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VI.- GENETICA DE POBLACIONES UNIDAD 16.- Genética de las poblaciones. Descripción genética de una población. Ley de Hardy – Weinberg. Frecuencias génicas en las poblaciones. Cambios de las frecuencias génicas en las poblaciones: causas. Estructura genética de las poblaciones naturales. Especiación: tipos. Mecanismos de aislamiento. 1 Una población en el sentido genético, no es sólo un grupo de individuos, sino que es un conjunto de individuos que viven en un área determinada y que se reproducen entre sí al azar. El nivel inferior de una comunidad reproductora está representado por las poblaciones panmíticas, en las que los individuos se aparean al azar. La genética de una población, se refiere no sólo a la constitución genética de los individuos que la componen, sino también a la transmisión de los genes de una generación a la siguiente. Los genes de una población tienen continuidad genética de una generación a la otra, mientras que los genotipos son discontinuos y son los gametos los lazos de unión de los genotipos de una generación, a la siguiente. Los cambios evolutivos tienen lugar en las poblaciones y no en los individuos. Esto es sencillo de entender: el individuo nace, crece y con el tiempo muere. Aunque a lo largo de la vida, los organismos individuales cambian más o menos, su constitución genética permanece constante. La constitución genética de una población, por otra parte, puede cambiar de una generación a otra mediante procesos como, mutación, migración, deriva y selección natural. Desde el punto de vista evolutivo el individuo es efímero, únicamente las poblaciones persisten a lo largo del tiempo. La genética de poblaciones estudia la constitución genética de las poblaciones y cómo cambia a través del tiempo. 2 Una población puede ser descripta por medio de las “frecuencias génicas o alélicas” y “frecuencias genotípicas”. Las frecuencias génicas identificadas como p y q son igual a 1 (p+q=1). Asimismo, las frecuencias genotípicas identificadas como P, Q y el heterocigota H, también es igual a 1(P+H+Q=1) 3 A la hora de describir una población desde el punto de vista genético, será necesario especificar los genotipos posibles, indicando cuántos individuos de cada genotipo integran esa población. 4 La constitución genética de la población, o del grupo de individuos, quedaría perfectamente descrita por la proporción o porcentaje, de individuos pertenecientes a cada genotipo, o en otras palabras, por las frecuencias de los tres genotipos en la población. Estas proporciones o frecuencias se denominan frecuencias genotípicas. Si por ejemplo, encontramos que una cuarta parte de los individuos de la población son A1A1, la frecuencia de este genotipo sería 0.25, o 25%. Obviamente, la suma de las frecuencias genotípicas debe ser 1, o 100%. Para ilustrar la determinación de las frecuencias genotípicas de una población para un determinado locus autosómico, consideremos el sistema M-N de grupos sanguíneos. Existen tres grupos sanguíneos, M, N y MN, que están determinados por dos alelos, LM y LN, de un mismo locus. Se analizó una muestra de 730 individuos de una población aborigen australiana y se encontró que 22 individuos eran de grupo M, 216 de grupo MN y 492 de grupo N. Las frecuencias de los grupos sanguíneos y de los correspondientes genotipos se obtienen dividiendo el número de individuos de cada genotipo por el total de individuos analizados. Por ejemplo, la frecuencia del grupo sanguíneo M (y, por tanto, del genotipo LM LM) es 22/730=0.030. Una forma de describir la variación genética para el locus M-N en este grupo de individuos sería indicando las frecuencias de los tres genotipos (frecuencias genotípicas) 5 En el proceso de transmisión hereditaria, los genotipos de los padres se rompen, constituyéndose un nuevo conjunto de genotipos en la progenie a partir de los genes transmitidos en los gametos. Así pues, los genes contenidos en una población tienen continuidad de generación en generación; no así las combinaciones genotípicas en que estos genes aparecen. En este sentido, resulta conveniente describir la constitución genética de una población refiriéndonos al conjunto de genes que contiene y a la frecuencia con que aparecen en la población – frecuencias génicas o alélicas. Indicaremos, por tanto, los alelos presentes en cada locus y el número o proporción, de los diferentes alelos de cada locus en la población. Si, por ejemplo, A1 es un alelo del locus A, la frecuencia de alelos A1, o la frecuencia génica de A1, es la proporción o porcentaje del total de alelos de ese locus que pertenecen a la variante A1. La suma de las frecuencias génicas o alélicas para cualquier locus tiene que ser 1, o el 100%. Las frecuencias génicas se pueden estimar conociendo el número de individuos de cada genotipo presentes en la población, o a partir de las frecuencias genotípicas de esa población. Por tanto, las frecuencias génicas se pueden calcular directamente a partir de las frecuencias genotípicas, considerando que todos los alelos presentes en homocigotos son de un determinado tipo, mientras que sólo la mitad de los alelos de los heterocigotos serán del mismo tipo. Por tanto, la frecuencia de un alelo es la frecuencia de individuos homocigóticos para ese alelo más la mitad de la frecuencia de heterocigotos para este alelo. 