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Por qué la prostitución no es trabajo

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¿Por qué la prostitución no es trabajo? 
 
Habría que comenzar aclarando que cualquier actividad a cambio de dinero no es trabajo. Y es 
preciso discernir entre la trabajadora, la mercancía y la fuerza de trabajo. 
 
El albañil no es albañil porque el patrón le agarra las manos y lo hace martillar, y el patrón no 
es tal por usar, manipular, el cuerpo del albañil. Este compra su energía - la del trabajador - y 
su habilidad para producir algo material: compra su fuerza de trabajo. 
 
El empleador, llamele burgués, llamele patrón, llamele empresario, tampoco pretende usar el 
cuerpo del albañil para golpearlo, insultarlo, estrangularlo, mearlo y hacerle cuánta cosa se nos 
pueda ocurrir, que es parte de lo que sucede en la industria sexual. 
 
Por otro lado, en la relacion trabajador - burgués existe plusvalía, no así estrés post 
traumático. 
 
En la prostitución existe estrés post traumático porque en la prostitución existe violencia, 
abuso, tortura: traumas; factores que determinan el estrés post traumático como se da 
también en personas que han estado en contextos bélicos, de guerras. Muestra de estos 
efectos son los estudios que demuestran las similares secuelas tanto en mujeres prostituidas, 
como abusadas y como en personas han vivido en entornos bélicos. 
 
Ahora bien, el albañil vende su energía por medio de producir algo a cambio de un salario. Ese 
producto, ese trabajo, le es enajenado. Pero, ¿cuál es el trabajo enajenado en la relación 
prostituyente - prostituida? ¿Cuál es la fuerza de trabajo en la prostitución? 
 
Fuera de las lógicas capitalistas donde el trabajo (asalariado) es trabajo dada la situación de 
explotación la prostitución tampoco constituye un trabajo (ni un servicio) porque de ninguna 
manera se constitiuye imprescindible para la reproducción de las condiciones de vida. 
 
¿Cómo funciona la explotación inherente a la prostitución? 
 
En la prostitución usan tu cuerpo como mercancía, lo que se compra es la persona misma. Esto 
implica que no se puede ser trabajador(a) y mercancía al mismo tiempo porque no se puede 
ser sujeto y objeto a la vez. 
 
Los objetos carecen de voluntad. Es por esto que a la persona TRATAda como objeto y 
mercancía (cosificación y mercantilización), en el caso de la prostitución, así como sucede en 
otras industrias como la reproductiva, el consumidor - violador, el prostituyente, pretende que 
la persona en situación de prostitución, de mercantilización de su cuerpo, anule su propia 
voluntad, sus deseos, sus opiniones, en función del beneficio de los de él como consumidor, 
esto es violencia y se agrava con agresiones específicas, tales como golpizas o 
estrangulamientos a las que son sometidas las personas en situación de prostitución por parte 
de "los clientes". Estas últimas son algunas de las prácticas normalizadas por la erotización de 
la violencia promovida en gran medida por la pornografía y amparadas, al igual que toda esta 
industria, en la cultura de la violación, la precariedad de las condiciones materiales de vida, y 
las relaciones sociales de explotación y dominación inherentes a este sistema. 
 
De esta manera el opresor / agresor coloca a la mujer a disposición de él, la convierte y TRATA 
como objeto, la convierte en un bien comprable y utilizable como lo eran las personas negras 
cuando la esclavitud era legal y constituía una institución jurídica en el derecho del Imperio 
Romano, y una persona que no puede manifestar su voluntad y no es tratada como persona, 
¿cómo será sujeto de derechos? Será TRATAda como objeto. Los esclavos, no obstante, eran 
considerados bienes parte del patrimonio, es decir, no eran considerados personas, sin 
embargo tenían derecho a recibir herencias o a ser juzgados desde el derecho penal, algo que 
solo es aplicable a las personas físicas. 
 
En relación a esto, la persona en situación de prostitución seguirá, o puede seguir, no siendo 
consciente de que es TRATAda como objeto. Porque de eso se trata también: no reconocer ni 
ser consciente de tu propia condición de oprimida. 
 
Pero seguirá sufriendo, y seguirá desarrollando estrés post traumático, y otras secuelas 
mentales y/o físicas. Porque por mucho que sea TRATAda como objeto, sigue siendo persona, 
sigue experimentando el trauma de ser violada sistemáticamente. 
 
A todo esto, es notorio que hay un concepto de trabajo viciado por el capitalismo neoliberal e 
instalado en el imaginario de la gente que es necesario aclarar y erradicar. 
 
Las ideas y conceptos reglamentaristas son aceptadas y promovidas porque otros conceptos 
son ignorados previamente, pero tenemos interiorizadas la misoginia y las lógicas capitalistas 
intrínsecas en este sistema de dominación y explotación lo que facilita aprehender ideas 
funcionles al sistema. 
 
Por lo mismo existe mucha ignorancia con respecto a las relaciones sociales y económicas, y lo 
que sucede en la industria sexual. 
 
Es en ese "vacío", entonces, donde se instalan la ideología regulacionista. Que por lo pronto 
tienen grandes agentes para promoverlas: la industria del cine, la pornografía, la industria 
estética, el narcotráfico, la industria bélica, los gobiernos, las corporaciones y principalmente 
organismos internacionales como el Banco Mundial que financia organizaciones afín a la 
industria sexual, y lamentablemente bajo la complicidad de la burocracia sindical que ha 
pasado a ser, como si no pudiera ser peor, burocracia sindical prostituyente. Todos 
reproductores de las lógicas e ideologías de las clases dominantes. 
 
En resumen... Si pensás que las mujeres en situación de prostitución venden sus cuerpos como 
lo hace un albañil o un minero, tu visión del trabajo está nublada por tu visión neoliberal y 
patriarcal de la sexualidad, el trabajo, y la violencia. 
 
- Varvara Fioletovi

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