) 0,002
Duración estancia 2,5 +-1,1 3,9 +- 3,8 >0,001*
hospitalaria neonatal (días)+
No. con estancia >3días 24/175 (13,7%) 45/130 (33,2%) 0,0001
NS, nos significativo
* MANN Whitney U.
+ Reflejo de estancia materna.
■I 314 PARTE III
4 7 / OLIGOHIDRAMNIOS. MANEJO
Tabla 10. Intervenciones en el sufrimiento fetal.
1
Estudio
Cesárea Parto vaginal instrumentado
Infun didos Control Infundidos Control Valor de la P
Miyasaki y Nevarez 9/49 (18,4%) 12/47 (25,5%) NS
Nageotte 1/29 (3,4%) 7/32 (21,9%) NS
Owen 2/43 (4,7%) 9/57 (16%) 6/43 (14%) 10/57 (18%) 0,07+ NS+
Sadovsky 0/19 (0%) 2/21 (9%) 1/19 (5%) 5/21 (24%) NS
Strong 1/30(3%) 4/30 (13%) 0/30 (0%) 7/30 (24%) 0,01++ NS+
Wenstrom 6/36 (16,7%) 15/44 (34,1%) 1/36 (2,8%) 7/44 (15,9%) <0,02
Tabla 11. Medida del PH del cordón al momento del parto en pacientes que recibieron amnioinfusion y en aquellas que sirvieron como 
controles (media + - DS).
Estudio Infusión Control Valor de la P
Nageotte 7,34 +- 0,05 7,23 +- 0,08 < 0,001
Owen 7,24 +- 0,07 7,25 +- 0,06 0,33
Sadovsky 16% 38% <0,05
Strong 7,29 +- 0,03 7,23 +- 0,09 0,02
* Porcentaje de casos con PH menor de 7,20.
In d ic a c io n e s y c o n t r a in d ic a c io n e s
Está indicado en presencia de líquido amniótico meconiado 
y desaceleraciones en la FCF durante el trabajo de parto si 
estas condiciones ocurren en un embarazo a término, parti­
cularmente, cuando las desaceleraciones están acompaña­
das de una taquicardia de base, la amnioinfusion presenta 
un gran valor (tabla 12).
Como siempre, cuando uno evalúa y realiza una terapia por­
que el feto está en peligro, se debe ver la necesidad de una ter­
minación del embarazo. Los diferentes autores han encontrado 
que la amnioinfusion es útil cuando ayuda a terminar con segu­
ridad el embarazo, hasta llegar al término del trabajo de parto.
No existe consenso médico sobre qué patrón de desacele­
ración debería mirarse, para determinar qué paciente se bene­
ficiaría de la amnioinfusion. Si las desaceleraciones variables 
están acompañadas por una FCF basal anormal. Razonable­
mente deberíamos preguntarnos ¿por qué preocupamos?
Si otros signos de compromiso fetal existen, taquicardia, 
bradicardia, disminución en la variabilidad o desaceleraciones 
tardías, quizá podremos entonces decir que la amnioinfusión se 
realizaría como una probable terapia pero no como profilaxis.
En un caso la amnioinfusión se asoció con dehiscencia de 
una cesárea previa y subsecuente prolapso de cordón. Otro 
efecto adverso puede ser la sobredistensión, y afectar al feto 
con desaceleraciones en la FCF.
Schrimnery col compararon embarazos en los cuales el 
oligohidramnios fue tratado con 500 mi de solución salina 
en amnioinfusión, con controles no tratados, y encontraron 
que la amnioinfusión redujo de un 19% a un 4% el porcen­
taje de cesáreas debido a sufrimiento fetal. El bienestar de 
los recién nacidos medido por el pH sanguíneo de la arteria
umbilical y el Apgar fue significativamente mejor. Iguales 
resultados fueron publicados por Cifuentes, en el año 2000 
(16) (figura 5).
Rutinariamente no se usan antibióticos profilácticos con 
la infusión. Solamente en ciertas circunstancias podría usar­
se antibióticos, como en los casos de RPMO con prematurez 
extrema, menos de 25 semanas de gestación.