6 7 Consideremos ahora un ejemplo numérico. Supongamos que hay dos alelos, A1 y A2, y que analizamos un total de 100 individuos, determinando cuántos de ellos pertenecen a cada uno de los tres genotipos posibles, y que encontramos los siguientes resultados: Genotipos A1A1 A1A2 A2A2 TOTAL Nº de individuos 30 60 10 100 Nº de alelos A1 60 60 0 120 200 A2 0 60 20 80 Puesto que cada individuo, al ser diploide, lleva dos genes en un determinado locus autosómico, en realidad, hemos analizado una muestra de 200 alelos para este locus. Cada individuo A1A1 contiene dos alelos A1 y cada individuo A1A2 contiene un alelo A1. Por tanto, hay 120 genes A1 en la muestra y 80 genes A2. La frecuencia de A1 es del 60% o 0.6 (120/200), y la frecuencia de A2 es del 40% o 0.4 (80/200). Para calcular las frecuencias génicas directamente a partir de las frecuencias genotípicas procederíamos de la siguiente manera: Genotipos A1A1 A1A2 A2A2 TOTAL Nº de individuos 30 60 10 100 Frecuencias genotípicas 0.30 0.60 0.10 1 La frecuencia del alelo A1 es: p = P + ½ H = 0.30 + ½ 0.60 = 0.60 La frecuencia del alelo A2 es: q = Q + ½ H = 0.10 + ½ 0.60 = 0.40 Como podemos comprobar p + q = 0.60 + 0.40 = 1. En 1908 el matemático G.H. Hardy en Inglaterra y el médico W Weimberg en Alemania, efectuaron deducciones semejantes a partir de las Leyes de Mendel El enunciado principal es: “en una población suficientemente grande (tiende al infinito) en ausencia de procesos evolutivos (mutación, migración, deriva génica o selección), las frecuencias génicas y genotípicas se mantienen constantes de generación a generación”. Para la deducción de la ley: considerando en una población un carácter mendeliano determinado por un par alélico (A, a), cuyas frecuencias génicas son p y q, a partir de los individuos de la población, se producirán dos gametas, las que llevan el alelo A y las que llevan el a. Si las frecuencias alélicas de las gametas en machos y hembras son las mismas y estos se aparean al azar, la frecuencia de un genotipo dado será el producto de las frecuencias de los alelos correspondientes. Por lo tanto las frecuencias genotípicas en los cigotos pueden calcularse a partir de las frecuencias de las gametas que se unen para producirlos Del cuadro se deduce las frecuencias genotípicas en la descendencia se pueden analizar en función de las frecuencias génicas en las gametas P + H + Q = p2 +2pq + q2 p2 +2pq + q2 = (p + q)2 P + H + Q = (p + q)2 La genética de poblaciones teóricas, de ordinario parte del concepto de la población panmítica, es decir, una población teórica de tamañoilimitado, en que se presuponen cruzas estrictamente casuales entre todos los genotipos y la ausencia de todos los factores selectivos. De cumplirse estas condiciones, se establecería un equilibrio perfecto y la composición genética de la población no se cambiaría en el futuro. En tal población ideal, tendría validez la ley de Hardy Weimberg. Otra predicción sobre las frecuencias genotípicas en una población no seleccionada y de apareamiento aleatorio, es que todas las posibles combinaciones de alelos de los diferentes genes, deberían estar presentes con frecuencias iguales a las esperadas según la base de la asociación aleatoria, con independencia de si los genes en cuestión están ligados o no. A esta combinación se le llama equilibrio de ligamiento. Como consecuencia se deducen los siguientes principios: La ley de Hardy Weimberg afirma el equilibrio de la población genética, cuando se cumplen las condiciones de panmixia, tamaño de la población y ausencia de migración, mutación y selección En las condiciones anteriores, las frecuencias genotípicas (p2, 2pq, q2) de la descendencia, depende sólo de las frecuencias génicas y de la generación parental. Si por cualquier causa se altera el equilibrio en una población, pero volvieran a restablecerse las condiciones de H‐W, el equilibrio se alcanzaría en la siguiente generación. 8 Las frecuencias génicas pueden alterarse por los procesos sistemáticos y los procesos dispersivos. Los procesos sistemáticos son aquellos que cambian las frecuencias génicas en forma predecible, en cantidad y dirección. Las poblaciones se consideran infinitas. Una población panmítica y suficientemente grande, es estable con respecto a las frecuencias génicas y genotípicas en determinadas condiciones, pero ellas pueden alterarse según algunos procesos. 9 La migración se da cuando los individuos se desplazan entre las poblaciones. El cambio de las frecuencias alélicas atribuibles a la migración, es proporcional a las diferencias en frecuencias alélicas entre las poblaciones donante y receptora y a la tasa de migración (tamaño de la migración). La migración es difícil cuantificar, pero se puede estimar. La migración también se puede considerar como un flujo de genes entre poblaciones que una vez estuvieron geográficamente aisladas, pero que ya no lo están. 10 Por lo tanto, si los animales emigran de una población a otra es posible introducir nuevos genes y contribuir al aumento de la variabilidad genotípica de la población para la cual migraron. 11 El efecto de la mutación de un gen sobre la frecuencia del mismo en una población, varía según que dicha mutación sea un suceso raro, que pueda considerarse único (mutaciones no recurrentes), o bien que tenga lugar en proporciones más o menos pequeñas, pero constituye un suceso repetitivo (mutación recurrente). En el primer caso una mutación única sin ventajas selectivas, no puede producir un cambio permanente en la población. En el segundo caso, si puede operar un cambio en la población, pero se debe tener en cuenta, que la tasa de cambio de la frecuencia génica por el proceso mutacional es muy lenta, ya que las tasa de mutación espontáneas son muy bajas. Se llama μ a la tasa de mutación de un gen que se convierte en otro. En una población el conjunto de los genes, se mezcla en cada generación para dar a nuevas combinaciones genotípicas en la descendencia. Debido a que estas nuevas combinaciones pueden ser muy numerosas, los miembros de una población sólo presentan, en un momento dado, una fracción de todos los genotipos posibles. La enorme reserva génica permite que la transmisión mendeliana independiente y la recombinación produzcan nuevas combinaciones genotípicas continuamente. Pero estos procesos no dan lugar a nuevos alelos. Únicamente la mutación da lugar a nuevos alelos. La mutación ocurre al azar. Para determinar si la mutación es una fuerza significativa para cambiar las fuerzas alélicas es necesario medir la tasa a la que se producen las mutaciones. Como la mayoría de las mutaciones son recesivas, en organismos diploides es difícil observar las tasas de mutación directamente. Sin embargo para ciertas mutaciones dominantes se pueden medir la tasa pero bajo ciertas condiciones. ‐El alelo debe producir un fenotipo diferente, que se puede distinguir de otros similares producidos por alelos recesivos. ‐El carácter debe expresarse totalmente o tener penetración completa, para poder identificarse los mutantes. ‐Agentes no genéticos como medicamentos o sustancias químicas, nunca deben producir un fenotipo idéntico. 12 Se supone que todos los individuos de las poblaciones, contribuyen igualmente a la siguiente generación. Si los individuos difieren en viabilidad y fertilidad y por lo tanto, contribuyen con un número diferente de descendientes a la siguiente generación, se debe estimar el valor adaptativo Se llama valor adaptativo, valor selectivo o fitness de un individuo, a la proporción relativa de descendientes con que contribuye a la siguiente generación. Si las diferencias de valor adaptativo está de algún modo asociado con la presencia o ausencia de un gen particular en el genotipo del individuo, entonces la selección opera sobre dicho gen. Como consecuencia la frecuencia de este gen en la descendencia, no es la misma que en la generación parental, puesto que los individuos de los distintos genotipos, transmiten sus genes desigualmente a la generación posterior. Por ello la selección produce cambios en la generación siguiente. Se llama coeficiente de selección (S), a la reducción proporcional de la contribución genética de cierto genotipo, en comparación con otro genotipo que se tomo como patrón y que suele ser el más favorecido por la selección. La selección que actúa contra un gen, se manifiesta por la eliminación selectiva de uno u otro de los genotipos que lo llevan, ya sea por selección de su viabilidad o de su fertilidad. En uno u otro caso, el resultado es el mismo, el genotipo contra el que actúa la selección, contribuye con menos gametos para formar los cigotos de la generación siguiente. La consecuencia primaria de la selección, es el cambio de las frecuencias génicas, pudiendo admitirse que en grandes poblaciones, la selección es probablemente la más importante fuerza responsable del cambio de frecuencias génicas. Se han visto hasta ahora los efectos que la mutación y la selección produce por separado, sobre las frecuencias génicas y cómo ambos agentes evolutivos, podían hacerlas cambiar