Los investigadores han concluido que la amnioinfusión 
debe realizarse con gran cuidado durante el trabajo de par­
to, y se debe tener cuidadosa atención sobre el volumen 
infundido. Sin embargo, y en general, el procedimiento es 
seguro, útil y efectivo. Aunque las aplicaciones potenciales 
son enormes y excitantes para contemplar deben ser usadas 
con moderación y juicio (7).
Figura 5. La amnioinfusión disminuye la incidencia de cesáreas.
OBSTETRICIA DE ALTO RIESG O 315
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADA EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS
------------------------------------------------------------------------------------------T
Tabla 12. Técnica de amnioinfusión en un número de indicaciones.
Estudio Indicación
No. de Rata infusión 
catéter (ml/min)
Volumen máximo 
infundido (mi)
Duración de 
la infusión
Freeman Terapia antibiótica 1 
intraamniótica
Goodlin Corioamnionitis 1
Imanaxa Oligohidramnios anteparto 1
Miyazaki Mejorar desaceleraciones 1 
variables
Nageotte Tratamiento profiláctico 1
intraparto para RPM 
pretérmino
Ogita Terapia antibiótica 1
intraamniótica
Sadovsky Líquido amniótico 1
meconiano
Strong Oligohidramnios 1
Wenstrom Líquido amniótico 2
meconiano
82
0,17-0,33
10-15
10 en primera h. 3 en 
adelante
6,6
10 en primera h. 3 en
adelante
10- 20
25-50
50
500
Inyección repetida cada 12 
horas
Hasta el parto 
Hasta resolver Si no es resuelta con 800 mi
desaceleración de considerar como falla
variables luego adherir 
250
Hasta el parto
20 - 50 diario
250
1000
Hasta el parto
Hasta el parto
Repetir hasta alcanzar ILA 
>0 8cm
Cada 6 horas hasta el parto
T é c n ic a p a r a in y e c c ió n a m n ió t ic a
La técnica de Miyazaki y Taylor sigue siendo un prototipo. 
Esencialmente, se inyectó solución salina fisiológica a través 
de un catéter intrauterino para medición de presión, sea por 
gravedad o utilizando una bomba de infusión a diferentes 
velocidades (figura 4).
Lo más frecuente fue una carga inicial de 600 mi o 10 a 
20 mi/min durante la primera hora seguida por una cifra de 
sostén de 3 ml/min (8-10).
Esta última cifra se mantuvo hasta el parto o hasta que 
cesaran las desaceleraciones variables. De manera alternati­
va, se administraron 250 a 600 mi como carga inicial en los 
primeros 30 a 60 minutos y después se detuvo la venoclisis 
si se lograba un ILA mayor de 5 o 8 cm. Se administraron 
cargas repetidas de 250 mi, si el ILA no había alcanzado tal 
cifra; la inyección por bomba o gravedad es más segura o 
mejor. Glantz y Letteney revisaron 14 informes publicados 
y compararon los resultados entre los dos métodos sin en­
contrar diferencia en las tasas de cesáreas, sufrimiento fetal, 
endometritis, etc., entre aquellas pacientes a quienes se ad­
ministró la solución salina por gravedad y las que usaron 
bomba de infusión. Aparentemente la técnica de inyección 
o la temperatura del líquido no tienen importancia.
El esquema actual utilizado es una dosis intrauterina rá­
pida de 600 mi de solución salina fisiológica a temperatura 
ambiente en la primera hora mediante bomba seguida por 
200 ml/h hasta llegar al punto clínico propuesto.
H id r a t a c ió n m a t e r n a
Dos factores que se sabe alteran el gasto urinario en adultos 
son el volumen intravascular y la osmolaridad. En revisión
realizada por Cochrane hasta febrero de 1999, en estudios 
randomizados comparando la hidratación materna, con no 
hidratación en mujeres embarazadas que presentaban una 
disminución de liquido amniótico normal, encontraron 2 
estudios de 77 mujeres.