gradualmente a través de largos períodos de tiempo. La presión de mutación y la intensidad de la selección actúan simultáneamente en las poblaciones naturales, ejercen sus presiones en la misma dirección y por lo tanto, los cambios en la frecuencia génica serán más rápidos, que cuando se las considera por separado. Por lo tanto, es más real estudiar ambos factores (presión de mutación e intensidad de selección) cómo afectan a las frecuencias génicas, cuando se unen sus efectos. Si ambos agentes oponen sus efectos, entonces pueden llegar a anularse mutuamente y alcanzar la población una posición de equilibrio estable. Esta actuación simultánea de mutación y selección, explica que genes de poco valor selectivo (letales, subletales), se mantengan presentes en las poblaciones con una cierta frecuencia de equilibrio. 13 Los procesos dispersivos que cambian las frecuencias génicas, se dan en las poblaciones pequeñas por efecto del muestreo. Son predecibles los cambios de frecuencias génicas en cantidad, pero no en dirección Queda claro que en poblaciones grandes (infinitas desde el punto de vista genético) y en ausencia de migración, mutación y selección, las frecuencias genotípicas permanecían invariables, generación tras generación. Sin embargo esta propiedad de estabilidad no se da, cuando el tamaño efectivo de la población es pequeño, ya que los gametos que transmiten los genes a la generación siguiente, constituyen enrealidad una muestra de los genes de la generación parental, muestra que al no ser grande, hará variar forzosamente las frecuencias de una generación a otra. Ese cambio al azar de la frecuencia génica, es el proceso dispersivo. 14 El proceso dispersivo tiene tres consecuencias importantes: la divisiones de las poblaciones naturales en subpoblaciones, puesto que los apareamientos no se realizan siempre al azar entre todos los individuos de la población, sino que, por razones diferentes (geográficas etc.), unos individuos se reproducen más entre sí, que con el resto de la población. Otro aspecto es la disminución de la variación genética que se manifiesta dentro de las poblaciones pequeñas. El tercer aspecto, es el aumento de la homocigosis a expensas de la heterocigosis, con las pérdidas de vigor y fertilidad que lleva consigo la aparición de los genes deletéreos recesivos en homocigosis. Los procesos dispersivos pueden ser considerados como un proceso de consanguinidad, en los que los cambios genotípicos, son una consecuencia del apareamiento entre individuos emparentados. Para estudiar el proceso dispersivo en su forma más simple, se supondrá que la población infinita inicial en la que el apareamiento era al azar, ha quedado subdividida, por causas naturales (geográficas o ecológicas), o artificiales (control ejercido en poblaciones domésticas o de laboratorio), en un gran número de subpoblaciones o poblaciones pequeñas, en las que las frecuencias génicas están sometidas a un proceso dispersivo. Así, la población base queda subdividida en muchas subpoblaciones o líneas, que cumplen las siguientes condiciones: El apareamiento está restringido a darse dentro de cada línea. Las líneas están aisladas y no hay flujo de genes de una a otra. Es decir no hay migración. No hay solapamiento de generaciones. El número de individuos en reproducción es el mismo en todas las líneas y en todas las generaciones. Dentro de cada línea el apareamiento es al azar. No hay mutación ni selección. 15 Es decir que la frecuencia génica varía como resultado de un muestreo al azar de tamaño limitado. Lo mismo puede aumentar que disminuir, mucho o poco, de una generación a otra. Su efecto es, al fin y al cabo, una dispersión de frecuencias génicas entre las líneas, es decir que aunque la frecuencia de la población en conjunto permanezca inalterable, las líneas, sí que llegan a mostrar diferencias de frecuencias génicas entre ellas. En la generación siguiente se vuelve a repetir el proceso de muestreo, con la consiguiente nueva dispersión de frecuencias génicas. En cada nueva generación, la frecuencia génica, va fluctuando irregularmente y las líneas terminan siendo diferentes. Estos cambios de la frecuencia génica, que resultan del muestreo en poblaciones pequeñas, fueron bautizados por Wright como deriva al azar o deriva genética. 16 Durante el proceso evolutivo de una población, puede ocurrir que se produzcan cuellos de botella, de manera que, por distintos motivos, el tamaño efectivo de la población quede reducido a muy pocos individuos, dando lugar a situaciones extremas de deriva genética. Es lo que se conoce como el efecto fundador. Para ejemplificar este proceso de deriva genética se puede presentar el siguiente caso hipotético Supóngase que en una región geográfica habita una especie animal que en una generación determinada, presenta las frecuencias genotípicas 0,25 AA, 0,50 Aa, 0,25 aa (y por tanto p = q = 0,5). Como consecuencias de un fenómeno volcánico, dicha región geográfica se convierte en un archipiélago formado por 160 islas, en cada una de las cuales quedan como únicos supervivientes un macho y una hembra; a continuación se indica que ocurriría en las 160 islas (subpoblaciones) originadas a partir del continente (población inicial) 17 Es decir, que en 10 islas (subpoblaciones), el gen A se habría fijado y en otras 10 se habrían perdido; en 40 islas la frecuencia del gen A habría pasado a ser 0.75 y en otras 40, la frecuencia es de 0.25, mientras que sólo en 60 islas, la frecuencia seguiría siendo la de la población original 0.5. 18 El término consanguinidad quiere decir, el apareamiento de individuos relacionados entre sí por sus antecesores. Que el tamaño de la población influye sobre el grado de relación entre los individuos que la componen, no es extraño. Se deduce consecuentemente que los apareamientos al azar dentro de una población pequeña, producirá más consanguinidad que en una población de mayor tamaño. Por ello las propiedades genéticas de las poblaciones pequeñas, pueden tratarse como las consecuencias de la consanguinidad. La consecuencia esencial de que dos individuos tengan un antepasado común, es que ambos, pueden llevar la copia de uno de los genes del mismo y por tanto, si aparean entre sí, ambas copias pueden reunirse en un individuo de su descendencia. En este caso ambos genes se llaman “idénticos por descendencia”, o simplemente idénticos, en contraposición de los otros genes idénticos, en el sentido de que no se pueden diferenciar entre sí por sus efectos fenotípicos. A estos genes, les llamó Crow “genes en estado semejante o idénticos por naturaleza” y son los que normalmente constituyen los homocigotos. Cualquier gen en estado semejante o no, que no sea idéntico por descendencia, es independiente. 19 Es lógico aceptar que, puesto que la selección actúa durante muchas generaciones, en la mayoría de las poblaciones, los individuos mostraran un fenotipo (el fenotipo óptimo) adaptado a su propio hábitat; es decir al ambiente que les rodea. Se puede esperar por tanto, que los individuos que se aparten de dicho fenotipo óptimo, tendrán una eficacia biológica menor. Un ejemplo muy ilustrativo, es el descrito por Bumpus en una población de estorninos. Se comparó nueve caracteres cuantitativos entre dos muestras de estorninos, una perteneciente a individuos muertos en una tormenta y la otra, a individuos supervivientes de la misma población, comprobando que estos últimos mostraban fenotipos intermedios para ocho de los nueve caracteres analizados, mientras que los individuos no supervivientes mostraban valores extremos, con un mayor rango de variación. Es decir podría concluirse que, como norma general, es malo para el individuo salirse del fenotipo medio. 20 Parece, pues claro, que en el ejemplo descrito (como en muchos otros), la selección natural ha venido favoreciendo a los fenotipos intermedios; es decir, se trata de una selección estabilizadora o centrípeta. Lógicamente para otros caracteres, la selección puede actuar favoreciendo a los individuos que muestran los valores extremos (altos o bajos), de manera que se trate de una selección direccional. Cuando la selección favorece alternativamente cada generación, a cada clase de fenotipos extremos, se denomina selección cíclica, mientras que si favorece simultáneamente a clases extremas (es decir lo contrario a la selección estabilizadora), entonces se llama selección disruptiva. El caso más conocido de selección direccional, es el del melanismo industrial en el que se vio implicada la polilla Biston betularia. Antes de la revolución industrial solo se observaban mariposas con alas de color gris claro, apto para camuflarse entre los líquenes que cubrían los troncos de los árboles, siendo rarísimas las polillas de color gris oscuro. Por causa de la revolución industrial, los líquenes de los troncos se oscurecieron y, las mariposas de alas oscuras se convirtieron en la forma que mejor se mimetizaba, haciéndose muy frecuentes, al tiempo que las polillas claras se hacían cada vez más raras. 