Previa realización de ecografía, se les dio 2 litros de agua, 
y encontraron que la hidratación materna en mujeres con o 
sin oligohidramnios se asoció a un aumento en el volumen 
de líquido amniótico. (La diferencia en el peso medio para 
las mujeres con oligohidramnios fue 2,01, 95% con intervalo 
1,43 a 2,56; y para las pacientes con líquido amniótico normal 
fue de 4,5, 95% con intervalo de 2,92 a 6,08). La hidratación 
endovenosa con solución hipotónica, también se asoció con 
un incremento en el volumen de líquido amniótico (tabla 13). 
Los investigadores concluyeron con este estudio que la hi­
dratación materna parece incrementar el volumen del líquido 
amniótico y puede ser beneficiosa en el manejo y prevención 
del oligohidramnios durante el trabajo de parto (11).
Goodlin y colaboradores informaron de una correlación 
entre el volumen intravascular materno medido y el volu­
men de líquido amniótico, si se excluía a pacientes con dia­
betes o anomalías fetales. En el oligohidramnios, se encontró 
que el volumen plasmático materno estaba disminuido con 
respecto a lo normal, pero ambos mejoraron con hidratación 
materna oral o intravenosa (12) (figura 6).
Battaglia y colaboradores m ostraron que cuando la os­
molaridad materna aum enta o disminuye, la fetal, cambia 
de manera paralela.
La deshidratación materna sea por privación de agua o ad­
ministración intravenosa de manitol, se vinculó con el incre­
mento de la velocidad de flujo urinario total y de depuración 
de agua libre lo que indica que la osmolaridad materna es una 
variable importante (13,14). Se ha demostrado una relación di­
recta entre la osmolaridad materna, osmolaridad fetal, gasto 
urinario fetal y volumen de líquido amniótico en ovejas.
316 PARTE III
4 7 / OLIGOHIDRAMNIOS. MANEJO
T
Con la administración de agua a ovejas por vía oral 2000 
mi, y arginina vasopresina intravenosa, se disminuyó la os- 
molaridad materna y equivalentemente la osmolaridad fe­
tal, en tanto la velocidad del flujo urinario fetal y el índice 
de líquido amniótico aumentaron (15). Por lo cual se ve que 
el volumen de líquido amniótico puede alterarse por el esta­
do de hidratación materna, con esto podríamos decir que el 
oligohidramnios pudiera tratarse modificando el volumen 
intra vascular materno o la osmolaridad.
En la tabla 13 se muestran los cambios del ILA y osmolari­
dad urinaria materna en los dos grupos, en tanto la figura 5 
muestra el cambio de ILA. Este estudio demostró que el ILA 
puede modificarse por hidratación y deshidratación materna.
La osmolaridad materna es el factor predominante en la 
regulación del volumen del líquido amniótico; se requieren 
estudios adicionales para entender la hidratación materna 
y el aumento del volumen de líquido amniótico alterado y 
establecer su seguridad y utilidad.
Tabla 13. Cambio en índice de líquido amniótico cuatro a seis horas 
después de la hidratación oral con agua.
Control (N = 20) Hidratación (N = 20)
Pretratamiento
ILA (cm) 17,7 +- 5,0 18,4 +- 4,7
USG 1,013 +- 0,007 1,015 +- 0,008
Postratamiento
ILA (cm) 16,2 +- 4,48* 21,4 +- 4,51
USG 1,019 +- 0,0091 1,006 +- 0,0061
Delta AFI (cm) -1,5 +- 2,7 3,0 +- 2,4
Ingestión (mi) 1 576 +- 607 1 596 +-465
ILA = índice de líquido amniótico; USG 0 densidad urinaria; Delta 
ILA postratamiento - ILA pretratamiento.
* p < 0,02, prueba + pareada, pretratamiento en comparación con 
postratamiento.
+ p < 0,0001, prueba + pareada, pretratamiento en comparación con 
postratamiento.
+- Ingestión de líquidos en las 24 horas previas.
Figura 6. índice de líquido amniótico delta (ILA, postratamiento - 
ILA pretratamiento) para los pacientes en cada grupo. Los números 
entreparéntesis indican la media de ILA.
R e f e r e n c i a s
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OBSTETRICIA DE ALTO RIESG O 317 *

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