21 Se ha definido la eficacia biológica o fitness de un individuo, como la contribución genética de un individuo a generaciones futuras. El individuo más eficaz desde el punto de vista evolutivo, es el que deja mayor número de hijos viables, en definitiva, es el resultado de una reproducción diferencial y una aceptable supervivencia.Obviamente, pues la eficacia biológica no es el producto de un solo gene, sino el resultado de la interacción de numerosos genes tanto cualitativos, como cuantitativos, que se manifiestan fenotípicamente en lo que se llama y cuantifica como eficacia biológica, aunque por supuesto no se puedan conocer todos sus componentes. El teorema fundamental de Fisher de la selección natural establece que, cuando mayor sea la variabilidad genética sobre la que puede actuar la selección para eficacia biológica, tanto mayor será el incremento de dicha eficacia biológica. La existencia de la eficacia biológica es una condición necesaria para la evolución. Los fenotipos se pueden observar directamente, pero no los genotipos o genes, sin embargo en muchos casos se pueden establecer una relación directa entre genotipos y fenotipos, de manera que se pueden transformar las frecuencias fenotípicas observadas, en frecuencias genotípicas y consecuentemente génicas. 22 En organismos con reproducción sexual, se puede definir la especie, como el conjunto de poblaciones naturales con capacidad de entrecruzarse, si las condiciones lo permitieran. En términos genéticos por tanto, se puede decir que dos poblaciones naturales pertenecen a la misma especie, cuando pueden existir entre ellas flujo de genes. En consecuencia dos individuos son de la misma especie, cuando en condiciones naturales normales, producen descendencia fértil. 23 El proceso evolutivo incluye dos aspectos o dimensiones: uno, la evolución filética que es responsable de los cambios que ocurren dentro de una rama o línea filogenética, y otro, la separación o división de una rama inicial en dos, o más ramas evolutivas. Ambas situaciones corresponden, respectivamente, a los conceptos de anagénesis y cladogénesis. Es decir, los cambios que ocurren en una línea filética en el transcurso del tiempo, constituyen la evolución anagenética, mientras que la evolución cladogenética, implica la escisión de una línea filética primitiva en dos o más nuevas líneas. En resumen, la evolución desde la forma más primitiva de vida hasta la más evolucionada (el hombre), se debe a un proceso anagenético, mientras que los procesos cladogenéticos son los responsables de la diversificación en especies. La gran diversidad del mundo viviente, es el resultado de una evolución cladogenética que produce una adaptación a una mayor variedad de nichos ecológicos, o de formas de vida. El fenómeno cladogenético más fundamental es la especiación, proceso por el cual, una especie da lugar a dos o más especies. 24 En el proceso de especiación, el modelo más generalizado incluye dos estadios. En el estadio I, por alguna razón (por ejemplo, geográfica) una población queda subdividida en dos subpoblaciones, tal es que el flujo génico, sólo se da dentro de cada una de ellas, de forma que ambos grupos inician un proceso gradual de diferenciación y distanciamiento genético, a consecuencia de los cuales se originan mecanismos de aislamiento entre las dos subpoblaciones. En el estadio II, aunque los individuos de ambas subpoblaciones podrían aún entrecruzase, sin embargo, ello ocurre con cierta dificultad, debido a los mecanismos de aislamiento reproductivos ya surgidos. Es decir que al final del estadio II, quedarán aisladas genéticamente las dos subpoblaciones, dando lugar al nacimiento de dos nuevas especies que, obviamente, aunque ya no están aisladas geográficamente, no podrá haber flujo génico entre ellas. Lo más normal, es que el aislamiento inicial del estadio I se produzca por barreras de tipo geográfico, en cuyo caso la especiación se llama alopátrica; sin embargo, no se descarta la posibilidad de que en algún caso (aunque poco probable), pudiera producirse la diferenciación genética, sin separación de las subpoblaciones, en cuyo caso la especiación se denomina simpátrica. La especiación peripátrica es un tipo de especiación alopátrica, ocurre cuando una población fundadora, se establece más allá de los límites periféricos en que se distribuye la especie. Esta población se encuentra entonces aislada y puede evolucionar en forma independiente. La importancia de la especiación peripátrica radica en el hecho de que la población fundadora es pequeña y genéticamente pobre cuando es fundada por pocos individuos, o una única hembra fecundada. El acervo génico de la población fundadora será estadísticamente diferente al de la población original y además se verá expuesta a nuevas presiones selectivas ya que pasa a ocupar un ambiente natural diferente. De este modo, las poblaciones fundadores se encuentran en una situación ideal para colonizar nuevos nichos y zonas adaptativas. Pero al mismo tiempo, son muy vulnerables a la extinción y a la acción del flujo génico. En este sentido, el aislamiento geográfico debe ser completo para permitir el desarrollo de una especie nueva. En la especiación parapátrica no existe una barrera geográfica, está originada por factores ambientales que impide el flujo génico entre las poblaciones. En este caso, una serie de poblaciones de la misma especie se distribuyen en forma contigua estableciendo una clina. Si bien no existen barreras geográficas, es más probable que los individuos se apareen con sus vecinos más próximos que con individuos de una zona alejada. En este tipo de especiación puede haber divergencia evolutiva debido a una disminución en el flujo génico o a presiones selectivas diferentes a lo largo del área de distribución. Las subpoblaciones de la especie ancestral se sitúan contiguas en una misma área geográfica, pero con variaciones en las condiciones ambientales. Esto produce un gradiente ambiental a lo largo del área de distribución de la especie que origina su diferenciación y la aparición de nuevas líneas evolutivas. Probablemente, estemos observando los primeros pasos de especiación parapátrica en la gramínea Anthoxanthum odoratum. Algunas de estas plantas habitan en las proximidades de minas, donde el suelo ha sido contaminado con metales pesados. Las plantas de los alrededores de las minas han estado sometidas a una selección natural a favor de los genotipos tolerantes a los metales pesados, mientras que las plantas vecinas, que habitan suelos sin contaminar, no estuvieron sometidas al mismo tipo de selección. Obviamente, el proceso de especiación suele ser lento, aunque en algún caso puede producirse de forma prácticamente instantánea, como por ejemplo, cuando por alopoliploidía se originan individuos reproductivamente aislados de las especies parentales que los originaron; se trata entonces de una especiación instantánea. Cuando la diferenciación genética incluye cambios cromosómicos estructurales, de manera que los híbridos con la especie parental presentan un elevado grado de esterilidad, debido a anomalías citogenéticas, entonces la especiación es de tipo saltacional y puede resultar también instantánea. Esto ocurre con frecuencia en plantas, donde inicialmente se produce un híbrido estéril AB (con un juego cromosómico de la especie A y otro de la especie B). Posteriormente el híbrido duplica sus cromosomas (AABB) restaurando la producción de gametas viables y convirtiéndose en una especie poliploide. Lo que ocurre en ciertos animales es que el híbrido estéril cambia su modo de reproducción sexual a reproducción asexual. Se conocen ejemplos en peces, anfibios y reptiles de este tipo de cambio Por otra parte, se denomina, especiación estasipátrica, a aquella en la que la especie original, da lugar a través de cambios cromosómicos estructurales, a un cierto número de individuos, que pasan a ocupar áreas limitadas y que actúan como mecanismos de aislamiento incipiente, en zonas estrechas de hibridación. La especiación estasipátrica ha sido considerada por muchos, como una especiación poscolonización, en la que la independencia evolutiva aparece por mutaciones cromosómicas. En esta especiación, una mutación cromosómica le permite a un grupo colonizarcon mayor facilidad. Tales mutaciones se fijan en los pequeños grupos con poca migración y surge una nueva especie, muy parecida a la original y que, de hecho, ocupará su mismo rango de distribución. Entre los mecanismos de aislamiento, se pueden mencionar aquellos en los que no se produce una coincidencia entre las poblaciones, como ser el aislamiento ecológico (diferente hábitat o barreras geográficas) y el aislamiento estacional (diferentes épocas reproductivas). Habiendo coincidencia de las estaciones, puede no haber copulación por falta de atracción sexual de los individuos de poblaciones diferentes (aislamiento sicológico), o por una acusada diferencia de tamaños, entre los individuos de ambas poblaciones, o entre sus genitales (aislamiento mecánico). También puede ocurrir que habiendo copulación no se produzca la fecundación, por una incompatibilidad gamética. Por último, podría suceder que sí se formaran cigotos, pero éstos fueran inviables. En resumen, en cualquiera de los casos descritos no hay flujo génico entre las dos poblaciones, por la imposibilidad de formar cigotos viables. En otras ocasiones puede ocurrir que los cigotos sean viables, pero los híbridos, no alcanzan la madurez sexual o bien pueden alcanzarla, pero su esterilidad les impide tener descendencia y por consiguiente se interrumpe en ellos mismos, el flujo génico entre ambas poblaciones. Resumiendo, todos los tipos de mecanismos de aislamiento indicados, ellos pertenecen a dos clases: mecanismos precigóticos, que impiden la formación de cigotos híbridos y mecanismos postcigóticos, que reducen drásticamente la viabilidad o la fertilidad de los híbridos. La consecuencia común a todos los mecanismos señalados, es la ausencia del flujo génico de una población a otra, de manera que pueden acumularse progresivamente, diferencias genéticas entre los individuos de las dos poblaciones, hasta llegar a alcanzar el grado de diferenciación a nivel de especie o superior, tal como se indicaba anteriormente. 27 Los cambios evolutivos que se producen a un nivel igual o inferior al de especie se clasifican como cambios microevolutivos. Desde la perspectiva de la genética de poblaciones, la microevolución es el cambio en la frecuencia alélica de una población, perceptible en unas pocas generaciones. La mayor parte de estos cambios se producen por: mutaciones, selección natural, flujo génico o migración, y deriva génica. Los cambios microevolutivos también se pueden producir por selección y manipulación artificial por el ser humano. Por ejemplo, el cruce y selección de semillas para el cultivo, altera la frecuencia alélica y produce cambios microevolutivos. La macroevolución, se refiere a cambios evolutivos a gran escala que rompen la barrera de las especies y pueden dar lugar a especies nuevas e incluso afectar a grupos taxonómicos superiores (géneros, familias, etc.). Uno de los interrogantes que se mantienen en el ambiente científico, es si los procesos que actúan a nivel micro pueden explicar la macroevolución. En este sentido hay dos posturas, una que sostiene que la macroevolución es simplemente, el resultado de la operación sostenida de los procesos microevolutivos, durante largos períodos geológicos, dando lugar a nuevas especies, nuevos géneros, familias, etc. Esta idea está relacionada con el cambio gradual, lento y continuo. La segunda, en cambio, propone que los mecanismos que explica la evolución por encima de especie, son totalmente diferentes y abarcan procesos como la selección a nivel de especie, la radiación adaptativa y las extinciones. La macroevolución como resultado final de los procesos microevolutivos se basa en la observación del registro fósil de un determinado linaje como resultado de una lenta y gradual acumulación de modificaciones que condujeron, por medio de la selección natural (y otros procesos microevolutivos), a la diversificación de adaptaciones de las poblaciones en diferentes especies. Un ejemplo clásico es la evolución del linaje del caballo 28 Si se realiza un recorrido por su registro fósil, se observa cómo algunas modificaciones características de sus rasgos, le permitieron adaptarse a los ambientes en los que vivía cada especie. Los primeros antecesores del caballo tenían un cuerpo pequeño, tres dedos en sus patas traseras, dientes con pequeñas superficies trituradoras y coronas dentarias bajas. Estas características permitían inferir que vivían en bosques y que se alimentaban de hojas suculentas. En estratos geológicos superiores, se hallaron fósiles que diferían de sus antecesores en algunos rasgos, como el tamaño corporal, las coronas de los dientes ‐que pasaron a ser más altos y complejos‐, el número de dígitos de las patas ‐ que de tres dedos pasaron a tener uno solo‐ en las formas más modernas. Estas características se asocian a la idea de que los caballos fueron conquistando diferentes ambientes a lo largo de la historia del linaje, lo que produjo que aquellos que tuvieron la posibilidad de alimentarse de gramíneas y correr más rápido en ambientes más abiertos, contaron con ventajas para huir de depredadores. De esta manera la especiación está directamente asociada a la adaptación, siendo la selección natural el proceso evolutivo que impone la dirección del cambio Otros autores, proponen que la macroevolución está desacoplada de la microevolución y que su unidad de análisis no son las poblaciones, sino los grupos taxonómicos de rango superior. Es por ello que los procesos evolutivos que intervienen, serían diferentes a los de la microevolución. El paleontólogo estadunidense George. G. Simpson (1902‐1984) consideró a las radiaciones adaptativas como el patrón principal de la macroevolución. La radiación adaptativa es la génesis de especies ecológicamente distintas a partir de un origen ancestral común. La diversificación repentina (considerándola desde el registro fósil) se debe al éxito de un grupo, población o especie de una característica clave que le permite adaptarse o colonizar un ambiente. Son numerosos los ejemplos estudiados; uno de los más conocidos es el de los pinzones de Darwin. Los pinzones, en la actualidad, comprenden un grupo de especies endémicas que se encuentran en las Islas Galápagos y una en la Isla de Cocos. El estudio más reciente sobre la historia evolutiva del grupo en base a análisis de ADN mitocondrial, identifica al género Tiaris de la familia de los Fringilidos, habitantes de Centroamérica y Sudamérica, como los parientes vivos más próximos a los pinzones de Darwin y de los cuales se habría originado este grupo monofilético. Este fenómeno de radiación adaptativa determinó la aparición de muchas especies de pinzones a partir de una población antecesora común. 29
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